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EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO

DE LOS AÑOS 80 A NUESTROS DÍAS

CORTÉS ROJAS EDUARDO


y
URBÁN CERVANTES JUAN BOSCO (1)

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

RESUMEN

Este ensayo tiene como finalidad presentar en un primer momento, el panorama que en
su conjunto los países latinoamericanos mantienen en términos de desarrollo económico,
identificando en este proceso las causas históricas y que desde la década de los años 80
hasta nuestros días se ha manifestado con mayores índices de preocupación pues se
ahondan las condiciones de dependencia y subdesarrollo, los niveles de pobreza y
marginalidad del grueso poblacional se vuelven crónicos.

Finalmente reconoceremos que esta dinámica impresa en el continente europeo es la


continuación de un modelo capitalista que se fundamenta en la desigualdad y que en el
caso mexicano arroja una serie de elementos sustanciales que nos permitirán
dimensionar en su justa medida esta problemática y cuáles pudieran finalmente ser
tomadas en un momento como medidas que faciliten una mejora de las perspectivas.

A lo largo de este curso nos hemos enfocado en el estudio de las condiciones históricas y desarrollo económico
que han ido configurando al mapa latinoamericano desde lo que se ha denominado como vida independiente,
asimismo se ha logrado identificar que el proceso de inserción al sistema capitalista y a su vez el vínculo de
dependencia a los países europeos se ha gestado intrínsecamente a dichos movimientos y sigue siendo eje
vertical de la práctica política en el conjunto de países ya mencionados.

El caso de México no está exento de esta historia compartida y para ejemplificar este fenómeno haremos
referencia a una serie de políticas adoptadas que han desembocado en una relación de dependencia a ultranza
que se manifiesta en un severo endeudamiento que a partir de los años 80 se ha convertido en una de las
constantes y donde las acciones encaminadas para su atención lejos de contribuir a mitigar el peso, no han
hecho más que ahondar las condiciones adversas aumentando la brecha entre sectores debido a su inequidad
en lo que respecta a la distribución de la riqueza.

Iniciemos este trabajo abordando lo concerniente a la crisis y endeudamiento que se dio a inicios de los años
80, en el cual vale la pena recordar que el caso mexicano se vio sorprendido por un desajuste en lo que años
atrás venía experimentando nos referimos al boom petrolero, México se había vuelto un país importante en la
medida que
1) Estudiantes de licenciatura en Pedagogía en la materia de Educación en América Latina, Grupo 1351. Profa. Alma Beatriz Gutiérrez.
era abastecedor en buena medida de varios países en el mundo lo que provocó un aumento en los ingresos por
casi todo un sexenio, sin embargo al iniciarse un proceso de investigación encaminada a economizar los costos,
empleando nuevas o fuentes alternas de energía (lo que redujo un 10%), lo que llevó a que la programación y
planeación del gobierno mexicano sufriera severos ajustes, no obstante las condiciones adversas del mapa
geopolítico en el mundo, hubo una serie de políticas que dificultaron aún más, el salir airosos de la problemática
y esas fueron el diseño e implementación de políticas económicas por parte del gobierno federal, puesto que
sobrevaluada la moneda, al presentarse este déficit en la balanza comercial, obligó a que se recurrieran a
préstamos onerosos y de renegociar las deudas que previamente se habían contraído con países y organismos
financieros internacionales como fueron Banco Mundial (BM); Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Interamericano para el desarrollo (BID) principalmente quienes de manera tortuosa efectuaron convenios de
préstamo a muy corto plazo con tasas de interés sumamente altas (casi 22% anual en muchos de los casos).

Esta dinámica fue llevando a que el país poco a poco fuera presa de un sistema netamente explotador, donde
lejos de mitigar los pasivos, a la inversa, éstos aumentaban de manera exponencial, de esta manera la relación
dependiente y de hegemonía por parte de naciones exteriores, se volvió nuevamente la constante.

Estas mismas condiciones aparecieron en el resto del continente, pues países como Bolivia, Venezuela, Costa
Rica, Chile, Guatemala, Colombia, Argentina entre otros, pues recordemos que desde la lectura de Eduardo
Galeano, pasando por Agustí Cueva hemos reconocido en ellos una característica similar, y es que las naciones
latinoamericanas hemos sido el puente o motor de desarrollo de las potencias europeas, que se han valido de la
explotación y el saqueo Acumulación Originaria de la riqueza (2) para acrecentar su dominio, generando un
circulo vicioso del cual nos ha sido imposible hasta la fecha lograr emanciparnos.

