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La tecnología y sus usos si bien no me resultan ajenos (de hecho me parecen sumamente
útiles para comunicar y trasmitir) logré conectarme con nuevos materiales dinámicos, que
me permitieron avanzar aún más, en la concreción de ideas.
Ésta coyuntura, plantea la necesidad de generar recursos para achicar la brecha social,
sustituyéndola por políticas de igualdad e inclusión. Como el proyecto: “conectar
igualdad”, que sostiene a la tecnología como vínculo pedagógico entre sujetos de iguales
derechos.
En todos los casos, destaco fundamentalmente el uso de la herramienta como tal. ¿Cómo la
utilizamos y para qué? ¿Qué rol ocupamos los adultos frente a ellas y los jóvenes?
Pienso en esta discusión y se aparece dialógicamente una decisión, que sin dudas es política
y fundamentalmente ideológica: inclusión-exclusión. Tampoco se trata de formar sujetos
que se adapten sumisamente a las nuevas tendencias, imponiendo una franja de sujetos de
consumo que hasta ahora no existía: los niños; pensados como consumidores potenciales.
Demonizar la informática y los nuevos lenguajes, es otra manera de excluir: ¿Por qué los
más humildes no pueden acceder a ellas? ¿Por qué creemos que podemos decidir por ellos?
¿Acaso eso no es también discriminación?
Podríamos hacer el esfuerzo por no desmerecer el conocimiento y las estrategias que de dan
para acceder a ellas, ya que se vinculan mucho mejor que muchos de nosotros. Un desafío
es entonces: crear nuevas redes que nos permitan interactuar con los niños/ jóvenes y entre
ellos, a partir de juegos y dinámicas que los contengan.
Incluir a través de esta dinámica es llegar más asertivamente a las nuevas generaciones. Las
generaciones más jóvenes, han naturalizado su uso, siendo de hecho muchos de los adultos
los nuevos analfabetos. Cuando hablamos de nativos digitales, estamos referenciando a esta
Aprender jugando, es un desafío que puede atravesar una historia de olvido y retraso, para
introducirnos en la post modernidad. La informática, la tecnología, las nuevas tendencias
son sólo herramientas al servicio de quien las usa, si podemos entenderlo así, podremos ser
útiles a ellos que en definitiva es lo verdaderamente importante.
La educación nos pone en un lugar de privilegio, ya que es la manera más genuina para que
un pueblo se emancipe y dialogue críticamente con el poder. En épocas de crisis, educar es
hacernos responsables de nuestro pueblo, comprender y analizar la realidad para poder
transformarla, educamos con certezas, aprendiendo con el otro.
Para ello, tenemos que recuperar nuestra historia política, tensionar lo que no nos gusta y
ponerlo en discusión. Acercar los recursos a donde sean necesarios y generar las fortalezas
necesarias para reducir las debilidades.
Porque acerca generaciones, porque ésta generación es más visual, porque es un nuevo
lenguaje que comunica y trasmite, porque entretiene pero a la vez invita a elaborar y a
exponer todo el potencial con el cual cuenta.
Aceptar este reto, es una manera de interactuar y aprender a utilizar estos recursos, para
presentar mis trabajos, para exponer mis materiales, para educar y transmitir; en definitiva,
una nueva manera de debatir sobre las intervenciones.
Estas herramientas son una posibilidad diferente, transformadora, que nos permite
fortalecer ese vínculo que se establece naturalmente entre sujetos, un espacio donde
Bibliografía Consultada
-Pablo Gentili, Gentili, Pablo “Un zapato perdido” – Ponencia Río de Janeiro
-Freire, Paulo (2009) “El grito manso”. Buenos Aires, SXXI Editores
-Merieu, Philippe (2001) “Frankenstein Educador. A mitad de recorrido: por una verdadera
revolución copernicana en pedagogía”. Barcela, Ediciones Laertes