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COMPONENTES CULTURALES QUE INFLUYEN EN LA SALUD BUCAL

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Los conocimientos, las actitudes y las prácticas en salud bucal son tres componentes
culturales que influyen en la incidencia de afecciones de la cavidad oral.

Autor:
María De Los Ángeles Ramírez
Columnista Experta de SIIC
Institución:
Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad León, UNAM Artículos publicados por
María De Los Ángeles Ramírez

Coautores
Susana Suárez Paniagua* Javier de la Fuente Hernández** Harumi Shimada
Beltrán*** José Francisco Reyes Durán**** Laura Susana Acosta-Torres*****
Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad León, UNAM, León, México*
Odontólogo, Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad León, UNAM, León, México**
Bióloga, Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad León, UNAM, León, México***
Doctor en Economía, Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad León, UNAM****
Odontóloga, Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad León, León, México*****

Recepción del artículo Aprobación


7 de Marzo, 2015 31 de Marzo, 2015

Primera edición Segunda edición, ampliada y corregida


1 de Junio, 2015 29 de Octubre, 2018

Resumen
El propósito de este trabajo es realizar una revisión bibliográfica acerca de los
conocimientos, las actitudes y las prácticas en salud bucal (CAPSB), tres componentes Títu
culturales que influyen en la incidencia de afecciones de la cavidad oral. La cultura y lo
sus componentes han pasado por tres fases en su conceptualización: la concreta, la esp
abstracta y la simbólica; esta última es la que se encuentra vigente y sobre la cual año
otras áreas del conocimiento han trabajado, entre ellas, las ciencias de la salud. La l
cultura es aprendida, estandarizada y compartida. Los componentes culturales son
transmitidos mediante los procesos de socialización (primaria y secundaria) que
determinan la manera en la que la salud, y por lo tanto el proceso salud-enfermedad, Res
son comprendidos por los individuos. Los conocimientos son resultado de procesos um
sociales y cognitivos que están determinados por las características aceptadas y en
representativas del grupo social en el que se desarrollan, son la parte cognitiva de la P
cultura. La concepción que cada ser humano tenga acerca de la salud bucal ala
determinará su actitud. La actitud representa una forma de ser, una posición, bra
inclinación o tendencia, es la variable intermedia entre una situación y la manera en s
cómo se responde a ella. Las prácticas ante el proceso salud-enfermedad son clav
acciones observables en los individuos y están presentes en los niveles individual, e
familiar y comunitario e impactan en la salud general de las poblaciones. Este trabajo Bi
es una aproximación al tema, haciendo un acercamiento al caso de la población blio
mexicana. graf
ía
Palabras clave Ar
cultura de la salud, conocimientos en salud bucal, actitudes en salud bucal, prácticas tícu
en salud bucal, salud bucal en méxico lo
co
Abstract
mpl
The aim of this work is to review the literature concerning knowledge, attitudes and
eto
practices (KAP) in oral health, the three cultural components influencing the incidence
(ex
of diseases of the oral cavity. The concept of culture and its components have passed
clus
through three phases: the concrete phase, the abstract phase and the symbolic phase.
ivo
The latter is the currently valid, and the one on which other areas of knowledge,
a
including health sciences, have worked. Culture can be learned, standardized and
sus
shared. Cultural components are transmitted through the processes of socialization
crip
(primary and secondary socialization) and they help determine the way in which health,
tore
and therefore the health-disease process, is understood by individuals. Knowledge is
s)
the result of social and cognitive processes determined by the characteristics accepted
A
by and representative of the social group in which they develop; it is the cognitive part
uto
of culture. The notion that every human being may have about oral health will
eva
determine his/her attitude towards it. Attitude is a way of being, a position, an inclination
lua
or tendency, it is a variable between situations and how people respond to them.
ció
Practices in the health-disease process are actions that can be observed in individuals.
n
They are present at the individual, family and community levels, and they impact on the
T
overall health of the population. This work is an approach to the theme, in which we
em
discuss the case of the Mexican population.
a
prin
Key words
cip
health culture, oral health knowledge, oral health attitudes, oral health practices, oral
al
health in mexico
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SII
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María de los Án Ramírez, 37684, Blvd. UNAM No. 2011 Predio el
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Artículo completo K
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COMPONENTES CULTURALES QUE INFLUYEN EN LA SALUD BUCAL wor
(especial para SIIC © Derechos reservados) ds

