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MODELO TEORICO TENSION-DEFORMACION PARA CONCRETO CONFINADO

BY J. B. Mander,1 M. J. N. Priestley,2 and R. Park,3

RESUMEN

Se desarrolló un modelo de tensión-deformación para concreto sometido a carga compresiva


uniaxial y confinado por refuerzo transversal.

La sección de hormigón puede contener cualquier tipo general de acero de confinamiento: en


espiral o en aros circulares; o aros rectangulares con o sin amarres suplementarios. Estos
amarres pueden tener tensiones de confinamiento iguales o desiguales a lo largo de cada uno
de los ejes transversales. Se usa una sola ecuación para la ecuación de tensión-deformación. El
modelo permite la carga cíclica e incluye el efecto de la tasa de deformación.

La influencia de varios tipos de confinamiento se tiene en cuenta al definir un esfuerzo de


confinamiento lateral efectivo, que depende de la configuración del refuerzo transversal y
longitudinal.

Se utiliza un enfoque de balance de energía para predecir la tensión de compresión longitudinal


en el concreto correspondiente a la primera fractura del refuerzo transversal al igualar la
capacidad de energía de deformación del refuerzo transversal a la energía de deformación
almacenada en el concreto como resultado del confinamiento.

INTRODUCCION

En el diseño sísmico de columnas de concreto reforzado de subestructuras de edificios y


puentes, las posibles regiones plásticas de las bisagras deben detallarse cuidadosamente para
determinar la ductilidad a fin de garantizar que la sacudida de grandes terremotos no cause
colapso. La ductilidad adecuada de los miembros de los marcos de hormigón reforzado también
es necesaria para garantizar que se produzca la redistribución en el momento. La consideración
de diseño más importante para la ductilidad en las regiones de bisagra plásticas de las columnas
de concreto reforzado es la provisión de suficiente refuerzo transversal en forma de espirales o
aros circulares o de disposiciones rectangulares de acero, para confinar el concreto comprimido,
para evitar que el pandeo de las barras longitudinales, y para evitar el fallo de corte. El fallo de
anclaje de todo refuerzo también debe ser prevenido.

Las pruebas han demostrado que el confinamiento del concreto mediante arreglos adecuados
de refuerzo transversal resulta en un aumento significativo tanto en la resistencia como en la
ductilidad del concreto comprimido. En particular, la mejora de la resistencia del confinamiento
y la pendiente de la rama descendente de la curva de tensión-deformación del concreto tienen
una influencia considerable en la resistencia a la flexión y la ductilidad de las columnas de
concreto reforzado.

El análisis teórico de la curvatura del momento para columnas de concreto reforzado, que
indican la resistencia a la flexión y la ductilidad disponibles, se puede realizar siempre que se
conozca la relación de tensión-deformación para el concreto y el acero.

Los momentos y curvaturas asociados con el aumento de las deformaciones de flexión de la


columna pueden computarse para varias cargas axiales de columna incrementando la curvatura
y satisfaciendo los equivalentes de compatibilidad de deformación y equilibrio de fuerzas. La
cubierta de concreto no estará confinada y eventualmente se volverá ineficaz después de que
se alcance la resistencia a la compresión, pero el núcleo de concreto continuará transportando
tensión a altas tensiones. Las distribuciones de tensión de compresión para el núcleo y el
hormigón de la cubierta serán las dadas por las relaciones de tensión-deformación de hormigón
confinado y no confinado. El buen confinamiento del concreto del núcleo es esencial si la
columna debe tener una capacidad de rotación plástica razonable para mantener la resistencia
a la flexión como altas curvaturas. En general, cuanto mayor sea la carga de compresión axial en
la columna, mayor será la cantidad de refuerzo de confinamiento necesario para lograr un
rendimiento dúctil. Esto se debe a que una carga axial alta significa una gran profundidad del eje
neutral, lo que a su vez significa que la capacidad de flexión de la columna depende más de la
contribución de la distribución de la tensión de compresión del concreto.

Claramente, es importante contar con información precisa sobre la curva de tensión-


deformación completa del concreto confinado para realizar un análisis confiable de la curvatura
del momento para evaluar la ductilidad disponible de las columnas con diversas disposiciones
de refuerzo transversal.

