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IMPARCIALIDAD JUDICIAL-Fundamento
El despliegue que hacen los jueces para decidir un caso, hace poco
plausible que la aplicación del derecho pueda ser tomada como un
ejercicio mecánico consistente en encajar o hacer encajar hechos en
supuestos normativos. O por el contrario, que pueda ser tomada como
una tarea completamente desligada de las reglas jurídicas y su
contenido. Ambas opciones son en realidad poco plausibles. De ahí, que
la forma de entender al operador jurídico que toma decisiones
judiciales, se asuma dentro de los parámetros de su condición como
persona y de las normas como su medio para lograr un fallo judicial.
Esta forma de comprender la práctica judicial incide directamente en la
forma de comprender el principio de imparcialidad judicial y las
garantías que éste brinda en un Estado Constitucional. La Sala
encuentra que la complejidad en la aplicación de las reglas jurídicas
para dictar fallos judiciales y su correspondiente incidencia en el
principio de imparcialidad judicial, puede deberse a que la práctica
jurídica en general sugiere por definición las defensa de intereses
determinados. La defensa estratégica de intereses mediante la práctica
del derecho es parte esencial de la estructura de éste. Sin embargo, la
posición de los jueces frente a lo anterior, es diferente. Estos toman
decisiones que tienen que atender a la concreta justicia para el caso;
además, tales decisiones deben estar conformes al derecho vigente. De
igual manera, esta restricción se extiende a la motivación de sus fallos y
al procedimiento que condujo a ellos.
Magistrado Ponente:
Dr. HUMBERTO ANTONIO
SIERRA PORTO
AUTO
I. ANTECEDENTES
II. CONSIDERACIONES
1 Al respecto, ver: Corte Constitucional, Auto 047 de 2005 (MP Alfredo Beltrán Sierra) En este caso
se resolvió “[d]eclarar la falta de legitimación del ciudadano Christian Fernando Cardona Nieto para
formular la recusación a que se ha hecho referencia en esta providencia contra el Magistrado doctor
Jaime Araujo Rentería, la cual, además, no es pertinente.”
2 Artículo 27, Decreto 2067 de 1991.
3 Artículo 28, Decreto 2067 de 1991.
4 Corte Constitucional, Auto 056a de 1998 (MP Fabio Morón Díaz) En este caso se consideró con
respecto al artículo 28 del Decreto 2067 de 1991 que, “el recto entendimiento de la norma citada
indica que sólo debe dárseles curso a las (recusaciones) propuestas por el señor Procurador General
de la Nación y por los actores”.
5 Corte Constitucional, Auto 069 de 2003 (MP Álvaro Tafur Galvis). En este caso se reiteró la
jurisprudencia citada anteriormente [Auto 056a de 1998 (MP Fabio Morón Díaz)], pero se hizo la
distinción entre los procesos de constitucionalidad iniciados por demanda ciudadana, y aquellos en los
que se ejerce por la Corte un control oficioso sobre la exequibilidad de normas sujetas al mismo por
disposición constitucional, caso este último en el cual si se encuentra legitimado para formular una
recusación cualquier ciudadano y también el Procurador General de la Nación, pues resulta evidente
que en tales procesos no existe ningún demandante.
Así pues, teniendo en cuenta que la ciudadana Mónica Beltrán Espitia es
la demandante dentro del proceso de la referencia, esta Corporación
considera que está legitimada, en atención a lo expuesto anteriormente,
para recusar a los Magistrados de la Corte Constitucional en el proceso
citado.
