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EL DUELO las 9 ETAPAS Salomón Sellam

Capítulo I

Las nueve etapas clínicas de un duelo real


"Ante el anuncio de una defunción, reaccionamos de manera distinta en
función de nuestra edad, sexo, sensibilidad, temperamento, fuerza vital
interna, de nuestra cultura y de la naturaleza misma del drama.
Esta defunción puede haber sido prevista o considerada como en el caso
de una persona mayor o enferma, deseada y deseable como en el caso de
un enfermo aquejado de un gran dolor físico, o bien inconcebible y brutal
como la que acontece en un accidente, un suicidio o una enfermedad
aguda.

El rol del entorno general y en particular familiar y de amistades, tiene


también una gran importancia.

La palabra duelo posee varias definiciones.

La primera, más conocida, describe la noción de tristeza causada por una


muerte, una desgracia, un infortunio, un pesar; una pena o una pérdida
definitiva.

La segunda describe las manifestaciones individuales, familiares,


sociales, religiosas representadas por el acontecimiento brusco que es la
desaparición de un ser querido.
Conocen ciertamente la expresión duelo nacional, por ejemplo.

La tercera hace extensiva esta noción primera al "duelo simbólico" a


consecuencia de una pérdida tanto física como simbólica: juventud,
trabajo, reconocimiento, amor, etc.

La cuarta, para terminar, pertenece más bien al aspecto psicológico y


define las reacciones psíquicas que sobrevienen después de un
fallecimiento real. Por extensión, el estudio de la dinámica psíquica
durante esta prueba nos lleva al trabajo del duelo.
Nos interesa particularmente aquí y deseo rendir homenaje a una persona
en particular: Elisabeth Kübler-Ross cuya misión fue, entre otras cosas,
acompañar a las personas terminales.

De hecho, hablar de duelo significa describir una experiencia humana


normal a la cual todo individuo se verá confrontado.

Así y todo, existen procesos normales de duelo. En cambio, la clínica


cotidiana individualiza ciertas formas de duelos problemáticos o
complicados, que atestiguan una dificultad de adaptación, patológica
incluso con la aparición de signos más psiquiátricos.

De todo el trabajo llevado a cabo por esta mujer extraordinaria, nos


quedaremos con el camino del duelo, que podremos realizar solos o
ayudados por un terapeuta.

Inicialmente, describió cinco etapas precisas y la clínica diaria me


permitió añadirles cuatro más que les propongo a continuación.

El camino del duelo

Por consiguiente, después de una pérdida, se mezclan varias reacciones


a la vez físicas, biológicas, psíquicas, emocionales y espirituales. Cada
persona afectada por el drama podrá efectuar un camino casi obligatorio:
Shock y negación de la realidad, Regateo, Rabia, Tristeza, Explicación,
Comprensión e Integración para poder así conducirnos de una forma más
segura hacia las dos últimas etapas:

La Aceptación/Soltar/Perdón y la Reinversión que nos permitirá retomar


el curso de una vida futura.

Varias observaciones caracterizan este aspecto.

Observación 1: Es importante para la persona en proceso de duelo


conocer la existencia de estas diversas etapas para que tome posición
durante todo el proceso y sobre todo para que pueda adaptarse a medida
que se efectúe su desarrollo.* También es una guía preciosa para el
facultativo. ¡Una persona de luto advertida vale por dos!

Observación 2: Todo ello es válido para un duelo real -después de un


fallecimiento- y también por igual en el caso de un duelo simbólico -sin
fallecimiento-.
Observación 3: Este camino no es lineal. No se termina una etapa para
pasar directamente a otra como en el caso de un rally. La persona avanza
a su propio ritmo y no se le prohíbe, en absoluto, volver a una etapa
anterior si le es necesario.**

Observación 4: Ciertas etapas se efectúan sin demasiadas dificultades y


otras tomarán más tiempo. Algunas veces la persona se ve frenada,
incluso bloqueada y no puede adelantar. Este bloqueo puede ser
consciente como en la tristeza, depresión de reacción instalada, pero
también puede verse inhibido y aparecer bajo formas diversas en la vida
diaria y en el curso de unos episodios sin relación alguna con el duelo en
sí -ver más adelante los bloqueos en la etapa de la rabia.

Observación 5: El tiempo del recorrido es muy variable, en función de


varios criterios entre los cuales el más importante es el tema de las
defunciones admitidas y las no admitidas. Consecuentemente, el duelo
por la pérdida de un tatarabuelo, por ejemplo, que por lo general hemos
conocido muy poco, es relativamente corto. En cambio, el que concierne
a un niño es muy largo y muy difícil de hacer en su totalidad, aunque
exista una reinversión real en la vida. Lo clásico, en esta última etapa, es
que podría durar entre dieciocho meses a dos años. En caso contrario,
debería considerarse un acompañamiento terapéutico.

Observación 6: Este camino puede recorrerse solo en ciertos casos. En


otros, se nos aconseja encarecidamente sobre todo al principio, estar
acompañados por un profesional quien ejercerá su primer y noble rol de
apoyo psicológico.

