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Buckley

de Boer
Hoppenfeld
Vías de abordaje en cirugía

Ortopédica Vías de abordaje en cirugía

Ortopédica
Un enfoque anatómico 5.a Edición
Stanley Hoppenfeld
Piet de Boer
Richard Buckley

Ortopédica
Vías de abordaje en cirugía

E
Vías de abordaje de cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico es una obra de
gran prestigio y una herramienta imprescindible para el cirujano ortopédico. Desde
su primera edición, hace más de 30 años y durante sus cuatro ediciones anteriores, Un enfoque anatómico
la obra ha reflejado los últimos avances de la especialidad teniendo como enfoque
5.a Edición

PL
principal la conservación del suministro sanguíneo e infligir el menor daño tisular
posible, ambos objetivos primarios de la cirugía de mínima invasión.

Un enfoque anatómico
La obra, en doce capítulos, cubre todas las regiones quirúrgicas de interés ortopédico
y en un apartado adicional desarrolla los abordajes para fijación externa. La
estructura de cada capítulo consiste en la exposición inicial del abordaje concreto y
la discusión de sus aspectos peculiares: posición del paciente en la mesa quirúrgica,
puntos de referencia e incisión, plano internervioso, disección quirúrgica superficial,
disección quirúrgica profunda, peligros, cómo ampliar el abordaje, medidas locales y
medidas de ampliación. Finalmente, se discute la anatomía quirúrgica aplicada para

M
cada abordaje: visión general, puntos de referencia e incisión, disección quirúrgica
superficial y profunda y sus peligros, y puntos anatómicos especiales. A lo largo de
todos sus capítulos se hace uso de una gran cantidad de esquemas y diagramas
cuya utilidad ha caracterizado y destacado a la obra.

Características principales:

SA
• Cada capítulo detalla las técnicas y dificultades de un enfoque quirúrgico,
ofrece una clara vista previa de puntos de referencia anatómicos e incisiones, y
pone de relieve los peligros potenciales de la disección superficial y profunda.

5.a Edición
• Contiene cientos de ilustraciones a todo color.
• Incluye 17 clips de video en línea y en alta definición que, ISBN 978-84-17033-08-8
Stanley Hoppenfeld
en conjunto, suman más de 60 minutos de procedimientos
quirúrgicos desde diferentes ángulos y que hacen uso también Piet de Boer
de diagramas para incrementar la comprensión del abordaje.
Richard Buckley e
Incluy o
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Ilustraciones de Hugh A. Thomas adicio a
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Vías de abordaje en

Cirugía

E
ortopédica
PL Un enfoque anatómico
5.a edición
M
SA
Stanley Hoppenfeld, M.D.
Clinical Professor of Orthopaedic Surgery
Albert Einstein College of Medicine
Attending Physician
Jack D. Weiler Hospital of the Albert Einstein College of Medicine
Montefiore Hospital and Medical Center
Bronx, New York

Piet de Boer, M.A., F.R.C.S.

E
Visiting Lecturer
University of Rijeka Medical School
Department of Anatomy
Croatia
CEO
Medical Education Consultants GmbH
Zurich, Switzerland

Richard Buckley, M.D., F.R.C.S.C.


University of Calgary
Head, Orthopaedic Trauma
Department of Surgery
Division of Orthopaedics
Foothills Hospital
Calgary, Alberta, Canada
PL
Associate Professor of Orthopaedic Traumatology
M
Ilustraciones de Hugh A. Thomas
SA
Vías de abordaje en

Cirugía
ortopédica

E
Un enfoque anatómico

PL 5.a edición
M
SA

Stanley Hoppenfeld
Piet de Boer
Richard Buckley
Ilustraciones de Hugh A. Thomas
Av. Carrilet, 3, 9.a planta, Edificio D-Ciutat de la Justícia
08902 L’Hospitalet de Llobregat
Barcelona (España)
Tel.: 93 344 47 18
Fax: 93 344 47 16
Correo electrónico: consultas@wolterskluwer.com

Revisión científica
Prof. Dr. Adrián Barceló
Titular y director del departamento de ciencias morfológicas
Fundación H. A. Barceló
Facultad de Medicina, Argentina

Prof. Homero Bianchi

E
Profesor de anatomía de la Facultad de Medicina Universidad de Buenos Aires.
Profesor Consulto de anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Barceló.

Traducción
Rafael Ballesteros Massó
Melissa Larios Luna

PL
Juan Roberto Palacios Martínez

Dirección editorial: Carlos Mendoza


Editor de desarrollo: Cristina Segura Flores
Gerente de mercadotecnia: Juan Carlos García
Cuidado de la edición y maquetación: ZasaDesign/Alberto Sandoval
Adecuación de portada: Jesús Mendoza M.
Impresión: C&C Offset-China/Impreso en China

Se han adoptado las medidas oportunas para confirmar la exactitud de la información presentada y describir la práctica más acepta-
da. No obstante, los autores, los redactores y el editor no son responsables de los errores u omisiones del texto ni de las consecuencias
que se deriven de la aplicación de la información que incluye, y no dan ninguna garantía, explícita o implícita, sobre la actualidad,
integridad o exactitud del contenido de la publicación. Esta publicación contiene información general relacionada con tratamientos y
M
asistencia médica que no debería utilizarse en pacientes individuales sin antes contar con el consejo de un profesional médico, ya que
los tratamientos clínicos que se describen no pueden considerarse recomendaciones absolutas y universales.

El editor ha hecho todo lo posible para confirmar y respetar la procedencia del material que se reproduce en este libro y su copyright.
En caso de error u omisión, se enmendará en cuanto sea posible. Algunos fármacos y productos sanitarios que se presentan en esta
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al profesional sanitario averiguar la situación de cada fármaco o producto sanitario que pretenda utilizar en su práctica clínica, por lo
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SA

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soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad
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Reservados todos los derechos.


Copyright de la edición en español © 2018 Wolters Kluwer
ISBN de la edición en español: 978-84-17033-08-8
Depósito legal: M-24923-2017
Edición en español de la obra original en lengua inglesa Surgical Exposures in Orthopaedics: The Anatomic Approach. 5a. ed., de Stanley
Hoppenfeld y Piet de Boer, Richard Buckley publicada por Wolters Kluwer.

Copyright © 2017 Wolters Kluwer


Two Commerce Square
2001 Market Street
Philadelphia, PA 19103
ISBN de la edición original: 978-1-4963-0947-1
Dedicatoria

E
A mi esposa Norma,
a mis hijos Jon-David,
Robert y Stephen
y a mis padres Agatha y David;

PL
a su manera, cada uno de ellos ha hecho
que mi vida sea plena y han hecho
posible este libro.
S. H.

A mi esposa Suzi,
a mis tres hijos, James, Kate y Jan
y a mis dos nietos, Rowan y Finn
P. de B.
M
A mi esposa Lois,
que organiza “toda” mi vida
y la hace posible,
y a la que respeto profundamente,
y a mis dos hijos,
Shannon y Andrew.
SA

R. B.
Prefacio

Uno de los primeros consejos que le dieron a uno de los las décadas de 1960 y 1970, “llegar al hueso y quedarse ahí”. La
autores justo antes de la publicación de la primera edición disección subperióstica aseguraba que las partes blandas cer-

E
de esta obra fue que no invirtiera demasiado tiempo en el canas no resultaran dañadas, pero a un costo, la destrucción de
prefacio. Le aseguraron que “pocas personas leen los prefa- la vascularización local. La segunda edición del libro abando-
cios”. Entonces, ¿para qué hacer un prefacio para la 5.a edi- nó la disección subperióstica salvo en ocasiones excepcionales
ción? La respuesta debe ser para informar a los potenciales (es decir, desprender el supinador del radio proximal) en favor
lectores de los cambios que se hicieron, por qué se hicieron de la disección subperióstica donde se conserva el periostio. La
y qué encontrará el lector en estos cambios. tercera edición introdujo la artroscopia, que para ese tiempo

PL
Los cambios que se hicieron entran en dos categorías: ya había desplazado casi completamente la cirugía de rodilla
contenido y formato. abierta y la mayoría de hombro abierto. En esta edición to-
La primera edición de este libro se imprimió en Estados davía se describen los abordajes para meniscetomías abiertas,
Unidos en una imprenta clásica. Todas las ediciones si- reflejando la necesidad que había en algunos países en desa-
guientes han sido electrónicas y alrededor de 50% de las rrollo, pero muy probablemente se excluya de la 6.a edición.
ventas de la 4.a edición fueron como libro electrónico. Las La 4.a edición introdujo los abordajes mínimamente inva-
investigaciones han demostrado1 que aunque los ciruja- sivos al húmero proximal, a la tibia proximal y a la tibia distal
nos jóvenes prefieren generalmente los libros electrónicos, así como los abordajes mínimamente invasivos a la espina.
una gran cantidad de ellos todavía quiere una copia impre- Entonces, ¿qué nos llevó a cambiar los contenidos del
sa. Una persona que respondió a la encuesta, comentó que libro? Primero, nuestros lectores nos dijeron que algunos
para ella fue más sencillo “revisar la versión impresa que la abordajes existentes necesitaban actualizarse y aclararse. Se
electrónica”. Por lo tanto, decidimos hacer la 5.a edición en ampliaron y actualizaron los abordajes necesarios para des-
M
un solo paquete, electrónica e impresa. compresión de emergencia de un síndrome compartimen-
Uno de los éxitos continuos del libro son los diagramas. La tal de la pantorrilla y del antebrazo. Comprendemos que
habilidad de estos diagramas bien dibujados para transmitir esta cirugía debe realizarse tan rápidamente como sea posi-
imágenes tridimensionales es sobresaliente. Los videos de los ble y puede ser hecha por cirujanos no tan experimentados
abordajes quirúrgicos, que ahora están disponibles gratuita- que necesitan tanta ayuda como puedan. La fijación de las
mente en YouTube, con frecuencia son decepcionantes. Los fracturas del radio distal se ha convertido en rutina en mu-
videos grabados durante una cirugía con una sola cámara, en chos países y añadimos un abordaje clásico que reempla-
general no logran mostrar lo que el espectador necesita ver. za el extremo más bajo del abordaje de AK Henry al radio
Esta edición incluye videos de 17 abordajes quirúrgicos, gra- completo que ya estaba presente en ediciones anteriores.
SA

bados en alta definición con tres cámaras diferentes en mode- El auge de la tomografía computarizada de rutina para
los cadavéricos preparados especialmente. En las ocasiones en lesiones de la meseta tibial ha aclarado bastante la anatomía
que el video no es completamente claro, incluimos diagramas de las fracturas de estas lesiones complicadas. La aprecia-
del libro mediante la técnica de pantalla dividida. Así espera- ción de los elementos posteriores en estas lesiones ha lle-
mos eliminar la falta de claridad tridimensional que abunda vado a la creación de dos nuevos abordajes quirúrgicos a la
en la mayoría de los videos de abordajes quirúrgicos. meseta tibial, el posterior y el posterolateral.
El tema común en la evolución de los abordajes quirúr- La cirugía acetabular sigue siendo un campo altamente es-
gicos en ortopedia y traumatología en los últimos 32 años pecializado que deben realizar solamente expertos o estudian-
desde la publicación de la primera edición de este libro ha tes bajo supervisión de expertos, pero estamos conscientes de
sido el desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva. Para que las descripciones existentes del abordaje ilioinguinal eran
esto ha habido dos motivos principales, la conservación de inadecuadas. Por lo tanto, este abordaje fue revisado para mos-
la mayoría de la vascularización al sitio de la fractura y el trar los puntos clave, especialmente la fascia iliopectínea, una
menor daño posible a las partes blandas para facilitar la re- estructura que jamás se había ilustrado adecuadamente. La os-
cuperación del paciente después de la cirugía. teotomía del trocánter mayor descrita en la 4.a edición se ac-
La primera edición de este libro se enfocó en la disección tualizó para mostrar la técnica escalonada y por primera vez se
subperióstica, el concepto clásico de la cirugía ortopédica de incluyó la luxación quirúrgica de la cadera.
vi
Prefacio vii

Se añadió el abordaje lateral a la articulación metatarso- La fuerza de este libro ha sido, desde su origen, las
falángica del hallux para complementar los abordajes dor- claras descripciones de los abordajes quirúrgicos com-
sal y dorsomedial existentes. plementados con esquemas hechos desde el punto de
Después de varias disertaciones, se incluyó un abordaje vista del cirujano. Los abordajes clásicos siguen sien-
anterior mínimamente invasivo a la articulación de la ca- do su característica más popular. Los cirujanos en todo
dera. La literatura era confusa con respecto al beneficio al el mundo algunas veces realizan las operaciones con
paciente a largo plazo de la cirugía de cadera mínimamen- una enfermera cerca que sostenga el libro abierto en el
te invasiva y se habían publicado artículos perturbadores diagrama preciso. Creemos que la clave para una ciru-
sobre la colocación inadecuada de implantes. Sin embargo, gía segura es un conocimiento sólido de la anatomía.
este abordaje parece estar bien establecido y los pacientes se Paradójicamente, entre más pequeños son los aborda-
recuperan rápidamente, por eso lo incluimos. jes, la necesidad del conocimiento es mayor. Por eso,
Finalmente, el texto completo fue revisado y se hicieron creemos que este libro con su título, Vías de abordaje en
numerosas correcciones pequeñas. Esto no hubiera sido cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico, es más im-

E
posible sin la ayuda invaluable del Dr. Peter S. Saubermann, portante que nunca.
en la ORTP, Universidad de Basel, Suiza, quien examinó
cuidadosamente cada línea de texto y cada esquema y sugi- De Boer PG, Fox R. Changing Patterns of Life Long Learning: A Study
1. 
rió valiosos cambios. in Surgeon Education, Stuttgart: Thieme; 2012.

PL
M
SA
Prefacio
a la cuarta edición
Vías de abordaje en cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico se invasiva, y por esta razón se incorporaron a la tercera edición las
publicó por primera vez en 1984, hace 25 años. Los libros de tex- técnicas artroscópicas convencionales en la rodilla y el hombro.

E
to disponibles en aquella época sobre abordajes quirúrgicos es- La cuarta edición incluye muchos nuevos abordajes em-
taban desfasados y la metodología docente basada en asociar la pleados en la cirugía mínimamente invasiva. Estos abordajes
anatomía quirúrgica a los abordajes quirúrgicos por medio de se utilizan sobre todo en el campo de la traumatología y son
textos claros e imágenes detalladas (en aquel momento en blan- fruto del interés especial de dos de los autores del texto y de la
co y negro) fue favorablemente acogida por los especialistas en mayoría de los residentes. Se han incluido abordajes mínima-
traumatología y cirugía ortopédica de todo el mundo. Desde su mente invasivos al húmero, al fémur distal y a la tibia proximal

PL
publicación, este texto ha continuado siendo el número uno en
ventas en su campo. Se ha traducido a cinco idiomas y se utiliza
en los cinco continentes. En muchas ocasiones, durante el de-
sarrollo de nuestra actividad docente hemos recibido mensajes
de agradecimiento de residentes de diversos países que nos han
confesado cómo les ha ayudado el libro en situaciones difíciles
o urgentes, cuando estaban trabajando solos o con una super-
visión mínima. Los abordajes clásicos descritos por primera vez
por A.K. Henry en su libro sobre los abordajes ampliables son,
en especial, muy bien valorados por los residentes.
¿Por qué, entonces, una cuarta edición? Los libros de texto
convencionales deben actualizarse para reflejar todos aquellos
y distal, además de nuevos abordajes para la fijación externa,
especialmente para la fijación capaz de soportar cargas y que
se realiza a través de una zona de conminución o pérdida ósea
(brindging fixation). Los nuevos abordajes a la columna y al
calcáneo, que estaban ausentes en las ediciones previas, se des-
criben también en esta nueva edición.
La cirugía mínimamente invasiva es la clásica arma de do-
ble filo. Su propósito es conservar los procesos biológicos que
se producen alrededor del foco de lesión traumática y mini-
mizar el daño de partes blandas durante la cirugía ortopédi-
ca electiva, pero el coste de esta técnica es que disminuye el
campo de visión. Muchos de los abordajes descritos requie-
M
cambios que se producen en su ámbito de conocimiento. En la ren, para ser seguros, la utilización de técnicas de imagen. En
práctica de la ortopedia es difícil diferenciar entre cambios ver- la actualidad, el uso de radioscopios es algo rutinario en todo
daderos y permanentes. La presentación de la materia al ciruja- el mundo, y las técnicas de navegación quirúrgica también se
no joven ha de responder a lo que podríamos llamar “la moda están desarrollando de forma rápida, especialmente en el cam-
del momento”, que está presente en todas las ramas de la medi- po de la artroplastia.
cina, especialmente en ortopedia. En la primera edición de este Uno de los riesgos de la cirugía mínimamente invasiva es
libro se puso gran énfasis en el concepto de disección subperiós- la posibilidad de producir una lesión inadvertida de las es-
tica. La disección subperióstica garantizaba que durante el abor- tructuras vitales. Por lo tanto, el conocimiento detallado de la
daje quirúrgico no se producían lesiones de estructuras vitales anatomía subyacente es aún más importante para la cirugía
SA

próximas al hueso, aunque con el inconveniente de producir una mínimamente invasiva que para los abordajes convenciona-
importante desvitalización ósea y de las partes blandas adyacen- les. Se recomienda fervientemente a los lectores que estudien
tes. El interés por la conservación de la vascularización del área los cortes anatómicos de los nuevos abordajes, además de los
que va a ser expuesta ha sido un tema constante en los últimos abordajes clásicos, para garantizar la seguridad del paciente.
24 años. La segunda edición de este libro fue testigo del aban- Creemos que esta cuarta edición incorpora un abanico com-
dono del concepto de disección subperióstica y de la incorpo- pleto de los abordajes quirúrgicos necesarios para el tratamiento
ración de los planos epiperiósticos para el abordaje quirúrgico. de los pacientes con problemas ortopédicos y traumáticos. Los
La cirugía mínimamente invasiva ha estado presente en la abordajes quirúrgicos ampliables convencionales, la cirugía mí-
cirugía ortopédica durante muchos años. El enclavado intrame- nimamente invasiva, la artroscopia y la fijación externa son to-
dular mediante técnica cerrada no expone el foco de fractura y das las herramientas que un cirujano competente debe ser capaz
preserva el hematoma fracturario. La fijación externa puede ser de utilizar para poder ayudar de forma integral a sus pacientes.
considerada igualmente como un intento de proporcionar es-
tabilidad al foco de fractura mientras se preserva el hematoma
fracturario y el proceso de consolidación natural que se produce Stanley Hoppenfeld, M.D.
alrededor del foco de fractura. La artroscopia es probablemen- Piet de Boer, M.A., F.R.C.S.
te el mejor ejemplo del uso eficaz de la cirugía mínimamente Richard Buckley, M.D., F.R.C.S.C.
viii
Prefacio
a la tercera edición
Desde su publicación en 1984, Vías de abordaje en ciru- rápido desarrollo. Por lo tanto, esta nueva edición introduce
gía ortopédica. Un enfoque anatómico ha sido el libro de los abordajes artroscópicos a estas articulaciones, en con-

