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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION E IMPUNIDAD”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA


FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS BIOLOGICAS

INFORME N° 0
“Hematocrito y Hemoglobina”

ALUMNOS: Almestar Peralta Karen


Calle Reyes Marcelo
Huiman Ruesta Marcia
Huacho Amaya Mercedes
Niño Mendoza Lya
Nuñez Barria Jocelyn
Riofrio Encalada Jeny
Samillan Huancas Irvin
Vilchez Correa Luis Miguel

CURSO:
Análisis Clínicos
Profesor:
Blgo. Jaime Ponce

Piura – 2019
INTRODUCCIÒN

El hematocrito es un examen de sangre que mide el porcentaje del volumen de toda la sangre
que está compuesta de glóbulos rojos. Esta medición depende del número de glóbulos rojos y
de su tamaño. El resultado se expresa en porcentaje.
El hematocrito casi siempre se ordena como parte de un conteo sanguíneo completo
(hemograma).
El hematocrito (Hto) puede utilizarse como una prueba simple de detección de las anemias,
como un método de referencia para calibrar los sistemas de recuento sanguíneo automatizados
y como una indicación a grandes rasgos de la exactitud de las mediciones de la hemoglobina. El
hematocrito × 1.000 es aproximadamente tres veces el valor de la hemoglobina expresado en
g/l. Junto con los cálculos de la hemoglobina y del recuento eritrocitario (RE), puede utilizarse
para el cálculo de los índices eritrocitarios (Lewis, ET AL-2008)

El método del microhematocrito se realiza con la sangre contenida en tubos capilares de 75 mm


de longitud y con un diámetro interno de aproximadamente 1 mm. Pueden ser tubos simples
para su uso con muestras sanguíneas anticoaguladas, o revestidos internamente con 1 UI de
heparina para la recogida directa de la sangre capilar. La centrífuga utilizada para los tubos
capilares proporciona una fuerza centrífuga de 12.000 g y una centrifugación de 5 min permite
obtener un Hto constante. Cuando el Hto es mayor de 0,5 puede ser necesario centrifugar
durante otros 5 min. Hay que dejar que la sangre, procedente de una muestra bien mezclada o
fluyendo libremente de una punción cutánea, penetre en el tubo por capilaridad, dejando al
menos 15 mm vacíos. Después, se sella el tubo con un sello plástico (p. ej., Cristaseal, Hawksley,
Lancing, Sussex). No se recomienda el sellado del tubo por medio de calor pues el sello tiende a
estrecharse progresivamente y existe la probabilidad de que se produzca lisis. Después de la
centrifugación de 5 min, se mide la proporción de células con respecto a la columna total (es
decir, el Hto) utilizando un dispositivo de lectura. (Lewis, ET AL-2008)

Cuando se almacena la sangre con anticoagulantes a temperatura ambiente se producen


diversos cambios; éstos son más rápidos cuanto más elevada es dicha temperatura. Se originan
independientemente del anticoagulante, aunque son menos marcados en la sangre con ACD,
CPD o solución de Alsever que en la sangre con EDTA, y mayores con la sal tripotásica de EDTA
que con la dipotásica. Los recuentos de hematíes, de leucocitos y de plaquetas y los índices
eritrocitarios permanecen habitualmente estables durante 8 h tras la recogida de sangre,
aunque, a medida que los hematíes comienzan a hincharse, el Hto y el VCM se incrementan,
aumenta la fragilidad osmótica y disminuye la VSG. ( Jaime-2009)

La concentración de hemoglobina se mantiene sin cambios durante días, siempre y cuando la


sangre no se infecte, lo que se pondría de manifiesto por la turbidez o decoloración de la
muestra. Sin embargo, en 2-3 días y sobre todo a alta temperatura ambiente, la sangre comienza
a lisarse, lo que da como resultado una disminución en los recuentos de hematíes y en el Hto,
con un aumento de la HCM y de la CHCM. (Rosales, Galicia, 1998).
Ideas para discusión:

El método del microhematocrito tiene un nivel adecuado de exactitud y precisión para resultar
de utilidad clínica. Sin embargo, hay que prestar atención a diversos factores que pueden
producir un resultado inexacto.

La variación del calibre de los tubos puede originar errores graves si no se encuentra dentro de
los límites estrechos definidos por las características que deben cumplir los fabricantes:
longitud 75 ± 0,5 mm; diámetro interno 1,07-1,25 mm; grosor de la pared 0,18-0,23 mm y
estrechamiento del calibre que no exceda el 2% del diámetro interno en toda la longitud del
tubo

La prueba debe leerse tan pronto como sea posible tras la centrifugación, porque los
eritrocitos comienzan a hincharse y la interfaz se vuelve cada vez más indiferenciada. Para
evitar los errores de la lectura con el dispositivo de lectura especial, se debe utilizar una lente
de aumento. Hay que excluir tanto como sea posible los leucocitos y las plaquetas (la capa de
leucocitos) de la lectura de los eritrocitos apilados. Si no se dispone de un dispositivo de
lectura especial, la proporción de la columna eritrocitaria con respecto a la columna total
puede calcularse mediante la medición obtenida colocando el tubo contra un papel gráfico
aritmético o contra una regla. (Lewis, ET AL-2008)

Referencias bibliográficas

Lewis, S, Bain, B, Bates, l (2008). Hematología practica. España .

Jaime, J (2009) Hematología, La sangre y sus enfermedades. McGraw-Hill. México

Rosales, B, Galicia, R. (1998). Manual de prácticas de Hematología. Instituto Politécnico


Nacional. México.

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