8 En este proceso se propuso la recusación contra el Magistrado Ponente, con base en que éste había
participado en trabajos académicos sobre el tema y por vínculos con instituciones educativas de
tradición confesional. Ver Expediente D-5764
9 En este proceso se propusieron varias recusaciones; entre otras, una propuso que ninguno de los
Magistrados podía decidir sobre el asunto porque éste afectaba a los Congresistas, quienes a su vez son
los competentes para investigar la conducta de los mismos Magistrados. En otra solicitud, se planteó
que un Magistrado que había emitido unas declaraciones, cuyo contenido se interpretó como contrario
a la persona del Presidente de la República, no estaría habilitado para votar sobre el tema. Ver
Expedientes D-5631, D-5645, D-5632, D-5656 y D-5657
Es especialmente relevante la circunstancia o causal descrita como
interés directo o indirecto, no sólo con respecto al juez sino al grupo más
cercano de sus familiares, en el resultado del proceso. Esto supone el
reporte de un beneficio directo y personal para el juez o su familia, a
partir del fallo judicial. Este beneficio puede ser material o inmaterial,
según si el interés es económico o existe alguna animadversión o
enemistad de éste frente a las partes. Todas estas posibilidades son
concretadas jurídicamente como causales de impedimento de los jueces,
quienes en estos casos pierden la aptitud esencial para la función de
juzgar, que es la imparcialidad.
10 Ver C-037 de 1996: “[u]no de los presupuestos esenciales de todo Estado, y en especial del
Estado social de derecho, es el de contar con una debida administración de justicia. A través de ella,
se protegen y se hacen efectivos los derechos, las libertades y las garantías de la población entera, y
se definen igualmente las obligaciones y los deberes que le asisten a la administración y a los
asociados. Se trata, como bien lo anota la disposición que se revisa, del compromiso general en
alcanzar la convivencia social y pacífica, de mantener la concordia nacional y de asegurar la
integridad de un orden político, económico y social justo”
11 Ibídem: “[a]sí, en lo que atañe a la administración de justicia, cada vez se reclama con mayor
ahínco una justicia seria, eficiente y eficaz en la que el juez abandone su papel estático, como simple
observador y mediador dentro del tráfico jurídico, y se convierta en un partícipe más de las relaciones
diarias de forma tal que sus fallos no sólo sean debidamente sustentados desde una perspectiva
jurídica, sino que, además, respondan a un conocimiento real de las situaciones que le corresponde
resolver. Las consideraciones precedentes implican, en últimas, una tarea que requiere, como
consecuencia de haber sido nuestro país consagrado en la Carta Política como un Estado social de
derecho, un mayor dinamismo judicial, pues sin lugar a dudas es el juez el primer llamado a hacer
valer el imperio de la Constitución y de la ley en beneficio de quienes, con razones justificadas,
reclaman su protección”. [Subrayas fuera de texto]
12 HOLMES Oliver Wendell. Law in Science and Science in law [El Derecho en la Ciencia y la
Ciencia en el Derecho]. 12 Harv. Law Review. 1899. Pág 443. [Citado en SÁNCHEZ DÍAZ Felix
Francisco. La decisión judicial y la ciencia jurídica. Ed Comares. Granada. 2002. Pág 19.]
de la preceptiva analizada en sus alcances generales y abstractos. No
puede partirse del casuismo, que utiliza la formulación de eventos
extremos y excepcionales.”13 Mientras que por otro se ha sostenido que
bajo el nuevo orden constitucional se ha dado una “…pérdida de la
importancia sacramental del texto legal entendido como emanación de
la voluntad popular y mayor preocupación por la justicia material y por
el logro de soluciones que consulten la especificidad de los hechos.” 14
Según una u otra forma de ver las cosas será distinta la forma en que
asuma el análisis previo a la decisión.
10.- Esta Sala, considera que las anteriores son descripciones incompletas
del fenómeno de la aplicación del derecho. La razón para ello es en gran
medida de orden práctico. El despliegue que hacen los jueces para decidir
un caso, hace poco plausible que la aplicación del derecho pueda ser
tomada como un ejercicio mecánico consistente en encajar o hacer
encajar hechos en supuestos normativos. O por el contrario, que pueda
ser tomada como una tarea completamente desligada de las reglas
jurídicas y su contenido. Ambas opciones son en realidad poco
plausibles. De ahí, que la forma de entender al operador jurídico que
toma decisiones judiciales, se asuma dentro de los parámetros de su
condición como persona y de las normas como su medio para lograr un
fallo judicial. Esta forma de comprender la práctica judicial incide
directamente en la forma de comprender el principio de imparcialidad
judicial y las garantías que éste brinda en un Estado Constitucional.
