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EL “AYMARAZO” EN PUNO-PERÚ: CAUSAS Y EFECTOS

The “Aymarazo” in Puno-Perú: causes and of course

Felipe Supo Condori1


1Dr.
en Administración (EUPG-UNFV), Dr. (c ) en Educación (EPG-UNA-Puno) y estudios de Doctorado en Ciencias Sociales (EPG-
UNMSM). Docente de la Universidad Nacional del Altiplano-Puno-Facultad de Ciencias Sociales-Carrera Profesional de Sociología-
Escuela de Post Grado UNA-P. Email: felipesupoc@gmail.com

RESUMEN
Estudio denominado: “Aymarazo”, en alusión y la relación en analogía como movimiento social (que por cierto tiene
matices diferentes) de lucha de reivindicación social del “Baguazo” de la región del oriente peruano. El conflicto social que
actualmente viene siendo generado por nuestros paisanos Aymaras del sur de nuestra región Puno-Perú, tiene una
explicación desde la identificación de un problema central, conjunto de causas y por supuesto, una serie de efectos de carácter
multidimensional (cultural, político, económico, social y ecológico) que mediante el uso del análisis de la técnica ZOPP se
describe a partir del análisis del “Árbol de Problemas”.
Palabras claves: Aymaras, Movimiento social, Causas y efectos, Técnica Zopp, multidimensional.

ABSTRAC
The study of the so called “Aymarazo” analogically alluded and related as the social rebellion (that has different
nuances) of social claims of the “Baguazo” in the Peruvian orient. The social conflict was generated by our Aymara brothers
southern our Puno – Peru region. It may be explained from the identification of the central problem, a group of causes and of
course multidimensional results (cultural, political, economical, social and ecological) which by means of the ZOOP analysis
technique are described with the “Tree of Problems” analysis.
Key words: Aymaras, social rebellion, causes and results, ZOPP technique, multidimensional,

I. CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS
Tanto el Zopp como el Marco Lógico son técnicas usados por la planificación estratégica para la formulación
de proyectos viables y sostenibles; debido a su versatilidad procedimental, éstas también se constituyen como
herramientas metodológicas y prácticas para el análisis de problemas sociales con mayor objetividad a partir desde
un enfoque técnico. Metodológicamente, a partir de la identificación como problema central o principal se hizo esta
caracterización como análisis situacional a partir de la identificación de las causas y efectos; haciendo una previa
representación social antropológica y sociológica breve de la naturaleza socio cultural del “Aymara”.

II. REPRESENTACIÓN SOCIAL DEL “AYMARA”


De la versión teórica de los más destacados estudiosos de la región Puno y de la observación empírica de
este hecho social, podemos corroborar que la ciudad de Puno tiene una convivencia intercultural entre Quechuas
y Aymaras predominantemente (ya sea esta población originaria o de procedencia directa o indirecta –que tiene
raíces de generación en generación incluso asentada en las principales ciudades de Arequipa y Tacna, con mayor
predominancia-) para no desconocer la población minoritaria de los Urus que también practican y manejan los
idiomas del Quechua y Aymara (siendo el origen de su lengua el Puquina y el Uro), (Barrientos, J. 2011, p.19). En
la ciudad de Puno estas culturas se “dividen” geográficamente por la calle Puno (una de las arterias principales de
la ciudad de Puno –capital de la región- acceso directo a la Plaza de Armas). A partir de esta calle, la población
asentada que está al sur son Aymaras y las poblaciones que tienen residencia en la circunscripción territorial del
norte son Quechuas (a excepción de las poblaciones de las provincias de Huancané y Moho que también son
Aymaras).

Sobre la predominancia y práctica de las lenguas del Quechua y Aymara según Barrientos, J. (2011, p. 20)
y el Atlas of the World’s Languages in Danger– UNESCO (2010) señalan que: “En Argentina se denomina al
quechua, quichua donde existen 6,739 hablantes; en Bolivia 2, 530,985 hablantes; en Colombia que toma el nombre
de Inga y no quechua, hay 19,079 hablantes; en Chile 6,175 hablantes; en Ecuador que toma el nombre de qichua
existen 499,292 hablantes; y en el Perú hay 3, 214,564 de hablantes, haciendo un total de 6,276, 834 hablantes
quechuas en los seis países de América del Sur. En cuanto a los hablantes aimaras: en Argentina existen 4,104
hablantes; en Bolivia 2, 001,947 hablantes; en Chile 48,501 hablantes; en Perú, 440,816 aimaras. Todos suman un
total de 2, 465,368 aimara hablantes”.

