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Estudios | nº 4 | 2014/2015 | pp. 69-83.

issn: 2254-4577

Hacia una historiografía anarquista


Towards an anarchist historiography.
Al anarkiisma historiografio.

Francisco José Fernández Andújar (Universidad de Granada).


Recibido: 28/08/2014. Aceptado: 26/09/2014

Resumen: La historiografía es el conjunto de métodos dom means that an anarchist historiography, going beyond
utilizados en el estudio de la historia. Dependiendo de la an author’s individual abilities, would foster works that
orientación del modelo se establecen una serie de criterios, might more accurately explain, not only the history of anar-
temas y metodologías para la investigación y el análisis chism, but that of mankind. A historiography would be
sobre diversos hechos. Es patente que el trato del anar- established thereby that would provide valuable contributions
quismo por parte de los historiadores ha sido con frecuen- to the study of the past from a new perspective, providing new
cia determinado por la incomprensión, debida a ignorar su answer to the big questions in history.
naturaleza, características y objetivos, realizando su estudio
desde conceptos divergentes. Una historiografía anarquista Keywords: Historiography, Militant History, Methodo-
que vaya más allá de las aptitudes individuales de un autor, logy, Libertarian discourse.
podría producir trabajos que explicasen con más exacti-
tud tanto la historia del anarquismo en sí, como el de la Resumo: Historiografio estas la aro de metodoj uzitaj
propia humanidad, al estar lo libertario relacionado con en la studo dee la historio. Depende eel la orientiĝo de
el problema del poder y la libertad y, con ello, establecer la modelo
odelo oni difinas serion de kriterioj, ttemoj kaj
una historiografía capaz de aportar valiosas contribuciones metodologioj por enketado kaj analizado pri dive diversaj
al estudio del pasado desde una perspectiva nueva, y dar faktoj. La
a traktado pri anarkiismo fare de la historiistoj
historiisto
nuevas respuestas a los interrogantes históricos. estis
is ofte determinita de miskompreno,
miskompr kaŭzita ofte pro
malkono de la naturo, la karakteroj kaj la celoj de la
Palabras clave: Historiografía, Historia Mili
ilitante,
litante, anarkiismo, kaj pro la realigo de tiu u studo el diverĝaj
Metodología, Discurso libertario. konceptoj. Establante anarkiisman n historiografion,
oni povus produkti serion de verko erkoj kiuj klarigu pli
Abstract: Historiography is the set of methods ods used in theth precize kaj la historion dee anarkiismo mem, kaj tiun
study of History. A series of criteria, themes es and method
methodo- de la propra homaro,
maro, estante tio liberecana rilat
rilata al la
logy for the investigation and analysis of events
vents are estab
establis- problemo
emo
mo de la povo kaj de la libero. PPe
Per tio, oni povus
hed, depending on the orientation of the model. It is clear cle
cl establi historiografion kapab
kapablan havigi valorajn kontri-
that the study of anarchism by historians has frequently been buojn al la studo de
d la pasinteco el nova vidpunkto kaj
characterised by misunderstandings, often caused by an igno- novajn
ovajn rrespondojn al la historia demandaro.
rance of its nature, characteristics and goals.
als. It has often been
studied from opposing points of view. The concern of thi this Ŝlosilaj vortoj: historiografio, aktivula historio, meto-
movement for the fundamental problem of o powerwer and free-ee- dologio, liberecana diskurso.

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Hacia una historiografía anarquista. Francisco José Fernández Andújar

El anarquismo no ha estado exento de historiadores. Pero


al no pretender ser una doctrina dogmática daba lugar
a que los historiadores, que se reconocían como miem-
bros de su movimiento, eligieran libremente sus métodos
historiográficos: desde el positivismo hasta el materia-
lismo histórico, por no mencionar las últimas tendencias
hacia el post-modernismo o la llamada Historia Social. La
única diferencia que les distanciaba de los otros “historia-
dores no anarquistas” era, básicamente, su interpretación
libre e individual de cada escuela y una explicación, por
no llamar justificación, que realizaban del movimiento y anarquismo. Construir un marco teórico que explique
la ideología anarquistas, debido más a su militancia que unas identidades y actividades que hasta ahora se han visto
a un papel historiográfico real. Todo ello debido a una desde unas visiones e interpretaciones que terminan, en la
carencia que hemos notado los que nos hemos dedicado mayor parte de los casos, caricaturizándolas o, en el mejor
a la historia y mantenemos una interpretación de esta de los casos, malinterpretándolas. Al mismo tiempo, dar
desde un pensamiento, interpretación, visión y método una explicación al origen del Estado, de las formas de
distinto al liberalismo, positivismo, marxismo y otras dominio y de las desigualdades sociales, otorgando un
tendencias, pero que finalmente acabamos aglutinados sentido de las relaciones de poder en la historia para la
dentro de alguna de ellas. sociedad desde la perspectiva libertaria. Se trataría de
intentar pasar del simple “bando” de historiadores a una
En relación a su propia posición ideológica, resultaba que historiografía capaz de dar una explicación coherente de
el modo de historiar de estos historiadores era distinto, la historia con el marco interpretativo de muchos inves-
aunquee ejercido “inconscientemente”.
inconscienteme Sin reivindicar un tigadores y estudiosos. Este sería el intento de aportar
método nuevo, elaboraban un discurs discurso diferente, una una teoría anarquista historiográfica, es decir, elaborar los
interpretación que iba más allá del material rialismo histó- puntos esenciales entendiendo cuáles son los ejes princi-
rico
co –que a veces incluso negaban– y el reconocimiento
reconoc pales en el que gira el pensamiento ácrata. Es una tarea
de que el método simplista del positivismo era lim limitado nueva, casi partiendo desde cero, en el que se espera que
e insuficiente. Esto es porque ue en la ideología del hi histo- el presente escrito contenga limitaciones y fallos, a costa
riador, hay latentes elementos extra-historiográficos qque de que surjan otras publicaciones y trabajos que posterior-
inconscientemente se aplican en el modo de historiar.historia mente superen estos primeros pasos. Hay excepciones que
De manera que, por ejemplo, plo, la idea de que la econom
economía muestran algunos antecedentes, por ejemplo, un artículo
no lo determina todoodo –y menos en todos los tiempos
tiemp y de Nico Berti (1975) titulado El anarquismo: en la historia,
lugares– se da una y otra vez en las distintas
distin obras de pero contra la historia. Este interesante y pionero trabajo
historiadores libertarios. Pero en los últimos tiempos, será traducido al castellano en una versión abreviada con
muchas de estass corrien
corrientes, o al menos un número grande el título Sobre historiografía anarquista. Otros intentos
de sus
us detall
detalles o características, están quedando obsole- como el artículo de Manuel de la Torre (2010) titulado
tos en la historiografía actual y, ante los últimos aportes, Contra el fetichismo obrero intenta superar la historiografía
se hace necesario la construcción de una nueva que nos y discurso marxista dentro del anarquismo.
sirva coherentemente en la interpretación de los aconteci-
mientos del pasado. El marco de esta teoría de la historia Asimismo, Gastón Leval (1978) escribió un texto publi-
no existía ni había nada parecido antes, más allá de la cado póstumamente titulado El Estado en la Historiaa que
militancia y simpatía del historiador hacia el anarquismo. es un antecedente directo de lo que pretendemos presen-
tar, pero está centrado en la interpretación histórica del
Creemos que es necesario superar esta situación de ambi- Estado,
tado, que obviamente no es toda la historia. En un
güedad y definir una práctica que se ha estado realizando sentido
entido semejante, Kropotkin (2000) dio una confe-
una y otra vez, aunque a menudo inconsciente o contra- rencia, lluego publicada por escrito, titulada El Estado
dictoriamente, por la falta de una teoría de la historia del y su pap
apel histórico. Finalmente, Rudolf Rocker (1977)

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escribió Nacionalismo y Cultura como una historia de


las ideas políticas y sociales desde una perspectiva crítica
y anarquista. Sin embargo, se centra en la diferencia y
oposición entre nacionalismo y cultura, pero ya presenta
un capítulo dedicado a “la insuficiencia de las interpre-
taciones históricas”.

