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El Cuaderno - Escuela de Ciencias Estratégicas Vol 3 N° 6 P.

235 - 249 (2009)


Medellín - Colombia. Jul - Dic de 2009 ISSN: 2011-0170

La inversión ambiental en
las empresas
Natalia Campo Rico*
nataliacampo@yahoo.com.

“Cuando el último árbol haya caído, el último río haya dejado de correr
y el último pez haya dejado de nadar...
Los hombres nos daremos cuenta que no nos es posible alimentarnos
de dinero”
(De los indios cris, Canadá).

Eje Temático: Inversión ambiental


Subtema: Actividades económicas, explotación y producción, sistemas contables

Resumen
A través de los años la especie humana se ha encargado de acelerar los ciclos normales
de la tierra con sus actividades económicas productivas y solamente desde hace
unas décadas en adelante es que se han identificado las verdaderas consecuencias,
teniendo en cuenta que el planeta es un sistema vivo, finito y en constante movimiento.
A raíz de las consecuencias generadas por las formas de explotación y producción, fue
necesario involucrar dentro de los sistemas contables de la empresa rubros para la
inversión ambiental, la cual no solamente beneficiará a la empresa a nivel de imagen,
sino también al único lugar que tenemos para vivir.

*
Ingeniera Ambiental, Universidad de Medellín. Especialista en Gerencia de Proyectos, Universidad Pontificia
Bolivariana.

Artículo recibido el 22 de septiembre y aprobado para su publicación el 10 de octubre de 2009.

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El Cuaderno · Ciencias Estratégicas

Palabras clave:
Desarrollo sostenible, Inversión ambiental, impactos ambientales.

Abstract
The economics and productive human activities has accelerated the normal earth’s
cycles, and it is just a few decades that the real impacts and consequences has
been noticed and identify considering that the earth it’s alive, finite and in constant
movement. Because of the consequences generated by the production and explorations
it was necessary to involucrate into the corporation’s monetary politics environmental
inversions, to generate not only a better image, also generate better conditions to live
in this place, the only place that we have to live.

Key words:
Sustainable development, environmental investment, environmental impacts.

Introducción

Para nadie es un secreto que la economía mundial se encuentra en crisis y cada día
surgen nuevas ideas para evitar que los sistemas económicos de las sociedades
se vayan a pique, especialmente en los países potencia que, de una u otra forma,
reflejan las consecuencias de sus decisiones económicas sobre los países en vía
de desarrollo. Dichas decisiones, a su vez, pueden convertirse en oportunidades
de crecimiento para empresas de los países tercermundistas que, en su afán de
generar beneficios económicos y aumentar los ingresos a nivel nacional, no tienen
en cuenta los impactos ambientales de dicho crecimiento.

Uno de los sectores económicos de mayor impacto ambiental1, es el industrial,


que, con sus procesos y actividades, genera presión sobre los recursos naturales
con el fin de suplir las necesidades de bienes y servicios de los consumidores,
afectando directamente la despensa de la tierra y sus reservas, las cuales
pertenecen a las generaciones futuras más que a las presentes.

Para evitar que el aumento indiscriminado de la demanda afecte de manera


irreversible las reservas que, en su mayoría pertenecen a países en vía de
desarrollo, es indispensable adoptar y entender el concepto de desarrollo
sostenible, que según la ley colombiana No. 99 de 1993, se describe como aquel
que conduce al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de la vida y
al bienestar social, sin agotar la base de recursos naturales renovables en que
se sustenta, ni deteriorar el medio ambiente o el derecho de las generaciones
futuras a utilizarlo para la satisfacción de sus propias necesidades.

1 Definición Decreto 1220 de 2005: Impacto ambiental: cualquier alteración en el sistema ambiental biótico,
abiótico y socioeconómico, que sea adverso o beneficioso, total o parcial, que pueda ser atribuido al desarrollo
de un proyecto, obra o actividad.

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La inversión ambiental en las empresas

A nivel industrial, una de las herramientas más conocidas para disminuir los impactos
ambientales es la Producción más Limpia (P+L), que busca la optimización de
los recursos en los procesos productivos disminuyendo los impactos ambientales
generados en los mismos. Pero, la implementación de dicha herramienta,
representa la mayoría de las veces sumas económicas significativas, que desde
el punto de vista de los departamentos contables, al interior de las empresas
representan grandes gastos “no recuperables” puesto que en la mayoría de los
casos dichas inversiones se constituyen como intangibles, sin comprender que
podrían estar evitando la generación de pasivos ambientales2 que, por su misma
naturaleza, generaría una cuenta permanente dentro de la estructura.