En este documento, se desarrolló un modelo unificado de tensión-deformación para concreto


confinado para miembros con secciones circulares o rectangulares, bajo carga estática o
dinámica, ya sea de forma monotónica o cíclica. La sección de hormigón puede contener
cualquier tipo general de confinamiento con espirales o aros circulares, o aros rectangulares con
o sin traviesas suplementarias, con esfuerzos de confinamiento iguales o desiguales a lo largo
de cada uno de los ejes transversales. El modelo incluye los efectos de la carga cíclica y la tasa
de deformación. Los detalles completos del modelo propuesto se discuten en otra parte
(Mander et al. 1984).

En un artículo complementario de Mander et al. (1988), el modelo teórico presentado aquí se


compara con los resultados de un programa experimental de unas 40 pruebas de compresión
axial concéntrica. Este programa consistió en columnas de concreto reforzado, circulares,
cuadradas y rectangulares, casi de tamaño completo, probadas a una velocidad de deformación
lenta o rápida (dinámica), con o sin carga cíclica.

INVESTIGACIONES ANTERIORES DEL COMPORTAMIENTO Y MODELADO DE CONCRETO


CONFINADO

Los primeros investigadores demostraron que la resistencia y la deformación longitudinal


correspondiente en la resistencia del hormigón confinado por una presión activa del fluido
hidrostático se pueden representar mediante las siguientes relaciones simples:

donde f'cc y Ecc = la tensión máxima del concreto y la deformación correspondiente,


respectivamente, bajo la presión lateral del fluido “fl”; f’co y Eco= resistencia de hormigón no
confinada y deformación correspondiente, respectivamente; y k1 y k2 = coeficientes que son
funciones de la mezcla de concreto y la presión lateral.

Richart et al. (1928) encontraron que los valores promedio de los coeficientes para las pruebas
que realizaron fueron k1 = 4.1 y k2 = 5k1. Además, Balmer (1949) descubrió a partir de sus
pruebas que los valores de k1 variaban entre 4.5 y 7.0 con un valor promedio de 5.6, los valores
más altos se producían a las presiones laterales inferiores. Richart et al. (1929) también
encontraron que la resistencia del concreto con el confinamiento activo de la presión lateral
(fluido) era aproximadamente la misma que para el concreto con la presión de confinamiento
pasivo de espirales circulares de acero estrechamente espaciadas que causan una presión lateral
equivalente.

Diferentes investigadores, como Mander et al. (1984), Scott et al. (1982), Sheikh and Uzumeri
(1980), y Vellenas et al. (1977), han realizado numerosas pruebas en especímenes de tamaño
casi completo y han demostrado que el confinamiento mejora si (1) el refuerzo transversal se
coloca a una separación relativamente cercana; (2) se incluyen aros adicionales superpuestos o
amarres con varias patas que cruzan la sección; (3) las barras longitudinales están bien
distribuidas alrededor del perímetro; (4) se incrementa el volumen de refuerzo transversal al
volumen del núcleo de concreto o la resistencia elástica del refuerzo transversal; y (5) se utilizan
espirales o aros circulares en lugar de aros rectangulares y amarres suplementarios. Claramente,
es importante poder cuantificar estos efectos del confinamiento en el comportamiento de
tensión y deformación del concreto.

El complejo modelo matemático endocrónico desarrollado por Bazant y Bhat (1976, 1977)
parece ser el único modelo constitutivo que describe la respuesta de tensión-deformación bajo
cargas monotónicas, cíclicas y dinámicas de concreto confinado o no confinado con cualquier
estado de esfuerzo multiaxial. Sin embargo, los modelos constitutivos endocrónicos se
desarrollaron utilizando datos basados principalmente en pruebas biaxiales y triaxiales con
confinamiento activo proporcionado por medios mecánicos. Por lo tanto, en este estado de
desarrollo, no se puede hacer una asignación racional para el confinamiento pasivo de las
muchas configuraciones diferentes de refuerzo transversal que son posibles utilizando varias
formas y espaciados de aros.

