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Ciudad,

DIRECTOR(A):
CAJA GENERAL DE LA POLICÍA NACIONAL (CAGEN)
E. S. D.

REFERENCIA: solicitud de cumplimiento de sentencia

MARÍA TERESA BRITO DE AGUIRRE, mayor de edad y vecina de la ciudad de


Valledupar, identificada con C.C. No. 26.986.517 de barrancas – guajira, actuando en mi
calidad de pensionada, por medio del presente escrito y de una manera muy
respetuosa me permito solicitarle al director de esta caja, que de cumplimiento cabal a
la sentencia de fecha 24 de septiembre del 2012, emitida por el Juzgado Primero
Administrativo De Descongestión Del Circuito De Manizales – Caldas, los motivos que
llevan a tal solicitud, tienen que ver con el cumplimiento parcial que esta entidad le dio a
lo ordenado mediante fallo referido incumpliendo de manera omisiva lo requerido, lo
cual esta ciudadana en reiteradas ocasiones les he solicitado la corrección de lo
mencionado.

El concepto de sentencia, junto con los de jurisdicción y acción, constituyen los pilares
básicos de la administración de justicia encargada por la Constitución Política y la ley
de hacer efectivos los derechos, obligaciones, garantías y libertades consagrados en
ellas.

En este orden de ideas, la función jurisdiccional autónoma e independiente que ejercen


las corporaciones y las personas dotadas de investidura legal para impartir justicia, se
concreta en las sentencias que ponen fin a las controversias sometidas a su
conocimiento, las cuales hacen tránsito a cosa juzgada y deben ser observadas,
respetadas y acatadas por los particulares y la administración, en forma voluntaria o
coercitiva, a través de los mecanismos legales previstos para lograr la efectividad de los
derechos en ellas reconocidos.

En concordancia con la teoría general, el artículo 174 del Código Contencioso


Administrativo prevé que "las sentencias ejecutoriadas serán obligatorias para los
particulares y para la administración" y no están sujetas a "recursos distintos" a los
establecidos en dicho estatuto, de manera que una vez cobren ejecutoria se producen
sus efectos.

Respecto de las acciones populares, a las cuales se refiere el Ministro en su Consulta,


el artículo 34 de la ley 472 de 1998, establece que el juez en las sentencias proferidas
como resultado de dichas acciones puede exigir la realización de conductas necesarias
para volver las cosas al estado anterior a la vulneración del derecho o del interés
colectivo, emitir órdenes de hacer o de no hacer y condenar al pago de perjuicios
cuando se haya causado daño a un derecho o interés colectivo.

Acto seguido, el mismo artículo prevé que el juez debe definir "de manera precisa la
conducta a cumplir con el fin de proteger el derecho o el interés colectivo amenazado o
vulnerado y de prevenir que se vuelva a incurrir en las acciones u omisiones que dieron
mérito para acceder a las pretensiones del demandante"4 y señalar el plazo "prudencial
de acuerdo con el alcance de sus determinaciones", dentro del cual deberá iniciarse el
cumplimiento de la providencia hasta terminar su ejecución.

Adicionalmente, la ley autoriza al juez la conformación de comités de verificación del


cumplimiento de las sentencias y en el artículo 41 ibídem regula la figura del desacato
para quien incumpla la "orden judicial proferida por la autoridad competente en los
procesos que se adelanten por acciones populares".
En tratándose de la acción de tutela, también el artículo 27 del decreto 2591 de 1991
dispone que los fallos de tutela deben cumplirse "sin demora", so pena que dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes, el juez se dirigirá al superior del responsable y le
requerirá para que lo haga cumplir y se abra el correspondiente procedimiento
disciplinario contra aquél y de las sanciones por desacato. En este caso, al igual que en
las acciones populares, el juez mantiene la competencia hasta garantizar que el
derecho está "completamente restablecido el derecho o eliminadas las causas de la
amenaza".

En estos términos, resulta claro, que las sentencias ejecutoriadas que se dicten tanto
en los procesos contenciosos administrativos, como en las acciones constitucionales
para proteger un interés colectivo o un derecho fundamental, son órdenes o mandatos
que emite el juez dentro de la potestad constitucional y legal de administrar justicia. De
ahí que su cumplimiento no depende del ánimo o de la voluntad de la administración
pública o de los servidores públicos, pues éstos no tienen la potestad de acogerlas o
no, ni de evaluar si su cumplimiento se posterga en el tiempo.

El Código Contencioso Administrativo y las normas que regulan el procedimiento en las


acciones constitucionales citadas, por el contrario, señalan expresamente que las
sentencias ejecutoriadas son obligatorias, no están sujetas a recursos distintos a los en
ellas consignados y su cumplimiento es inexcusable e impostergable, máxime cuando
en dichos fallos se proteja un derecho fundamental o colectivo.

