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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR

“ENRIQUE NOBOA ARÍZAGA”

CARRERA DE TECNOLOGIA
PRODUCCION AGROPECUARIA

NIVEL: 1 “A”

TRABAJO

Asignatura: Botánica

TEMA: Métodos de conservación de la


biodiversidad in Situ, Ex Situ y la importancia para
la humanidad de preservar las especies vegetales y
sus diferentes formas de vida.

Estudiante: Jose Alvares

Docente: Ing. Mario Orellana


Métodos de conservación de la biodiversidad in Situ, Ex Situ y la importancia para
la humanidad de preservar las especies vegetales y sus diferentes formas de vida
Debido a que en las raíces ocurre la síntesis de hormonas y otras sustancias, además de
la toma de agua y nutrientes, la temperatura de la zona radical tiene efectos marcados
sobre el crecimiento y desarrollo de la planta. En general, el crecimiento y desarrollo de
la planta aumenta al incrementar la temperatura edáfica hasta un nivel máximo entre 25
y 35°C, dependiendo de la especie; de la misma manera existen temperaturas edáficas
mínimas (entre 8 y 15°C) para el desarrollo. Cada especie tiene en las diferentes etapas
de su desarrollo exigencias propias de la temperatura edáfica. Dada la mayor
sensibilidad, la planta en su crecimiento inicial (germinación y estado de plántula)
requiere temperaturas edáficas superiores que en los procesos de maduración de sus
órganos. Los órganos subterráneos de las plantas no tienen la capacidad de regular su
temperatura, por lo que las temperaturas cardinales (mínima, óptima y máxima) para las
funciones de la raíz y el desarrollo de tubérculos, son más marcadas que para los
órganos aéreos. Las temperaturas edáficas cardinales dependen del origen de las
especies; las plantas tropicales generalmente se desarrollan mejor entre 20 y 25°C.
(Fischer, 1997)

En las plantas todos los procesos fisiológicos elementales que no sean los fotoquímicos
dependen de la temperatura (WELLENSICK 1967). Los primeros estudios extensivos
sobre el efecto de la termo periodicidad, fenómeno de fluctuación de temperatura
diurna y nocturna que permite el crecimiento y desarrollo óptimo de las plantas, fueron
realizados en tomate encontrándose que el óptimo para el crecimiento de plántulas
jóvenes fue de 26 ºC durante el día y de 30 ºC durante la noche, pero a medida que las
plantas crecían requerimiento de temperatura nocturna variaba entre los 13 a 18 ºC
dependiendo del genotipo (WELLENSICK 1967). En general, la práctica indica que la
temperatura que se mantiene en los laboratorios de cultivo de tejidos vegetales en
promedio se ubica en los 25 ºC (Cristina López, 2000).

Durante la fase experimental se realizó un muestreo destructivo a los 60 y 70 DDP,


tomando diez plantas al azar por cada tratamiento para conocer el comportamiento de
algunas variables del crecimiento altura de los tallos, medida desde la base del cuello de
la raíz hasta la yema terminal, a todo los tallos del plantón y el dato se expresa como el
promedio de todos los tallos; número de tallos por planta, superficie foliar, calculada a
partir de las medidas lineales de las hojas y el empleo de la ecuación: y = (LxA)0,495 +
5,281, y masa seca de hojas y tallos, para lo cual se introdujeron en sobres previamente
identificados y colocados en estufa de circulación forzada de aire a 80 0C por 72 horas
hasta lograr masa constante.

Para realizar la cosecha el follaje fue eliminado de forma manual a los 70 DDP y la
recolección se realizó pasados 10 días, de manera que los tubérculos maduraran para
que no perdieran la piel durante la manipulación de los mismos.

Los tubérculos se contaron y pesaron por tamaño (<28, 28-35, 35-45, 45-55 y >55 mm)
tanto en el muestreo realizado a los 60 DDP como en la cosecha, excepto que para esta
última se tomaron todas las plantas correspondientes a dos surcos de cada tratamiento.

Los datos se procesaron mediante un ANOVA de clasificación doble, mientras que las
medias se compararon por prueba de Duncan para conocer las diferencias entre
tratamientos (14); también se determinó en algunas variables el intervalo de confianza
de las medias y fueron comparadas por t-Student a 1-α=0,05 (n=10). (Dr.C. Eduardo
Jerez-Mompié, 2017)

Es importante obtener tanta información sobre el sitio y los suelos como sea posible.
Los indicadores de la calidad del suelo deben ser evaluados dentro del contexto de las
características del sitio, y climáticas. Una hoja, para registrar una “Descripción de sitio
para calidad del suelo”, debe ser llenada durante la evaluación de calidad edáfica.

Se la encuentra en el apéndice. Los siguientes son detallesque deberían ser considerados


cuando se realiza una estimación de calidad del suelo a campo:
 Serie de Suelos: El nombre de la serie puede encontrarse en el relevamiento
edáfico del condado.
 Signos de erosión: Signos de erosión incluyen cárcavas, surcos, desarrollo de
pedestales, áreas expuestas de subsuelo, daño a plantas por materiales
transportados por el viento, etc.
 Historia de manejo: este ítem incluye una descripción del manejo pasado y
presente de tierras y cultivos; tipo, volumen y método de fertilización; uso
previo; y nivelado de tierras.
 Pendiente y aspectos topográficos del predio: Registre porcentaje de la pendiente
en los sitios de muestreo dentro del lote, y mencione lomas, elevaciones,
depresiones, pozos etc.
 Locación del lote y de las áreas de muestreo: Incluya Longitud y Latitud (si hay
una unidad GPS disponible), una indicación sobre la ubicación (metros de
distancia desde un sitio de referencia), y un dibujo del predio mostrando las
áreas de muestreo.
 Información climática: Este ítem incluye precipitaciones y temperaturas
promedio altas y bajas para cada mes (datos de un condado son suficientes).
 Ubicación de áreas ecológicamente sensibles: Este ítem incluye la locación de
lagunas, cauces, zonas muy húmedas y otros sitios ecológicamente frágiles
adyacentes al predio en cuestión.

La calidad del suelo abarca los componentes físicos, químicos y biológicos del suelo y
sus interacciones. Por esto, para captar la naturaleza holística de la calidad, o salud, del
suelo, deberán ser medidos todos los parámetros. Sin embargo, no todos los parámetros
tienen la misma relevancia para todos los suelos, o situaciones. (Luters & Salazar, 2000)
BIBLIOGRAFIA

Cristina López, V. G. (2000). Efectos de la temperatura sobre el crecimeinto de plantas .


Mexico: Uniciencia17.

Dr.C. Eduardo Jerez-Mompié, M. R.-M.-G. (2017). Evaluación del crecimiento y composición


por tamaño de tubérculos de plantas de papa para semilla. Scielo, 3-10.

Fischer, G. &. (1997). Efecto de la temperatura del suelo sobre la planta. 1. Crecimiento y
desarrollo. Comalfi, 78-92.

Luters, A., & Salazar, J. C. (2000). “Area de Cartografía de Suelos y Evaluación de Tierras.
Argentina.

COMENTARIO

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