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OCTUBRE 2018.
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Índice
Introducción .................................................................................................................................................................. 3
Sección I. Ideas básicas............................................................................................................................................. 4
1) Prácticas de Crianza ......................................................................................................................................... 5
2) La reflexión con las familias ........................................................................................................................... 7
3) Las niñas y los niños en los primeros años .............................................................................................. 8
4) Las interacciones significativas en los primeros años......................................................................... 10
5) El diálogo de saberes ....................................................................................................................................... 11
SECCIÓN II. Procedimiento para reflexionar sobre las prácticas de crianza..................................... 14
Fase 1. Construcción de la Agenda ................................................................................................................ 15
Fase 2. Descripción y Análisis de las prácticas de crianza ..................................................................... 19
Fase 3. Contraste de las prácticas de crianza ............................................................................................27
Fase 4: Valoración de la práctica de crianza y Toma de decisiones................................................. 33
Inicio de un nuevo análisis................................................................................................................................ 40
Sección III. Acompañamiento a los compromisos de madres, padres y/ cuidadores .................. 41
Avances y/o dificultades .................................................................................................................................... 42
Sección IV. Sesiones de Educación Inicial ...................................................................................................... 44
Sesiones que conforman el ciclo operativo................................................................................................. 44
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Introducción
Acompañando la crianza. Guía para el desarrollo de sesiones de educación inicial, es un material
dirigido a la promotora educativa que colabora en la educación inicial del CONAFE para orientar
su intervención en las sesiones con el grupo de familias.
La Guía se organiza en cuatro Secciones, la primera ofrece Ideas Básicas que contextualizan el
ámbito de intervención en el que se desarrolla la Educación Inicial del CONAFE, tales como:
prácticas de crianza, reflexión con las familias, las niñas y los niños durante los primeros años, las
interacciones significativas en los primeros años y diálogo de saberes.
Por su parte, en la segunda sección se describe el Procedimiento para reflexionar sobre las
prácticas de crianza en las sesiones de educación inicial, el cual se organiza en cuatro Fases: 1)
Construcción de la Agenda, 2) Descripción y análisis de las prácticas de crianza, 3) Contraste de
las prácticas de crianza, 4) Valoración de la práctica de la crianza y Toma de decisiones.
Este material es un apoyo para el desarrollo de las sesiones, que cobra sentido cuando la
estructura educativa lo analiza, discute y adaptada su contenido a la realidad de los servicios
educativos.
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Sección I. Ideas básicas
La crianza de las niñas y los niños es un proceso complejo y particular que enfrenta cada familia,
si bien hay aspectos que se transmiten de generación en generación, existen otros que se recrean
al intercambiar experiencias, acercarse de otra información y al esfuerzo de cada adulto en influir
significativamente en la vida de las niñas y niños a su cuidado.
Alrededor de lo que cada adulto hace para cuidar, convivir y educar a las niñas y los niños, existen
ideas sobre quién es esa niña o niño, qué sabe, qué necesita, qué puede aprender, qué
actividades puede realizar; las cuales se ven influidas por las características del contexto social y
cultural, la historia de vida de los padres; y es aquí donde la Educación Inicial del CONAFE
promueve espacios de diálogo para que los adultos involucrados en la crianza reflexionen acerca
de quiénes son los niños pequeños y la importancia de favorecer experiencias de aprendizaje en
los primeros años de vida.
En educación inicial del CONAFE, se parte de la idea de acompañar la crianza, reconociendo que
el principal ambiente para el desarrollo de niñas y niños durante los primeros años, es la familia,
por lo cual, con el apoyo de las promotoras educativas se organizan sesiones de educación inicial
orientadas a promover, no solo con las familias, sino con la comunidad, una cultura en favor de
la primera infancia.
Hablar de una cultura en favor de la infancia significa reconocer a niñas y niños como sujetos de
derechos, que existan adultos disponibles e interesados en su desarrollo y en establecer
interacciones significativas con ellos. Por ello, el propósito de la Educación Inicial del CONAFE es:
“Acompañar la crianza de niñas y niños 1, desde el periodo de gestación y hasta los 3 años 11 meses
de edad, mediante procesos reflexivos con madres, embarazadas, padres y/o cuidadores en torno
a sus acciones de crianza, a fin de propiciar interacciones significativas entre adultos y niños que
favorezcan el desarrollo integral y el ejercicio de sus derechos.”
Para favorecer su logro, es necesario apropiarte de algunas ideas básicas, que te permitirán
realizar tu intervención.
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1) Prácticas de Crianza
“Las acciones de cuidado, atención, educación y socialización que hacen las personas de manera
cotidiana con las niñas y los niños menores de 3 años 11 meses de edad, y que influyen
significativamente en sus vidas”2
Estas acciones que realizan las personas con niñas y niños influyen de manera significativa en la
forma en que las niñas y los niños viven su infancia. En este sentido, las prácticas de crianza
favorecen u obstaculizan su desarrollo integral, por ello, son el punto de partida del Modelo de
Educación Inicial.
Cuando las familias hablan sobre lo que hacen para criar a las niñas y los niños, y además conocen
otras experiencias, les ayuda a que tomen conciencia sobre sus propias acciones, así como a
comprender por qué lo hacen, y a partir de ello, reafirmar o enriquecer su crianza.
A continuación se describe cada uno de los elementos que componen esta definición:
Las acciones
Es todo aquello que las madres, padres y cuidadores hacen para atender, cuidar, educar y
socializar a las niñas y los niños menores de cuatro años. A estas acciones les denominamos
prácticas de crianza.
En Educación Inicial interesa que las prácticas de crianza se encaminen a favorecer:
1. Interacción o atención directa de las madres, embarazadas, padres y/o cuidadores con
las niñas y los niños (dar amor y cariño; alimentar; cobijar y atender la salud; hablar y
jugar; etcétera).
2. Ambientes enriquecidos para las niñas y los niños que les permita interactuar entre ellos
y con los adultos. Por ejemplo, ambientes limpios y seguros en donde se promuevan
experiencias de aprendizaje, mediadas por el juego, que consideren su iniciativa, la
exploración y la comunicación.
2 Es ta definición s e construyó a pa rtir del diálogo, a nálisis y refl exión con equipos estatales de Educación Inicial de
Querétaro y Estado de México, mediante la recuperación de aportaciones de los participantes en los talleres de formación
a ni vel na ci ona l , a compa ña dos por el equi po técni co de Educa ci ón Ini ci a l de ofi ci na s centra l es . (2015)
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Las personas
Se emplea el término de “personas” porque es incluyente: no sólo las madres y padres son
quienes intervienen en la crianza de niñas y niños, sino también otras personas como abuelas/os,
tías/os, hermanos/as, gente de la comunidad, etcétera.
Lo Cotidiano
El término hace referencia a dos aspectos; el primero a las acciones que repiten frecuentemente
las madres, embarazadas, padres y cuidadores en su relación con las niñas y niños. Lo “cotidiano”
habla de lo que “viven” las niñas y los niños y se refiere a los contextos particulares de cada uno,
es decir a los ambientes físicos y sociales (cultural) como su hogar, la comunidad donde viven, las
instituciones con las que establece contacto su familia (religiosas, educativas, recreación,
comunitarias, etc.).
Las prácticas de crianza no se limitan a una edad específica de las niñas y los niños. Sin embargo,
la Educación Inicial del CONAFE considera a la población de niñas y niños desde la gestación y
hasta los 3 años 11 meses de edad.
El concepto de “vida de niñas y niños” se refiere a todo aquello que hacen, como jugar, caminar,
comer, dormir, pensar, inventar, reír, llorar, etcétera. Hablar de la vida de las niñas y los niños, en
un sentido amplio, en donde no solamente se consideran los aspectos físicos, intelectuales,
sociales y emocionales, sino también a su desarrollo cultural, recreativo y espiritual. Incluye la
atención de la salud y la alimentación y la manera en que afectan su supervivencia, su crecimiento
y su bienestar general. Es pensar a la niñez en toda su complejidad y dimensiones donde participa;
reconocer y considerar todo lo que ven, sienten, expresan y deciden los bebés, las niñas y los
niños.
Al referir la vida de niñas y niños se reconoce sus capacidades, considerando sus opiniones,
expresiones, su voz y participación como sujetos plenos de derechos.
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2) La reflexión con las familias
En la tarea de ser padres hay cosas que se saben, otras que se intuyen, pero al observar, conocer
y contrastar lo que hacen otros padres, muchas veces se enriquece aquello que se sabe y hace
(las prácticas de crianza) e incluso se puede modificar.
La Educación Inicial del CONAFE promueve que las madres, embarazadas, padres y/o cuidadores
analicen lo que saben y hacen para criar a sus hijos, dicha reflexión es lo que guía las sesiones
con las familias, con la finalidad de propiciar que las madres, padres y cuidadores poco a poco
hagan consciente la manera en que los educaron, reconozcan que existen otras maneras de hacer
lo que ellos hacen y piensen sobre lo que quieren y pueden hacer con sus hijos, de tal manera
que se favorezca su desarrollo integral.
En las sesiones se establecen encuentros de saberes y creencias de las familias; a través del análisis
de lo que hacen para criar a sus hijas e hijos y encaminados a favorecer sus prácticas de crianza.
Reflexionar con las familias implica que los integrantes del grupo a reconozcan su “hacer”, en este
caso, todas las acciones que realizan en la crianza de sus hijas e hijos, e identificar por qué lo
realizan de una u otra manera, contrastar lo que hacen, en relación con lo que realizan otras
personas, en contextos y situaciones similares, pero también diferentes.
Para promover la reflexión en las sesiones, se utilizan preguntas que les permitan expresar sus
saberes, experiencias, valores, creencias y costumbres sociales y culturales.
