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Resumen: La historiografía es el conjunto de métodos dom means that an anarchist historiography, going beyond
utilizados en el estudio de la historia. Dependiendo de la an author’s individual abilities, would foster works that
orientación del modelo se establecen una serie de criterios, might more accurately explain, not only the history of anar-
temas y metodologías para la investigación y el análisis chism, but that of mankind. A historiography would be
sobre diversos hechos. Es patente que el trato del anar- established thereby that would provide valuable contributions
quismo por parte de los historiadores ha sido con frecuen- to the study of the past from a new perspective, providing new
cia determinado por la incomprensión, debida a ignorar su answer to the big questions in history.
naturaleza, características y objetivos, realizando su estudio
desde conceptos divergentes. Una historiografía anarquista Keywords: Historiography, Militant History, Methodo-
que vaya más allá de las aptitudes individuales de un autor, logy, Libertarian discourse.
podría producir trabajos que explicasen con más exacti-
tud tanto la historia del anarquismo en sí, como el de la Resumo: Historiografio estas la aro de metodoj uzitaj
propia humanidad, al estar lo libertario relacionado con en la studo dee la historio. Depende eel la orientiĝo de
el problema del poder y la libertad y, con ello, establecer la modelo
odelo oni difinas serion de kriterioj, ttemoj kaj
una historiografía capaz de aportar valiosas contribuciones metodologioj por enketado kaj analizado pri dive diversaj
al estudio del pasado desde una perspectiva nueva, y dar faktoj. La
a traktado pri anarkiismo fare de la historiistoj
historiisto
nuevas respuestas a los interrogantes históricos. estis
is ofte determinita de miskompreno,
miskompr kaŭzita ofte pro
malkono de la naturo, la karakteroj kaj la celoj de la
Palabras clave: Historiografía, Historia Mili
ilitante,
litante, anarkiismo, kaj pro la realigo de tiu u studo el diverĝaj
Metodología, Discurso libertario. konceptoj. Establante anarkiisman n historiografion,
oni povus produkti serion de verko erkoj kiuj klarigu pli
Abstract: Historiography is the set of methods ods used in theth precize kaj la historion dee anarkiismo mem, kaj tiun
study of History. A series of criteria, themes es and method
methodo- de la propra homaro,
maro, estante tio liberecana rilat
rilata al la
logy for the investigation and analysis of events
vents are estab
establis- problemo
emo
mo de la povo kaj de la libero. PPe
Per tio, oni povus
hed, depending on the orientation of the model. It is clear cle
cl establi historiografion kapab
kapablan havigi valorajn kontri-
that the study of anarchism by historians has frequently been buojn al la studo de
d la pasinteco el nova vidpunkto kaj
characterised by misunderstandings, often caused by an igno- novajn
ovajn rrespondojn al la historia demandaro.
rance of its nature, characteristics and goals.
als. It has often been
studied from opposing points of view. The concern of thi this Ŝlosilaj vortoj: historiografio, aktivula historio, meto-
movement for the fundamental problem of o powerwer and free-ee- dologio, liberecana diskurso.
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las principales características de estas relaciones, ya nuestra inspiración. Reconociendo que no podemos ser
de una forma estab
establecida y permanente, elaborando objetivos, al menos podemos intentar ser honestos. La
llas primeras formas sociales, con sus correspondien- historiografía anarquista no debe consistir en escribir una
tes traducciones en los distintos períodos históricos: historia rosa del anarquismo, ni justificar todo lo que ha
castas, estamentos, clases sociales. hecho el movimiento libertario, ni engañar por motivos
5. Los conflictos entre estos grupos sociales en acción de proselitismo o propaganda. Consiste en interpretar
–y reacción– en las relaciones de poder es el motor los acontecimientos históricos, tanto los propios del
de la Historia (pero no todaa la Historia), tal como movimiento anarquista, como todos aquellos fuera del
la conocemos hoy. El hecho objetivo, basado en las movimiento, que abarcaría incluso la historia antigua y
relaciones políticas, sociales, culturales y económicas más allá, desde una perspectiva, teoría e interpretación
que definen a cada grupo o individuo, no tiene por anarquista. Es decir, explicar procesos como el origen del
qué corresponderse con la conciencia de cada uno Estado y su desarrollo, el fenómeno del Patriarcado, las
de ellos sobre su situación y las distintas identida- guerras y otras muchas cuestiones más, desde una pers-
des que se elaboran en torno a ello. Ello no evita pectiva crítica con el poder, el dominio y la autoridad.