Se da la dificultad añadida de que dentro del anarquismo


predomina la heterodoxia y distintas corrientes tan dispa-
res que, a veces, incluso colisionan entre sí, como se puede
dar entre las tendencias cercanas al primitivismo o a la
“mecanoclasía” y el anarcosindicalismo o el anarquismo
clásico, que confían en la ciencia o el progreso. Sin
embargo, creemos que existen algunos nexos muy gene-
rales en común que pueden hacer valer una historiogra-
fía y servir metodológicamente para todas las corrientes
del anarquismo. Sin perjuicio de la diversidad que habrá
–y debe haber– dentro de tal tendencia historiográfica,
hay una serie de puntos esenciales que podrían supo-
ner –desde nuestra perspectiva– unas primeras líneas de
cohesión:

1. El marco interpretativo y definitorio de esta histo-


riografía es la problemática de las relaciones de
poder entendido como las diferentes formas de
dominio de unos sobre otros. Estas formas, o sus
ausencias, con su contraposición frente a la Liber- er-
tad, determinan cada tipo de período históricoo que q indeterminación. La interrelació ión de estos factores,
conocemos del pasado en los variados lugar gares del la resistencia a ellos, su escasez y limitaciones, su
mundo. John Stuart Mill (1970) ya expr presó una éxito y alcance, estudiada desde la Historia, esta-
idea semejante sobre la Historia: “La luchaucha entre la blece las características generale
erales de las diferentes
libertad y la autoridad es el rasgo más saliente de lasla épocas, periodizacioneses y localizaciones. Rechazamos
épocas históricas”. el “económico-centrismo”
ico-centrismo” que, aunque nos permite
pe
2. Las desigualdades sociales y económicas icas en la His
Histo- ver diversos fenómenos, nos impide ver otros.
ria derivan de las relaciones de poderder que aparec
aparecen 4. Desde la aparición n del po
poder, entendido como insti-
principalmente con el surgimientoo del Estado como tución,, se repite
repit una pauta en todas sus modalidades
medio de control, que gestiona la escasez y exceden- que es la existencia en todo momento de una relación
tes de diversos recursos a la vez que soluciona los entre opresor y oprimido. Dentro de las complejida-
diversos conflictos entre una población
ación cada vez má más des de la actividad humana pueden ser, a la vez o en
creciente y compleja cultural, económica
onómica y social- otro momento, lo contrario, invirtiéndose el papel.
mente (Childe, 1996). Esta dualidad no se corresponde entre los indivi-
3. El poder se basa tanto en factores económicos
ec como duos, sino entre las funciones, el objeto, no el sujeto.
sociales, políticos, culturales y otros
os muchos. Algu- No es algo intrínseco, evidentemente, en la esen-
nos de estos componentes puede pre redominar sobre cia de nadie, sino un producto social. Existen unas
otros, pero no hay manera de calcula larlo con preci- estructuras políticas y económicas que configuran
sión, siendo tales valoraciones ciertam mente subjeti- la sociedad y establecen una situación de opresión y
vas a la vez que muy generales y compl plejas, por su explotación sobre los grupos humanos que marcan
exp

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las principales características de estas relaciones, ya nuestra inspiración. Reconociendo que no podemos ser
de una forma estab
establecida y permanente, elaborando objetivos, al menos podemos intentar ser honestos. La
llas primeras formas sociales, con sus correspondien- historiografía anarquista no debe consistir en escribir una
tes traducciones en los distintos períodos históricos: historia rosa del anarquismo, ni justificar todo lo que ha
castas, estamentos, clases sociales. hecho el movimiento libertario, ni engañar por motivos
5. Los conflictos entre estos grupos sociales en acción de proselitismo o propaganda. Consiste en interpretar
–y reacción– en las relaciones de poder es el motor los acontecimientos históricos, tanto los propios del
de la Historia (pero no todaa la Historia), tal como movimiento anarquista, como todos aquellos fuera del
la conocemos hoy. El hecho objetivo, basado en las movimiento, que abarcaría incluso la historia antigua y
relaciones políticas, sociales, culturales y económicas más allá, desde una perspectiva, teoría e interpretación
que definen a cada grupo o individuo, no tiene por anarquista. Es decir, explicar procesos como el origen del
qué corresponderse con la conciencia de cada uno Estado y su desarrollo, el fenómeno del Patriarcado, las
de ellos sobre su situación y las distintas identida- guerras y otras muchas cuestiones más, desde una pers-
des que se elaboran en torno a ello. Ello no evita pectiva crítica con el poder, el dominio y la autoridad.
las contradicciones producidas por los individuos, Sin elaborar por esa posición interpretativa un sermón
donde la mentalidad y los problemas cotidianos son contra el poder, sí debería describir su desarrollo desde
de tal magnitud y diversidad que se presentan reac- nuestra lectura, para que pueda aportar, en lo posible,
ciones a menudo imprevisibles por reglas sociales un conocimiento utilizable en el presente o en el futuro,
prestablecidas, cuyo determinismo negamos, aunque en el sentido de que resulte un ejemplo inspirador, una
sí afirmamos su influencia. aportación social o, sencillamente, saber lo que se pueda
6. Distinción entre Estado y sociedad. Han existido, para evitar los resultados prácticos que se han dado en
existen y pueden existir sociedades sin Estado. La el pasado y que la Historia nos muestra con claridad, no
presencia
resencia de Estados en algunas
algu sociedades no deter- solo a los historiadores, sino al conjunto de la población.
mina, en absoluto, que esté presente
presen en todos los
casos y sea un proceso o fin necesario de lla Sociedad. Reivindicar la objetividad no es el rechazo de la historia
El Estado es parte de la Sociedad, pero la SSociedad militante, o de los historiadores militantes. Un militante
no es parte del Estado.
ado. De la sociedad nace y se puede ser objetivo, o mejor dicho, intentarlo, al mismo
desarrolla el Estado, peroero también su muerte.
muerte El nivel que cualquier historiador “no comprometido”.
Estado es el conjunto de instituciones, organism
organismos Sabemos que en Historia se engaña, manipula, tergiversa
y personal, que ejerce el poder,
oder, con un gobierno, o o se yerra, no solo por motivos ideológicos, sino también
varios de ellos, a la cabeza.
beza. El gobierno es parte ddel por motivaciones profesionales, personales, económicas-
Estado, pero no es todo el Estado, y el Estado n no es clasistas, religiosas (La ciudad de Dioss de San Agustín),
solo el gobierno (Clastres, 2010; Diamond,
Diam 1974; “erostratismo”, chovinistas, por encargos de superiores, y
Weber, 2005). otras muchas razones más. Es injusto acusar de subjetivi-
dad a los militantes cuando en la propia Universidad –y
en todo el mundo académico– pasa lo mismo, e incluso
Historia militante: con más frecuencia, por motivos económicos o editoria-
objetividad, subjetividad, les, entre otros. Con todo, no pretendemos negar los casos
honestidad de intento de adaptación de la realidad a la ideología, y
Dados estos puntos, quizás sea momento de sentar algu- no al revés, como podría ser. El no ajustarse o la incomo-
nas pinceladas sobre la objetividad y la subjetividad, si didad no supone un cambio de los principios esenciales
bien quizás resulte ya un tema manido en la Universi- de la ideología. En todo caso, de una auto-revisión. La
dad y con algunas conclusiones claras. Creemos que la ideología no es más que un sistema de ideas que gira
objetividad no existe entre los historiadores hoy día ni en torno
torn a unos principios. Si no se corresponden con
en lo que sabemos del pasado historiográfico. Lo cual no laa realidad
realida puede ocurrir que quede obsoleta o se reco-
justifica renunciar a las pretensiones de ser objetivo: la nozca el error, pero lo más común, según la experiencia
objetividad debe ser nuestro objetivo, nuestra referencia, hasta el presente, es el ajuste o la reinterpretación, por