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3) Las niñas y los niños en los primeros años
Las niñas y los niños son sujetos de aprendizaje desde el nacimiento y cuentan con la capacidad
para explicarse el mundo que les rodea producto de las experiencias e interacciones que
establecen con los adultos, sus pares y el contexto donde se desenvuelven.
Desde sus primeros días de nacidos y aún desde la gestación, los bebés se comunican y expresan
sus necesidades e intereses, tanto físicas, como emocionales y cuando los adultos están atentos
y disponibles a sus demandas y responden de manera pronta, apropiada y amorosa, favorecen
la seguridad emocional de los bebés, las niñas y los niños.
A lo largo de la historia, las sociedades han ido construyendo concepciones distintas en torno a
la infancia, las cuales han determinado el tipo de relación que establecen tanto los adultos, como
las instituciones y el Estado con las niñas y los niños. Esta mirada o concepción sobre la infancia,
ha definido igualmente, las políticas y programas destinados para la niñez.
La infancia era considerada un asunto privado, exclusivo de la familia, en donde niñas y niños
eran propiedad de los padres, totalmente dependientes de éstos y por su estado de indefensión,
requerían de cuidados y protección; definiéndolos como “objetos de atención”. Sin embargo,
recientemente el papel de la familia se ha transformado dejando de lado esta idea de propiedad
de las niñas y los niños, considerándola como la primera instancia que debe generar las
condiciones y ambiente favorable para el desarrollo integral de niñas y niños, incluyendo el afecto.
La Convención sobre los derechos de los niños (1989) trajo consigo un cambio de visión en torno
a la niñez, reconociéndolos como sujetos de derechos, con capacidad para ejercerlos y exigirlos
en la medida que la evolución de sus facultades se los permite, mientras tanto, la familia,
cuidadores y las personas en general, juegan un papel fundamental en corresponsabilidad con el
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Estado, para que éste garantice sus derechos. Los derechos no se otorgan ni se condicionan por
los adultos o las instituciones, se adquieren desde el momento del nacimiento y es obligación del
Estado garantizar su cumplimiento y proveer las condiciones propicias para que las familias
generen contextos apropiados a las niñas y los niños.
El enfoque de derechos nos permite ver a la infancia desde una nueva mirada. La base originaria
de este enfoque es la Convención de los derechos de los niños (1989) donde se plantean los
principios rectores de la no discriminación, derecho a la vida, la supervivencia, el desarrollo; el
derecho a la participación y el interés superior de la niñez .
El enfoque de derechos resignifica los conocimientos y las prácticas sociales que se tenían sobre
la infancia. Bajo este enfoque las niñas y los niños son considerados ciudadanos donde su opinión
cuenta desde que nacen, y se acompaña de una ética basada en relaciones equitativas y no
impositivas. También, plantea la existencia de una diversidad de infancias.
Dado lo anterior, las niñas y los niños son de interés público, que han de atenderse en su presente.
La infancia es una etapa importante en sí misma, tiene igual valor que cualquier otra etapa de la
vida.
En nuestro país, en los últimos cinco años, las leyes nacionales y estatales han tenido una notable
transformación. A partir del 2011 la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha
adoptado como eje central de la legislación: los derechos humanos y los derechos de niñas, niños
y adolescentes. Todas las instituciones mexicanas sean públicas o privadas, todas las familias y
todos los ciudadanos debemos tener en cuenta los derechos de las niñas y los niños. De forma
particular, en el año 2014 se promulgó la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes. De la cual se desprende la creación del Sistema de Protección Integral de Niñas,
Niños y Adolescentes (SIPINNA) a nivel nacional, estatal y municipal, con el cual el CONAFE se
relaciona y se vincula para velar por el ejercicio de los derechos de las niñas y los niños.
La Educación Inicial del CONAFE promueve que las madres, embarazadas, padres y/o cuidadores
comprendan que las niñas y los niños son igual de importantes como los adultos, y que no por
ser pequeños tienen menos capacidades para comprender y explicarse el mundo, de participar
en la toma de decisiones, de ser escuchados; por ello es importante que los adultos les ofrezcan
información, explicaciones, y se relacionen con ellos en un marco de derechos, donde los
cuidados y la guía que les otorguen favorezca su desarrollo y no violente sus derechos.
En el marco del acompañamiento a la crianza que la Educación Inicial del CONAFE promueve, es
fundamental lograr que los adultos reflexionen sobre sus acciones con respecto a las niñas y los
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niños, transitar a escenarios donde no existan prácticas de crianza que constituyan una violación
evidente a los derechos de los niños y un obstáculo para su desarrollo como: la discriminación,
el castigo corporal, anulación de sus opiniones por ser pequeños y aquellas que no generan
condiciones para su supervivencia.
El interés superior del niño es el principio de la Convención de los derechos del niño que da la
pauta al cumplimiento de los principios: vida, supervivencia y desarrollo; la participación y la no
discriminación. Refiere a la satisfacción de los derechos de niñas y niños y pone por encima de
cualquier interés de los adultos, de las instituciones y de todos aquellos que intervienen en la
toma de decisiones, que afecten o resuelvan una situación o condición de niñas y niños, haciendo
efectivo el ejercicio de sus derechos.
Lo anterior implica un camino complejo porque trastoca las costumbres y tradiciones; sin
embargo, guiar a los adultos a reconocer, nombrar y valorar sus acciones con respecto a las niñas
y los niños, favorece la conciencia de su hacer cotidiano, para dar paso a la búsqueda de
alternativas orientadas al establecimiento de relaciones respetuosas y atentas al desarrollo de
niñas y niños, donde la explicación de lo que sucede, la contención, la negociación y la
disponibilidad para responder a sus intereses de manera inmediata, oportuna y afectiva, es
fundamental durante los primeros años de vida.
Durante los primeros años de vida, mediante la interacción de las niñas y los niños con los adultos,
se establecen las formas de relacionarse con los demás. Cuando crecen en ambientes de respeto,
colaboración, solidaridad, empatía y diálogo, se interesan y buscan vivir en circunstancias similares
a éstas.
La arquitectura cerebral se construye en la interacción que las niñas y los niños pequeños
establecen con su madre, padre y/o cuidador, cuando éstos responden de manera permanente,
sensible y afectuosa. Lo que a su vez favorece el establecimiento de vínculos y apegos seguros,
los cuales permitirán a las niñas y niños explorar el mundo con seguridad, mejorar sus
aprendizajes y desarrollar al mismo tiempo la capacidad de relacionarse con otros.
Las niñas y los niños se relacionan con los demás a partir de la convivencia que experimentan
con los adultos durante los primeros años, por lo que, en la riqueza o limitación de dichas
interacciones, se definirán sus experiencias de aprendizaje (analizar, ser críticos, negociar,
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aprender de los demás), así como la manera en que enfrentarán y resolverán diversas situaciones
de la vida cotidiana.
En las sesiones de Educación Inicial interesa promover espacios donde los adultos se relacionen
con las niñas y niños, a partir de establecer acuerdos, negociaciones y orientaciones, de tal modo
que niñas y niños sean escuchados, involucrados en las actividades, informados y respetados en
lo que desean hacer.
5) El diálogo de saberes
Conocer, reconocer y valorar lo que aportan otras culturas y la propia, ayudará a revisar con otra
mirada las prácticas de crianza que se realizan y así promover el desarrollo óptimo de estas niñas
y niños, que considere el contexto, la lengua y la visión de infancia que existe en cada una de las
culturas.
En las comunidades en donde se brinda educación inicial del CONAFE, uno de los elementos que
es fundamental reconocer y respetar, es la cultura, la cual se expresa en las relaciones que las
personas establecen con el aspecto social, natural y espiritual (conocimiento, valores, lengua,
bienes materiales, ideas, religión, creencias, etc.), este carácter social de la cultura, significa que
es dinámica, es decir, que está en constante transformación, por lo que los valores, las ideas, se
recrean, permanecen, se combinan con aspectos “nuevos”, por ello no es posible pensar que
3De Angulo, José Miguel et. al. (2013). Las 12 Estrategias para el Desarrollo Integral en la Infancia Temprana.
MAP-BOLIVIA-CUBE. Pp. 19
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pueda “imponerse” de manera universal, ya que cada cultura responde al proyecto de cada
pueblo o comunidad.
Aprender a vivir e interactuar con lo “diferente” es algo que se aprende también desde los
primeros años de vida, las personas que no aprendieron a hacerlo, difícilmente podrán conectarse
y convivir con las personas en otros espacios o situaciones, rechazarán lo diferente y la diversidad
que se les vaya presentando a lo largo de la vida. Mientras que los adultos y las personas que
aprenden a reconocer y respetar a las niñas y los niños como sujetos de derechos, que practican
el diálogo, la negociación y la colaboración, en la interacción con ellos, aportan elementos al
desarrollo de la ciudadanía. Estos adultos que continúen nutriendo la relación con sus hijas e hijos
a lo largo de la vida, aceptarán más fácilmente la diversidad en sus interacciones con el resto de
la sociedad.
El cuidado de las niñas y los niños, depende y es diferente en cada familia y comunidad; las cuales
comparten prácticas de crianza que apoyan el desarrollo de habilidades particulares, formas de
relación con la naturaleza y establecimiento de hábitos, todo en relación al contexto social,
cultural y ambiental. También refiere a las formas y modos en que las niñas y los niños se van
integrando a la vida familiar y comunitaria, al rol de los adultos significativos en la crianza y
formación de las niñas y los niños como personas, y a los consejos que pasan de generación en
generación hasta llegar a los actuales padres y madres. Cómo se enfrenta o asume la crianza de
los hijos: a lo que se vive como maternidad y paternidad.