La principal característica cultural de las poblaciones de las comunidades campesinas, centros poblados,
distritos y provincias de la región sur de Puno lo constituye el origen cultural Aymara, en el entendido de que los
Aymaras tienen todas las características de una nación, pues poseen: territorio, lengua, costumbres, cultura,
historia y carácter psicológico comunes. Ellos, al igual que los Vascos, Baluches o Kurdos, pueden reclamar que
carecen de su propio Estado; y que su territorio se haya esparcido entre dos o más estados. Sin embargo, mientras
estos tres pueblos euro-asiáticos han generado largas confrontaciones armadas, los Aymaras no han desarrollado
ningún movimiento armado significativo. Tampoco han logrado los niveles de autonomía que, por ejemplo, han
adquirido los Kurdos en Irak o los Vascos en España (Bigio, I. 2002). Bigio, sostiene que los Aymaras tienen rasgos
raciales étnicos diferenciados. Por lo general son de tez oscura y contextura baja y corpulenta. Tienen su respectiva
indumentaria. El idioma Aymara es distinto a las distintas variantes del Quechua, una serie de lenguas habladas
por los Incas y que aún se usan desde el sur colombiano hasta el norte argentino. Los Aymaras, enclavados en lo
que algunos han descrito como el Tibet Americano, han sido el pueblo Andino que posiblemente haya preservado
más rasgos de su cultura. No muchos europeos, esclavos africanos o inmigrantes asiáticos, pudieron asentarse en
una meseta fría y poco oxigenada a 4,000 metros de altura sobre el nivel del mar.

Por otro lado, según Bigio, Isaac. (2002), los Aymaras han mantenido una serie de instituciones
comunitarias y ritos religiosos propios. Posiblemente son el pueblo andino que más haya mantenido los cultos
cósmicos, como a los cerros ('apus'), al sol ('inti') y la madre tierra ('pachamama'). Tienen su propio calendario y
por ejemplo el 21 de junio del año 2004 celebraron el inicio de su año 5510. Los Aymaras reivindican las
insurgencias campesinas anti-blancos de Zárate Willca (1899) y de Túpak Katari (fines de 1700). Entre sus
distintivos culturales mantienen un espíritu comunitario y creencias en la divinidad de la tierra, las montañas y el
cosmos; y reivindican la herencia del Collasuyo y de la rebelión anti-española de Tupac Katari

Así, al poblador Aymara no se le debe prometer algo que no se va a cumplir, porque las comunidades
Aymaras administran su propia justicia. Sus alcaldes provinciales y distritales son elegidos bajo la autoridad del
Jurado Nacional de Elecciones (JNE), pero no sus alcaldes menores; éstos son designados directamente por la
comunidad. Fundamentalmente la opinión de la comunidad tiene suma importancia para el nombramiento de los
gobernadores y de los tenientes gobernadores; sobre todo de estos últimos, que se constituyen como las
“autoridades de mayor poder” en cada uno de los sectores de las comunidades campesinas de los Aymaras, que
dentro del manejo interno de su “justicia” asumen el papel de jueces y sabios consejeros que solucionan los
múltiplos problemas de la vida cotidiana de los Aymaras desde asuntos domésticos de problemas conyugales y
familiares, hasta problemas de litigio y controversias generalmente referidas a la tenencia de sus tierras, ganado y
otros.