Es necesario, entonces, entender que la importancia de las inversiones ambientales


representa un beneficio mundial que, si bien, los resultados no se perciben a corto
plazo, se ahorran recursos, tanto renovables, como no renovables, para asegurar
la existencia de los ecosistemas de los cuales dependemos y la de nuestra especie
sobre el planeta.

1.
Colombia, un país megadiverso

Según la Política Nacional de Biodiversidad, ésta se entiende como la cantidad


de formas de vida tanto de especies animales como de vegetales que puedan
habitar en un área determinada, reflejando riquezas naturales para la zona, en
cuanto a los bancos genéticos de poblaciones, de especies, de comunidades, de
ecosistemas y de paisajes.

El informe sobre el estado de la biodiversidad en Colombia, (Humboldt,


2006-2007) dice que nuestro país posee una extensión del territorio de
2.070.408 km2 (2.022.124), incluidas las áreas terrestres (1.141.748 km2)
y marinas (880.376 km2), donde la biodiversidad no es algo ajeno, ya que,
gracias a su ubicación geográfica tropical, cuenta con las condiciones aptas
para el amplio desarrollo de la vida, tanto de especies de animales, como de
vegetales, mostrándolo ante el mundo como uno de los 12 países más ricos
en biodiversidad, albergando aproximadamente el 70 % de la biodiversidad
mundial tal y como se observa en la Figura 1.

2 Pasivo Ambiental (EPA): “Obligación legal de hacer un gasto en el futuro por actividades realizadas en el
presente y el pasado sobre la manufactura, uso, lanzamiento, o amenazas de lanzar, sustancias particulares o
actividades que afectan el medio ambiente de manera adversa”.

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El Cuaderno · Ciencias Estratégicas

Fuente On line, Humboldt, 2006-2007, 35.

Figura 1 En el mundo existen alrededor de 170 países y en sólo 12 de ellos (Australia, Brasil, China, Colombia,
Ecuador, Estados Unidos, India, Indonesia, Madagascar, México, Perú y República Democrática del Congo) se
encuentra el 70% de la biodiversidad total del planeta; es por ello por lo que a estos países se les denomina
megadiversos.

Esta condición de país megadiverso pone en riesgo su misma estabilidad


ambiental, ya que se constituye como un gran generador de bienes y servicios
ambientales, tanto interna, como externamente, dependiendo de los recursos
renovables y no renovables y su tasa acelerada de explotación para suplir la
demanda de las poblaciones, afectando directamente las políticas internas de
desarrollo sostenible.

Entre los problemas ambientales más relevantes en Colombia se encuentra la


pérdida de la biodiversidad, los altos niveles de contaminación en las principales
ciudades, que se ha venido incrementado con el paso del tiempo, la deforestación,
los cultivos ilícitos y los sistemas de pastoreo del ganado.

Desde el punto de vista económico, es importante aclarar que los recursos naturales
se clasifican en renovables: el agua, flora y fauna, y no renovables: petróleo,
carbón y minerales. Dichos recursos son los que aseguran la permanencia de las
especies sobre la tierra, debido a la total dependencia de factores necesarios
para sobrevivir como el agua, los alimentos y el aire.

Los modelos actuales de desarrollo en el mundo, independientemente de las


diferencias de cada país o continente y sus políticas, han ejercido gran presión
sobre los recursos naturales, arrojando como resultado la inestabilidad de la
mayoría de ecosistemas y poniendo en riesgo las reservas naturales del mundo.

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La inversión ambiental en las empresas

Para algunos sectores económicos enfocados solamente en la generación


de riquezas, entendida como ingresos monetarios, los recursos naturales se
constituyen como sistemas aislados con la facultad de detener el desarrollo
interno del país y las conexiones indispensables para los intercambios con otros
países del mundo.

De igual forma, la utilización de los recursos naturales, por parte de los procesos
productivos para la generación de bienes y servicios, produce residuos que, si bien,
no son manejados adecuadamente, podrían convertirse en pasivos ambientales
y en grandes problemas que ponen en riesgo el período de vida del planeta ya
que éstos alteran los ciclos normales de autodepuración establecidos a través de
millones de años en la tierra. En la Figura 2, se muestra la función económica del
ambiente como generador de bienes y servicios para la especie humana.