Al interior de cada familia –sea cual sea el lugar donde habiten- se promueven valores, actitudes,
saberes, y las niñas y los niños aprenden de ello, de tal manera que van conformando una
identidad propia y un sentido de pertenencia a ese grupo del que forman parte. En las
comunidades a lo largo del país, las familias, conforman “repertorios de acciones” en torno a la
crianza de sus hijos, es decir, cada familia va determinando lo que hace con sus hijos, a partir de
lo que sabe acerca de la crianza.
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Estos saberes y aprendizajes los adquieren a través de las interacciones con otros padres, de sus
abuelos u otros familiares, son aprendizajes que pasan de generación en generación. Otros los
retoman de diversas fuentes, tales como: libros, revistas, distintos medios de comunicación, entre
otros. Cualquiera que sea la fuente, lo importante es resaltar que son igualmente valiosos los
saberes que aporta la investigación, como los saberes locales y ancestrales de las comunidades,
es decir, no está uno por encima del otro, ambos aportan información y cada familia tomará
decisiones en relación con el que considere pertinente a la situación que viva.
Es importante resaltar que las niñas y los niños que crezcan en un ambiente donde se practique
la empatía, el respeto, la ayuda mutua, la negociación y el amor durante los primeros años,
podrán desarrollar estructuras cerebrales que les llevarán a buscar vivir siempre bajo esta
dinámica de respeto y empatía por los demás y rechazar y cambiar cualquier situación que sea
distinta a ello.
Por último, si bien es importante reconocer y respetar las creencias y costumbres de las
comunidades, es necesario tener claro que ninguna acción de crianza, está por encima del interés
superior de niñas y niños. Este sentido, el CONAFE a través de la Educación Inicial busca favorecer
los derechos de las niñas y los niños en el marco de su crianza, para lograrlo, se apoya de un
Procedimiento que propicia la reflexión de la crianza con las familias.
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SECCIÓN II. Procedimiento para reflexionar sobre las prácticas
de crianza
En esta sección se describen a detalle las cuatro fases que conforman el Procedimiento para
reflexionar sobre las prácticas de crianza en las sesiones de educación inicial: 1) Construcción de la
Agenda, 2) Descripción y análisis de las prácticas de crianza, 3) Contraste de las prácticas de
crianza, y 4) Valoración y toma de decisiones de las prácticas de crianza; a partir de éstas, se
favorece la reflexión de las madres, embarazadas, padres y/o cuidadores sobre lo que realizan
de forma cotidiana para el cuidado, atención, e interacción con sus hijas e hijos.
Fase 1.
Construcción de la
Agenda
Fase 4.
Fase 2.
Valoración y
Descripción y
toma de
análisis de las
decisiones de las
prácticas de
prácticas de
crianza
crianza
Fase 3.
Contraste de las
prácticas de
crianza
El Procedimiento para reflexionar sobre las prácticas de crianza en las sesiones de educación inicial,
se desarrolla a partir de preguntas detonadoras que guían la reflexión del grupo de madres,
embarazadas, padres y/o cuidadores en el reconocimiento de lo que saben y hacen para criar a
sus hijos.
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Fase 1. Construcción de la Agenda
Propósito de la fase:
Construir con el grupo de madres, embarazadas, padres y/o cuidadores una agenda, a partir
de la descripción de las diferentes acciones que hacen las niñas y los niños en su vida cotidiana,
para organizar los contenidos a reflexionar a lo largo del ciclo operativo.
Se parte de las acciones de los niños porque derivado de ellas, los adultos reaccionan con una
o varias acciones, mismas que dan lugar a la crianza.
Para construir la agenda es necesario guiar a los participantes con preguntas que los ayuden a
hablar de lo que hacen las niñas y los niños y posteriormente decidir con qué iniciar la reflexión.
Primer momento.
Descripción
de las
¿ Qué las niñas y los niños en la
acciones que
vi da coti di ana? hacen las
niñas y los
niños en lo
Fase 1. cotidiano .
Agenda de
Segundo momento. acciones que
hacen las
¿ Con qué i ni ci amos? niñas y los
niños.
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Primer momento. Descripción de lo que hacen las niñas y los niños en la vida cotidiana.
Para comenzar la construcción de la agenda, la pregunta que guía este momento es la siguiente:
Esta pregunta se puede responder a través de diferentes actividades, algunas pueden remitir al
grupo a escribir, dibujar, contar de manera verbal, entre otras. Lo importante es que cada adulto
identifique y describa lo que hacen las niñas y los niños de cero a tres años once meses de edad,
reconociendo las situaciones en las que se da la acción (con otras personas, solos, fuera del hogar,
dentro del hogar, en la comunidad, en un espacio abierto, durante el día, la tarde, en la
temporada de siembra, cuando sienten miedo, alegría, tristeza, etc.).
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Procura tomar nota de las acciones que comenten los adultos para que en un siguiente momento
te ayude a agruparlas y agendar con ellos lo que se abordará con ellos durante el ciclo operativo.
Una vez que los participantes mencionaron qué hacen con las niñas y los niños, describieron
brevemente la situación en la que se dan esas acciones, con el apoyo de tus notas agrúpalas por
recurrencia; es decir, seguramente varios padres coincidieron en mencionar una misma o varias
acciones, anótalas, pero no pierdas de vista que lo que las hace distintas es la situación o ambiente
donde suceden.
Posteriormente, una vez que cuentes con la agrupación de acciones, e s necesario que
conjuntamente con el grupo, determinen el orden de la agenda, es decir que organicen las
acciones de las niñas y los niños para iniciar el análisis de las prácticas de crianza.
Para organizar las acciones y agendarlas, puedes numerarlas y elegir al azar alguna para iniciar,
lo importante es llegar a un acuerdo con los participantes y evitar que se genere inconformidad
al no coincidir en algún interés personal, en algún momento del ciclo operativo se abordarán las
diferentes acciones e incluso si acordaron un orden y posteriormente desean modificarlo es
conveniente hacerlo, pues lo que se analicé debe ser del interés del grupo.
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Ejemplo de una Agenda del grupo:
1. Comen: mejor cuando estamos todos en la mesa con ella/ con las manos
porque no puede utilizar los cubiertos/ cuando tienen hambre y piden
2. Duermen: cuando lo acompaño, cuando hay luz, cuando se le lee un
cuento
3. Platican: quiere que le ponga atención/ interrumpe las pláticas de los
adultos/ habla solo o con sus juguetes
4. Juegan: con los trastes de la cocina/ con el agua en el patio de la casa/
con la tierra/ con sus hermanos/ solos
5. Pelean: con sus hermanos/ cuando agarran sus juguetes/ cuando no le
prestan cosas que quieren
6. Muerden: por morder/ cuando le doy pecho/ porque le están saliendo
los dientes/ cuando está enojado/ cuando no le dan lo que quieren
Aunque en un inicio se haya establecido un orden de agenda, es necesario comentar a los padres
que puede reorganizarse si es necesario y así lo deciden, lo importante es destacar que la agenda
es flexible.
Será necesario revisar la agenda en diferentes momentos a lo largo del ciclo operativo,
especialmente si cambian algunos integrantes del grupo. Se puede utilizar la misma descripción
de acciones creada al principio y retomar las aportaciones de los nuevos integrantes del grupo.
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Fase 2. Descripción y Análisis de las prácticas de crianza
Propósitos de la Fase:
Analizar con las madres, embarazadas, padres y/o cuidadores las prácticas de crianza que se
derivan de las acciones de las niñas y los niños a fin de reconocer su origen y su intención.
Durante la Fase 2, se retoman las acciones consideradas en la Agenda y se abordan una a una
conforme el orden acordado en el grupo. A partir de las acciones de las niñas y los niños guiarás
a las madres, embarazadas, padres y/o cuidadores a reconocer y analizar lo que hacen para
criarlos, así como a identificar su origen e intención.
Todas estas acciones que hacen las madres, padres y/o cuidadores como respuesta a las acciones
de las niñas y los niños, son las que denominamos como prácticas de crianza. Cada madre, padre
y/o cuidador realiza más de una práctica de crianza con relación a una misma acción de la niña
o el niño, de acuerdo con la situación en que se realice.
Esta fase se desarrolla en dos momentos: a) Descripción de las prácticas de crianza y b) Análisis
de las prácticas de crianza
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Fi gura 3. Fase 2. Descripción y Análisis de l as prácticas de crianza
Lo que
Lo que hacen
hacenlas
las niñas
niñas yy niños
niños en
en la
la vida
vida
cotidiana
cotidiana
Segundo momento.
Análisis de la práctica de crianza
Sab eres ,
creencias ,
• Origen de tus prácticas
co s t umb res ,
• Intención de tus prácticas de
valores, elementos
crianza
d e la cult ura y
co nt ext o
20
Primer momento. Descripción de las prácticas de crianza
Ejemplos:
¿Qué haces cuando Josué se come cosas que no le gustan en la casa de su abuela y en su
casa no lo hace?
¿Qué haces cuando Carmen come mejor cuando están todos en la mesa con ella?
¿Qué haces cuando María come con las manos porque aún no puede usar los cubiertos?
¿Qué haces cuando Jorge está jugando y se niega a comer, aunque ya sea la hora de la
comida?
¿Qué haces cuando Sofía pide de comer cuando ella quiere?
De acuerdo a la acción que hacen las niñas y los niños, las madres, padres y/o cuidadores actúan
de manera distinta, por ello es importante que estés atenta de lo que dicen y en la medida de lo
posible tomes notas, te proponemos apoyarte del siguiente registro, esta información te servirá
para dar acompañamiento4 a las prácticas de crianza del grupo.
Si tuación e n la que las niñas y l os Lo que hacen las m adres, padres y/o cuidadores respecto a l a
ni ños comen…. acción de niñas y niños:
Con los demás miembros de la familia María…Lo integro a la conversación de quienes estamos comiendo.
R os a….Le pregunto si le gusta lo que come.
Martha…Lo felicito porque ha aprendido a comer en la mesa con todos
los miembros de la familia.