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presta más atención a unos detalles que a otros; o cuando


sigue una bibliografía distinta está construyendo, aunque
sea inconscientemente, una subjetividad. Toda historia
se realiza desde una interpretación, la cual es, necesaria-
mente, subjetiva. Cierto es que no son los mismos grados
de subjetividad si los comparamos con los que suelen
causar polémica en las academias, pero estos pequeños
detalles son tan numerosos que son los que posteriormente
construyen esos edificios tan altos, cuyas cimas son las que
suelen debatirse en los medios intelectuales.

Con todo esto, no defendemos un relativismo donde todo


no mencionar que siempre hay que distinguir entre las es verdad desde distintos enfoques. No todo es cierto y
contradicciones teóricas y las contradicciones históricas, podemos estar seguros de muchas certezas y errores sin
individuales, personales o circunstanciales, que no tienen necesidad de ser dogmáticos. Pero las diferentes lecturas
por qué guardar relación con los principios ideológicos de la historia responden a las distintas visiones que hay
que sirven como marco interpretativo. Por lo que, desde dentro de las sociedades actuales, por lo que es necesario
estas líneas, no entendemos la necesidad de falsear la buscar herramientas coherentes entre unos y otros y, en
historia por un simple temor a un empañamiento del este caso, el anarquismo ha sido una de las posiciones más
anarquismo como filosofía social. Como humanos nos conocidas y destacadas desde hace ya casi dos siglos. De
debemos, en primer lugar, a la verdad, o mejor dicho, al esta forma, podemos responder a diversas cuestiones que
intento de llegar a ella, que es, en la práctica, lo mismo, se plantean desde estas perspectivas.
por lo menos en el campo “científico” y metodológico
de un conocimiento que se debe contrastar porque es
de todos y no de –ni para– unos pocos. Creemos que si Objetos y propuestas
unos defienden el anarquismo es porque consideran que de estudio
con ello defienden la humanidad. Por ello, a ella y a la Todada historiografía presta más atención a unos campos
“verdad” en general, nos debemos. y objetivos de estudio según su pro propia naturaleza. La
Historia Social se centra en las person nas que conforman
En realidad, incluso la situación cultural, lin ingüística, el grueso de la sociedad y que no se mencionan en los
mental y social en la que nacemos y crecemos, mos, en cada grandes relatos de reyes y generales.es. Sin
S ser exhaustivos,
parte del mundo, son condicionantes quee van subjeti-subjeti hemos pensado en las siguientes
iguientes posibilidades como
vando a cada persona del mundo, y con ello, lo, a cada hist
histo- muy interesantes es para una historiografía que responda
resp
riador. Por eso, el historiador siempre será
rá subjetivo, p
por a la preocupación
reocupación del anarquismo en to torno a la libertad
mucho que intente esforzarse. Por ejemplo,mplo, todos ellos
el y el poder, sin perjuicio de ototras propuestas de estudio:
comparten la visión antropocéntrica frenteente a un mundo 1. La naturaleza
uraleza y el origen de los conflictos que se dan
habitado por todo tipo de animales y formas de vida. en lla Historia.
Creemos que eso ya es un condicionante nte que provocará 2. Las desigualdades sociales que se desarrollan en los
que ningún historiador vea negativamentente la ocupación ded grupos humanos a través de la Historia.
un terreno a costa del desalojo de la vida
da animal pre-exis- 3. El origen y desarrollo de los estados, de los gobiernos,
tente, aunque solo se trate de insectos. Todo historiador del poder y de las jerarquías sociales. El concepto de
verá negativamente las enfermedades poor su acción en los la autoridad.
humanos, así como las pandemias como acontecimientos 4. El proceso de la especialización en las sociedades
históricos. No vamos a entrar en si estas sub
ubjetividades son humanas (a nivel de lo laboral, de la edad y del
adecuadas o no, pero sí lo mencionamos para pa señalar que género). La formación de distintas clases sociales.
son subjetividades, aunque no lo percibamos os como tal. En 5 El problema de la escasez de los recursos, de su
5.
el mismo momento que utiliza un discurso det eterminado se control y su relación con el desarrollo demográfico.
co

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6. Implantación y aceptación de los modelos de domi-


nio social por parte de la población.
7 Distinción entre las distintas formas de relaciones de
7.
poder entre los hombres: clan, súbditos, ciudadanía,
esclavitud, servidumbre.
8. Distinción entre los diferentes modos de grupos
sociales: estamento, casta, clase.
9. Los pasos de la autoridad de un hombre a la obedien-
cia a un concepto: Dios, Ley, Nación.

Todas estas cuestiones se plantean porque desde la


historiografía anarquista toman una posición donde se
establece que los conflictos se dan como resultado de dad es prácticamente inexistente. Pero de un modo u
las desigualdades sociales que se generan en las distintas otro, normalmente se están dando el funcionalismo
formas de autoridad y dominio, donde sobresalen los y la especialización de las tareas que debe realizar el
casos de la sumisión de las mujeres, la explotación del grupo, que originalmente se repartían espontánea-
hombre por el hombre y la guerra. mente entre todos, siendo los más pequeños y los
más mayores los únicos con tratos diferentes por su
práctica incapacidad. Será posteriormente cuando
La historiografía se va dando la especialización entre los cazadores,
anarquista en los las mujeres y, en general, determinadas actividades
diferentes períodos económicas.
históricos
Para responder a todas estas problemática
problemáticas, la historiogra- • Antigüedad: Es fundamental porque es cuando
fía hace una interpretación de la Historia y de sus distintas se da, en diversas partes del mundo, el origen del
fasess de desarrollo: Estado y de las estructuras autoritarias en sí. Hay
• Prehistoria: Donde de la humanidad se dividivide en diversas teorías de cómo se van formando estos y
diversos, pequeños y heterogéneos grupos que aparecen los grupos de poder. Según se desprende
sobreviven en comunidad d y unas relaciones socia
sociales de Gordon Childe (1996, 133-136; 174-175) parece
directas, con formas de autoridad
utoridad muy informale
informales, ser que es la necesidad de gestionar y controlar los
pobres, distintas y hasta
asta inexistentes, y cuando se escasos recursos existentes en determinadas regio-
dan, normalmente
mente se relacionan con el cará carácter nes, como en Sumeria o Egipto, donde incluso el
personal
onal de los individuos, siendo por tanto espo- acceso al agua era limitado o exigente de control,
rádicas y poco firmes. En alg
algunos casos, como estu- lo que fue provocando que surgiera un grupo que
dió Clastres
res en so
sociedades primitivas (2010, 37-58; decidiese los permisos, que en principio no serían
165-167; 217-223), esa “autoridad” era un concepto
165-16 muy restrictivos, pero que se usarían, sin duda,
muy distinto al que manejamos nosotros, siendo a contra los individuos que actuasen contra el resto
menudo algo más consensuado que solo se podía de la comunidad, siendo el castigo la limitación del
aplicar a muy pocas facetas de la vida y que, en caso acceso al agua potable, obra –en fin– de la comu-
de provocar desacuerdos entre el resto del grupo, nidad y sus trabajos de drenaje y pozos. En el Nilo
era arrebatada y negada, pues no era una autori- es fundamental la organización del trabajo para el
dad ni permanente ni vitalicia Además, su fuerza adecuado desarrollo de los cultivos. Una segunda
se basaba en la confianza y el prestigio, dos estados teoría apunta hacia el desarrollo de la especializa-
que surgen tan rápidamente como caen. En algunos ción económica, especialmente entre la agricultura,
ció
casos pueden aparecer casos de caudillismo. En otros gennerando unos excedentes que no podían ser consu-
casos, una especie de gerontocracia cuyo poder es mididos por la población local, dando la posibilidad
de carácter consultivo. Y en otros tantos, la autori- dee intercambiarlo por remanentes de distinto tipo