Figura 2. Fuent: On line, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, 2007, p. 449.

2.
La empresa como consumidor de los recursos naturales

Si se mira a la especie humana desde sus inicios, podría considerarse como una
especie “depredadora” en todo el sentido de la palabra, pues nuestros hábitos se
han caracterizado básicamente por el aprovechamiento de los bienes y servicios
que la naturaleza nos provee, la mayoría de las veces retornando, casi siempre,
problemas mayores como los impactos ambientales negativos irreversibles.

Se ve a las empresas como responsables de mejorarnos la calidad de vida en


muchos aspectos, con la producción de objetos como una crema dental, un
computador, un vehículo o una camisa para cubrirnos a diario y cumplir con

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El Cuaderno · Ciencias Estratégicas

nuestras tareas de sobrevivir en el planeta, pero lo cierto es que para todos y


cada uno de esos artículos se requiere por lo menos de la extracción de dos
recursos, bien sea directa o indirectamente tal y como se muestra en la figura No.
3, donde se identifican las entradas y salidas básicas de un proceso productivo.

Figura 3. Fuente On line, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, 2007, 500.

Es claro, entonces, que sin los recursos naturales, ya sean renovables o no


renovables, el ser humano no podría desarrollarse libremente, y también
queda claro que tales actividades requieren inversión económica que, según
el punto de vista monetario, se convierte en la función u objetivo principal de
los sistemas productivos.

Por tal motivo, entonces, se considera que la necesidad de las inversiones


ambientales indispensables para mitigar, compensar, controlar o corregir los
posibles impactos, se debe identificar al inicio de los proyectos debido a que
con nuestras actividades, formas de explotación y sistemas de consumo, se han
acelerado los ciclos normales de nuestro planeta y, al ser el hombre la única especie
que piensa y planea su futuro, se le hace necesario generar, intercambiar y elevar
sus riquezas monetarias que, cuando se ven afectadas, es cuando empiezan a
surgir las preocupaciones por el cuidado de los factores externos que inciden,
directa o indirectamente, sobre su bolsillo.

Debido a esos cambios y a la necesidad de valorar económicamente los bienes


y servicios ambientales a nivel mundial, fue necesario partir desde los principios
básicos de la economía, para traducir la valoración de los recursos naturales a
términos monetarios y, así, poder entrar en el mercado y hacer entender así fuera,

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La inversión ambiental en las empresas

desde el punto de vista económico, la necesidad de la protección del sistema


natural para asegurar el futuro de la especie humana en el planeta.

La legislación se convirtió en un arma necesaria para los entes reguladores y


lograr el entendimiento por parte de las organizaciones de la necesidad de las
inversiones ambientales o hacer entender, en términos más conocidos, que “El que
contamina paga”. Para el caso colombiano, algunas de las normas regulatorias en
materia ambiental son:

Decreto No. 1299, de 2008, por el cual se reglamenta el departamento


de gestión ambiental a en las empresas industriales.
Decreto 1594, de 1984, el cual reglamenta los usos y el manejo de los
residuos líquidos.
Decreto 2811, de 1974, Código nacional de los recursos naturales
renovables y no renovables
Decreto 879, de 1998, por el cual se reglamentan las disposiciones
referentes al ordenamiento del territorio municipal y distrital y a los
planes de ordenamiento territorial.
Resolución 273, de 1997, por la cual se fijan las tarifas mínimas de las
tasas retributivas por vertimientos líquidos para algunos parámetros.
Resolución número, 446 de 2006, la cual establece las regulaciones
para los planes de manejo ambiental.
Resolución 601, del 4 de abril de 2006, la cual establece la Norma de
Calidad del Aire o Nivel de Inmisión, para todo el territorio nacional en
condiciones de referencia.

3.
La contabilidad ambiental

Según Chistine Jasch (On line, Jasch 2002), los residuos producidos por las
actividades humanas no son costosos por las tasas de disposición, sino por lo que
cuesta el material que, finalmente, es dispuesto, y como consecuencia, se obtiene
que los residuos y las emisiones son signos de una producción ineficiente.

Para la implementación de medidas de control a los impactos ambientales


generados, es necesario tener en cuenta los costos totales, para finalmente evaluar
el mejor sistema que traiga beneficios, tanto ambientales, como económicos, en
este caso para la empresa.