Los problemas más álgidos y de mayor trascendencia identificados en cada uno de las unidades
poblacionales de los Aymaras, son expresados a través de estas autoridades denominados TENIENTES
GOBERNADORES que representan la AUTORIDAD expresada en la LEGITIMIDAD DEL PODER en cada uno de
sus circunscripciones territoriales (ayllus, parcialidades, sectores y comunidades campesinas) existentes en cada
centro poblado, distrito y provincia de la región sur de Puno. Para acceder al nombramiento de Teniente Gobernador
se requiere contar con requisitos muy exigentes como el de ser casado, haber tenido “cargo” dirigencial en su
comunidad, el haber tenido “cargo” en las fiestas costumbristas más importantes de su comunidad, entre los más
importantes. De ahí la explicación del acompañamiento de estos señores autoridades a su dirigente Walter Aduviri
en la ciudad de Lima, porque le da legitimidad y contundencia en la lucha por la reivindicación de sus derechos por
la tierra, el agua y la vida que son amenazados por la explotación minera.

Uno de los preceptos que inmola sobre todo a la intelectualidad Aymara (incluido el suscrito –siendo
Quechua-) es el poema “Orgullo Aymara” del poeta puneño Dante Nava que dice:
"Soy un indio fornido de treinta años de acero,
"forjado sobre el yunque de la meseta andina…
…"Las montañas membrudas educaron mis músculos,
"me dio la tierra mía su roqueña cultura,…
…"Cuando surja mi raza que es la raza más rara,
"nacerá el superhombre de progenie más pura,
para que sepa el mundo lo que vale el aimara."
Así, uno de los aspectos más importantes para la vida de los Aymaras está en función a su saber andino
como conocimiento que está en relación a sus valores y creencias ancestrales: por cuanto, para ellos los cerros
(Apus) se constituyen como los guardianes tutelares de custodia de su vida y su cosmovisión andina; es decir, de
su cultura. Además que consideran que la tierra y las especies de flora y fauna tienen vida propia, de ahí sus ritos
del pago a la “Pachamama” que le da sus frutos no sólo para su subsistencia en relación a sus necesidades básicas
de alimentación sino algo más profundo de carácter espiritual y místico; propio de la filosofía y sociología andina.

III. PROBLEMA CENTRAL


CONCESIÓN DE LA EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINEROS E
HIDROENERGÉTICOS EN LOS PUEBLOS DE LA ZONA AYMARA DE LA REGIÓN SUR DE PUNO-PERÚ POR
PARTE DEL ESTADO PERUANO.

IV. CAUSAS
4.1 DE CARÁCTER CULTURAL
Este movimiento social terminó en radicalizar sus medidas y estrategias de lucha al enterarse que su Dios
tutelar; es decir, su Apu “Kaphia” estaba incluido dentro de los lotes de concesión para la exploración y explotación
minera. Este cerro que se constituye “sagrado” dentro de su cultura no sólo resulta ser un Dios tutelar, sino que
también les provee a varias comunidades campesinas y centros poblados de varios distritos de las provincias de
Chucuito-Juli y Yunguyo de la región sur del líquido elemental agua, tanto para su consumo como para sus
actividades agropecuarias. Esencialmente ésta es una de las causas principales que terminó por “incendiar la
pradera” y consolidar este movimiento social con matices incontrolables socialmente y que terminó como masa
social con matices de turba difíciles de controlar y que terminó con consecuencias negativas de dimensiones
económicas, sociales y políticas que todos sabemos.

4.2 DE CARÁCTER ECONÓMICO


La principal actividad económica de la zona sur Aymara de la región Puno es la actividad agrícola y pecuaria. La
predominancia de la actividad agrícola lo tienen la población Aymara que está ubicado en el área Circunlacustre y la mayor
predominancia lo tienen en lo que ellos lo denominan zona media y alta; constituidos por los pisos agroecológicos de Suni y
Puna húmeda y seca según Tapia, M. (1990). En estas zonas agroecológicas se practica la crianza de ganado vacuno con
predominancia en la zona Suni y en la zona de Puna seca y húmeda (zona alta) se practica la crianza de camélidos
sudamericanos (Alpacas y Vicuñas). Zonas de producción y agroecológicas ubicadas en cuencas y microcuencas
hidrográficas que constituyen su hábitat y su peculiar forma de vida cotidiana con estricta relación a su cultura andina; por
cierto, totalmente diferente a la cultura occidental. Porque por ejemplo en el proceso productivo de sus actividades agrícolas
y pecuarias, ellos lo practican como “crianza” que es más recíproco y vivencial. Mientras que para la cultura occidental es
solamente un proceso de producción y productividad.