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con otros grupos, generando una especie de sistema en primer lugar, el Estado de las monarquías orienta-
de trueque que dará lugar a formas primitivas de les inspiradas con el derecho divino, al relacionar los
comercio y mercado. Este superávit,
uperávit fruto del trabajo antepasados de los monarcas con algún Dios o ente
que no se consume inmediatamente y con el que sobrenatural, situados especialmente en los ámbitos
se especula para generar una riqueza que da mayor mesopotámicos y, por supuesto, Egipto; en segundo
poder dentro de las relaciones sociales en el grupo, lugar, las ciudades-Estado fundamentadas en cons-
generará la necesidad de crear unas estructuras socia- tituciones ciudadanas, muy presentes en el mundo
les que reconozcan la pertenencia de esos excedentes heleno y mediterráneo; en tercer lugar, las sociedades
a una determinada comunidad, grupo social o indi- con un Estado escasamente formado o inexistente,
viduo. Es el nacimiento de las primeras formas de más bien comunales, que se encuentran en el mundo
propiedad (Proudhon, 2002, 78-79), un concepto “no civilizado”, en la mayor parte de Europa, África,
aún más rudimentario de lo que vivimos hoy, pero Asia y Europa, especialmente en el mundo celta y
que será suficiente para reivindicar la necesidad de germánico, entre otros muchos ejemplos más y que
la creación de una estructura social que garantice y aglutinan una diversidad de formas de autoridad que
reconozca esa propiedad a sus “legítimos” dueños abarcan desde caudillos, jefes, líderes y consejos, en
frente a robos de ladrones que no han participado general informales o hasta temporales, hasta modelos
en la producción o no han colaborado en la comu- tribales o comunales con una diversidad muy extensa
nidad. Una tercera posibilidad es el aumento demo- y que sería de gran interés para el estudio de prece-
gráfico que va generando una mayor complejidad en dentes de sociedades no estatales y, potencialmente,
la sociedad (Childe, 1996, 176), necesitando para sin auténticas bases autoritarias; en cuarto lugar, el
su gestión y funcionamiento la generación de unas Estado típicamente romano, fundamentado en el
estructuras sociales que traten a todos por igual, ya derecho y la legislación más allá del ámbito local y
que el crecimiento de la población los coloca en que evolucionará
ucionará a una quinta y defid nitiva forma:
una situación donde todos ya no se conocen. La el Imperio. Esta es la expresión, no de un una forma
confianza en ese aparato debía ser respondida con política de una sociedad, sino la expresión política
pol
sabiduría y objetividad para resolver las necesidades de una
na entidad superior a la sociedad para aglutinar
aglutina
y conflictos de una sociedad cada vez más imprevi- vi- a muchas de ellas. Basándose en el modelo oriental,
sible y compleja que ya no podía ser contestada da por
p cuyo concepto divino es asimism ismo supra-social, es
grupos humanos que se negaban a seguir ell noma- n lo que asume Roma de una maneera mixta –al haber
dismo o, si lo seguían, no se separaban n del
d resto elementos jurídicos– con su mode delo y que marcará
del grupo. Con todo, se darán casos en n sociedades el tránsito de la sociedad antigu
ntigua y esclavista a la
sedentarias, donde grupos sociales descontentos
escontentos ses medieval, especialmentente tras el Decreto Imperial de
marchan para fundar otro grupo o ciudad, como com Adscripción n a la Tierra y la evolución del sistema
si
es el conocido caso de la colonización
ación griega en clientelar al vasallaje. Esto constituirá
constitu las primeras
el Mediterráneo. Para la defensa sistemática de la raíces del feudalismo.
mo. Mientras
M tanto, en Oriente,
propiedad privada emergente, no basta solo con la China surge como
co un Estado cada vez más burocra-
coacción de un proto-Estado quee terminará sién- tizado, en crecimiento constante, que guarda seme-
tizad
dolo, sino la configuración de un código legislativo janzas con el modelo romano.
que establezca unas normas de convivencia
nvivencia tutelad
tutelada
por el gobierno. Es así como surgeurge el Código de • Medievo: La Edad Media supone un episodio espe-
Hammurabi y las filosofías del Orden de Confu- cial en la Historia, en un escenario: el Viejo Mundo,
cio en China. Sin embargo, en todas estas líneas o más bien, Europa y el Mediterráneo, ya que el
e interpretaciones es evidente que ue en un mundo fenómeno no se repite en el conjunto del resto del
vasto hay ejemplos que marcan form rmas y líneas de globo. Es un ejemplo claro de las distintas formas
desarrollo distintas. Finalmente, en la Antigüedad de relaciones de dominio que rompe el esquema
se pueden estudiar las características de los primeros gobierno-población y la visión del poder como enti-
estados y su desarrollo. Hay cuatro mod odelos claros: dad centralizada y absolutista. En la Edad Media
da

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son los particulares los depositarios


