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INTRODUCCIÓN

El cáncer de piel es el cáncer más frecuente en el ser humano. Se sabe que ha


aumentado su frecuencia en los últimos años a nivel mundial. En nuestro país
desafortunadamente los pacientes con tumores de la piel acuden en etapas muy
avanzadas, sobre todo los melanomas, cuando ya no se puede ofrecer tratamiento, por
lo que es importante que los médicos generales, otros especialistas así como
estudiantes de medicina y público en general cuenten con conocimientos para detectar
en forma temprana el cáncer de la piel.

Es por ello que con el presente informe se plantea informar a los estudiantes del
primer semestre de la carrera de medicina de la universidad evangélica boliviana sobre
las características generales y medios de diagnóstico, atención y prevención del cáncer
de piel.

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Objetivo general

Proporcionar información adecuada a los estudiantes de la universidad evangélica


del primer semestre de la carrera de medicina a través de un estudio monográfico, sobre
lo que es el cáncer de piel.

Objetivos específicos

 Describir qué es el cáncer de piel, clasificación y síntomas.

 Indagar las causas y factores de riesgo del cáncer de piel.

 Detallar los métodos de diagnóstico y tratamiento a seguir ante un diagnóstico de


cáncer de piel.
 Exponer métodos de prevención del cáncer de piel para evitar que aumente dicha
enfermedad.

Justificación

Al ser el cáncer de piel un problema frecuente en la salud humana, con la


información recopilada se pretende exponer cuáles son las causas de ésta enfermedad,
y sobre todo proporcionar medidas de prevención, para que la población estudiantil tome
precauciones al momento de exponer su piel a diversos factores causantes de este
problema, y así mismo sean agentes informativos hacia a otras personas y se pueda
crear conciencia en la población sobre la importancia de conocer esta enfermedad.

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CAPITULO I
CÁNCER DE PIEL

1.1 Objetivo

 Describir qué es el cáncer de piel, clasificación y síntomas.

1.2 Definición de cáncer

El cáncer puede considerarse una enfermedad de las células del organismo que
implica daño al ADN celular; y que se acumula con el tiempo. Cuando éstas células
lesionadas evaden los mecanismos que se ponen en juego para proteger al organismo
del crecimiento y la diseminación de las mismas, se establece una neoplasia que es una
formación de tejido nuevo y anormal que no desempeña una función útil y que destruye
el tejido circundante y se disemina a tejidos distantes (Mahan, 2001).

Existen numerosos tipos cánceres, entre los que destacan 3 subtipos principales.
En primer lugar hay que mencionar los sarcomas, que proceden del tejido conjuntivo
presente en los huesos, cartílagos, nervios, vasos sanguíneos, músculos y tejido
adiposo. El segundo tipo lo constituyen los carcinomas que surgen en los tejidos
epiteliales como la piel o las mucosas que tapizan las cavidades y órganos corporales
como el sistema respiratorio o digestivo o en los tejidos glandulares de la mama y la
próstata. Los carcinomas incluyen algunos de los cánceres más frecuentes como el
cáncer de pulmón, el de colon o el de mama. Los carcinomas de estructura similar a la
piel se denominan carcinomas de células escamosas. Los que tienen una estructura
glandular se denominan adenocarcinomas. En el tercer subtipo se encuentran las
leucemias y los linfomas, que incluyen los cánceres que se originan en los tejidos
formadores de las células sanguíneas. Pueden producir una inflamación de los ganglios
linfáticos (adenopatías), aumento de tamaño del bazo (esplenomegalia) o invasión y

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destrucción de la médula ósea, así como una producción excesiva de leucocitos o
linfocitos inmaduros.

En el caso de esta investigación se abocará a estudiar el cáncer que afecta a la


piel.

1.3 Cáncer de piel

El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente en el ser humano. Es tan


frecuente que se establece que casi el 100% de la población sufrirá un cáncer de piel a
lo largo de su vida, si vive lo suficiente.

El cáncer de piel engloba a un conjunto de enfermedades neoplásicas que tienen


diagnóstico, tratamiento y pronóstico muy diferente. Lo único que tienen en común es la
misma localización anatómica: la piel.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y puede llegar a medir
alrededor de dos metros cuadrados en un adulto. Este órgano almacena vitamina D,
grasa y agua. Es importante conocer que la piel tiene varias capas, sin embargo las más
importante son la capa externa y la capa interna, la primera es conocida también como
epidermis mientras que a la segunda se le denomina dermis. Este tipo de cáncer se
desarrolla en los tejidos de la piel, específicamente en la epidermis y está formado por
tres tipos de células: basales, melanocitos y escamosas.

