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DENEGADO
Federico Efrón (T° 100, F° 831, CPACF), abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales
I. OBJETO
De acuerdo a los arts. 282 y 285 del Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Nación,
en legal tiempo y forma, vengo a interponer queja por denegación de recurso extraordinario
federal en los términos de los artículos 14 y 15 de la ley 48, contra la decisión del Superior
parte.
II. ANTECEDENTES
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1. Las presentes actuaciones encuentran su génesis en los hechos producidos el 23 de
noviembre de 2010 sobre la ruta nacional nº 86 en donde falleciera Roberto López, el esposo de
Potae Napocna Navogoh La Primavera fueron reprimidos por la policía formoseña, momento
2. En el plazo legal, el Sr. Juez de primera instancia procedió a detener y recibirles declaración
indagatoria a los imputados Gustavo Javier Coronel y Orlando Roberto Paredes, imputados
como los autores del homicidio de López. A los pocos días fueron liberados por falta de mérito.
3. Ante la alta posibilidad de que ese auto de sobreseimiento ponga fin a la acción respecto de
los imputados mencionados, la Sra. Peteñi, con mi patrocinio, se presentó a fin de constituirse
recurso de apelación contra dicha resolución desvinculante, por lo cual la vía recursiva intentada
4. El juez de primera instancia rechazó, en base a una interpretación restrictiva de una norma no
escrita, su pretensión de ser querellante, ante lo cual se presentó en tiempo y forma recurso de
apelación sobre el sobreseimiento de los policías. Ante ello, la cuestión fue objeto de queja ante
5. Contra el decisorio del juez de grado de rechazar la pretensión de ser querellante, esta parte
Formosa reafirmó el rechazo a ser querellante de la Sra. Peteñi, y rechazó también el recurso de
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queja presentado por el rechazo a la apelación del sobreseimiento de los policías Coronel y
Paredes.
1. Procedencia
Esta queja se presenta en legal tiempo y debida forma contra la decisión de superior tribunal de
Asimismo, el recuso de queja resulta autosuficiente —lo cual implica que su sola lectura basta
para la comprensión del caso—. Se acompañan, además, las copias correspondientes en función
a. El Superior Tribunal de Justicia de Formosa, en primer lugar, resuelve que “…el apelante no
cumplimentó con lo dispuesto en la Acordada N° 38/11, dado que el recurso extraordinario fue presentado en
letra exigido. Es decir, que la inobservancia señalada sería estrictamente formal, y no impondría
ningún tipo de ventaja sobre esta parte, ni tampoco una carga, en ningún sentido, excesiva ni
adicional para la CSJN. La única diferencia es el tamaño de la hoja, pero no hay exceso en la
Al respecto, es criterio del Tribunal que “A fin de no incurrir en un exceso de rigor formal, y en razón de
lo resuelto por la Corte en el precedente "Schnaiderman" (Fallos: 331: 735), corresponde hacer lugar al recurso
de reposición y dejar sin efecto el pronunciamiento que desestimó el recurso de queja por no haber cumplido con los
recaudos previstos en el art. 4° de la acordada 4/2007, ya que si bien el escrito no satisface los recaudos
establecidos en dicha norma, el incumplimiento se circunscribe a un exceso en once renglones respecto del máximo
permitido por la norma.” (Fallos 334:196). También, fue categórico respecto a que “Teniendo en
cuenta que el haber omitido acompañar la carátula a que hace referencia el art. 2° del reglamento aprobado por
la acordada 4/2007 no constituye un obstáculo insalvable corresponde declarar formalmente admisible el recurso
extraordinario (art. 11 del citado reglamento), revocar la sentencia apelada y admitir que la franquicia prevista
en el contrato de seguro es oponible al tercero damnificado y que la sentencia no podrá ser ejecutada contra la
Formosa es manifiestamente menor a las tenidas en cuenta por la CSJN en los fallos reseñados.
De esta forma, el motivo exhibido por el mencionado Superior Tribunal y con el cual entiende
que “debe desestimarse sin más trámite el remedio federal interpuesto” implica sin duda alguna un exceso
de rigor formal.
También debe valorarse que el Tribunal, haciendo uso de este argumento, rechaza el único
recurso posible que podría brindar justicia en el caso que nos ocupa. El Fiscal interviniente no
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sólo no intentó en ningún momento investigar el accionar policial el 23 de noviembre de 2010,
sino que ni siquiera apeló el sobreseimiento de los policías Coronel y Paredes. El reclamo que
realizaban ese día es el mismo por el cual tramita ante V.E. el Expediente 528/2011, Tomo 47,
b. En segundo lugar, el Superior Tribunal de Justicia de Formosa entendió que “…el recurso no
cumplimentó el requisito establecido en el inciso “d” de la Regla N° 3, dado que no se han refutado todos y cada
uno de los fundamentos independientes que dan sustento a la decisión controvertida en relación con las cuestiones
federales planteadas.”