La investigación inicial sobre el comportamiento del hormigón armado confinado se llevó a cabo
generalmente en muestras a pequeña escala con carga concéntrica a tasas de tensión casi
estáticas. El modelo de tensión y deformación de Kent y Park (1971) para concreto confinado
por refuerzo transversal rectangular se basó en los resultados de las pruebas de Roy y Sozen
(1964) y otros disponibles en ese momento. Este modelo inicial descuidó el aumento de la
resistencia del concreto, pero tuvo en cuenta el aumento de la ductilidad debido al acero de
confinamiento rectangular. Más recientemente, Scott et al. (1982) y Park et al. (1982) probaron
muestras de tamaño casi completo basadas en columnas de construcción reales y modificaron
las ecuaciones de tensión-deformación de Kent y Park (1971) para tener en cuenta la mejora de
la resistencia y la ductilidad del hormigón debido al confinamiento y el efecto de la tasa de
deformación. Las ecuaciones de tensión-deformación monótonas para concreto confinado por
refuerzo transversal de forma rectangular incluyen las propuestas por Vellenas et al. (1977) y
Sheikh and Uzumeri (1980). Park y Leslie (1977), Desayi et al. (1978), Ahmad y Shah (1982, 1985),
Dilger et al. (1984), y otros propusieron ecuaciones de tensión-deformación para concreto
confinado por refuerzo en espiral.
La resistencia a la flexión y la ductilidad de las secciones de concreto reforzado confinadas
computadas usando esas ecuaciones de tensión-deformación muestran diferencias.

En particular, las ecuaciones se agrupan en aquellas aplicables al acero de confinamiento de


forma rectangular y aquellas aplicables al acero de confinamiento de forma circular. Es evidente
que se requiere un enfoque unificado aplicable a todas las configuraciones de refuerzo
transversal de forma circular y rectangular, e incluyendo los efectos de la carga cíclica y la
velocidad de deformación.

ENFOQUE UNIFICADO ESFUERZO-DEFORMACIÓN PARA HORMIGÓN CONFINADO CON LA


CARGA MONOTÓNICA EN VELOCIDADES DE DEFORMACIÓN LENTO

LA ECUACIÓN BÁSICA PARA LA CARGA MONÓTONA DE COMPRESIÓN

Mander et al. (1984) propusieron un enfoque unificado de tensión-deformación para el


hormigón confinado aplicable tanto al refuerzo transversal circular como al rectangular. El
modelo de tensión-deformación se ilustra en la Fig. 1 y se basa en una ecuación sugerida por
Popovics (1973). Para una velocidad de deformación lenta (casi estática) y una carga monótona,
la tensión de compresión longitudinal del hormigón fc viene dada por:

donde f'cc = resistencia a la compresión del hormigón confinado (definido más adelante).

donde ec = deformación longitudinal del hormigón compresivo.

Fig. 1. Modelo de tensión-tensión propuesto para la carga monótona de concreto confinado y


no confinado
Según lo sugerido por Richart et al. (1928), donde f'co y Eco = la resistencia del hormigón no
confinado y la deformación correspondiente, respectivamente (generalmente se puede suponer
Eco = 0.002), y

Donde,

es el módulo de elasticidad tangente del concreto (1 MPa = 145 psi), y

Para definir el comportamiento de tensión-deformación del concreto de la cubierta (fuera del


concreto de núcleo confinado) la parte de la rama descendente en la región donde se supone
que Ec> 2Eco es una línea recta que alcanza una tensión cero en la deformación por
desprendimiento, Esp.

PRESIÓN DE CONFINAMIENTO LATERAL EFECTIVA Y EL COEFICIENTE DE EFECTIVIDAD DE


CONFINAMIENTO

Se adoptó un enfoque similar al utilizado por Sheikh y Uzumeri (1980) para determinar la presión
de confinamiento lateral efectiva en la sección de concreto. La presión transversal máxima del
acero de confinamiento solo se puede ejercer de manera efectiva en esa parte del núcleo de
concreto donde la tensión de confinamiento se ha desarrollado completamente debido a la
acción de arqueo. Las figs. 2 y 3 muestran la acción de arco que se supone que ocurre entre los
niveles de refuerzo circular y rectangular de aro. A mitad de camino entre los niveles del refuerzo
transversal, el área de concreto confinada de manera ineficaz será la más grande y el área del
núcleo de concreto confinado efectivamente Ae será la más pequeña.

Cuando se usa la relación tensión-deformación, la ec. 3, para calcular la resistencia y la ductilidad


de las columnas, se supone por conveniencia que el área del concreto confinado es el área del
concreto dentro de las líneas centrales del perímetro en espiral o aro, Acc. Para permitir el hecho
de que Ae <Acc, se considera que la presión de confinamiento lateral efectiva es:

donde f’l = presión lateral del refuerzo transversal, se supone que está distribuida
uniformemente sobre la superficie del núcleo de concreto;

= coeficiente de efectividad de confinamiento; Ae = área de núcleo de hormigón efectivamente


confinado;
Pcc = relación del área de refuerzo longitudinal al área del núcleo de la sección; y Ac = área del
núcleo de la sección encerrada por las líneas centrales de la espiral o aro perimetral.