El cáncer de piel es el crecimiento descontrolado de células anómalas de la piel.


Sobreviene cuando el daño en el ADN de las células de la piel (provocado,
principalmente, por la radiación ultravioleta procedente de la luz solar o de las camas de
bronceado) desencadena mutaciones o defectos genéticos que hacen que las células
de la piel se multipliquen rápidamente dando lugar a tumores malignos.

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1.4 Clasificación y descripción del cáncer de piel

Para fines prácticos al cáncer cutáneo se le ha dividido en dos grandes grupos:


cáncer de piel y melanoma. Dentro del primer grupo vamos encontrar principalmente al
carcinoma basocelular y al carcinoma epidermoide. Hay por supuesto otros tumores
malignos en la piel como pueden ser carcinomas de glándulas sebáceas, sudoríparas,
sarcomas o manifestaciones en piel de neoplasias internas pero son de observación
rara.

1.4.1 Cáncer de piel melanoma

Esta enfermedad se desarrolla en los melanocitos, células de la piel que


producen la melanina que le da color. Los melanocitos se encuentran en la epidermis,
capa de la piel más externa.

El melanoma es el tipo de cáncer de piel menos común y más grave. Puede


extenderse fácilmente a otras partes del cuerpo a través de la sangre o del sistema
linfático. Si se diagnostica pronto, su pronóstico es mejor.

Se puede presentar a partir de lunares ya existentes, o como una formación


nueva, pequeña y pigmentada, que aparece en una zona de la piel normal.

Habrá que consultar con el médico siempre que se note un cambio en el tamaño,
forma o color de un lunar. O un lunar que está hinchado o que duele al tocarlo o que
exuda o sangra.

Por lo general, en los hombres suele aparecer en el tronco y en las mujeres, es


más frecuente en la parte inferior de las piernas. Estas personas suelen tener la piel
clara. Puede aparecer en personas de piel más oscura, en zonas de las manos, planta

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de los pies, y debajo de las uñas. En algunos casos muy poco frecuentes, el melanoma
puede aparecer en otros tejidos distintos de la piel, como el intestino o el interior del ojo.

El melanoma representa un 4% de todos los tipos de cáncer de piel. Pero, debido


a su malignidad, es responsable de, aproximadamente, un 79% de las muertes por
cáncer de piel.

El número de personas afectadas por este tipo de cáncer ha aumentado en los


últimos años. En España se ha multiplicado por más de tres en varones y por algo más
de dos en mujeres, en los últimos veinte años. En Estados Unidos, el número de casos
se ha multiplicado por dos, desde 1973, y mueren aproximadamente unas 6.000
personas al año.

1.4.2 Cáncer de piel no melanoma

1.4.2.1 El carcinoma de células escamosas

El carcinoma de células escamosas (o carcinoma epidermoide) se desarrolla en


las capas intermedias de la epidermis y supone el 20% de todos los casos de cáncer de
piel.

Aparece normalmente en áreas que han estado expuestas al sol, como la parte
superior de la nariz, orejas, frente, labio inferior y dorso de las manos.

Puede darse también en aquellas zonas de la piel que hayan estado en contacto
con productos químicos, que hayan sido sometidas a radioterapia, o que se hayan
quemado. En el área genital, aparece con menor frecuencia.

Generalmente suele presentarse un abultamiento rojo y duro. A veces, puede


tener un aspecto, escamoso, o sangrar y desarrollar una costra que nunca cura. A

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medida que aumenta de tamaño va teniendo forma nodular y, en ocasiones, presenta
una superficie verrugosa. Al final, se convierte en una úlcera abierta y crece dentro del
tejido subyacente.

A través del sistema linfático, puede extenderse a cualquier parte del cuerpo,
aunque esto sucede muy pocas veces. Es un tumor con tendencia a crecer y a recaer
en el mismo sitio, una vez extirpado. Pero no tiende a esparcirse.

1.4.2.2 El carcinoma de células basales

Carcinoma de células basales (también llamado carcinoma basocelular o


basalioma) es el tipo más común de cáncer de piel no melanoma. Alrededor del 75% de
todos los tumores cancerosos de la piel son carcinomas de células basales.

Afecta a la capa inferior de la epidermis, formada por células basales. Y suele


darse en aquellas zonas que han estado expuestas al sol, como la cabeza y el cuello.