Introducción Aut

La salud bucal es parte integral de la salud general, las enfermedades que afectan or

la cavidad oral repercuten en la salud mental y física de los individuos. Existe


evidencia de la relación existente entre las afecciones orales y un peso corporal Artí

bajo, trastornos del sueño y de la alimentación debidos al dolor y cambios en los cul

procesos digestivos, etcétera.1 os

La salud bucodental es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) Cor

como “la ausencia de dolor orofacial crónico, cáncer de boca o garganta, llagas res

bucales, defectos congénitos como labio leporino o paladar hendido, enfermedades pon

periodontales (de las encías), caries dental y pérdida de dientes, y otras den

enfermedades y trastornos que afectan la boca y la cavidad bucal”.2 Esta definición cia

normativa3 es reconocida por investigadores y profesionales de la salud en todo el


mundo, sin embargo, el concepto de salud bucodental, el proceso salud- Pat

enfermedad, y por lo tanto, el sentirse sano o enfermo es diferente para cada grupo roci

social. La conceptualización de salud bucal que cada persona perteneciente a un nio

grupo social tiene está determinada por los parámetros de “normalidad” que el y

grupo acepta y determina; además, se ve influida por las condiciones rec

socioeconómicas y culturales en las que éste se desarrolla.4,5 ono


cimi

La principal enfermedad bucal es la caries dental, ésta es considerada un problema ent


de salud pública a nivel mundial debido al impacto negativo que genera en los o
ámbitos social, económico, psicológico y sobre la calidad de vida, además de que
debido a su carácter multifactorial, prevenirla y controlarla no es tarea sencilla.6 Los Imp
integrantes de grupos socioeconómicos bajos presentan mayor prevalencia y rimi
gravedad de caries7 debido a factores como el déficit de servicios sanitarios, la r
accesibilidad a los servicios odontológicos de salud y el poco poder adquisitivo para est
obtener instrumentos como pasta, cepillo e hilo dental. Con lo anterior es usual que a
se presente una restricción en el desarrollo de hábitos saludables y las condiciones pág
de vida se vean afectadas, al igual que el desarrollo social y cultural. 8,9 ina

Diferentes estudios han informado una disminución de los índices de caries en los
últimos años en los países desarrollados. Sin embargo, en los países emergentes, Cla

la situación no presenta el mismo panorama favorable, debido, entre otras factores, sific

a la falta de programas preventivos culturalmente adecuados, aunada al poco ado

conocimiento de las necesidades reales de las comunidades sobre el cual se puede en

basar el diseño de los programas y las políticas públicas tendientes prevenir la


aparición de nuevos padecimientos y al mejoramiento de la salud bucal de los Artí

individuos.10,11 En México, la descripción y evaluación de los componentes culturales cul

que influyen en la salud bucal de los mexicanos es fundamental para promover y os

desarrollar soluciones interdisciplinarias para el fortalecimiento de los proyectos y orig

las políticas públicas tendientes a mejorar la salud bucal de la población. 12 Tomando inal

en cuenta lo anterior, la presente revisión bibliográfica plantea realizar un es>

acercamiento a la descripción de los componentes culturales, conocimientos, Exp

actitudes y prácticas que afectan la salud bucal en la población mexicana. erto


s

La selección bibliográfica para la realización del presente artículo se llevó a cabo del

consultando las bases de datos PubMed, Google Académico, Scielo, Redalyc, DGB Mu

UNAM y recursos disponibles de la Secretaría de Salud de México. Se compilaron ndo

artículos originales, libros, tesis de maestría y doctorado, así como programas y


planes de salud, se seleccionaron los que aportaron mayor información sobre Esp

cultura y la salud bucal. eci


alid
ad

La cultura y su transmisión prin

La conceptualización de la cultura ha pasado por una dramática transformación a cip

través de los años; debido a su complejidad, aun en nuestros días no existe un al:

término único que la defina y es amplia la cantidad de autores que la describen


desde los enfoques propios de las disciplinas que la estudian. Ha sido analizada a
través de los años principalmente por la antropología, esta área es la más aceptada Rel

e influyente y sobre la cual se describen las consideraciones necesarias para aci

comprenderla. ona
das

El reconocido sociólogo Gilberto Giménez,13 en su libro Estudios sobre la cultura y :


las identidades sociales, detalla la forma en la que la cultura ha sido estudiada por
los autores más representativos en el área: Tylor, Boas, Geertz y Thompson.