Fig. 2 Núcleo efectivamente confinado para refuerzo de aro circular


EFECTIVIDAD DEL CONFINAMIENTO PARA SECCIONES CONFINADAS POR ESPIRALES O AROS
CIRCULARES

Si en la Fig. 2 se supone que la acción de arco ocurre en forma de una parábola de segundo
grado con una pendiente tangente inicial de 45 °, el área de un núcleo de concreto
efectivamente confinado a mitad de camino entre los niveles de refuerzo transversal es

donde s '= espacio vertical entre las barras en espiral o de aro; y ds = diámetro de espiral entre
centros de barra. También el área de núcleo de hormigón es

Por lo tanto, a partir de la ec. 10, el coeficiente de efectividad de confinamiento es para aros
circulares

Fig. 3. Núcleo efectivamente confinado para refuerzo de aro rectangular


Del mismo modo se puede demostrar que para espirales circulares

La presión de confinamiento lateral se puede encontrar considerando el medio cuerpo


confinado por un aro en espiral o circular. Si la tensión uniforme del aro desarrollada por el acero
transversal en el rendimiento ejerce una tensión lateral uniforme sobre el núcleo de concreto,
entonces el equilibrio de fuerzas requiere que

donde Fyh = elasticidad del refuerzo transversal; Asp = área de la barra de refuerzo transversal;
Fl= presión de confinamiento lateral en el hormigón y s = distancia entre centros o pasos de
espiral o aro circular.

Ahora si ps = relación del volumen de acero de confinamiento transversal al volumen de


núcleo de hormigón confinado, entonces

Sustituyendo la ec. 17 en la ec. 16 y reordenando da:

Por lo tanto, de la ecuación. 9, el esfuerzo de confinamiento lateral efectivo sobre el concreto


es:

donde Ke viene dada por las ecs. 14 o 15.

EFECTIVIDAD DE CONFINAMIENTO PARA SECCIONES DE HORMIGÓN RECTANGULARES


CONFINADAS POR AROS RECTANGULARES CON O SIN AMARRES

En la Fig. 3, se supone nuevamente que la acción de arco actúa en forma de parábolas de


segundo grado con una pendiente tangente inicial de 45 °. El arco se produce verticalmente
entre las capas de barras transversales del aro y horizontalmente entre las barras longitudinales.
El área efectivamente confinada de concreto a nivel de aro se encuentra al restar el área de las
parábolas que contiene el concreto confinado de manera ineficaz. Para una parábola, el área
ineficaz es (w’i) 2/6, donde w’i es la distancia clara entre barras longitudinales adyacentes (ver
Fig. 3). Por lo tanto, el área total del plano de hormigón de núcleo confinado ineficaz al nivel de
los aros cuando hay n barras longitudinales es:
Al incorporar la influencia de las áreas ineficaces en la elevación (Fig. 3), el área de núcleo de
hormigón efectivamente confinado a mitad de camino entre los niveles de refuerzo de aro
transversal es:

donde bc y dc = dimensiones del núcleo a las líneas centrales del aro perimetral en las
direcciones x e y, respectivamente, donde bc> dc. Además, el área de núcleo de hormigón
encerrada por los aros perimetrales está dada por la ecuación. 11. De ahí a partir de la ec. 10 El
coeficiente de efectividad de confinamiento es para aros rectangulares.

Es posible que los elementos de hormigón armado rectangulares tengan diferentes cantidades
de acero de confinamiento transversal en las direcciones x e y. Estos pueden ser expresados
como:

donde Asx y Asy = el área total de las barras transversales que se ejecutan en las direcciones x e
y, respectivamente (ver Fig. 3).

La tensión de confinamiento lateral sobre el concreto (fuerza de la barra transversal total


dividida por el área vertical del concreto confinado) se da en la dirección x como:

y en la dirección y como :

De la ec. 9 las tensiones de confinamiento lateral efectivas en las direcciones x e y son:


y

donde Ke se da en la ec. 22.