Su crecimiento es lento y rara vez se extiende a otras partes del cuerpo por lo
que es menos agresivo que el carcinoma de células escamosas. Aunque no por esto hay
que dejar de tratarlo, ya que si no se hace, con el tiempo, se extenderá a los tejidos
circundantes.

El aspecto que presenta es un pequeño abultamiento con una apariencia suave


y brillante. Pero también puede tener forma de cicatriz, siendo firme al tacto.
Generalmente se desarrolla de forma lenta aunque la velocidad varía de uno a otro.

No es infrecuente que vuelva a aparecer una vez que la persona ha sido tratada.
Del 35% al 50% de las personas diagnosticadas, desarrollarán un nuevo cáncer de piel
en un plazo de cinco años a partir del primer diagnóstico.

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1.4.2.3 Otros tipos menos frecuentes

Sarcoma de Kaposi: se origina en la dermis aunque también puede darse en los


órganos internos.

El sarcoma de kaposis adopta dos formas:

 Aquella que se suele desarrollar en las persona enfermas con el síndrome de


inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y en niños y jóvenes del África ecuatorial.
Esta forma crece muy deprisa y suele afectar a los órganos internos.

Antes de la aparición de esta enfermedad, sólo la solían presentar ancianos de


origen europeo mediterráneo. En estas personas crece de forma muy lenta sobre
la piel y rara vez se propaga.

En los primeros el aspecto característico es una peca rosada, roja o púrpura de


forma redondeada u ovalada, en cualquier parte del cuerpo aunque es más
frecuente en la cara.

 En los segundos, suele aparecer como una mancha de color violáceo o pardo
oscuro en las piernas o en los dedos de los pies. Suele aumentar su profundidad
ocasionando una úlcera sangrante. También puede diseminarse por la pierna.

Linfoma cutáneo, se produce cuando los linfocitos de la piel (células del sistema
inmunológico o de defensa) se vuelven malignos. La dermis contiene un número
considerable de linfocitos. El tipo más común de éstos, es el linfoma cutáneo de células
T o micosis fungoide. Se desarrolla durante varios años, de forma muy lenta. En los
estadios iniciales, se puede notar picor en la piel y presentar zonas oscuras y secas.
Cuando la enfermedad se ha desarrollado se la denomina micosis fungoide.

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Esta enfermedad puede extenderse a través de los vasos linfáticos a otros
órganos como el pulmón, hígado, etc.

Cuanto más pronto se realice el diagnóstico, más posibilidades hay de curación.

1.5 Síntomas en general

El cáncer de piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en


la piel. En general, hay que consultar por cualquier mancha que crezca, cambie de forma
o de color, sobre todo si se oscurece. También si se abulta, pica o sangra.

Los carcinomas de células basales aparecen en forma de áreas de color rojo,


planas o escamosas, o de pequeñas áreas cerosas, brillantes y traslúcidas al relieve que
pueden sangrar. Puede haber algún vaso sanguíneo irregular visible, o mostrar áreas de
color azul, café o negro.

Los carcinomas de células escamosas pueden tener forma de protuberancias


crecientes, de superficie áspera, o planos como manchas rojizas de la piel que crecen
lentamente.

El melanoma puede aparecer como un cambio en aquellas manchas de la piel.


Cualquier llaga, protuberancia, marca, etc. que sea sospechosa pudiera ser un
melanoma. La piel puede volverse áspera o escamosa o puede sangrar o exudar.

Se puede dar un melanoma a partir de un lunar, que cambie de aspecto, o textura.


Por lo general, un lunar es una mancha de color uniforme, de color café, canela o negro
en la piel. Tienen menos de seis milímetros de diámetro y puede estar presente desde
el nacimiento o puede aparecer en la infancia o juventud.

La mayoría de las personas tienen lunares que son benignos. Es importante


reconocer sus cambios.

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La regla del ABCDE puede ayudar a reconocer las características de un
melanoma:

 Asimetría: Ver si es igual la mitad superior y la inferior y la derecha y la izquierda.


La simetría indica benignidad.
 Bordes: Bordes regulares indica benignidad, mientras que irregulares sugieren
malignidad.
 Color: Si aparece de un solo color y homogéneo no debe preocuparnos. Si por el
contrario aparecen 2 ó 3 colores, debemos consultar con el especialista. Diámetro:
Los mayores de 6 mm deben ser revisados.
 Evolución: Ver cómo se comporta con el paso del tiempo. Una lesión que
permanece sin cambios sugiere benignidad, ante el mínimo cambio de una lesión
debe ser evaluada.