Una de las particularidades de este sistema es que Latinoamérica se ha caracterizado por ser una región
exportadora de materias primas hoy en día y en su pasado se caracterizaba por los monocultivos, es decir,
actividades primarias (en el mayor de los casos desarrolladas para el autoconsumo) ausentes de tecnología e
investigación al respecto, sometidos a largas jornadas de trabajo, en condiciones infrahumanas, es decir, aquí la
explotación del trabajador es la constante en pos de asegurar mayores volúmenes de plusvalía; esta situación
sin lugar a dudas sienta las bases para que el modelo de opresión se siga reproduciendo con el menor de
turbulencia posible.

Hablar de una cantidad de 39,000 millones de dólares, por intereses sobre una deuda total de 331,000 millones
de dólares, nos remite invariablemente a una reconsideración de las acciones emprendidas por la élite que
detenta el poder e identificar pero sobre todo proponer nuevas líneas de acción que nos lleven a una
redimensionamiento del modelo donde se abandone la idea de que el desarrollo va a estar determinado del
comportamiento de variables macroeconómicas como son la inflación, los instrumentos de política monetaria y
cambiaria, es primordial dar un giro a la visión y generar condiciones a partir de proyectos de inversión en
infraestructura, y de un mercado interno que favorezca la creación de empleos.

2} Véase. Cueva, Agustín (2007). El desarrollo del capitalismo en América Latina. Siglo XXI, México,
Vivimos una relación donde los gobernantes han consolidado una cultura de dispendio de recursos públicos,
que han hecho de la figura del servidor público la mejor de las oportunidades para asegurar un futuro económico
y así dejar de lado aquellos principios que deben guiar la actuación de un político. Las acciones emprendidas a
través de ya varios años han demostrado que existe un nulo compromiso de la clase política (la élite) para hacer
caso de las demandas sociales y velar por los intereses del pueblo en su conjunto y se han enfocado a seguir
recetas y modelos de apertura comercial financiera, que libere a los capitales de cualquier traba arancelaria,
como lo fue en su momento el llamado Consenso de Washington (3).

No obstante el panorama fatalista hasta ahora planteado, consideramos que se han venido gestando
movimientos de suma importancia para hacer frente al momento y una de esas medidas es el proceso de
integración a través de acuerdos políticos, económicos, culturales o incluso comerciales entre las naciones
latinas, pues han partido de un análisis minucioso, detallado de su legado y constitución histórica para formarse
un diagnóstico y a partir de éste proyectar posibles vías alternas, al desarrollar y compartir sus ventajas tanto
relativas como comparativas a fin de fortalecer un mercado común y generar excedente al interior de la región.

La teoría de las crisis nos menciona que todo sistema y en especial el sistema capitalista atraviesa por una serie
de altibajos que son naturales y hasta cierto grado necesarios para mantener el equilibrio, sin embargo debemos
de recalcar que desde nuestra postura encontramos el mayor de los males en las causas que generan estas
circunstancias y más aún las pseudo acciones que se llevan a cabo para mitigar los efectos negativos.

De seguir esta línea no cabe duda que el ritmo de la historia en los países latinoamericanos estará bajo el
compás de un modelo que pregona la democracia y que debajo esconde los intereses más perversos
concebibles basando su accionar en condiciones de desigualdad mayúsculas y completamente aberrante, cabe
aquí retomar la frase de Winston Churchill “nunca endeudaron tan pocos a tantos en tan breve tiempo”. (4)

Con el pasar del tiempo y el pesar de las naciones la capacidad de pago fue haciéndose mucho más difícil y
sobre todo por aquellos intereses que se acumulaban de manera dramática, lo que obligó a que los organismos
financieros, reestructuraran el pago (en parte) de las deudas, sin embargo lo hicieron siempre teniendo claro la
idea de obtener una ventaja de todo ello, y fue lo que sabemos la introducción de todo un modelo basado en la
desarticulación del aparato estatal, dejándolo fuera del manejo y explotación de diversas áreas estratégicas para
el desarrollo y progreso de los países.

