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SANIDAD INTERIOR
Génesis 27: Esaú era el primogénito y preferido de Isaac, estando ya viejo y casi
ciego llamo a su Esaú (velludo, el que actúa o termina) para darle la bendición,
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pero Jacob (suplantador) se puso sus ropas se forro los brazos con piel y le robó
la bendición, cuando Esaú se enteró quiso matarlo y Jacob tuvo que huir
A veces algunos padres
“abandonan” a sus hijos, por que
prefieren a uno mas que a otros.
Isaac prefería a Esaú porque era
velludo, cazador. Jacob era
lampiño, tal vez no tan “macho”
como Esaú. Algunos padres o
madres prefieren a una hija por ser
mas bonita que la otra, o a un hijo
por ser mas “inteligente” que el otro.
A veces algunos hermanos odian a
sus propios hermanos porque no
son los preferidos de sus padres.
Como le paso a Jacob que era
odiado por Esaú. O a José que era odiado por sus hermanos. (Gen. 37)
Esto ocasiona heridas en los hijos y heridas en nuestra relación con Dios porque
si no tenemos una imagen SANA de un Padre, tendremos la misma imagen
malsana de Dios. Si hemos tenido un Padre muy critico pensaremos que Dios es
muy critico, si hemos tenido un padre “abandónico” pensaremos que Dios
también nos abandona y las personas también.
Dios quiere restaurar nuestra relación con El y al restaurar nuestra relación con
EL, restaura las heridas que nos ocasionaron las malas relaciones de nuestra
vida. Y también así restaura nuestras relaciones actuales. Solo entonces podrás
vivir con GOZO, ANIMO Y ESPERANZA.
a) Abandono físico:
Nadie estuvo ahí para satisfacer nuestras necesidades físicas (alimento,
comida, abrigo, etc.), por causa de ausencia, (mucho trabajo) abuso,
adicciones. Padres que nos descuidan físicamente, no nos alimentan o visten
bien, no sanan nuestras enfermedades, nos hacen trabajar de niños,
agresiones físicas, violaciones.
b) Abandono mental:
Nadie estuvo ahí para satisfacer nuestras necesidades mentales. Para
responder nuestras preguntas, dudas, inquietudes, equivocaciones. Nuestros
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padres descuidan nuestra educación mental, nos lastiman con palabras
hirientes.
c) Abandono Social:
Nadie estuvo ahí para satisfacer nuestras
necesidades sociales. Para enseñarnos
como desarrollar buenas relaciones con
otros. Sobreprotección.
d) Abandono Emocional:
Nadie estuvo ahí para satisfacer nuestras
necesidades emocionales. Escucharnos,
entendernos, darnos afecto, cariño, amor, aceptación, caricias. Nos hieren
emocionalmente, nos rompen el corazón. Traiciones, Infidelidades,
Preferencias, comparaciones.
e) Abandono Espiritual:
Nadie estuvo ahí para satisfacer nuestras necesidades espirituales. Nos dan
una religión de miedo, obediencia, temor, ritos, pero no conocemos a Dios, no
tenemos una RELACION INTIMA con El.
¿QUE HACER?
Salmo 157: 3 “El sana los corazones destrozados y venda sus heridas”
1.El Espíritu del Señor está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha
enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones
heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su
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vuelta a la luz. 2.Para publicar un año feliz lleno de los favores de Yavé, y el
día del desquite de nuestro Dios. Me envió para consolar a los que lloran
3.y darles a todos los afligidos de Sión (sepulcro) una corona en vez de
ceniza, el aceite de los días alegres, en lugar de ropa de luto, cantos de
felicidad, en vez de pesimismo. Les pondrán el sobrenombre de «Encinas
de Justicia», «los que Yavé plantó para su gloria.» 4.Reconstruirán las viejas
ruinas, levantarán de nuevo los edificios caídos del pasado, restaurarán las
ciudades en ruinas, las construcciones que permanecen por siglos
destruidas.
a) Circunstancias:
b) Personas:
1. Enemigos:
David había caído en adulterio y había mandado matar al esposo de la mujer. Era
adúltero y asesino (2 Sam. 11) y el pecado “secaba sus huesos” (Salmo 32:3)
2 Sam 12:
Que fácil es ver los defectos y errores de los demás y que difícil es ver nuestros
propios defectos. Hasta que no veas tus defectos y pecados y te arrepientas
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habrá dolor, sufrimiento en tu vida y Dios no podrá usarte para su GRAN
PROPOSITO.
Dios necesita que confieses tu pecado, que lo reconozcas, que dejes de echar la
culpa o encallecer tu conciencia para cambiar tu vida. “Te confesé mi pecado, no
escondí mi culpa. Yo dije: Ante el Señor confesaré mi falta” Y TU perdonaste mi
pecado, condonaste mi deuda” (Salmo 32: 5)
El objetivo de la confrontación es que te
canses de tu confianza en tu carne y sepas
que solo en Dios puedes encontrar la salida.
Es para que aprendas a NECESITAR y
depender de Dios, no en tus fuerzas. Los
seres humanos cambiamos a fuerza de
incomodidad.
En la intimidad con Dios debes reconocer tu pecado, tus hipocresías, tus “echar
la culpa”. Este soy yo “un pecador, un débil, un hipócrita”, y odio esto, y entonces
Dios le dice “Te llamabas Jacob” pero ahora te llamas Israel, (Quien reina con
Dios) te cambia de nombre.
Juan 11: 23. Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.» 24. Marta respondió:
«Ya sé que será resucitado en la resurrección de los muertos, en el último
día.» 25. Le dijo Jesús: «Yo soy la resurrección (y la vida). El que cree en
mí, aunque muera, vivirá. 26. ¿Crees esto?»…38. Jesús, se acercó al
sepulcro. Era una cueva cerrada con una piedra. 39. Jesús ordenó:
«Quiten la piedra.» Marta, le dijo: «Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro
días.» 40. Jesús le respondió: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria
de Dios?» 41. Y quitaron la piedra. Jesús levantó los ojos al cielo y
exclamó: «Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado. 43. Al decir
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esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!» 44. Y salió el muerto.
Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un
velo. Jesús les dijo: «Desátenlo y déjenlo caminar.»
Cuando Jesús nos resucita a una vida nueva tenemos que DESATAR las
cosas que nos atan al pasado sino NUNCA podremos cumplir el propósito
grande y hermoso que Dios tiene para nuestras vidas.
EL PERDON: Gen 32 y 33
Nadie puede recibir lo nuevo que Dios tiene a menos que suelte el pasado.
Necesitamos resolver las cosas del pasado que no queremos resolver porque
es mas fácil obviarlas. Para Jacob eso significaba el perdón de su hermano.
Algunos hemos vivido cosas tan dolorosas en la niñez que hasta las
olvidamos a propósito. Dios no quiere que vuelvas a esas cosas, pero Dios si
quiere que arregles lo que esta de tu parte arreglar.
Tu parte es per-donar así como Dios te perdonó. Nunca será justo que
perdones. Así como no fue justo que Dios te perdone a ti.
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al otro sino a mi mismo porque cuando guardo rencor me hago daño a mi
mismo y cuando perdono el mayor beneficiado soy YO mismo.
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de la vocación celestial, quiero decir, de la llamada de Dios en Cristo
Jesús”.