Aunque esta regla es útil para la mayoría de los melanomas, no todos se ajustan
a estas características.

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CAPITULO II
CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

2.1 Objetivo

 Indagar las causas y factores de riesgo del cáncer de piel.

2.2 Causas del cáncer de piel

En La gran mayoría de los cánceres de piel la predisposición genética es la


principal causa de la aparición del cáncer de piel, no obstante existen otros factores
identificados que también intervienen, como por ejemplo algunos agentes químicos, las
infecciones por el virus del papiloma humano, incluso inmunodepresión y la radiación
ultravioleta.

Las causas más frecuentes son dependiendo del tipo de cáncer de piel, este
puede tener diversas causas:

 Melanoma: Uno de los principales factores de riesgo para la aparición del


melanoma es una exposición básicamente excesiva a la radiación UV con
varias quemaduras solares sobre todo mientras la etapa infantil. Las personas
con cabello pelirrojo o rubio y un fototipo claro tienen un mayor riesgo de
padecerlo. De igual forma al parecer el componente hereditario también
desempeña un papel en su desarrollo.

 Cáncer de piel no melanoma: La principal causa es a menudo el efecto de


una radiación solar extensa sobre la piel desprotegida, así mismo también
otros factores como un sistema inmune debilitado, los rayos X o el tener

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contacto con algunas sustancias cancerígenas podrían derivar en el desarrollo
de este tipo de cáncer.

 Basalioma: Si la piel está expuesta por un periodo de tiempo extenso a una


radiación solar alta, el riesgo que se origine un basalioma va creciendo. Este
tipo de tumor afecta básicamente a la piel desprotegida de la cabeza, el cuello
y del rostro. Asimismo la predisposición hereditaria también incrementa la
posibilidad de padecerlo. Otros factores como una inmunodeficiencia, los
rayos X o el arsénico podrían favorecer el desarrollo de un carcinoma
basocelular.

 Carcinoma espinocelular: La causa principal del carcinoma espinocelular es


básicamente por el efecto del sol sobre la piel por un periodo largo. Por lo
general está antecedido por una queratosis actínica. Otros desencadenantes
que ayudan a la aparición podrían ser, por ejemplo, heridas e inflamaciones
crónicas, un sistema inmune debilitado, cicatrices o exposición a rayos X.

 Queratosis actínica: La queratosis actínica se debe a una exposición


agresiva de la piel a la luz solar. Los daños causados por la radiación
desembocan en un incremento de las células de la capa superior de la piel, a
consecuencia de lo cual podría surgir un carcinoma espinocelular.

2.3 Factores de riesgo

La causa que provoca este tipo de cáncer no es del todo conocida. Sí que se han
estudiado determinados factores que influyen en su aparición.

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2.3.1 Factores ambientales

La exposición excesiva al sol influye en la producción de estos cánceres. Personas


que trabajan en el exterior, como agricultores y marineros, presentan una mayor
incidencia. Se suelen producir en la piel expuesta, frecuentemente en cabeza y cuello.

Aunque la luz solar ayuda a sintetizar las vitaminas A y D, la exposición excesiva,


produzca o no quemaduras, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluyendo
el melanoma maligno.

Existe una correlación entre el riesgo de melanoma y la latitud. También influye el


período de tiempo durante el que ha vivido una persona en países de latitudes
ecuatorianas, lo que significa una exposición excesiva al sol mantenida durante un
período de la vida.

No sólo influye la exposición prolongada sino que una exposición intensa al sol,
puntual, durante unas vacaciones por ejemplo, constituye un factor de riesgo de
melanoma.

Los melanomas difieren de los tumores malignos de la piel de tipo no melanoma


con respecto al sexo, edad y localización corporal. La mayor parte de los melanomas
malignos cutáneos no ocurren en zonas que reciben la dosis ultravioleta acumulada
mayor.

Aunque no se conoce exactamente cuál es el esquema más peligroso de


exposición al sol, algunos estudios apoyan la hipótesis de que la exposición intensa e
intermitente a la radiación ultravioleta de la piel que se encuentra normalmente protegida
es la responsable de la formación del melanoma.

La edad también parece influir y las quemaduras producidas por el sol antes de los
15 años aumentan el riesgo de melanoma al doble.

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2.3.2 Características físicas

Las personas de raza blanca de origen escocés, inglés o irlandés con el pelo
rubio o rojizo, los ojos claros y abundantes pecas son especialmente susceptibles.

