Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Velázquez
López Muñoz Juan Jesús. La voluntad estética: fuente y método de la historia de las mentalidades. In: Mélanges de la Casa
de Velázquez, tome 30-2, 1994. Epoque moderne. pp. 105-115;
doi : https://doi.org/10.3406/casa.1994.2701
https://www.persee.fr/doc/casa_0076-230x_1994_num_30_2_2701
Desde su constitution hace décadas, la historia social se révéla cada vez mas
como un importante campo de investigation, de amplisimos contenidos y de
permanente renovaciôn metodolôgica. Uno de sus campos aûn menos explorado,
el de la historia de las mentalidades, présenta un variadisimo abanico de
posibilidades con ricos filones de information histôrica en cada uno de ellos. En
este dominio, la historia del arte tiene un importante papel que jugar.
1. Otto Pàcht, Historia del arte y metodologia, Madrid, Alianza Ed., 1986.
[...] las producciones artisticas son fenômenos o hechos nacidos de las relaciones
sociales. Con la transformation de las relaciones sociales se transforman los gustos es-
téticos de los nombres y, consiguientemente, las producciones de los artistas3.
Vid. la introduction de Gyôrgy Lukâcs, Die Eigenart des Asthetischen, 1963. El realismo
corresponde a esta concepciôn filosôfica, considerado como método que pénétra en la comple-
jidad profunda de la realidad, método que desemboca en la teoria de lo reflejo que représenta el
filôsofo hûngaro. El problema lo aborda especificamente en Problème des realismus, Berlin,
Aufbau-Verlag, 1955 (version espafiola: Problemas del realismo, Mexico, Fondo de Cultura
Econômica, 1966), especialmente en un estudio de 1934, recogido en dicho volumen bajo el
titulo «Arte y verdad objetiva» (p. 1 1-54).
G. V. Plejanov, L 'art et la vie sociale, 1950, p. 238; version espafiola: Cartas sin direcciôn. El
arte y la vida social, Madrid, Akal, 1975. El teôrico marxista propone aqui una concepciôn utili-
taria del arte al servicio del poder politico.
Vid. principalmente Socialgeschichte der Kunst und Literatur, Munich, C.H. Beck, 1953;
version espafiola: Historia social de la literatura y el arte, Madrid, Guadarrama, 1969.
Igualmente entresacamos su conocida obra Florentine Painting and its Social Background,
Londres, Routledge & Kegan Paul, 1948; version espafiola: El mundo jlorentino y su ambiente
social, Madrid, Guadarrama, 1963.
LA VOLUNTAD ESTÉTICA: FUENTE Y MÉTODO DE LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES 1 07
[...] las obras de arte no son meros simbolos, sino objetos reaies, necesarios para la
vida de los grupos sociales [...]. Creo - afirma Francastel - que la funciôn visual ha
de ser estudiada en relaciôn con la actividad total del hombre en una época determi-
nada6;
sin embargo, rechaza cualquier semejanza del signo figurativo con el simbolo de
cualquier realidad pues, para él, el signo no reenvia a nada distinto de si mismo y
solo en si constituye el discurso figurativo. A pesar de ello, a través de la estructura
del discurso figurativo pueden expresarse conductas o valores diferentes en un
fondo comûn de simbolos que se encuentra al servicio de diferentes idéales y
grupos sociales en busca de la apropiaciôn interesada de la realidad y de su
representation.
10. Paradigmâtica de Focillon es su Vie des formes, Paris, E. Leroux, 1943, 3a ediciôn seguida de
Éloge de la main, Paris, Presses Universitaires de France, 1947. Ambas se ofrecen en la version
espanola La vida de las formas. Elogio de la mono, Madrid, Xarait, 1983.
11. Queda bien entendido que obviamos el orden cronolôgico en la exposiciôn de las corrientes
hasta aqui enunciadas en aras a agruparlas por el contenido del corpus ideolôgico de cada una.
12. Destacamos como esenciales dos obras del principal représentante de la Escuela de Viena:
Stilfragen. Grundlegungen zu einer Geschichte des Ornamentik, Berlin, G. Siemens, 1893
(version espanola: Problemas de estilo: fundamentos para una historia de la ornamentaciôn,
Barcelona, Gustavo Gili, 1 980); y Spàtrômische Kunstindustrie nach den Funden in Ôsterreich-
Ungarn, Viena, K.K. Hof und Staatsdruckerei, 1901 (version espanola: El arte industrial
tardorromano, Madrid, Ed. Visor, 1992). Se trata, en definitiva, de propuestas renovadoras de
amplia repercusiôn que defienden una concepciôn formai e histôrica de la obra de arte.