LOS REAJUSTES DE LOS AÑOS 90


Para el año de 1990 Latinoamérica aun no lograba superar la serie de crisis internas y externas sin embargo a
partir de este año vendrían nuevos retos que afrontar. Evidentemente no podría hacerlo sola, para ello los
organismos financieros internacionales especialmente estados unidos ya contaban con el mecanismo al que
tendría que someterse, el cual no se estaba dando en la condiciones adecuadas para su optimo funcionamiento.

3) Urquidi, Víctor (2005). “Otro siglo perdido” las políticas de desarrollo en América Latina. México, COLMEX / F.C.E pp. 446-454.

4) Ibidem. 427-430 pp.


Por un lado Latinoamérica continuaba con serios problemas de endeudamiento, los cuales debían ser resueltos
por petición de Estados Unidos, seguía ejerciendo un papel rector en la vida de las demás naciones, como líder
continuando con su ya famosa política expansionista pero sus objetivos ya no solo eran para la región
latinoamericana,

En esa época la GATT sufrió un cambio para regular el comercio la cual se llamaría OMC (organización mundial
del comercio) una severa reestructuración donde nuevamente los países de latinoamericana intervinieron poco o
casi nulamente y se dictaminaron nuevas líneas políticas que se asumían desde fuera del contexto en el cual se
aplicarían.

En los años noventas tras la caída del muro de Berlín Estados Unidos se propuso ayudar a la economía de los
países de América latina, así que concibió la idea de convocar una conferencia los días 6 y 7 de noviembre de
1989 “para reexaminar el curso de los ajustes en América latina después de los cambios políticos y económicos
profundos ocurridos en numerosos países a partir de mediados del año 1985” (5)

Todo este proceso tuvo su momento culmen en el llamado “Consenso de Washington” donde las nuevas
reformas se enfocaron a temas como: déficit fiscales, definir las prioridades en el gasto público, la reforma
tributaria, las tasas de interés, el tipo de cambio, la política comercial, la inversión extranjera indirecta, la
desregulación, y los derechos de propiedad. Pero no lograron su objetivo ya que hubo problemas con el
consenso y los organismos internacionales se transfirieron a la caída del régimen y tuvo consecuencias ya no
solo para la región sino para el continente europeo en su conjunto por los vínculos comerciales.

Recordemos que en diciembre de 1994-1995 hubo en México unos momentos donde la economía quedó
estancada y con muy poco crecimiento, Estados Unidos quiso apoyar pero no se logro nada es mas en los años
1950-1973 varios países de América latina tuvieron una crisis económica la cual sigue en la actualidad. Se
dieron manifestaciones de amenazaban el equilibrio en el desarrollo provocadas tanto por causas internas como
externas que prevalecieron durante los años 90.

Igualmente durante estos años se produjo el proceso de globalización de origen histórico que se da a entender
como la decisión y voluntad políticas de aplicar nulos márgenes al libre comercio y libre movimiento de capitales,
con estabilidades monetarias ya que esto favorecía a las sociedades industriales involucradas en este conflicto.
Hemos de mencionar que a los países industrializados con alta tecnología moderna y nueva capacidades
empresariales les fue fácil incorporarse a las nuevas tecnologías y nuevos comercios como la GATT que ahora
es OMC.

Durante los '90, hasta el estallido de la crisis asiática, la inversión externa en América Latina creció
sustancialmente y llegó a representar el 31% del PBI, un porcentaje similar al de los países de la Unión Europea
(UE).
5) Ibidem, pp. 451
El auge inversor produjo un aumento en la extranjerización, principalmente en los servicios y el sistema bancario,
lo que nuevamente afianzó la dependencia y la posibilidad de financiar proyectos de inversión a nivel macro y
micro empresario.
Es decir, podemos identificar que una variable muy importante que se debe de dinamitar y que se ha querido
mantener en el anonimato por parte de las grandes potencias, es el referente a la investigación y la generación
de ciencia, como medio para romper con las cadenas que nos han unido y que hoy en día se han vuelto
primordiales en pos de brindar seguridad, certeza, comunicación y perspectivas de crecimiento. Cabe mencionar
que las proporciones de presupuestos destinados a estos rubros en términos generales durante los años 8º entre
países ricos y subdesarrollados - dependientes es de 1:5 y pareciera que la consigna (justificada por cierto) es
reducirlo todavía más.