Lucía…Cuido que coma correctamente.
Cuando ellos quieren Lucía…Tengo que calentar la comida hasta que él quiere comer.
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R os a…No me preocupa, siempre y cuando vea que al final del día hizo
sus comidas, aunque no sea con el resto de la familia.
N orma…No permito que haga su voluntad, sino que se ajuste a los
horarios que tenemos en casa para comer.
R os a…Lo dejo porque es cuando él siente hambre.
Con las manos R os a…no me preocupa porque me interesa que empiece a hacerlo sin
que dependa de mi o de otra persona.
Lucía…Me molesta y lo regaño porque se mancha todo!… le lavo
inmediatamente las manos y le digo que no tiene que comer así.
María…Le festejo y le doy palabras alentadoras porque está al fin
comiendo por él mismo.
Cosas que no le gustan en la casa de Ana… Cuando llegamos a la casa lo regaño porque con su abuela se
su abuela y en su casa no lo hace come las cosas que no le gustan y acá en la casa no.
R o sa… Le reconozco su esfuerzo por probar lo que no le gusta y que en
la casa podemos preparar los alimentos igual.
Toma leche materna (amamantan) Lucía…disfruto mucho estos momentos con mi hijo y aprovecho para
acariciarlo y conversar con él, a veces hasta le canto.
Martha…lo hago de manera muy apresurada porque a veces quiere
comer cuando tengo que hacer otra actividad de la casa.
No quiere comer… N orma…le pego y lo obligo a que coma y hasta que termine, dejo que
… porque quiere seguir jugando se vaya.
…cuando el adulto le ofrece María…le digo que si come bien, le daré un premio.
…lo que les ofrecen de comer Lucía…le pregunto por qué no quiere comer, no le insisto y espero hasta
…porque no tienen hambre que él me pida cuando quiera comer.
Los registros pueden ser tan extensos o resumidos de acuerdo con la manera en la que te sea
más fácil recuperar y concentrar la información.
Una vez que tienes el registro de las prácticas de crianza, en un momento posterior a la sesión,
organízalas a partir de los aspectos de coincidencia, puedes apoyarte en un formato como el
siguiente:
Lucía…disfruto mucho estos momentos con mi hijo y N orma…le pego y lo obligo a que coma y hasta que
aprovecho para acariciarlo y conversar con él, a veces termine, dejo que se pare de la mesa.
hasta le canto.
N orma…No permito que haga su voluntad, sino que se
María…Lo integro a la conversación de quienes estamos ajuste a los horarios que tenemos en casa para comer.
comiendo.
Martha…lo hago de manera muy apresurada porque a
R os a….Le pregunto si le gusta lo que come. veces quiere comer cuando tengo que hacer otra
actividad de la casa.
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Lucía…le pregunto por qué no quiere comer, no le insisto Lucía… Me molesta y lo regaño porque se mancha
y espero hasta que él me pida cuando quiera comer. todo!… le lavo inmediatamente las manos y le digo que
no tiene que comer así.
R e conocimiento, aliento
Martha…Lo felicito porque ha aprendido a comer en la C ui dados
mesa con todos los miembros de la familia. R os a…No me preocupa, siempre y cuando vea que al
final del día hizo sus comidas, aunque no sea con el
María…le digo que si come bien, le daré un premio. resto de la familia.
María…Le festejo y le doy palabras alentadoras porque R os a…Lo dejo porque es cuando él siente hambre.
está al fin comiendo por él mismo.
R os a….no me preocupa porque me interesa que
empiece a hacerlo sin que dependa de mi o de otra
persona.
Esta organización es fundamental, ya que te permite identificar de manera más concreta las
prácticas de crianza que prevalecen en el grupo, en el ejemplo que te venimos mostrando, se
identifican las siguientes prácticas de crianza:
Cuidado
Golpes, imposición, violencia
Diálogo, participación
Aliento
23
Segundo momento. Análisis de las prácticas de crianza
Este momento consiste en analizar las prácticas de crianza que el grupo ha descrito en hasta el
momento. Las preguntas guía que te ayudará en el análisis son las siguientes:
Esta pregunta te permitirá indagar donde aprendieron a hacer lo que hacen con las niñas y los
niños. En algunos casos, los participantes te dirán que las prácticas de crianza que realizan las
aprendieron de su familia (sus padres, abuelos, etc.) o son costumbres de la comunidad, quizá
de algún material o de otros referentes como médicos, personas mayores o líderes de la
comunidad e incluso de los medios de comunicación. Algunas pueden ser una respuesta al
contexto geográfico del lugar en donde viven o del clima (por ejemplo, si hay escasez de agua,
de alimentos, si es desierto, o sierra, costa, una ciudad, etc.). Dado que las prácticas de crianza
son personales, cada participante deberá responderse por qué hace lo que hace, dónde lo
aprendió y con qué intención lo hace.
Por otra parte, es necesario que los padres adviertan o descubran ¿cuál es la intención que
persiguen al realizar esa práctica?, ya que detrás de toda acción de crianza hay un interés del
adulto hacia el niño, en general busca beneficiarlo o guiarlo hacia algo que considera que le
favorecerá. Sin embargo, no siempre se es consciente de ello, por lo que es importante que los
adultos identifiquen qué quieren lograr y en ese sentido, en adelante se detengan a revisar por
qué hacen lo que hacen con las niñas y los niños.
Este análisis sobre la intención de sus prácticas de crianza también mostrará una gran diversidad
de respuestas en el grupo, notarás que las acciones de las madres, padres y/o cuidadores sobre
la crianza, buscan influir en la vida de las niñas y los niños, y en general responden a los deseos
e ideas de los adultos sobre lo que consideran es “mejor” o necesario para los niños.
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Ejemplos:
E j empl o 1 : ¿Por qué algunas de ustedes les preguntan a sus hijos ¿cuándo y qué quieren comer?, ¿dónde
lo aprendieron?
Respuesta:
- “Porque si no tiene hambre no se va a comer la comida, y lo aprendí porque mis papás me
imponían a comer y yo no quiero hacerle lo mismo a mi hijo”.
E j emplo 2 : ¿Por qué para algunas de ustedes es importante que los niños coman en un horario
establecido, dónde lo aprendieron?
Respuesta:
- “…Porque el doctor alguna vez me dijo que era necesario establecer horarios para que se
acostumbre y es algo que siempre se ha hecho en mi familia y la de mi esposo”.
E j e mpl o 1 : ¿Con qué intención las mamás les preguntan a sus hijos ¿cuándo y qué quieren comer?
Respuestas:
- “…Porque quiero que sepa tomar decisiones”.
- “…Me interesa que coma, no importa que no se a la hora en que todos comemos””.
E j emplo 2 : ¿Por qué para algunas de ustedes es importante que los niños coman en un horario
establecido?
Respuesta:
- “…Porque tiene que aprender que hay horarios para comer, y no a cualquier hora”.
- “…Para que el niño no pase tanto tiempo sin alimento y crezca bien”.
Es probable que a partir del análisis de las prácticas de crianza, surjan dudas sobre cuál es la
forma “correcta” de criar a las niñas y los niños. Aclara a los padres que existen diferentes maneras
de proteger, cuidar y educar a las niñas y los niños, que en el transcurso de las sesiones, juntos
reconocerán otras experiencias de crianza que los ayudarán a determinar -si fuera el caso-, lo
que consideren es adecuado para su familia, considerando aquello que favorece el desarrollo de
las niñas y los niños. Por ello es importante que los padres reconozcan las sesiones de educación
inicial como un espacio para dialogar sobre la crianza y no como el lugar en donde se les dice
qué hacer, por lo tanto evita dar consejos o indicaciones a las familias.
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En este Segundo momento ten presente que:
No hay una manera única de criar a las niñas y los niños, por lo
que evita:
- Calificar las prácticas como “buenas o malas”
- Brindar respuestas específicas al grupo
- Dar consejos
- Opinar sobre las prácticas de crianza
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Fase 3. Contraste de las prácticas de crianza
Propósito de la Fase:
Conocer otras experiencias de crianza para contrastar sus prácticas de crianza.
En esta fase, ofrecerás a los participantes otras experiencias de crianza mediante videos, películas,
artículos de investigación, fotografías, entre otros, para favorecer que identifiquen diferentes
maneras de criar a las niñas y los niños e incluso encuentren semejanzas, de tal modo que puedan
mirar lo qué hacen a la luz de otras experiencias, las cuales también tienen un origen e intención.
Las experiencias de crianza que compartas al grupo deben analizarse a partir de identificar
semejanzas y diferencias de crianza, así como explorar posibles explicaciones del por qué la
crianza se realiza de esa manera, para que puedan reconocer que pueden retomar o aprender
de esa información.
El siguiente esquema muestra los elementos a considerar para el contraste de las prácticas de
crianza:
Fi gura 4. Fase 3 Contraste de l as prácti cas de cri anza
Contrastar a partir de
identificar…
¿Qué o t ras
maneras
exis t en d e
hacer lo q ue ¿Qué es semejante y/o
yo hag o ? diferente a lo que yo hago?
27
Para presentar otras experiencias de crianza al grupo, se requiere que con anticipación se busque
y seleccione la información a compartir (de manera coordinada con tu supervisor de módulo) así
como prever la manera en que la presentarás y revisarán con los padres.
Identifica las prácticas de crianza que se estén analizando, y no “confundirlas” con la acción que realizan
l os niños. Ejemplo: No es lo mismo buscar información acerca de los beneficios del juego en el niño, a
buscar información sobre lo que hacen los papás cuando juegan los niños.
Retoma las notas o apuntes acerca de lo que los padres describieron de sus prácticas de crianza.
El medio de información para contrastar las diferentes prácticas de crianza del grupo puede s er:
imágenes, canciones, videos, fotografías, entrevistas, documentales, textos o artículos, etcétera.