La fundación del concepto de cultura comienza en 1871 con la visión del


antropólogo Edward B. Tylor,14 que en su obra Primitive culture la describe como
“aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, el derecho,
la moral, las costumbres y cualquier otro hábito o capacidad adquirido por el
hombre en cuanto perteneciente a la sociedad”, este significado de corte
etnográfico se basa en el análisis de los comportamientos e interacciones de los
individuos en su grupo social. Para Tylor, la civilización de todos los pueblos se
iniciaba con las características míticas y divinas de los grupos primitivos,
posteriormente se modificaban según su paso por diferentes etapas, todas ellas
idénticas para todos, bien definidas en diferentes momentos pero cada una
avanzando con diferentes ritmos hacía su evolución, en otras palabras, la cultura es
uniforme en los diferentes grupos, sólo que es vivida en diferentes momentos.

El antropólogo Franz Boas,15 por su parte, definió la cultura como "la totalidad de las
reacciones y actividades mentales y físicas que caracterizan la conducta de los
individuos componentes de un grupo social, colectiva e individualmente, en relación
con su ambiente natural, con otros grupos, con miembros del mismo grupo y de
cada individuo hacia sí mismo”. Boas reconoció la pluralidad entre las culturas,
contraponiéndose a la visión rígida de Taylor. Tras esta propuesta se identifican
tres fases históricas de la cultura, la fase concreta, la fase abstracta y la fase
simbólica.

La fase concreta estaba relacionada con las costumbres de la visión de Tylor y, por
lo tanto, la cultura era vista como el modo de vida que caracterizaba a un grupo; en
la fase abstracta se cambian las costumbres por los modelos normativos que
regulan los comportamientos en un mismo grupo social.13

En los años noventa, aparece la fase simbólica de la cultura, en el sentido que le


dan Geertz16 y Thompson17 es vista como “una telaraña de significados” o como “las
pautas de significados históricamente transmitidos y encarnados en formas
simbólicas, en virtud de las cuales los individuos se comunican entre sí y comparten
sus experiencias, concepciones y creencias”.
A raíz de este bagaje histórico, Giménez retoma la simbología y define la cultura
como: “la organización social de significados, interiorizados de modo relativamente
estable por los sujetos en forma de esquemas o de representaciones compartidas,
y objetivadas en formas simbólicas, todo ello en contextos históricamente
específicos y socialmente estructurados”.13

El enfoque simbólico ha sido adoptado en numerosas disciplinas como la


sociología, las ciencias políticas, incluso en ciencias de salud como la medicina y la
psicología.12 Jean18 define la cultura de la salud como “un conjunto de elementos
que median y califican cualquier actividad física o mental que no sea determinada
por la biología y que sea compartida por diferentes miembros de un grupo social.
Se trata de elementos sobre los cuales los actores sociales constituyen significados
para las acciones e interacciones sociales concretas y temporales, así sustentan
las formas sociales vigentes, las instrucciones y sus modelos operativos. La cultura
incluye valores, símbolos, normas y prácticas.”
En un determinado contexto cultural, los individuos cristalizan sus pensamientos,
conocimientos y creencias a través del aprendizaje, por lo tanto la cultura es
aprendida.18 Es estandarizada porque está determinada por y para todo el grupo
social, y para ser compartida con los demás miembros de la sociedad, se necesita
del lenguaje, que permite la transmisión e interpretación de la cultura y sus
componentes.19-22

Para que un individuo se adentre en la cultura de un grupo es necesario que pase


por un proceso llamado socialización. La socialización es el proceso que desarrolla
la personalidad de los individuos, fundamentado en su aprendizaje cultural y la
transmisión generacional de éste. Existen dos procesos consecutivos de
socialización, la primaria y la secundaria.23
De acuerdo con Berger y Luckman,20 en la socialización primaria se parte del
supuesto de que los individuos al nacer no pertenecen a ningún grupo social, sin
embargo, nacen con la disposición de pertenecer a una sociedad. Al completar este
proceso primario, llevado a cabo en la niñez, el individuo es considerado ya como
parte de un grupo social. En esta etapa son importantes los significantes, es decir,
las personas con las que se tiene una relación afectiva y estrecha que hace posible
la transmisión de significados culturales y la comunicación, por lo que se convierten
en sujetos influyentes en el proceso de socialización.