LA VOLUNTAD ESTÉTIC A: FUENTE Y MÉTODO DE LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES 1 09
13. Ernst Cassirer, Philosophie der symbolischen Formen, 1923-1929 (3 vols.); version espanola:
Filosofia de las formas simbôlicas, Mexico, Fondo de Cultura Econômica, 1971. El pensa-
miento neo-kantiano de Cassirer sera la base de una importante metodologia en la historia del
arte, la iconologia, que estudia estas formas simbôlicas o uniones entre signos y contenidos
espirituales.
14. Erwing Panofsky, Idea. Ein Beitrag zur Begriffsgeschichte der alteren Kunstheorie, Berlin,
Hessling Verlag, 1924; version espanola: Idea. Contribution a la historia de la teoria del arte,
Madrid, Câtedra, 1985 (6a ediciôn). En su recorrido histôrico analiza, a través de la teoria artis-
tica de cada momento, el reflejo - utilizando la terminologia de Lukâcs - cultural que suponen
los modos de expresiôn artisticos.
1 10 JUAN JESUS LÔPEZ MUNOZ
15. Mikel Dufrenne y Viktor Knapp, Corrientes de investigation en las ciencias sociales. 3. Arte y
estética. Derecho, Madrid, Tecnos-Unesco, 1982, p. 29.
1 6. Georges Duby, «Histoire des mentalités», en Charles Samaran (dir.), L 'histoire et ses méthodes,
Paris, Gallimard (Encyclopédie de la Pléiade), 1961, p. 927-966 (principalmente p. 940 y sq.).
17. Vid. principalmente Art and Illusion. A study in the Psichology of pictorial representation,
Washington, Trustees of the National Gallery of Art, 1959 (version espanola: Arte e ilusiôn:
estudio sobre la psicologia de la representation pictôrica, Barcelona, Gustavo Gili, 1979).
Defiende, por ejemplo, que el artista dépende mâs que el escritor de la «participaciôn del espec-
tador» y califica a las obras de arte como «revestimientos de manifestaciones verbales»
(«wrappings of verbal statements»). Ciertamente, el signifîcado es solo un aspecto de la obra de
arte, pero el que mâs nos interesa aqui.
LA VOLUNTAD ESTÉTICA: FUENTE Y MÉTODO DE LA HISTORI A DE LAS MENTALIDADES 111
1 fi
Georges Duby ha compendiado ciertas consideraciones de método en la
tarea de reconstruir el material mental de una época y las transformaciones de la
mentalidad de las diversas capas sociales, segun la formulaciôn primera que de ella
hizo Lucien Febvre y se ha sostenido desde Annales. Duby acepta las aportaciones
de la psicologia social pero advierte las limitaciones en las fuentes. Si las fuentes
en la historia de las mentalidades son selectivas, es decir, generalmente referidas a
hombres notables19, creemos pueda ser valida una consideraciôn extensiva para el
hecho artistico en cuanto fuente, ya que la mayor parte de las obras de arte
«hablan» por si solas y revelan su «impronta de época», que estudios iconogrâfîcos
y estéticos ayudan a desvelar. Por tanto, dos son los factores a tener en cuenta en
primera instancia; por un lado, el arte como lenguaje: el arte de una época es
mucho mas que una expresiôn literaria de una sociedad porque, segun afirma
Francastel, «se basa en las estructuras mentales y fisiolôgicas mas profundas del
hombre, no es una superestructura sino un lenguaje»20; por otro lado, y en
conexiôn con lo anterior, el arte como estilo epocal. En este sentido, cabe recordar
de nuevo la teoria de la Kunstwollen de Riegl: cuando los estilos se transforman,
quiere decirse que se ha preferido una categoria visual y expresiva a otra y ello se
produce, segun Riegl , como cambio de valores estéticos y, por tanto, reemplazo
de escala de valores. Esto es algo ampliamente reconocido ya en la historia de las
mentalidades que al considerar el utillaje mental disponible en cada época, aborda
entre los primeros y principales utiles el lenguaje, debiéndose incluir aqui otros
modos de expresiôn, ademâs del léxico.