El temor nació y enardeció su espíritu de lucha al enterarse que las tierras de cultivo y pastoreo que constituía su
principal actividad económica que tiene su base en la producción agropecuaria corría el riesgo de ser contaminada mediante
el uso de sus principales fuentes de abastecimiento de agua que les sirve tanto para su consumo como para el regadío de
sus chacras de cultivos de pan llevar (papa, quinua, tarwi, etc.) para su autoconsumo y cultivo de pastos y forrajes para sus
ganados. Tal como lo expresaron con la radicalización de su lucha al enterarse que su Dios tutelar Khapía que además de
brindarles protección divina, que también les proveía del líquido elemental agua, iba ser explorado y explotado como
yacimiento minero. Cabe indicar que en varias comunidades y centros poblados se practica actualmente el sistema de regadío
tanto por gravedad y en algunos sitios por bombeo de carácter artesanal y uso de tecnología intermedia.

Por cierto, si la actividad comercial se constituye como la segunda actividad económica importante en la zona sur
Aymara, ésta es practicada sólo por una parte casi privilegiada, que por cierto maneja regulares capitales económicos. Por
tanto, la principal fuente de abastecimiento de alimentos para su convivencia social es dada a través de su actividad
agropecuaria, que en su proceso productivo está estrictamente relacionado a su saber, valores y creencias de su cultura
ancestral andina Aymara.

Otra de las causas directas que también ha originado este movimiento social es la no percepción económica de los
fondos del canon minero en proyectos de inversión orientados al desarrollo rural que deberían mejorar los niveles y calidad
de vida de las poblaciones afectadas por la explotación minera. Es decir, la responsabilidad social con que deben actuar las
empresas mineras sólo fueron declaraciones que están en las normas legales expresados en decretos y leyes del gobierno
central; que en mayor proporción porcentual de estos ingresos económicos generados por canon minero son asignados a la
capital de la república y sólo una parte, es asignada a las poblaciones afectadas.

4.3 DE CARÁCTER POLÍTICO


4.3.1 DE ORDEN LOCAL Y REGIONAL (GOBIERNO REGIONAL)
Este movimiento social generado por los Aymaras como conflicto social tuvo todo un proceso, desde el
agotamiento de todos los recursos administrativos como sendos memoriales, reclamos, proyectos de ley, perfiles
de proyectos, etc. que han sido alcanzados y canalizados esterilmente a través del gobierno central y gobierno
regional de Puno.

Quienes iniciaron y dieron origen a este movimiento social por cierto fueron los Aymaras del distrito de
Huacullani que exigían el cierre de la mina “Santa Ana”, que había generado un conflicto social a partir de la
participación de algunos de sus dirigentes representativos que se “habían beneficiado económicamente de la
empresa minera” y no accedía a las peticiones de reivindicación social y económica de los “verdaderos” dirigentes
comunales. Otra de las causas que terminó en “rebasar el agua” fue el no respeto a sus costumbres y vivencias
relacionados a su cultura y el escaseo del líquido elemental agua que atentaba en su vida cotidiana. Luego se
propagó este movimiento social que duró 46 días a las provincias de Desaguadero, Juli y Yunguyo como reguero
de pólvora.
Profundizándose y agudizándose más aún este movimiento social Aymara frente a la negativa de la firma
de la Ordenanza Regional emitida por el Consejo Regional de cese a las concesiones mineras por parte del
presidente del Gobierno Regional de Puno Abog. Mauricio Rodriguez Rodriguez, quién en su oferta electoral como
jefe del Movimiento Político “Aymaras Quechuas Unidos e Integrados” (AQUÍ) había prometido no a las
exploraciones y concesiones mineras y a su vuelta de una reunión de minería a nivel mundial realizado en Toronto
Canadá había cambiado radicalmente su discurso y oferta electoral que era contraria al Consejo Regional que ya
había emitido una Ordenanza Regional que satisfacía inicialmente las exigencias y expectativas del pueblo Aymara.