La valoración de los costos ambientales, generalmente, representa grandes


dificultades para las unidades contables de las empresas, ya que la mayoría
de los impactos son intangibles y con consecuencias a largo plazo y, además,
carecen de una definición clara y estándar porque dependen de múltiples factores

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El Cuaderno · Ciencias Estratégicas

que contemplan costos internos y externos. Además, la mayoría de las veces la


persona encargada de asentar dichos costos no está en la capacidad de valorar
los impactos ambientales, registrándolos como gastos o costos generales donde
se reflejan casi siempre como pérdidas y, por tal motivo, para las directivas las
inversiones ambientales no se observan como una opción de mejora, sino de
pérdidas a corto plazo.

Los costos, gastos e inversiones ambientales son, entonces, los relacionados con
todos los sistemas necesarios para el análisis de las medidas de compensación,
mitigación, prevención y control de los impactos ambientales involucrados con
las economías de las sociedades tales como: emisión de gases, vertimiento de
aguas residuales, tanto industriales, como domésticas, generación y disposición
de residuos sólidos, incineración de residuos biológicos y peligrosos, pasivos y
activos ambientales, sistemas de control para el material particulado y ruido, entre
otros recursos necesarios para la producción de bienes y servicios, incluyendo
también la responsabilidad social.

Para ilustrar, en general, un sistema de costos ambientales que se deben tener en


cuenta en los sistemas contables de las empresas se presenta la Tabla No. 1.

MEDIOS AMBIENTALES Biodiversidad/


Aire /clima

residuales

Radiación
Residuos

CATEGORÍAS DE COS-
Paisaje

TOTAL
Aguas

Ruido

Otros
Suelo

TOS/GASTOS AMBIEN-
TALES
Tratamiento de residuos y
emisiones
Prevención y gestión am-
biental
Valor de compra de ma-
terial de las salidas de
no-productos
Costos de procesamien-
to de las salidas de no-
productos
Sumatoria de gastos am-
bientales
Ingresos ambientales

Tabla 1. Fuente: On line, Jasch, 2002. Adaptación.

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La inversión ambiental en las empresas

Hoy en día los organismos de cooperación internacional, bien sea los gobiernos
de los países desarrollados, las ONG’S internacionales, el banco mundial,
fondos internacionales para la cooperación y conservación entre otros, por
medio de convenios, estrategias, políticas y otros instrumentos, crearon medidas
económicas, especialmente para el apoyo a las inversiones ambientales en los
países en vía de desarrollo, siempre y cuando se demuestre que los resultados
obtenidos sean benéficos, no solo para el ambiente local, sino para las soluciones
que hoy en día son tan necesarias en la conservación de los recursos naturales;
esto por el lado internacional, pero en el ámbito local, el gobierno ofrece atractivos
incentivos para la implementación de sistemas de producción limpia, con la
disminución de las tasas arancelarias, exención de impuestos, apoyo para los
proyectos de reconversión ambiental y otros mecanismos que resulten benéficos
para la contabilidad de las empresas, ya que la tecnología para la reducción de
impactos ambientales casi siempre es costosa debido a los mismos diseños, la
calidad de los equipos y a la eficiencia de remoción de carga contaminante.

Estos incentivos se utilizan para hacer responsables a los generadores por sus
descargas y evitar que éstas produzcan mayores impactos en el entorno, es decir,
“Si las empresas deben abonar una tasa mayor por cada kilo de residuo toxico
que producen, les interesará utilizar la menos cantidad posible del material tóxico,
y buscarán procedimientos que no utilicen ninguno” (Cairncross, 1993, 139).

Existen dos tipos de inversiones ambientales: las de tipo obligatorio y las


inversiones ambientales de carácter social; las primeras para efectos de
controlar, mitigar, compensar o corregir los impactos ambientales generados en
los sistemas productivos, buscando siempre evitar gastos innecesarios y basadas
en el cumplimiento de la normatividad ambiental que, a veces, se relaciona con
otros campos como el de salud, seguridad industrial y energía. Es aquí donde se
hace necesario crear conciencia entre las directivas de las empresas que es más
beneficioso, desde todo punto de vista, invertir en sus procesos con el fin de
evitar pagar cuantiosas sumas por multas debidas a las cargas contaminantes
generadas en sus procesos o exponerse a cierres definitivos por parte de las
autoridades ambientales, situación que a ningún sistema productivo le gustaría
debido a las pérdidas económicas que esto representaría. Lo que se busca,
entonces, es no aplicar el concepto de “Soluciones a final del tubo”, sino invertir
en la prevención de la generación de los impactos.