En internet existe información de una gran diversidad de fuentes y en algunos casos, su origen no
necesariamente tiene una rigurosidad académica confiable. Por lo que es importante seleccionar
aquella que esté acorde al enfoque y propósitos de la Educación Inicial del CONAFE.
Una opción de consulta son las páginas de instituciones nacionales e internacionales dedicadas a
publicar información sobre la atención a la primera infancia.
En la selección de información, evita aquella que contenga tips, consejos o aquella de corte religioso,
ya que su contenido dicta qué hacer.
La información debe ayudar a contrastar las prácticas de crianza, sin embargo, habrá ocasiones en las
que se pueda ofrecer información adicional, para tratar de explicar las acciones de los niños.
La información del material que se seleccione cuente con un lenguaje claro y sencillo.
A partir de la pregunta ¿Qué otras maneras existen de hacer lo que yo hago?, dispones y sitúas
a los participantes para presentarles otras maneras de criar a niñas y niños de diferentes lugares,
no necesariamente ofrecerán explicaciones amplias, sino que lo que se busca es que los padres
ubiquen que se revisará lo que hacen otros y no solo de ellos.
La información que se seleccione y presente al grupo debe ser analizada a partir de identificar las
semejanzas y diferencias de las experiencias de crianza, en relación con lo que cada quien hace
con las niñas y los niños, así como promover la búsqueda de explicaciones que ayuden a
comprender por qué en otros lugares la crianza se realiza de esa manera para identificar que
están en posibilidades de retomar o aprender de esa información.
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Con respecto a la manera de presentar la información a los padres, considera que se trata de un
espacio para promover la reflexión, mediante la discusión de experiencias de crianza, que para
este momento se privilegia las externas. Por ello la exposición no es la única vía de acercar
información al grupo, ni se trata del momento para dar soluciones a la crianza, cuida que la sesión
no se desvíe hacia otros temas.
Derivado de las explicaciones que los padres encontraron a las experiencias de crianza que les
compartiste, invítalos a pensar en lo que para ellos es conveniente retomar, utiliza la siguiente
pregunta:
Al comparar lo que se hace en la crianza de las niñas y los niños con otras experiencias, facilita
que los participantes amplíen sus explicaciones sobre lo que hacen e incluso, logren identificar
algunos elementos deseables para ellos y/o en su caso, aquellos que consideren no pertinentes.
“…pues escuchamos que no todas hacemos los mismo con nuestros hijos cuando comen.”
“…algunas los obligan, otras les preguntan, otras los felicitan…”
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Posteriormente la promotora lee a los participantes lo siguiente:
María es una mujer de 40 años, cuando era niña en ocasiones su madre la obligaba a comer lo que a ella
no le gustaba, tenía que acabarse todo. Ella obedecía a su mamá, pero se sentía muy mal y hasta le dolía
el estómago, pero terminaba comiéndose todo.
Ahora que es madre, ella dice: “yo les pregunto a mis hijos si les gusta la comida que preparo, al bebé
también, porque con su carita me dice si le gusta o no lo que le doy de comer”.
No siempre tenemos variedad de alimentos, pero lo que tenemos, busco que lo coman con gusto.
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Posteriormente, con la intención de analizar la información, les pregunta lo siguiente:
De lo que María hace y lo que observan en la imagen: ¿Qué es semejante y/o diferente a lo que
cada uno de ustedes hace?
Semejante…
Rosa: “A María también le importa que sus hijos coman con gusto. Y el niño de la foto se ve contento
comiendo él solo”.
Lucía: “De lo que escuché, la señora les enseña a comer lo que hay, y en la foto se ve que se come
todo”.
Diferente…
Norma: …”Yo no dejo que mi niño se pare si no terminó su comida. Los niños de María, creo que comen
todo y cuando ella se los da, mi niño no es como el de la foto, muchas veces termina llorando”.
L ucía: “…María no dice si los niños se ensucian o se comen todo, por eso no les pega. Yo tengo que
regañar a mi niño para que coma todo. El niño de la foto se ve limpio y el mío siempre se ensucia”.
Una vez que los participantes expresaron sus puntos de vista sobre la información, la Promotora
Educativa les dice: “De lo que hace María y lo que observaron en la imagen ¿Qué consideran que
explica que María haga lo que hace? y ¿Qué piensan que hace la mamá del niño para que se
observe tranquilo comiendo?
Ejemplos:
Rosa: “…Lo que vivió María de niña –que su mamá la obligaba- fue una mala experiencia y ella no
quiere que se repita eso mismo con sus hijo, por eso no hace lo mismo con ellos”.
Norma: “…Aunque también a veces repetimos lo mismo que hicieron nuestro papás con nosotros porque
pensamos que fue lo mejor”.
L ucía: “…A la mamá del niño, lo que le preocupa es que él coma, no importa que se ensucie, y como eso
no le preocupa, por eso el niño está tranquilo y se ve que le gusta comer así, con las manos”.
Finalmente la Promotora Educativa, pide a los participantes, que considerando lo que hace María
y la imagen piensen: ¿Qué puedo aprender de lo que otros hacen?
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Ejemplos:
L ucía: “Lo que yo aprendí fue que es más importante que mi hijo se sienta bien, no importa si se ensucia,
y que está bien que le pregunte si le gusta la comida”.
Norma: “Yo no me había preguntado nunca, qué siente mi hijo cuando lo obligo a comer”.
Rosa: “Me siento bien, de saber que hay otras mamás que hacen cosas parecidas a las que yo hago con
mi hijo”.
Es fundamental que escuches con atención las aportaciones de las madres, padres y/o cuidadores
en relación con lo que lograron Contrastar de lo que ellos hacen con sus hijas e hijos.
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Fase 4: Valoración de la práctica de crianza y Toma de decisiones
Propósito de la Fase:
Valorar las acciones de crianza con respecto a las niñas y niños, para plantearse compromisos
encaminados a favorecer su desarrollo integral.
En la valoración de las prácticas de crianza se pone en el centro a las niñas y los niños, a fin de
favorecer su desarrollo integral, tomado en cuenta su cultura, lengua, conocimientos y sus
derechos; de tal modo que cada adulto revise de manera personal el efecto de lo que hace en la
crianza, dado que todo lo que se hace influye significativamente en la vida delas niñas y los niños.
Además de reconocer el efecto de las acciones, es necesario que los adultos decidan qué harán
en los siguientes días, que de manera libre determinen qué fortalecerán, modificarán e incluso, y
si fuera el caso, reafirmarán porque consideran que es conveniente.
Para valorar las prácticas de crianza, en primera instancia, cada persona debe partir de la idea de
que su interés, deseo y/o preocupaciones no están por encima de las niñas y los niños, por lo
tanto, es necesario revisar si lo que se hace para cuidar y educar ofrece respuestas oportunas y
atentas; es decir, se guía y atiende a niñas y niñas cuando ellos lo requieren, mediante acciones
que privilegian la amabilidad, la escucha y la comprensión.
Una vez que se valoraron las prácticas de crianza, es necesario que los adultos tomen decisiones,
lo que implica reconocer que es necesario modificar algo; sin embargo, no todos se “darán
cuenta” de esto a partir del primer análisis de su práctica de crianza, se requiere de un proceso
de reflexión constante que les lleve a reconocer lo que hacen, lo que hacen otras personas, y el
efecto que tienen en la vida de las niñas y los niños, para que logren tomar decisiones sobre su
crianza y a partir de ello, establezcan para sí mismos y de manera voluntaria, compromisos en
los cuales se concreten sus decisiones.
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La siguiente figura presenta el proceso para la valoración y toma de decisiones sobre las prácticas
de crianza:
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Primer momento: Valoración de la práctica de crianza
Para dar inicio a la valoración de las prácticas de crianza, ten a la mano tu registro de la fase 2
(prácticas de crianza de los participantes); a partir de este, cada madre, padre y/o cuidador
realizará su ejercicio de valoración.
Con la intención de profundizar en las respuestas de los participantes y guiarlos a valorar sus
prácticas de crianza apóyate las siguientes preguntas:
¿Cuál es la reacción del niño o la niña con lo que le digo y/o hago?
¿Lo que hago toma en cuenta la opinión, sentimientos y necesidades del niño o niña?
¿Lo que hago ejerce violencia (golpes, gritos, insultos, ignorar, aislar, entre otros) sobre el niño o
la niña?
¿Lo que hago favorece la alimentación, salud y educación del niño o niña?
Recuerda que las preguntas son una guía para ti, puedes
modificarlas o agregar otras, incluso puedes utilizar algún
juego o actividad para facilitar la valoración de las prácticas
de crianza, sólo cuida que efectivamente cada adulto realice
una revisión personal y que no se preste para emitir juicios
sobre lo que hacen los demás.
A manera de ejemplo para valorar las prácticas de crianza derivadas de la acción de niñas y niños:
comen, primero sitúa a los participantes en sus propias prácticas, en aquello que expresaron que
hacen (fase 2) y pregúntales:
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Martha…Lo felicito porque ha aprendido a comer en la Martha: Creo que no le afecta lo que hago, porque lo
mesa con todos los miembros de la familia. que le digo lo hace sentir bien, sabe que cuando come
con todos en la mesa me gusta y él ya sabe que eso es
algo que nos gusta hacer en casa.
R os a….no me preocupa porque me interesa que R os a: Lo que hago no le afecta, estoy al pendiente de
empiece a hacerlo sin que dependa de mi o de otra que coma, le ofrezco cuando todos comemos y
persona. entiendo que a veces no tiene hambre, después le doy
R os a…No me preocupa, siempre y cuando vea que al y también aprovecha lo que come.
final del día hizo sus comidas, aunque no sea con el
resto de la familia.
