Você está na página 1de 5

Verónica Gerber Bicecci | Ensayo

TELEGRAMA
El siguiente ensayo pertenece al libro Mudanza (Auieo ediciones, segunda
edición en PDF, México, 2014). Se reproduce en estas páginas con el permiso de
la editorial (www.auieo.mx) y de la autora. El libro completo se puede leer en:
http://veronicagerberbicecci.net/pdfs/mudanza_2aed.pdf

Si uno se echa de cabeza en un canal, ¿es posible que el cuerpo no salga a flote un
día, que no haya niños que encuentren jugando una mano, y pegado a ella un hom-
bre entero? ¿O es que uno puede deshacerse en el aire como una palabra? ¿Cuál
es la fuerza capaz de hacernos invisibles? ¿Qué cosa llena el espacio que dejamos
vacío, de qué está hecho? ¿Y a dónde van a dar los ojos, el pelo, las orejas?
Ulises Carrión, De Alemania.

L
a palabra es una entidad soluble. Una sustan- Para 1972 Ulises había terminado su posgrado en
cia que sufre varios estados. Sólida cuando se Lengua y literatura inglesa en la Universidad de Leeds
escribe sobre una hoja de papel: la tinta cris- y decidió establecerse en Ámsterdam. A Sylvie no le
taliza sus formas, el enunciado sus límites y la sorprendió que Ulises no quisiera volver a México, pero
puntuación sus intervalos. La conversación, en quedó desconcertada cuando éste le dijo que no sólo
cambio, es líquida: el diálogo es un manantial que se permanecería en Ámsterdam indefinidamente sino que
alimenta de sonido, fluye en tiempo y espacio, de ida pensaba dejar de escribir y de leer. Recordó La muerte
y vuelta, desde quién habla hasta el que escucha. La de Miss O (1966) y De Alemania (1970), libros que Uli-
palabra es gaseosa cuando murmura, cuando se di- ses ya había publicado; tantos años procurándose el
suelve en expectativas ajenas, cuando se reconstruye camino de las letras y ahora simplemente desistía.
de boca en boca, cuando se descompone y cambia de
sentido. El rumor y el chisme son gaseosos, volátiles. Sylvie en París a Alison en Boston:
Como los decibeles necesarios para producir una ava-
lancha, es importante elegir a la persona adecuada para […]
empezar la cadena, el resto, es solo espera y contagio. Sylvie
Tal vez es sólo un desplante.
Ulises en Ámsterdam a Sylvie en París:
Alison
[…] ¿Y si no?
Ulises
Ni una letra. Ulises nació en 1941 en un viejo caserón en San An-
drés Tuxtla, Veracruz. En esa casa, su madre guardaba
Sylvie todos los recortes de periódico que lo mencionaron.
¿Así nada más? Thomas recordaba una hermosa carpeta de cuero con el
suplemento “Estela Cultural” en el que habían publica-
Ulises do “La Prueba”, cuento con el que Ulises ganó el concur-
¿De qué otra forma entonces? so literario de la Federación Estudiantil Veracruzana. Tenía

t 12 ANAGNÓRISIS
apenas 19 años y su vocación era muy clara. Después Alfred
de publicar su segundo libro, un largo artículo de un Si, algo.
periódico nacional, lo enlistó como parte de la genera-
ción joven de escritores que le seguía a Pitol, del Paso, Thomas
Elizondo y García Ponce. Su abandono era un vuelco in- ¿Entonces?
esperado para todos.
Alfred
Alison en Boston a Thomas en Boston: ¿Entonces qué? Entonces nada.