En cuanto a las inversiones ambientales de carácter social forman parte de lo


que hoy en día se conoce como Responsabilidad Social Empresarial, las cuales
se hacen, en parte, para crear una buena imagen de la empresa ante la sociedad
ya que son sus directos consumidores y de alguna forma para retribuirle al medio
ambiente los bienes y servicios que durante años ha producido.

Este tipo de inversiones llevan implícito la necesidad de las empresas de mantener


una buena imagen entre sus consumidores, tanto en la población local como en los

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El Cuaderno · Ciencias Estratégicas

inversionistas extranjeros y no representan ningún riesgo para la sostenibilidad


ambiental, por el contrario, contribuyen al cumplimiento de los lineamientos del
desarrollo sostenible ya que, al suplir muchas necesidades como educación,
empleo y pobreza se refleja directamente en las acciones diarias del hombre en
cuanto a la extracción de los recursos naturales ejerciendo menor presión ya que
tiene mejor calidad de vida.

La sostenibilidad ambiental se dará, entonces, sí y solo si se alcanza el equilibrio


entre tres factores: Economía – Las sociedades - El medio ambiente natural.

4.
Alternativas limpias o verdes

Con el fin de garantizar el desarrollo sostenible en el planeta y los beneficios


globales que esto trae, se crean tratados y acuerdos entre las naciones como
el Protocolo de Kioto, Convenio de Viena y Protocolo de Montreal, entre otros,
dictando los lineamientos internacionales que aseguren la explotación de los
recursos mundiales de manera sostenible.

Según la Contraloría General de la Nación, en su informe del Estado de los


Recursos Naturales y del Ambiente 2007-2008, Colombia es uno de los países
que se acogieron al Protocolo de Montreal y la Convención Marco sobre el
Cambio Climático y para cumplir con la metas establecidas en dichos acuerdos fue
necesario, entre otras medidas, incluir en el Plan Nacional de Desarrollo (PND)
el tema de mercados verdes desde el año 1998, pero fue desde el año 2002
cuando verdaderamente crea el Plan Estratégico Nacional de Mercados Verdes
(PENMV 2002), que se constituye como una alternativa para alcanzar el desarrollo
sostenible por medio del apoyo a los sectores, tanto públicos como privados, y, en
especial, a los sectores productivos con el impulso de herramientas financieras
para apoyar a las empresas, realizar investigación y desarrollar un sistema de
información e impulso a mecanismos como el sello ambiental o reconocimiento
empresarial, apoyo a ventanillas de mercados verdes y proyectos de Mecanismo
de Desarrollo Limpio (MDL), entre otros.

Estos productos serán el resultado entonces del uso sostenible de los recursos y la
biodiversidad, también llamados servicios ambientales como el ecoturismo, industrias
generadoras de menos impactos ambientales debido a la implementación de tecnologías
limpias, energías renovables, aprovechamiento de residuos, reducción de emisiones y
plantaciones forestales con bonos de captura de gases efecto invernadero.

Según la Política Nacional de Producción más Limpia del Ministerio de Medio


Ambiente y su programa de producción limpia:

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La inversión ambiental en las empresas

La implementación de las políticas para las mejoras ambientales


requieren del compromiso tanto de los gobiernos como de los sectores
productivos, fundamentalmente porque los problemas ambientales
se han vuelto muy complejos para su control, y es solo a través de
regulación directa, y porque alcanzar el desarrollo sostenible de
las actividades productivas implica enfrentar los nuevos retos de la
competitividad nacional e internacional, considerando que la gestión
ambiental es una fuente de oportunidades y no un obstáculo (On line,
Ministerio del Medio Ambiente, 1997, 4).

Para las empresas, entonces, la aplicación de mecanismos de producción limpia


(P+L) en países como el nuestro, donde las limitaciones económicas se reflejan en
aspectos sociales como el nivel de escolaridad, hambre, pobreza, oportunidades
laborales entre otras, y las necesidades básicas no están satisfechas en la
totalidad de la población, la implementación de tecnologías de P+L dependen
exclusivamente de la relación costo-beneficio, a diferencia de otros donde la
iniciativa de implementar dichas tecnologías se aplica únicamente por la conciencia
ambiental de las directivas.