De haberse firmado inicialmente esta Ordenanza Regional, “no se habría incendiado la pradera”, se hubiera
políticamente aplacado esta gesta social que luchaban y siguen luchando por sus justos derechos a la vida,
estipulada en la Carte Magna del Estado Peruano. No hubo tino ni voluntad política de parte del gobierno regional
representado por Mauricio Rodriguez en solucionar este problema social. No sabemos si lo hizo por contradecir
políticamente a los integrantes del Consejo Regional que por cierto está integrado por la oposición del gobierno de
turno (RAICES) o lo hizo debido a que fuera lavado su cerebro en la reunión mundial de minería realizada en
Toronto Canadá. Algunos, políticos de la oposición y analistas políticos más atrevidos refieren que hubo “un faenón”
que ha hecho cambiar su opinión respecto al tema de la minería. Fuera cualquiera las razones que han motivado
su parecer sobre el tratamiento de la minería; los costos sociales y económicos ocasionados por su postura fueron
muy graves que la historia se encargará de juzgarlo en su debida oportunidad.

Entonces el no pronunciamiento oportuno de parte del gobierno regional de Puno mediante ordenanzas
regionales sobre la exigencia y petitorio de la población demandante ha generado mayor “caldo de cultivo” en la
población afectada de la región sur. Tanto el pronunciamiento y la emisión de las ordenanzas que se dieron a
destiempo, ha sido una salida política del proyecto político AQUI que luego de haber prometido electoralmente estar
en contra de las exploraciones y explotaciones mineras y de recursos hidroenergéticos, al llegar al poder y a la
vuelta de su viaje a Toronto-Canadá de una reunión mundial de minería, cambió irresponsable y radicalmente su
discurso electorero. Por cuanto, se ha percibido esta actuación camaleónica, al oponerse a firmar la ordenanza
regional aprobada por el Consejo Regional. Y recién cuando la “pradera se estaba incendiando” cuando las “papas
quemaban” y su “control político” se le escapaba de las manos, actuó firmando esta ordenanza regional. De haber
actuado inicialmente con tino político en forma oportuna “cuando recién se iniciaba las primeras chispas” no
habríamos tenido estas funestas consecuencias de violencia colectiva que se ha dado en la capital de la región
Puno.

4.3.2 DE ORDEN NACIONAL (GOBIERNO CENTRAL)


A. Autorización por parte del Estado peruano la exploración y explotación indiscriminada e irresponsable de los recursos
mineros e hidroenergéticos no sólo de los pueblos Aymaras de la región sur de Puno, sino de todo el país.
Autorización que se hizo sin considerar los siguientes aspectos: Sin consulta a la población afectada que en su gran
mayoría está conformada por pueblos nativos e indígenas, hoy llamados ORIGINARIOS, los mismos que están
protegidos por el Convenio 169 de la OIT; sin los estudios de impacto ambiental, que debe considerar integralmente
desde un análisis multidimensional (ecológico, social, cultural, económico y político) los efectos en la población y en
el medio ambiente; sin considerar estudios de ordenamiento territorial que debe zonificar el uso racional y técnico del
recurso suelo, de ahí la explicación de que en los diferentes lotes autorizados estén considerados plazas,
instituciones educativas, monumentos históricos, restos arqueológicos (Sillustani), reservas y parques nacionales
(Bahuaja Sonene), etc.

Como argumento de explicación de esta causa podemos señalar que según la Coordinadora Nacional de Radio
(CNR), las concesiones mineras en Puno pasaron de 433,321 hectáreas el año 2002 a 1’643,746 hectáreas en el
2010, es decir, aumentó en 279%. No obstante, si bien un 24% del territorio de Puno está concesionado a la minería,
menos del 1% es aún explotado. Asimismo Miguel Santillana, investigador principal del Instituto del Perú de la
Universidad San Martín, indica que aún existe un gran potencial por explotar en oro, plata, plomo, estaño y zinc.

