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Ja més préctica. Llegamos a preguntarnos incluso qué sea la edu- caciori misma. Se impone Ja necesidad de un saber que nos resuelva, todo eso” ©). 5.— Relaciones entre Filosofia y Educaci6n. El campo de lo que, segin vemos, se entiende hoy por “filosofia de la educacién” es amplisimo. Para tratar de sefialar sus limites ¥ contenido, abordaremos la cuestién sefialando tres angulos posi- bles: a) Relaciones entre Filosofia y educacién; b) Filosofias de la Educacion propiamente tales; c) Teorias de la Educacién en los dis- tintos sistemas filosoficos. En este capitulo nos ocuparemos sélo de Jos dos primeros, dejando el tercero para mas adelante al tratar de G las “Teorias de la Educacién”. @) Uno de los modos de considerar la incidencia de la Filosofia en el estudio de los hechos educativos, consiste en considerar, sencilla mente, las retaciones existentes entre ambas esferas tratadas sepa- radamente. Asi, algunos pensadores estén convencides de que se puede deducir de la Filosofia generat un sistema definido de prin- cipios y practicas educacionales. De acuerdo con este punto de vista, una persona abrazaré el sistema de principios y practicas educati- Vos que sea el reflejo de ciertas creencias filoséficas basicas. Con ello / no se hace mas que afirmar que la Filosofia esté mds o menos cons- / clentemente en la base de todo sistema educativo, y que de lo que se trataria serfa, en suma, de hacer consciente esta relacién entre | la Filosofia que informa un determinado tipo de sociedad en un mo- | mento historico también determinado, y los esquemas educativos que \ funcionan en aquella sociedad y en aquel tiempo. Asi, para Kilpatrick, representante de la escuela “progresivista” norteamericana, la Filosofia de la Educacién se basa en Ia Filosofia general; ésta contribuye a ayudar al educador a proceder de Ia ma- nera més correcta y adecuada. Tal funcion la cumple la Filosofia de ‘tres maneras principales: a) proveyendo las hipétesis empleadas por Jos educadores; b) contribuyendo a aclarar los objetivos pedagégi- cos; ¢) evaluando criticamente los diversos métodos educativos. Por su parte, Mortimer Adler, el mAs caracteristico representante del “perennialismo”, dice que los problemas uiltimos de la educacién, como los del Derecho y la Medicina, son practicos. Son cuestiones --afirma— sobre lo que deber4 hacerse para educar a un hombre. (2) Atcons, A.: Edueaciin desde el limite del hombre, — Madrid, “Revista de Educa- clon”, Nom. 77, 1958. —30 Esto no quiere decir, sin embargo, que no puedan presentarse cues- tiones puramente tedricas sobre la educacién. La Filosofia de la Edu- cacion est4 constituida por los principfos generales en los que se fundan los procedimientos educativos y por una serie de respuestas a las cuestiones practicas mas generales sobre lo que se puede hacer pedagégicamente. En ella se dan cuestiones pricticas y tedricas; asi, Por ejemplo, las cuestiones filoséficas sobre lo que debe hacerse edu- cativamente, estan subordinadas a las cuestiones sobre la conducta, humana o la constitucién de la sociedad. Diametralmente opuesto a la posicién anterior es el punto de vis- “ta de que la Filosofia general tiene poco o nada que ver con Ia em- presa educativa. Los defensores de esta posicion admiten que la Filosofia puede ayudar a la educacién, por ejemplo, en el esclareci- miento del lenguaje utilizado y sefialar o subrayar los supuestos de determinadas afirmaciones 0 creencias expresadas en la literatura, pedagégica. Sin embargo, la Filosofia como tal no tiene presencla directa en la eleccién de los principios o de las practicas educativas ni en Ia aceptacién 0 rechazo de las teorias desarrolladas en el cam- po de la educacién, teorias que se justifican por si mismas. Este punto de vista ha sido denominado por Kneller “separatismo edu- cacional”, y ha sido expresado radicalmente por alguno de sus de- fensores, por ejemplo, por R. Wilhoyte, quien se pregunta “si tiene algin sentido afirmar que la Filosofia y 1a Educacién. poseen entre si algiin género de relacion lgica”. Puede darse una tercera posicién, colocada en certo modo entre Tas dos anteriores. Segiin ella, 1a Filosofia general serviria para tra~ zar las grandes lineas de pensamiento de las que deben derivarse los principios educacionales, dejando, sin embargo, a los expertos en educacién, la tarea de proyectar planes y delinear las técnicas educativas adaptadas a los tiempos. Por consigufente, los fines de la educacion, asi como la concepcién de la persona del educando, se derivarian de la Filosofia, pero la tarea de decidir el papel de la escuela, de trazar la especificidad de los planes de estudio, de esta blecer la politica administrativa correspondiente, Ia determinacion de los sistemas y medios de evaluacién y de los métodos de ensefian- za, estaria en manos de los educadores. En tanto que 1a politica ge- neral de la educacién, como su aplicacién practica, no envuelvan una evidente contradiceién de los propésitos basicos de la educa- cién o de la naturaleza del hombre, tal como los establece la Filo- sofia general, el educador profesional tiene amplia libertad en la eleccién de los medios. a1

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