deposita de los roles de encontrara presente el padre. Esta realidad popular
autoridad y servidumbre.
servid Es un sistema altamente estuvo presente tanto en el campo sin señores como
descentralizado que sigue una pirámide que va desde
d en muchas de las incipientes ciudades medievales
los reyes, emperadores y el Papa, a los señores locales, y es una buena línea de investigación para el estu-
quienes, efectivamente, ejercían el poder sobre la dio de las relaciones de poder. Del mismo modo,
población y contaban con una gran independencia. la Edad Media presenta dos ejemplos especiales
Todo ello en un contexto de unas instituciones polí- del poder autoritario: el Papado y el Sacro Impe-
ticas casi sin Estado, ya que los poderes de los reyes rio Romano Germánico (y su hermano oriental: el
eran insuficientes y no contaban con ninguna buro- Imperio Bizantino, que duró 1000 años más y marca
cracia extensa ni conjunto de instituciones propias casi toda la cronología de la Edad Media), entidades
del poder civil. El Estado se limitaba prácticamente supra-nacionales con una capacidad política muy
a la figura del rey, sus colaboradores más cercanos, compleja. Al margen de todo esto, hay que tener en
una serie de especialistas de número muy limitado, y, cuenta la realidad del mundo islámico, netamente
quizás, sus vasallos y siervos más directos. También urbano, frente a una Europa rural. Lo cual no evitó
existía una dualidad en el poder que ejercía con la la fragmentación política de los musulmanes y las
Iglesia, entendida como el poder espiritual frente al luchas de poder entre los califas y los emires, así
poder de los monarcas, definido como terrenal. Del como el ejemplo claro, en España, de las taifas, que
mismo modo, complicados sistemas de herencias repiten el proceso feudal. El mundo urbano solo
se aplicaban sobre las propiedades y los territorios afectó localmente a la política y a la economía, y
que a menudo cambiaban de mano, se concentra- al comercio a un nivel más general. Es interesante
ban tierras en unos pocos (al menos sobre el papel) seguir, asimismo, los gremios como constituyentes
y las fronteras y reinos veían constantes cambios. de la economía urbana, el desarrollo de los produc-
Loo cual no impidió que esta es época sea la inspira- tores y las formas de poder que viven los trabajadores
ción de casi todos los nacionalismo
alismos que surgirán a organizados dentro de ellos.
partir del siglo XIX, influidos por el ideal
deal romántico,
fenómeno resultado de la descomposición y frag- • Edad Moderna: La concentración de las rique-
mentación del Imperio rio Romano y la creciente eevolu- zas conllevó la concentración política. El modelo
ción del idioma latino en distintas lenguas en ccada descentralizado del medievo pasó a un modelo
territorio. La profunda dispersión social produc
producirá completamente centralizado en torno a la monar-
culturas en lo que fue otrora
rora el territorio imperi
imperial quía; los señores feudales pierden poder a favor del
romano. La base del sistema
istema feudal es el vasallaje, es rey. Hobbes escribe sobre la razón del Estado en su
decir, el pacto que se da entre un noble inferior con Leviatán y Maquiavelo separa la política de la moral,
uno superior, donde este último, propie
propietario de unas escribiendo un ensayo sobre cómo gobernar bajo
tierras, el feudo, cedía una pa
parte al primero a cambio el protagonismo de un Príncipe. Son las bases de
de sumisión,ón, impuestos,
imp tributos y la obligación de una nueva forma de las relaciones de poder, desa-
acudir a las armas cuando lo requiriera el Señor. El rrollándose hasta la Monarquía Absolutista que irá
segundo pilar es la servidumbre. Este modelo irá dando forma estable a los reinos y países tal como
desarrollando las mentalidades e ideales en torno los conocemos hoy. Es la forma clásica de gobierno
al honor, el amor y la fidelidad al señor. Debido autoritario, de arriba a abajo, centralizado y funda-
al desmoronamiento de las estructuras imperiales mentado en la fuerza. Pero, en suma, el poder sigue
en numerosas partes, la población se vio obligada concentrado en la persona del rey, al ser el reino
a auto-organizarse, impulsando formas organizati- propiedad suya y de su dinastía. Quedan, con todo,
vas asamblearias y de participación directa, si bien restos de la época feudal anterior y ciertas caracte-
con limitaciones como la participación exclusiva rísticas como los sistemas de herencia, aunque los
rís
del cabeza de familia, es decir, un representante de nueevos reyes ya van desarrollando distintas leyes para
la unidad familiar, lo cual conllevaba la no parti- esta
tablecer su poder en todas las estructuras políticas,
cipación de las mujeres o niños, salvo que no se prromoviendo una centralización como modelo más

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dad de la educación, la separación de la religión con


la política, el antropocentrismo, el racionalismo e
incluso el universalismo. Todos estos valores propi-
ciarán unos nuevos deseos de libertad, de criticismo,
de rechazo a la superstición, de negación de la irra-
cionalidad y la injusticia y de la reivindicación de
la igualdad de todos los hombres. A partir de ello,
surgieron una serie de revueltas que no se limitarán
a una resistencia o rechazo visceral sino que encon-
trarán unas ideas nuevas en la que fundamentar sus
aspiraciones, abarcando una nueva envergadura y
dando paso a la rebelión de esclavos en el Haití, la
eficiente y necesario para aprovechar todas las fuerzas Guerra de Independencia de las Trece Colonias y
militares frente a los enemigos. Surgen políticamente la Revolución francesa que marcará la ruptura del
los Tres Estamentos, los Tres Estados, constituidos Antiguo Régimen, dando paso a una nueva época.
por la nobleza, el clero y el “pueblo”. Anteceden-
tes y comparables a las clases sociales de hoy, pero • Edad Contemporánea: Tras la Revolución fran-
con una movilidad menor, al estar constituidos no cesa aparece la sociedad moderna marcada por
solo por su nivel económico, sino también por su la idea del progreso, el desarrollo de la ciencia, la
posición jurídica. Hay una desigualdad en cuanto soberanía popular, la concepción de la nación, la
a las riquezas, pero también en cuanto a los privile- eliminación de privilegios políticos (pero mante-
gios políticos, legales y sociales. La Edad Moderna niendo los económicos), la desaparición de los esta-
contiene otro elemento fundamental para enten- mentos y el surgimiento de las clasescl sociales; un
der nuestro presente: el desarrollo del colonialismo crecimiento demográfico sin precedentes, la indus-
como medio de explotación y opresión de todos los trialización (con el consiguiente surgimiento nto de
d la
pueblos del mundo bajo el dominio europeo y occi- clasee trabajadora), la desaparición de los gremios,
gremios
dental. Causará transformaciones en sociedades que ue la desruralización y urbanización, la privatización
no han seguido el mismo proceso histórico e int intro- de los recursos comunales, con onstitucionalismo y,
ducirán en ellas nuevas prácticas e ideas. En n general
g finalmente, el nuevo Estado com mo representante y
formará, no solo la supremacía política y ecoeconómica herramienta de toda la población que adquiere, por
de Occidente, sino también un sentimiento ento y reco- medio de la tecnología, la partic
articipación ciudadana
nocimiento de la superioridad del varón arón blanco y y el conocimiento. Un alcance de poder jamás visto
cristiano y, con ello, unos valores nuevos
vos fundame
fundamen- previamente, e, ni tan siquiera durante el absolut
absolutismo,
tados en el inicio del Renacimiento, el colonialismo
colonialism estableciéndose
stableciéndose como régimen predominante
p la
consiguiente, el desarrollo del capitalismo
pitalismo con los democracia parlamentari
amentaria, basada en los principios
grandes flujos de riquezas y del comercio
mercio en general, de la Ilustració
ustración de la separación de los tres poderes y
el surgimiento de las grandes ciud dades y, posterior- el modelo
m político de la representatividad por exper-
mente, una etapa final marcada por la Ilustración tos a través de elecciones de la población capacitada.
que formará las bases ideológicas para el liberalism
liberalismo En este nuevo mundo, donde se llama a la partici-
y la nueva sociedad que se avecinaba.
ba. Intentando ser pación política al “pueblo”, se producen una serie
un instrumento eficaz para el Desp potismo Ilustrado de contradicciones y crisis constantes, que marcan
y racional, o en sectores más radicalles, para el bienes- el surgimiento del movimiento anarquista como tal
tar del ser humano, la Ilustración marcará unas ideas y su destacado desarrollo histórico posterior hasta el
fundamentales que aún hoy estamos os arrastrando: el presente. Aparecen los conceptos de la izquierda y
progreso, la ciencia, la separación de los
lo tres poderes, derecha política, inspirados en las posiciones donde
la idea del individuo natural, que pasaa a un contrato se sentaban los parlamentarios jacobinos y giron-
social, los conceptos sobre la propiedad ad, la necesi- dinos para deliberar en la Asamblea Nacional; la
din