El melanoma es muy raro en la población negra u oriental siendo predominante,


cuando se da, en zonas poco pigmentadas como las palmas y plantas y su pronóstico
es peor.

La sensibilidad de la piel al sol y la dificultad para broncearse, aumenta el riesgo


de melanoma.

La reacción cutánea a la luz solar se relaciona con factores como la pigmentación


de la piel, el número de pecas en la infancia o edad adulta y el número de nevi
(formaciones parecidas a lunares y que son tumores melanocíticos benignos),
constituyendo todos ellos factores de riesgo para el melanoma maligno cutáneo.

La mayor incidencia de nevus en individuos de raza blanca conduce a la idea de


que la radiación ultravioleta desarrolla un papel importante en el desarrollo de nevus. Se
ha comprobado la existencia de mayor número de nevus en zonas de la piel expuestas
al sol que en zonas protegidas, asociándose su aumento con una mayor propensión a
quemarse que a broncearse, el número de quemaduras solares, la tendencia a las pecas
y el estilo de vida relacionado con una mayor exposición solar. Una persona con piel
sensible al sol, más de 150 nevus melanocíticos y algún nevus displásico (con aspecto
microscópico similar a las células malignas del melanoma), podría presentar 50 veces
más riesgo de melanoma que otra persona sin estas características.

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2.3.3 Factores genéticos

El síndrome del epitelioma basocelular nevoide es un trastorno hereditario en el


que los pacientes desarrollan un gran número de epiteliomas basocelulares desde la
segunda década de la vida y que, finalmente, afectan a cualquier zona de la piel.

El xeroderma pigmentoso es un trastorno hereditario que se produce por una


alteración en la reparación del ADN, se asocia también con la aparición de carcinomas
cutáneos múltiples.

En el melanoma maligno cutáneo se ha descrito una predisposición familiar. El


riesgo estimado de presentarlo es del 70% en pacientes con melanosis neurocutánea y
distintos tipos de xeroderma pigmentosum, del 1% en hijos de pacientes con melanoma
solitario no familiar y del 6% en familias con síndrome del nevus displásico e historia de
dos o más melanomas malignos.

2.3.4 Inmunosupresión

Aquellas personas que han sido tratadas con medicinas que les deprimen su
sistema inmunológico, tienen mayor predisposición a desarrollar un melanoma.

2.3.5 Sobreexposición a lámparas y cabinas bronceadoras

Las lámparas y cabinas bronceadoras son una fuente de radiación ultravioleta.


Una exposición excesiva aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

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2.3.6 Edad

Aproximadamente la mitad del número de casos de melanomas se presenta en


personas mayores de 50 años.

2.3.7 Otros factores

La exposición a carcinógenos, los traumatismos o cicatrices, las lesiones por


radiación crónica y las infecciones virales, son algunos de los factores predisponentes al
cáncer de piel.

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CAPITULO III
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO

3.1 Objetivo

 Detallar los métodos de diagnóstico y tratamiento a seguir ante un diagnóstico de


cáncer de piel.

3.2 Tratamiento

El médico se basará en los síntomas que presente la piel del paciente y la historia
clínica.

Cuando se sospeche la existencia de alguna anomalía, se realizará una biopsia.


Con la biopsia se analiza el tejido bajo el microscopio para examinar el tipo de células
que presenta.

Dependiendo de donde se encuentre la alteración de la piel y del tipo que sea,


así se realizará un tipo de biopsia u otro.

Biopsia por raspado: se insensibiliza la zona de piel a biopsiar con anestesia


local y se raspan las capas superiores de la piel con una hoja de bisturí.

Biopsias incisionales y escisionales: se extrae una cuña de piel. Se realiza


para tumores más profundos. Con la biopsia incisional sólo se extrae una parte del tumor
para analizarlo. Con la biopsia excisional se extirpa todo el tumor. Si la extensión de la
piel afectada es grande, se realizará una biopsia incisional, en un primer momento, para
no deteriorar mucho la imagen de la persona.

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Biopsia por aspiración con aguja fina: se utiliza una jeringuilla con una aguja
fina para extraer pequeñas partículas del tumor. No se utiliza para el diagnóstico de un
lunar sospechoso pero sí para biopsiar los ganglios linfáticos cercanos a un melanoma.

Cuando se sospecha que el estadio del cáncer es alto, se realizarán otras


pruebas para el diagnóstico de la extensión como escáneres, análisis o pruebas de
medicina nuclear.

