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La Psicopatología
Profesor: Alumna:
David Lara Carlig Leon
C.I: 27.326.511
Sección: A
Más tarde, Hipócrátes (460-377 a.C.) fue el primero en señalar el origen orgánico de las
enfermedades mentales y realizó una clasificación de temperamentos en: sanguíneo, colérico,
melancólico y flemático, que indicaban la orientación emocional predominante. Según
Hipócrates, la salud dependía de la interacción y equilibrio de cuatro humores corporales (sangre,
bilis amarilla, bilis negra y flema), el desajuste entre los humores se corregía mediante purgas.
También Hipócrates propuso tres categorías de trastornos mentales: manía, melancolía y frenitis.
Sorano de Éfeso amplió la clasificación hipocrática incluyendo la histeria (exclusiva de las
mujeres, relacionada con trastornos uterinos) y la hipocondría.
Platón (429-347 a.C.), por otra parte, consideraba que los trastornos mentales eran en
parte orgánicos, en parte éticos y en parte de intervención divina y clasificó la locura en: profética,
ritual, poética y erótica. Asclepíades de Bitinia (124-40 a.C.) fue el primero en hacer una
distinción entre alucinaciones, ilusiones y delirios.
Ya en la época romana, Galeno (130 - 200), empleó el término temperamento (en latín,
temperamentum, “mezcla proporcionada”) para referirse a la combinación de cuatro sustancias
fundamentales (caliente, frío, húmedo y seco). Galeno dividió las causas de los trastornos
psíquicos en orgánicos (lesiones en la cabeza, cambios menstruales) y mentales (temores,
desengaños amorosos).
La Edad Media se vio sumamente influenciada por la religión; en esta época se distinguen
dos periodos, el primero inicia en el siglo V donde el enfermo mental es considerado una víctima
del diablo, sin embargo, a partir del siglo XIII el enfermo mental se considera culpable de su
propia afección como castigo divino ante una supuesta vida pecaminosa o alianza con el demonio
a cambio de poderes sobrenaturales. Se calcula que en esta época se asesinó a más de 100,000
personas acusados de brujería y actualmente se piensa que las víctimas pudieron ser personas
afectadas por epilepsia y esquizofrenia principalmente. No obstante, en el Bajo Imperio, Alberto
Magno (1193-1280) y Tomás de Aquino (1225-1274) tuvieron la noción en común de que el alma
no podía enfermar y que, por tanto, la locura era un trastorno de base orgánica.
Por otra parte, los árabes daban un trato humanitario a los enfermos mentales al imperar
la idea de que eran personas escogidas por Dios para hablar por su boca.
A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, apareció Phillipe Pinel (1745-1826)
considerado el padre de la psiquiatría moderna con sus obras Nosographie Philosophique y el
Traite Medico-Philosophique de la Manie; en el primer texto clasificó los trastornos psíquicos
en: melancolía, manía, demencia e idiocia. Pinel defendía la humanización del trato a los
alienados y entendía la enfermedad mental como el resultado de alteraciones anatómicas del
cerebro, no funcionales. En Alemania, Griesinger (1817-1868) en un esquema organicista,
propuso que las enfermedades mentales son disfunciones del cerebro y también mencionó la
etiología somática de ciertos problemas psíquicos. En el siglo XIX la principal postura sobre la
enfermedad mental intentó explicarse principalmente por un modelo orgánico-médico.
Por último, no sobra mencionar las características comunes que se presentan en los
presuntos trastornados mentales y una breve definición de trastorno mental.
Trastornos disociativos (de conversión) (F44) El rasgo común que comparten los
trastornos de este grupo es la pérdida parcial o completa de la integración normal entre ciertos
recuerdos del pasado, la conciencia de la propia identidad, ciertas sensaciones inmediatas y el
control de los movimientos corporales. (Para el DSM IV consiste en una alteración de las
funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno)
Normalmente hay un considerable grado de control conciente sobre qué recuerdos y qué
sensaciones pueden ser seleccionados por la atención inmediata y sobre qué movimientos hay que
llevar a cabo. Se acepta que en los trastornos disociativos (TD) esta capacidad para ejercer el
control conciente y selectivo se ha perdido en un grado que puede variar de día en día o de hora
en hora. Por lo general es muy difícil averiguar hasta que punto parte de los déficits funcionales
están bajo control voluntario. Se supone que los TD incluidos en este capítulo tienen un origen
psicógeno y una estrecha relación temporal con acontecimientos traumáticos, problemas
insolubles o insoportables, o relaciones interpersonales alteradas. El término “conversión” se
utiliza ampliamente para algunos de estos trastornos, e implica que sentimientos no satisfactorios
originados por los problemas y conflictos que el enfermo no puede resolver se transforman de
alguna manera en síntomas. Todos los tipos de estados disociativos (ED) tienden a remitir al cabo
al cabo de unas pocas semanas o meses, en especial si su comienzo tuvo relación con un
acontecimiento biográfico traumático. Pueden presentarse estados más crónicos (que a veces van
surgiendo de un modo más lentamente progresivo), en particular parálisis y anestesias, si el
comienzo está relacionado con problemas insolubles o dificultades personales.