20 SAGÚEZ Néstor Pedro. “La interpretación constitucional, instrumento y límite del juez
constitucional”. En: Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. Ed Konrad Adenauer
Stiftung, Dike…. Medellín Colombia. 1996. Pág. 36. [Énfasis dentro del texto]
21 POUND Roscoe. “Social Control Through Law” [El Control Social a través del Derecho], New
Haven, Yale University Press, 1942. Citado en SÁNCHEZ DÍAZ …. La decisión judicial y la ciencia
jurídica… op cit. Pág. 23
22 Corte Nacional de la Argentina [CSN, 29/11/1994 Crespo, Víctor vs. Universidad Nacional del
Nordeste] Citado en En: Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. …Op. Cit. Pág. 520
Constitucional, confundiendo los intereses que guían su actividad como
jueces, con los rasgos que definen su experiencia como individuos. Por
esta razón es que, según esta idea, prácticamente ante cualquier evento se
revelan supuestos intereses del juez constitucional en las decisiones,
encontrando en ello fundamento para recusar a los magistrados.
14.- ¿Cómo logran entonces los jueces, en el transcurso del proceso para
dictar una sentencia judicial, articular la necesidad de llegar a una
solución justa con las convicciones internas forjadas a partir de su
experiencia, cuando ambas cosas no coinciden? Pese a que a lo largo de
la historia de la tradición jurídica occidental, se han intentado
innumerables respuestas a esta pregunta, las más satisfactorias han
surgido a partir del reconocimiento que “…nunca se haya encontrado el
secreto (verdadera cuadratura del círculo) de convertir en objetiva una
decisión personal [y que a pesar de ello] no [se] excluye que pueda
intentarse objetivarla de alguna manera para poder convivir con ella
con algún alivio de las tensiones psicológicas y sociales.”23
15.- Respecto de lo primero, por ejemplo, los jueces que buscan dictar
una sentencia justa, pueden encontrarse inmensamente constreñidos, “…
tanto por la fuerza interna de su deber de fidelidad [al texto normativo]
en la interpretación, como por la necesidad de no aplicar una norma que
ellos mismos no hubieran aprobado si fueran legisladores.” 25 No
obstante, la búsqueda del fallo considerado justo no termina. Así como
tampoco desaparece el más importante parámetro de su actividad, que es
el ordenamiento jurídico. Pues, cualquiera sea la decisión que se adopte
debe poder sustentar de igual manera su conformidad con dicho orden26.
17.- Negar esta capacidad en los jueces, desconoce la real contextura que
en la práctica tiene el proceso para adoptar una decisión judicial. Hacer
abstracción de la existencia de un procedimiento tal, degeneraría en la
situación absurda en la que los jueces constitucionales estarían siempre
impedidos para votar decisiones en ejercicio del control de
27 KENNEDY Duncan. A Critique of Adjudication … Op. Cit.
constitucionalidad de las leyes. El significado de la decisión en derecho o
en justicia implica la capacidad de los magistrados de ubicarse en un
punto intermedio entre las restricciones ineludibles representadas por el
deber de fallar dentro de un sistema jurídico determinado, y la visión
particular que le obliga a buscar la justicia de estos fallos a pesar del
sistema mismo.
Por ello, las pruebas presentadas por la solicitante sólo permiten verificar
a la Corte el hecho de la asistencia de los magistrados en cuestión a las
28 C-390 de 1993 MP Alejandro Martínez Caballero
corridas de toros. Pero su condición de aficionados es eventual, y sólo
puede ser concluida a partir de valoraciones subjetivas, de lo que puede
significar su presencia allí. Lo anterior justifica sin más la imposibilidad
de declarar probada la causal.
RESUELVE