las contradicciones producidas por los individuos, Sin elaborar por esa posición interpretativa un sermón
donde la mentalidad y los problemas cotidianos son contra el poder, sí debería describir su desarrollo desde
de tal magnitud y diversidad que se presentan reac- nuestra lectura, para que pueda aportar, en lo posible,
ciones a menudo imprevisibles por reglas sociales un conocimiento utilizable en el presente o en el futuro,
prestablecidas, cuyo determinismo negamos, aunque en el sentido de que resulte un ejemplo inspirador, una
sí afirmamos su influencia. aportación social o, sencillamente, saber lo que se pueda
6. Distinción entre Estado y sociedad. Han existido, para evitar los resultados prácticos que se han dado en
existen y pueden existir sociedades sin Estado. La el pasado y que la Historia nos muestra con claridad, no
presencia
resencia de Estados en algunas
algu sociedades no deter- solo a los historiadores, sino al conjunto de la población.
mina, en absoluto, que esté presente
presen en todos los
casos y sea un proceso o fin necesario de lla Sociedad. Reivindicar la objetividad no es el rechazo de la historia
El Estado es parte de la Sociedad, pero la SSociedad militante, o de los historiadores militantes. Un militante
no es parte del Estado.
ado. De la sociedad nace y se puede ser objetivo, o mejor dicho, intentarlo, al mismo
desarrolla el Estado, peroero también su muerte.
muerte El nivel que cualquier historiador “no comprometido”.
Estado es el conjunto de instituciones, organism
organismos Sabemos que en Historia se engaña, manipula, tergiversa
y personal, que ejerce el poder,
oder, con un gobierno, o o se yerra, no solo por motivos ideológicos, sino también
varios de ellos, a la cabeza.
beza. El gobierno es parte ddel por motivaciones profesionales, personales, económicas-
Estado, pero no es todo el Estado, y el Estado n no es clasistas, religiosas (La ciudad de Dioss de San Agustín),
solo el gobierno (Clastres, 2010; Diamond,
Diam 1974; “erostratismo”, chovinistas, por encargos de superiores, y
Weber, 2005). otras muchas razones más. Es injusto acusar de subjetivi-
dad a los militantes cuando en la propia Universidad –y
en todo el mundo académico– pasa lo mismo, e incluso
Historia militante: con más frecuencia, por motivos económicos o editoria-
objetividad, subjetividad, les, entre otros. Con todo, no pretendemos negar los casos
honestidad de intento de adaptación de la realidad a la ideología, y
Dados estos puntos, quizás sea momento de sentar algu- no al revés, como podría ser. El no ajustarse o la incomo-
nas pinceladas sobre la objetividad y la subjetividad, si didad no supone un cambio de los principios esenciales
bien quizás resulte ya un tema manido en la Universi- de la ideología. En todo caso, de una auto-revisión. La
dad y con algunas conclusiones claras. Creemos que la ideología no es más que un sistema de ideas que gira
objetividad no existe entre los historiadores hoy día ni en torno
torn a unos principios. Si no se corresponden con
en lo que sabemos del pasado historiográfico. Lo cual no laa realidad
realida puede ocurrir que quede obsoleta o se reco-
justifica renunciar a las pretensiones de ser objetivo: la nozca el error, pero lo más común, según la experiencia
objetividad debe ser nuestro objetivo, nuestra referencia, hasta el presente, es el ajuste o la reinterpretación, por
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con otros grupos, generando una especie de sistema en primer lugar, el Estado de las monarquías orienta-