RESISTENCIA A LA COMPRESIÓN DE HORMIGÓN CONFINADO (f'cc)

Para determinar la resistencia a la compresión del hormigón confinado f'cc, en este modelo se
utiliza un modelo constitutivo que involucra una superficie de resistencia definitiva específica
para esfuerzos de compresión multiaxiales. Se adopta la superficie de falla multiaxial de "cinco
parámetros" descrita por William y Warnke (1975), ya que proporciona un excelente acuerdo
con los datos de pruebas triaxiales. Aquí se adopta la superficie de resistencia definitiva
calculada basada en las pruebas triaxiales de Schickert y Winkler (1977). Los detalles de los
cálculos han sido proporcionados por Elwi y Murray (1979).

La solución general del criterio de falla multiaxial en términos de las dos tensiones de
confinamiento lateral se presenta en la Fig. 4. Cuando el núcleo de concreto confinado se coloca
en compresión triaxial con tensiones de confinamiento lateral igualmente efectivas f’l de
espirales o aros circulares, se muestra que la resistencia a la compresión confinada dada es:

donde f'co = resistencia a la compresión del hormigón no confinado; y f’l está dado por la ec. 19.

CARGA DE TRACCIÓN MONOTÓNICA

Se supone una relación de tensión-deformación lineal en tensión hasta la resistencia a la


tracción, siempre que no se haya superado la resistencia a la tracción. La tensión longitudinal fc
está dada por:
Fig. 4. Determinación de fuerza confinada a partir de tensiones de confinamiento lateral para
secciones rectangulares

de otra manera

donde Ec = módulo de elasticidad tangente del concreto dado por la Ec. 8; ec = deformación
longitudinal del hormigón a la tracción; y f’t= resistencia a la tracción del hormigón.

RELACIÓN TENSIÓN-DEFORMACIÓN PARA LA CARGA CÍCLICA A VELOCIDADES DE


DEFORMACIÓN LENTO

Se supone que la curva de tensión-tensión de carga monotónica forma una envoltura de la


respuesta de tensión-deformación de carga cíclica. Es decir, se asume que la curva monotónica
es la curva esquelética. Este fue el caso encontrado en dos estudios realizados por Sinha et al.
(1964) y Karsan y Jirsa (1969) para pruebas en especímenes de hormigón sin confinar (lisos). Los
resultados de las pruebas para concreto confinado por Mander et al. (1984) muestra que este
supuesto también es razonable para especímenes de concreto reforzado.

 Ramas de descarga:

La descarga del concreto puede ocurrir desde la parte de compresión o de tracción de la


curva de tensión-deformación del esqueleto de la siguiente manera:
 Descarga de compresión

La figura 5 muestra una curva de tensión-deformación que incluye una rama de descarga.
Para establecer una curva de tensión-tensión de inversión a partir de la curva de carga de
compresión dada por la ecuación. 3, debe determinarse una tensión plástica Epl basada en
la coordenada en el punto de inversión (Eun, Fun) en la descarga.

Fig. 5. Curvas de esfuerzo-deformación para descargar la rama y determinación de la


deformación plástica Epl, de la deformación común Ea

El procedimiento adoptado aquí es similar al enfoque utilizado por Takiguchi et al. (1976) pero
modificada para que sea adecuada tanto para concreto no confinado como confinado. La
tensión plástica EpI se encuentra en la pendiente de secante de descarga, como se muestra en
la Fig. 5, que a su vez depende de la deformación en la intersección de la tangente inicial y las
pendientes de secante de descarga de plástico. La tensión Ea está dada por:

Takiguchi et al. (1976) usó a = 0.1175 en la ec. 31 para hormigón liso. En esta investigación, se
encontró que este valor para el coeficiente a no era adecuado para el concreto no confinado y
confinado y fue reemplazado por el mayor de:
ó

La tensión plástica en la línea secante entre Ea y Eun está dada por:

La curva de descarga que se muestra en la Fig. 5 se asume entonces como definida como una
forma modificada de la ecuación. 3, a saber

En el cual:

y donde Eu = módulo de elasticidad inicial al inicio de la descarga y está dado por:

Donde:

Los coeficientes a, b, y c en las ecuaciones. 32, 40 y 41 fueron evaluados por prueba y error para
dar el "mejor ajuste" de la supuesta relación de tensión-deformación (Ec. 35) a las curvas de
descarga experimental seleccionadas. Las curvas experimentales utilizadas se tomaron de
Karson y Jirsa (1969) y Sinha et al. (1964) para concreto no confinado, y de Mander et al. (1984)
para hormigón armado confinado.