De la existencia de este potencial de recursos en Puno, son conscientes los inversionistas de todo tipo y tamaño; por
cuanto, Puno se habría convertido en la segunda región con el mayor número de hectáreas concesionadas del país.
Según la Dirección de Energía y Minas de la región Puno, hasta el momento, un 70% del territorio de esa jurisdicción
venía siendo requerido por petitorios mineros, aunque no se esperaba que todos ellos se concretaran en concesión,
pues deben seguir el procedimiento de estudios ambientales y consultas populares.

B. Pérdida de la credibilidad y autoridad política del Estado expresado en el gobierno central y regional, en el primer
caso por culpa del gobierno aprista de turno del mal representado por Alan García y en el segundo caso por
irresponsabilidad del jefe político de Aquí, también mal representado por Mauricio Rodriguez. Los dos mandatarios
representantes tanto del gobierno central como del gobierno regional tienen directa relación de culpabilidad política
por los argumentos de causas señaladas oportunamente. Esta pérdida de credibilidad en la autoridad del Estado le
quita LEGITIMIDAD y genera descontento, desconfianza en la GESTIÓN PÚBLICA que como Estado debe garantizar
el ORDEN y el BIENESTAR DE SU POBLACIÓN.

4.3.3 DE ORDEN INTERNACIONAL


Se le atribuya como una causa indirecta el modelo económico neoliberal implementado en los países
subdesarrollados recomendado por el Consenso de Washington y aplicado a través del Ajuste Estructural en el
gobierno del Ing. Alberto Fujimori Fujimori. Como parte de la aplicación estratégica de este modelo económico se
ha implementado los ALCA para luego firmar “acuerdos” internacionales de comercio con los países desarrollados
vía TLC.

Cuyas efectos de estas medidas implementados no sólo de carácter económico sino cultural, social, político
con pretexto de la aldea global, han sido per juiciosos para la gran mayoría de la población de los países
subdesarrollados; por lo tanto, estos efectos para nosotros se constituyen en causa indirectas que permiten la
generación de problemas sociales traducidos en movimientos sociales como ha ocurrido con el “Baguazo” y el
“Aymarazo”.

4.4 DE CARÁCTER SOCIAL


A. La ausencia de un Plan de Desarrollo Regional de Puno y del Perú, que debe considerar como caracterización en
una de sus partes, el estudio de ordenamiento territorial. Proyecto nacional que se debe constituir en un documento
de gestión para el desarrollo de la sociedad peruana que oriente el derrotero del Estado peruano para constituir
políticas y estrategias en todas las dimensiones orientadas al desarrollo como un proceso de cambio gradual,
metódico y sistemático de carácter multidimencional en lo económico, social, político, ecológico, cultural y ético-
moral, desde una perspectiva cuantitativa y cualitativa orientado a mejorar el nivel y calidad de vida del ser supremo
de la sociedad, el hombre. Que debe significar: en lo económico, redistribución equitativa y racional de la riqueza
que permita la generación de mayores ingresos económicos que impacten en su nivel y calidad de vida; en lo social
debe reivindicar al ser humano en la equidad de género y el respeto a las minorías étnicas como inclusión social; en
lo político, el acceso a la democracia participativa y directa donde el actor social debe ser partícipe en la toma de
decisiones y responsable de su propio desarrollo; en lo cultural, se debe respetar las formas de vida expresadas en
la diversidad pluricultural y multilingüe, rescatando y revalorando sus conocimientos y valores ancestrales; en lo
ecológico, se debe preservar la naturaleza y el medio ambiente y; en lo ético, debe significar el manejo de los
recursos públicos con transparencia y control participativo de rendición de cuentas. Es decir, fundamentalmente el
desarrollo debe estar orientado al desarrollo social traducido al bienestar social de la humanidad que debe satisfacer
sus expectativas en su nivel y calidad de vida. Esta propuesta de definición está basada en los enfoques del
desarrollo humano, endógeno, de capacidades y el enfoque territorial como desarrollo local

B. Falta de un marco jurídico legal, que debe contemplarse en la Constitución Política del Estado Peruano que debe
velar en uno de sus principales elementos que lo conforma, es decir el territorio como fundamento y garantía para
proveernos los alimentos necesarios para la satisfacción de nuestras primeras necesidades y la viabilidad limpia y
sostenible de la explotación de sus recursos con responsabilidad social que permita mejorar el nivel y calidad de vida
del principal elemento del Estado peruano que la POBLACIÓN como fin supremo de la humanidad y la sociedad
peruana. Este marco jurídico expresado en la Constitución debe velar por la SOBERANÍA Y EL NACIONALISMO del
territorio peruano, que signifique e inmole nuestro PATRIOTISMO Y DIGNIDAD como hombres, como peruanos que
tiene una diversidad cultural: Quechua, Aymara, Machiguenga, Aguaruna, etc. .