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Hacia una historiografía anarquista. Francisco José Fernández Andújar

idea del “Estado del terror” de Robespierre, como


una necesidad parpara la defensa del bienestar de la
población; se impone el liberalismo en el mundo
occidental; surgen las diferentes ideologías políticas
–destacando el marxismo y el anarquismo– así como
los movimientos nacionalistas; se producen procesos
de independencia de naciones y Estados y, en el siglo
XX, surge el fascismo, los estados del bienestar y las
hegemonías políticas. Se vive la experiencia de las
dos grandes guerras mundiales y la constitución de
los conflictos bélicos y armados a gran escala, supo-
niendo gran número de participantes y de víctimas
que marcará un nuevo mundo sin precedentes en el
pasado histórico. Historia Social, es un modo de narración que se centra en
las personas ordinarias: los trabajadores, los pobres y los
humildes, es decir, los que suelen ser el sujeto que prota-
Aportaciones de otras goniza el anarquismo, así como estudios concretos sobre
corrientes historiográficas los grupos sulbalternos, marginados y/o conflictivos. La
Para el desarrollo de esta historiografía anarquista se Historia Cultural, por su parte, hace aportaciones inte-
cuenta con aportaciones de otros modelos historiográfi- resantes, al mostrar los modos de vida y las mentalidades
cos. Hasta entonces, los historiadores anarquistas habían de las sociedades en épocas y lugares determinados y, con
estado practicando un modo libre de historiografía ello, revela numerosos aspectos, a menudo insospechados,
marxistata que sin duda continuar
continuará influenciando mucho de la conducta y la vida de la gente, incluidos los traba-
en cuanto a su enfoque materialista, rel relacionado con la jadores, los campesinos y las mujeres.
lucha de clases, las condiciones económicas as y los conflic-
toss por los modos de producción. Siendo los principales
pri Resultaría interesante, asimismo, la aplicación de la micro-
sujetos de la historia del anarquismo los trabajadore
trabajadores, los historia en temas del anarquismo que sirvan a su vez para
campesinos y los marginados,, este enfoque sigue teniendo
tenie estudios sobre cómo se concebía la libertad, la violencia, o
una importancia capital, inclusouso entre el “lumpenpro
“lumpenprole- cómo se activaban las estructuras, relaciones y formas del
tariado” que, aunque no se distinga
tinga por ser parte de lolos poder. La microhistoria es una rama de la historia social
productores, ocupan una posición consecuente con llas que propone el estudio de situaciones, personas y acon-
condiciones productivas.
uctivas. El análisis del poder siempre
siem tecimientos muy concretos en una “reducción de escala”
está relacionado
cionado con las condiciones económicas,
econó pues que en un análisis más generalizado y ordinario pasaría
es por el hecho económico como fundamentalmente se inadvertido. Con el estudio de una forma tan concreta y
establece el dominio
ominio ded las clases privilegiadas sobre el particular, se mezcla a la vez lo cotidiano con lo raro, ya
restoo de la población.
p que cada caso suele tener sus peculiaridades. Un ejemplo
paradigmático es El queso y los gusanoss de Carlo Ginzburg
La Historia Social es otra buena aportación, quizás (1981) donde, a través de los procesos inquisitoriales que
más importante que la marxista, al tomar como objeto se ejercen contra un molinero denunciado, extraemos la
la sociedad en su conjunto frente a la historia política, particular cosmovisión de un hombre sencillo del siglo
donde sobresalen los “grandes hombres”: políticos, reyes, XVI que compara el universo y la creación con cosas tan
militares, héroes, líderes y hombres del Estado, cuerpos cotidianas para él como es un queso con sus agujeros, o
políticos, etc. En nuestros esfuerzos por distinguir la Dios y los ángeles representados por gusanos surgidos por
sociedad del Estado y subrayar el papel histórico de la “generación
enera espontánea”. Del proceso extraemos otros
gente en general, es obvia la relación fluida entre una muchos detalles de su vida y de su mentalidad, tales
historiografía anarquista y esta rama historiográfica. La como el reduccionismo interpretativo de los jueces o la
“Historia desde abajo”, concepto relacionado con la clara mediatización
m de la cultura popular en las ideas del

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molinero.o. Es una microhistoria que no pretende por sí miedo en la historia del mundo occidental. Es obvio
mismo suplantar laa macrohistoria, el gran relato histórico. que, ante el peligro externo y las múltiples amenazas,
Se trata de reclamar un espacio que
que, por su grado
grado, pasaría se animase a que hubiera una clase social armada
ignorado por las formas comunes de historiar. Para hacer dedicada profesionalmente a la defensa y protección.
este tipo de historia, sin embargo, se requiere una base Esto lo vemos, por ejemplo, en el feudalismo con
de conocimientos históricos generales para contextualizar el beneficium, donde se suponía que los campesi-
lo que se va a investigar, por lo que al final, siempre hay nos eran los “beneficiados” ya que conseguían un
una relación complementaria. Con todo, un conjunto señor que los defendiera de los pillajes y saqueos.
de microhistorias nos pueden revelar un buen panorama Del mismo modo, una sociedad aterrada y asustada
general, si bien no es su pretensión en sí. En el anar- por la guerra, las enfermedades y los desastres, es
quismo, podríamos ordenar las investigaciones en este propensa a buscar hombres poderosos que solucio-
sentido, desde un sentido de abajo a arriba, a medida que nen los problemas, como ya señalaba Fulberto de
se multiplican y se pueden comparar, reconociendo el Chartres en su carta a Guillermo Duque de Aquita-
localismo y los niveles concretos de la realidad histórica. nia en torno al año 1020 (Ganshof, 1982, 131-132)
cuando se refiere a la justicia de las obligaciones del
siervo con respecto a su señor.
Análisis del poder
y de la dominación • Conquista: Es la forma más conocida, básica y
En la Historia podemos extraer detalles muy interesan- primitiva del poder. El uso de la fuerza para esta-
tes para conocer la naturaleza y el comportamiento del blecer la superioridad y, con ello, el dominio polí-
poder. De tal forma, se pueden analizar los diferentes tico (Aristóteles, 1988, 59) se traduce en el interior
medios que usa para establecerse y justificarse, siendo una de una sociedad con la represión, y en el exterior
buena línea de investigación y trabajo que puede aportar –frente a otras sociedades– con la guerra. Precisa-
la historiografía anarquista para las inquietudes y necesi- mente, por la naturaleza de las operaciones militares,
dades sociales del presente. Algunos casos y ejemplos, y que exigen rapidez en las decisiones y maniobraobras, es
no son todos, son: dondede con más facilidad aparece el reconocimiento
• Orden: La justificación primordial del control, de de la autoridad de alguien. Entre las tribus germanas
la coacción, del gobierno y del Estado es el estabtable- primitivas, bastante democrática cas, elegían, en tiem-
cimiento de un orden que no puede ser imp mpuesto pos de guerra, a un líder que los dirigiera a la guerra
de otra forma por parte de los grupos hu humanos. (Tácito, 2007, VII). Del mismo modo, en la antigua
Orden que promulga el monopolio de fijar la cohe- sociedad romana, elegían a un n “dictador”
“di en tiempos
sión entre los individuos organizadoss en sociedad.
sociedad de guerra (Bravo, 1998,998, 39). La prolongación de
Orden que da prioridad al bien común ún y general d
de los períodoss bélicos conllevaría, naturalment
naturalmente, un
todos, frente al egoísmo y la irracionalidad
onalidad de los establecimiento
stablecimiento del gobierno milita
militar que posterior-
individuos. Orden que esconde el “lobo”
lobo” de Hobb
Hobbes mente se convertiría
tiría en un
u gobierno civil debido a
y que deriva este concepto a la “razón
razón de Estado” su perpetuació
petuación y a la ampliación de sus funciones
como dispositivo ideológico que justifica la acción y co
control. Del mismo modo, el discurso de la supe-
gubernamental. Los mitos suelen n adjudicar siem- rioridad natural y genética sobre los más débiles,
pre un profeta, primer hombre o héroe, que trae eel en una realidad o naturaleza fundamentada en la
primer código de leyes para los seres humanos, el lucha y la supervivencia, será el discurso habitual de
cual se justifica por venir de “un ser
se superior”, y no un “darwinismo social”; un discurso que, como no
por el acuerdo entre todos. El con ncepto de “heren- podía ser de otra manera, encaja perfectamente con
cia” que se deriva de la idea de propopiedad, también la ideología de las élites (Huxley, 1893). Posterior-
tiene que ver con el interés de la estab
abilidad política. mente aparecerán discursos políticos que entienden
el progreso humano y la estabilidad demográfica y
• Miedo: Las obras de Delumeau (2002)
2) y de Gonzá- económica a través de las guerras (Hegel, 2000, 378;
lez Duro (2003; 2007) relatan la impo
portancia del 38
385-386).

