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4.

Tejiendo la Historia, Articulando el presente: El caso Brasileño

En este capítulo se abordara la problemática de derechos humanos en Brasil a


partir de los años 80, con la intención de ubicar el momento en el que surgió la
preocupación por la educación en/para los derechos humanos. Para el desarrollo
del mismo la autora lo estructura en 4 momentos, la situación de derechos
humanos dentro del proceso de redemocratización que se vivió en el país, el
proceso de construcción de la educación en/para los derechos humanos en Brasil
hasta el presente, el Significado de la educación en/ para los derechos humanos
mediante el análisis de entrevistas fruto del trabajo de campo y por último los
desafíos actuales de la educación en y para los derechos humanos en la
construcción de la democracia del país.

Derechos humanos y proceso de democratización:

A partir de los 80s finaliza el periodo de la dictadura militar y comienza la etapa de


redemocratización en donde se identifican dos tenciones. La primera Crecimiento-
económico y desarrollo social, y la otra el Rol del Estado y la sociedad civil.

En cuanto a la primera tensión se señala que el proceso de Redemocratización a


finales de los 70s estuvo acompañado de distintas huelgas las cuales coincidían
con un proceso de recesión económica, debilitamiento de la industria, deuda
externa e inflación. Por otra parte, esta época fue considerada como el auge de
ventajas políticas y sociales, ligadas principalmente a la libertad de expresión,
organización electoral, y garantías para un proceso electoral regular.

Desarrollando la segunda tensión, la autora propone que los 60 a 70s estuvieron


caracterizados por la violencia arbitraria del estado y el irrespeto a las garantías
fundamentales, lo que hizo que gran cantidad de grupos se volvieran contra el
régimen autoritario en nombre de la defensa de los derechos humanos. Para ello
se crean las Comisiones de Justicia y Paz por parte de la Arquidiócesis de San
Pablo en 1970, con el fin de denunciar la tortura y los asesinatos de disidentes y
presos políticos revelando las condiciones de las prisiones brasileñas. Llegados
los 80s el gobierno federal se niega en reconocer la existencia de violaciones de
derechos humanos durante su mandato, más bien, atribuye esta problemática al
subdesarrollo del país y al sabotaje suscitado por sus adversarios.

El paso del periodo de dictadura a la construcción de la democracia en Brasil se


da a partir de la creación de la Constitución de 1988 conocida como la
“Constitución Ciudadana”. Allí se reconoce la dignidad humana, la protección de
los derechos humanos y la promulgación de una sociedad libre y justa. Después
de este suceso en los 90s se pone en cuestión el modelo de gobierno
democrático, debido a la crisis económica en la que se encontraba el país, lo cual
obligo a reiterar las prácticas de las elites políticas , con el fin de fortalecer la
concentración de la renta a costa de la poca atención a los derechos sociales y
aumento de la exclusión social alimentado por la llegada del Neoliberalismo
debilitando instancias políticas en relación con la democracia, también procesos
organizativos como sindicatos y partidos políticos.

Hacia 1995 se crea la Comisión de derechos humanos la cual estaba subordinada


al Ministerio de Justicia, en donde se buscaba realizar una reparación a las
victimas centrada en lo financiero, posteriormente se crea el Programa Nacional
de Derechos Humanos en 1996 en donde los derechos humanos son puestos en
la agenda nacional, este programa es elaborado por el Ministerio de Justicia y
diversas organizaciones sociales con la finalidad de identificar los diferentes
obstáculos que inviabilizaban la protección y promoción de los derechos
humanos, para lograr esto se deben presentar propuestas de carácter
administrativo, legislativo y político-cultural, con el fin de resolver estas falencias.
Durante finales de los 90s se van gestando movimientos sociales los cuales
encaminan su lucha a “el derecho a tener derechos” asumiendo una oposición
ante el autoritarismo social y representando un poder político y cultural reflejado
en la acción colectiva y la unión entre etnias, géneros e intereses.

A lo largo de esta década se van creando planes nacionales de derechos


humanos. Hasta el 2003 bajo el gobierno de Lula da Silva se crea la Secretaria
Especial de derechos Humanos, la cual cumple la función de articular e
implementar políticas públicas en pro de los derechos humanos. Es así como se
crea el Comité Nacional de Educación en Derechos Humanos en donde se
elabora el Primer Plan nacional de Educación en D.H, en donde se sitúan a
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, organismos
internacionales, universidades, escuelas, medios de comunicación e instituciones
de seguridad y justicia como aquellos que contribuyen a la construcción de una
cultura encaminada al respeto de los Derechos Humanos.