V. EFECTOS
5.1 EN LO CULTURAL Y SOCIAL
Debido a las consecuencias de las actuaciones de este movimiento social generados por los hermanos “Aymaras”
se ha desnaturalizado la esencia de la cultura andina “Aymara” de un pueblo con cultura propia basado en valores de respeto,
reciprocidad, solidaridad, como un pueblo intransigente, ignorante, sucio, saqueador, que no respeta los derechos de los
demás, cuanto a su libertad de opinión y pensamiento considerados en la Constitución Política del Estado Peruano (porque
al ciudadano que les increpaba o sólo murmuraba sobre su actuación, eran fustigados y castigados incluso a golpes); esta
percepción se tuvo en la ciudad de Puno que fuera “sitiada” y luego “dañada, destrozada y saqueada”, con certeza no se sabe
quiénes originalmente fueron los causantes de estos desmanes ocasionados a instituciones públicas y privadas; lo cierto, es
que su causa se les atribuye directamente a los Aymaras”.

A nivel nacional también se tiene esta misma percepción, por ejemplo en la estadía en la ciudad de Lima,
específicamente en su estadía en la Plaza San Martín de un grupo de 30 a 40 integrantes de los hermanos Aymaras que
desorganizadamente se apostaron a descansar, luego de su visita al Congreso de la República, los limeños murmuraban
entre preguntas: ¿Estos son los indios puneños intransigentes y saqueadores? ¿No nos azotarán? En realidad eran
generalizados e identificados como PUNEÑOS, más no como “Aymaras. Eran observados como seres raros y ajenos a su
vivencia citadina. Sólo los personajes que han hecho de la plaza San Martín la práctica de sus creencias, ideologías y de otra
naturaleza, entre los que pregonan: las tendencias políticas partidarias de sus líderes (Ollantista, Fugimorista, Aprista y de
otras tendencias políticas); tendencias religiosas y de otras actividades, fueron “arengados y proclamados” su lucha entre
sornas y lisonjas. Hasta los personajes más controvertidos (conocidos como loquitos dogmatizados) tuvieron participación en
la solidaridad de su lucha.

Es decir, la valía de su pasado cultural y la contundencia de su lucha como reivindicación social y política a sus
derechos por el que estaban luchando perdía contundencia y arraigo de fuerza reivindicativa, es la percepción que el suscrito
ha tenido como lectura en la ciudad de Lima de parte de nuestros hermanos “Aymaras” del sur de la región de Puno, hasta el
día lunes 13 de junio.

Sin embargo, a partir del día miércoles 15 de junio, donde Walter Aduviri daba declaraciones en el programa televisivo
de Beto Ortiz y que la policía intentaba detenerlo por la denuncia de la fiscalía de Puno; el movimiento social de los Aymaras
otra vez cobró importancia y contundencia. Más aún frente a la radicalización de este movimiento que tuvo más de 40 días,
por parte de los Quechuas de las provincias de Carabaya, Melgar y Azángaro que se han sumado a esta lucha gestado
inicialmente por los Aymaras. Sin dejar de mencionar que los Quechuas de Carabaya que luchaban por el cierre de la
exploración de las minas de uranio y la no construcción de la hidroeléctrica de Inambari, otra vez se sumaron a estas medidas
reivindicativas frente a la difusa emisión del Decreto Supremo que no satisfacía sus expectativas.