E
referencia sobre los abordajes quirúrgicos en ortopedia y creto los abordajes anteromedial y anterolateral a la rodilla,
traumatología, consultado de forma habitual tanto por re- y los abordajes anterior y posterior al hombro, que permi-
sidentes como por cirujanos experimentados en todo el ten la exploración de la articulación y que desde hace algún
mundo. Este éxito sostenido es una prueba de que continúa tiempo han sido de utilidad para muchos cirujanos.
respondiendo a las necesidades prácticas de ortopedistas y Aunque las técnicas artroscópicas han sustituido en
traumatólogos. ¿Por qué, entonces, una tercera edición? gran medida a las técnicas abiertas en el mundo desarrolla-

PL
El campo de la ortopedia continúa evolucionando a gran
velocidad. En la edición anterior se introdujo el concepto de
conservación de la vascularización y disminución del daño
tisular durante el tratamiento quirúrgico de las fracturas con
el objeto de conservar, en lo posible, la cobertura biológica
del hueso lesionado. En esta edición introducimos tres abor-
dajes mínimamente invasivos que permiten la realización de
enclavados intramedulares en fémur, tibia y húmero. De nue-
vo, insistimos en que “deben hacerse todos los esfuerzos po-
sibles por conservar las inserciones de partes blandas en el
hueso. Únicamente debe exponerse la zona que es necesario
ver para garantizar una técnica quirúrgica adecuada”.
do, los abordajes quirúrgicos clásicos a la rodilla continúan
siendo todavía necesarios; asociados a un profundo conoci-
miento de la anatomía subyacente, son especialmente útiles
en caso de heridas con lesiones de ligamentos o cuando se
está ejerciendo en países donde las técnicas artroscópicas
no son de fácil acceso.
En esta tercera edición también se ha modificado algu-
no de los abordajes al acetábulo, especialmente el abordaje
posterior, que se ha convertido en la técnica estándar para
estas lesiones complejas y difíciles.
Además, se ha añadido color a todas las ilustraciones,
mejorando tanto su apariencia como su realismo.
M
El auge de las técnicas artroscópicas ha supuesto un
importante avance en este campo y, en gran medida, han
sustituido a las intervenciones abiertas en la rodilla. La ar- Piet de Boer, M.A., F.R.C.S.
troscopia del hombro constituye igualmente un abordaje en Stanley Hoppenfeld, M.D.
SA

ix
Prefacio
a la segunda edición
¿Cómo mejorar un buen libro en un entorno ortopédico Aunque evidentemente la anatomía no ha experimenta-
enormemente cambiante? Manteniendo los principios bá- do modificaciones en los pasados nueve años, sí que se ha

E
sicos y teniendo en cuenta las peticiones que durante los puesto más énfasis en la conservación de la vascularización
últimos nueve años, desde la publicación de la primera edi- ósea durante la cirugía. Este concepto es de especial impor-
ción, nos han hecho los cirujanos. tancia en el tratamiento de aquellas fracturas en las cuales
Una de las características principales de este texto conti- la vascularización ósea con frecuencia se ha lesionado du-
núa siendo el énfasis en el concepto de plano internervioso. rante el traumatismo. La conservación de la vascularización
El principio básico de “no cortar nada redondo” se destaca se consigue mediante el mantenimiento de la cobertura de

PL
ahora mediante la adición de color a los nervios, arterias y
venas para resaltar la dimensión clínica de las ilustraciones.
Se han añadido nuevos abordajes quirúrgicos, como el
abordaje anterolateral al hombro, el abordaje anterolateral
a la tibia, y un abordaje lateral a la cadera perfeccionado.
También se presenta un apartado totalmente nuevo de
abordajes al acetábulo y a la pelvis. Los capítulos se com-
pletan con numerosos dibujos anatómicos y quirúrgicos
detallados.
También se incluye un nuevo capítulo sobre abordajes
seguros para la colocación percutánea de fijadores externos
partes blandas del hueso. En los abordajes descritos en este
libro es pertinente describir con detalle la exposición de
toda la región anatómica, como se ve en las ilustraciones.
En la práctica clínica a menudo es suficiente con una parte
del abordaje descrito. Siempre que sea posible, deben con-
servarse las inserciones de las partes blandas para acceder a
todos los fragmentos fracturarios; en una fractura, el hueso
necrótico no consolida.
Únicamente debe exponerse la zona necesaria para ga-
rantizar una intervención quirúrgica adecuada. El concep-
to de “fijación biológica” de las fracturas se apoya en estos
M
en huesos largos. Las ilustraciones que incorporan amplia- principios.
ciones permiten detallar además la localización y disposi-
ción tridimensional de las estructuras neurovasculares más Stanley Hoppenfeld, M.D.
importantes. Piet de Boer, M.A., F.R.C.S.
SA

x
Prefacio
a la primera edición
Se dice que el éxito en una intervención de cirugía ortopédi- ABORDAJES QUIRÚRGICOS
ca se basa en un principio simple: llegar al hueso y quedarse

E
La clave del éxito de los abordajes quirúrgicos es aprove-
allí. Vías de abordaje en cirugía ortopédica. Un enfoque anató-
char los planos internerviosos. Estos planos se encuentran
mico es el resultado de un curso de anatomía para cirujanos
entre los músculos inervados por diferentes nervios, y son
ortopédicos que se ha desarrollado durante los últimos 15
útiles principalmente porque se pueden utilizar a lo largo
años en la facultad de medicina Albert Einstein, y se basa en
de toda su longitud sin que los músculos afectados sean
este principio. El libro describe las técnicas de los abordajes
denervados. Generalmente, estos abordajes son ampliables
ortopédicos habituales y las características de la anatomía re-

PL
para exponer estructuras adyacentes. Prácticamente todos
gional del área con importancia para el abordaje.
los clásicos abordajes ampliables al hueso utilizan planos
En cirugía, la seguridad depende del conocimiento de la
internerviosos. Este concepto fue descrito por primera vez
anatomía y de la habilidad técnica. Ambas van mano a mano;
por A.K. Henry, que pensaba que si la clave de la cirugía era
una es inútil sin la otra. La habilidad técnica es algo que puede
la anatomía quirúrgica, la clave de la anatomía quirúrgica
adquirirse únicamente mediante la práctica bajo una super-
eran los planos internerviosos.
visión experta. Pero el conocimiento subyacente debe proce-
Las secciones que desarrollan los abordajes se estructu-
der tanto de los libros como de la disección. Estructuralmente,
ran de la siguiente forma.
este libro se divide en once capítulos, cada uno de ellos dedica-
La introducción a cada abordaje describe las indicacio-
do a una zona concreta del cuerpo. Se describen los abordajes
nes y destaca sus principales ventajas y desventajas. En esta
más utilizados, y se han omitido aquellos diseñados exclusiva-
sección se subrayan también los peligros más importantes.
mente para una técnica específica. Éstos se explican mejor en
M
los trabajos originales de los autores que los describieron por
primera vez. Sin embargo, la gran mayoría de las técnicas or-
topédicas pueden realizarse de forma segura y con buenos re- Tabla 1  Estructura del capítulo
sultados mediante los abordajes que se han incluido.
La ortopedia es un campo en rápida evolución. Aparecen I. Abordaje quirúrgico
nuevas técnicas a una velocidad prodigiosa, aunque algu- (Introducción)
nas se descartan en un tiempo comparativamente corto. Así Posición del paciente en la mesa quirúrgica
pues, cualquier libro que se ocupe de los detalles de la ciru- Puntos de referencia e incisión
gía inevitablemente se queda obsoleto, en ocasiones incluso
Plano internervioso
antes de su publicación. Para salvar este inconveniente, nos
SA

Disección quirúrgica superficial


hemos centrado en cómo alcanzar el hueso o la articulación
en cuestión, y no en qué hacer una vez que se ha alcanzado. Disección quirúrgica profunda
En ocasiones hemos incluido referencias a técnicas quirúrgi- Peligros
cas individuales, pero sin incorporar los detalles en el libro. Cómo ampliar el abordaje
La clave de Vías de abordaje en cirugía ortopédica. Un en- Medidas locales
foque anatómico es que presenta una estructura constante en
Medidas de ampliación
todo el texto (v. tabla 1). Primero se expone el abordaje concre-
to, y a continuación se discute la anatomía quirúrgica relevante II. Anatomía quirúrgica aplicada
del área. Cuando la anatomía compete o se relaciona con más
Visión general
de un abordaje, se han agrupado los abordajes en cuestión, y
Puntos de referencia e incisión
se ha descrito la anatomía relevante en una sección al final. La
idea es que el cirujano lea los apartados sobre el abordaje y la Disección quirúrgica superficial y sus peligros
anatomía antes de intentar el procedimiento en cuestión, por- Disección quirúrgica profunda y sus peligros
que una vez que se comprenden los principios anatómicos de Puntos anatómicos especiales
una intervención se aprecia la lógica del abordaje.

xi
xii Prefacio a la primera edición

La posición del paciente es crítica para un abordaje com- la piel, descritas por primera vez por Langer; esta relación
pleto y amplio, y para que el cirujano trabaje cómodamente. puede influir en el tamaño y la prominencia de la cicatriz
Los puntos de referencia quirúrgicos constituyen la base resultante. Sin embargo, la localización de la incisión cutá-
de cualquier incisión; se describen con las instrucciones nea está condicionada, en gran medida, por la seguridad y
pertinentes para localizarlos. La incisión sigue estas refe- la eficacia, y no por los resultados estéticos. En general, las
rencias clave. Aunque las incisiones descritas generalmen- incisiones cutáneas evitan seccionar los nervios cutáneos
te son rectas, muchos cirujanos prefieren utilizar incisiones principales; en los casos en que es posible que esto ocurra,
curvas o sinuosas porque cicatrizan con menos tensión que el peligro se describe con claridad.
las incisiones longitudinales equivalentes. Los apartados de disecciones quirúrgicas superficial y
A menudo, los abordajes permiten la exposición de toda profunda detallan la anatomía regional que se encuentra
la longitud de un hueso; en una intervención dada, suele ser durante el abordaje, no solo la anatomía del plano que
suficiente con una parte de esta exposición. La disección será utilizado sino también la de las estructuras adyacen-
quirúrgica se ha dividido en disección superficial y disec- tes que pueden aparecer si el cirujano se desvía del plano.

E
ción profunda con el objetivo docente de reforzar el con- El conocimiento de la anatomía topográfica quizás sea es-
cepto de que debe desarrollarse cada capa antes de disecar pecialmente valioso en los casos de traumatismos, don-
la capa siguiente. Una exposición adecuada depende de una de el cirujano puede explorar las heridas con confianza,
técnica sistemática y minuciosa que desarrolle cada plano consciente de los peligros potenciales producidos por una
completamente antes de comenzar con una disección más herida determinada. El texto incluye la información clíni-
profunda. ca relevante sobre las estructuras anatómicas, aunque una

PL
Los peligros de cada abordaje se enumeran bajo cuatro
epígrafes: nervios, vasos, músculos y tendones, y puntos es-
peciales. Todos estos riesgos se describen junto con la ma-
nera de evitarlos.
La sección de abordajes concluye con una descrip-
ción de cómo ampliar el abordaje. Ocurre con demasia-
da frecuencia que el cirujano descubre que la exposición
obtenida no es adecuada. Hay dos formas para ampliar el
abordaje: medidas locales, que incluyen la ampliación de la
incisión cutánea, el cambio de posición de los separado-
res, la desinserción de músculos, o incluso ajustar la fuente
descripción exhaustiva sobrepasa los objetivos de este li-
bro. El origen, inserción, acción e inervación de los mús-
culos importantes aparecen al pie de las ilustraciones de
la anatomía muscular.
Las ilustraciones anatómicas y quirúrgicas adoptan el
punto de vista del cirujano, con el paciente situado sobre
la mesa quirúrgica, de modo que el primero puede apre-
ciar el aspecto que debería tener el abordaje durante la
intervención.
Los términos anatómicos utilizados en Vías de aborda-
je en cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico son los em-
M
de luz, y medidas de ampliación, que son las técnicas que pleados en los libros de anatomía modernos, aunque los
permiten extender un abordaje para incluir las estructuras términos utilizados en la actualidad en el lenguaje ortopé-
óseas adyacentes. En abordajes realizados a través de planos dico en ocasiones difieren de aquéllos; cuando esto ocurre
internerviosos, las medidas ampliables pueden permitir la (p. ej., retináculo flexor/ligamento transverso del carpo), se
exposición de toda la longitud del hueso. incluyen los dos términos. También existen variaciones en-
tre el lenguaje utilizado a ambos lados del Atlántico; hemos
utilizado los términos en los cuales coincidían los autores
SECCIONES ANATÓMICAS
(uno americano y el otro inglés). Se ha dicho que la filoso-
La anatomía de cada abordaje comienza con una breve vi- fía de todos los abordajes quirúrgicos en ortopedia puede
sión general sobre la anatomía muscular, así como sobre la resumirse en una frase: “no cortar nada redondo”. Este libro
SA

disposición de las estructuras neurovasculares. se ha escrito para decirles cómo.


La anatomía de los puntos de referencia relaciona estas
estructuras con las adyacentes. La anatomía de la incisión Stanley Hoppenfeld, M.D.
describe el ángulo entre la incisión y las líneas de tensión de Piet de Boer, M.A., F.R.C.S.
Agradecimientos

Este libro es fruto de la experiencia acumulada de muchas A Arthur Sadler, M.D.,


personas durante muchas décadas. Deseamos dar las gracias por su revisión del capítulo sobre el fémur.

E
a aquellos que nos ayudaron durante la redacción de este libro.
A Leonard Seimon, M.D.,
A Richard Hutton, por revisar el abordaje medial a la cadera y por compartir
mi viejo amigo y editor, que aportó organización y sus peculiares experiencias quirúrgicas con nosotros.
realismo a nuestros escritos. Su amor por la lengua inglesa
se refleja en este libro. A Neil Cobelli, M.D.,

A Hugh Thomas,

PL
mi viejo amigo e ilustrador médico, que aportó claridad
al libro gracias a sus imaginativas ilustraciones originales,
que son un fiel reflejo del conocimiento anatómico y del
detalle clínico. Al preparar las ilustraciones de Vías de
abordaje en cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico ha
sido capaz de crear hermosos dibujos en dos continentes.

A Ray Coomaraswamy, M.D.,


por su ayuda y orientación al escribir los abordajes
Chairman of the Department of Orthopaedic Surgery del
Montefiore Medical Center y Director of Orthopaedic
Surgery del Albert Einstein College of Medicine, por su
continuado interés por la enseñanza de la anatomía y de
los abordajes quirúrgicos al personal del centro.

A Jerry Sosler, M.D.,


por demostrar y revisar el abordaje retroperitoneal a la
columna, y por sus positivas sugerencias.

A Morton Spinner, M.D.,


M
transabdominal y por toracotomía a la columna. Ha por revisar los capítulos del codo y del antebrazo, por
ampliado su experiencia vital convirtiéndose en psiquiatra. ayudarnos en los detalles clínicos y por compartir toda
una vida de experiencia clínica y quirúrgica.
A David M. Hirsh, M.D.,
por su detallada y experta revisión del capítulo de la A Keith Watson, M.D.,
cadera, y por su orientación en la presentación y en los por revisar el capítulo del hombro.
detalles clínicos.
A los residentes británicos,
A Barnard Kleiger, M.D., que desde el St. Thomas Hospital en Inglaterra visitan cada
por revisar los capítulos de la tibia y el peroné, y los capítulos año el Albert Einstein College of Medicine.
SA

sobre el pie y el tobillo. Ha sido una fuente de inspiración Cada una de estas personas ha hecho importantes
para nosotros durante estos años. Le echamos de menos. contribuciones al programa educativo de nuestro curso de
anatomía: Clive Whaley, Robert Jackson, David Grubel-Lee,
A Roy Kulick, M.D., David Reynolds, Roger Weeks, Fred Heatley, Peter Johnson,
por revisar varias veces el capítulo de la mano y por sus Richard Foster, Kenneth Walker, Maldwyn Griffith, John
aportaciones, que han mejorado la calidad clínica. Patrick, Paul Allen, Paul Evans, Robert Johnson, Martin
Knight, Robert Simonis y David Dempster.
A Martin Levy, M.D.,
por sus múltiples revisiones del capítulo de la rodilla y por En especial, al Anatomy Department del Albert
sus valiosas sugerencias y claridad de pensamiento. Einstein College of Medicine.

A Eric Radin, M.D., A France Baker-Cohen,


por revisar parte de este libro en sus fases iniciales, por que trabajó estrechamente con nosotros para elaborar el
animarnos y realizar valiosas sugerencias. curso anual y a quien echamos de menos.

xiii
xiv Agradecimientos

A Michael D’Alessandro, A los residentes que han participado en el Curso de


que mantiene las salas y las preparaciones anatómicas. anatomía ortopédica en el “Einstein”, que han sido una
fuente continua de estímulos e inspiración.
Al Dr. M. Bull,
Dr. E. M. Chisholm, A Muriel Chaleff,
y a los Evaluadores de la Especialidad en Londres, que me que invirtió muchas horas en ayudarnos a organizar el
convencieron de que la anatomía topográfica es digna de Curso de anatomía ortopédica del Albert Einstein College
estudio. of Medicine. Tenemos con ella una deuda de gratitud por
la amabilidad que ha demostrado.
A Ronald Furlong,
Eric Denman, A Leon Strong,
y David Reynolds, mi primer profesor de anatomía en la facultad de
por sus esfuerzos por enseñarnos, a mí y a otros, cirugía. medicina, por su estimulante introducción a la anatomía.