de trueque que dará lugar a formas primitivas de les inspiradas con el derecho divino, al relacionar los
comercio y mercado. Este superávit,
uperávit fruto del trabajo antepasados de los monarcas con algún Dios o ente
que no se consume inmediatamente y con el que sobrenatural, situados especialmente en los ámbitos
se especula para generar una riqueza que da mayor mesopotámicos y, por supuesto, Egipto; en segundo
poder dentro de las relaciones sociales en el grupo, lugar, las ciudades-Estado fundamentadas en cons-
generará la necesidad de crear unas estructuras socia- tituciones ciudadanas, muy presentes en el mundo
les que reconozcan la pertenencia de esos excedentes heleno y mediterráneo; en tercer lugar, las sociedades
a una determinada comunidad, grupo social o indi- con un Estado escasamente formado o inexistente,
viduo. Es el nacimiento de las primeras formas de más bien comunales, que se encuentran en el mundo
propiedad (Proudhon, 2002, 78-79), un concepto “no civilizado”, en la mayor parte de Europa, África,
aún más rudimentario de lo que vivimos hoy, pero Asia y Europa, especialmente en el mundo celta y
que será suficiente para reivindicar la necesidad de germánico, entre otros muchos ejemplos más y que
la creación de una estructura social que garantice y aglutinan una diversidad de formas de autoridad que
reconozca esa propiedad a sus “legítimos” dueños abarcan desde caudillos, jefes, líderes y consejos, en
frente a robos de ladrones que no han participado general informales o hasta temporales, hasta modelos
en la producción o no han colaborado en la comu- tribales o comunales con una diversidad muy extensa
nidad. Una tercera posibilidad es el aumento demo- y que sería de gran interés para el estudio de prece-
gráfico que va generando una mayor complejidad en dentes de sociedades no estatales y, potencialmente,
la sociedad (Childe, 1996, 176), necesitando para sin auténticas bases autoritarias; en cuarto lugar, el
su gestión y funcionamiento la generación de unas Estado típicamente romano, fundamentado en el
estructuras sociales que traten a todos por igual, ya derecho y la legislación más allá del ámbito local y
que el crecimiento de la población los coloca en que evolucionará
ucionará a una quinta y defid nitiva forma:
una situación donde todos ya no se conocen. La el Imperio. Esta es la expresión, no de un una forma
confianza en ese aparato debía ser respondida con política de una sociedad, sino la expresión política
pol
sabiduría y objetividad para resolver las necesidades de una
na entidad superior a la sociedad para aglutinar
aglutina
y conflictos de una sociedad cada vez más imprevi- vi- a muchas de ellas. Basándose en el modelo oriental,
sible y compleja que ya no podía ser contestada da por
p cuyo concepto divino es asimism ismo supra-social, es
grupos humanos que se negaban a seguir ell noma- n lo que asume Roma de una maneera mixta –al haber
dismo o, si lo seguían, no se separaban n del
d resto elementos jurídicos– con su mode delo y que marcará
del grupo. Con todo, se darán casos en n sociedades el tránsito de la sociedad antigu
ntigua y esclavista a la
sedentarias, donde grupos sociales descontentos
escontentos ses medieval, especialmentente tras el Decreto Imperial de
marchan para fundar otro grupo o ciudad, como com Adscripción n a la Tierra y la evolución del sistema
si
es el conocido caso de la colonización
ación griega en clientelar al vasallaje. Esto constituirá
constitu las primeras
el Mediterráneo. Para la defensa sistemática de la raíces del feudalismo.