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Hacia una historiografía anarquista. Francisco José Fernández Andújar

• Relaciones personales y favore


favores: En su Discurso
sobre la servidumbr
servidumbre voluntaria, La Boétie analiza el
problema de la sumisión, aparentemente consentida,
de las personas del pasado y de su época que contra-
decía, a su parecer, la condición –y voluntad– de
libree del ser humano. Tras analizar críticamente la
tiranía y la dominación, fundamenta su conclusión
en varias causas que han llevado a la servidumbre
“voluntaria”, entre las que sobresale una muy inte-
resante: las relaciones que se han ido tejiendo entre
las personas por medio de los favores. También
señala la fuerza de la tradición, y es que cuando
todos nacen viendo lo que ya existe, dan por hecho usado como un medio de control social, por medio
que es lo natural. Asimismo, entiende que el poder de agencias especiales de información de la policía,
envilece y hace cobardes a las personas por lo que, a espías, académicos –que son promocionados como
pesar de ser mayoría, consienten. Al final, la sumi- una especie de clases privilegiadas–, el papel de los
sión voluntaria es la principal causa del estado de medios de comunicación que filtran la información
opresión que viven. que conocen y, por supuesto, el uso, con lupa, de
la vieja práctica de la censura. Foucault (1980) hizo
• Conocimiento: Desde La Repúblicaa de Platón siem- distintos análisis hacia las formas “micro” del poder
pre se ha visto como un modelo político ideal el que iban más allá del Estado y las clásicas clases privi-
gobierno de los sabios, por entenderse que son los legiadas. Especialmente, realizó sus análisis en torno
más capaces para esa gestión que conlleva responsa- a las instituciones como la cárcel, el hospital o el
bilidad y necesidad de conocimienimientos. En muchas manicomio. Si bien, lo que diferencia el gobierno del
sociedades primitivas existía cierto grado
grad de geron- Estado es precisamente que el Estado es el conjunto
tocracia ante la idea de que los más anciano
ancianos, y por de las instituciones que organizan el gobierno para
tanto más experimentados,
ntados, eran los que tenían más su funcionamiento. Pero Foucault se refería también
conocimientos: primeroo para aconsejar, luego para p a las relaciones sociales entre hombres y mujeres,
gobernar. Es interesante ver
er el mito de las tres edad
edades patrón y trabajador, cuerdo y loco. Es cierto que es
en la cultura griega: la Edad
ad de Oro es la más ant anti- una repetición, desde una perspectiva más marxista,
gua y también la máss espléndida; a continuació
continuación de la clásica crítica del anarquismo a todas las formas
la Edad de Plata,
ata, y finalmente la Edad de Piedra.
Pie de autoritarismo que repite desde el siglo XIX. Con
Puede
de que haya una relación más que eestrecha entre todo, la calidad del análisis foucaultiano y sus obser-
la cosmovisión de este mito y la gerontocracia, que vaciones son una importante aportación a la histo-
se contrapone
pone a la visión que ofrece el progreso. En riografía anarquista y los estudios sobre las formas
general, hasta Bakunin (2000, 33-35) reconoció la
general del poder.
“autoridad” de un entendido o profesional en una
materia concreta como un experto en una especiali- • Eficacia: El poder siempre se ha justificado por
dad ejerciendo su trabajo, pero siempre indicó que actuar con eficacia. Amparados en su capacidad
esa “autoridad” era diferente porque en cualquier organizativa y de ejecución, el poder se vehiculizó
momento quien recurre a esa confianza la puede a través de jefes y potentados, que estarían en la
abandonar cuando desee y, además, no conlleva cúspide de un sistema de especialistas que permiti-
el dominio ni la autoridad en otros aspectos de la ría “funcionar” a la sociedad en su conjunto. Con
vida o la realidad. Sin embargo, más tarde, espe- el paso del tiempo, todos esos “especialistas” se
cialmente en el siglo XX, con la tecnificación de connvierten en personas “autorizadas” que, en base a
la sociedad y la emergencia de la ciencia al amparo la confi
c anza depositada en ellos, adquieren una posi-
de los gobiernos, sabemos que el conocimiento es ció
ión de superioridad con respecto al resto que resulta