E
A Marianne Broadbent, A Emanuel Kaplan, M.D.,
Ken Peel, por compartir sus grandes conocimientos de anatomía
y al personal de enfermería y de quirófano del York y anatomía comparada con muchos de nosotros cuando
District Hospital y del Purey Cust Nuffield Hospital, York, éramos residentes. Todavía sentimos su presencia.
por hacer que la cirugía no solo sea posible y segura, sino

Londres, y en especial a

Jim Lovegrove,
por hacer posible la cirugía.

A Alan Apley,
PL
también por su inagotable buen humor, que la convierte
en un placer.

Al personal quirúrgico y técnicos del Princess Margaret


Hospital y del Swindon and St. Thomas Hospital de
A Herman Robbins, M.D.,
por su apoyo profesional y enseñanza de la anatomía
durante las muchas sesiones desarrolladas en la biblioteca
del viejo Hospital for Joint Diseases.

Al Dr. y a la Sra. de N. A. Shore


mis viejos amigos, que tuvieron una influencia tan positiva
en mis escritos médicos y en mi práctica clínica. Les echo
de menos.

A Mr. Abraham Irvings,


M
no solo por ser un profesor modelo, sino también por mi viejo amigo y contable, que ayudó a que este libro fuese
escribir un libro que enseña. posible llevando las cuentas.

Al Professor Kinmonth, A Ruth Gottesman,


Fred Heatley, por hacer que todo el mundo pueda leer gracias a sus
Malcolm Morrison, grandes esfuerzos en el Albert Einstein College of
y John Wilkinson, Medicine, Fisher Landau Center for the Treatment of
por su generosa ayuda durante mi formación como Learning Disabilities.
cirujano ortopédico. A todos los facultativos que han
participado en la enseñanza del curso de anatomía durante A David “Sandy” Gottesman,
SA

todos estos años: Uriel Adar, M.D., Russell Anderson, M.D., como reconocimiento por su amistad y análisis de la
Mel Adler, M.D., Martin Barschi, M.D., Robert Dennis, situación actual de la especialidad.
M.D., Michael DiStefano, M.D., Henry Ergas, M.D., Aziz
Eshraghi, M.D., Madgi Gabriel, M.D., Ralph Ger, M.D., Ed A Marie Capizzuto,
Habermann, M.D., Armen Haig, M.D., Steve Harwin, M.D., mi secretaria y amiga durante muchos años, por su ayuda
John Katonah, M.D., Ray Koval, M.D., Luc Lapommaray, profesional para hacer posible este libro.
M.D., Al Larkins, M.D., Mark Lazansky, M.D., Shelly
Manspeizer, M.D., Mel Manin, M.D, David Mendes,M.D., A Frank Ferrieri,
Basil Preefer, M.D., Leela Rangaswamy, M.D., Ira Rochelle, mi viejo amigo, como agradecimiento por su ayuda. Su
M.D., Art Sadler, M.D., Jerry Sallis, M.D., Eli Sedlin, M.D., pérdida es muy lamentada.
Lenny Seimon, M.D., Dick Selznick, M.D., Ken Seslowe, M.D.,
Rashmi Sheth, M.D., Bob Shultz, M.D., Richard Seigel, M.D., A Mary Kearney,
Norman Silver, M.D., Irvin Spira, M.D., Moe Szporn, mi secretaria, por la ayuda con la comunicación con J. B.
M.D., Richard Stern, M.D., Jacob Teladano, M.D., Alan Lippincott Company, ¡por escribir y llamar, y por llamar y
Weisel, M.D. y Charles Weiss, M.D. llamar! La echamos de menos.
Agradecimientos xv

A Tracy Davis, A Eileen Wolfberg,


por la edición inglesa de la tercera edición. antiguo editor de desarrollo de Lippincott Williams &
Wilkins, como reconocimiento a su minucioso trabajo
A Barbara Ferrari, para mantener la producción y edición de este libro en
por su amistad, sus sugerencias positivas, y por marcha, y por su buen humor permanente.
mecanografiar la tercera edición de nuestro libro.
A Jacques Bouchard,
A nuestras secretarias, y a Mary Ann Becchetti, que un agradecimiento especial para este cirujano de
sacaron horas de su ocupada agenda para escribir, columna que nos ha actualizado en las últimas técnicas
reescribir, reescribir y reescribir el texto hasta que quedó mínimamente invasivas en la región cervical, lumbar y
perfecto. torácica. Su organización, minuciosidad y dedicación
al deber es ejemplar. Todo el equipo de autores alaba su
A J. Stuart Freeman, Jr., trabajo.

E
antiguo editor sénior de Lippincott Williams & Wilkins,
con el que he trabado amistad a lo largo de estos años Al equipo de ortopedia y trauma en Ginebra.
y que ha sido una fuente de sugerencias positivas e Un agradecimiento especial a Robin Peter, Nicolas
inspiración. Holzer, Jean-Yves Beaulieu, Hermes Miozzari. Panayiotis
Christofilopoulos, Tedi Cicavic y Jean Fasel por realizar
A Robert Hurley, las disecciones mostradas en los nuevos videos. Gracias

PL
antiguo editor ejecutivo de Lippincott Williams & Wilkins,
en agradecimiento por su amistad y ayuda profesional
para estructurar la tercera edición.
también a Toto Gali y a su equipo por filmarlos, y a
Fredie Patane y su equipo por la edición y producción
final.
M
SA
Contenido

Introducción xx

E
Capítulo Uno  El hombro  1
Abordaje anterior a la clavícula  2
Abordaje anterior al hombro  4
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje anterior al hombro  17
Abordaje anterolateral a la articulación acromioclavicular y al espacio subacromial  25

PL
Abordaje lateral al húmero proximal  29
Abordaje lateral mínimamente invasivo al húmero proximal  33
Abordaje anterolateral mínimamente invasivo al húmero proximal  36
Anatomía quirúrgica aplicada a los abordajes anterolateral y lateral  38
Abordaje posterior a la articulación del hombro  45
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior a la articulación del hombro  54
Abordajes artroscópicos al hombro  57
Abordajes posterior y anterior  59
Exploración artroscópica de la articulación del hombro desde el portal posterior  63

Capítulo Dos  El húmero  71


M
Abordaje anterior a la diáfisis del húmero  72
Abordaje anterior mínimamente invasivo a la diáfisis del húmero  78
Abordaje posterior al húmero  81
Abordaje anterolateral al húmero distal  88
Abordaje lateral al húmero distal  93
Abordaje medial al húmero distal  96
Anatomía quirúrgica aplicada al brazo  98
SA

Capítulo Tres  El codo  109


Abordaje posterior al codo con osteotomía de olécranon  110
Abordaje posterior al codo sin osteotomía de olécranon  115
Abordaje anteromedial al codo  118
Abordaje posteromedial a la apófisis coronoide cubital  122
Abordaje anterolateral al codo  125
Abordaje anterior a la fosa cubital  131
Abordaje posterolateral a la cabeza del radio  135
Anatomía quirúrgica aplicada  139

Capítulo Cuatro  El antebrazo  147


Abordaje anterior al radio  148
Anatomía quirúrgica aplicada al compartimento anterior del antebrazo  155
Abordaje a la diáfisis del cúbito  161

xvi
Contenido xvii

Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje al cúbito  164


Abordaje posterior al radio  165
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior al radio  171
Abordajes anterior y posterior para el tratamiento del síndrome compartimental del antebrazo  175

Capítulo Cinco  La muñeca y la mano  183


Abordaje dorsal a la muñeca  184
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje dorsal a la muñeca  193
Abordaje volar al extremo distal del radio  196
Abordaje volar al túnel del carpo y a la muñeca  200
Abordaje volar al nervio cubital  206

E
Anatomía quirúrgica aplicada a la cara volar de la muñeca  210
Abordaje volar a los tendones flexores  219
Abordaje mediolateral a las vainas flexoras, falanges proximal y media  224
Abordaje dorsal a las falanges y articulaciones interfalángicas  227
Anatomía quirúrgica aplicada a los tendones flexores de los dedos  229
Abordaje volar al escafoides  232

PL
Abordaje dorsolateral al escafoides  235
Drenaje de colecciones purulentas en la mano  238
Drenaje de una paroniquia  239
Drenaje de una infección en el pulpejo (panadizo o felón)  240
Infección del espacio interdigital  241
Anatomía del espacio interdigital  243
Anatomía del primer espacio interdigital  244
Infección de la vaina tendinosa  244
Infección del espacio palmar profundo  246
Drenaje del espacio medial (mediopalmar)  247
Drenaje del espacio lateral (tenar)  250
Anatomía quirúrgica aplicada al espacio palmar profundo  252
M
Drenaje de la bolsa radial  253
Drenaje de la bolsa cubital  255
Anatomía de la mano  257

Capítulo Seis  La columna  261


Abordaje posterior a la columna lumbar  262
Abordaje posterior mínimamente invasivo a la columna lumbar  267
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior a la columna lumbar  270
SA

Abordaje anterior (transperitoneal y retroperitoneal) a la columna lumbar  273


Abordaje retroperitoneal anterior a la columna lumbar  280
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje anterior a la columna lumbar  284
Abordaje anterolateral (retroperitoneal) a la columna lumbar  290
Abordaje posterior a la columna cervical subaxial  300
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior a la columna cervical subaxial  306
Abordaje posterior al espacio vertebral C1-C2  312
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior al espacio vertebral C1-C2  317
Abordaje anterior a la columna cervical  318
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje anterior a la columna cervical  324
Abordaje posterolateral (costotransversectomía) a la columna torácica  330
Abordaje anterior (transtorácico) a la columna torácica  335
Abordaje posterior a la columna torácica y lumbar en la escoliosis  344
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior a la columna torácica y lumbar  349
Abordaje a la región torácica posterolateral para la resección de costillas  355
xviii Contenido

Capítulo Siete  La pelvis y el acetábulo  359


La pelvis  360
El acetábulo  360
Abordaje anterior a la cresta ilíaca para la extracción de injerto óseo  361
Abordaje posterior a la cresta ilíaca para la extracción de injerto óseo  364
Abordaje anterior a la sínfisis del pubis  366
Abordaje anterior a la articulación sacroilíaca  368
Abordaje posterior a la articulación sacroilíaca  372
Anatomía quirúrgica aplicada a la pelvis ósea  376
Abordaje ilioinguinal al acetábulo  378
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje ilioinguinal al acetábulo  387
Abordaje posterior al acetábulo  394

E
Capítulo Ocho  La cadera  403
Abordaje anterior a la cadera  405
Abordaje anterior mínimamente invasivo a la cadera  418
Abordaje anterolateral a la cadera  423
Abordaje lateral a la cadera  433

Abordaje medial a la cadera  456

PL
Anatomía quirúrgica aplicada a los abordajes anterior, lateral y anterolateral a la cadera  438
Abordaje posterior a la cadera  444
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior a la cadera y al acetábulo  451

Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje medial  461

Capítulo Nueve  El fémur  465


Abordaje lateral  466
Abordaje posterolateral  470
M
Abordaje anteromedial a los dos tercios distales del fémur  474
Abordaje posterior  478
Abordaje mínimamente invasivo al fémur distal  483
Abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal para el enclavado intramedular  486
Abordaje mínimamente invasivo para la introducción de clavos intramedulares retrógrados en el fémur  494
Anatomía quirúrgica aplicada al muslo  497
Abordaje posterior al fémur  506

Capítulo Diez  La rodilla  509


SA

Principios generales de artroscopia  510


Abordajes artroscópicos a la rodilla  510
Exploración artroscópica de la rodilla  513
Abordaje pararrotuliano medial  520
Abordaje para la meniscectomía medial  526
Abordaje medial a la rodilla y a sus estructuras de soporte  533
Anatomía quirúrgica aplicada a la cara medial de la rodilla  542
Abordaje para la meniscectomía lateral  551
Abordaje lateral a la rodilla y a sus estructuras de soporte  555
Anatomía quirúrgica aplicada a la cara lateral de la rodilla  560
Abordaje posterior a la rodilla  563
Anatomía quirúrgica aplicada al abordaje posterior a la rodilla  570
Abordaje lateral al fémur distal para la cirugía del ligamento cruzado anterior  574
Contenido xix

Capítulo Once  La tibia y el peroné  583


Abordaje anterolateral a la meseta tibial externa  585
Abordaje posteromedial a la tibia proximal  588
Abordaje posterolateral a la meseta tibial  592
Abordaje posterior a la meseta tibial  598
Abordaje anterolateral mínimamente invasivo a la tibia proximal  603
Abordaje anterior a la tibia  605
Abordaje mínimamente invasivo anterior a la tibia distal  609
Abordaje posterolateral a la tibia  611
Abordaje al peroné  617
Anatomía quirúrgica aplicada a la pierna – Abordajes para la descompresión de un síndrome
compartimental 622

E
Abordaje mínimamente invasivo para el enclavado tibial  626

Capítulo Doce  El tobillo y el pie  633


Abordaje anterior al tobillo  634
Abordajes anterior y posterior al maléolo medial  638

Abordaje lateral al retropié  664

PL
Abordaje a la cara medial del tobillo  644
Abordaje posteromedial al tobillo  647
Abordaje posterolateral al tobillo  652
Abordaje lateral al maléolo lateral  657
Abordaje anterolateral al tobillo y al retropié  660

Abordaje lateral a la articulación subastragalina posterior  669


Abordaje lateral al calcáneo  673
Anatomía quirúrgica aplicada a los abordajes al tobillo  675
Anatomía quirúrgica aplicada a los abordajes al retropié  683
Abordaje dorsal al mediopié  685
M
Abordajes dorsales a la articulación metatarsofalángica del dedo gordo  688
Abordajes dorsomediales a la articulación metatarsofalángica del dedo gordo  691
Abordaje dorsolateral para cirugía de juanete  693
Abordaje dorsal a las articulaciones metatarsofalángicas de los dedos segundo, tercero, cuarto y
quinto 696
Abordaje dorsal al neuroma de Morton  698
Anatomía quirúrgica aplicada al pie  700

Capítulo Trece  Abordajes para la fijación externa  703


SA

El húmero  704
El radio, el cúbito y la muñeca  706
La pelvis  710
El fémur  715
La tibia y el peroné  716
El tobillo  717

Índice alfabético de materias  719


Introducción
Técnica quirúrgica en cirugía ortopédica
La técnica quirúrgica en cirugía ortopédica varía depen- y 450 mm Hg en la extremidad inferior, dependiendo de la
diendo del cirujano; cuanto más experimentado sea, me- circunferencia de la extremidad. Es necesario comprobar el

E
nos instrumental utiliza y más sencilla es su técnica. Algunos funcionamiento del torniquete inflándolo antes de aplicarlo
principios, sin embargo, permanecen constantes. A conti- al paciente. En los niños, se insufla el torniquete de forma
nuación se enumeran estos principios según se aplican a cada que sobrepase en 50% la presión sistólica. En pacientes hi-
sección quirúrgica. pertensos, se infla el torniquete 50% por encima de la pre-
La posición del paciente es fundamental en cualquier sión sistólica. Por último, para disminuir el riesgo, no debe
abordaje; siempre hay que tomarse el tiempo necesario para dejarse el torniquete inflado más de una hora en la extremi-

PL
asegurar que el paciente está en la mejor posición posible,
que está estable, y que no se va a mover durante la ciru-
gía. Las mesas quirúrgicas están bien almohadilladas pero
algunas prominencias óseas –como la cabeza del peroné y
el trocánter mayor– no lo están. Estas prominencias siem-
pre deben ser adecuadamente protegidas para evitar zonas
de presión sobre la piel y compresiones nerviosas durante
la intervención. Los pacientes colocados en decúbito pro-
no deben tener una protección adecuada bajo la pelvis, el
tórax, la cabeza y la nariz, que además permita una adecua-
da ventilación antes y durante la intervención. Diferentes
dad superior y más de una hora y media en la extremidad
inferior; no debe emplearse el torniquete cuando se sospe-
cha que el paciente presenta una mala perfusión periférica
o en caso de anemia de células falciformes.
Si se realiza una exanguinación parcial de la extremidad
mediante la elevación durante 2 min se consigue que quede
algo de sangre en las estructuras venosas. Con ello se obtie-
ne un campo quirúrgico que sangrará un poco durante la
cirugía pero se facilita la identificación de los paquetes neu-
rovasculares, lo que resulta muy útil en algunas ocasiones,
por ejemplo cuando se realiza una meniscectomía lateral.
M
sistemas aseguran la adecuada ventilación del paciente; En este caso, es más seguro identificar y coagular la arte-
probablemente, lo mejor sea colocar unas almohadas longi- ria geniculada lateral inferior, ya que puede lesionarse de
tudinalmente a los lados del paciente. Recolocar al paciente forma accidental y pasar inadvertida la lesión hasta que se
durante la intervención es difícil y casi siempre es inevita- desinfla el torniquete. Es necesario desinflar el torniquete
ble contaminar el campo quirúrgico estéril, de modo que es antes del cierre para identificar y coagular los principales
preferible adecuar la ventilación antes de intervenir. puntos de sangrado.
El cirujano ha de estar cómodo mientras interviene, con Los puntos de referencia son críticos para planificar cual-
el paciente a una altura adecuada a la estatura del cirujano, quier incisión. Es recomendable dibujarlos en la piel con
o con la mesa quirúrgica lo suficientemente baja para per- un rotulador para asegurarse de que la incisión cutánea se
mitir que el cirujano opere sentado. ajusta al trazado.
SA