mo. Mientras
M tanto, en Oriente,
propiedad privada emergente, no basta solo con la China surge como
co un Estado cada vez más burocra-
coacción de un proto-Estado quee terminará sién- tizado, en crecimiento constante, que guarda seme-
tizad
dolo, sino la configuración de un código legislativo janzas con el modelo romano.
que establezca unas normas de convivencia
nvivencia tutelad
tutelada
por el gobierno. Es así como surgeurge el Código de • Medievo: La Edad Media supone un episodio espe-
Hammurabi y las filosofías del Orden de Confu- cial en la Historia, en un escenario: el Viejo Mundo,
cio en China. Sin embargo, en todas estas líneas o más bien, Europa y el Mediterráneo, ya que el
e interpretaciones es evidente que ue en un mundo fenómeno no se repite en el conjunto del resto del
vasto hay ejemplos que marcan form rmas y líneas de globo. Es un ejemplo claro de las distintas formas
desarrollo distintas. Finalmente, en la Antigüedad de relaciones de dominio que rompe el esquema
se pueden estudiar las características de los primeros gobierno-población y la visión del poder como enti-
estados y su desarrollo. Hay cuatro mod odelos claros: dad centralizada y absolutista. En la Edad Media
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molinero.o. Es una microhistoria que no pretende por sí miedo en la historia del mundo occidental. Es obvio
mismo suplantar laa macrohistoria, el gran relato histórico. que, ante el peligro externo y las múltiples amenazas,
Se trata de reclamar un espacio que
que, por su grado
grado, pasaría se animase a que hubiera una clase social armada
ignorado por las formas comunes de historiar. Para hacer dedicada profesionalmente a la defensa y protección.
este tipo de historia, sin embargo, se requiere una base Esto lo vemos, por ejemplo, en el feudalismo con
de conocimientos históricos generales para contextualizar el beneficium, donde se suponía que los campesi-
lo que se va a investigar, por lo que al final, siempre hay nos eran los “beneficiados” ya que conseguían un
una relación complementaria. Con todo, un conjunto señor que los defendiera de los pillajes y saqueos.
de microhistorias nos pueden revelar un buen panorama Del mismo modo, una sociedad aterrada y asustada
general, si bien no es su pretensión en sí. En el anar- por la guerra, las enfermedades y los desastres, es
quismo, podríamos ordenar las investigaciones en este propensa a buscar hombres poderosos que solucio-
sentido, desde un sentido de abajo a arriba, a medida que nen los problemas, como ya señalaba Fulberto de
se multiplican y se pueden comparar, reconociendo el Chartres en su carta a Guillermo Duque de Aquita-
localismo y los niveles concretos de la realidad histórica. nia en torno al año 1020 (Ganshof, 1982, 131-132)
cuando se refiere a la justicia de las obligaciones del
siervo con respecto a su señor.
Análisis del poder
y de la dominación • Conquista: Es la forma más conocida, básica y
En la Historia podemos extraer detalles muy interesan- primitiva del poder. El uso de la fuerza para esta-
tes para conocer la naturaleza y el comportamiento del blecer la superioridad y, con ello, el dominio polí-
poder. De tal forma, se pueden analizar los diferentes tico (Aristóteles, 1988, 59) se traduce en el interior
medios que usa para establecerse y justificarse, siendo una de una sociedad con la represión, y en el exterior
buena línea de investigación y trabajo que puede aportar –frente a otras sociedades– con la guerra. Precisa-
la historiografía anarquista para las inquietudes y necesi- mente, por la naturaleza de las operaciones militares,
dades sociales del presente. Algunos casos y ejemplos, y que exigen rapidez en las decisiones y maniobraobras, es
no son todos, son: dondede con más facilidad aparece el reconocimiento
• Orden: La justificación primordial del control, de de la autoridad de alguien. Entre las tribus germanas
la coacción, del gobierno y del Estado es el estabtable- primitivas, bastante democrática cas, elegían, en tiem-
cimiento de un orden que no puede ser imp mpuesto pos de guerra, a un líder que los dirigiera a la guerra
de otra forma por parte de los grupos hu humanos. (Tácito, 2007, VII). Del mismo modo, en la antigua
Orden que promulga el monopolio de fijar la cohe- sociedad romana, elegían a un n “dictador”
“di en tiempos
sión entre los individuos organizadoss en sociedad.