Estos instrumentos representan al inicio costos altos de inversión, pero a largo


plazo representa beneficios, ya que se recibirán ingresos a partir del ahorro,
bien sea de energía, agua, disminución en la generación de residuos, aumento
en la eficiencia de los procesos, o simplemente se evitarán grandes multas por
parte de las autoridades ambientales encargadas de velar por el uso adecuado
de los recursos naturales, las cuales hacen cumplir las medidas de mitigación,
control, compensación o corrección, que la mayoría de las veces resultan más
costosas que evitar la generación de los impactos al inicio del sistema productivo.
Gráficamente muestra la relación costo beneficio en la Gráfica No. 1. Cuando se
implementa P+L en una empresa.

Grafico No. 1. Fuente: On line, Ministerio del Medio Ambiente, 1997, Adaptación.

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El Cuaderno · Ciencias Estratégicas

Hoy en día, para algunos países desarrollados una condición fundamental a la hora
de invertir o negociar con otra nación, es indispensable que los productos se hayan
desarrollado de manera amigable con el ambiente durante todo su ciclo productivo
o, en el mejor de los casos, en todo su ciclo de vida (extracción-producción-
disposición final) las cuales reflejan, a su vez, el compromiso de las empresas con
la responsabilidad social, mejorando la calidad de vida no sólo de la población local
sino también de la población mundial, entendiendo que los impactos ambientales
evitados van de la mano con las políticas mundiales de desarrollo sostenible, a
las que están obligadas las naciones para asegurar que las generaciones futuras
reciban las mismas o mejores ofertas ambientales de las que tenemos hoy en día.

Según las políticas del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial


(MAVT), a raíz de esto se crean, entonces iniciativas, para presentarle al
consumidor o comprador, productos amigables con el ambiente que cada vez toman
mayor fuerza en los mercados, siendo estas alternativas las que en un futuro se
constituyan como únicas soluciones a los problemas ambientales generados por
la cultura del consumismo, dichos productos contienen etiquetas que certifican la
calidad ambiental con la que han sido producidos. Estas etiquetas son diferentes
para cada país, pero todas buscan los mismos resultados; es así como para la
Unión Europea se tiene la Etiqueta Ecológica, para los países Nórdicos se tiene el
Cisne Blanco, para Estados Unidos el Sello Verde, para Alemania el Ángel Azul,
y para Colombia, el Sello Ambiental Colombiano.

5.
Sello Ambiental Colombiano

Con el fin de promover las políticas nacionales ambientales, Colombia,


encabezado por el Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial,
lanza el programa del Sello Ambiental Colombiano, como unos de los líderes
en Latinoamérica en este aspecto, que busca posicionarse como un medio de
educación, tanto para los empresarios, como para los consumidores, en cuanto a
los beneficios ambientales que estos productos traen consigo.

Es importante resaltar que dicha etiqueta debe surgir como una iniciativa voluntaria
de las directivas de las empresas, conscientes de las necesidades de mejora
de la calidad de vida y de la eliminación de los posibles impactos ambientales.
Inicialmente se encuentra dirigido a los productos no alimenticios, aunque en este
ámbito se tienen otros sistemas como los mercados verdes.

El sector que lidera dicho sello es el hotelero, teniendo en cuenta que el sector
turístico colombiano se encuentra en auge y los lineamientos de su implementación
se encuentran en la Norma Técnica Colombiana NTC 5133.

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La inversión ambiental en las empresas

Sin embargo, esta no es la única alternativa para que las empresas demuestren
su interés por evitar la generación de los impactos ambientales, y poder vender
al mercado su imagen responsable y comprometida, ya que el gobierno nacional
teniendo en cuenta la presión ejercida a los recursos naturales por parte de los
diferentes gremios, ha lanzado leyes y decretos que aunque para algunos no son
de carácter obligatorio, también representan atractivos beneficios económicos ya
que al optimizar el uso de las materias primas se ahorran costos.

Algunas de estas alternativas son el Programa de Uso Eficiente y Ahorro del


Agua (Ley 373 de 1997) y las actividades consignadas en las guías ambientales
del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVT), como
herramientas de autogestión en el uso de los recursos naturales, dichas guías van
dirigidas a todos los actores involucrados como las autoridades ambientales y las
empresas de carácter público y privado, para buscar, como anteriormente se dijo,
la disminución en la presión sobre los recursos naturales de nuestro planeta sin
afectar la productividad.

