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Universidad pedagógica nacional Francisco Morazán

Tema: resumen sobre: Biogeografía de las regiones frías y templadas de la Tierra.


Biogeografía de las regiones áridas de la Tierra. Biogeografía de las regiones
tropicales y ecuatoriales de la Tierra.

Espacio pedagógico: Geografía Física.

Catedrático: Msc. José Luis Corea

Estudiante: Jorge Alfredo Rivera Hernández

Registro: 1804-2001-02782

Fecha de entrega: 23 junio del 2019


Biogeografía

La Biogeografía es la rama de la ciencia que estudia la distribución de los seres


vivos sobre la tierra así como las causas que determinan dicha distribución. Dicho
de otro modo, la Biogeografía es la “Geografía de la Biosfera”.

La Biogeografía es a la vez descriptiva e interpretativa y persigue la explicación del


reparto de los seres vivos en sus distintos tipos de agrupaciones o categorías:
especies, hábitats, ecosistemas, biomas, paisajes… Además, la Biogeografía tiene
una importante vertiente aplicada asociada a la ordenación del territorio y al manejo
de hábitats y especies.

De acuerdo con la tradición académica y con la clasificación propuesta por la


UNESCO, la Biogeografía se integra dentro de la Geografía Física aunque también
interesa a la Biología, apoyándose en conocimientos procedentes
de especialidades como la Botánica, la Zoología, la Edafología u otras ciencias de
la naturaleza. En todo caso, se trata de una disciplina de carácter transversal que
ocupa una posición “puente” entre las ciencias naturales y el resto de la Geografía.

Biogeografía de las regiones frías de la tierra

Las regiones de altas latitudes de ambos Hemisferios se encuentran sometidas a


climas fríos que impiden o limitan muy seriamente la actividad de los seres vivos y
que dan por ello lugar a biomas originales condicionados por las bajas temperaturas.
Se trata de áreas prácticamente despobladas y desigualmente conocidas que hasta
hace poco tiempo se consideraban marginales por lo que, generalmente, se han
descrito de manera muy esquemática. Sin embargo, abarcan una superficie muy
extensa tanto oceánica como continental e, inevitablemente, contienen un mosaico
de ambientes distintos dependiendo, entre otros, de la latitud, altitud y cercanía al
mar.

Desde un punto de vista biogeográfico, estos ambientes pueden agruparse en cinco


grandes conjuntos: Áreas permanentemente cubiertas de hielo. Son los únicos
estrictamente “polares” y constituyen los ambientes más extremos de la superficie
terrestre hasta el punto de que carecen prácticamente de vida superior. Los
desiertos polares, que ocupan superficies no glaciadas intercaladas entre las
anteriores o situadas alrededor de ellas y con una bajísima productividad biológica
por el efecto combinado de las bajas temperaturas y de la falta de agua líquida. La
tundra, franja en la que las temperaturas estivales son insuficientes para permitir el
desarrollo de los árboles pero en la que existe una cubierta herbácea o arbustiva
bien desarrollada y una fauna diversificada.

Biogeografía de las regiones templadas de la Tierra

Las zonas o regiones templadas se encuentran entre los trópicos y los círculos
polares: zona templada del norte (entre el Trópico de Cáncer y el Círculo Polar
Ártico) y la zona templada del sur (entre el Trópico de Capricornio y el Círculo Polar
Antártico). De los dos, sólo la zona templada del norte aparece extensa y totalmente
caracterizada, porque en su mayor parte consta de la superficie del país (continente
e islas).

En cuanto a la zona templada del sur, las tierras emergidas son sólo la punta sur de
África y partes de América del Sur y Oceanía. Aun así, estas áreas penetran muy
poco en la zona templada. Esto significa que gran parte de ella no está típicamente
templada. Dichas áreas son realmente subtropicales, como es el caso del sur de
Brasil, que, aunque situada dentro de la zona templada, no tiene estaciones y la
aparición de la nieve tan bien caracterizada como sucede normalmente en las zonas
templadas.