Epidemiologia:
La epidemiología es la ciencia que estudia la frecuencia de aparición de la enfermedad y de sus
determinantes en la población. Su interés se centra en la población, para conocer quién enferma,
dónde enferma y cuándo enferma, como pasos necesarios para llegar a conocer el por que de la
distribución del fenómeno salud-enfermedad y la aplicación de este conocimiento al control de
los problemas sanitarios.
Al epidemiólogo le interesa, primordialmente, saber cómo se distribuye la enfermedad en función
del tiempo, del lugar y de las personas. Trata de determinar, a lo largo de los años, si la enfermedad
ha aumentado o disminuido; si su frecuencia en un área geográfica es mayor que en otra, y si las
personas que tienen una determinada enfermedad muestran características diferentes a los que no
la tienen.
Las características personales que interesan a la epidemiología y al epidemiólogo son:
· Características demográficas: edad, sexo y grupo étnico
· Características biológicas: niveles de anticuerpos sanguíneos, productos químicos, enzimas,
constituyentes celulares d la sangre; mediciones de la función fisiológica de los diferentes
sistemas orgánicos del cuerpo.
· Factores sociales y económicos: situación socioeconómica, antecedentes educacionales,
ocupación, circunstancias relacionadas con el nacimiento.
· Hábitos personales: consumo de cigarrillos, alcohol y medicamentos, alimentación,
actividad física.
· Características genéticas: grupo sanguíneo, etc.
Se trata de una ciencia observacional que se basa en el método científico.
En los estudios epidemiológicos la imposibilidad de diseñar estudios experimentales para
investigar el efecto de los posibles factores nocivos para la salud implica la necesidad de realizar
dicha investigación en un contexto que intenta eliminar o al menos controlar la presencia de
sesgos y factores de confusión.
Cada estudio trata de poner a prueba la asociación observada entre el factor estudiado y la
enfermedad, no sólo frente al posible papel del azar, sino también frente a posibles explicaciones
alternativas ajenas a la exposición a ese factor cuyo efecto se pretende medir.
El método epidemiológico, en el que ha de basarse cualquier estudio epidemiológico, debe partir
de una hipótesis formulada a priori, contar con un diseño adecuado, comprobar que existe una
asociación no explicable por el azar, eliminar o disminuir el efecto de otras variables relacionadas
con la exposición y con la enfermedad que se estudia y, finalmente, realizar un juicio crítico sobre
la posible existencia de una relación causal.
HISTORIA CLINICA
La entrevista es una conversación que tiene un propósito o meta, pero esta ha sido
adoptada y perfeccionada por los clínicos mas no inventada por ellos.
ETAPAS DE LA ENTREVISTA
• Principio de la entrevista: La mayoría de los clínicos establecen en primer lugar un rapport:
una relación armoniosa y cómoda de trabajo. En esta parte de la entrevista el clínico de be hacer
sentir cómodo a su cliente y lo puede realizar con un saludo cordial, una sonrisa, etc.
• Parte media de la entrevista: Debe ser suave y fácil para el cliente. Hay algunas tácticas,
como son: Las técnicas no directivas: se realizan algunas preguntas abiertas. Estos inicios
minimizan la tensión del cliente y ayudan a establecer un buen rapport. Las técnicas directivas:
se realizan preguntas que dan impresión de informalidad. Se procura no hacer preguntas que
sugieran sus propias respuestas.
• Cierre de la Entrevista: Proporciona datos valiosos para la evaluación como también para
fortalecer el rapport. Se realiza una conclusión acerca de la entrevista
CONFIABLIDIAD Y VALIDEZ
Se estima la confiabilidad de la entrevista por medio del análisis del grado hasta el cual
diferentes jueces concuerdan en las inferencias.
La validez depende de si los datos recogidos son precisos u que al compararlos con otros sea la
mejor fuente de información clínica.
Conclusión
Gérvas, J., García Sagredo, P., Pérez Fernández, M. «El libre acceso del paciente a su
historia clínica.» BIS. 1988;28.
Gunther, B.; Morgado, E. (abril de 2000). «De los cuatro humores hipocráticos a los
modernos sistemas dinámicos: la medicina en perspectiva histórica». Contribuciones
Científicas y Tecnológicas, Área Ciencias Básicas (PDF)
López-Ibor, J.J. (2008). «La fundación en Valencia del primer hospital psiquiátrico del
mundo» (PDF). Actas españolas de psiquiatría 36 (1): 1-9. Consultado el 13 de agosto de
2012.
Pastor Sánchez R, López Miras A, Gérvas J. Historia clínica informatizada. Med Clin
(Barc). 1994;103:304-9.
Virués Ortega, J.; Buela-Casal, G.; Carpintero Capell, H. (2006). «Una aproximación a
la vida de Juan Huarte de San Juan: los primeros años de práctica profesional (1560-
1578)» (PDF). Psicothema 18 (2): 232-237. ISSN 0214-9915. Consultado el 14 de agosto
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