Todas estas experiencias acarrearon como inevitable consecuencia que el área del comercio de los países
latinoamericanos no sea muy diferente al que predominó desde la colonia, que es una producción basada en
instrumentos y prácticas arcaicas que se desenvuelven en un ambiente sumamente desigual (mayoritariamente
subsidiado por sus gobiernos) y en contraparte generó mayores ingresos y expansión de los grandes
corporativos sacando del mercado a los pequeños productores.

Para finales del siglo XX experimentamos no un crecimiento, mucho menos un desarrollo económico y social
integrado, así fue con la mayoría de los países de América latina. Un ejemplo de ello, se dio en nuestro país el
22 de diciembre de 1994, en un discurso del presidente Zedillo, se explicaban con claridad las causas de la
fatídica crisis económica que empezaba a lacerar al país. La demanda de dólares era mucho más grande que la
oferta, la incertidumbre provocada por especulaciones, y desvió de información oficial hizo que la fuga de
capitales estuviera muy por encima de todas las experiencias previamente vividas.

Podemos ver que en la revolución mexicana 1910-1921 fue el primer derrumbe de algunas instituciones y por
ello levantaron esperanzas de nuevos cambios sociales y de organización política. Podemos rescatar que en esa
época se lograron las emigraciones de los estados de América Latina hacia los Estados Unidos, esto ha
provocado una severa crisis de legitimidad hacia las políticas que cada Estado implementa, pues no hay nada de
lo cual uno pueda vanagloriarse de reconocer como una de sus principales fuentes de riqueza, el concepto de
remesas.

En el caso de los gobiernos se despreocupaban del empleo manipulan las estadísticas para que según veamos
mejores resultados y condiciones de trabajo ya que a ellos les preocupaba mas que les trabajaran para tener
más producción y así obtener un mayor volumen de ganancias.

Los estados naciones están al servicio de las clase hegemónicas tanto nacionales como extranjeras.

En el caso de la educación lo podemos vivir en la realidad ya que a pesar de que se abren cada vez mas lugares
en las universidades, al salir como profesionalitas no hay trabajo para muchos y terminan desempañando
trabajos que no tienen nada que ver con lo que estudiaron, por lo tanto el desencanto se masifica y crea una
visión pesimista en el grueso de la población, una ideología que beneficia a la clase hegemónica.

Estamos convencidos de que las clases sociales que pueden generar una nueva dinámica de diferenciación en
el modelo de las escuelas privadas y públicas son educandos para ser líderes y que ellos sean protagonistas de
un cambio sustantivo, (gradual) pero que beneficien una línea nueva de cara a los retos que plantea el
vertiginoso cambio en las sociedades; desafiar el paradigma de obedecer a ultranza es el reto que debemos de
imponernos como profesionales de la educación, donde se desarrollen las capacidades de análisis y reflexión y
actuación en tanto pedagogía como práctica política (6).

En la actualidad se está viviendo una situación de extrema pobreza en el mundo el caso de Latinoamérica no
escapa a ello, experimenta y vive en estado de pauperización, si bien es cierto que compartimos una historia
común de explotación y dominio por parte del exterior, también es cierto que esas mismas condiciones adversas
han ido provocando que poco a poco el sentimiento latino, se está haciendo sentir en el mundo como bien
menciona Noam Chomsky, “Latinoamérica, es el verdadero ejemplo y foco de resistencia contra las pretensiones
de expansión del imperialismo capitalista (7)

Fuentes de Consulta

Cueva, Agustín (2007). El desarrollo del capitalismo en América Latina. México, Siglo XXI.

Galeano Eduardo (1982). Las venas abiertas de América Latina. México, Siglo XXI ( Capítulo I y II)

Urquidi, Víctor (2005). “Otro siglo perdido”. Las políticas de desarrollo en América Latina. (1930-2005), México,
COLMEX – F.C.E. (Capítulos IX, X y XI).

La Jornada, Periódico. Lunes 21 y martes 22 de septiembre, sección política, pp3-9.

6) Freire, Paulo (2006). El grito manso, México, Siglo XXI


7) Chomsky, Noam, Artículo publicado en la jornada, pp.3-5 lunes 21 de septiembre 2009.

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