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prácticamente
cticamente incontestable. Asimismo, las filosofías valores de sus filosofías encerraban otros principios
utilitaristas preconizadas
reconizadas por Bentham concebían la que también defendían otros sistemas políticos que
política por lo útil que fueraa para alcanzar la felicidad vinculaban la soberanía al total de la población y
y bienestar de las personas, dejando a un lado el valor ponían en duda el origen divino de los monarcas,
de la libertad. Tal idea conllevó la defensa del parla- aunque en cambio racionalizaban la necesidad de
mentarismo, frente a la arbitrariedad de los reyes, su gestión y gobierno. No fue difícil pensar que sus
pero no por una concepción de la libertad en sí, funciones podían ser suplantadas por otras formas
sino por la eficacia de unos especialistas que a su vez políticas inspiradas en otros tiempos, como las
entendían las necesidades de la población y se guia- democracias de la Antigua Grecia o las asambleas de
ban moralmente. Mill moderaba esta postura pero, las ciudades y pueblos medievales, que aún muchos
nuevamente partidario de la “utilidad”, justificaba recordaban y, en especial, el liberalismo burgués que
el despotismo en las sociedades atrasadas, donde un les resultaba mucho más interesante y acorde con sus
déspota que pensase por sus súbditos podía superar intereses políticos, sociales y económicos.
la dificultad del progreso espontáneo de su pueblo.
Aunque Mill daba más prioridad a la libertad que • Dios: Hablamos de Dios como podemos hablar
Bentham y veía mejor la insatisfacción de un hombre de otra idea que establece la inteligibilidad de algo
a la satisfacción de un cerdo, nuevamente justificaba superior a la realidad material o perceptible. Baku-
antes la eficacia y bienestar en sí, sobre la libertad nin, en Dios y el Estado, establece la idea de Dios
de un pueblo embrutecido e ignorante. Esto se debe como la fuente primaria ideológica del concepto de
a que, en fin, el objetivo era la felicidad y no la autoridad (Bakunin, 2000, 26-27). Se trata de una
libertad, ignorando las enseñanzas de las distopías idealización de la capacidad y beneficencia del poder
del siglo XX que eran capaces de satisfacer física e que crean los hombres para defender los privilegios
intelectualmente al ser humano, pero no permitir- por medioio de una idea sublime, mmanifestada en su
les su autodesarrollo por medio de la libertad. En infinitud y perfección. Como hemos men mencionado
este sentido, existe abundante y valiosa literatura anteriormente, los monarcas justificaban su u poder
p
en torno a las distopíass cuyo factor negativo era la absoluto
oluto por medio del derecho divino, la propaga-
propaga
falta de libertad real, pero que satisfacían los deseoseos ción de mitos sobre el origen de su estirpe (Eneas,
y hedonismo de la población, facilitándoles hasta ha Minos, Jinmu...) o la deificación
ón misma (Gigamesh,
drogas, como es el caso de Un mundo felizz dee A Aldous Ptomoleo II, Antíoco II). Durant nte miles de años se
Huxley. ha convertido en la fuente y justiificación principal
de autoridad y aún mantienee hoyho mucha fuerza en
• Progreso: El Estado y el gobierno se hanan visto como lugares como el mundondo islámico o estadounidense,
fruto del progreso y el avance humano,mano, frente al determinando
ndo la moral y la idea del bien y de
del mal.
salvajismo atrasado, caótico y criminal
nal de los primi-
prim
tivos. Bajo el imaginario de una sociedad
ociedad sin leyes
ley • Comunidad: La principal
principa característica del fascismo
donde se permitía el asesinato y la arbitrariedad indi- es intentar
ntar fun
fundir, confundir y mezclar la sociedad
vidual, se concebía el gobierno y el Estado como con el Estado, por ser su forma más coherente y
una entidad benefactora de protección
cción de todos los evolucionada por sus propios argumentos y razo-
integrantes de la comunidad. El desarrollo intelec-
intelec nes. Mussolini insistía continuamente en su famosa
tual, humanista y cognitivo ha llevado
vado a formas más frase de 1927: “Todo en el Estado; nada contra el
complejas y desarrolladas de la esstructura estatal y Estado, nada fuera del Estado”. Ahí se concibe el
de las formas del sistema político. La reproducción totalitarismo político y se justifica, zanjando por fin
intelectual de la Ilustración conlleevó la propuesta los conflictos históricos que el propio autor italiano
de soluciones y programas sociales que solo podían reconocía entre la sociedad y el Estado, que enten-
ser aplicados por un gobierno que, en su época, se día que era causada porque el Estado, entonces,
manifestaba por las monarquías absoolutistas, pero no representaba realmente la comunidad nacional
ilustradas, cultas y benefactoras. Sin embargo,
em los del pueblo y su soberanía, algo que a su parecer, su
de

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Hacia una historiografía anarquista. Francisco José Fernández Andújar

modelo político solucionaría al cconfluir los intereses numerosos historiadores del anarquismo. Pero creemos
de ambos. Kjellén (1917)
( entendía que el Estado era que respondemos a la sensación de muchos investigado-
una constitución natural de la propia sociedad y que, res que, desde la perspectiva libertaria, se sentían extra-
por tanto, era una “forma de vida”, un organismo, ños dentro del panorama general en la Historia al ver
derivando desde aquí el concepto de “biopolítica”, que se centran en un elemento que no interesa tanto a
que posteriormente usaría Foucault, y el de “geopo- las otras historiografías como es el poder y la libertad y,
lítica”. La mayor parte de los partidarios del Estados por ello, no se reconocían bajo ninguna corriente. En
entienden este como algo propio de nuestra natu- general, eran irremediablemente señalados como parte,
raleza, como una reproducción del instinto de las más o menos heterodoxa, de la historiografía marxista o
hormigas en hacer hormigueros. El monopolio de la del materialismo histórico. Creemos que con el presente
sociedad por parte del Estado es un elemento clave trabajo podemos situar mejor una referencia, un enfoque,
en su justificación. Pero la biopolítica a menudo es que, sin embargo, siempre estuvo ahí.
recurrida por elementos autoritarios pero no nece-
sariamente estatales. Sin usar ese término, Nietzsche
usó un concepto semejante al pretender una sociedad Bibliografía
organizada en torno a la desigualdad natural, privi- • ARISTÓTELES (1988): Política, Madrid. Gredos.
legiando una nueva “aristocracia” de la que surgiría • BAKUNIN, M. (2000): Dios y el Estado, Buenos Aires,
el ubermenschh (Esteban Enguita, 2004). Finalmente, Altamira.
no han faltado intentos de explicar la historia desde • BERTI, N. (1975): “El anarquismo: en la historia, pero
comunidades raciales (Gobineau, 1966). contra la historia” en Interrogationss 2, Marzo 1975,
París.
• Tradición: La costumbre ha sido considerada por • BRAVO, G. (1998): Historia de la Roma Antigua,
numerosas
merosas sociedades comoc fuente de derecho Madrid, Alianza Editorial.
o base de la propia sociedad más allá de derecho • CHILDE, V. G. (1996): Los Orígenes de la Civilización,
alguno. Es innegable la importancia de la tradición México, Fondo de Cultura Económica.
en numerosos pueblos y sociedades. Seguram
Seguramente en • CLASTRES, P. (2010): La Sociedad contra el Estado,
épocas muy antiguass fue el primer nexo de uni
unión de Barcelona, Editorial Virus.
un colectivo humano comoomo modo de configurar una • DE LA BOÉTIE, É. (1986): Discurso sobre la servi-
propia identidad y cohesión
ón social. La antigüedad de dumbre voluntaria o el Contra uno, Madrid, Tecnos.
la tradición o de una costumbre
umbre se entendía como
com • DE LA TORRE, M. (2010): “Contra el fetichismo
una manifestación de su validez y utilidad social, por
po obrero” en El Surco 15, Mayo 2010, Santiago de Chile.
lo que aumentaba
taba su peso y fuerza. Especialistas
Especialista de • DELUMEAU, J. (2002): El Miedo en Occidente,
una comunidad podían aparecer como los represen- Madrid, Taurus.
tantes de la tradición, con la consiguiente autoridad • DIAMOND, S. (1974): In Search of the Primitive (A
que se atribuye
ibuye a su
s persona. la búsqueda de lo primitivo), New Brunswick (N.J.),
Transaction Books.
• ESTEBAN ENGUITA, J. E. (2004): La máscara polí-
Conclusiones tica de Dioniso, en Fragmentos póstumos sobre polí-
En el presente texto hemos señalado algunas ideas que tica, NIETZSCHE, F. Madrid, Trotta.
podrían constituir un primer acercamiento para el intento • FOUCAULT, M. (1980): Microfísica del Poder,
de definición y concepción de una historiografía anar- Madrid, Ediciones La Piqueta.
quista, que pueda aportar abundantes y valiosos elemen- • GANSHOF, F. L. (1982): El Feudalismo, Barcelona,
tos de análisis, interpretaciones e investigaciones de las Ariel.
causas del desarrollo histórico. No es un trabajo impres- • GIN
GINZBURG, C. (1981): El Queso y los gusanos, Barce-
cindible: al fin y al cabo, la producción historiográfica lona, MMario Muchnik Editores.
sigue su curso, se investiga y se obtienen resultados, bien o • GOBI BINEAU, J. A. (1966): Ensayo sobre la desigualdad
mal interpretados, pero disponibles para el lector. Existen de las
as razas humanas, Barcelona.

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ARTÍCULOS | 83

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