En la cirugía de las extremidades, a menudo se utiliza Todas las incisiones se curan por formación de tejido
un manguito neumático para crear un campo exangüe, fa- cicatricial, que tiene tendencia a retraerse conforme pasa
cilitar la identificación de las estructuras vitales y agilizar la el tiempo. Por esta razón, las incisiones cutáneas no deben
intervención. cruzar los pliegues de flexión a 90°; si se realiza un corte
Para aplicar el manguito es necesario vaciar la extremi- perpendicular a los pliegues de flexión pueden producir-
dad de sangre, bien manteniéndola elevada durante 3 a 5 min se contracturas de las articulaciones subyacentes. Las inci-
o aplicando una venda compresiva elástica. El tornique- siones que atraviesan los pliegues de flexión, por lo tanto,
te debe estar acolchado con un vendaje blando para evi- suelen describir una curva para atravesar el pliegue con un
tar arrugas y la formación de ampollas, que se producen de ángulo de alrededor de 60°. Las técnicas de disección qui-
forma inevitable cuando se pellizca la piel; puede aplicarse rúrgica superficial y profunda son fruto de la experiencia
en la parte superior del brazo o del muslo. Estas áreas po- práctica, no del aprendizaje en el libro. Sin embargo, en este
seen una buena capa muscular, de modo que los nervios texto se hacen referencias frecuentes a las dos técnicas que
principales están protegidos de la compresión ejercida por describimos a continuación.
el manguito neumático. La presión de inflado del tornique- La disección subperióstica protege las estructuras vita-
te debe ser de unos 275 mm Hg en la extremidad superior les que se localizan cerca del hueso y contribuye a evitar

xx
Introducción xxi

que los instrumentos quirúrgicos las lesionen. Este prin- agresión a las partes blandas necesita para conseguir una
cipio es cierto, aunque algunas estructuras vitales se loca- adecuada visualización y reducción de la fractura.
lizan en el mismo periostio: el nervio interóseo posterior, La segunda técnica consiste en separar el músculo del
por ejemplo, se encuentra sobre el periostio del cuello del hueso. Hay que recordar que la separación siempre debe
radio, y el nervio radial se localiza sobre el periostio de la realizarse dentro del ángulo agudo que forman las fibras al
parte posterior del húmero. En estos casos, la disección unirse al hueso. Quizá esto resulte más evidente en el pero-
ha de ser estrictamente subperióstica, planteamiento que né: para separar los músculos peroneos es necesario desli-
quizás no sea posible si está lesionado el periostio en caso zar el periosteótomo de distal a proximal; para despegar la
de fractura. En general, el periostio se despega fácilmente membrana interósea, en la cual las fibras discurren en una
del hueso, excepto en las zonas de inserciones musculares dirección diferente, es necesario deslizar el periosteótomo
o ligamentosas, donde puede estar firmemente adherido. de proximal a distal.
En esta zona de inserción es difícil o imposible realizar Los abordajes pueden mejorarse de dos formas. Las
una disección roma. Hay que tener en cuenta que el pe- medidas locales facilitan la exposición inmediata, y las me-

E
riostio de los niños es más grueso que el de los adultos, didas de ampliación permiten abordar estructuras óseas
es más fácilmente identificable y está menos adherido al adyacentes. Es fundamental tomar consciencia de que no
hueso. En la cirugía de las fracturas raramente está in- todos los abordajes son ampliables: los abordajes especia-
dicada la disección subperióstica, excepto en la región lizados únicamente deben utilizarse en casos de patolo-
proximal del radio y en la región media de la diáfisis del gías muy bien definidas y cuando no es necesario exponer
húmero. El denudamiento perióstico destruye la vascula- ninguna de las estructuras adyacentes. Un abordaje in-

PL
rización perióstica del hueso y, si se realiza en una gran
extensión, desvitaliza el foco de fractura. En estos casos,
el denudamiento perióstico únicamente es admisible para
permitir la reducción precisa de los fragmentos fractura-
rios. Cuanto más experimentado sea el cirujano, menor
adecuado es una de las causas más frecuentes de fracaso
quirúrgico. Si el cirujano se ve en dificultades, una de las
primeras cosas que debe intentar es mejorar el aborda-
je, bien mediante medidas locales o a través de medidas
ampliables.
M
SA
Lista de videos
Abordaje anterior al tobillo Abordaje mínimamente invasivo al fémur distal
Abordajes para la descompresión del síndrome comparti- Abordaje lateral mínimamente invasivo al húmero proximal
mental de la pantorrilla Abordaje posterior al acetábulo con luxación quirúrgica de
Abordaje a la fosa cubital la cadera

E
Abordaje dorsal a la muñeca Abordaje posterior al húmero distal
Abordaje al antebrazo Abordaje posterior a la meseta tibial
Abordaje ilioinguinal al acetábulo Abordaje posterolateral al tobillo
Abordaje lateral al calcáneo Abordaje volar al radio distal
Abordaje lateral a la cadera Abordaje volar a los tendones flexores

PL
Abordaje anterior mínimamente invasivo a la cadera
M
SA

xxii
Vías de abordaje en

Cirugía

E
ortopédica
PL Un enfoque anatómico
5.a edición
M
SA
Nueve
El fémur

E
Abordaje lateral  466
PL Abordaje mínimamente invasivo al fémur
M
proximal para el enclavado intramedular  486
Abordaje posterolateral  470
Abordaje mínimamente invasivo
Abordaje anteromedial a los dos
para la introducción de clavos
tercios distales del fémur  474
intramedulares retrógrados en el fémur  494
Abordaje posterior  478
Anatomía quirúrgica aplicada al muslo  497
Abordaje mínimamente invasivo
Abordaje posterior al fémur  506
al fémur distal  483
SA
466 El fémur

Las intervenciones quirúrgicas realizadas sobre el fémur pararrotuliano lateral a la rodilla y la ventana superior,
son muy frecuentes. El abordaje lateral al fémur proximal, del abordaje lateral a la diáfisis del fémur. Como todos los
que se utiliza para tratar al número creciente de pacien- abordajes mínimamente invasivos, es imprescindible utili-
tes que presentan fracturas pertrocantéreas de cadera, es zar técnicas de imagen durante la intervención.
el abordaje más utilizado en cirugía ortopédica, antes del En la actualidad, las fracturas de la diáfisis femoral y las
surgimiento del enclavado femoral proximal. fracturas extracapsulares de cadera se tratan con mayor fre-
Todos los abordajes básicos a la diáfisis del fémur, que cuencia con clavos intramedulares introducidos mediante
son cuatro, el lateral, el posterolateral, el anterolateral y el técnicas cerradas. El punto de entrada de los clavos femo-
anteromedial, atraviesan diferentes porciones del músculo rales varía según el diseño de los clavos. En este capítulo se
cuádriceps. Únicamente el abordaje posterolateral emplea describe un abordaje mínimamente invasivo a la porción
un plano internervioso, aunque todos ellos son relativa- proximal del fémur para la introducción de clavos intrame-
mente seguros debido a que el nervio femoral, que inerva dulares que son rectos, según se describe, en el plano sagital.
el músculo cuádriceps, se ramifica en la parte proximal del El hecho de que la anatomía del muslo se describa en

E
muslo, permitiendo así que los elementos musculares más este capítulo en una sección aparte, después de la descrip-
distales se puedan separar sin sufrir denervación. (El abor- ción de los abordajes quirúrgicos, se debe a que las estruc-
daje posterior está reservado para las exploraciones del turas vasculares fundamentales descienden en el muslo
nervio ciático y para los casos en que problemas cutáneos describiendo una espiral, con una dirección de anterior
del paciente impiden abordajes más anteriores.) a posterior. Dentro de la citada sección, las característi-
El abordaje mínimamente invasivo al fémur distal uti- cas anatómicas específicas de cada uno de los abordajes se

Abordaje lateral

PL
liza dos ventanas. La ventana inferior deriva del abordaje

El abordaje lateral es la incisión más utilizada para acceder


al tercio superior del fémur, y puede extenderse en dirección
inferior para exponer prácticamente toda la longitud del hueso.
Aunque es un abordaje extremadamente rápido y fácil, implica
la división de las fibras del músculo vasto lateral. El sangrado
ocasionado por la rotura de vasos durante esta maniobra puede
describen de forma individual.

para compensar la anteversión fisiológica del cuello femoral


y para colocar la superficie lateral del hueso en una posición
lateral pura. Para la mayoría de las fracturas extracapsula-
res de cadera, la rotación interna ayuda para reducir la frac-
tura. Para colocar la aguja guía de forma correcta en el cuello
femoral, es de utilidad tener este paralelo al suelo.
M
dificultar la cirugía, aunque solo en raras ocasiones compro- Para intervenciones sobre la diáfisis del fémur también se
mete la vida del paciente. El abordaje posterolateral al fémur no puede utilizar la posición lateral. Se coloca el paciente sobre el
implica la división del músculo y por lo tanto muchos ciruja- costado, con la pierna lesionada hacia arriba y siempre prote-
nos lo prefieren para cirugías en el fémur proximal. giendo las prominencias óseas de la pierna que está apoyada para
Entre las indicaciones para el abordaje lateral se incluyen: evitar úlceras de presión en la piel. También se colocan almoha-
das entre ambas piernas para proteger la superficie medial de
1. Reducción abierta y fijación de las fracturas intertrocantéreas
la rodilla y el maléolo medial del lado que está siendo operado.
(con mucho la indicación más frecuente de este abordaje).
2. Colocación de los implantes de fijación interna para el tra- Puntos de referencia e incisión
tamiento de fracturas subcapitales y epifisiólisis femorales
SA

superiores. Puntos de referencia anatómicos


3. Osteotomías subtrocantéreas o intertrocantéreas. El borde posterior del trocánter mayor es relativamente
4. Reducción y fijación interna de las fracturas de la diáfisis superficial. Se localiza por palpación, desplazando los dedos
femoral, fracturas subtrocantéreas y fracturas supracon- en dirección anterior y proximal hasta identificar su punta.
díleas de fémur. La diáfisis del fémur se identifica por palpación como
5. Artrodesis extraarticular de la articulación de la cadera. una línea de resistencia sobre la cara lateral del muslo.
6. Tratamiento de las osteomielitis crónicas del fémur.
7. Biopsia y tratamiento de los tumores óseos. Incisión
Se realiza una incisión longitudinal que comienza sobre la
Posición del paciente
zona media del trocánter mayor y se extiende hacia abajo, a
Los pacientes con fracturas trocantéreas han de colocarse lo largo de la cara lateral del muslo, sobre la parte lateral del
en decúbito supino en una mesa ortopédica, de forma que fémur. La longitud y posición de la incisión varía en fun-
se pueda manipular y controlar la fractura durante la inter- ción de las necesidades de la intervención (fig. 9-2).
vención. De hecho, en cualquier procedimiento que requiera El uso del radioscopio permite disminuir de forma
la utilización del radioscopio se utiliza una mesa ortopédica importante la longitud de la incisión y controlar su posi-
(fig. 9-1). Se aplican 15° de rotación interna a la extremidad ción. La precisión de la incisión se asocia a una disminución
Abordaje lateral 467

Tope (contratracción)

Abducción

E
PL
de la extensión de la disección y de la lesión de partes blan-
das necesaria para una adecuada exposición.
Disección quirúrgica superficial
Rotación
interna

Figura 9-1  Posición del paciente sobre la mesa quirúrgica para el abordaje lateral al fémur proximal.

Profundizando en la incisión cutánea se realiza una inci-


M
sión sobre la fascia lata del muslo. En el extremo superior
Plano internervioso
de la herida puede ser necesario dividir la porción distal del
No existe un plano internervioso o intramuscular porque la músculo tensor de la fascia lata en el sentido de sus fibras
disección divide el músculo vasto lateral, que está inervado para exponer el vasto lateral (fig. 9-3). Aproximadamente
por el nervio femoral. Este músculo recibe su inervación un tercio de los pacientes requiere esta disección, que son
en la región proximal del muslo, de modo que la división los casos en que las fibras del músculo tensor de la fascia
de sus fibras en su parte distal no implica su denervación. lata se extienden por debajo del trocánter.
SA

Trocánter mayor

Figura 9-2  Incisión para el abordaje lateral al fémur proximal.


468 El fémur

Fascia sobre la porción distal


del tensor de la fascia lata
Incisión sobre la fascia lata

E
Disección quirúrgica profunda

PL Tracto (banda) iliotibial


Figura 9-3  Se realiza una incisión en la fascia lata profundizando en la incisión cutánea.

Se procede con cautela a practicar una incisión en la fascia


que cubre el músculo vasto lateral (fig. 9-4). Se introduce un
separador de Hohmann o de Bennett a través del músculo y se
avanza la punta del separador sobre la cara anterior de la diáfi-
sis del fémur. A continuación se introduce un segundo separa-
Se continúan dividiendo las fibras musculares mediante
disección roma. A medida que avanza la disección se van
identificando los distintos vasos que atraviesan el campo
quirúrgico. Es recomendable coagular estos vasos, si es
posible, antes de que se avulsionen durante la disección
roma. Se debe evitar una disección afilada directa al hueso,
M
dor a través de la misma hendidura y por debajo del anterior, ya que se pueden cortar numerosos vasos y dado que se
hasta alcanzar el fémur. Se manipula el segundo separador de traccionan hacia el músculo, con frecuencia es difícil ligar-
forma que se sitúe por detrás de la diáfisis femoral y después se los o que coagulen.
separan los dos Hohmann, de modo que el vasto lateral queda La división del vasto lateral muestra la superficie lateral
dividido en el sentido de sus fibras (fig. 9-5). del fémur subyacente.

Vasto
Fascia lata lateral Incisión sobre el
vasto lateral
SA

Figura 9-4  Se realiza una incisión en la fascia que cubre el vasto lateral.
Abordaje lateral 469

Vasto lateral (con


los vasos perforantes) Fémur
proximal
Fascia lata

E
Peligros

Vasos
vasto lateral.

PL Periostio
Figura 9-5  Se dividen las fibras del vasto lateral. Para desarrollar un plano subperióstico se introducen dos
separadores de Hohmann hasta alcanzar la diáfisis del fémur, y después se separan para dividir, más aún, el

Cómo ampliar el abordaje

Medidas de ampliación
M
Numerosas ramas perforantes de la arteria femoral pro- La principal utilidad de este abordaje es la de exponer el
funda atraviesan el músculo vasto lateral (v. fig. 9-48). Estas tercio proximal del fémur durante la fijación interna de
ramas se lesionan durante el abordaje y deben ser ligadas o las fracturas de cadera. La incisión, sin embargo, puede
coaguladas. Si se divide el músculo con suavidad, utilizando extenderse hasta la rodilla si se quiere exponer por com-
un instrumento romo, las citadas arterias se identifican más pleto la cara lateral de la diáfisis del fémur para la reduc-
fácilmente que si se corta el músculo directamente con el ción y fijación de todos los tipos de fracturas femorales
bisturí. (fig. 9-6; v. fig. 9-51).
SA

Vasto Fémur
Fascia lateral Periostio Porción tendinosa
lata
del vasto lateral

Figura 9-6  La incisión puede extenderse en dirección distal para exponer toda la diáfisis del fémur.
470 El fémur

Abordaje posterolateral

El abordaje posterolateral1-3 expone toda la longitud del fémur 1. Reducción abierta y osteosíntesis con placas de las fracturas
y, además, no interfiere con el músculo cuádriceps porque femorales, especialmente de las fracturas supracondíleas.
sigue el tabique intermuscular lateral. Aunque hay otros abor- 2. Colocación de clavos intramedulares de forma abierta en
dajes laterales que implican la división de los músculos vasto las fracturas de la diáfisis del fémur cuando existen dificul-
lateral o vasto intermedio, los resultados funcionales del abor- tades para realizar la técnica mediante enclavado cerrado.
daje posterolateral no difieren de los de dichos abordajes, tal 3. Tratamiento de las seudoartrosis de las fracturas de
vez porque el vasto lateral se origina parcialmente en el tabique fémur.
intramuscular. Como resultado, la cirugía requiere también la 4. Osteotomías femorales (que raramente se realizan en la
desinserción parcial del origen muscular y no utiliza un autén- región diafisaria del fémur).
tico plano intermuscular. 5. Tratamiento de las osteomielitis agudas o crónicas.

E
El tabique intermuscular lateral se encuentra posterior a la 6. Biopsia y tratamiento de los tumores óseos.
diáfisis del fémur en su extremo proximal. En su extremo dis-
tal, este tabique se sitúa a nivel de la zona media de la diáfisis.
Posición del paciente
El abordaje posterolateral es, por lo tanto, ideal para exponer
el tercio distal del fémur. La dificultad de la técnica aumenta Se coloca al paciente en decúbito supino sobre la mesa qui-

PL
debido a que, cuanto más proximal sea el abordaje, mayor pro- rúrgica, con un saco de arena debajo del glúteo del lado afec-
porción del vasto lateral debe reflejarse en dirección anterior. tado para elevar el glúteo y situar la extremidad en rotación
Entre las indicaciones del abordaje posterolateral se interna. Así se consigue separar la superficie posterolateral
incluyen las siguientes: del muslo de la mesa quirúrgica (fig. 9-7).
M
SA

Figura 9-7  Posición del paciente sobre la mesa quirúrgica para el abordaje posterolateral al fémur.
Abordaje posterolateral 471

E
Figura 9-8  El plano internervioso se sitúa entre el vasto lateral (inervado por el nervio femoral) y los músculos
isquiotibiales (inervados por el nervio ciático).

Puntos de referencia e incisión

Puntos de referencia anatómicos

PL
Se localiza por palpación el epicóndilo femoral lateral, en
la cara lateral de la rodilla. De hecho, el epicóndilo es una
protrusión del cóndilo. Desplazando los dedos en dirección
superior, se deja de palpar el fémur en la región proximal al
epicóndilo.
Plano internervioso
El abordaje utiliza el plano existente entre el músculo vasto
lateral (que está inervado por el nervio femoral) y el tabique
intermuscular lateral, que cubre los músculos isquiotibiales
(inervados por el nervio ciático; fig. 9-9).