María…Lo integro a la conversación de quienes María: Cuando le pregunto si le gusta la comida o le digo
estamos comiendo. lo que comemos, no le afecta, le gusta escuchar lo que
decimos y rara vez no come.
¿Cuál es la reacción del niño o la niña con lo que le digo y/o hago?
N orma: se enoja, llora y a veces cuando lo siento a la mesa patalea, eso no me gusta, quisiera que sólo se sentará
a comer y ya.
Luci a: Se ve tranquilo, sabe que es la hora de comer y que si no tiene hambre, después le daré.
Martha: Como le gusta comer con todos se sienta con gusto, desde muy chiquito comemos juntos y sabe que
cuando termina de comer lo felicito, a veces me enseña que comió todo.
R os a: Cuando le sirvo y no quiere comer, le digo que al rato me pida, me entiende y después me dice que le sirva
y come bien.
María: Casi siempre está feliz cuando comemos, sólo cuando tiene sueño se inquieta y come menos, pero después
come. Le gusta escuchar lo que hablamos.
¿Lo que hago toma en cuenta la opinión, sentimientos y necesidades del niño o niña?
N orma: Bueno, yo no le pregunto si quiere comer, es malo para comer y casi siempre termina llorando.
Luci a: Yo si le pregunto o sirvo la comida y si no quiere después le doy, pero siempre come, rara vez no come.
Martha: Desde chiquito nos sentamos todos a la mesa y sabe que ya es hora de comer y espera que le diga que
comió bien. Lo que hago no le hace daño.
¿Lo que hago ejerce violencia (golpes, gritos, insultos, ignorar, aislar, entre otros) sobre el niño
o la niña?
N orma: Yo lo regaño y a veces le pego para que coma.
María: Casi siempre está feliz cuando comemos, sólo cuando tiene sueño se inquieta y come menos, pero después
come. Le gusta escuchar lo que hablamos.
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¿Lo que hago favorece la alimentación, salud y educación del niño o niña?
N o rma: Aunque lo regaño y le pego, come. Quiero que no se enferme, me desespero cuando no quiere comer o
se ensucia. A veces tengo más paciencia.
R o sa: Darle de comer cuando me pide, le ayuda a alimentarse y a su salud, también sabe decir lo que quiere y come
El ejercicio de valoración puede generar posiciones contrarias, esto es natural, en tanto que existe
diversidad de formas de pensar ante una misma situación, por lo que deben ser respetuosos de
las opiniones que se generen en el grupo. Por otra parte, cuando algunos participantes
reconozcan que de alguna manera vulneran los derechos de los niños, es necesario hacerles
notar que es un buen comienzo para replantear lo que hacen, y que aún hay mucho por hacer,
para influir de manera favorable en la vida de las niñas y los niños.
Procura plantear las preguntas en el orden que el grupo lo requiera e incluso usa otras, lo
importante es que cada participante revise sus acciones en función del niño que cría y de las
circunstancias de su propia familia. En ocasiones bastará con hacer solo una de las preguntas
para que los padres valoren sus prácticas, por ello, es muy importante que estés atenta a lo que
responden los padres y no hacer preguntas innecesarias.
Es fundamental hacer saber a los padres y cuidadores que no es la intención juzgar o criticar lo
que “hacen”, sino poner en común elementos que les permitan llevar a cabo una valoración a
partir de la cual, reconocerán de qué manera afecta lo que hacen, a sus hijas e hijos, para dar
paso a plantearse otras maneras de actuar con las niñas y los niños, las cuales favorezcan su
desarrollo.
Una vez que las madres, embarazadas, padres y/o cuidadores valoraron su práctica, es necesario
que escuches sus opiniones respecto al análisis que ha realizado hasta el momento y
posteriormente les guíes a la toma de decisiones respecto a lo que hacen con sus hijas e hijos.
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Habrá madres, padres y/o cuidadores que requieran mayor tiempo para asumir o reconocer sus
acciones de crianza y tomar decisiones al respecto, lo que te demandará un acompañamiento
más cercano con ellos, a fin de identificar las dificultades o motivos por los cuales no externan
sus puntos de vista e incluso una decisión sobre la manera en la crían a las niñas y niños. En estos
casos, será necesario profundizar en la reflexión de sus prácticas, e incluso identificar a aquellos
que no desean externar sus decisiones al grupo.
Apóyate de las siguientes preguntas para propiciar que los participantes piensen qué pueden
hacer:
¿Qué puedes hacer para tomar en cuenta la opinión, sentimientos y necesidades del niño o niña
en lo que haces ?
¿Qué puedes hacer para evitar dar golpes, gritos, insultos, ignorar, aislar, entre otros a la niña o
niño?
¿Qué puedes hacer para favorecer la alimentación, salud y educación del niño o niña?
Da tiempo a los participantes para pensar e identificar qué pueden hacer, recuérdales que se
trata de acciones personales encaminadas a favorecer la relación con sus hijas e hijos.
En el grupo podrás encontrar que las decisiones de los participantes se pueden expresar en los
siguientes aspectos:
a) Cambian lo que hacen para criar a niñas y niños, retoman algo nuevo.
b) Fortalecen lo que hacen, incorporan otros elementos.
c) Reafirman lo que hacen.
Posteriormente guía a los participantes a tomar decisiones sobre lo que hacen y comprometerse
a realizarlas, plantea lo siguiente:
Considerando que todas sus acciones influyen significativamente en la vida de sus hijas e
hijos, ahora ¿Qué haré?
Da tiempo suficiente a los integrantes del grupo para determinar qué hacer y plantear acciones
reales a las cuales se comprometan a realizar, cada persona ha experimentado de diferente modo
el análisis y valoración de su práctica de crianza y por consiguiente las decisiones y compromisos
serán distintos en cada uno.
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Es importante mencionar al grupo que sea cual sea la decisión que tomen, deben ser conscientes
de que el cambio de lo que han hecho respecto a la crianza de sus hijos les llevará tiempo, sin
embargo, es importante que inicien con el planteamiento de una decisión que se comprometan
a realizar. Se trata de establecer acciones personales, reales y voluntarias (compromisos),
encaminadas a favorecer el desarrollo de niñas y niños; es decir, son acciones individuales, que
les sea posible realizar; cuidando que no sólo las expresen para ese momento durante la sesión,
sino que se sientan convencidos de llevarlas a cabo sin sentirse obligados.
Registrar los compromisos que aquellas madres, padres y/o cuidadores que
decidieron establecer.
Ejemplo:
Conocer las decisiones de los integrantes del grupo te permitirá acompañarlos en la crianza: Si
alguien no expresó de manera verbal qué hará, invítalo a comentártelo más tarde y sobretodo
insístele que es fundamental que a lo que se comprometa, lo realice.
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Para acompañar a los participantes en la crianza, un elemento importante es que tengas presente
sus compromisos, por ello procura tomar nota de ellos. Una manera para registrarlos puede ser
la siguiente:
Comparte con el grupo tu disposición y apertura para dar acompañamiento a los compromisos,
para enfrentar las dificultades que pueden presentarse.
Por otra parte, el grupo puede brindar apoyo a los demás integrantes, de tal manera que puedan
acompañarse unos a otros en el cumplimiento de los compromisos, reiterando que están
aprendiendo cosas nuevas y que el cambio es un proceso que les llevará tiempo y en el que
enfrentarán diversas situaciones tanto, al interior de sus familias, como de la misma comunidad.
De esta manera, concluyen la última Fase del Procedimiento.
Una vez que concluyeron la Fase 4, será necesario dar inicio a un nuevo análisis, para lo cual
retomarás la Agenda que conformaron al inicio del ciclo operativo, y decidirán -al azar o por
decisión de grupo- la siguiente acción de niñas y niños que retomarán para describir sus prácticas
de crianza. Es necesario que tomes en cuenta que en caso de que se incorporen nuevas familias
al grupo, deberás hacer un recuento de lo que significa la Agenda y por qué se construyó de esa
manera, para que conozcan la dinámica de las sesiones y se integren al grupo con interés.
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Sección III. Acompañamiento a los compromisos de
madres, padres y/ cuidadores
Los compromisos que establezcan los participantes en torno a las prácticas de crianza, requieren
un acompañamiento que permita evidenciar los avances y dificultades que enfrentan las madres,
padres y/o cuidadores para realizarlos, los cuales tendrán un efecto en el desarrollo de la niña o
niño, por ello es importante tener claro qué compromisos se plantearon los participantes y
apoyarlos a revisar lo que han hecho.
En la fase 2 las madres, padres y/o cuidadores, compartieron lo que hacen para criar a sus hijas
e hijos –descripción de las prácticas de crianza-, mientras que en la Fase 4, los guiaste hacia el
establecimiento de compromisos para cambiar, enriquecer o reafirmar sus prácticas, derivado de
ello, es necesario que registres tanto las prácticas de crianza, como los compromisos que
establecen los participantes, a fin de puedas indagar con cada uno sus experiencias, los cambios
y/o dificultades que enfrentan en su familia.
Un ejemplo para organizar y registrar la información que recuperes, puede ser el siguiente:
Ejemplo de registro
Acción de niñas y niños…..
Nombre s de Prácti cas de cri anza Com prom i sos Avances y/o di f i cul tade s
l as madre s, ¿Cuáles son las prácticas ¿Qué deciden hacer en ¿Qué ha logrado al
padre s y/o que realizan las madres, relación con lo que realizar sus compromisos?
cui dadore s padres y/o cuidadores?… actualmente hacen para ¿Qué dificultades
¿Quiénes las criar a sus hijos? enfrentan?
realizan? ¿A qué pueden
comprometerse?
Tal vez al principio no te sea posible recuperar información de cada uno de los integrantes del
grupo, pero puedes iniciar con aquellos casos que te parezcan más relevantes o que consideres
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que es necesario poner mayor atención. Una vez que te familiarices con la elaboración de
registros, podrás incluir a más integrantes del grupo.