3.3 Tratamiento del cáncer de piel

3.3.1 Cáncer de piel no melanoma

La mayoría de los carcinomas de células basales y de células escamosas se


curan mediante cirugía menor. Existen varios tipos de cirugía que se emplearán según
sea la localización y el tipo de tumor.

Escisión simple: el tumor y una porción de tejido circundante se extirpan


mediante bisturí. Luego se cosen los bordes.

Criocirugía: se utiliza nitrógeno líquido para congelar y así destruir las células
malignas. En la actualidad sólo está indicada en las queratosis actínicas (lesiones
precancerosas).

Cirugía de Mohs: este procedimiento quirúrgico utilizado para tratar el cáncer de


piel no melanoma (sobre todo el cáncer basocelular de la cara) consiste en extraer capas
individuales de tejido canceroso y examinarlas una por una bajo un microscopio para
valorar si está suficientemente extirpada, tanto en superficie como en profundidad.

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Cirugía por láser: se utilizan los rayos láser para vaporizar las células
cancerosas. Esta técnica se emplea en el carcinoma de células basales muy
superficiales y en el carcinoma de células escamosas in situ.

Cirugía de ganglios linfáticos: si los ganglios cercanos al cáncer están


inflamados habrá que extirparlos mediante cirugía. Hoy día se emplea la técnica del
ganglio centinela en muchos casos de melanoma.

3.3.2 Quimioterapia

Existen diversas formas de administración y numerosos tratamientos, cuyas


formulaciones avanzan rápidamente a medida que la ciencia progresa.

Cuando se emplean de forma tópica, los fármacos llegan a las células más
cercanas de la superficie de la piel por lo que este modo de empleo se utilizará sólo para
las condiciones premalignas. Este tipo de medicamento enrojece la zona donde se
aplica, y la hace más sensible al sol, por lo que habrá que protegerla durante unas
semanas del sol.

Si el cáncer se encuentra en una etapa avanzada se empleará la quimioterapia


sistémica, es decir, aquella que llega a todas las partes del organismo. Este último tipo
(administrada sola o junto con la radioterapia) no puede curar un cáncer de la piel no
melanoma que haya hecho metástasis.

3.3.3 Interferón

Mejora un tanto el pronóstico de los pacientes operados de melanoma,


disminuyendo el riego de aparición de metástasis. Es un tratamiento inyectable de
duración en torno a un año y con un cierto número de efectos adversos, por lo que se

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suele reservar para los casos de melanoma de mayor riesgo, como aquellos más
profundos o con afectación de los ganglios linfáticos.

3.3.4 Radioterapia

Consiste en el empleo de rayos de alta energía, como rayos X, para destruir o


disminuir el número de células cancerosas. Es un tratamiento local. Se desarrolla a lo
largo de unos días, y la paciente va de forma ambulatoria a la clínica o sala donde se
realice la radioterapia; no tiene que estar ingresada para ello.

En sí, el tratamiento dura unos minutos. No es doloroso sino que es algo parecido
a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está concentrada en la zona afectada.

La radioterapia se utiliza en este tipo de cáncer en aquellos pacientes que no


pueden someterse a cirugía por su estado general. En principio, las personas de edad
muy avanzada pueden tener problemas para ser intervenidos quirúrgicamente. Así el
segundo tratamiento de elección sería la radioterapia.

Este tratamiento puede curar aquellos tipos de cáncer que se encuentre en


estadios bajos. También puede retrasar el crecimiento de aquellos tumores más
avanzados.

La radioterapia también puede utilizarse como ayuda al tratamiento de cirugía.


Tras ésta, y para asegurar que no se quede ninguna célula cancerosa, se somete al
paciente a un tratamiento con radioterapia. También se puede utilizar para radiar las
metástasis en otros órganos.

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3.3.5 Carcinoma de células basales

Hoy día el tratamiento de elección de carcinoma de células basales es la terapia


fotodinámica. Se trata de aplicar un producto tópico que actúa como fotosensibilizador
(el ácido aminolevulínico). Este producto es captado de modo específico por las células
tumorales en unas dos o tres horas. Tras este tiempo se somete al paciente a una luz
láser especial. Las células tumorales sensibilizadas por el ácido son destruidas cuando
se someten a ocho minutos de láser. Este procedimiento se debe repetir
aproximadamente al mes.

Tras este tratamiento el carcinoma de células basales (carcinoma basocelular)


se cura en más del 95% de los casos sin dejar cicatriz.