Biogeografía de las regiones áridas de la Tierra


Los conceptos de aridez y de desierto son complicados de definir y aunque existe
un relativo consenso sobre su significado biogeográfico, no lo hay sobre sus
límites precisos ni, en consecuencia, sobre su extensión. Ello justifica las grandes
diferencias que se observan entre unas representaciones cartográficas y otras y
que algunas regiones de la tierra sean incluidas entre los desiertos por algunos
autores pero no lo sean por otros. A efectos biogeográficos podemos considerar
como desiertos los entornos de aquellas regiones donde la ETP
(evapotranspiración potencial) es muy superior a las precipitaciones y donde,
además, estas son extremadamente irregulares. Ambos hechos, escasez e
irregularidad de las precipitaciones, impiden la existencia de una cubierta vegetal
continua y las plantas crecen dispersas en el terreno. En las áreas con
condiciones más extremas la vegetación puede incluso llegar a desaparecer casi
totalmente.

Además, hay que tener en cuenta que las regiones áridas y semiáridas que
rodean a los desiertos son muy frágiles y que las actividades humanas pueden
destruir fácilmente su vegetación. Cuando esto ocurre, la erosión empobrece
rápidamente el suelo y se inicia un proceso de “desertificación” que acaba
transformando en desierto una zona que previamente no lo era. Millones de km2
de desiertos o “semidesiertos” distribuidos por todos los continentes son
consecuencia de ese tipo de procesos que, a escala humana, pueden
considerarse como irreversibles.

Biogeografía de las regiones tropicales y ecuatoriales de la Tierra.

Las regiones tropicales es un tipo de clima habitual de la zona intertropical, en una


banda que rodea al ecuador desde los 23º latitud norte hasta los 23º latitud sur. La
clasificación ampliamente reconocida de Wladimir Peter Köppen lo define como
clima no árido en el que los doce meses tienen temperaturas medias superiores a
los 18 °C. Otros autores lo definen como el clima que tiene determinado punto del
planeta en donde jamás se producen heladas,1234 es decir, nunca desciende la
temperatura por debajo de los 0 °C, sin importar si es árido o húmedo. Sin
embargo, estas clasificaciones no tienen en cuenta un hecho palmario: la
existencia de altas montañas en la zona intertropical, donde hay páramos e,
incluso, nieves perpetuas. Se subdivide en 3 tipos: Ecuatorial Af, Monzónico Am,
Tropical de sabana o tropical seco Aw y As.
El clima tropical se debe al ángulo de incidencia de la radiación solar que se
produce en estas regiones (casi perpendicular al suelo todo el año). Esto hace que
la temperatura sea alta y que las variaciones diurnas sean también muy altas.
Ante esto el flujo de evaporación desde el suelo también es alto por lo que la
humedad suele ser alta. A esto se le añade que el ecuador es la región terrestre
donde se encuentran los vientos fríos de un hemisferio (que está en invierno-
otoño) con los de su opuesto, que serán más cálidos (por estar en verano-
primavera), lo cual produce un estado de bajas presiones constantes llamado zona
de convergencia intertropical lo que produce precipitaciones constantes e intensas
durante la mayor parte del año.

Las regiones ecuatoriales se caracterizan por la alta pluviosidad y las


temperaturas elevadas, y se sitúa sobre el ecuador, entre los 20° de latitudes norte
y sur.

El sistema ecuatorial se caracteriza por una altísima pluviosidad y elevadas


temperaturas, condiciones constantes a lo largo del año. La pluviosidad en la zona
ecuatorial es la más alta del planeta, entre 2.000 y 1.500 mm al año. Esto es
debido a que los vientos alisios del noreste y del sudeste que confluyen en el
ecuador, se elevan y forman nubes que descargan lluvia de forma permanente.
Las temperaturas son elevadas y constantes, alrededor de 25 °C. A lo largo del
año solo hay una estación, lluviosa y cálida (la diferencia de temperaturas medias
es de 3 °C o menos). Estas condiciones se dan en la cuenca del Amazonas, en el
África ecuatorial y en los archipiélagos de Indonesia.

La vegetación característica es el bosque tropical. A pesar de la exuberancia de


este bosque, sus suelos son pobres, a causa de las intensas precipitaciones
diarias que actúan como un lavado que arrastra las sales y los nutrientes.

Los procesos y agentes que distinguen al sistema ecuatorial son la meteorización


química y biológica, y el agua de escorrentía.
Bibliografías

https://ocw.unican.es/mod/page/view.php?id=902

Escuelapedia.com
https://ocw.unican.es/pluginfile.php/2316/mod_resource/content/1/5%2C%20aridas.pdf

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