Finalmente, se destaca la importancia de que exista una conciencia ambiental a


nivel de las directivas de las empresas, bien sea pequeñas, medianas o grandes,
que sea compartida y divulgada en la organización, pues, de esta manera, será más
fácil implementar planes, programas y/o proyectos encaminados al mejoramiento
de las condiciones ambientales, y a cumplir con el desarrollo sostenible, al que
estamos obligados todos a buscar con nuestras actividades diarias para asegurar
nuestra permanencia y la de las generaciones futuras en nuestro planeta, teniendo
en cuenta que aún con todos los adelantos de la tecnología no se han descubierto
otros planetas donde nos podamos desarrollar libremente como especie.

6.
Conclusiones

Es necesario que la conciencia ambiental en las empresas esté encabezada por las
directivas, ya que son los directamente responsables del funcionamiento de los ciclos
productivos y, a su vez, de la generación de los posibles impactos ambientales.

Para los países en vías de desarrollo no es tan fácil acceder a sistemas limpios
debido a los altos costos en su implementación, aunque esta situación ha venido
cambiando gracias a las normas de los países que han visto comprometido el
futuro de sus riquezas naturales responsables de la oferta ambiental interna y
externa de cada uno.

Es claro que invertir en tecnologías limpias inicialmente representa grandes


inversiones que, con el tiempo, reflejarán también grandes beneficios

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El Cuaderno · Ciencias Estratégicas

económicos al ahorrar, bien sea materias primas, producción de residuos


sólidos, energía o agua, debido a que la naturaleza de las inversiones
ambientales son a largo plazo.

Las inversiones ambientales actualmente representan beneficios a nivel de imagen


de las empresas frente a mercados internacionales, ya que son los países
desarrollados los que, al encabezar los sistemas productivos limpios, exigen
que los productos que entren en sus mercados también sean producidos de la
misma forma, beneficiando no solo las condiciones de vida local sino también
a nivel global.

Tal vez porque la naturaleza actualmente está mostrando nuestros abusos, la


especie humana se está percatando que los desastres naturales representan
grandes pérdidas monetarias para los países, razón por la cual se están realizando
acciones que, si bien, son a largo plazo, podrían llegar a encontrar un equilibrio
entre el desarrollo económico y el desarrollo sostenible, con el fin de beneficiar,
tanto a la especie humana, como las demás habitantes del planeta, y postergar la
existencia ya que hasta el momento, con todos los avances de la tecnología, no
se ha logrado encontrar otro sistema como la tierra, dispuesto a proveer bienes
y servicios para las especies que lo habitan, y, por lo tanto, no hay otro planeta
donde se puedan desarrollar los sistemas económicos.

Anteriormente, para las empresas era preferible pagar por contaminar o


implementar soluciones al final del tubo, situación que debió ser regulada por
los gobiernos debido a las consecuencias de este sistema, situación que generó
la necesidad de la creación de normas y acuerdos que aseguren la utilización
razonable de los recursos naturales.

Las acciones ambientales de prevención, mitigación, compensación y corrección,


representan inversiones intangibles que muchas veces no son cuantificadas por
su importancia y beneficio ambiental, sino por los esfuerzos económicos que
representa para los departamentos contables de la empresa.

Aunque se tengan algunas normas y acuerdos internacionales a nivel ambiental es


claro que aún se desconoce en algunos sectores quién sería el responsable de los
impactos, pasivos ambientales y residuos peligrosos y no peligrosos generados
por las necesidades de la globalización de las economías. ¿Sería entonces el
país productor? ¿el país comprador? ¿el país que utiliza la tecnología? ¿el país
donde se instalan los sistemas? O, ¿simplemente deberían comprometerse
todas y cada una de las regiones que hacen parte de la cadena?, ¿es esto justo
con los países que se consideran pulmones del mundo tales como Colombia?
¿Acaso la evolución de la economía no debería contemplar que sin la existencia
de esas potencias biológicas, ninguna de las actividades que viven, nacen y
mueren únicamente por los beneficios económicos, no se podría llevar a cabo
en cualquier parte del mundo?

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La inversión ambiental en las empresas

Bibliografía

Cairncross, Frances. (1993). Las cuentas de la tierra, economía verde y


rentabilidad medioambiental. Editorial Acento. Extraído el 7 de marzo de 2009
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