Educación en/para los Derechos Humanos en Brasil

La autora toma como referentes a las profesoras Vera Candau y Aida Monteiro
quienes señalan que la primera fase sucede en la década del 60 y 70 la cual es
denominada como “activismo político” debido a que la educación en derechos
humanos era practicada en la clandestinidad, de forma espontánea y basada en
el sentido común, debido a que en el mismo periodo se encontraba instaurada una
dictadura y estas prácticas podrían llegar a cuestionar este Estado autoritario. En
esta época también se hacen obligatorias en las escuelas de primaria y
secundaria, las asignaturas de Educación Moral y Cívica, Organización Social y
Política de Brasil con el propósito de reforzar el ideario de seguridad nacional y la
estabilidad del modelo de estado basado en el autoritarismo de ese entonces.

La segunda fase ocurre en el proceso de transición a la redemocratización del


país en donde se intenta la construcción de un Estado de derecho, una cultura
política, y una ciudadanía activa, mediante el reconocimiento de los derechos
humanos; es aquí donde surgen las experiencias en educación en/para los
derechos humanos propiamente dichas. Es así como en 1985 se citan a varios
profesionales del area del derecho y se les ofrece una beca de un Curso
Interdisciplinario en Derechos humanos el cual se llevara a cabo en Costa Rica. A
partir de esta experiencia se van tejiendo redes tanto locales, como
internacionales (especialmente en países del cono sur) que comienzan a introducir
este tipo particular de educación en el país, cabe destacar que esta educación
también es promovida por Sindicatos y organizaciones no gubernamentales que
capacitan a maestros de educación básica y media, e incluso a líderes
comunitarios que desembocara posteriormente en el Movimiento de Reorientación
Curricular (MRC) hacia 1992 propuesto por Pablo Freire quien proponía una
educación liberadora y problematizadora.

Los 90s representan la tercera fase en donde su característica principal


corresponde a la expansión de la educación en derechos humanos ya que se crea
el Programa Nacional de Derechos Humanos y la Secretaria de derechos
Humanos, subordinada al Ministerio de Justicia. En esta etapa se encuentran dos
movimientos, por una parte aquel que había heredado los ideales de Paulo Freire
y por otro lado, aquellos que querían la integración del Gobierno Federal y por
tanto crean la Comisión de Justicia y paz de San Pablo. Así mismo surgen una
serie de iniciativas en distintos lugares de Brasil, algunos son la Red de Derechos
Humanos y Cultura de Rio Grande, el Movimiento de educadores en derechos
humanos, la organización Acción Educativa y Fase. Para finalizar, es importante
señalar el Comité Nacional de Educación en Derechos Humanos de donde se
desliga el Plan Nacional de educación en derechos humanos aún vigente, ya que
este corresponde al eje fundamental de políticas públicas en derechos humanos el
País hoy en día.
Significado y retos de la educación en/para los derechos Humanos

En esta parte del texto se presentan una serie de entrevistas a ocho especialistas
cuatro mujeres y cuatro hombres los cuales son de distintas partes de Brasil y de
edades variadas, también se hace referencia a aspectos relacionados con el
acercamiento de los entrevistados a los derechos humanos, en donde algunos
dicen tener influencias de sus familias, por ejemplo, padres abogados o
profesores; otros argumentan haberse acercado a ellos mediante una coyuntura
(dictadura en Brasil o Segunda Guerra Mundial) y una minoría adjudicaba su
acercamiento debido al ejercicio mismo de la profesión.

En cuanto a la vinculación a los procesos de educación en derechos humanos


gran parte de ellos han participado a partir de la segunda década de los 80s en el
Comité Nacional de Educación en derechos humanos y en programas como la
Red Brasileña de educación en DH. También, se enfatiza en el significado para los
entrevistados de realizar este tipo de educación, en donde la gran mayoría
coinciden en que esto es un proyecto ligado a lo político, que surge principalmente
durante su militancia como estudiante en época de la dictadura, como una apuesta
de construcción de una democracia real.

Cabe también resaltar los retos a los que se enfrenta la educación en/para los
derechos Humanos, los cuales están ligados a la articulación de la sociedad civil
con actores gubernamentales, como actores principales de la instauración de un
proceso de democratización, pueden llegar a ser contradictorios, pero que con
una adecuada interlocución podrían lograrlo ya que cumplen un mismo objetivo y
es consolidar una verdadera democracia, otro de los desafíos es pensar en la
característica de los derechos humanos, ¿son acaso Universales, promulgan la
igualdad o la diferencia? Con la intención de construir una cultura de los derechos
ya que la mentalidad de la sociedad de Brasil se encuentra muy permeada por los
valores del Autoritarismo centrados en la desigualdad.

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