Disección quirúrgica superficial


Se realiza una incisión en la fascia profunda del muslo,
M
Incisión siguiendo la dirección de las fibras musculares y de la inci-
Sobre la cara posterolateral del muslo se realiza una inci- sión cutánea (fig. 9-10).
sión longitudinal cuya porción distal comienza sobre el epi-
cóndilo femoral lateral y continúa, en dirección proximal, a
Disección quirúrgica profunda
lo largo de la parte posterior de la diáfisis del fémur. La lon-
gitud exacta de la incisión depende del tipo de cirugía que Se identifica el vasto lateral por debajo de la fascia lata
se va a realizar (fig. 9-8). (fig. 9-11) y se sigue el músculo en dirección posterior
SA

Tracto iliotibial sobre el vasto


lateral (nervio femoral)

Isquiotibiales
(nervio ciático)
Figura 9-9  Incisión para el abordaje posterolateral al muslo.
472 El fémur

Fascia lata sobre


el vasto lateral Incisión sobre
la fascia

Banda iliotibial

E
Figura 9-10  Se realiza una incisión en la fascia del muslo, en la dirección de sus fibras y de la incisión cutánea.

PL
hasta alcanzar el tabique intermuscular. A continuación,
se rechaza el vasto lateral en dirección anterior, disecando
entre el músculo y el tabique. Es preferible comenzar en
la porción distal de la incisión, donde el plano es más
fácil de identificar y de desarrollar. Muchas ramas de las
arterias perforantes atraviesan este tabique para irrigar
el músculo, y deben ser ligadas o coaguladas (fig. 9-12).
Si el abordaje incluye la región supracondílea será nece-
sario identificar y ligar las numerosas ramas de los vasos
desinsertando las porciones del vasto lateral que se ori-
ginan en el tabique hasta alcanzar el fémur, a nivel de la
línea áspera (fig. 9-13). Se realiza una incisión longitudi-
nal en el periostio, en esta zona, y se desinserta la muscu-
latura que cubre el fémur mediante disección epiperióstica.
Generalmente, la disección de las inserciones musculares
en la línea áspera ha de realizarse con bisturí (fig. 9-14).
En el tercio distal del fémur es muy fácil desarrollar
el plano entre el músculo vasto lateral y el tabique inter-
M
geniculados laterales superiores (vasos superiores latera- muscular lateral. En la zona más proximal, el músculo es
les de la rodilla) que atraviesan el campo quirúrgico. Si no más grueso y resulta más difícil levantar el vientre muscu-
se hace, podría producirse una hemorragia importante y lar en dirección anterior para descubrir la diáfisis femo-
difícil de controlar. ral. Para facilitar esta maniobra, se coloca un separador de
Se continúa con la disección siguiendo el plano entre Hohmann o de Bennett sobre la cara anterior de la diáfisis
el tabique intermuscular lateral y el músculo vasto lateral, del fémur y se levanta el vasto lateral en dirección anterior.

Fascia lata
Vasto lateral
SA

Figura 9-11  Se identifica el vasto lateral que se sitúa por debajo de la incisión de la fascia lata.
Abordaje posterolateral 473

Fascia lata
Vasto lateral

E
Banda iliotibial Tabique Vasos Fémur distal
(fascia lata) intermuscular perforantes
lateral

Peligros

Vasos
PL
Figura 9-12  Se eleva el vasto lateral en dirección anterior, separando el músculo del tabique.

Un separador situado sobre el tabique intermuscular lateral


ayudará a abrir la hendidura y facilita la disección proximal.

Las arterias perforantes (que son ramas de la arteria femo-


disección es necesario ligarlas o coagularlas una a una, por-
que si se desgarran a ras del tabique intermuscular lateral
pueden retraerse por detrás de éste y producir un sangrado
difícil de controlar (fig. 9-51).
La arteria geniculada lateral superior (arteria superior
lateral de la rodilla) y su vena acompañante cruzan sobre la
superficie lateral del fémur, en la parte superior de los cón-
M
ral profunda) perforan el tabique intermuscular lateral para dilos femorales. Es necesario ligar estos vasos para exponer
irrigar al músculo vasto lateral. A medida que progresa la el hueso.

Tabique
intermuscular Fascia sobre
lateral el vasto lateral
SA

Figura 9-13  Se desinsertan aquellas porciones del vasto lateral que se originan en el tabique hasta alcanzar el
fémur y la línea áspera. A continuación, se realiza una incisión longitudinal en el periostio.
474 El fémur

Fascia sobre Periostio


el vasto lateral tapizando el fémur

E
Cómo ampliar el abordaje

Medidas de ampliación PL Labio lateral


de la línea áspera

La principal ventaja de esta incisión radica en que permite expo-


ner los dos tercios distales del fémur. Sin embargo, puede exten-
Tabique
intermuscular
lateral
Figura 9-14  Exposición de la diáfisis del fémur.

que, en la porción superior, el tendón del músculo glúteo mayor


se encuentra por detrás del tabique intermuscular lateral.
Es posible extender el abordaje fácilmente a un abor-
daje pararrotuliano lateral a la rodilla y obtener así una
adecuada visión de todo el extremo distal del fémur. Esta
M
derse en dirección superior hasta el trocánter mayor para exponer ampliación se utiliza para la reducción y la fijación de las
prácticamente toda la diáfisis del fémur. Hay que tener en cuenta fracturas intraarticulares del fémur distal.

Abordaje anteromedial a los dos tercios distales del fémur

El abordaje anteromedial proporciona una excelente visión Puntos de referencia e incisión


de los dos tercios distales del fémur y de la articulación de
la rodilla. Entre sus indicaciones se incluyen las siguientes: Puntos de referencia anatómicos
SA

El relieve del músculo vasto medial se encuentra superior


1. Reducción abierta y fijación interna de las fracturas del
y medial al polo superior de la rótula. Únicamente su por-
fémur distal, especialmente aquellas que se extienden al
ción inferior se ve y se palpa claramente. El vasto medial se
interior de la rodilla y que requieren la colocación de
atrofia rápidamente en muchos pacientes con patología de
una placa medial (su aplicación principal).
la rodilla, y esto podría dificultar su localización.
2. Reducción abierta y fijación interna de las fracturas de la
diáfisis femoral.
Incisión
3. Tratamiento de las osteomielitis crónicas.
Se realiza una incisión longitudinal de 10 a 15 cm en la cara
4. Biopsia y tratamiento de los tumores óseos.
anteromedial del muslo, sobre el intervalo entre los múscu-
5. Plastias del cuádriceps.
los recto femoral y vasto medial. (No hay puntos de refe-
6. Osteotomía femoral distal.
rencia anatómicos específicos para este intervalo, excepto el
contorno del vasto medial.) Si es necesario abrir la articula-
Posición del paciente
ción, la incisión se extenderá en dirección distal, a lo largo
El paciente se coloca en decúbito supino sobre la mesa qui- del borde medial de la rótula, hasta la interlínea articular de
rúrgica. El montaje del campo quirúrgico debe permitir la rodilla. La longitud exacta de la incisión depende de la
que la extremidad se mueva libremente (fig. 9-15). lesión que se va a tratar (fig. 9-16).
Abordaje anteromedial a los dos tercios distales del fémur 475

E
PL
M
Figura 9-15  Posición del paciente sobre la mesa quirúrgica para el abordaje anteromedial al fémur.
SA

Rótula

Figura 9-16  Incisión para el abordaje anteromedial al muslo.


476 El fémur

Fascia sobre
el sartorio Fascia sobre
el vasto medial Incisión Tendón
en la fascia del cuádriceps

E
Recto femoral
Figura 9-17  Continuando la incisión cutánea se realiza una incisión en la fascia lata y se identifica el intervalo

PL
entre los músculos vasto medial y recto femoral.

Plano internervioso Disección quirúrgica profunda


No hay un plano internervioso; la disección desciende entre Comenzando distalmente, se abre la cápsula articular de
los músculos vasto medial y recto femoral (o recto anterior), la rodilla siguiendo la incisión cutánea y seccionando el
ambos inervados por el nervio femoral. Sin embargo, la utiliza- retináculo rotuliano medial (v. fig. 9-18). Se continúa en
ción de este plano intermuscular es segura si se quieren expo- dirección proximal, dividiendo el tendón del cuádriceps
ner los dos tercios distales del fémur, porque los dos músculos casi en su borde medial. Se abre el plano en dirección supe-
reciben su inervación muy proximalmente en el muslo. rior con el bisturí, se permanece en el interior del tendón
del cuádriceps y se deja un pequeño manguito tendinoso
con el vasto medial insertado en él. Esto permite conservar
Disección quirúrgica superficial
M
las inserciones musculares y facilita el cierre de la herida.
Continuando con la incisión cutánea, se realiza una incisión Si se desinserta el vasto medial del tendón del cuádriceps,
en la fascia lata (fascia profunda) y se identifica el intervalo su reinserción es muy difícil y la función muscular puede
entre los músculos vasto medial y recto femoral (fig. 9-17). verse comprometida. En seguida, se continúa desarro-
A continuación se desarrolla este plano rechazando el recto llando el intervalo entre los músculos vasto medial y recto
femoral en dirección lateral (fig. 9-18). femoral en dirección proximal para descubrir el músculo

Vasto
Vasto intermedio
medial Incisión en la fascia y en el retináculo
rotuliano medial
SA

Recto femoral
Figura 9-18  Se desarrolla el plano existente entre el vasto medial y el recto femoral, separando este último en
dirección lateral. Se inicia la incisión pararrotuliana de la cápsula articular.
Abordaje anteromedial a los dos tercios distales del fémur 477

Vasto Incisión sobre Fondo de saco


medial el vasto intermedio suprarrotuliano

E
Tendón del
cuádriceps

Recto femoral
Figura 9-19  Se continúa la incisión pararrotuliana en dirección proximal, abriendo la cápsula articular y la

PL
región suprarrotuliana. Se prolonga la incisión a través de las fibras del vasto intermedio.

vasto intermedio. Se divide el vasto intermedio en la direc- ligarla o coagularla para evitar la formación de un hema-
ción de sus fibras; inmediatamente por debajo se encuentra toma (v. fig. 10-38).
la diáfisis del fémur cubierta por el periostio. Se continúa la
disección en un plano epiperióstico para acceder al hueso Músculos y ligamentos
(figs. 9-19 y 9-20). Las fibras inferiores del músculo vasto medial se insertan
directamente sobre el borde medial de la rótula. Su princi-
Peligros pal función es estabilizar la rótula y evitar que se subluxe en
dirección lateral (v. fig. 9-49). Las inserciones de las fibras
Vasos musculares se seccionan inevitablemente durante el abor-
M
La arteria geniculada medial superior (arteria superior daje, a menos que se incluya con el músculo un pequeño
medial de la rodilla) atraviesa el campo quirúrgico inme- manguito del tendón del cuádriceps. La incisión debe repa-
diatamente por encima de la rodilla y rodea el extremo infe- rarse meticulosamente durante el cierre para evitar la con-
rior del fémur. Aunque su calibre es pequeño, es necesario secuente subluxación lateral de la rótula.

Vasto Vasto
medial intermedio Fémur
SA

Vasto Periostio
Recto intermedio
femoral
Figura 9-20  Se realiza una incisión longitudinal sobre el periostio del fémur y se expone el fémur distal
mediante disección subperióstica.
478 El fémur

Cómo ampliar el abordaje Ampliación inferior. Se continúa la incisión cutánea en


dirección distal y después se curva en dirección lateral de
Medidas de ampliación forma que se extienda de manera inmediata por dentro del
Ampliación superior. El abordaje es ampliable a lo largo del tubérculo de la tibia. Profundizando en la incisión cutánea
mismo intervalo entre los músculos recto femoral y vasto se realiza una incisión en el retináculo medial, de forma
medial. Para ampliar la disección profunda se siguen divi- que se pueda movilizar la rótula y subluxarla en dirección
diendo las fibras del vasto intermedio. Con ello se logra una lateral para exponer por completo la articulación de la
exposición excelente de los dos tercios distales del fémur. rodilla. Durante esta maniobra debe evitarse la avulsión
Por encima, sin embargo, la arteria, la vena y el nervio del ligamento rotuliano de su inserción (v. Abordaje para-
femorales aparecen en el campo quirúrgico; el tercio supe- rrotuliano medial, cap. 10, p. 520).
rior del fémur se explora mejor con abordaje lateral.

E
Abordaje posterior
El abordaje posterior4 es útil cuando los abordajes más Incisión
anteriores son inviables debido a la existencia de problemas Se realiza una incisión longitudinal a lo largo de la
cutáneos locales del paciente. Con este abordaje se accede a cara posterior del muslo, de unos 20 cm, dependiendo
las tres quintas partes centrales del hueso, así como al ner- de las necesidades quirúrgicas. Dicha incisión finaliza

1.
2.
3.
4.

PL
vio ciático. Aunque se utiliza en raras ocasiones, entre sus
indicaciones se incluyen las siguientes:
Tratamiento de seudoartrosis sépticas del fémur.
Tratamiento de osteomielitis crónicas.
Biopsia y tratamiento de tumores óseos.
Exploración del nervio ciático.
Es vital tener conocimiento sobre la anatomía subyacente
a este abordaje para la exploración de lesiones en esta área. La
característica especial de este abordaje es que, como consecuen-
cia de las relaciones entre la cara posterior del fémur y el ner-
proximalmente en el borde inferior del pliegue glúteo
(fig. 9-24).

Plano internervioso
El plano de disección se encuentra entre el tabique
intermuscular lateral, que cubre el músculo vasto late-
ral (inervado por el nervio femoral), y el músculo bíceps
femoral (inervado por el nervio ciático; fig. 9-23).
M
vio ciático, la disección es lateral al músculo bíceps en su mitad Disección quirúrgica superficial
proximal, pero pasa a ser medial al bíceps en su parte distal.
Siguiendo la incisión cutánea se realiza una incisión en la
Posición del paciente fascia profunda del muslo, o lateral a ella, con precaución
de no lesionar el nervio cutáneo femoral posterior, que
Se coloca al paciente en decúbito prono sobre la mesa quirúr- se extiende de forma longitudinal por debajo de la fas-
gica, apoyando la pelvis y el tórax sobre almohadas colocadas cia profunda (aproximadamente con la misma trayectoria
longitudinalmente o sobre soportes protegidos de manera que la incisión de la fascia), en el surco existente entre los
adecuada para permitir que el abdomen y tórax se muevan músculos bíceps y semitendinoso (fig. 9-24). Se identifica
libremente y asegurando una adecuada ventilación (fig. 9-21). el borde lateral del bíceps femoral en el extremo proximal
SA

de la herida por palpación. A continuación, se desarrolla


Puntos de referencia e incisión
un plano entre los músculos bíceps femoral y vasto late-
Puntos de referencia anatómicos ral, que está cubierto por el tabique intermuscular lateral
Los pliegues glúteos son claramente visibles en la región glútea. (fig. 9-25).

Figura 9-21  Posición del paciente sobre la mesa quirúrgica para el abordaje posterior al fémur.
Abordaje posterior 479

Nervio cutáneo
femoral posterior

E
Figura 9-22  Se realiza una incisión longitudinal en la línea media de la cara posterior del muslo.

Disección quirúrgica profunda

PL
La disección se inicia en la región proximal. Se separa la
cabeza larga del músculo bíceps femoral en dirección medial
y el tabique intermuscular lateral en dirección lateral, desarro-
llando el plano con el dedo (v. fig. 9-25). Se identifica la cabeza
corta del bíceps en su origen en el labio lateral de la línea
áspera. Se desinserta el origen de la cabeza corta del bíceps
del fémur con un bisturí y se separa en dirección medial para
exponer la cara posterior del fémur (fig. 9-26).
lateral para descubrir la cara posterior del fémur, que está
cubierta por el periostio (fig. 9-28). Se desarrolla un plano
epiperióstico entre el periostio y las partes blandas supraya-
centes (fig. 9-29; v. fig. 9-28).

Peligros

Nervios
El nervio ciático discurre en dirección descendente por la
parte posterior del muslo, en el interior del compartimento
M
En la mitad distal de la herida, se separa la cabeza larga posterior. En la parte superior de la incisión el nervio se
del bíceps en dirección lateral para exponer el nervio ciá- encuentra por dentro del músculo bíceps, de modo que
tico (fig. 9-27). Se debe tener en cuenta que el nervio puede queda protegido de posibles lesiones siempre y cuando la
ya estar separado en las ramas tibial y peronea en caso de disección se mantenga en el plano intermuscular correcto.
que se encuentren dos “nervios ciáticos” que discurran en Distalmente, primero se identifica el nervio y después se
paralelo. Con cautela se separa el nervio ciático en dirección procede con cautela de no separarlo en exceso (v. fig. 9-53).

Bíceps femoral
SA

(nervio ciático)

Tracto (banda) iliotibial sobre


el vasto lateral (nervio femoral)

Figura 9-23  El plano internervioso se encuentra entre los músculos vasto lateral (inervado por el nervio
femoral) y bíceps femoral (inervado por el nervio ciático).
480 El fémur

Fascia sobre Nervio cutáneo


Fascia sobre el semitendinoso femoral posterior
el semimembranoso

E
Bíceps femoral
Incisión de la fascia
Figura 9-24  Siguiendo la incisión cutánea o inmediatamente lateral a ella se realiza una incisión en la fascia

PL
profunda del muslo, con cautela de no lesionar el nervio cutáneo femoral posterior.

El nervio del bíceps femoral se origina en el nervio ciá-


tico y penetra en el bíceps desde su cara medial, en la parte
superior del muslo. No es posible lesionar el nervio en la
zona proximal porque la disección se realiza en la cara late-
ral segura.
Cómo ampliar el abordaje

El abordaje no puede ampliarse de forma que resulte útil ni


en dirección superior ni inferior. Sólo sirve para exponer
las tres quintas partes centrales de la diáfisis del fémur.
M
Aductor
Cabeza corta del
mayor
Cabeza larga del bíceps femoral
bíceps femoral
SA

Vasto
lateral Incisión sobre
la línea áspera
Figura 9-25  Se identifica el borde lateral del bíceps femoral y se desarrolla el plano entre éste y el vasto
lateral.
Abordaje posterior 481

E
Bíceps
femoral Vasto
lateral Línea
Periostio
áspera
Figura 9-26  Se desinserta el origen de la cabeza corta del bíceps del fémur con bisturí y después se rechaza
en dirección medial para exponer la cara posterior del fémur.