sociedad de guerra (Bravo, 1998,998, 39). La prolongación de
Orden que da prioridad al bien común ún y general d
de los períodoss bélicos conllevaría, naturalment
naturalmente, un
todos, frente al egoísmo y la irracionalidad
onalidad de los establecimiento
stablecimiento del gobierno milita
militar que posterior-
individuos. Orden que esconde el “lobo”
lobo” de Hobb
Hobbes mente se convertiría
tiría en un
u gobierno civil debido a
y que deriva este concepto a la “razón
razón de Estado” su perpetuació
petuación y a la ampliación de sus funciones
como dispositivo ideológico que justifica la acción y co
control. Del mismo modo, el discurso de la supe-
gubernamental. Los mitos suelen n adjudicar siem- rioridad natural y genética sobre los más débiles,
pre un profeta, primer hombre o héroe, que trae eel en una realidad o naturaleza fundamentada en la
primer código de leyes para los seres humanos, el lucha y la supervivencia, será el discurso habitual de
cual se justifica por venir de “un ser
se superior”, y no un “darwinismo social”; un discurso que, como no
por el acuerdo entre todos. El con ncepto de “heren- podía ser de otra manera, encaja perfectamente con
cia” que se deriva de la idea de propopiedad, también la ideología de las élites (Huxley, 1893). Posterior-
tiene que ver con el interés de la estab
abilidad política. mente aparecerán discursos políticos que entienden
el progreso humano y la estabilidad demográfica y
• Miedo: Las obras de Delumeau (2002)
2) y de Gonzá- económica a través de las guerras (Hegel, 2000, 378;
lez Duro (2003; 2007) relatan la impo
portancia del 38
385-386).
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prácticamente
cticamente incontestable. Asimismo, las filosofías valores de sus filosofías encerraban otros principios
utilitaristas preconizadas
reconizadas por Bentham concebían la que también defendían otros sistemas políticos que
política por lo útil que fueraa para alcanzar la felicidad vinculaban la soberanía al total de la población y
y bienestar de las personas, dejando a un lado el valor ponían en duda el origen divino de los monarcas,
de la libertad. Tal idea conllevó la defensa del parla- aunque en cambio racionalizaban la necesidad de
mentarismo, frente a la arbitrariedad de los reyes, su gestión y gobierno. No fue difícil pensar que sus
pero no por una concepción de la libertad en sí, funciones podían ser suplantadas por otras formas
sino por la eficacia de unos especialistas que a su vez políticas inspiradas en otros tiempos, como las
entendían las necesidades de la población y se guia- democracias de la Antigua Grecia o las asambleas de
ban moralmente. Mill moderaba esta postura pero, las ciudades y pueblos medievales, que aún muchos
nuevamente partidario de la “utilidad”, justificaba recordaban y, en especial, el liberalismo burgués que
el despotismo en las sociedades atrasadas, donde un les resultaba mucho más interesante y acorde con sus
déspota que pensase por sus súbditos podía superar intereses políticos, sociales y económicos.
la dificultad del progreso espontáneo de su pueblo.