Observación 7: El final de un duelo no puede precisarse de forma


corrccta. Es el paciente el que lo determinará en función de sus sentidos.
La señal del final de un duelo es la reinversión en la vida diaria, familiar,
profesional, afectiva y social. Por otra parte no está prohibido llorar o
tratar de entender, aún años después del drama. En otras palabras, un
duelo no se acaba nunca completamente y si subsiste un débil porcentaje
de actividad, por lo general no es notable.
Veamos ahora estas nueve etapas en detalle y para más claridad en su
exposición, no trataremos el duelo simbólico que desarrollaremos más
adelante."
(Continuará)

* Esto es muy importante, tanto para el duelo real o simbólico, para


comprender los propios procesos internos. Incluso cuando ya el duelo
está hecho, vernos en retrospectiva atravesando el proceso puede
resultar altamente revelador.
Revelador de nosotros mismos a nosotros mismos.
Todo lo que nos sucede es un hermoso capital a invertir en nuestro
desarrollo personal.
Me gusta siempre decir que somos nuestro propio laboratorio, nuestra
propia base de experimentación. Así lo siento.

** Es fundamental esta observación y es válida para cualquier


conceptualización de procesos internos o abstractos, de creencias o de
temas espirituales.
El marcar etapas, planos, niveles, hace a la necesidad de comprensión
del concepto, pero no son compartimentos definidos en sus contornos.
Las transiciones no tienen márgenes precisos y de ahí el permitirnos un
"retroceder".
Tenemos que dejarnos ser y desprendernos del concepto lineal de
avance.

Las etapas de duelo el yaciente


Los 9 pasos del duelo (muchas veces solemos quedarnos bloqueados en
alguno de los 9 (el más común es el duelo bloqueado en la tristeza)

Según la definición psicológica el duelo es el proceso de adaptación emocional


que sigue a cualquier pérdida (Por ejemplo la pérdida de un amor, perdida de
un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, de una
mascota, de una quiebra, etc.). Aunque normalmente se ha enfocado la
respuesta emocional de la pérdida, el duelo también tiene una dimensión
biológica, física, cognitiva, filosófica y de la conducta, que se traduce en
emociones y comportamientos ante esta perdida, y que es vital en el
comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de la historia.
En la actualidad se está estudiando si otras especies también tienen
sentimientos de duelo como los seres humanos, y en algunas de ellas se han
observado comportamientos peculiares ante la muerte de sus congéneres.
Para hacer completamente el duelo y para que la carga emocional sea lo
menos pesada y que sea compartida en nuestra vida cotidiana, tenemos que
vivir un proceso, el mundo sigue allí afuera funcionando, todo parece igual
como si no hubiera pasado nada. Pero por dentro es como si viviéramos en
otra dimensión. Se vive un dolor profundo y vemos el mundo desde estos ojos.
…. Tendremos que vivir este proceso y este proceso está compuesto por
etapas. Dicen los especialistas que el periodo del duelo tiene una media entre 6
meses y 18 meses
El Dr. Salomón Sellam en su experiencia con pacientes clasifica el Duelo en 9
etapas. Algunas se viven simultáneamente y otras se van diferenciando.

1ª Etapa: NEGACION:
En esta etapa se rechaza, creer, escuchar, admitir la noticia, no no no puede
ser no lo creo!!, es el primer pensamiento que nos domina, después de un
tiempo no queda más que aceptar la noticia.

2ª etapa: REGATEO.
Las frases clave son: Porque él y no otro, me hubiese gustado morir en su
lugar, es como una forma de negociación en cuyo centro está la muerte real o
simbólica, “Si hubiera hecho esto no hubiera pasado” hubiera negociado..
Entonces las cosas cambiarían… el regateo se da ante cualquier situación
donde la vida y la muerte se cruzan. La función del Regateo es disminuir el
sufrimiento. Cuenta el Dr. Salomón Sellam en su libro El Síndrome del Yacente
este caso: Dos hermanos alpinistas atrapados en la montaña en una posición
peligrosa esperando a los socorristas el primero le dice al otro “Si salgo vivo de
esta me hago sacerdote, el segundo responde yo también. Poco después son
salvados y en vez de abrazar nuevas paredes rocosas, escalaron todos los
escalones necesarios para ser servidores de Dios.

3ª etapa COLERA
Una emoción se instala y puede ser o no exteriorizada durante un tiempo más
o menos largo.

4ª etapa TRISTEZA
Es una fase depresiva que viene luego de cada fallecimiento admitido o no.

5ª etapa: EXPLICACION:
Intentamos explicar lo ocurrido, establecer causas con el fin de admitir la
pérdida, lo explicaremos desde la velocidad, el mal tiempo, el alcohol, la
enfermedad grave, etc. Explicamos porque queremos comprender lo que
ocurrió.

6ª etapa: COMPRENSION:
Es muy cercana a la etapa anterior, Comprendemos que tuvo que ocurrir así.

7ª etapa: INTEGRACION DE LAS INFORMACIONES


Una vez que se han dado la explicación y la comprensión de la pérdida y se ha
aceptado procede la integración, el proceso de interiorizar, ya tengo todo claro
respecto a la pérdida, así podemos pasar a la siguiente etapa.

8ª etapa: ACEPTACION, EL PERDON, LA LIBERACION


Por fin la pérdida es admitida, me voy desligando, poco a poco de la carga
emocional engendrada por esta desaparición, sencillamente acepto sin más la
partida del ser querido o de la perdida simbólica, Le perdono el haber partido y
lo suelto.

9ª etapa: REINVERSION.
Habiendo tomado la aceptación puedo tomar distancia de lo acontecido como
una experiencia vivida, por fin puedo estar en el presente y continuar invirtiendo
en mi vida actual. Dice el Dr. Salomón Sellam que en esta etapa se pone en
marcha las pulsiones naturales de la vida.. Cuando vivimos esta etapa la Vida
continua, el drama no se borra pero finalmente hemos pasado página

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