PL Fascia sobre
Aductor mayor
M
el semimembranoso
SA

Cabeza larga del


bíceps femoral Cabeza corta del
bíceps femoral Nervio ciático

Figura 9-27  Se rechaza la cabeza larga del bíceps en dirección lateral para exponer el nervio ciático.
482 El fémur

Aductor Línea áspera


Incisión en el periostio
mayor
sobre la línea áspera
Semimembranoso

E
Cabeza larga del
bíceps femoral
Cabeza corta del
bíceps femoral Nervio ciático
Figura 9-28  Se separa el nervio ciático en dirección lateral para exponer la cara posterior del fémur. Se realiza
una incisión en el periostio.

PL Semitendinoso Aductor
M
Periostio mayor
Semimembranoso
SA

Cabeza larga del


bíceps femoral Línea áspera
Figura 9-29  Se desarrolla el plano subperióstico para exponer la cara posterior del fémur.
Abordaje mínimamente invasivo al fémur distal 483

Abordaje mínimamente invasivo al fémur distal

El abordaje mínimamente invasivo al fémur distal utiliza dos Incisión


ventanas. La ventana distal es, de hecho, un abordaje para- Se realiza una incisión longitudinal de 6 a 8 cm sobre la
rrotuliano lateral a la rodilla y permite la visualización de mitad anterior del cóndilo femoral lateral, que se extiende
la superficie articular del fémur distal. La ventana proximal en dirección superior desde la interlínea articular. A conti-
proporciona acceso a la diáfisis del fémur y constituye una nuación se realiza una segunda incisión longitudinal proxi-
parte del abordaje lateral a la diáfisis del fémur (v. fig. 9-6). El mal sobre la cara lateral de la diáfisis del fémur (fig. 9-31).
abordaje mínimamente invasivo está indicado para la reduc- La posición y la longitud de esta segunda incisión depen-
ción abierta y fijación interna de fracturas del fémur distal, en den del implante que se está utilizando, y su localización se
especial cuando hay trazos intraarticulares asociados a frac- determina con ayuda del radioscopio.
turas metafisarias complejas.10-13

E
Plano internervioso
Posición del paciente
Distalmente, la disección desarrolla el plano internervioso
Se coloca al paciente en decúbito supino sobre la mesa qui- existente entre los músculos vasto lateral, inervado por el
rúrgica con un saco de arena debajo del muslo, de forma nervio femoral, y bíceps femoral, inervado por el nervio

PL
que la rodilla se sitúe aproximadamente en 30° de flexión ciático. Proximalmente, no hay ningún plano internervioso
(fig. 9-30). Esto relajará la tensión de los músculos gastroc- para este abordaje, pero la denervación producida por la
nemios en el fragmento distal de la fractura. El manguito división del músculo vasto lateral no suele ser importante.
de isquemia, si va a utilizarse, debe colocarse en la parte
superior del muslo del paciente; la extremidad se vacía de
sangre utilizando una venda elástica o mediante elevación Disección quirúrgica superficial
durante 3 a 5 min antes de inflar el manguito. Se utiliza La disección se inicia en la región distal. Se realiza una inci-
una mesa quirúrgica radiotransparente y, antes de montar sión en la piel que continúa en el tejido subcutáneo, y se
el campo quirúrgico, se comprueba que es factible obtener divide el retináculo lateral hasta identificar la cápsula arti-
imágenes radioscópicas adecuadas de la rodilla y de la diá- cular. En la parte proximal de la ventana distal se desarro-
fisis femoral. lla un plano entre el vasto lateral, en dirección anterior, y
M
el tabique intermuscular lateral, en dirección posterior. En
esta zona es necesario ligar y coagular con el bisturí eléc-
Puntos de referencia e incisión
trico las numerosas ramas de la arteria geniculada lateral
Se localiza por palpación la interlínea articular de la rodilla, superior (arteria superior lateral de la rodilla), y sus venas
flexionando y extendiendo la articulación. El borde lateral asociadas, que atraviesan el campo quirúrgico.
de la rótula y la superficie anterior del cóndilo femoral late- Profundizando en la incisión cutánea se realiza en la
ral son fácilmente palpables. La diáfisis femoral, en cam- zona proximal una incisión en el tejido graso subcutáneo,
bio, se percibe apenas como una resistencia por debajo del y a continuación, también de forma longitudinal, se divide
tracto iliotibial del muslo. la fascia profunda situada sobre el vasto lateral (fig. 9-32).
SA

Figura 9-30  Posición para el abordaje lateral al fémur distal.


484 El fémur

Incisión

Diáfisis del
fémur Cóndilo
femoral
lateral
Incisión

Tubérculo de
Gerdy

E
PL Epicóndilo
femoral
lateral

Interlínea
articular
Figura 9-31  En la porción distal se realiza una incisión de 6 a 8 cm sobre la mitad anterior del cóndilo femoral,
M
comenzando a nivel de la línea articular. En la parte proximal se realiza una incisión longitudinal sobre la cara
lateral de la diáfisis del fémur. La posición y la longitud de la incisión proximal dependen de la localización de
la lesión y del implante que se va a utilizar para el tratamiento.

Disección quirúrgica profunda adheridos al periostio; si no se tienen bajo control puede


producirse un gran hematoma en el posoperatorio.
SA

En la zona distal, se realiza una incisión longitudinal en la


cápsula articular y en la sinovial de la rodilla para expo-
ner por completo la extremidad distal del fémur. Se rechaza Cómo ampliar el abordaje
la rótula utilizando un separador adecuado y se explora
el interior de la articulación flexionando y extendiendo la Medidas locales
rodilla. En la zona proximal, se divide el músculo vasto late- Se aplica un fijador externo o una pinza de reparo a la cara
ral en la dirección de sus fibras para acceder al periostio de lateral de la diáfisis del fémur y de la tibia. Esta maniobra
la cara lateral de la diáfisis del fémur (fig. 9-33). Por último, abre la cara lateral de la rodilla y facilita la visualización de
utilizando un disector romo o el propio implante, se desa- la superficie articular.
rrolla un plano epiperióstico sobre la cara lateral del fémur,
entre las dos ventanas (fig. 9-34). Medidas de ampliación
Las dos incisiones cutáneas pueden unirse de modo que el
vasto lateral quede dividido en el sentido de sus fibras y se
Peligros
pueda acceder a toda la cara lateral de la diáfisis del fémur.
Es necesario identificar y ligar la arteria geniculada late- Esta maniobra implica, por supuesto, un mayor grado de
ral superior (arteria superior lateral de la rodilla) y la vena lesión de las partes blandas y una disminución de la vascu-
acompañante. Estos vasos son numerosos y están muy larización de los fragmentos de la fractura de la metáfisis.
Abordaje mínimamente invasivo al fémur distal 485

Fascia lata Fascia lata


sobre el vasto sobre el vasto
lateral lateral

Retináculo
rotuliano

E
Fémur
PL
Figura 9-32  Continuando la incisión cutánea se realiza, en la parte distal, una incisión en el tejido subcutáneo para
descubrir la fascia que cubre el vasto lateral y el retináculo rotuliano lateral. Profundizando en la incisión cutánea se
practica, en la parte proximal, una incisión en el tejido subcutáneo para descubrir la fascia que cubre el vasto lateral.

Vasto
lateral Fémur
M
Vasto
lateral Retináculo
rotuliano

Escotadura
intercondílea
SA

Figura 9-33  En la parte distal, se realiza una incisión en el retináculo rotuliano lateral y en la cápsula articular
subyacente para penetrar en la articulación de la rodilla y exponer el extremo distal del fémur. Un poco por encima,
se realiza una incisión en la fascia profunda para descubrir la cara lateral del fémur distal. En la parte proximal, se
realiza una incisión sobre la fascia que cubre el músculo vasto lateral y se dividen las fibras musculares para exponer
el periostio que cubre la cara lateral de la diáfisis del fémur.
486 El fémur

E
PL
Figura 9-34  Se conectan las dos incisiones desarrollando mediante disección roma un plano epiperióstico a
lo largo de la cara lateral del fémur.

Abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal


para el enclavado intramedular
El abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal se Algunos clavos, en especial los que se utilizan para la fija-
M
utiliza para la introducción de los clavos intramedulares en ción de fracturas extracapsulares de la cadera, están angulados
el tratamiento de las siguientes lesiones: en su extremo superior y se introducen a través de la punta del
trocánter mayor. Estos clavos requieren una incisión cutánea
1. Fracturas diafisarias del fémur.
que se sitúe directo sobre la punta del trocánter mayor.
2. Fracturas patológicas de la diáfisis del fémur.
3. Retrasos en la consolidación y seudoartrosis tras fractu-
ras diafisarias del fémur. Posición del paciente
El punto de entrada de un clavo intramedular en el fémur Para la introducción de los clavos femorales se utilizan dos
se determina radiológicamente y depende del diseño del clavo posiciones. La posición en decúbito supino permite un mayor
y de la anatomía individual del fémur proximal del paciente. control de la reducción de la fractura y del bloqueo distal del
SA

La mayoría de los clavos intramedulares son rectos cuando se clavo (fig. 9-35). La posición lateral permite un acceso más fácil
observan en un plano anteroposterior. Al introducir un clavo, al punto de entrada en el extremo proximal del fémur, y muchos
el punto de entrada en el hueso debe localizarse exactamente cirujanos la prefieren al tratar a pacientes con obesidad.
en línea con el canal intramedular tanto en las radiografías
anteroposteriores como laterales. La utilización de plantillas Posición en decúbito supino
sobre las radiografías preoperatorias permite un cálculo pre- El paciente se coloca en decúbito supino sobre una mesa de
ciso del punto de entrada. El punto de referencia anatómico tracción. La tracción puede aplicarse utilizando un clavo trans-
más cercano a este punto de entrada es la fosa trocantérica fixiante supracondíleo en el fémur o mediante una bota. Se
que marca el origen del obturador externo, pero su uso no aplica la máxima aducción posible a la extremidad, angulán-
resulta fiable en todos los pacientes porque no siempre está dola sobre el poste de tracción para permitir el acceso a la parte
alineada con el canal intramedular en los dos planos. Además, superior del fémur a través de una incisión cutánea en la cara
la musculatura que cubre esta fosa impide su palpación.14 lateral de la región glútea. Después se inclina lateral el tronco
En los clavos rectos en el plano anteroposterior, tanto del paciente hacia el lado contrario al campo quirúrgico, se
la incisión cutánea como el punto de entrada del clavo en flexiona y abduce la cadera opuesta y se flexiona la rodilla
el hueso y el canal medular del fémur deben encontrarse opuesta para situar la extremidad sobre un soporte (v. figs.
sobre la misma línea recta. 9-35 y 9-36A). Hay que comprobar que pueden obtenerse
Abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal para el enclavado intramedular 487

E
PL Aducción de la cadera

Figura 9-35  Se coloca al paciente en decúbito supino sobre una mesa de tracción. Se reduce la fractura
mediante tracción y manipulación. Se aduce la extremidad al máximo sobre el pivote de tracción. Se abduce y
flexiona la cadera opuesta para permitir un buen acceso del radioscopio a todo el fémur.
M
unos controles radiológicos adecuados en el plano anteropos- contralateral la cadera y la rodilla se colocan en flexión. Para
terior y en el plano lateral, tanto del punto de entrada del clavo evitar úlceras cutáneas por presión hay que proteger las promi-
como del foco de fractura. Antes de iniciar la cirugía hay que nencias óseas de la pierna situada debajo. También es necesario
asegurarse de que la fractura está reducida o puede reducirse. comprobar que es posible obtener unas imágenes radioscópi-
Aunque esto requiera tiempo, es importante conseguir radio- cas adecuadas, tanto anteroposterior como lateral, del punto
grafías de buena calidad antes de comenzar la cirugía, ya que de entrada y del foco de fractura. Antes de comenzar la ciru-
quizás resulte difícil obtener imágenes de calidad durante la gía hay que reducir la fractura o comprobar que es reducible.
intervención. Cinco minutos de preparación prequirúrgica Las fracturas proximales del fémur pueden necesitar méto-
pueden reducir el tiempo quirúrgico en 2 h. dos complementarios de reducción (clavos de Steinmann)
En fracturas subtrocantéreas desplazadas de la diáfisis del (v. apartado anterior, Posición en decúbito supino).
SA

fémur, el fragmento proximal se situará en flexión y abduc- La posición lateral facilita más el acceso al fémur proximal
ción como consecuencia de la tracción no contrarrestada que la posición en decúbito supino porque la primera permite
ejercida por el psoas y los músculos abductores. No es posi- aplicar una aducción, y ésta es en especial útil en pacientes
ble reducir las fracturas femorales proximales desplazadas obesos. En casos de obesidad extrema, la introducción de un
únicamente mediante tracción, y suele ser necesario intro- clavo intramedular puede resultar imposible incluso en esta
ducir un clavo de Steinmann percutáneo para poder contro- posición; quizá, el tratamiento de estos pacientes con un clavo
lar y manipular el fragmento proximal. retrógrado que utilice como punto de entrada la escotadura
Generalmente, en pacientes muy obesos no puede llevarse intercondílea sea la opción preferible.
a cabo el enclavado femoral en decúbito supino (fig. 9-36).
Puntos de referencia e incisión
Posición en decúbito lateral Puntos de referencia anatómicos
Se sitúa al paciente en decúbito lateral sobre una mesa de trac- El trocánter mayor es una gran masa ósea que se proyecta
ción, con la pierna lesionada en la parte superior. Primero se hacia arriba y hacia atrás desde la unión de la diáfisis y el
aplica tracción al fémur a través de un clavo supracondíleo cuello del fémur (v. fig. 8-43).
o desde la bota de la mesa quirúrgica, y después aducción a La espina ilíaca anterosuperior se palpa como el borde
la extremidad sobre el pivote de tracción. En la extremidad anterior de la cresta ilíaca (v. fig. 8-43).
488 El fémur

E
A
Punto de entrada

PL
para la introducción del clavo
M
SA

Punto de entrada
teórico no útil en la práctica

B
Figura 9-36  A: La aducción de la extremidad desplaza la incisión cutánea en dirección distal. B: En pacientes
obesos, el enclavado en decúbito supino es imposible. Incluso con una aducción máxima, el punto ideal para
la incisión se sitúa por encima de la cresta ilíaca.
Abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal para el enclavado intramedular 489

La diáfisis del fémur se percibe a través de la gran masa anteroposterior se sigue el trayecto de esta pinza (v. fig. 9-39).
muscular del vasto lateral sobre la cara lateral del muslo Cuando la imagen de la punta de la pinza se cruza con la ima-
como una resistencia. gen radiológica de la aguja-guía se marca la piel (v. fig. 9-39).
Esta marca será el centro de la incisión cutánea. Una aguja
Incisión introducida a través de esta incisión y con el punto de entrada
Hay dos técnicas para planificar de forma adecuada la loca- adecuado en el hueso pasará perfectamente en dirección distal
lización de la incisión. hacia el centro del canal medular del fémur, tanto en los planos
anteroposterior como lateral.
Técnica radioscópica. Se palpa la diáfisis del fémur sobre
Si el paciente es obeso y/o no puede aplicarse aducción
la cara lateral del muslo a través de la masa muscular del
a la extremidad, el punto de entrada se situará por encima
vasto lateral. Con un rotulador dermográfico y siguiendo
del nivel de la cresta ilíaca (v. fig. 9-36B), punto que, evi-
la cara lateral de la diáfisis del fémur se dibuja una línea
dentemente, no puede utilizarse y requiere la aplicación
sobre la piel (fig. 9-37). Esta línea es curva debido a que, si
de técnicas alternativas, como recurrir a una instrumen-

E
se observa desde el plano lateral, el fémur está arqueado en
tación curva e introducirla a través de una incisión más
dirección anterior. Se prolonga esta línea ligeramente curva
proximal.
en dirección proximal, desde la punta del trocánter mayor
hasta el nivel de la cresta ilíaca (fig. 9-38). Técnica con puntos de referencia anatómicos externos. Se
Se coloca sobre la cara anterior del muslo una aguja guía palpa la diáfisis del fémur a través de la masa muscular del
larga, como por ejemplo una guía de fresado. Mediante con- vasto lateral y, siguiéndola, se dibuja con un rotulador der-

PL
trol radioscópico en proyección anteroposterior se com- mográfico una línea curva sobre la piel de la cara lateral
prueba que la aguja-guía se sitúa sobre el centro del canal del muslo (v. fig. 9-37). Se prolonga esta línea en dirección
medular (fig. 9-39). proximal más allá de la punta del trocánter mayor, curván-
Se coge una pinza de hemostasia larga y después se des- dola ligeramente en dirección posterior.
plaza en dirección proximal, siguiendo la línea que se había Se palpa la espina ilíaca anterosuperior y, desde aquí, se
dibujado sobre la piel. Mediante una radioscopia en el plano dibuja una línea perpendicular hacia abajo, en dirección al
M
SA

Palpación de la cara lateral del


fémur y marcado cutáneo

Figura 9-37  Se palpa la diáfisis del fémur a través del músculo vasto lateral y se dibuja sobre la piel una línea
que siga el contorno de dicha diáfisis. Esta línea es ligeramente curva.
490 El fémur

E
PL
Ampliación de la línea
diafisaria obtenida
por palpación
M
Figura 9-38  Se prolonga la línea que se ha dibujado más allá de la punta del trocánter mayor, hasta el nivel de
la espina ilíaca anterosuperior.

glúteo. Se centra la incisión sobre la intersección de estas mayor. Se divide el glúteo mayor a lo largo de 3 cm siguiendo
dos líneas (fig. 9-40). la dirección de sus fibras y utilizando una pinza curva.