Si se produce una inversión de tensión desde una rama de recarga en lugar de las curvas de
esqueleto como se supone, el nivel actual de la deformación plástica todavía se usa.
 Descarga de tracción

Moria y Kaku (1975) han investigado el efecto de la precarga en la compresión sobre la


resistencia a la tensión del concreto. Según los resultados de sus pruebas, el supuesto deterioro
de la resistencia a la tracción debido a los historiales de tensión compresiva anteriores se idealizó
como se muestra en la Fig. 6.

Al descargar de la rama de compresión, la resistencia a la tensión se convierte en:

Si Epl <Ecc. entonces ft= 0. Así, la relación tensión-deformación se convierte en:

Fig. 6. Supuesto deterioro en la resistencia a la tracción del hormigón debido a la carga de


compresión previa

Donde:

y
Cuando se excede la tensión de tracción en la resistencia a la tracción, es decir, Ec> (Et - Epl), las
grietas se abren y la resistencia a la tracción del hormigón para todas las cargas subsiguientes se
supone que es cero.

 Ramas de Recarga:

La figura 7 muestra las curvas de tensión-deformación que incluyen la descarga y la recarga


de ramas. Las coordenadas del punto de recarga (Ero, Fro) pueden ser desde la curva de
descarga o desde el estado de craqueo en el que Ero = (Epl - Et) y Fro = 0, como se muestra
en la Fig. 7. se supone una relación de tensión-deformación entre Ero y Eun a una magnitud
de tensión revisada para tener en cuenta la degradación cíclica. Se supone que el nuevo
punto de estrés (Fnew) viene dado por la ecuación:

Los mismos datos experimentales utilizados para calibrar la ec. 46 se utilizó para las
ecuaciones. 32-41.

Se utiliza una curva de transición parabólica entre la relación lineal.

Fig. 7. Curvas de tensión-deformación para la rama de recarga

Donde:

y la curva de tensión-tensión monotónica (ecuación 3) devuelve la coordenada (Ere, Fre).


Se supone que la tensión de retorno común (Ere) viene dada por la siguiente ecuación:
donde Er está dada por la ec. 48.

La curva de transición parabólica es luego descrita por:

Donde:

EFECTO DE LA TASA DE TENSIÓN EN RELACIÓN TENSIÓN-DEFORMACIÓN

El concreto exhibe un aumento significativo tanto en la resistencia como en la rigidez cuando


se carga a una tasa de deformación incrementada.

Fig. 8. Factores de aumento dinámico Df para permitir efectos de velocidad de


deformación en la fuerza
Watstein (1953), Bresler y Bertero (1975), Scott et al. Han informado datos experimentales
sobre las propiedades del concreto sometido a altas tasas de deformación. (1982), Ahmad
y Shah (1985), Dilger et al. (1984), y otros.

Las relaciones de tensión-deformación dados por las ecuaciones. 3-52 se han escrito para
velocidades de tensión lentas (casi estáticas). Sin embargo, estas ecuaciones también se
aplicarán al concreto cargado a altas tasas de deformación siempre que los parámetros de
control fco, Ec y Eco del concreto no confinado se modifiquen para aplicarlos a la tasa de
deformación relevante Ec.

Relaciones para la dependencia de la tasa de deformación de estos parámetros, establecida


por Mander et al. (1984) a partir de los resultados experimentales, son los siguientes:

Fuerza dinámica

donde f'co = la resistencia a la compresión casi estática del hormigón y

donde Ec = tasa de tensión en s-1; y f’co está en MPa (1 MPa = 145 psi). El factor de aumento
dinámico Df se encontró mediante el análisis de regresión de los resultados experimentales
de Watstein (1953) en muestras de concreto liso de diferentes fortalezas. La Fig. 8 muestra
una gráfica de la ec. 54 en comparación con los resultados experimentales para dos
resistencias concretas. Los datos limitados sobre grandes especímenes de concreto
probados por los autores proporcionaron un buen acuerdo.

Fig.9. Factores de aumento dinámico DE para permitir efectos de la tasa de deformación


en la rigidez
Rigidez dinámica

donde Ec = el módulo de elasticidad cuasiestático; y

donde Et = tasa de tensión en s-1; y f’co = la resistencia a la compresión casi estática del
concreto en MPa (1 MPa = 145 psi). El factor de aumento dinámico “DE” se encontró
mediante el análisis de regresión de los resultados experimentales de Watstein (1953). La
Fig. 9 muestra una gráfica de la ec. 56 en comparación con esos resultados para dos
resistencias concretas.