También puedes apoyarte de visitas domiciliarias para indagar sobre el avance o dificultades de
las madres, padres y cuidadores en el cumplimiento de su compromiso.
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Dado que en la crianza de las niñas y los niños no solo participan las madres, padres o cuidadores
que asisten a las sesiones de Educación Inicial, sino que hay más personas que se involucran en
diferentes momentos y de diferente modo, ello influye en el logro de los compromisos de los
participantes. Será necesario recuperar su experiencia respecto a lo que han podido compartir
con otros miembros de la familia y lo que éstos opinan en torno a ello, si se muestran interesados
o son ajenos.
Escuchar otras experiencias ayuda a comprender que la crianza requiere de tiempo y esfuerzo,
los efectos, quizá no se observen de manera inmediata. Este espacio de reflexión es importante
para que los participantes identifiquen que estás interesada en acompañarlos en los compromisos
que decidieron realizar.
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Sección IV. Sesiones de Educación Inicial
Las sesiones de Educación Inicial son un espacio dedicado a las familias, considerando la
participación de los adultos y la de los niños, lo que implica favorecer espacios para promover la
reflexión en torno a la crianza de las niñas y los niños; así como para propiciar interacciones
significativas entre los miembros de la familia mediadas por el juego, de tal modo que todos
participen, aprendan y disfruten de la convivencia grupal, a fin de coadyuvar a la conformación
de una cultura en favor de la primera infancia.
Dado lo anterior, en las sesiones tanto los adultos como los niños deben sentirse cómodos,
confiados y alentados a comunicarse, por ello te apoyarás de lo siguiente:
Las sesiones se caracterizan por promover la interacción de los adultos con los niños, de tal modo
que ambos disfruten de la convivencia y encuentren algunas ideas para enriquecer la convivencia
familiar.
El horario y días de la semana en los que se realizan las sesiones se acuerda con las madres,
embarazadas, padres y cuidadores que conforman el grupo; así mismo, el lugar de reunión se
determina con su participación, y apoyo.
5 Sección II. Procedimiento para reflexionar sobre las prácticas de crianza en las sesiones de educación
inicial.
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Durante un ciclo operativo organizarás sesiones de acuerdo con lo siguiente:
Ho mb res
F amilias
2 s es ió n mens uales a
(madres, embarazadas padres,
p art ir d e enero
cuidadores, niñas y niños)
En los casos donde los padres y/o
2 se siones semanales cuidadores decidan reunirse de manera
independiente, quienes se integrarán al
grupo de familias el siguiente ciclo
operativo.
Evaluación final
(madres, embarazadas, padres,
cuidadores, niñas y niños)
1 se sión
Las sesiones de Educación Inicial deberás programarlas y distribuirlas de tal modo que puedas
llegar a una meta de 65 sesiones, entre más oportunidades tenga el grupo de reunirse, podrán
dar continuidad a las actividades de cada sesión, recordarán con facilidad las discusiones y puntos
de vista. Así mismo, las niñas y los niños tendrán mayor oportunidad de convivir con otros niños
y sobretodo disfrutarán en dos ocasiones la presencia y disposición de jugar de sus padres y/o
cuidadores.
45
La distribución de las sesiones dependerá de las características de la localidad, lo ideal es que el
grupo de participantes se conforme por madres, embarazadas, padres, cuidadores, niñas y niños;
sin embargo, si los hombres no acuden, será necesario que del mes de octubre a diciembre,
intentes integrarlos al grupo, sólo en caso de que prefieran reunirse de manera independiente,
ofréceles la opción de conformar un grupo de hombres interesados en la crianza de las niñas y
los niños que se reúna dos veces al mes, a partir del mes de enero hasta junio, para que en la
última sesión del ciclo operativo se incorporen al grupo de familias y en el siguiente ciclo se
incorporen a este.
Si en tu localidad los hombres acuden a las sesiones, no será necesario reunirse por separado.
Se siones Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Total
T otal 5 8 6 8 8 8 6 9 9 65
46
Tab la 2. Cuand o s e co nfo rma un g rup o d e ho mb res int eres ad o s en la crianz a
Pr opuesta de calendarización de sesiones cuando se ofrece un espacio independiente para involucr ar a los hombr e s e n la
cr ianza de niñas y niños
Se siones Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Total
T otal 5 8 5 8 8 8 6 8 9 65
Dado lo anterior, para iniciar cada ciclo operativo realizarás un máximo de tres sesiones
orientadas a lo siguiente:
Las familias llegarán a las sesiones con expectativas acerca de lo que esperan de Educación Inicial
tanto para las niñas y los niños, como para ellos, esas ideas expresan lo que para ellos sabe y
necesita un niño, así como lo que les preocupa y desean para los niños. Dicha información es
importante que se externe en el grupo y se retome para aclarar a los participantes el propósito y
el sentido de las actividades que se realizarán durante el ciclo operativo.
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Para centrar la dinámica y sentido de las sesiones es importante abordar con el grupo lo siguiente:
Expectativas. Conversar sobre de lo que esperan de Educación Inicial tanto para las niñas
y los niños, como para ellos.
Propósito de las sesiones. Presentar el propósito de la Educación Inicial que favorece el
CONAFE: “Acompañar la crianza de niñas y niños, desde el periodo de gestación y hasta
los 3 años 11 meses de edad, mediante procesos reflexivos con madres, embarazadas,
padres y/o cuidadores en torno a sus prácticas de crianza, a fin de propiciar interacciones
significativas entre adultos y niños que favorezcan su desarrollo integral y el ejercicio de
sus derechos.”.
Características de las sesiones Explicar que el punto de partida para el desarrollo de las
sesiones es lo que hacen los niñas y niños, con la intención de ubicar las respuestas que
los adultos tenemos ante ello; es decir, derivado de una acción del niño, los adultos
hacemos una o más acciones encaminadas a protegerlos y/o educarlos.
Durante cada sesión, se promoverá la convivencia con los niños de tal modo que niños y
adultos se mantengan interesados y disfruten las actividades, habrá momentos donde
jueguen o canten en grupo, otros donde las niñas y niños jueguen de manera libre,
mientras los adultos conversan; así como espacios en donde el adulto juegue con su hijo.
Dichas actividades favorecerán la interacción significativa de los adultos con los niños.
Acuerda con el grupo el horario y días de reunión para el desarrollo de las sesiones (dos
veces por semana). Invita a los participantes a ser puntuales para aprovechar lo más
posible el tiempo.
Lo sustantivo para este momento, es aclarar que la educación inicial que el CONAFE favorece se
encamina a lograr que todos aquellos que se involucran en la crianza de las niñas y los niños
pequeños reflexionen sobre sus prácticas de crianza y producto de ello fortalezcan la manera en
que se relacionan, atienden y educan a niñas y niños, de tal modo que con esas acciones
favorezcan su crecimiento y desarrollo.
b) Integrar al grupo
Probablemente los participantes se conocen, dado que viven en la misma localidad, algunos son
vecinos, familiares, amigos o compañeros del ciclo operativo anterior; sin embargo, es necesario
que se identifiquen como miembros de un grupo interesado en la crianza de las niñas y los niños,
lo que implica favorecer un clima de confianza, donde los participantes se sientan seguros de
compartir sus experiencias, temores, dudas y puntos de vista; así mismo, es importante que las
niñas y los niños reconozcan a las sesiones de Educación Inicial como un espacio grato, donde
tienen la oportunidad de convivir con sus padres, otros niños y otros adultos.
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La integración de un grupo, se da cuando hay interés por compartir lo que se sabe y apertura
para aprender de los demás; cuando se prioriza la puesta en común de las ideas a la imposición,
ello implica que la promotora educativa, como los miembros del grupo acuerden y consideren
las sesiones como un lugar confiable para expresar información íntima, la cual no puede ser
divulgada en otro espacio, al contrario entre todos se apoyarán para crecer como padres y/o
cuidadores, pues la crianza de las niñas y los niños se aprende en equipo y acompañados.
A lo largo del ciclo operativo, será necesario propiciar la integración del grupo, armonizar los
posibles desacuerdos, propiciar que todos los adultos apoyen y cuiden a todos los niños y niñas
que asisten a las sesiones, de tal modo que mientras la mayoría de los adultos se dediquen a
conversar y reflexionar sobre la crianza, alguno o algunos adultos cuiden y jueguen con los niños
en el espacio de la sesión, a la vista de sus padres .
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El ambiente en donde se desarrolla la crianza de las niñas y los niños es al interior de la familia,
durante todos los días. En las sesiones se busca favorecer no sólo la reflexión de la crianza, sino
también promover la interacción significativa mediada por el juego entre los adultos con los niños,
por lo que con la ayuda de los participantes del grupo será necesario llevar al lugar de la sesión
objetos con los cuales los niños puedan jugar y divertirse, ya sea con sus padres, con otros niños
o solos.
Una actividad para las sesiones de inicio es la preparación de un ambiente de juego, lo que
significa acondicionar un lugar para que las niñas y los niños puedan estar seguros y encuentren
diversidad de objetos que los inviten a explorar, crear juegos y disfrutar, cuidando que no pongan
en peligro a los más pequeños, evitar objetos que puedan tragar, que son pesados, puntiagudos
o con filo.
Recuperar junto con los padres objetos de la casa y la comunidad, cambiarlos frecuentemente. A
las niñas y los niños les gusta encontrar objetos diferentes y reencontrar aquellos que usaron en
alguna ocasión.
Ejemplos de objetos que pueden reunir y llevar poco a poco a la sesión: Ollas, platos y vasos de
plástico, cucharas de madera, prendas de vestir, trozos de tela, cubetas, periódico, revistas, hojas
de papel, botellas de plástico de diferentes tamaños, piedras, conchas, hojas de plantas y árboles,
semillas, arena, masa de maíz, tierra, cajas de cartón de diferentes tamaños y demás objetos que
sea posible reutilizar.