[…] Iba al fondo de los textos porque quería volver de ellos


Alison para inventar nuevos mecanismos. Mostrar la urdimbre
Eso dijo Sylvie. que conecta al mundo en una sola composición, trans-
formar el aislamiento literario, criticar el oficio que
Thomas impera y limita el mensaje. Convertir la literatura en
No puedo hacer nada. un suceso plural desde el principio, desde la creación.
Tal vez Alfred fue su mejor y único interlocutor pues,
Alison sin ser poeta, entendió la deformación que sufrían sus
Habla con Alfred. ideas. A diferencia de los demás, entendió su paulatina
distancia de la escritura a pesar de que se internaba en
Para sus primeros ejercicios no literarios, Ulises se- un espacio poco claro, poco visitado.
leccionó páginas al azar de algunos libros que habían
sido sus lecturas habituales. No deseaba deslindarse Querido Octavio,
de la página escrita sino repensarla. Trazó líneas rectas …Yo no quiero ni puedo imponer un contenido porque
con un estilógrafo fino de tinta negra entre renglón y no sé qué quieren decir exactamente las palabras (¿y
renglón, unía las letras de arriba con las de abajo su- cómo saber si el lector sabe?). No estoy seguro abso-
cesivamente en una especie de orografía resonante de lutamente de nada. Lo que sí sé de seguro es que las
la página (Print & Pen, 1970). estructuras están allí, de que las entiendo como el lec-
Los alfabetos son limitados, es la disposición de las tor las entiende, de que se mueven si las toco, y de que,
letras la que produce sentido. Escribir una palabra es entonces sí, “emiten” […] Eso es todo lo que le pido al
maquilar un tejido de grafías ambiguas. Ulises buscaba lector quien, seguramente, tiene muchas otras cosas
las ordenaciones subterráneas de lo escrito, sabía que que hacer además de y tan respetables como leer. No
debajo de los textos se dibujan estructuras, así como las puedo exigirle que pase horas y días leyendo mi texto,
había en una conversación, en un chiste, en un guión o notando de paso qué apropiadamente escojo los adje-
en un plano arquitectónico. Para descubrirlas, se con- tivos, o con qué sutileza el incidente de la página 125
centró en componer una esquematización paródica de está anticipado en la página 8...
la poesía clásica española: un sistema gráfico de ver- En la otra literatura el mensaje es falsamente plu-
siones y plagios visuales, donde la palabra se de/cons- ral. El autor transmite un mensaje, y cada lector recibe
truye en signo, en puntuación, en pregunta, en caja: un mensaje diferente que es, cada vez y en cada caso,
rectángulos que rodean estrofas, cuadrados y pirámides un mensaje. En cambio las estructuras (pero insisto,
sin texto que señalan ordenaciones significativas de los puestas en claro, en movimiento, y en contacto unas
tipos: cada párrafo dibuja una forma distinta, algunos con otras) no transmiten un mensaje sino cualquiera.
se repiten en figuras geométricas idénticas, formas den- Muchos. Todos. Y ninguno a la vez. Contienen su pro-
tro de otra forma. El poema existe solamente en sus pia negación […]
contornos, en su configuración espacial. (Gráficas de Ulises Carrión
poesía, 1970). 22 de octubre, 1972

Thomas en Boston a Alfred en Leeds: Querido Ulises,


…Literario o no todo texto posee una estructura… Sin
[…] ellas no hay texto pero el texto no se puede reducir a
Thomas su estructura. Cada texto es distinto mientras que las
¿Entiendes? estructuras son las mismas: no cambian o cambian

ANAGNÓRISIS 13 u
Daniel Lezama | Las tres gracias de Zanzibar | Óleo sobre lino | 240 x 320|Colección privada, México.

poquísimo… Usted convierte lo que llama “estruc- suceso literario hacia otras disciplinas, pensaba que to-
turas en movimiento” en textos o, más bien, antitextos das las artes pueden explicarse con un mismo esquema
poéticos. Textos destinados a una empresa única: la general, desde una misma estructura: el suceso comu-
destrucción del texto y de la literatura. Usted se pro- nicativo. Y eso, desde luego, producía conmoción entre
pone hacer otra literatura. Todos han querido hacer los escritores tradicionales.
lo mismo pero usted introduce una variante: su litera-
tura otra no es suya sino de los otros. Reconozco en Alfred en Leeds a Martha en Berlín:
esta declaración a las sucesivas vanguardias de nues-
tro tiempo, de Mallarmé para acá: escribir un texto […]
que sea todos los textos o escribir un texto que sea la Martha
destrucción de todos los textos. Doble faz de la misma ¿Está yendo hacia algún lado?
pasión por lo absoluto.
Octavio Paz Alfred
3 de abril, 1973 Supongo.