Pero junto a las propias obras, la documentaciôn escrita a ellas referida y la
teoria del arte en cada momento constituyen fuentes indispensables en la
reconstrucciôn del medio sociocultural que las produjo, que es el dominio elegido
por la historia de las actitudes mentales. También en el caso de la historia del arte,
este medio constituye, en realidad, «medios»22 por las diferencias de «clima» y de
presiones que reciben los individuos incluso dentro de un mismo conjunto social.
Hay que considerar, por una parte, el contexto ideolôgico y cultural, especialmente
en el arte âulico y religioso - y también posteriormente en el burgués -, con las
implicaciones estéticas que de ello se dériva y, por otra, las propias condiciones
sociales de la producciôn artistica, esto es, el mercado artistico, constituyendo el
binomio mecenazgo-ideologia (que posibilita la ejecuciôn artistica y la voluntad
estética) el punto nodal para la implicaciôn del arte en la historia de las
mentalidades, funcionando como «operaciones culturales», por usar una
Pero aùn debemos precisar un poco mas respecto al hecho artistico como
fuente. Duby advierte que solo existe acopio documentai suficiente para hacer una
historia de hombres notables24. Del mismo modo, si solo estudiamos obras
maestras, haremos una historia de lo excepcional que es, en cierto modo, la historia
del arte al uso. Sin duda, aplicamos los historiadores del arte el concepto de canon
que valora la maestria en la concepciôn y ejecuciôn de una obra de arte. Sin
embargo, la consideraciôn de obras menores, de los pequenos encargos, el
descenso a una escala inferior, nos proporcionan un estudio de detalle que cala mas
hondo en la reconstrucciôn de ese habitus mental del medio en el que la obra de arte
se genera, del mapa mental comùn o, mejor dicho, mas comùn, que es igualmente
interesante, menos quizâs desde el punto de vista estético - seguramente sin superar
con frecuencia la prueba de validaciôn que es el canon, como sugiere
Gombrich25 - pero fundamental para la historia de las mentalidades, para una
reconstrucciôn completiva del universo ideolôgico de la época. Esa debe ser la
gran aportaciôn de las ciencias sociales al estudio del hecho artistico, como
correctivo para desentranar los papeles sociales y contenidos significatives que
desarrolla la praxis artistica. Como ilustraciôn podemos citar un estudio ejemplar
de Gaby y Michel Vovelle referido a los altares de animas en Provenza, en el que
se desplaza la atenciôn del arte noble al arte popular en un anâlisis cuantificador y
meticuloso de un profuso campo de datos26. Sin embargo, un anâlisis iconogrâfico
cuantitativo résulta, ciertamente, demasiado complejo en la mayor parte de los
casos, por lo que se prefiere el cualitativo.
El filtro que suponen las capas sociales para la voluntad estética nos
demuestra el interés del estudio a diferentes escalas. A finales del siglo XVIII
espanol, por ejemplo, nos encontramos dos instituciones, el Consejo de Castilla y
la Academia de Bellas Artes de San Fernando, como instrumentes de control
riguroso de la praxis artistica, en consonancia con una nueva ideologia, la
23 . Erwing Panofsky, Gothic Architecture and Scholasticism, Latrobe, The Archabbey Press, 1 95 1 ;
version espanola: Arquitectura gôtica y pensamiento escolâstico, Madrid, Eds. La Piqueta,
1986.
24. Kû/. nota 19.
25. Ernst Gombrich, Ideals and Idols. Essays on Values in History and in Art, Oxford, Phaidon
Press Limited, 1 979; version espanola: Idéales e idolos. Ensayos sobre los valores en la historia
y el arte, Barcelona, Gustavo Gili, 1981, principalmente el capitulo «Historia del arte y ciencias
sociales», p. 156-202.
26. Gaby y Michel Vovelle, Vision de la mort et de l'au-delà en Provence d'après les autels des
âmes du Purgatoire, XVéme-XXÉme siècle, Paris, Armand Colin, 1970.
LA VOLUNTAD ESTÉTICA: FUENTE Y MÉTODO DE LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES 113
En consecuencia, todo ello nos debe poner en guardia sobre las limitaciones
de nuestro anâlisis en cada época segûn los grupos estudiados, es decir, en cuanto
a los variados factores que influyen y modifîcan la dinâmica de las estructuras de
pensamiento en los grupos sociales: carâcter abierto o cerrado de los mismos,
diferencias socio-econômicas, propagaciôn horizontal, vertical o geogrâfîca del
pensamiento y de su plasmaciôn estética, etc. .
