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Marin Martos, Ruby Fiorella – Derecho Ambiental

EL PERJUICIO AL MEDIO AMBIENTE Y LA AUSENTE INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN DETERMINADAS


ACTIVIDADES EMPRESARIALES, A RAÍZ DE UN CASO ACTUAL

Como bien se sabe, nuestro planeta afronta una grave situación con respecto a la gran contaminación y al
irrisorio cuidado del medio ambiente; ello debido a la poca responsabilidad y compromiso de cada persona con
el espacio donde llevamos cabo el desarrollo de nuestra vida, es así que es importante mencionar que esto se
da también por el hecho de un incremento altamente considerable de la población. Cabe resaltar que
conjuntamente al crecimiento poblacional, también se da el incremento industrial, que se ven reflejados en la
creación de más empresas que si bien cada día intentan mejorar los productos o servicios que nos brindan a
nosotros los consumidores, muchos de ellos, no hacen más que librarse de cualquier responsabilidad medio
ambiental, justificándose en que esos son los costos que nuestro medio ambiente debe asumir, para alcanzar,
un mejor desarrollo, tanto económico, tecnológico, y científico; tal y como lo menciona Andaluz (2011): “en el
último siglo el crecimiento industrial se ha multiplicado por cincuenta veces. (…) Esto explica el crecimiento de
actividades económicas, no solo como respuesta a un deseo de progreso sino al imperativo de satisfacer las
necesidades de una población humana que crece exponencialmente” (p. 50).
Es así que con este actuar, los seres humanos damos a notar una vez más nuestro comportamiento
antropocéntrico, asumiendo siempre, que la naturaleza y todo lo que la compone, debe estar solo al servicio de
nosotros mismo y que a su vez toda la biodiversidad se debe cuidar y salvaguardar para de igual forma nuestro
propio beneficio. En mi opinión, dicho pensamiento, nos ha llevado a cometer el grave error de generar impactos
negativos al medio ambiente, tal es el caso de las empresas dedicadas a la minería, comercio, agricultura o a
la construcción de proyectos de gran envergadura, que si bien es cierto, generan beneficios de diversas índoles
a toda la colectividad, y que a su vez, estas empresas legalmente están obligadas a contar con una debida
política ambiental que permita el adecuado funcionamiento de su gestión ambiental, en la realidad, nos
encontramos ante una notoria ausencia del Estado, por hacer efectivo este cumplimiento, lo que ocasiona que
de esa manera, las entidades que originan este tipo de daños, se eximen no solo de la responsabilidad y la
obligación de como ya lo mencioné, cumplir una debida gestión ambiental, sino que también se dispensan de
incluir los costos operativos de sus procesos productivos, dentro de los sus respectivos costos de operación,
que si bien, estos para que las empresas tengan una mayor ganancia, deben ser mínimos, solo generan con
ese actuar, una injusta externalización de los mismos.
De tal modo, proponiendo un ejemplo especifico que se da actualmente en la realidad, tenemos el caso de una
entidad privada llamada Irrialtec S.A.C. dedicada a la construcción de reservorios en la Provincia de Virú – La
Libertad, con la finalidad de que dicho proyecto beneficie a una determinada empresa llamada Hortifrut S.A
dedicada a la agricultura; de allí se ha logrado identificar una serie de problemas medioambientales generados
por ambas entidades. Cabe mencionar que la ley General de Ambiente, establece el Principio de Prevención,
por el cual, se deben adoptar las medidas necesarias para prevenir, y evitar un daño ambiental, no obstante, al
recoger el testimonio mismo del Residente de Obra de tal Proyecto – Ing. Giovanni Neumann Cabrera, nos
encontramos ante la situación de que si bien dicha empresa de construcción, cuenta con una política ambiental
ya elaborada, para llevar a cabo una exitosa gestión ambiental, esta no es cumplida, puesto que, dentro del
desarrollo de sus actividades, se generan diversos residuos no orgánicos, como el combustible usado,
proveniente de la maquinaria que manipulan para la elaboración de dichos reservorios, así mismo, se genera
una gran cantidad de polvo producto del movimiento de tierras que se realiza, utilizan productos químicos para
el concreto que trae consigo una contaminación en el suelo donde se elabora dicho proyecto, entre otros
residuos que no son administrados de manera correcta, ya que, muchos de ellos son simplemente llevados a
un vertedero, sin tomar las precauciones necesarias; por otro lado, no se utiliza un sistema de riego que evite
el levantamiento de polvo generado y que esto a su vez perjudica a las personas que viven en la zonas
Marin Martos, Ruby Fiorella – Derecho Ambiental