También, pueden elaborar algunos juguetes con material de reúso, para que los niños los puedan
apilar, agitar, dejar caer, rodar o arrastrar.
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Sesiones de integración grupal o preparación para el ambiente
A manera de ejemplo, en las siguientes tres tablas encontrarás una propuesta para organizar las
tres sesiones de inicio de ciclo operativo, las cuales consideran tanto a los adultos como a las
niñas y los niños:
Tab la 3. P rimera s es ió n d e inicio
1 ra. Se si ón de i ni ci o
Actividad Adul tos Ni ños
Bi e nvenida Canci ón y/o j ue go grupal
5 -1 0 minutos
Re cuento del ciclo operativo Di álogo entre PE y adultos Actividad con colaboración de
anterior y/o compromisos del niñas y niños
pe riodo julio-septiembre
1 0 -15 minutos
E xpectativas Di álogo entre PE y adultos Jue go libre
Pre sentación del propósito y (acompañado de preferencia
características de las sesiones de por un adulto voluntario)
e ducación i nicial.
25 minutos
Jue go adulto-niño Jue go adul to-ni ño
20 minutos
Acuerdo de horario y días de las Di álogo entre PE y adultos Jue go libre
se siones, conversar acerca de la (acompañado de preferencia
i mportancia de preparar el por un adulto voluntario)
e spacio de las sesiones y la
ne cesidad de habilitar un
e spacio seguro para que
j ue guen l as niñas y los niños.
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Tab la 4. Seg und a s es ió n d e inicio
2da. Se si ón de i ni ci o
Acti vi dad Adul tos Ni ños
Bi e nvenida
Canci ón y/o j ue go grupal
5 -1 0 minutos
Re cuento de l a sesión anterior Actividad con colaboración de
Di álogo entre PE y adultos
5-1 0 minutos niñas y niños
Ampliación de e xplicaciones
Jue go libre
sobre l as características de las
Di álogo entre PE y adultos (acompañado de preferencia
se siones de e ducación i nicial.
por un adulto voluntario)
30 minutos
Jue go adulto-niño
Jue go adul to-ni ño
20 minutos
Pre paración del e spacio y Jue go libre
material para las sesiones. Di álogo entre PE y adultos (acompañado de preferencia
30 minutos por un adulto voluntario)
1 0 -20 minutos Canci ón y/o j ue go grupal
3da. Se si ón de i ni ci o
Acti vi dad Adul tos Ni ños
Bi e nvenida
Canci ón y/o j ue go grupal
5 -1 0 minutos
Re cuento de l a sesión anterior Actividad con colaboración de
Di álogo entre PE y adultos
5-1 0 minutos niñas y niños
Pre paración del e spacio y
Jue go libre
material para las sesiones.
Di álogo entre PE y adultos (acompañado de preferencia
por un adulto voluntario)
30 minutos
Jue go adulto-niño
Jue go adul to-ni ño
20 minutos
Toma de acuerdos para el
Jue go libre
funcionamiento de las sesiones
Di álogo entre PE y adultos (acompañado de preferencia
durante el ciclo operativo.
por un adulto voluntario)
30 minutos
1 0 -20 minutos Canci ón y/o j ue go grupal
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Sesiones con familias
Una vez que se cuenta con un grupo de familias, un lugar preparado para desarrollar las sesiones
y que el grupo está informado que el intercambio de experiencias sobre la crianza es lo que dará
sentido a las dos reuniones semanales, es momento de iniciar las actividades, para ello te
apoyarás de un Procedimiento6, y a su vez incluirás actividades mediadas por el juego para
favorecer la interacción de los adultos con los niños, así como la interacción entre los niños.
En la siguiente tabla te mostramos un ejemplo para organizar las sesiones con familias, de tal
modo que tengas presente que tanto los adultos como los niños deben estar involucrados
durante las dos horas de cada sesión.
Tab la 6. Org aniz ació n d e una s es ió n co n familias
Se si ón con f ami l i as ( apl i ca a l as dos pri m e ras acci one s de l as ni ñas y l os ni ños )
Acti vi dad Adul tos Ni ños
Bi e nvenida Canci ón y/o j ue go grupal
5 -1 0 minutos
Re cuento de l a sesi ón ante ri or Pre guntas Actividad con col aboración de
5 -1 0 mi nutos ni ñas y ni ños
Reflexión de la crianza Di ál ogo e ntre PE y adul tos Jue go l i bre
(Fase del procedimiento) (acompañado de preferencia por
30 minutos un adulto voluntaria)
Jue go adulto-niño Jue go adul to-ni ño
20 minutos
Reflexión de la crianza Di ál ogo e ntre PE y adul tos Jue go l i bre
(Fase del procedimiento) (acompañado de preferencia por
30 minutos un adulto voluntaria)
1 0 -20 minutos Canci ón y/o j ue go grupal
Una vez que cuentas con una agenda del grupo, que los adultos reflexionaron las
prácticas de crianza que realizan ante una acción de las niñas y los niños y lograron
plantearse al menos un compromiso para favorecer su crianza, es momento de iniciar
otro análisis.
6Consulta en este documento II. Procedimiento para reflexionar sobre las prácticas de crianza en las
sesiones de educación inicial. Pág.15.
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Recuerda que cada análisis guiado por el procedimiento, puede tomar
varias sesiones por cada fase, lo importante es que los adultos
profundicen en sus prácticas de crianza y producto de ello logren
plantearse alternativas para favorecer el desarrollo de las niñas y los
niños desde lo que ellos mismos hacen.
Apóyate de tus registros de las fases 2 y 4 y promueve actividades donde por sí mismos los
padres den cuenta de su experiencia.
Se sión con f ami l i as ( apl i ca a parti r de l a te rce ra acci ón que re al i zan l as ni ñas y l os ni ños )
Acti vi dad Adul tos Ni ños
Bi e nve ni da
Canci ón y/o j ue go grupal
5 -1 0 mi nutos
Re cue nto de compromi sos Actividad con colaboración de
Di álogo entre PE y adultos
30 mi nutos niñas y niños
Reflex ión de la crianza Jue go l i bre
(Fase del procedimiento) Di álogo entre PE y adultos (acompañado de preferencia por
10 minutos un adulto voluntaria)
Jue go adul to-ni ño
Jue go adul to-ni ño
20 mi nutos
Reflex ión de la crianza Jue go libre
(Fase del procedimiento) Di álogo entre PE y adultos (acompañado de preferencia
30 mi nutos por un adulto voluntaria)
1 0 -20 mi nutos Canci ón y/o j ue go grupal
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Hablar de las experiencias de crianza de las niñas y/o niños a nuestro cuidado en un grupo de
madres, embarazadas, padres y cuidadores, requiere de sentirse confiado, de tener apertura para
escuchar, emitir opiniones respetuosas y sobre todo a revisar la vida propia, por ello
constantemente haz referencia con el grupo a la importancia de aprender en conjunto.
Ten presente que al ser las niñas y niños sujetos de derechos, requieren
de adultos capaces de escucharlos, brindarles información acerca de
lo que sucede a su alrededor, involucrarlos en la toma de decisiones
generarles condiciones para su aprendizaje, su seguridad, en un
ambiente libre de violencia.
Para las localidades donde los hombres no asisten a las sesiones con familias, a partir del mes de
enero implementa dos sesiones de dos horas al mes, apoyadas del Procedimiento para reflexionar
las prácticas de crianza, la intensión es que los participantes encuentren un espacio donde puedan
conversar sobre su experiencia como padres o cuidadores de tal modo que al inicio del siguiente
ciclo operativo se integren al grupo de familias.
Para estás sesiones, dedica la primera para centrar la dinámica y sentido de éstas e integrar al
grupo, compárteles brevemente a los participantes qué análisis han abordado en el grupo de
familias y cuéntales qué haz observado en los niños durante las sesiones, a qué juegan, qué
juegos disfrutan más, qué canciones o juegos sugieren para los momentos grupales e incluso
muéstrales el material con el que juegan, de tal modo que los participantes reconozcan las
sesiones como un espacio donde a los niños les gusta acudir, y disfrutan con sus madres o
cuidadores del juego.
Para las siguientes sesiones apóyate del Procedimiento, lo que probablemente cambia es que los
niños no están presentes, si eso sucede sólo concéntrate en los adultos y realicen los análisis que
ellos agenden y da seguimiento a sus compromisos.
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Sesión de evaluación final
Al final del ciclo operativo organizarás una sesión con todos los participantes, si desarrollaste
sesiones con hombres de manera paralela a la de familias, invítalos también.
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A manera de ejemplo, en la siguiente tabla te mostramos una propuesta para organizar la
sesión:
Tab la 8. Ses ió n d e evaluació n final co n familias
Ses ió n d e Evaluació n final co n familias
R ecuento del ciclo operativo E n la Diálogo entre PE y adultos Actividad con colaboración de niñas
medida de lo posible involucra a los y niños
niños para que digan que les gusta
de las sesiones y que no les gusta.
20 minutos
Habla con los padres acerca de los Diálo g o ent re P E y ad ult o s Juego libre
efectos en los niños de sus esfuerzos
(acompañado de preferencia por
al realizar sus compromisos de
un adulto voluntaria)
crianza.
La información que los adultos externen te permitirán identificar la tendencia de sus expectativas
para el siguiente ciclo operativo, complementar la información que posees acerca de cómo están
criando a sus niños y sobre sus esfuerzos para realizar sus compromisos.
Por otro lado, tendrás que estar atenta a los comentarios de los adultos sobre tu desempeño,
escúchalos y trabaja en ello con el apoyo de tu supervisor de módulo.
En caso que el grupo decida realizar una convivencia por el cierre del ciclo, sugiéreles que se
haga al final de la sesión.
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