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Biografía autor:
ciudad natal en el collège René-Descartes, y más tarde, para el año 1963 obtiene su título
como historiador en Poitiers. Instruye clases de historia medieval por 5 años en escuelas
sobre Las mujeres en los siglos X y XI en 1974, y su gran interés por la condición de estas en
la edad media lo lleva a escribir en 1991 sobre Las mujeres francesas durante la guerra de
los 100 años, obra con la cual gana el premio de La Academia francesa, y 8 años después
publica su libro La mujer en la edad media. Así mismo, gracias a su libro sobre la Bebida en
la edad media, goza de los premios de Historia y sociología, Historia general, y premio
Tesis:
“Se ha dicho que en la Edad Media “nada era más natural que lo sobrenatural”. La palabra
francés Jean Verdon, Las supersticiones en la Edad Media, publicada por primera vez en
tiempo de dicho periodo: primero del siglo V al XI, luego del XII al XIII y finalmente del
información que utilizó el autor, la tesis sostenida y la forma en que la desarrolló, y para
Temporalmente la obra recorre los diez siglos de la Edad Media, desde el siglo V
hasta el XV. Sin embargo, no se hace de golpe, sino que, teniendo en cuenta el objetivo de
establecer los cambios sobre los conceptos de magia, superstición y religión en el transcurso
de este período, el autor divide su texto en tres grandes partes, cuyo criterio diferenciador es
segunda, folclore, sólo se analiza el siglo XII y XIII; en la tercera, satanismo, se analizan los
siglos restantes.
origen de algún escrito. Solo en algunas ocasiones, como en el caso de los reinos
nada tiene que ver con divisiones político-administrativas. Este es el espacio del bosque, el
cielo y el cuerpo mismo, es el espacio donde las supersticiones transcurren. El bosque era el
lugar de la idolatría, el lugar para rendir culto a los árboles y a las fuentes; a través del cielo,
las mujeres seguidoras de satán volaban en las noches; en el cuerpo mismo se practicaban
supersticiones, como algunas mujeres que “toman un pez vivo, lo introducen en su sexo y lo
mantienen allí hasta que muere, y después de cocerlo o asarlo, se lo dan al marido para que se
excite más con ellas”[1]. En este sentido, sí podría afirmarse que el espacio es realmente
importante.
histórico lo requeriría, por ejemplo, no se exponen los archivos de los que provienen las
fuentes. No es una obra caracterizada por los pies de página y pareciera ser que se sacrifica
este aspecto por la calidad narrativa, incluso hay fuentes que, como se verá, no mencionan su
pueden ser clasificadas según su tipo, así: escritos transversales, citados frecuente o
extensamente; escritos mencionados con menor frecuencia o solo una vez; cartas; concilios:
textos de sínodos; manuscritos; leyes, tratados o decretos; registros de inquisición; escritos de
autor, generalmente personajes pertenecientes al clero. Estos últimos son el tipo de fuente que
Entre los escritos transversales resaltan: los escritos de San Agustín, especialmente
Burchard de Worms del siglo XI, como una fuente muy recurrida para la descripción de
Tours. Entre los concilios se resaltan, en orden cronológico, Ancira (314), Orleans I (511),
Orleans (533), Auxerre (561), Chalon (647), Leptines (734) y Letrán (1215). Los escritos
material del contenido de Las supersticiones en la Edad Media. El objetivo de Verdon, que
marco de la tensión constante entre el cristianismo y la vida cotidiana del pueblo influenciada
por la herencia pagana. En síntesis, sostiene que las prácticas de otras religiones, llamada de
Jean Verdon analiza tres conceptos claves en el desarrollo del escrito, estos son: Las
religiosa en la que se rinde culto a un ídolo, como por ejemplo: la divinización a los
humanos, honrar a los demonios como si fuesen dioses, rendir culto a elementos de la
del cristianismo, sin embargo, dicha táctica no fue lo suficientemente efectiva, pues no
bastaba con la simpleza de destruirlas, es así como, Gregorio Magno al reconocer esta