Incisión
Disección quirúrgica profunda
Se realiza una incisión longitudinal, centrada sobre la marca
cutánea, de un tamaño que depende del tipo de clavo que se Se continúa la disección en dirección distal utilizando
SA

esté utilizando. Los clavos que tienen un dispositivo de blo- una pinza curva para dividir las fibras del músculo
queo proximal muy separado se introducen mediante inci- glúteo medio y alcanzar el fémur proximal. Asimismo,
siones de apenas 3 cm. Cuando este dispositivo de bloqueo utilizar un dedo con mucho cuidado para realizar una
proximal se sujeta muy cercano al clavo, las incisiones cutá- disección roma e identificar la cara medial del trocán-
neas tienen que ser más largas (de hasta 7 cm). ter mayor puede resultar de utilidad. Una vez finalizada
la incisión se introduce una aguja (o un clavo) hasta el
extremo proximal del fémur y se ajusta la posición de
Plano internervioso
dicha aguja bajo control radioscópico, tanto en el plano
No hay ni plano internervioso ni intermuscular. La disec- anteroposterior como en el lateral, hasta que el punto de
ción divide las fibras del glúteo mayor y del glúteo medio entrada sea correcto. La aguja tiene que estar alineada
pero no produce la denervación de estos músculos. con el canal intramedular en los planos anteroposterior
y lateral (figs. 9-41 y 9-42).
La técnica exacta para penetrar en el fémur proximal
Disección quirúrgica superficial
varía en función del implante. Se recomienda consultar
Siguiendo la incisión cutánea se realiza una incisión en el la documentación específica para confirmar la utilización
tejido graso subcutáneo y en la fascia que cubre el glúteo correcta del instrumental.
Abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal para el enclavado intramedular 491

Aguja-guía pegada
al muslo en el eje
de la diáfisis femoral

E
Punta de la pinza situada sobre
la línea dibujada en la piel de la
cara lateral del muslo, bajo la
aguja-guía (señala el punto de
entrada quirúrgico)

PL Línea dibujada sobre la piel de la cara


lateral del muslo siguiendo la diáfisis femoral

Imagen radiológica del fémur


M
Imagen radiológica de la aguja-guía
sobre el eje de la diáfisis femoral

Imagen radiológica de la pinza, con la punta situada


sobre la línea dibujada en la piel de la cara lateral
del muslo, directamente por debajo de la aguja-guía
Figura 9-39  Se coloca una aguja-guía larga sobre la superficie anterior del muslo y después se sitúa bajo el foco del radioscopio
de manera que su imagen esté sobre el centro del canal medular del fémur. A continuación, siguiendo la línea que previamente
se había dibujado sobre la cara lateral del muslo se desplaza una pinza de hemostasia grande en dirección proximal. Cuando
coinciden la imagen radioscópica de la pinza de hemostasia y la imagen de la aguja-guía se dibuja una marca en la piel.
SA

Peligros también una lesión en la vascularización de la cabeza femo-


ral y la consiguiente necrosis avascular.
Deformidad ósea
Un punto de entrada incorrecto es potencialmente peli- Nervios
groso si se está realizando un enclavado intramedular del El nervio glúteo superior discurre de posterior a anterior a
fémur. través de las fibras del músculo glúteo medio, entre 3 y 5 cm
Con cierta frecuencia, el punto de entrada se encuen- por encima de la punta del trocánter mayor. Si el fémur se
tra demasiado lateral, hecho que ocasiona una deformi- sitúa en aducción no se producirá lesión alguna en el ner-
dad en varo en el foco de fractura si ésta se halla en el vio durante la introducción del clavo. En cambio, sí puede
tercio proximal del fémur y se utiliza un clavo rígido. Un producirse una lesión si se utiliza una técnica de enclavado
punto de entrada lateral en la introducción del clavo tam- retrógrado, que no precisa la aducción del fémur.
bién puede producir una fractura iatrógena de la cortical
medial. Cómo ampliar el abordaje
Un punto de entrada demasiado medial puede produ- La ampliación de este abordaje no resulta útil ni en direc-
cir una fractura iatrógena del cuello femoral, generalmente ción proximal ni en dirección distal porque no utiliza un
una fractura basicervical de trazo vertical y, en ocasiones, plano internervioso.
492 El fémur

Espina ilíaca
anterosuperior

E
Línea perpendicular a la mesa quirúrgica
y que pasa por la espina ilíaca
anterosuperior

PL
Punto de entrada
quirúrgico (señalado)
Línea dibujada sobre la piel de la cara
lateral del muslo siguiendo la diáfisis femoral

Figura 9-40  Técnica mediante puntos de referencia anatómicos externos. Desde la espina ilíaca anterosuperior
se dibuja una línea perpendicular a la mesa y en dirección al suelo. En el punto en el cual esta línea cruza la línea
que previamente se había dibujado sobre la cara lateral del muslo se realiza una marca sobre la piel.
M
SA

Aguja situada en un
punto sobre el eje
femoral, en el fémur
proximal, y dirigida a lo largo de dicho eje
Figura 9-41  Continuando la incisión cutánea se dividen las fibras del glúteo mayor. Se profundiza la incisión
hasta el fémur dividiendo las fibras del glúteo medio.
Abordaje mínimamente invasivo al fémur proximal para el enclavado intramedular 493

Glúteo Cápsula
medio articular

Fascia del glúteo


medio

E
Aguja situada en el
Fémur
fémur proximal
proximal
a lo largo de su eje

PL Aguja
M
SA

Figura 9-42  Se introduce una aguja-guía (o un clavo) en el fémur proximal, comprobando su posición con el
radioscopio tanto en el plano anteroposterior como en el lateral.
494 El fémur

Abordaje mínimamente invasivo para la introducción


de clavos intramedulares retrógrados en el fémur

El abordaje mínimamente invasivo para la introducción de que el saco de arena no bloquee la visualización radiográfica
clavos intramedulares retrógrados en el fémur proporciona de la región trocantérica del fémur donde se puede necesi-
un acceso percutáneo excelente a la región intercondílea en tar bloqueo proximal. Esto facilitará el control de la rotación
el fémur distal, y para ello utiliza una pequeña porción del durante la reducción y fijación de la fractura.
abordaje parapatelar medial a la rodilla. Su única indica-
ción es la introducción de clavos intramedulares retrógra-
Puntos de referencia e incisión
dos para el tratamiento de fracturas diafisarias del fémur.
Se localiza el borde medial de la rótula por palpación y

E
se realiza una incisión longitudinal de 3 cm, aproximada-
Posición del paciente
mente a 1 cm del borde medial de la rótula y comenzando
Se coloca al paciente en decúbito supino sobre una mesa qui- unos 2 cm por debajo del polo distal de la rótula (fig. 9-43).
rúrgica radiotransparente, con un soporte triangular volumi-
noso debajo de la rodilla que permita mantenerla flexionada
Plano internervioso
a 90°. Por último, se coloca un pequeño saco de arena debajo

PL
del glúteo ipsilateral para corregir la rotación externa fisioló-
gica de la extremidad y garantizar que la rótula quede direc-
tamente orientada en dirección anterior. Se debe asegurar
No hay un plano internervioso disponible para este abor-
daje, que se realiza simplemente a través del retináculo
medial de la rótula y de la sinovial.

Tendón
rotuliano
M
Incisión
SA

Tuberosidad
tibial anterior

Figura 9-43  Se realiza una incisión longitudinal de 3 cm, aproximadamente a 1 cm del borde medial de la
rótula y comenzando a unos 2 cm por debajo del polo distal de la rótula.
Abordaje mínimamente invasivo para la introducción de clavos intramedulares retrógrados en el fémur 495

Disección quirúrgica superficial El ligamento cruzado posterior se inserta en la cara


lateral del cóndilo femoral medial. Si cuando se intro-
Siguiendo la incisión cutánea se profundiza a través del
duce el clavo intramedular o las fresas utilizadas para
tejido subcutáneo. Se identifica la cápsula articular de la
crear la apertura el punto de entrada no está adecua-
rodilla y se divide longitudinalmente (fig. 9-44).
damente situado, entonces existe riesgo de lesión de su
inserción.
Disección quirúrgica profunda
Se divide la sinovial de la rodilla y se introducen dos sepa-
Cómo ampliar el abordaje
radores para visualizar la escotadura intercondílea. Con los
controles radioscópicos apropiados se confirman el punto
Medidas locales
de inserción y la dirección de la aguja-guía utilizada para
El abordaje es ligeramente ampliable en dirección proxi-
introducir el clavo (figs. 9-45 y 9-46).
mal y distal, ampliación que puede ser necesaria en los

E
pacientes obesos. En caso de rodilla flotante, puede exten-
Peligros
derse la incisión cutánea en dirección distal e introducir
La rama infrarrotuliana del nervio safeno debe quedar dis- un clavo tibial utilizando un abordaje extraarticular a la
tal al extremo distal de la incisión. Únicamente se encuen- tibia proximal (v. Abordaje anterolateral mínimamente
tra en peligro si la incisión se prolonga en dirección distal. invasivo a la tibia proximal, capítulo 11, pág. 626).

PL
M
Incisión

Retináculo
rotuliano
SA

Tendón
rotuliano

Figura 9-44  Siguiendo la incisión cutánea se profundiza la incisión a través del tejido subcutáneo. Se
identifica la cápsula de la articulación de la rodilla y se divide longitudinalmente.
496 El fémur

Escotadura
intercondílea

Ligamento

E
cruzado
posterior

Ligamento Cóndilo
cruzado medial
anterior

PL
M
Figura 9-45  Se divide la sinovial de la rodilla y se introducen dos separadores para identificar la escotadura
intercondílea y la inserción del ligamento cruzado posterior sobre la cara lateral del cóndilo femoral medial.
SA
Anatomía quirúrgica aplicada al muslo 497

E
PL
M
Figura 9-46  Se introduce una aguja-guía en el fémur distal. El punto de entrada en la escotadura intercondílea
varía en función del implante que se está utilizando, y durante la intervención hay que comprobar la posición
de este punto con el radioscopio.

Anatomía quirúrgica aplicada al muslo


SA

Generalidades Los músculos extensores de la rodilla están separados de


los aductores de la cadera por el fino tabique intermuscular
Grupos musculares medial, y de los flexores de la rodilla por el grueso tabique
En el muslo hay tres grupos musculares principales (figs. intermuscular lateral. Los aductores y los flexores no están
9-47 a 9-49): separados por ningún tabique intermuscular.
1. Los músculos aductores de la cadera, que están iner-
vados por el nervio obturador y ocupan el segmento Nervios
medial del muslo. El aductor mayor, que aduce y extiende Tres nervios principales discurren por el muslo. El nervio
la cadera, presenta una doble inervación a partir de los obturador, que se origina en el plexo lumbar (L2-L4), discu-
nervios obturador y ciático. rre por el grupo aductor e inerva los músculos que lo forman.
2. Los extensores de la rodilla, que están inervados por el El nervio ciático, que se origina en el plexo lumbosacro (L4-
nervio femoral y ocupan el segmento anterior del muslo. L5, S1-S3), se encuentra en el segmento posterior del muslo
3. Los flexores de la rodilla (también extensores de la e inerva los isquiotibiales y la porción extensora del aductor
cadera), que están inervados por el nervio ciático y se mayor. Desciende por debajo de la cabeza larga del bíceps y
encuentran en el segmento posterior del muslo. sobre el aductor mayor, y termina medial al bíceps debido a la
498 El fémur

Glúteo
medio Espina ilíaca
anterosuperior

Tensor de la
Glúteo fascia lata
mayor

Sartorio

E
Recto
femoral

Bíceps
femoral

PL Vasto
lateral
M
Tracto (banda)
iliotibial
SA

Cabeza corta
del bíceps femoral

Rótula

Nervio peroneo
común
Retináculo
rotuliano lateral

Cabeza del gemelo


lateral (cabeza lateral Banda iliotibial
del gastrocnemio) (inserción)

Figura 9-47  Musculatura superficial de la cara lateral del muslo. El tracto iliotibial (banda iliotibial) se sitúa
sobre el vasto lateral en la región proximal.
Anatomía quirúrgica aplicada al muslo 499

Glúteo Espina
medio ilíaca
anterosuperior

Glúteo Tensor de la
mayor fascia lata

Vasto lateral

Sartorio

E
Recto femoral
Tabique
intermuscular
lateral Rama descendente
de la arteria femoral

Vasos

PL
perforantes

Bíceps
femoral

Vasto
lateral
Vasto
circunfleja lateral

Fémur

Vasto
intermedio
M
lateral

Tracto
iliotibial

Cabeza corta
Tendón del
del bíceps
cuádriceps
femoral
Isquiotibiales mediales
(semimembranoso Fémur
SA

y semitendinoso)
Bolsa
Tabique suprapatelar
intermuscular
lateral
Rótula
Tendón del bíceps

Cabeza del
gemelo lateral
Tracto
iliotibial

Nervio
peroneo
común
Figura 9-48  Se han resecado el tensor de la fascia lata, el vasto lateral y una porción del vasto intermedio
para descubrir el fémur y el tabique intermuscular lateral. Obsérvense los vasos perforantes atravesando el
tabique. El vasto lateral sobresale en dirección posterior.
500 El fémur

Espina ilíaca
anterosuperior Psoas mayor

Ilíaco
Ligamento
inguinal
Arteria femoral
Glúteo
medio
Vena femoral
Nervio
femoral

Sartorio Tubérculo
del pubis

E
Tensor de Pectíneo
la fascia
lata
Aductor
largo

Recto
femoral

Tracto
PL Recto interno
M
iliotibial

Vasto Vasto
lateral medial

Tendón del
cuádriceps
SA

Tendón
del bíceps

Retináculo
Rótula rotuliano
medial

Tracto
iliotibial

Tendón Tubérculo
rotuliano tibial anterior

Figura 9-49  Musculatura superficial de la cara anterior del muslo.


Recto femoral. Origen. La cabeza refleja en la zona situada inmediatamente por encima del acetábulo y de
la cápsula anterior de la articulación de la cadera; la cabeza recta en la espina ilíaca anteroinferior. Inserción.
Borde superior de la rótula, tuberosidad tibial anterior. Acción. Potente extensión de la rodilla, débil flexión de
la cadera. Inervación. Nervio femoral (L2-L4).
Anatomía quirúrgica aplicada al muslo 501

trayectoria oblicua del músculo desde la tuberosidad isquiá- aductor largo, mientras que la arteria femoral pasa por
tica hasta la cabeza del peroné (v. fig. 9-41). delante de él. El músculo, por lo tanto, se interpone entre
El nervio femoral, que es una rama del plexo lumbar (L2- las dos arterias (v. figs. 9-50 y 9-51).
L4), se ramifica poco después de entrar en el muslo e inerva Cuatro de las ramas perforantes de la arteria femo-
todos los músculos extensores de la rodilla y el sartorio y ral profunda se extienden en dirección posterior a través
pectíneo (fig. 9-50). del compartimento medial del muslo; rodean el fémur del
mismo modo que la rama profunda de la arteria circun-
Vasos fleja femoral medial y entran en el compartimento ante-
La arteria femoral discurre a través del muslo. Su rama prin- rior de nuevo atravesando el tabique intermuscular lateral.
cipal, la arteria femoral profunda, es la responsable princi- Durante el abordaje posterolateral al fémur deben ligarse
pal de la vascularización de la musculatura del muslo. La estas arterias a este nivel (v. fig. 9-51).
arteria femoral envía la citada rama profunda al triángulo La arteria circunfleja femoral medial pasa por entre los
femoral, pero ya no envía ninguna otra rama importante en músculos iliopsoas y pectíneo y se sitúa sobre el borde

E
todo el muslo (fig. 9-51). superior del músculo aductor largo. Desde aquí, rodea el
El hecho de que el pulso femoral sea el punto de refe- intervalo entre los músculos cuadrado femoral y aductor
rencia superficial para localizar la cabeza femoral se debe mayor (constituyendo la rama profunda) y se divide. La
a que la arteria femoral penetra en el muslo por debajo del rama ascendente discurre a lo largo del borde superior del
punto medio del ligamento inguinal, directamente sobre la músculo cuadrado femoral, donde podría resultar lesio-
cabeza del fémur. A continuación, la arteria se dirige distal nada en los abordajes posteriores a la cadera y producir un

PL
sobre el músculo iliopsoas y pectíneo y desaparece en la
parte inferior del triángulo femoral, por debajo del músculo
sartorio y por encima del músculo aductor largo. Aquí, la
arteria se encuentra en una depresión conocida como canal
subsartorio de Hunter, que se extiende entre los compar-
timentos extensor y aductor del muslo y cuyo techo está
constituido por una gruesa capa de fascia y el músculo
sartorio. Su pared posterior está formada por los múscu-
los aductores (el aductor largo en la porción superior y el
aductor mayor en la porción inferior), y su pared anterior
por el músculo vasto medial. En el canal, junto a la arteria
sangrado problemático. La rama horizontal pasa entre los
músculos cuadrado femoral y aductor mayor para formar
uno de las arcos de la anastomosis cruzada (v. fig. 9-51).
La arteria circunfleja femoral lateral va medial al músculo
recto femoral y resulta visible en la parte superior del abor-
daje anterior a la cadera. Aquí se divide en tres ramas:
1. La rama ascendente discurre en dirección superior hacia
la espina ilíaca anterosuperior, en el intervalo intermus-
cular entre los músculos sartorio y tensor de la fascia
lata. Durante el abordaje anterior a la cadera debe ser
ligada en este punto.
M
se encuentra el nervio safeno (un nervio cutáneo derivado
2. La rama transversal continúa rodeando el fémur y con-
del nervio femoral), la vena femoral y, en la mitad superior,
tribuye a formar la anastomosis cruzada uniéndose a la
el nervio para el músculo vasto medial.
rama transversa de la arteria circunfleja femoral medial.
La arteria femoral atraviesa finalmente el músculo aductor
3. La rama descendente pasa a lo largo del intervalo entre
mayor cuatro dedos por encima de la articulación de la rodilla,
los músculos vasto intermedio y vasto lateral, punto en
y en la fosa poplítea se encuentra con el nervio ciático antes de
el que es localizada en el abordaje anterolateral al fémur
penetrar en el compartimento posterior del muslo, donde se
(v. fig. 9-51).
halla profunda y medial al nervio ciático (v. fig. 9-53).
En el triángulo femoral la arteria femoral es lateral a la La vena safena se origina en el dorso del tobillo, en el
vena femoral, pero en la fosa poplítea es medial a ella, qui- extremo medial del arco venoso dorsal. Pasa por delante
SA

zás como resultado de la rotación de la extremidad durante del maléolo medial (donde es posible encontrarla al realizar
el desarrollo fetal. una flebotomía para la inserción de vías venosas) y discurre
La arteria también cambia de posición en relación al por detrás de la rodilla antes de girar hacia delante, sobre la
fémur; es anterior a él en su extremo superior, medial a él cara medial del muslo, hacia la vena femoral. La vena safena
en la zona media y se sitúa por detrás en el extremo infe- es la vena superficial principal del muslo y, aunque con fre-
rior. Estos cambios influyen no sólo en la planificación de los cuencia es objeto de tratamientos quirúrgicos, tiene poca
abordajes quirúrgicos, sino también en la técnica de coloca- importancia para el cirujano ortopédico.
ción de agujas transfixiantes para la aplicación de tracciones
transesqueléticas o de los clavos roscados de los dispositivos
Puntos de referencia e incisión
de fijación externa.
La arteria femoral profunda irriga la musculatura Puntos de referencia anatómicos
del muslo. Se origina a partir de la arteria femoral en el La mayor parte del fémur está cubierto por gruesos múscu-
triángulo femoral y, tras un corto recorrido por su cara los; únicamente el trocánter mayor y los cóndilos femorales
posterior, se desprende de la cara lateral de la arteria. A son fácilmente palpables. El fémur presenta una curvatura
continuación, las dos arterias dejan el triángulo femoral. anterior fisiológica que es importante para el diseño de los
La arteria femoral profunda pasa por detrás del músculo clavos intramedulares.
502 El fémur

