Você está na página 1de 2

CAPÍTULO 1: COMO VIVIMOS AHORA

El artículo presenta un análisis de la evolución sistema económico y político en


torno a las medidas para combatir la pobreza y la desigualdad, principalmente en
Estados Unidos y Reino Unido.

Critica tres temas en particular Estado del Bienestar, las falacias del
neoliberalismo y las privatizaciones de los servicios públicos, en un mundo donde
la gente es cada vez más egoísta, les importan más las cosas materiales que las
personas, donde el gobierno no trabaja por la igualdad de condiciones
privilegiando a los más ricos han distorsionado el valor que se le da a los distintos
tipos de actividad económica.

El problema de la desigualdad se debe a la carencia de recursos suficientes pero


también a las notables fallas y vicios en su distribución. No importa cuánto dinero
entre a las arcas públicas. Mientras no se canalice justa y óptimamente, siempre
resultará insignificante. Se habla tanto del tema pero no se hace nada por
solucionarlo. Con la tributación progresiva, subsidios para los pobres, incremento
de servicios sociales y garantías contra las situaciones de crisis, las democracias
modernas se estaban alejando de sus extremos de riqueza y pobreza.

Por ejemplo en Estados Unidos y en el Reino Unido núcleos del capitalismo de


mercado desregulado son los países donde las diferencias son más notorias en
renta, riqueza, educación y oportunidades vitales. Es claro que gran parte de las
personas percibe la escasez y la falta de oportunidades como problemas que
limitan el desarrollo de las potencialidades de las personas que habitan el
país. Los niños tienen pocas oportunidades de progresar, es decir, nacen pobres
y seguirán siendo pobres. Además el impacto que tiene la desigualdad en la
sociedad conlleva a que las personas compitan por el estatus y los bienes con tal
de sentirse superiores, idolatrando falsamente a todo aquel que tiene grandes
riquezas e ignorando a los más humildes.

Sin embargo en otros países tales como Suecia o Finlandia, dos de los países
más ricos del mundo en cuanto a su renta per cápita o su PIB la brecha que
separa a sus ciudadanos más ricos de los más pobres es muy pequeña por lo que
siempre se encuentran a la cabeza de los índices de bienestar. No obstante el
crecimiento económico beneficia a todos, pero sirve desproporcionadamente a
una minoría bien situada para explotarlo.

Todos estos actos de injusticias se han venido presentando a lo largo de los años;
en el siglo XIX se implementó la Nueva Ley de pobres en la cual obligaba a los
indigentes y desempleados a elegir entre un trabajo, por más bajo que fuera y la
humillación del hospicio. Dicha ley se basaba en teorías económicas
contemporáneas que negaban la posibilidad misma del desempleo en un mercado
eficiente: si los salarios bajaban lo suficiente no había una alternativa atractiva al
trabajo, todo el mundo acabaría encontrando empleo.

El razonamiento económico convencional, describe el comportamiento humano en


términos de elección racional. Todos somos criaturas económicas. Perseguimos
nuestros intereses entendidos como la maximización del beneficio económico.

Dentro de la teoría económica aparece la hipótesis del mercado eficiente en la


cual señala que la falla de la planificación socialista es exigir un tipo de
conocimiento perfecto; pero si bien no se sabe todo, en consecuencia no se sabe
nada.

Todos tenemos que preguntarnos qué quieren las personas y en qué condiciones
pueden satisfacerse esas necesidades.

En conclusión la vida se tiene que organizar de otra forma dándole prioridad a lo


que de verdad es importante y no a las cosas materiales. Es necesario que se
elaboren políticas económicas en pro de los más necesitados a fin de disminuir la
brecha entre los ricos y los pobres, buscando siempre la igualdad de derechos y
mejores oportunidades para todos.

Você também pode gostar