Pero, por el contrario, la simple lectura del recurso extraordinario presentado da cuenta de la
contestación de todos y cada uno de los fundamentos del rechazo al recurso de casación,
Esta parte expresamente afirmó que “surge con meridiana claridad que la interpretación que el Superior
Tribunal hace, repitiendo la que oportunamente hicieran en primera instancia y en Cámara, …”, por lo que
la afirmación ahora realizada respecto a que “se vuelven a rebatir y reiterar idénticos argumentos a los
utilizados para dirigir los embates a los fallos anteriores”, tiene su debida y razonada explicación. Y en
todo caso, quien repitió los argumentos, fue el propio Tribunal Superior.
Dentro del mismo motivo de rechazo se afirma “sin rebatir los fundamentos dados por este Tribunal
para confirmar que su presentación fue realizada fuera de los plazos que autoriza la manda procesal”. Esto es
absolutamente falaz. El punto 5.1 del recurso extraordinario, “El error sobre quién debe
planteado por el Superior Tribunal. A modo ilustrativo, esta parte dijo en el punto mencionado
que “Es decir, siendo el único límite para la constitución de querellante la limitación prevista en los artículos
70ter y 74 del Código Procesal Penal de la Provincia de Formosa (hasta la clausura de la instrucción, art. 313),
interpretar que habiéndose dictado una resolución de sobreseimiento no se puede admitir al pretenso querellante, es
hacer precisamente lo que se sostiene. NO hay tal limitación a presentarse como querellante, y por ende,
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inventando una limitación que la ley no prevé, se cercena un derecho constitucional. Para ello, se inventan,
también, requisitos para la presentación como querellante. El primer requisito que se inventa (que viene de
instancias anteriores, cabe decir) es que habiendo tenido tiempo para hacerlo, ahora no se puede. Es decir, no se
analiza si sucedió la instancia procesal prevista en el art. 313, sino que sólo importa que si se tuvo tiempo para
hacerlo, ya no se puede. No queda claro tampoco cuándo de ese tiempo la Sra. Peteñi se tendría que haber
presentado. El código no establece que debe hacerse en forma inmediata al hecho, ni al mes, o al año. No. Sólo
establece que se puede hasta tanto se clausure la instrucción.” Y se volvió a decir expresamente que “Esta
interpretación restrictiva sustentada en la invención de requisitos fue la que se brindó desde la resolución de
primera instancia, reafirmada sin nuevos argumentos por la Cámara de Apelaciones.”. Nótese como en el
rechazo al Recurso Extraordinario presentado, se vuelve a expresar que “el ahora recurrente contó
oportunamente con todo el tiempo que procesalmente estaba a su disposición”. Es decir, vuelve a incurrir en
el mismo error que esta parte señaló: reitera el mismo argumento que fuera expuesto por
instancias anteriores, ya suficientemente contestado y rebatido por esta parte, tal como la cita
realizada muestra.
En definitiva, no se trata más que de una afirmación dogmática que no se corresponde con lo
Por último, en ese punto el Superior Tribunal expresó que “se desprende que el mismo pretende forzar
una interpretación de las normas que rigen la materia a su favor, cuando fue dicha parte que generó el gravamen
por su propia inacción”. La única interpretación que se busca es aquella compatible con los
delito. Pero, en cualquier caso, el Superior Tribunal vuelve a afirmar lo mismo que en su
rechazo del recurso de casación, al responsabilizar a esta parte por la supuesta “inacción”. Ese
Lo que esto marca también es un particular desconocimiento de una norma provincial, la ley
426 “Ley Integral del Aborigen”, sancionada en 1985. En dicha ley, el artículo 5 establece que
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“En los procesos en que los aborígenes sean parte, los jueces tendrán también en cuenta sus usos y costumbres a
cuyo efecto podrán solicitar informes al Instituto de Comunidades Aborígenes. El beneficio de la duda favorecerá
al aborigen atendiendo a su estatuto cultural, cuando correspondiere.” Este artículo tiene estrecha
vinculación con el Convenio 169 de la OIT, y en definitiva con el derecho de los indígenas a
condiciones para ello. También, la obligación de analizar con seriedad y razonabilidad las
particularidades del caso y asegurar el concreto ejercicio del derecho mencionado. Algo que,
c. Por último, también se hace mención a que “falta también el cabal cumplimiento del apartado e), toda
vez que la alegada violación de garantías y derechos que provienen de manera directa de la CN y del derecho
internacional, tales como el acceso a la justicia, y a una tutela judicial efectiva constituye en el presente caso una
mera enunciación de principios y normas constitucionales supuestamente vulneradas e inhábil para la apertura de
la instancia extraordinaria, pues no hay derecho que no tenga raíz y fundamento en nuestra Carta Magna”. A
continuación se explaya al decir que “tratándose de una impugnación de una resolución desestimatoria de
un recurso interpuesto ante un tribunal provincial y que se basa en normas de procedimiento también provinciales,
la recurrente debió extremar el cumplimiento del inciso e) de la Regla N° 3 de la Acordada 04/07, pues remite