TENSIÓN DINÁMICA EN EL ESFUERZO MÁXIMO

donde Eco = deformación casi estática en la tensión máxima; y

Los resultados de los experimentos realizados por varios investigadores parecen no mostrar
consenso sobre el valor de la tensión en el pico de tensión para altas tasas de tensión.

Se derivó la ec. 58 suponiendo que el trabajo realizado en el concreto para lograr su


resistencia es constante, independientemente de la velocidad de deformación.
Generalmente se obtiene buen acuerdo con los resultados más observados.

FIg.10. Efecto de la tasa de deformación sobre la relación de tensión-deformación de la


monotonía para el concreto
La figura 10 muestra los resultados típicos obtenidos de la aplicación de las ecuaciones. 53-58
para predecir la curva de tensión-deformación del concreto a altas y bajas tasas de deformación.
Se verá que un aumento en la tasa de tensión da como resultado un aumento en la fuerza f’cc y
la rigidez inicial Ec, y una disminución en la tensión en el pico de presión ecc. También hay un
aumento en la inclinación de la curva de la rama descendente, de modo que la curva dinámica
se aproxima a la curva casi estática en las tensiones altas.

Como ejemplo de la influencia de las ecuaciones 53-58, considere concreto de resistencia no


confinada f'co = 30 MPa (4,350 psi) probado a una tasa de deformación de 1% / seg. Ecs. 53 y 54
predicen un aumento de la fuerza del 27%, las ecs. 55 y 56 predicen un aumento inicial de la
rigidez también del 27%, y las ecuaciones 57 y 58 predicen una reducción de la tensión en el pico
de estrés del 13%.

TENSION ULTIMA DEL CONCRETO CONFINADO

Para calcular la capacidad de rotación final disponible en una bisagra de plástico en un elemento
de flexión de concreto reforzado, es necesario poder predecir la tensión de compresión de
hormigón final Ecu. Los primeros trabajos experimentales sobre la deformabilidad del concreto
comprimido en los miembros de concreto reforzado por parte de varios investigadores dieron
como resultado el desarrollo de varias ecuaciones empíricas para Ecu. Un resumen de algunas
de esas primeras ecuaciones para Ecu se da en Park y Paulay (1975).

Recientemente Scott et al. (1982) han propuesto que la deformación compresiva del concreto
final se defina como la deformación longitudinal en la que se produce la primera fractura del
aro, ya que esa deformación puede considerarse como el final de la región útil de la curva de
tensión-deformación para el núcleo de hormigón confinado. Después de la primera fractura del
aro, hay una caída repentina en la capacidad de carga de compresión del núcleo de hormigón
debido a la reducción en el confinamiento, y también hay una pérdida de restricción de pandeo
para las barras longitudinales comprimidas.

Posteriormente, Mander et al. (1984) propusieron un método racional para predecir la


deformación compresiva del concreto longitudinal en la primera fractura del aro basada en un
enfoque de balance de energía. En este enfoque, la ductilidad adicional disponible cuando se
confinan los elementos de hormigón se considera debida a la energía almacenada en el refuerzo
transversal.

Considere las curvas de tensión-deformación para concreto no confinado y confinado que se


muestran en la Fig. 1. El área debajo de cada curva representa la energía de deformación total
por unidad de volumen requerida para "fallar" el concreto. El aumento de la energía de tensión
en el fallo resultante del confinamiento (que se muestra sombreado en la Fig. 1) solo se puede
proporcionar por la capacidad de energía de tensión del refuerzo de confinamiento cuando cede
en tensión. Al equiparar la capacidad de energía de deformación máxima del refuerzo de
contención por unidad de volumen de núcleo de hormigón (Ush) con la diferencia de área entre
las curvas de resistencia y deformación de concreto no confinada (Ucc) y (Uco), más la energía
adicional requerida para mantener el rendimiento en el acero longitudinal en compresión (Usc),
se puede calcular el esfuerzo de compresión longitudinal del hormigón correspondiente a la
fractura del aro. Así
Sustituyendo en la ec. 59 da:

donde ps = relación del volumen de refuerzo transversal al volumen del núcleo de concreto; Acc.
= área del núcleo de concreto, fs y es = tensión y deformación en refuerzo transversal; Esf =
deformación por fractura del refuerzo transversal; fc y ec = tensión de compresión longitudinal
y deformación en el hormigón; Ecu= tensión longitudinal de compresión de hormigón final; pcc
= relación entre el volumen de refuerzo longitudinal y el volumen del núcleo de concreto, fsl =
esfuerzo en refuerzo longitudinal; y esp = deformación de hormigón no confinado.