En la socialización secundaria se adquieren conocimientos específicos de los roles


propios de cada profesión o actividad a la que se dedique el individuo. Durante la
socialización secundaria se adquieren vocabularios específicos, significados,
actitudes, sentimientos de cada rol; es así como en esta etapa se internalizan
submundos como parte de la realidad.20

Los padres y familiares son responsables de manera inicial de la transmisión


cultural a los menores, éstos a su vez harán lo propio con las futuras generaciones,
convirtiéndose así en los significantes de sus propios hijos o familiares. El rol que el
significante ejerza está socialmente aceptado, depende del género, del lugar que
ocupe en la familia y el papel que desempeña con base en su ocupación o
profesión. Dichos aspectos impactan en la percepción del proceso salud-
enfermedad, las conductas, los estilos de vida y por lo tanto determinarán la
manera en la que se utilizan los servicios de salud.24

Los roles son representados y asignados por los integrantes de una sociedad, son
determinantes para comprender la manera en la que se va constituyendo la cultura
de la salud bucal. El papel del padre generalmente es de proveedor económico.25 La
madre durante algún tiempo se limitó al mantenimiento de hogar, no tenía un
trabajo remunerado, por lo cual la sociedad aceptó su rol como cuidadora y
responsable de la salud familiar, es ella quien decide la ruta de atención sobre la
base de sus conocimientos y la percepción del proceso salud-enfermedad
determinado en su grupo social.24,26,27
Componentes de la cultura de la salud bucal en México
Para realizar cambios en los proyectos tendientes a mejorar la salud pública bucal
de las poblaciones es necesario en primer lugar hacer diagnósticos culturales que
den un panorama de, entre otros componentes, los conocimientos y actitudes cuya
relación influye en las prácticas realizadas en el proceso salud-enfermedad.28,29

Los conocimientos en salud bucal son descritos como la información a la que se


tiene acceso con referencia a los cuidados necesarios para mantener sanas las
estructuras bucodentales y que serán la base para tomar decisiones en materia de
salud. Entre las fuentes de obtención de conocimientos en salud bucal se enlistan
los servicios de salud, los medios masivos de comunicación, la escuela, la familia,
el grupo social, el ambiente y los acontecimientos de la vida diaria. 30 Los
conocimientos son resultado de procesos sociales y cognitivos que están
determinados por las características aceptadas y representativas del grupo social
en el que se desarrollan. Son cristalizados mediante el aprendizaje y pertenecen a
la parte cognitiva de la cultura; es parte fundamental para que un cambio de actitud
se presente, sin embargo, son necesarios otros factores como la motivación para
que puedan concretarse.19,20

Los conocimientos acerca de los cuidados y los factores de riesgo que inciden en la
salud bucodental son la base para la explicación del proceso salud-enfermedad y el
fundamento para decidir qué prácticas se realizarán para el mantenimiento y la
recuperación de la salud, contribuyen a la aparición y transmisión de hábitos, entre
ellos los alimentarios y los de higiene. Los conocimientos son un prerrequisito
esencial para la mejora de la salud bucal de las comunidades.31

La transmisión de conocimientos respecto de la salud bucal no siempre se da bajo


supuestos científicos, también existe la transmisión de conocimientos populares,
por ejemplo, en México es común la creencia popular de que “cada hijo significa un
diente perdido”, es decir, que cada embarazo implica la pérdida de un diente, esta
relación no es del todo certera, pues durante la gravidez es necesario tener
especial cuidado con la higiene bucal, ya que los tejidos están más propensos a
padecer alteraciones debido a los cambios hormonales y fisiológicos propios del
estado gestacional, sin embargo, este estado por sí sólo no es indicativo de pérdida
dentaria.32,33 Otra información popular, determinada por la cosmovisión mexicana es
la causa de la presencia de labio y paladar hendido, que se cree es causado por
mirar un eclipse. Esta creencia se remonta a los aztecas quienes relacionaban este
fenómeno con una luna que había sido “mordida”, si una madre miraba tal
fenómeno, lo mismo ocurriría con la cara del bebé, sin embargo, la etiología de esta
malformación congénita es conocida y se sabe que está asociada a situaciones
congénitas y ambientales.32,34

Otro componente cultural es la actitud que representa una forma de ser, una
posición, inclinación o tendencia con respecto a un objeto o una situación, puede
entenderse también como un vínculo entre lo que el sujeto conoce, su visión del
mundo y la manera en la que actúa en consecuencia. Es posible que exista un
cambio favorable de actitudes y prácticas en salud bucal cuando se tenga un mejor
conocimiento sobre el cuidado de la cavidad oral.35