Esta lucha reivindicativa, también ha vuelto a reivindicar cultural y socialmente a los pobladores de la “Nación
Aymara” como tales, como señala Ayala, J.L. (2011) “…Es necesario anotar que este hecho singular ha quebrado el lenguaje
desde los propios medios y ahora, ya no se usa más ni se usarán los agresivos y discriminantes términos: indios, indígenas,
serranos, cholos, nativos, salvajes, oriundos. Los periodistas que informaban decían: “Walter Aduviri, líder de la Nación
Aymara”. ¿Qué ha sucedido? Estamos frente a un hecho sin precedentes, el lenguaje de la cultura dominante ha cambiado.
Pero sobre todo, ha quedado demostrado que los Derechos Humanos, también pueden alcanzar a pueblos y naciones
sojuzgadas durante siglos. Es verdad, la Nación Aymara ha conseguido que Walter Aduviri Calisaya no duerma en un
hediondo calabazo de Lima. Tampoco sea esposado y llevado del cuello para que sirva de escarmiento. Menos que se
presente a declarar y quede detenido...”

5.2 EN LO ECONÓMICO
La convulsión y desborde social expresado en el saqueo y daños ocasionados a las instituciones públicas
del Estado y la propiedad privada, hechos ampliamente conocidos por los puneños y peruanos. Si fueron los
aymaras, los delincuentes, los fujimoristas, la población de la ciudad de Puno aledaños a la ubicación de las
instituciones afectadas, es análisis de otro contexto, con técnicas e instrumentos más propios para este tipo de
investigaciones sociales. El hecho está en que el saqueo y los daños perpetrados a las instituciones públicas y la
propiedad privada es uno de los principales efectos de carácter económico como consecuencias negativas del
problema central de este análisis técnico.

Según el Centro de Estudios y Proyectos (CEP) de la Cámara de Comercio y la Producción de Puno, la


huelga indefinida, ha generado pérdidas económicas que sobre pasan el millón de soles diarios…Tras el bloqueo
de la carretera binacional Puno – Desaguadero y Pomata - Yunguyo, el comercio mayorista y al detalle en
Desaguadero y otras ciudades paralizaron dejando pérdidas por más de S/. 1’350,000.00 en forma diaria…Informan
que sólo en Desaguadero operan unas 4,500 empresas (formales e informales), dedicadas al comercio, industria,
servicios y otros rubros, los cuales se ven perjudicados con la medida de lucha.

Ahora, como producto de los saqueos, desmanes y daños perpetrados a las instalaciones públicas y
propiedad privada las pérdidas económicas ascienden a varios millones de dólares. Sólo en el caso de la Aduana
de Puno, según versión de su Intendente, los pérdidas económicas a estas instalaciones están entre
aproximadamente en $ 30 millones de dólares.

De no solucionarse las exigencias, ahora, de los pueblos Aymaras y Quechuas, se espera por la
radicalización de sus medidas reivindicativas; mayores costos económicos y sociales que serían más cuantiosos
para el Estado peruano y para la inversión privada, sobre todo de los operadores del turismo nacional e
internacional.

5.3 EN LO ECOLÓGICO
Contaminación del medio ambiente y deterioro de la naturaleza, sobre todo de los recursos hídricos (ríos
Ramis, Suches, Coata, y lago Titicaca) a través de la explotación irresponsable de las empresas mineras “formales”
y de los “mineros informales” sin uso de una tecnología limpia y sin considerar la RESPONSABILIDAD SOCIAL
como FUNDAMENTO ECONÓMICO Y SOCIAL en el beneficio de la población afectada

IV. BIBLIOGRAFÍA
Ayala, José Luis. (2011). Los aymaras y la descolonización del poder.

Bigio, Isacc. (2002). Ilave: Linchamiento de Alcalde. Publicado en http://www.bolpress.com/isaacbigio.php?Cod=2002080655)

Bigio, Isaac. (2003). Nacionalismo aymara. Publicado en http://www.nodo50.org/azkintuwe/aymaras_diciembre.htm).

Bigio, Isacc. (2002). Alcaldes linchados en la nación aymara. Publicado en


http://www.geocities.com/novembrino2002/a040616_01_01.htm.

Barrientos, Jaime. (2011). No a la muerte de las lenguas. En Diario Los Andes. Puno. Edit. Los Andes.

Tapia, Mario. (1990). Climatología en Puno.

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