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Los delirios suceden normalmente en un contexto neurológico, aunque no están vinculados a ninguna enfermedad en particular y
se ha encontrado que ocurren en el contexto de muchos estados patológicos (físicos y mentales). Sin embargo, tienen importancia
particular en el diagnóstico de las psicosis y, particularmente, en la esquizofrenia, la manía y los episodios del trastorno bipolar.
También pertenece a la nosología psiquiátrica en forma de un síndrome delirante, definitorio junto a los síndromes alucinatorios y
disociativo-autistas de todas las psicosis.
Por ejemplo, un sujeto puede afirmar que es portador de una verdad que debe propagar por el mundo, dado que escuchó su
nombre en la televisión. El delirio no se diagnostica por la convicción de «ser portador de una verdad que revelar» (muchas
personas podrían decir algo parecido), sino por la forma extravagante por la que llega a esa convicción (haber escuchado su
nombre por la televisión).[cita requerida]
Generalmente, ante la argumentación de que eso no tiene lógica, el sujeto persiste en su convicción. Dado que no es una
convicción habitual, habría que verificar si acaso pertenece a algún grupo religioso que sostenga convicciones similares; sin
embargo, incluso en este caso, los propios miembros de su grupo podrían haber detectado una alteración de la lógica del
pensamiento que considerarían extraña. En ese caso, la idea se considera delirante.
Clasificación
Psicopatología clásica
Entendido como mecanismo de defensa frente al derrumbe de la estructura del Yo, los delirios son el último recurso para
mantener la identidad.
delirios impositivos: el mecanismo de defensa que se activa lo hace por exaltación, y con su conducta la persona
manifiesta la necesidad de comunicar, compartir y buscar adeptos a su sistema de creencias.
delirios defensivos: el mecanismo de defensa que se activa lo hace por depreciación, y con su conducta la
persona manifiesta la necesidad de alejarse de los otros, busca protección y ocultarse.
Clasificación moderna
sistematizados: las creencias están organizadas en torno a un núcleo teórico, con coherencia y estructura
interna, de forma que todas las preguntas que se le hagan pueden ser respondidas adecuadamente, con lógica
y orientación finalista; es común en las psicosis paranoides, agudas o crónicas;
no sistematizados: conjunto de ideas y creencias delirantes mal sostenidas, sin coherencia interna, con pocos
recursos, donde no hay un núcleo ni razones que organicen los pensamientos, de forma que las preguntas no
obtienen respuestas adecuadas; muy común en la esquizofrenia;
delirio encapsulado: ideación delirante que no se instala en el foco de la vida del paciente, donde éste presta
una atención relativamente baja; en la entrevista psiquiátrica, el paciente puede confesar que tiene estas ideas,
pero resulta claro que no se trata de un fenómeno que tenga una incidencia importante en su vida, en la manera
de establecer los vínculos y mantenerlos, etc.2
delirio parafrenizado: designa aquellas formas de delirio sistematizados y encapsulados de carácter fabuloso,
expansivo, confabulatorio o fantástico que el paciente suele no confesar en las primeras entrevistas, aun
cuando, movido por estas ideas, venga realizando desde hace tiempo ciertos comportamientos que satisfagan la
ideación delirante.3
Otra forma de conceptualizarlos
Delirios no patológicos
Todas aquellas creencias dentro de la realidad (ser rico, ser famoso, haber descubierto la vacuna contra el VIH/SIDA, descubrir la
cura contra el cáncer, etcétera) son pequeñas formas de perderse en una interfase de ilusión que crea la mente. Quizás la forma
más fácil de diferenciarlos del delirio verdadero es que éste es «apodíctico», es decir, irreductible a cualquier contrastación
racional, y parten de un conocimiento personal no compartido e incierto.[cita requerida]
Delirios extraños
Todas aquellas creencias que están fuera de la realidad reconocida por las ciencias (creer que es posible robar el pensamiento,
resucitar a personas fallecidas).
El delirio encapsulado se define como la locura razonante porque, salvo por una idea delirante muy específica, el paciente
funciona sin dificultades en la mayoría de los aspectos de su vida, y puede llegar a pasar totalmente desapercibido; únicamente
hasta que alguien le habla de ese tema el paciente empieza a delirar y a comportarse de forma enajenada.
DSM-IV y CIE-10
delirio erotomaníaco
delirio persecutorio
delirio de grandeza
delirio somático
delirio celotípico (celotipia)
delirio mixto
delirio inespecífico
Polo actitudinal
Polo intelectual
Polo corporal
Polo erótico
por exaltación: delirios erotomaníacos (síndrome de Clérambault);
por depreciación: delirios celotípicos (síndrome de Otelo)
Es importante reseñar que existe un grupo de psicosis caracterizadas por delirios confusionales, entre los que cabe destacar la
psicosis postparto, las bouffée delirantes y las pseudopsicosis.[cita requerida]
Referencias
1. «Illustrations of Madness: James Tilly Matthews and the Air Loom» (https://publicdomainreview.org/2014/11/12/ill
ustrations-of-madness-james-tilly-matthews-and-the-air-loom/). The Public Domain Review (en inglés). 12 de
noviembre de 2014. Consultado el 4 de abril de 2019.
2. Capponi M., R. (2011). Psicopatología y semiología psiquiátrica. Universitaria, 12a. ed., p. 111. ISBN 978-956-
11-2274-1
3. Ibidem.
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Esta página se editó por última vez el 5 jul 2019 a las 13:01.
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