Ni Sylvie, ni Alison, ni Thomas estaban enterados de El mismo año en que su círculo de amigos recibió la
que Ulises le había enviado a Octavio Paz sus Gráficas, noticia de su renuncia, comenzó a escribir un manifies-
que sostuvieron correspondencia varios meses y que to a la manera de las desaparecidas vanguardias. Ahí
parte de sus nuevas poesías experimentales serían pu- definió las claves de su propuesta para la otra literatu-
blicadas en Plural (no. 16, enero 1973). Falsa paradoja: ra. El nuevo arte de hacer libros sería publicado hasta
por un lado Ulises dejaba la literatura o parecía desertar 1980 bajo el título Second Thoughts:
y, por el otro, estaba a punto de publicar en una impor-
tante revista literaria. Necesitaba correr los límites del Un libro es una secuencia de espacios y momentos.

t 14 ANAGNÓRISIS
Un escritor, a diferencia de la creencia popular, no es- en la progresión del objeto y no solamente en la de las
cribe libros. palabras, en un objeto preciso y cerrado. Tal vez por
Un escritor escribe textos. eso, para él y para tantos más, el vacío y el silencio son
El libro puede ser el recipiente accidental de un texto una perfección inalcanzable: en un ánimo de síntesis y
cuya estructura es irrelevante al libro: éstos son los li- reducción, de decir lo más con lo menos, cualquiera as-
bros de las librerías y bibliotecas. piraría a la hoja en blanco.
En el arte viejo, el escritor escribe textos.
En el arte nuevo, el escritor hace libros. Martha en Berlín a Alison en Boston:
Hacer un libro es actualizar sus secuencias espacio-
tiempo ideales mediante la creación de secuencias pa- […]
ralelas de signos, ya sean verbales u otros. Martha
En un libro viejo, todas las páginas son iguales. Hablé con él hace muy poco.
En un libro nuevo, las palabras pueden ser diferentes
en cada página, pero cada página es como tal idéntica Alison
a las que las preceden y a las que la siguen. ¿De qué se trata?
El escritor del arte nuevo escribe muy poco, o no es-
cribe. Martha
En el arte viejo todos los libros se leen de la misma No sé, ¿importa?
manera.
En el arte nuevo, cada libro requiere una lectura dife- Alison
rente. No sé… Sí, supongo
El libro más bello y perfecto del mundo es un libro
en blanco, de la misma manera que el lenguaje más Los libros que confeccionó asumiendo esta nueva
completo es el que se encuentra más allá de todas las literatura son una mezcla de retórica y minimalismo:
palabras que el hombre pueda pronunciar. cuaderno de media carta de papel kraft dividido hori-
[…] zontalmente en dos campos. La parte inferior una se-
rie de rayas paralelas que se insinúan como imagen
A partir de esta declaración de principios fundó Other de las palabras flotando en la parte superior: líneas/
books and so, una gran biblioteca de libros de artista, lines, alambres/wires, látigos/whips, fideos/noodles,
suyos y de otros: series de anaqueles repletos de ejem- poesía/poetry. Las líneas trazadas son un camino a
plares borrados o pintados, poesía sin poemas, mapas las palabras y las palabras un camino hacia las líneas
mentales, redes, paradojas, paseos. Libros en los que la (Tras la poesía, 1973); algunas minihistorias concre-
expresión física del objeto es coherente con el conteni- tas: conjugaciones del verbo amar en inglés. I loved, I
do, sea texto o imagen: un juego de configuraciones que don’t love, I’ll love en un libro papel bond blanco me-
se muerden la cola. dia carta, tres conjugaciones por página. La historia de
De algún modo, Ulises se convirtió en un editor de cualquiera puede contarse conjugando sucesivamente
literatura conceptual. Ésa que a pesar de suceder en el verbo amar en presente, pasado y futuro (Love stories
palabras, hojas o libros, ya no nos habla del mismo –conjugations, 1973); o una larga conversación: a par-
modo. La literatura conceptual es un modelo corto y tir de la conjunción &, Alfred, Thomas, Alison y Sylvie
conciso, una molécula de sentido. Se desarrolla no sólo se añaden y eliminan en párrafos construidos con sus
en el significado y sentido de las palabras sino en la or- propios nombres, justo como aparecen y se eliminan los
denación espacial ligada al campo semántico. Cimiento personajes en el guión de una discusión sin contenido,
y estructura: forma y fondo se empalman en idea, en sólo nombres: Sylvie & Alison; Sylvie & Alison & Thom-
concepto. La idea sucede de otra manera en la totali- as; Thomas & Alfred; Alfred & Martha. Martha & Alison
dad del libro, justo donde el principio y el final se tocan. (Arguments, 1973).
Donde la palabra se encuentra consigo misma, donde En los años subsecuentes, Ulises siguió haciendo ex-
está a punto de evaporarse su sentido. Ulises llevó la perimentos, se acercó al mundo literario por el patio de
tradición del arte conceptual al subsuelo de la escritu- atrás. Libros en los que boxeadores pelean a través de
ra, una literatura en la que el título tiene el poder de la transparencia que producen las páginas de un libro
completar la obra y la metáfora se condensa fuera de la de peyón (Mirror box, 1979), citas absurdas extraídas
insinuación porque sucede; donde la narración ocurre de cartas personales (Anonoymous quotations, 1979),

