EL NACIONALISMO

Al amparo de la corriente romántica surge el nacionalismo. La excusa ideológica que

pone en marcha este movimiento se fundamentará en la reivindicación del concepto de
«pueblo». El pueblo se entenderá como el conjunto de personas que mantiene las
esencias propias de un territorio. Estas esencias colectivas, que se hallan desde el
principio de los tiempos en la cultura —llamada folclore—, en la manera de vivir, de
expresarse..., han sido subyugadas a lo largo de la historia por una serie de preceptos
ajenos y/o contrarios a dicha idiosincrasia. Si además a esto se le añade algún que otro
episodio histórico de conquista del territorio por parte de otro pueblo, la coartada del
nacionalismo consigue la cuadratura del círculo de su legitimación.

Como concepto político, el término de “nación”, surgió durante la revolución francesa

para referirse al conjunto de ciudadanos ligados entre sí por el contrato social que había
dado vida al Estado.

La expansión Napoleónica a principios del siglo XIX, había generado reacciones

patrióticas en diferentes regiones del centro y este europeo, donde se apelo a la idea de
nación, para enfrentar la agresión externa. Este tipo de Nacionalismo tuvo su referente
en el movimiento Romántico que vio en la nación una unidad de identidad basada en la
cultura, la lengua y un pasado común. Esta idea de Nación tuvo un fuerte impacto en las
regiones alemanas e italianas, que pronto iniciarían sus procesos de unificación y
formación del Estado nacional.

Nacionalismo conservador

El proceso de democratización política genero una variante del liberalismo que se unió a
sectores del nacionalismo ¿Pero que se entendía por “Nacionalismo” en las últimas
décadas del siglo XIX.

 En Francia y en Italia, ese término se empleaba para definir a grupos de derecha

que apelaban a la idea de Nación para oponerse a los extranjeros, los socialistas,
 los liberales progresistas. Este concepto de nación definido a partir de
componentes étnicos y lingüísticos, estaba asociado al Estado, ya que era por
medio de su sistema educativo propagaba los ideales de unidad nacional.

En ese contexto los sectores conservadores de las fuerzas armadas de los distintos países
europeos impulsaron un tipo de nacionalismo agresivo y militarista, en el cual la idea
de nación iba unida a la idea de superioridad sobre las otras. Este tipo de nacionalismo
alentó la expansión imperialista a fines del siglo XIX y principios del siglo XX,
durante la cual las principales potencias europeas, los Estados Unidos y Japón se
repartieron extensas zonas de Asia, África y Oceanía.

Con la extensión de ese nacionalismo agresivo, se desarrollo el antisemitismo, que

reclamaba la asimilación de los judíos en los distintos Estados Nacionales. Para la
comunidad judía, esto significaba renunciar a sus particularidades culturales y
religiosas. Como reacción surgió el sionismo. Este movimiento, creado en la década de
1890 por Theodor Herzl , reclamaba la creación de un Estado Judío en Palestina.

Socialismo

La palabra socialismo comenzó a utilizarse a principios del siglo XIX. En esa época, sus
referentes intelectuales provenían de diferentes sectores sociales: empresario como
Robert Owen; aristócratas como el conde de Saint Simon y pequeños comerciantes
como Charles Fourier. Su ideal básico consistía en construir una sociedad basada en
principios de cooperación y solidaridad entre las diferentes clases sociales.

Esta primera vertiente del socialismo fue denominada “socialismo utópico” por Karl
Marx (1818-1883) y Frederic Engels (1820-1895). ¿Por qué lo llamaron así? Porque
consideraban que las soluciones propuestas para evitar la explotación de los obreros
eran idealistas, es decir, no se podían llevar a la práctica.

Socialismo Científico
Marx y Engels fueron quienes durante la segunda mitad del Siglo XIX, consolidaron
las ideas socialistas. Su obra, el Manifiesto Comunista, escrito en 1848, fue el texto que
inicio al denominado Socialismo Científico, tal como ellos lo denominaron para
diferenciarlo del anterior.

Frederich Engels - Karl Marx

Estos autores analizaron la historia de la Humanidad como una sucesión de formas de

producción (esclavismo-feudalismo-capitalismo), en las cuales diferentes clases
sociales se enfrentan por la apropiación de recursos. En el capitalismo, esa lucha de
clases tiene lugar entre los obreros, que solo poseen su fuerza de trabajo y los burgueses
que son dueños de los medios de producción (dinero, maquinas, materias primas).

Marx y Engels, consideraban que los obreros debían organizarse políticamente para
defender sus intereses como clase y para ser los grandes protagonistas de la revolución
social que impondría una sociedad sin propiedad privada ni clases sociales. En este
proceso, la toma del poder y la imposición de una dictadura del proletariado eran un
paso fundamental ¿Por qué? Porque el Estado era visto como el instrumento por medio
del cual la burguesía garantizaba sus intereses económicos, fundamentalmente, la
propiedad privada. El Estado en manos de los obreros, en cambio, impondría la
propiedad social de las fábricas y las tierras, y prepararía las condiciones para el
advenimiento de una nueva sociedad.

El anarquismo

Los anarquistas consideraban al Estado como un instrumento de opresión de la

Burguesía y planteaban su eliminación. Pero, a diferencia de lo que pensaban los
socialistas, ellos creían que el Estado debía ser reemplazado por una federación de
pequeñas comunidades que permitirían que los hombres resolvieran de común acuerdo
sus conflictos.
Otra diferencia con el socialismo se encuentra en la oposición de los anarquistas a la
participación electoral de los trabajadores. Sus principales estrategias de lucha fueron: la
huelga general, los atentados y la insurrección popular. Sus principales referentes
fueron Pierre Proudhon (1809-1865), Mijail Bakunin (1814-1886) y Piotr Propotkin
(1842-1921).

Guía de Lectura

- ¿Por qué el concepto de Nación, acuñado por el romanticismo, tuvo un fuerte

impacto político?
- Señala similitudes y diferencias entre socialistas y anarquistas.