El tercer componente está integrado por las prácticas, éstas son acciones
observables que un individuo ejerce en respuesta a una situación con base en su
cultura, es decir, al conocimiento que posee, la construcción de su realidad y lo que
es aceptado en su sociedad. En salud bucal, las prácticas relacionadas con la
alimentación, la higiene y las acciones realizadas para el control de las
enfermedades actúan como factores de riesgo para la aparición y el deficiente
control de trastornos bucodentales.30,31,36 Las prácticas higiénicas y de control de las
enfermedades se han documentado desde épocas prehispánicas. Los aztecas, por
ejemplo, para limpiar sus dientes utilizaban lienzos, ceniza blanca y miel blanca y
para controlar el dolor dental se estilaba punzar los dientes con un diente de
cadáver.37 Aun en nuestros días, existen informes del uso de especies botánicas en
el tratamiento de las afecciones bucales, entre ellas Bursera arida, conocida como
“aceitillo”, y Jatropha neopauciflora, conocida como “sangre de grado”, que son
utilizados en infecciones, herpes labial tipo 1, dolor dental y candidiasis.38 Para las
periodontopatías se enlistan 49 especies, entre ellas la manzanilla, para el
tratamiento de la gingivitis, y el capulín para el dolor y la hemorragia gingival. 39,40 La
alimentación desempeña un papel importante en la incidencia de enfermedades.
México presenta un panorama de polos opuestos, se reconoce que en los hogares
pobres el aporte alimentario está limitado a cierta clase de alimentos,
principalmente maíz, y en los hogares donde el aporte económico es suficiente para
cubrir las necesidades básicas, se encuentra una mayor diversidad compuesta por
frutas, verduras y vegetales, dicha disparidad representa una desventaja para
sectores de la población con escasos recursos económicos. Asimismo, la encuesta
señala la tortilla de maíz, jitomate, huevo, frijol, leche y refrescos como los
alimentos de mayor consumo en nuestro país.41-43

El consumo anual de bebidas carbonatadas y azucaradas alcanza entre los


mayores de 10 años, entre 488 y 627 piezas de 355 ml cada una; al día se reporta
una ingesta promedio de 600 ml por persona; esto representa un consumo elevado
que actúa como factor de riesgo de caries debido a que estas bebidas presentan un
pH ácido (entre 2.46 y 3.96) y un alto contenido de azúcar.44,45

El consumo de alimentos y bebidas azucaradas es una práctica frecuente entre los


niños. Existen evidencias del elevado consumo de bebidas azucaradas y el
deficiente aseo bucal después de dicha actividad. En un estudio realizado en 2011,
se encontró que los niños consumen más bebidas azucaradas que agua porque el
consumo de esta última está asociada únicamente con la actividad física.46,47

Conclusiones
Sería favorable que los programas de promoción para la salud bucal prestaran
especial atención a las niñas, pues el rol que representan como madres está
determinado, en ellas recaerá el peso del cuidado de la salud de la familia y son las
principales transmisoras (significantes) de conocimientos y actitudes, además de
ser la primera persona en inculcar el hábito de higiene oral, que si ellas mismas no
practican difícilmente podrá ser conocido y aceptado por los hijos.

En una sociedad como la mexicana, que tiene una amplia diversidad de grupos
socioculturales, la descripción y el análisis del impacto que tiene la cultura en la
percepción, el conocimiento, la actitud y por lo tanto en las prácticas en salud bucal,
es de interés primordial para sentar las bases científicas y culturales que pueden
ser utilizadas en el diseño de programas y políticas públicas de salud bucal. En los
programas de salud bucal se deben reconocer las diferencias culturales que existen
en el país. Los programas deben ser más enfáticos en la prevención de las
enfermedades educando para ello a la población, intentando romper los círculos
viciosos en la transmisión de conocimientos y los hábitos perniciosos en las
familias, basándose siempre en estrategias culturalmente adecuadas que
justifiquen las acciones y que garanticen el mayor aprovechamiento de los recursos
destinados, así como un mayor cumplimiento de los objetivos. Además, es
necesario el estudio de los componentes culturales de la salud bucal desde un
abordaje multidisciplinario en beneficio del reconocimiento de las diferencias
existentes entre contextos culturales de las comunidades mexicanas. México es un
país de gran diversidad cultural, por lo tanto, no podemos considerar que hay sólo
una cultura de la salud bucal, por el contrario, es adecuado señalar que existen
varias culturas de la salud bucal. Es necesario identificar los CAPSB de los distintos
grupos socioculturales en este país mediante el trabajo colaborativo, en pro del
respeto y el aprendizaje de métodos de curación diferentes de los que se practican
en la odontología actual, y dirigir los programas, planes y políticas de salud bucal
hacía la inclusión de grupos mexicanos que utilizan medicina popular y al
mejoramiento de la competencia cultural.

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