En el primer término en el lado izquierdo de la ecuación. 60, la expresión es el área total bajo la
curva de tensión-tensión para el refuerzo transversal hasta la tensión de fractura esf. Resultados
de las pruebas realizadas por Mander et al. (1984) en Nueva Zelanda en el grado 275 (fy> 40 ksi)
y el grado 380 (fy>55 ksi) el refuerzo de varios diámetros de barra indica que Usf es
efectivamente independiente del tamaño de la barra o de la resistencia de elasticidad, y puede
tomarse (dentro de ± 10 %) en cuanto a este acero dispuesto entre 0.24 y 0.29.

Para el último término en el lado derecho de la ecuación. 60, se requiere el área bajo la curva
de tensión-deformación para concreto no confinado. Se encontró a partir de análisis de datos
medidos de un rango de especímenes de concreto liso que el área bajo la curva de tensión-
deformación para concreto no confinado se puede aproximar como:

donde f'co = resistencia a la compresión casi estática del concreto en MPa (1 MPa = 145 psi).

Así EQ. 61 simplifica a:

Con un conocimiento de fc de la ec. 3 y fsl en función de la tensión longitudinal, la tensión de


compresión longitudinal del hormigón Ecu, en la etapa de la primera fractura del refuerzo
transversal se puede resolver numéricamente usando la ecuación 64.
CONCLUSIONES

El desarrollo del modelo analítico de tensión-deformación para hormigón confinado lleva a las
siguientes conclusiones:

1. Los miembros de hormigón armado con fuerzas de compresión axial pueden confinarse
utilizando acero transversal para mejorar la resistencia y la ductilidad de los miembros. Para una
configuración de refuerzo transversal particular, las tensiones de confinamiento efectivas f'lx y
f'ly en las direcciones x e y pueden calcularse a partir del refuerzo transversal y un coeficiente
de eficacia de confinamiento Ke que define el área del núcleo de hormigón efectivamente
confinada teniendo en cuenta el arco Acción que se produce entre los aros transversales y entre
barras longitudinales.

2. Un criterio de resistencia máxima de "cinco parámetros" utiliza las tensiones de


confinamiento efectivas para determinar la resistencia del concreto confinado f’cc en la
superficie de la resistencia máxima. Se supone que el aumento de la tensión en la resistencia
final del Ecc es aproximadamente cinco veces mayor que el aumento de la resistencia.

3. La forma de la curva de tensión-deformación para concreto confinado se puede expresar en


términos de una relación uniaxial simple sugerida por Popovics y solo requiere tres parámetros
de control (f'cc, ecc y Ec). Se pueden desarrollar curvas de descarga y recarga para la respuesta
de carga cíclica.

4. Se puede incorporar un margen para la respuesta dinámica en el modelado de tensión-


deformación modificando los parámetros concretos casi estáticos (f'cc, ecc y Ec). mediante
factores de ampliación dinámica que se utilizan posteriormente en el modelo de tensión-
deformación.

5. La tensión de compresión de hormigón final de una sección, definida como la tensión en la


que se produce la primera fractura del aro, puede determinarse trazando el trabajo realizado en
el hormigón confinado y el acero longitudinal cuando se deforma en compresión. En este
enfoque de balance de energía, cuando el trabajo realizado excede la energía de deformación
disponible del acero transversal, se produce una fractura del aro y se puede considerar que la
sección ha alcanzado su máxima deformación.

6. La utilidad del modelo presentado aquí será evidente cuando se compara con el
comportamiento observado de los miembros de concreto de refuerzo confinado bajo carga
cíclica dinámica. Dichos estudios se informan en un artículo complementario (Mander et al.
1988).

AGRADECIMIENTOS

El trabajo descrito en este documento fue realizado por el Dr. J. B. Mander como parte de su
Ph.D. estudios en la Universidad de Canterbury bajo la supervisión de Prof, M, J. N, Priestley y
Prof. R, Park. Se agradece la asistencia financiera proporcionada por la Universidad de
Canterbury, New Zealand Railways Corporation y la Junta Nacional de Carreteras de Nueva
Zelanda.

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