Aunque Mill daba más prioridad a la libertad que • Dios: Hablamos de Dios como podemos hablar
Bentham y veía mejor la insatisfacción de un hombre de otra idea que establece la inteligibilidad de algo
a la satisfacción de un cerdo, nuevamente justificaba superior a la realidad material o perceptible. Baku-
antes la eficacia y bienestar en sí, sobre la libertad nin, en Dios y el Estado, establece la idea de Dios
de un pueblo embrutecido e ignorante. Esto se debe como la fuente primaria ideológica del concepto de
a que, en fin, el objetivo era la felicidad y no la autoridad (Bakunin, 2000, 26-27). Se trata de una
libertad, ignorando las enseñanzas de las distopías idealización de la capacidad y beneficencia del poder
del siglo XX que eran capaces de satisfacer física e que crean los hombres para defender los privilegios
intelectualmente al ser humano, pero no permitir- por medioio de una idea sublime, mmanifestada en su
les su autodesarrollo por medio de la libertad. En infinitud y perfección. Como hemos men mencionado
este sentido, existe abundante y valiosa literatura anteriormente, los monarcas justificaban su u poder
p
en torno a las distopíass cuyo factor negativo era la absoluto
oluto por medio del derecho divino, la propaga-
propaga
falta de libertad real, pero que satisfacían los deseoseos ción de mitos sobre el origen de su estirpe (Eneas,
y hedonismo de la población, facilitándoles hasta ha Minos, Jinmu...) o la deificación
ón misma (Gigamesh,
drogas, como es el caso de Un mundo felizz dee A Aldous Ptomoleo II, Antíoco II). Durant nte miles de años se
Huxley. ha convertido en la fuente y justiificación principal
de autoridad y aún mantienee hoyho mucha fuerza en
• Progreso: El Estado y el gobierno se hanan visto como lugares como el mundondo islámico o estadounidense,
fruto del progreso y el avance humano,mano, frente al determinando
ndo la moral y la idea del bien y de
del mal.
salvajismo atrasado, caótico y criminal
nal de los primi-
prim
tivos. Bajo el imaginario de una sociedad
ociedad sin leyes
ley • Comunidad: La principal
principa característica del fascismo
donde se permitía el asesinato y la arbitrariedad indi- es intentar
ntar fun
fundir, confundir y mezclar la sociedad
vidual, se concebía el gobierno y el Estado como con el Estado, por ser su forma más coherente y
una entidad benefactora de protección
cción de todos los evolucionada por sus propios argumentos y razo-
integrantes de la comunidad. El desarrollo intelec-
intelec nes. Mussolini insistía continuamente en su famosa
tual, humanista y cognitivo ha llevado
vado a formas más frase de 1927: “Todo en el Estado; nada contra el
complejas y desarrolladas de la esstructura estatal y Estado, nada fuera del Estado”. Ahí se concibe el
de las formas del sistema político. La reproducción totalitarismo político y se justifica, zanjando por fin
intelectual de la Ilustración conlleevó la propuesta los conflictos históricos que el propio autor italiano
de soluciones y programas sociales que solo podían reconocía entre la sociedad y el Estado, que enten-
ser aplicados por un gobierno que, en su época, se día que era causada porque el Estado, entonces,
manifestaba por las monarquías absoolutistas, pero no representaba realmente la comunidad nacional
ilustradas, cultas y benefactoras. Sin embargo,
em los del pueblo y su soberanía, algo que a su parecer, su
de
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modelo político solucionaría al cconfluir los intereses numerosos historiadores del anarquismo. Pero creemos
de ambos. Kjellén (1917)
( entendía que el Estado era que respondemos a la sensación de muchos investigado-
una constitución natural de la propia sociedad y que, res que, desde la perspectiva libertaria, se sentían extra-
por tanto, era una “forma de vida”, un organismo, ños dentro del panorama general en la Historia al ver
derivando desde aquí el concepto de “biopolítica”, que se centran en un elemento que no interesa tanto a
que posteriormente usaría Foucault, y el de “geopo- las otras historiografías como es el poder y la libertad y,
lítica”. La mayor parte de los partidarios del Estados por ello, no se reconocían bajo ninguna corriente. En
entienden este como algo propio de nuestra natu- general, eran irremediablemente señalados como parte,
raleza, como una reproducción del instinto de las más o menos heterodoxa, de la historiografía marxista o
hormigas en hacer hormigueros. El monopolio de la del materialismo histórico. Creemos que con el presente
sociedad por parte del Estado es un elemento clave trabajo podemos situar mejor una referencia, un enfoque,
en su justificación. Pero la biopolítica a menudo es que, sin embargo, siempre estuvo ahí.