falencia manifiesta que “No hay que destruir los templos que albergan a los ídolos, sino los
ídolos que allí se encuentran”[2] por lo cual la Iglesia buscó erradicar los elementos
supersticiosos sin acudir a la violencia, sino más bien dándole la oportunidad al pagano de
cambiar voluntariamente y dejar de lado las creencias que no estaban acorde con la religión:
“El cristianismo, como en muchos otros terrenos, asimiló actitudes precristianas y les dio un
De manera seguida se presenta una relación entre los aspectos cotidianos de la vida
como la salud y el amor, con la superstición y la magia; para ese entonces, la iglesia es
considerada como la máxima autoridad la cual castiga los sacrílegos realizados por las
personas en contra de la voluntad de Dios; las supersticiones que giran en torno a temas como
la luna llena, las brujas, los días fastos y nefastos (días dedicados a la actividad humana y
divina) entre otros, la iglesia intentó adoptarlos, por lo cual se puede evidenciar que algunas
costumbres y creencias de este tipo han prevalecido. Un gran ejemplo de esto es “El 25 de
diciembre –día de la Brumalia, fiesta en honor a Baco- se convirtió en navidad, la fiesta del
nacimiento de Jesús”[4], con lo cual a su vez se puede resaltar la manera en que las creencias
contemporaneidad.
La segunda parte del libro se denomina Folclore centra su atención entre el paganismo
y las supersticiones ya desligadas a la religión, pues los temas supersticiosos se los relaciona
con el poco conocimiento de los campesinos, también se dice que la tradición oral y el
Sin lugar a dudas, el tiempo y los cambios que con el llegaban, fuero un factor preponderante
incluso el nacimiento de nuevas formas de vivir, fueron moldeando una nueva sociedad, sin
lugar a dudas, la iglesia que seguía formando parte de este conglomerado social, necesito de
sociedad, solo esta forma lograría sobrevivir a los grandes cambios que se daban a una
velocidad constante.
En aquella época se dieron pues diversas figuras sociales, que tenían una relación directa con
aquello que se aprendía y como con esta información se vivía, los clérigos, los monjes, y
aquellos que recibieron una letrada educación eclesiástica, sin embargo, crecía de forma
notable en la sociedad de la época, una cultura folclórica, cultura que se fortaleció con la
pérdida del dominio de la iglesia sobre las letras, y el nacimiento de las figuras literarias
dadas en las cunas de los pueblos y zonas rurales, de esta forma la tradición escrita tomo un
En el proceso de este desarrollo, figuras como Tilbury, escriben textos que, si bien se dan a
imaginación de una forma vivida, a través de sus relatos, dejando abiertas las puertas a toda
interpretación, tejiendo una delgada línea entre lo mágico y la realidad, uno de los ejemplos
citados en el libro describe los dracos y las lamias, “ los dracos, suele decirse comúnmente,
adoptan una forma humana y son los primeros en ir a los lugares públicos sin ser reconocidos
por nadie, dicen que viven en las profundidades de los ríos, y que con aspectos de anillos de
oro, o de platos que flotan sobre el agua, atraen a las mujeres y a los niños que se bañan en
las orillas: en efecto, cuando estos intentan atrapar los objetos que han visto, son bruscamente
atrapados y arrastrados al fondo. Dicen que eso les pasa sobre todo a las mujeres que están
amamantando…” [1]
Como esta, existen diversas historias que hasta la actualidad han llegado de diversas formas,
“religiosidad popular”, posterior a ello, no solo las historias escritas fueron tomando forma y
fuerza, sino que además de forma constante, crecían y variaban las creencias populares, las
mujeres solían incluso decir que durante las noches podían cabalgar en animales fantásticos,
de lo religioso indicando que antes del hombre llegar al culto divino, el mismo debería vencer
toda aquella desviación religiosa, refiriéndose a este hecho puntual, en el que el folclor ya se
adueñaba incluso de sus cultos, “ Algunos rendían culto a dioses extraño, de dos maneras,