29. Victor D'Ors, «Confesiôn de un arquitecto», Revista F.E., cit. por Xavier Sust, en el prôlogo a
Albert Elsen et alii, La arquitectura como simbolo depoder, Barcelona, Tusquets, 1975, p. 7.
30. Vid., por ejemplo, Albert Elsen, «La arquitectura de la autoridad», en A. Elsen et alii, op. cit.,
p. 13ysq.
31 . Reyner Banham, El Brutalismo en arquitectura, Barcelona, Gustavo Gili, 1 967, p. 68.
32. Excelentes ensayos sobre el mecenazgo contemporâneo nos ofrecen Barbara Miller Lane,
«Arquitectura nazi» y Stanislaus Von Moos, «La politica de la Mano Abierta. Notas sobre Le
Corbusier y Nehru en Chandigarh», en A. Elsen et alii, op. cit. Abundando mas en esta cuestiôn
y con especial insistencia en la situaciôn del mercado artistico es interesante la lectura de
William D. Grampp, Arte, inversion y mecenazgo. Un anâlisis econômico del mercado del arte,
Barcelona, Ariel, 1991.
33. En el caso espanol contamos con estudios muy completos de significadisimos edificios en los
que la alianza entre iconografia y poder, entre artistas y mecenas, son puestas de manifiesto con
total claridad. Inexcusable es citar dos preciosos trabajos: Earl E. Rosenthal, El Palacio de
Carlos V en Granada, Madrid, Alianza, 1988 y Jonathan Brown y James H. Elliot, Un palacio
para el rey. El Buen Retiro y la corte de Felipe IV, Madrid, Revista de Occidente-Alianza, 1981.
El panorama espanol ha sido abordado en sus multiples realizaciones, siendo una atinada
sintesis la de Damiân Bayôn, L 'architecture en Castille au XVP siècle. Commande et
réalisations, Paris, Éditions Klincksiek, 1967; version espanola: Mecenazgo y arquitectura en el
dominio castellano (1475-1621), Granada, Diputaciôn, 1991. En el afio 1992 se consagrô a este
tema la exposiciôn: Reyes y Mecenas. Los Reyes Catôlicos. Maximiliano I y los inicios de la
casa de Austria en Espana, celebrada en el Hospital de la Santa Cruz de Toledo, con un
interesante volumen de estudios en su catâlogo. Ya en el periodo barroco contamos con interesantes
trabajos de Antonio Bonet Correa, con sugestivos titulos como Fiesta, poder y arquitectura.
Aproximaciones al barroco espanol, Madrid, Akal, 1990. En el caso andaluz cabe citar algunos
trabajos como el dedicado al mecenazgo de los Ribera por Vicente Lleô («El palacio del primer
Duque de Alcalâ», en AA. VV.: Arquitectura Imperial, Granada, Universidad, 1988, p. 93-1 1 1)
o una reciente puesta al dia por Ignacio Henares Cuéllar («Arquitectura y mecenazgo: ideal
aristocrâtico, reforma religiosa y utopia politica en el Renacimiento andaluz», en el Catâlogo de
la exposiciôn, celebrada en Jaén, La arquitectura del Renacimiento en Andalucia. Andrés de
Vandelvira y su época, Sevilla, 1992), a los que se une un largo etcetera.
LA VOLUNTAD ESTÉTICA: FUENTE Y MÉTODO DE LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES 115
CONCLUSION
[. . .] la historia del arte es un hilo en el vestido inconsutil de la vida que no puede que-
dar aislado de los hilos de la historia econômica, social, religiosa o institutional sin
dejar numerosos cabos sueltos34;
pero tampoco es una mera ilustraciôn de la historia del espiritu, sino propiamente
«una actitud espiritual ante el problema del mundo» (Febvre). Signifïca, por tanto,
una aportaciôn al cuadro general de la historia de la civilizaciôn en el que la
aproximaciôn histôrica al hecho artistico révéla significativos valores
socioculturales al formar parte del utillaje mental de una época. Quizâs llegados a
estos dominios, la frontera entre la objetividad y la interpretaciôn aparezca mas
difusa pero corresponde esta tarea al pleno ejercicio critico que se exige a los
historiadores. De este modo, hemos pretendido resaltar la necesidad de
sistematizar estos indicios sociales, que son las obras de arte, para hacer frente a
una interpretaciôn que no siempre alcanza la categorizaciôn critica que un correcto
ejercicio de investigaciôn histôrica requière.