recurrida por elementos autoritarios pero no nece-
sariamente estatales. Sin usar ese término, Nietzsche
usó un concepto semejante al pretender una sociedad Bibliografía
organizada en torno a la desigualdad natural, privi- • ARISTÓTELES (1988): Política, Madrid. Gredos.
legiando una nueva “aristocracia” de la que surgiría • BAKUNIN, M. (2000): Dios y el Estado, Buenos Aires,
el ubermenschh (Esteban Enguita, 2004). Finalmente, Altamira.
no han faltado intentos de explicar la historia desde • BERTI, N. (1975): “El anarquismo: en la historia, pero
comunidades raciales (Gobineau, 1966). contra la historia” en Interrogationss 2, Marzo 1975,
París.
• Tradición: La costumbre ha sido considerada por • BRAVO, G. (1998): Historia de la Roma Antigua,
numerosas
merosas sociedades comoc fuente de derecho Madrid, Alianza Editorial.
o base de la propia sociedad más allá de derecho • CHILDE, V. G. (1996): Los Orígenes de la Civilización,
alguno. Es innegable la importancia de la tradición México, Fondo de Cultura Económica.
en numerosos pueblos y sociedades. Seguram
Seguramente en • CLASTRES, P. (2010): La Sociedad contra el Estado,
épocas muy antiguass fue el primer nexo de uni
unión de Barcelona, Editorial Virus.
un colectivo humano comoomo modo de configurar una • DE LA BOÉTIE, É. (1986): Discurso sobre la servi-
propia identidad y cohesión
ón social. La antigüedad de dumbre voluntaria o el Contra uno, Madrid, Tecnos.
la tradición o de una costumbre
umbre se entendía como
com • DE LA TORRE, M. (2010): “Contra el fetichismo
una manifestación de su validez y utilidad social, por
po obrero” en El Surco 15, Mayo 2010, Santiago de Chile.
lo que aumentaba
taba su peso y fuerza. Especialistas
Especialista de • DELUMEAU, J. (2002): El Miedo en Occidente,
una comunidad podían aparecer como los represen- Madrid, Taurus.
tantes de la tradición, con la consiguiente autoridad • DIAMOND, S. (1974): In Search of the Primitive (A
que se atribuye
ibuye a su
s persona. la búsqueda de lo primitivo), New Brunswick (N.J.),
Transaction Books.
• ESTEBAN ENGUITA, J. E. (2004): La máscara polí-
Conclusiones tica de Dioniso, en Fragmentos póstumos sobre polí-
En el presente texto hemos señalado algunas ideas que tica, NIETZSCHE, F. Madrid, Trotta.
podrían constituir un primer acercamiento para el intento • FOUCAULT, M. (1980): Microfísica del Poder,
de definición y concepción de una historiografía anar- Madrid, Ediciones La Piqueta.
quista, que pueda aportar abundantes y valiosos elemen- • GANSHOF, F. L. (1982): El Feudalismo, Barcelona,
tos de análisis, interpretaciones e investigaciones de las Ariel.
causas del desarrollo histórico. No es un trabajo impres- • GIN
GINZBURG, C. (1981): El Queso y los gusanos, Barce-
cindible: al fin y al cabo, la producción historiográfica lona, MMario Muchnik Editores.
sigue su curso, se investiga y se obtienen resultados, bien o • GOBI BINEAU, J. A. (1966): Ensayo sobre la desigualdad
mal interpretados, pero disponibles para el lector. Existen de las
as razas humanas, Barcelona.
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