unos adoraban a algunas criaturas como si fueran dioses sin necesidad de imágenes…otros en
Finalmente, Aquino defiende que la superstición, de forma clara se opone a lo religioso, aun
cuando sus bases habrían de ser las mismas, se considera nefasto creer en aquello que no se
establece en los lugares durante la edad media algunos líderes de la iglesia defendían la santa
tiempo después algunos otros, habrían de oponerse al indicar que si bien estos dos lugares
tenían un vínculo, era claro que uno de ellos no estaba siendo el lugar de cultos y hechos
netamente religiosos, o al menos no católicos, dicha dicotomía se dio a lo largo del tiempo,
entre discusiones sobre su uso, ya que para aquel entonces en el cementerio se permitían
fiestas y bailes como celebración ante la vida y la muerte, posterior a ello, las políticas del
lugar determinaron que aquel lugar seria solo utilizado para rezar y quedaría prohibido y
“ En la diócesis de Elna, un predicador había hablado durante mucho tiempo contra las
danzas que realizaban los habitantes del lugar en las iglesias en particular durante las vigilias
de los santos. En una de las parroquias era costumbre, que los jóvenes se reunieran en las
vísperas de la fiesta patronal, y montados sobre caballos de madera, bajo diversos disfraces,,
En otros puntos importantes del desarrollo del documento, se encuentran duras criticas por
sacrilegio todas aquellas prácticas que se encontraban fuera de las creencias netamente
católicas de la época.
Aun así, si era de cierta forma permitida aquella llamada magia blanca, utilizada como forma
relacionadas con la luna llena entre otros, “ Las supersticiones en torno a la luna llena, a las
brujas, a los días fastos y nefatos, y sobre todo, a las fiestas paganas –que la iglesia católica
creencias populares antiguas con las cuales debió convivir el Cristianismo durante los
era cada vez mas común que las personas se interesaran de forma frecuente en conocer y
Dentro de ello, el auge además de las estrellas, su posición y movimiento fue centro de
atención por largos periodos, de diversas formas e interpretaciones, para algunos como la
iglesia era simplemente designio divino, Luego de hacer mención sobre la adivinación en
trabaja el tema sobre los Misterios del más Allá. En este capítulo se explica que el
por parte de la Iglesia, la cual negó tajantemente la posibilidad de conexión consciente entre
los muertos y los vivos, considerando así los sueños y las apariciones meras imágenes
Una vez comprendido el entorno en el cual se dio y como creció la superstición, el autor se
enfoca y define dos momentos y aspectos importantes, ya que la caza de brujas y herejes, se
dio como un periodo importante de la historia; el autor describe pues el terrible ambiente y
entorno en que se vivía si se estaba en medio de lo que era considerado magia, defendía
además la idea de que en ello existían dos corrientes, aquello que se daba en el campo, en
muerte, y aquello que se hallaba ya relacionado con lo demoniaco, descrito por la iglesia
como algo de arraigos as fuertes y con fines en objetivos relacionados con poder entre otros.
“ Tras explicar la diferencia entre la brujería del campesino –centrada en solucionar
fueron cada vez mas reprimidos–, comienza a describir los casos de brujería en distintas
partes de Europa. De acuerdo al autor, si bien la Iglesia medieval no reprimió con vigor la
magia y la brujería, prefiriendo la contrición del pecador antes que la hoguera, las represiones
aumento del afán de reforma moral y religioso, y también, como resultado de la lucha de
fin de extinguir toda superstición o creencia pagana, su mecanismo más eficiente fue la
mayor parte por la inclusión de todos estos nuevos cristianos junto a sus nuevas creencias
· La edad media fue una época como cualquier otra, llena de eventos necesarios para
hoy pensamos o realizamos, como las prácticas religiosas y las festividades en general.
[1] Verdon, J. (2009). Las supersticiones en la Edad Media. Buenos Aires: Editorial El Ateneo. P. 43
[2] Íbid, p. 33.
[3] Íbid, p. 80.
[4] Íbid, p. 80.