Al resolver un recurso extraordinario de unificación de jurisprudencia, la Sección Quinta


del Consejo de Estado precisó que este es un medio judicial extraordinario que procede
contra las sentencias dictadas en única y segunda instancia por los tribunales
administrativos, cuando se alegue que estas se oponen a un fallo de unificación
proferido por el Consejo de Estado.

En el caso analizado, la demanda se fundó en el aparente desconocimiento de la


sentencia de unificación dictada por la Sección Quinta del Consejo de Estado el 7 de
junio del 2016, ya que, a juicio del actor, el personero elegido se encontraba inhabilitado
para inscribirse como alcalde del municipio de Puerto Colombia, habida cuenta de que
el numeral 8° del artículo 179 de la Constitución prevé “que nadie podrá ser elegido por
más de una corporación o cargo público, ni para una corporación y un cargo, si los
respectivos periodos coinciden en el tiempo, así sea parcialmente”. El tiempo
transcurrido entre la renuncia y la inscripción del funcionario fue inferior al establecido
por la ley, según el demandante.

La alta corporación precisó que la decisión sobre el recurso le corresponde asumirla


por competencia a la sección a la que por especialidad le está asignada, que en este
caso es la Sección Quinta, por tratarse de un asunto electoral.

La decisión de fondo desestimó las pretensiones de la demanda, toda vez que la


sentencia que se cuestiona se profirió antes de que se expidiera la sentencia de
unificación aducida, lo que descarta su obligatoriedad. El fallo que se invocó como
contrariado, si bien tiene la condición de sentencia de unificación, no era vinculante
para la fecha de expedición de la decisión atacada, lo que no permite prosperar la única
causal que se encuentra prevista por el artículo 258 de la Ley 1437 del 2011 para este
recurso de naturaleza extraordinaria.

Naturaleza del recurso extraordinario de unificación de jurisprudencia

Con todo, la función unificadora del Consejo de Estado también está presente cuando
define los asuntos a su cargo e invoca con tal fin, razones de importancia jurídica,
trascendencia social o económica y, además, cuando resuelve los recursos
extraordinarios de revisión y el mecanismo eventual en materia de acciones populares.
Vale recordar que la interpretación del Derecho cuando es realizada por autoridades
investidas de facultades constitucionales de unificación de jurisprudencia, como sucede
con las altas cortes de justicia, adquiere carácter vinculante, de conformidad con la
Sentencia C-634 del 2011, que estudió la constitucionalidad de las disposiciones del
CPACA que incluyeron dicho recurso extraordinario en el ordenamiento jurídico.

Estas providencias fijan reglas de interpretación sobre puntos de discusión del Derecho
que las hacen de obligatoria observancia, tanto para las autoridades de carácter
administrativo como para los operadores judiciales, por lo que la finalidad de este
recurso es “asegurar la unidad de la interpretación del Derecho, su aplicación uniforme
y garantizar los derechos de las partes y de los terceros que resulten perjudicados con
la providencia recurrida”, precisa la sección.

Se tiene sobre este recurso:

Legitimación por activa: recae sobre quien ha actuado como parte o tercero en el trámite
procesal en el que se dictó la providencia cuestionada.

Oportunidad del recurso: debe interponerse ante el juez que profirió la decisión
cuestionada, en un término de cinco días después de la ejecutoria del fallo que se opone a una
sentencia de unificación.

Causal única: solo cuando la sentencia recurrida contraríe una providencia de unificación
del Consejo de Estado.

Obligatoriedad: este efecto se produce a partir de la fecha de publicación de la decisión


de unificación.

Finalmente, recuerda el máximo órgano de lo contencioso administrativo que la


obligatoriedad que tienen las sentencias de unificación no excluye el deber genérico de
seguir el precedente, respecto de las decisiones del Consejo de Estado que no tienen
dicha condición.

PETICION

para tales fines le solicito muy respetuosamente se de cumplimiento cabal a lo


ordenado en fallo de la referencia y como consecuencia se proceda a reliquidar de
manera correcta la pensión a mi cargo y se haga entrega de lo dejado de percibir junto
con los intereses moratorios por el no cumplimiento oportuno tal como lo establece el
art 192 de CPACA.

NOTIFICACIONES

Para efectos de notificación me permito aportar la dirección carrera 5 C # 20 C 1 BIS –


43 barrio sicarare de la ciudad de Valledupar

Atentamente;

MARÍA TERESA BRITO DE AGUIRRE,


C.C. No. 26.986.517 de barrancas – guajira

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