aledañas, entre otros problemas similares; que ocasionan daño ambiental; posteriormente, conforme al
Principio de Responsabilidad Ambiental, esta empresa, al culminar tal proyecto, tiene la obligación de adoptar
medidas para la reparación, restauración o rehabilitación al ambiente donde realizó sus labores, por los daños
generados al mismo, sin embrago, como menciona el ingeniero residente de tal obra, ello implica gastos y estos
al no encontrarse incluidos dentro de los costos de operaciones, no serán factibles de ejecutar, por lo que
podemos concluir, que tampoco se respeta el Principio de Internalización de Costos, contrario a ello, como lo
mencioné en párrafos anteriores, estos son externalizados. Por otro lado, tenemos a la empresa beneficiaria
de tal proyecto, quien tiene una actividad agraria y que, a su vez, para el cultivo de los frutos que esta produce,
necesita de un riego presurizado que no es otra cosa más que un abastecimiento de agua de los reservorios
elaborados, por ende, nos encontramos ante otro problema, puesto que, con ello se genera un consecuente
impacto ambiental, ya que para llenar estos estanques, se necesita de sustracción de agua fresca proveniente
en este caso del canal Chavimochic que tiene como fuente el rio Santa; al ser ese no el único caso y al existir
dentro de la realidad muchos casos similares, es importante mencionar que si bien debemos recodar que ya
existe un Organismo (ANA) encargado de proteger dicho recurso natural de manera acuciosa; en mi opinión,
existe una deficiencia con respecto a la supervisión y la intervención en este tipo de casos en específico, como
son el abastecimiento de agua para reservorios, por lo que según mi criterio, la Administración Nacional del
Agua, debe designar una oficina especializada que se encargue de verificar la gestión del mencionado recurso
natural en proyectos de construcción de este tipo de obras, más aún en lugares donde haya gran cantidad de
actividad agraria y se necesite la elaboración de tales proyectos para sus riegos, puesto que recordemos que
el agua es el recurso natural más importante y la base de toda forma de vida, y se esa manera se asegure el
efectivo cumplimento de un desarrollo sostenible que satisfaga las necesidades presentes sin afectar la
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias, ya que conforme a Andaluz (2011): “los
recursos naturales no soportarían cincuenta años más con los patrones de producción. (…) Según el informe
Living Planet del Fondo Mundial de la Naturales, los seres humanos consumen un 20% más de las reservas
naturales que la Tierra puede producir” (p.51).
Y al ser estos, proyectos donde la utilización de este recurso es extensa, el estado debe poner énfasis en este
tipo de casos. Por último pero no menos importante, con respecto al primer problema mencionado, surgido de
la empresa que fabrica los reservorios y que, al momento de hacerlo, genera daño ambiental, en mi opinión, al
no ser este el único caso, nuestro estado peruano debería tener un tratamiento jurídico y una intervención más
vehemente al momento de regular que las entidades orientadas a elaborar este tipo de obras, efectúen lo
establecido dentro de las normas ambientales, que resulta en cumplir con una gestión adecuada de sus
residuos, establecer pautas para evitar o reducir la contaminación y por ende no afectar a las personas que
habitan en las zonas donde se llevan a cabo estos proyectos, así mismo, adoptar las medidas necesarias para
la reparación, restauración o rehabilitación al ambiente donde realizaron sus labores y conjuntamente a ello,
internalizar los costos de riesgos o daños que haya generado al ambiente o las personas producto de la
elaboración de sus actividades, etc.; todo ello a través de la creación de un organismo que tenga como función
única, administrar y vigilar que específicamente este tipo de empresas cumplan con lo ya mencionado en líneas
anteriores, y que tenga la obligación de verificar su debido cumplimiento mes a mes, hasta la culminación del
proyecto, de la misma forma, que haga a través de su personal, visitas cada determinado tiempo al lugar donde
se desarrollan los proyectos, entre otras facultades a fin de mejorar la ausencia del estado en este tipo de
casos, y que las empresas dedicadas a este rubro, cumplan con un compromiso al medio ambiente y tengan al
igual que todas las personas, la responsabilidad de preservarlo, y el derecho a gozarlo, garantizando de esa
manera a toda la población, el derecho a un medio ambiente equilibrado y adecuado, cumpliendo con sus dos
elementos. Y finalmente así, cumplir con lo establecido dentro de la LGA y otros ordenamientos.

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