Espina ilíaca Psoas mayor


anterosuperior
Ilíaco
Ligamento inguinal

Arteria femoral
Nervio femoral
Vena femoral
Glúteo medio

Sartorio
Tubérculo del
Tensor de la fascia pubis
lata
Pectíneo

E
Tendón del
iliopsoas Arteria femoral
Vasto medial circunfleja medial
Rama descendente Arteria femoral
de la arteria femoral profunda
circunfleja lateral
Aductor corto

PL
Vasto intermedio
Vasto lateral Arteria femoral

Arterias Aductor largo


perforantes

Fémur Recto interno

Vasto lateral Vena femoral

Vasto intermedio Aductor mayor Figura 9-50  Se han resecado el sartorio, el


recto femoral, el tensor de la fascia lata, el
M
Recto femoral vasto lateral y el vasto intermedio para dejar
al descubierto la trayectoria de las arterias
Sartorio
femoral y femoral profunda; se aprecian las
Tracto relaciones de las arterias con el cuádriceps y
iliotibial los músculos aductores.
Vasto medial Vasto lateral. Origen. Mitad superior de
la línea intertrocantérea. Cresta del vasto
Vasto lateral, labio lateral de la línea áspera y dos
lateral tercios superiores de la línea supracondílea
lateral del fémur. También el tabique
Tendón del intermuscular lateral. Inserción. Borde lateral
SA

cuádriceps de la rótula y tuberosidad tibial anterior.


Acción. Extensión de la rodilla. Inervación.
Tendón Nervio femoral (L2-L4).
del bíceps Retináculo rotuliano Vasto intermedio. Origen. Caras anterior
medial
Tracto y lateral de los dos tercios superiores de la
iliotibial diáfisis del fémur. Inserción. Tuberosidad
tibial anterior. Acción. Extensión de la rodilla.
Rótula Inervación. Nervio femoral (L2-L4).
Cabeza del Vasto medial. Origen. Labio medial de
Tuberosidad tibial anterior
peroné la línea áspera y línea espiral del fémur.
Inserción. Tuberosidad tibial anterior y borde
medial de la rótula. Acción. Extensión de la
Tendón rotuliano rodilla. Inervación. Nervio femoral (L2-L4).
Anatomía quirúrgica aplicada al muslo 503

Espina ilíaca
anterosuperior Ilíaco

Ligamento inguinal Psoas mayor

Nervio femoral Arteria femoral

Rama ascendente
de la arteria femoral Arteria femoral circunfleja medial
circunfleja lateral
Trocánter mayor Rama superior del pubis

Cápsula Tubérculo del pubis


articular anterior
Arteria femoral Obturador externo

E
circunfleja lateral
Arteria y nervio obturadores
Vasto lateral
Recto interno
Vasto intermedio
Pectíneo (resecado)
Vasto medial

PL
Rama descendente de la arteria
femoral circunfleja lateral

Ramas perforantes de la
arteria femoral profunda

Fémur
Aductor largo

Aductor corto

Arteria femoral profunda

Arteria femoral

Aductor mayor

Rama safena del


M
nervio femoral
Arteria y vena femorales
Recto interno
Músculo articular de la rodilla (subcrural)
Aductor mayor

Bolsa suprarrotuliana Sartorio

Tabique intermuscular lateral


Vasto medial
SA

Vasto lateral
Tendón del cuádriceps

Banda iliotibial
Nervio safeno

Rótula

Ligamento colateral lateral

Cabeza del peroné


Tuberosidad tibial anterior
Tendón rotuliano

Figura 9-51  Trayectoria completa de la arteria femoral y de la arteria femoral profunda. Obsérvense las
ramas perforantes de la arteria femoral profunda. Se ha resecado el músculo aductor largo para descubrir la
trayectoria de la arteria femoral profunda, que se encuentra por detrás de él.
504 El fémur

Glúteo mayor

Cóccix

E
Aductor

PL
mayor

Banda iliotibial
sobre el vasto lateral

Nervio femoral
cutáneo posterior
Recto
interno

Figura 9-52  Musculatura superficial de


Bíceps femoral
la cara posterior del muslo. Se aprecia la
trayectoria central del nervio cutáneo femoral
M
posterior.
Semitendinoso Bíceps femoral. Origen. La cabeza larga
en la tuberosidad isquiática. La cabeza
corta en la línea áspera y en la línea
supracondílea lateral del fémur. Inserción.
Semimembranoso
Cabeza del peroné. Acción. Flexión de la
rodilla, extensión de la cadera y rotación
externa de la pierna. Inervación. Cabeza
larga: nervio ciático (nervio tibial) (L5, S1,
Semimembranoso Nervio tibial S2). Cabeza corta: nervio ciático (nervio
SA

peroneo común o ciático poplíteo externo)


Vena poplítea (S1, S2).
Semimembranoso. Origen. Tuberosidad
Sartorio Arteria poplítea isquiática. Inserción. Cóndilo medial de la
tibia. Acción. Débil extensión de la cadera,
flexión de la rodilla y rotación interna de la
Nervio peroneo pierna. Inervación. Nervio tibial (L5, S1, S2).
común Semitendinoso. Origen. Tuberosidad
isquiática (origen común con el bíceps
femoral). Inserción. Superficie subcutánea de
la tibia. Acción. Flexión de la rodilla, extensión
Cabeza del gemelo de la cadera y rotación interna de la pierna.
lateral   Inervación. Nervio tibial (L5, S1, S2).
Anatomía quirúrgica aplicada al muslo 505

Glúteo mayor

Trocánter mayor
Nervio femoral
cutáneo posterior
Cuadrado femoral

Tendón del iliopsoas

E
Aductor mayor
Bíceps femoral
Glúteo mayor
(inserción femoral)
Semitendinoso Primera arteria

PL
perforante

Nervio ciático
Vasto lateral

Aductor mayor Segunda arteria


perforante

Semimembranoso Aductor mayor

Línea áspera
Aductor mayor
M
Recto interno

Vasto
Cabeza corta del
medial
bíceps femoral

Hiato en el
Nervio peroneo
aductor mayor
común
para la arteria y la
vena femorales
SA

Nervio tibial

Semimembranoso
Vena poplítea

Arteria poplítea
Semitendinoso

Tendón del bíceps


Sartorio

Cabeza del gemelo lateral


(cabeza lateral
del gastrocnemio)
Figura 9-53  Trayectoria del nervio ciático y localización anatómica de la línea áspera. Se han resecado el
glúteo mayor y los músculos isquiotibiales.
506 El fémur

El ángulo que existe entre la diáfisis y el cuello femoral sobre su cara inferior. Para permitir el acceso a la cara
varía, aunque generalmente es de unos 130°. El cuello femo- anterior de la cadera y a las paredes interna y externa de la
ral presenta una anteversión de unos 15° respecto a la diáfi- pelvis en el borde superior del acetábulo hay que desinser-
sis femoral. Hay que tener en cuenta estos ángulos cuando tar las dos cabezas del recto femoral, debido a la proximi-
se utilizan clavos o tornillos en el cuello femoral. dad de éstas a la articulación de la cadera.
2. Vasto lateral. El plano entre el tabique intermuscular
Incisión lateral y el vasto lateral es difícil de definir, y durante su
Las incisiones longitudinales en el muslo son comparables disección se produce un abundante sangrado, principal-
a los pliegues de flexión de la piel, y el resultado estético de mente porque el músculo se origina parcialmente en el
las cicatrices resultantes suele ser aceptable. mismo tabique intermuscular. Siguiendo el plano exis-
tente entre el tabique intermuscular lateral y el músculo
se alcanza la parte posterior del fémur a nivel de la línea
Disección quirúrgica superficial y profunda
áspera (el origen del músculo) y no la cara lateral del

E
Cuatro de los abordajes quirúrgicos al fémur penetran en hueso. El plano se define con mayor facilidad y resulta
el compartimento extensor de la rodilla. (El abordaje pos- más útil en el tercio distal del fémur.
terior penetra en el compartimento isquiotibial y se consi-   Durante el movimiento, el vasto lateral se desliza
dera aparte.) sobre el vasto intermedio. Al igual que ocurría con el
El compartimento extensor de la rodilla está formado recto femoral, su superficie profunda está cubierta por
por un único músculo que se origina en cuatro cabezas y se una gruesa inserción fascial.

PL
inserta mediante el aparato extensor de la rodilla en la tube-
rosidad tibial anterior. Este músculo, el cuádriceps femoral,
es el mayor músculo del cuerpo y está inervado por el ner-
vio femoral (v. figs. 9-49 a 9-51).
Los diferentes elementos musculares del cuádriceps se
contraen de forma diferenciada. Cualquier incisión que
penetre en el músculo puede poner en riesgo su eficacia
porque el deslizamiento que se produce entre los citados
elementos musculares es fundamental para su función. El
tercio distal del cuádriceps se desliza libremente sobre la
cara anterior del fémur porque, a este nivel, ninguna por-
3. Vasto intermedio. El vasto intermedio cubre las caras
anterior y lateral de los dos tercios superiores de la diá-
fisis femoral y forma la capa más interna del cuádriceps.
En la mayor parte de los abordajes al fémur se divide
este músculo.
4. Vasto medial. La inervación del vasto medial procede de
la rama principal del nervio femoral, la cual contiene un
gran número de fibras propioceptivas. Cuando se produce
un traumatismo sobre la rodilla, las fibras del vasto medial
que se insertan en la rótula tienden a perder tono muy
rápido, tal vez por un reflejo neuromuscular mediado por
M
ción del músculo presenta inserciones óseas. el nervio del vasto medial. La debilidad de estas fibras
Las cuatro cabezas del músculo cuádriceps femoral son musculares produce una sensación subjetiva de inestabi-
las siguientes: lidad que persiste hasta que el vientre muscular recupera
su normalidad. De lo dicho se desprende que la rehabilita-
1. Recto femoral. El recto femoral es una estructura semipen-
ción del vasto medial es fundamental para el tratamiento
niforme, semejante a las plumas de una flecha. Es la única
de las lesiones de la rodilla.
porción del cuádriceps que, a medida que desciende en el
muslo sobre el vasto intermedio, cruza dos articulaciones, Las fibras más inferiores del vasto medial se insertan en
la cadera y la rodilla. Su capacidad para deslizarse sobre el la rótula y la traccionan en dirección medial. Estas fibras
vasto intermedio durante el movimiento de la rodilla es son cruciales para prevenir la subluxación lateral de la
SA

el resultado de la presencia de una gruesa capa de fascia rótula durante la flexión de la rodilla.

Abordaje posterior al fémur

El abordaje posterior implica la disección del comparti- muslo y medial a él en la distal. Durante la exposición de
mento posterior del muslo (v. fig. 9-52). La clave para el la parte proximal de la cara posterior del hueso hay que
abordaje radica en comprender la anatomía del nervio ciá- separar el bíceps en dirección medial, y al mismo tiempo
tico y sus relaciones con el músculo bíceps femoral.5 se lleva con él y se protege el nervio ciático. En abordajes
El nervio ciático desciende por el muslo con una tra- más distales es necesario separar el bíceps en dirección
yectoria más o menos rectilínea. El músculo bíceps femo- lateral, juntamente con el nervio. Si es necesario expo-
ral discurre oblicuamente por la cara posterior del muslo, ner toda la longitud de este segmento de hueso, habrá que
de medial a lateral, y forma un puente por debajo del cual dividir la cabeza larga del bíceps; la mitad proximal del
pasa el nervio ciático. Este nervio, por lo tanto, se encuen- músculo, junto con la cabeza corta, se separará en direc-
tra por debajo del bíceps femoral en la parte proximal del ción medial con el nervio ciático.
507
Referencias

Los tres músculos isquiotibiales se originan en el isquion del fémur, de forma que reproduzca la función del liga-
y se extienden hacia abajo en el compartimento posterior mento cruzado lesionado. Además, este tendón se puede
del muslo. Todos ellos atraviesan dos articulaciones, la utilizar para reforzar una lesión del ligamento colateral
cadera y la rodilla, y actúan como extensores de la cadera medial de la rodilla.
y flexores de la rodilla. Los músculos isquiotibiales están
inervados por ramas del nervio ciático.
REFERENCIAS
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Músculo semimembranoso Surg. 1947;29:676–678.
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E
5. Gray H: Anatomy of the Human Body. 27th ed. Goss CM, ed. Philadelphia,
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rotación interna de la cadera puede transferirse el semi- 6. Sutherland DH, Schottstaedt ER, Larsen LJ et al: Clinical and
membranoso, junto con el tendón del semitendinoso, a la electromyographic study of seven spastic children with internal rota-
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PL
1922:38.
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Como su nombre indica, el músculo semitendinoso pre- 10. Farouk O, Krettek C, Miclau T et al: Effectors of percutaneous
senta un tendón extremadamente largo, de al menos 13 cm and conventional plating techniques on the blood supply to the femur.
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11. Kregor PJ, Stannard J, Ziowodzki M et al: Distal femoral fracture
cular. Este tendón puede utilizarse en una gran variedad fixation utilizing the less invasive stabilization system (LISS). The tech-
de técnicas quirúrgicas, por ejemplo para retener el hueso nique and early results. Injury. 2001;32(suppl):SC 32–SC 47.
medialmente en sucesos de luxación recidivante, en cuyo 12. Krettek C, Muller M, Miclau T: Evolution of minimally inva-
sive plate osteosynthesis (MIPO) in the femur. Injury. 2001;32(suppl):
caso se deja insertado en la tibia mientras se fija mediante SC 14–SC 23.
una perforación ósea a la rótula.7 También se utiliza para 13. Krettek C, Miclau T, Stephan C: Trans-articular approach and
la reconstrucción de los ligamentos cruzados posterior8 y retrograde plate osteosynthesis for complex distal intra-articular
M
femur fractures. Tech Orthop. 1999;14:219–229.
anterior,9 técnica que requiere que se separe el tendón del 14. Lakhwani OP, Mittal PS, Naik DC: Piriformis fossa—an anatomical
músculo en la unión miotendinosa y se tunelice a través and orthopedics consideration. J Clin Diagn Res. 2014;8(3):96–97.
SA
Buckley
de Boer
Hoppenfeld
Vías de abordaje en cirugía

Ortopédica Vías de abordaje en cirugía

Ortopédica
Un enfoque anatómico 5.a Edición
Stanley Hoppenfeld
Piet de Boer
Richard Buckley

Ortopédica
Vías de abordaje en cirugía
E
Vías de abordaje de cirugía ortopédica. Un enfoque anatómico es una obra de
gran prestigio y una herramienta imprescindible para el cirujano ortopédico. Desde
su primera edición, hace más de 30 años y durante sus cuatro ediciones anteriores, Un enfoque anatómico
la obra ha reflejado los últimos avances de la especialidad teniendo como enfoque
5.a Edición

PL
principal la conservación del suministro sanguíneo e infligir el menor daño tisular
posible, ambos objetivos primarios de la cirugía de mínima invasión.

Un enfoque anatómico
La obra, en doce capítulos, cubre todas las regiones quirúrgicas de interés ortopédico
y en un apartado adicional desarrolla los abordajes para fijación externa. La
estructura de cada capítulo consiste en la exposición inicial del abordaje concreto y
la discusión de sus aspectos peculiares: posición del paciente en la mesa quirúrgica,
puntos de referencia e incisión, plano internervioso, disección quirúrgica superficial,
disección quirúrgica profunda, peligros, cómo ampliar el abordaje, medidas locales y
medidas de ampliación. Finalmente, se discute la anatomía quirúrgica aplicada para
M
cada abordaje: visión general, puntos de referencia e incisión, disección quirúrgica
superficial y profunda y sus peligros, y puntos anatómicos especiales. A lo largo de
todos sus capítulos se hace uso de una gran cantidad de esquemas y diagramas
cuya utilidad ha caracterizado y destacado a la obra.

Características principales:
SA

• Cada capítulo detalla las técnicas y dificultades de un enfoque quirúrgico,


ofrece una clara vista previa de puntos de referencia anatómicos e incisiones, y
pone de relieve los peligros potenciales de la disección superficial y profunda.

5.a Edición
• Contiene cientos de ilustraciones a todo color.
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Stanley Hoppenfeld
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quirúrgicos desde diferentes ángulos y que hacen uso también Piet de Boer
de diagramas para incrementar la comprensión del abordaje.
Richard Buckley e
Incluy o
n id
9 788417 033088 conte nal
Ilustraciones de Hugh A. Thomas adicio a
e
en lín

Deboer.indd All Pages 12/28/17 10:58

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