La técnica que mayor índice de curación presenta para estos tumores es la


cirugía de Mohs que resulta beneficiosa para los que se presentan en orejas, ojos, nariz,
frente, cuero cabelludo, dedos y área genital. Esta cirugía se emplea para el tratamiento
de tumores de gran tamaño, tumores localizados en determinadas áreas críticas y
tumores que han reaparecido después de otros tratamientos.

3.3.6 Carcinoma de células escamosas

La escisión es la técnica que se suele emplear en este tipo de tumores; no


obstante, cuando son muy superficiales, también se ha demostrado la efectividad de la
terapia fotodinámica.

Para los tumores que se han extendido a otras zonas, tanto en los carcinomas
basales como en los carcinomas de células escamosas, se empleará los tratamientos
mencionados anteriormente a modo general.

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3.3.7 Cáncer de piel melanoma

Los estadios localizados del melanoma tienen unas posibilidades elevadas de ser
curados con cirugía. El empleo de ésta para los diseminados se utilizará con intención
paliativa, es decir, para disminuir los síntomas.

Cirugía: La lesión primaria debe ser extirpada, incluyendo piel, tejido celular
subcutáneo y aponeurosis. Como para realizar el diagnóstico se habrá realizado una
biopsia escisional, deberá cortarse por la cicatriz con un margen amplio, entre dos y tres
centímetros.

Para los melanomas menores de 0,76 mm., será suficiente extirpar un margen
de 1 cm.

Cuando hay ganglios afectados, deberán ser extirpados. Esto se realizará


cuando se evidencie una inflamación de los ganglios.

Biopsia de ganglios centinelas: esta técnica se encuentra en estudio y puede


realizarse o no según el criterio médico. Consiste en averiguar qué ganglio es el que se
drena fluido linfático a la zona del melanoma y analizarlo. Para ello lo que se hace es
inyectar una sustancia, coloreada o con un componente radioactivo, en la zona del
melanoma. Al cabo de un tiempo, se podrá observar coloreado o con el compuesto
radioactivo aquel ganglio que haya absorbido la sustancia y que será el que pueda
contener mayor número de células cancerosas, si el cáncer se ha extendido. Cuando se
ha localizado el ganglio, se toma una muestra y se analiza al microscopio. Si presenta
células cancerosas, se extirpará. También se extirparán los ganglios linfáticos restantes
de esa zona.

Si se ha evidenciado la existencia de metástasis en otros órganos, puede


realizarse una cirugía aunque no tenga como objetivo la curación. A veces la extirpación

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de metástasis en otros órganos, aumenta el tiempo de vida del paciente o, por lo menos,
mejora los síntomas que éste presenta.

La quimioterapia sistémica: se emplea como tratamiento paliativo de los


síntomas.

Se utiliza después del tratamiento de cirugía en algunas metástasis dérmicas,


cerebrales, intestinales u óseas.

El tratamiento con un solo fármaco o con combinación de ellos es poco eficaz y


las tasas de respuesta no superan el 30%. El tiempo de curación es poco. Aún así se
siguen realizando investigaciones combinando varios fármacos.

Los medicamentos que se utilizan con más frecuencia son la dacarbacina (DTIC),
la carmustina (BCNU), el taxol, el platino, la vinblastina y la vincristina.

Se pueden emplear distintas combinaciones de medicamentos, recientemente se


han descrito resultados alentadores con la asociación de DTIC, platino, BCNU y
tamoxifeno.

Algunas combinaciones de quimioterápicos se pueden asociar a medicamentos


de inmunoterapia como son el interferón, la interleukina-2 y los anticuerpos
monoclonales.

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CAPITULO IV
PREVENCIÓN

4.1 Objetivo

 Exponer métodos de prevención del cáncer de piel para evitar que aumente dicha
enfermedad.

4.2 Medidas de prevención

El principal factor de riesgo en este cáncer es una exposición excesiva a la


radiación ultravioleta. Evitar una intensa o prolongada exposición al sol, intentando no
exponerse en horas en las que la radiación solar es mayor es la mejor medida de
prevención que se puede utilizar.

Otras formas son la utilización de materiales que protejan aquellas zonas más
delicadas como es el uso de sombreros, de gafas que absorban los rayos ultravioleta
de un 99% a un 100%, o utilizar telas adecuadas para cubrir la piel. La mayoría de
tejidos baratos con los que se confeccionan las prendas veraniegas de color claro no
cuentas con filtros ultravioleta y dejan pasar gran parte de esta clase de radiación. Es
conveniente ponerse crema con filtro solar en el tronco si se va a permanecer mucho
tiempo al sol, aun con la camiseta puesta.