a una cuestión que por su naturaleza procesal resulta ajena a la instancia extraordinaria…, salvo que se
demuestre una inequívoca gravedad extrema que la descalifique como acto jurisdiccional válido, situación que, con
Es una afirmación dogmática que muestra que no han respondido a lo planteado. Esta parte fue
minuciosa en explicar porqué, una interpretación restrictiva de índole procesal local, se traduce
Se dijo expresamente “En este sentido, surge con meridiana claridad que la interpretación que el Superior
Tribunal hace, repitiendo la que oportunamente hicieran en primera instancia y en Cámara, es restrictiva y
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basada en una cuestión puramente procesal en detrimento del derecho constitucional de la víctima de participar en
el proceso penal.” A partir de ahí, esta parte se explayó al respecto, y desarrolló los fundamentos de
La escueta respuesta que ensayan los jueces del Superior Tribunal, al postular lacónicamente que
la querella plantea “en el presente caso una mera enunciación de principios y normas constitucionales
suscriben, y es por ello aplicable la jurisprudencia de la Corte Suprema según la cual este tipo
de sentencias deben ser descalificadas por arbitrarias (Fallos, 236:27; 294:131; 295:417; 304:583
Hay una suerte de escamoteo de las detalladas consideraciones que se formularon acerca de los
extraordinario. Así, las referidas afirmaciones de los jueces no logran desacreditar los planteos
motivados que formuló esta querella para postular la procedencia del Recurso Extraordinario
Así, la resolución impugnada vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva (art. 1.1, 8.1 y
25, CADH, y 14.1, PIDCyP), que comprende no solo la facultad de acceder a los tribunales
libremente, sino también a obtener por parte de estos una resolución motivada sobre la cuestión
planteada. El órgano judicial interviniente debe producir una conclusión razonada sobre los
méritos del planteo, en el que establezca la procedencia o improcedencia del mismo (cfr.
protección de la víctima y su acceso a la jurisdicción en tal carácter también fue establecida por
la CSJN en Fallos 268:266; 321:2021, entre otros, más allá de la cuestión particular que reviste
que la damnificada sea miembro de una Comunidad indígena. No se trata de interpretar que el
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derecho a la tutela judicial efectiva confiere prerrogativas excepcionales a los damnificados por
los abusos cometidos por agentes estatales. Por el contrario, lo que sostenemos es que cuando a
estas víctimas se les niega la posibilidad de transitar vías recursivas previstas en la ley procesal
queda configurada, además, una violación de los compromisos internacionales que el Estado
En vinculación, se vulnera la garantía del debido proceso legal y de defensa en juicio (art.
18 de la CN), que ampara a todo aquél a quien la ley reconoce personería para actuar en juicio
en defensa de sus derechos, asegurando a todos los litigantes por igual el derecho a obtener una
resolución debidamente fundada, en un proceso llevado en legal forma (cfr. CSJN, "Santillán,
de la protesta social llevada adelante por una comunidad indígena. Los hechos que forman parte
del objeto procesal de esta causa constituyen sucesos que sensibilizaron a toda la población y
Primavera, el cual todavía subsiste, y que como se dijo anteriormente, se encuentra tramitando
ante V.E. En estas condiciones, no puede dudarse de que la participación de la víctima, como
única parte cuya pretensión es hacer que subsiste la acción penal y se investigue la conducta de
los policías en este proceso, constituye un supuesto de gravedad institucional. Esta cuestión
excede claramente el mero interés individual de las partes y afecta de modo directo al de la
comunidad toda (Fallos, 307:770 y 919; 255:41; 290:266; 292:229; 247:601 y 293:504).
estatales, cuya sanción constituye un compromiso internacional que nuestro Estado ha asumido
en la materia. Tal como nuestra Corte Suprema afirmó, reviste gravedad institucional la
obviarse que nuestro Máximo Tribunal ha señalado que “la existencia de aspectos de gravedad
institucional puede justificar la intervención del tribunal superando los ápices procesales, frustratorios del control
Precisamente, esta queja por recurso extraordinario denegado pretende que la Corte Suprema
subsane este grave error, que lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva de la víctima que
representamos, que como dijimos incluye el derecho a transitar las vías recursivas previstas en la
ley interna y obliga a los jueces a demostrar que se ha satisfecho el deber de investigar con
debida diligencia y evitar la impunidad de un crimen de Estado que vulnera derechos humanos
(cfr. Corte IDH, Caso Carpio Nicolle y otros. Sentencia de 22 de noviembre de 2004. Serie C
No. 117; Caso Bulacio. Sentencia de 18 de septiembre de 2003. Serie C No. 100; Caso Bueno
IV. PETITORIO
1-Se tenga por interpuesto en tiempo y forma la queja por Recurso Extraordinario Federal
denegado contra el resolutorio que confirma el rechazo a ser querellante de Erma Peteñik y la
Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA
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