ANAGNÓRISIS 15 u
los bordes verticales de un libro carcomidos (Margins, Ulises sabía que Sylvie convertiría una conversación
1975). Sus últimos libros fueron cada vez más puros y en un acontecimiento: el chisme. Lo que empezó como
encerrados: letras agrupadas, solitarias en la página: aa una noticia, terminó en una preocupación generalizada
ab ac (Exclusive groups, 1971) o construcciones textua- vía telefónica: que si se estaba volviendo loco, que si les
les que aluden a la dedu- estaba tomando el pelo, que
cción: If A isn’t true/ and if si eran sólo ejercicios para
AB is true/ then B’s truth lies complementar su labor de
in C (Syllogisms, 1971). escritor, que si no requería
En 1977 inventó el Sistema ningún tipo de talento hacer
Internacional de Arte Correo lo que él hacía, que si estaba
Errático, una oficina para desaprovechando todo el
enviar y recibir mensajes rea- tiempo que ya había inverti-
lizados en cualquier medio y do. Mientras tanto, y sin que
formato. Buscaba fortalecer los otros lo supieran, Ulises
la comunidad internacional dibujó la red propagada.
de artistas e incitarlos a dise-
ñar su propio libro inédito El proyecto consistía en
retomando una idea de Hans lanzar algún chisme con la
Werner. Envió a cada uno de ayuda de un grupo de ami-
sus amigos una postal con la gos llevando un registro tan
leyenda “ART IS:” Recuperó preciso como fuera posible
358 respuestas tanto en ima- de la evolución del chisme
gen como en texto (Defini- por la ciudad y, como paso
tions of Art, 1977). final, dar una conferencia
Pero el libro y el correo no acerca de todo el proceso. La

Daniel Lezama | Niña dormida | Óleo sobre lino | 170 x 130 | Colección del artista.
fueron suficientes. En los fo- conferencia debía de tener
togramas Ulises encontró las un carácter formal –para
páginas de los que serían sus contrarrestar la informali-
últimos libros. Un video es dad con la que el chisme es
una secuencia espacio-tem- comúnmente asociado. De-
poral, tal como él había propuesto que lo fuera el libro. cidí tomarme a mí mismo como única materia dispues-
A partir de 1978 trabajó con soportes todavía más aleja- ta al chisme, con el fin de evitar malentendidos hasta
dos de la palabra escrita, aunque siempre conservó sus donde a mis esfuerzos tocaba (Gossip, Scandal & Good
destellos de narrativa. Empezó filmando la destrucción Manners, 1981).
de un libro: en uno de los extremos de una mesa, un par
de manos arrancan las páginas de una novela y, en el Una sola búsqueda. Entender las disciplinas como
otro, un par de manos desdoblan y desarrugan las hojas soportes para las ideas y no como universos de cono-
desprendidas para rearmar el ejemplar (A Book, 1978). cimiento diferenciado y distante. Una imagen puede
resonar en palabras, lo mismo que las palabras cons-
Alfred en Leeds a Ulises en Ámsterdam: truyen imágenes. Para Ulises, y para muchos de los ar-
tistas de los setentas, se trata de elegir el contenedor
[…] más adecuado, sea cual sea, para decir mejor eso que
Alfred se trate de decir. Riesgo que en muchos de los casos re-
Efecto dominó. sulta fallido.
Bola de nieve. Se dice que Ulises murió de sida el 2 de octubre de
Fue casi perfecto. 1989.
La poesía de Ulises Carrión no es poema. Sus escritos
Ulises son un vértice, una intersección, la pequeña estación a
Eso creo. la que uno arriba en medio de un larguísimo viaje para
trazar la siguiente ruta. Sus trabajos son un paisaje ex-
tendido, un poema que, sin dejar de ser el signo trazado,
ya es otra cosa.¬

t 16 ANAGNÓRISIS

Você também pode gostar