El uso de cremas protectoras solares reduce el peligro de la exposición. Deben


utilizarse correctamente, hay distintos grados según sea el tipo de piel. Además, deben
de emplearse con un tiempo de antelación a la exposición solar y reponerse después del
baño en el mar o en la piscina.

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Como se ha visto, las cabinas y las lámparas bronceadoras resultan peligrosas,
por lo que deben usarse con precaución, evitando un bronceado excesivo.

Cuando se observe un lunar que ha cambiado de aspecto, o que sangra, se debe


acudir al médico. Éste lo puede extirpar y realizar una biopsia para comprobar si es
maligno o no.

Este tipo de cáncer puede prevenirse más que muchos otros. Siguiendo las
anteriores instrucciones pueden disminuirse o anularse gran parte de los factores de
riesgo, con lo que las posibilidades de padecer un cáncer de piel también disminuyen.

4.3 Principales medidas antes y durante la exposición solar

- Evitar el uso de productos cosméticos que contengan alcohol y perfumes.


- Elegir el protector solar adecuado, en función del tipo de piel, del lugar de
aplicación y de las condiciones ambientales.
- Aplicar una buena cantidad del producto solar 30 minutos antes de tomar el sol,
sobre la piel seca.
- Evitar tomar el sol sin protección entre las doce de la mañana y las cuatro de la
tarde, en zonas de gran altitud, y en lugares próximos al ecuador.
- El agua, la nieve y la arena actúan reflejando los rayos solares y aumentando su
intensidad. Es por este motivo, por lo que pueden producirse quemaduras incluso
en la sombra.
- Las primeras veces que se tome el sol, se deberá emplear un factor de protección
más elevado.
- Aún en los días nublados, hay que utilizar el protector solar.
- Hay que ingerir muchos líquidos para compensar la pérdida de líquidos debido a
la exposición solar.
- Después de un baño, cuando se haya sudado mucho, o tras pasar dos horas de la
anterior aplicación, habrá que volver a aplicar la crema protectora.

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- Tras la exposición al sol, hay que ingerir muchos líquidos debido a la pérdida de
éstos.
- Obtener vitamina D en forma segura a través de una dieta saludable que puede
incluir suplementos vitamínicos. No se exponerse al sol para obtener vitamina D.
-

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CONCLUSIONES

El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente en el ser humano.


Afortunadamente, la mayoría de estos tumores son poco agresivos o son diagnosticados
precozmente, por lo que el pronóstico suele ser favorable.

La importancia de conocer las lesiones precursoras y la regla del ABCDE debe


permitir que la población general pueda autoexplorarse, y ante la menor sospecha
consultar con el médico especialista para obtener un diagnóstico precoz y un por tanto
un mejor pronóstico.

El conocimiento de los principales agentes causales debe ayudar a evitarlos en


la medida de lo posible. Un diagnóstico ágil y un tratamiento adecuado debe ayudar a
aumentar la supervivencia de los pacientes, pero la prevención es sin lugar a dudas el
mejor de los tratamientos disponibles.

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BIBLIOGRAFÍA

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https://www.asturias.es/Astursalud/Ficheros/AS_ASAC/AS_Consumo/Cancer%20d
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 Información sobre el cáncer de piel. http://www.cancerdepiel.org/cancer-de-piel


(Ví: 25 de abril de 2018).

 MAGLIANO Julio. “Cáncer de piel – patología y abordaje terapéutico”. Facultad de


Medicina, Universidad de la República. Montevideo – Uruguay. Tendencias en
Medicina; Mayo 2015; Año XXIII Nº 46: 49-54. http://tendenciasenmedicina.com/
Imagenes/imagenes46/art_08.pdf (Ví: 25 de abril de 2018).

 PALOMINO PACCUA Sonia. “Cáncer de piel”. Universidad Peruana los Andes.


http://soniaupla.blogspot.com/2013/10/monografia-de-cancer-de-piel.html (Ví: 26 de
abril de 2018).

 ONCOSALUD Tu lucha, mi lucha. “Tipos de Cáncer, Cáncer de piel”, Miércoles 01


Junio 2016. https://blog.oncosalud.pe/cancer-de-piel (Ví: 27 de abril de 2018).

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ANEXOS

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Regla del ABCDE para reconocer las características de un melanoma

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