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UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA DE ESTUDIOS LITERARIOS
LICENCIATURA EN LITERATURA
LITERATURA FANTÁSTICA
MIGUEL ÁNGEL ARREDONDO GUERRERO
Cod. 1427105

Dragon Ball Z: ​del realismo folclórico a la fantasía de la ciencia ficción.

Lo fantástico es la ​invención de nuestro imaginario (consciente e inconsciente) más profundo.


Es generalmente algo producto de una emoción intensa y una provocación imaginativa. Es
donde el pensamiento humano crea esos mundos posibles los cuales se presentan como un
contraste de la realidad, pero que paradójicamente se sirven de ésta para que el imaginario
fantástico construya lo que hay más de interno en la psiquis humana. Es frecuente ver lo
fantástico en el folklore popular de cualquier tribu o población en el mundo, por más
avanzada que esta sea tecnológica o cognoscitivamente; como así también verlo en los mitos
fundacionales o de cualquier tipo transmitidos oralmente desde los antepasados más remotos.
Por otra parte, lo fantástico es también asociado a los mundos posibles que puede crear la
Ciencia ficción, género narrativo el cual consiste en relatar acontecimientos posibles o
imposibles desarrollados en un marco imaginario, pero con la sustentación de los campos de
la Ciencia, como la Física, para dar la necesaria verosimilitud al relato fantástico.

Ahora bien, según Umberto Eco, dice que la literatura fantástica tiene cuatro posibles
caminos ante sí, de los cuales recupero el más pertinente para el ensayo presente: la alotopía.
Ésta significa la posibilidad de imaginar que “nuestro mundo es realmente diferente de lo que
es, y que en él suceden cosas que por lo general no suceden”, como por ejemplo, que las
cosas inanimadas cobren vida, que los animales puedan hablar con los humanos, que existan
hadas y demás seres fantásticos. Así, se construye otro mundo el cual se da por sentado que
es más real que el real, hasta tal punto que entre las aspiraciones del narrador está la de que el
lector se convenza de que el mundo fantástico es el único real de verdad”. En este camino se
ubica la obra que me dispondré a analizar el famoso y querido manga (y posterior adaptación
al anime) de ​Dragon Ball​ y su continuación: ​Dragon Ball Z​.

Esta serie animada ha sido uno de los fenómenos más importantes en la “cultura popular” con
mejor recepción en toda la historia. Muchas generaciones tienen conocimiento de ella,
aunque sea sólo por el nombre de Gokú. Desde el niño que con fervor fanático se vio toda la
serie esperando cada día a que el canal de televisión lo transmitiese, hasta la abuela que con
impotencia observaba a su nieto alimentándose de animaciones “satánicas” que sólo le
enseñaban cosas malas. Desde su aparición, ​Dragon Ball Z, ​ha dejado huella en millones de
personas. Este anime fue estrenado el 26 de febrero de 1986, y llegó a todo Latinoamérica a
mediados de 1994, con lo cual provocó un gran cambio para toda la generación de los 90.

Lo interesante de esta serie es su evolución con el paso de los años, de ​Dragon Ball ​a su
continuación en 1989 llamada ​Dragon Ball Z​. Partieron entonces de una narrativa “realista
ficcional”, un realismo proveniente del folclore y misticismo chino, donde ​aparecen muchos
personajes con nombres chinos o con vestimentas propias de aquel imperio, a una narrativa
de “ciencia ficción”, en donde lo fantástico comienza a tener más protagonismo, pues es
cuando aparecen los temas de las ​cruzadas interestelares, viajes al pasado y al futuro,
alienígenas y organismos cibernéticos muy poderosos, vida después de la muerte, naves
espaciales, líneas cronológicas alternas, dioses que aparecen y desaparecen, técnicas de
teletransportación, etcétera. A propósito de esto, se puede mencionar que el escritor J. L.
Borges percibió que la literatura fantástica posee varios temas que, si bien puede creerse que
son incontables, pueden ser contados a nivel general. Entre estos temas se encuentra
precisamente el de los juegos con el tiempo, del cual ​Dragon Ball Z ​hace total uso, pues, en
un guiño a la película de ​Terminator,​ hay un viajero en el tiempo, Trunks, que viaja con el fin
de salvar su futuro en otra línea temporal.

Quizás a este manga/anime le conviene más esa dosis de lo fantástico de la cual Borges dice
que debe evitarse en la literatura, pues, como “Wells había dicho, para convencer al lector
que haya un solo hecho fantástico en un cuento y que lo demás sea cotidiano; porque si todo
es fantástico como sucede en tantos relatos de ficción científica, el lector no se resigna a
imaginar tantas cosas fantásticas a un tiempo.”1 En cierta manera, con el mundo del anime, y
el cambio generacional, por supuesto, el público actual tiene la capacidad de imaginar tantas
cosas fantásticas que el único límite se encuentra en la mente del autor. Sin embargo, siguen
guiándose bajo los preceptos de la ciencia ficción, la cual mantiene el hilo narrativo con una
coherencia en cuanto a la verosimilitud de los sucesos, si bien dentro de la misma lógica de la
obra, que no duda en pasar por lo absurdo si es necesario. Igualmente, resulta inquietante que
este género posea también un realismo psicológico y social bastante profundo, pues no dejan
atrás los temas primarios de lo humano. Es quizás por esto que Borges dice que el encanto
hacia los cuentos fantásticos “​Reside, creo, en el hecho de que no son invenciones arbitrarias,
porque si fueran invenciones arbitrarias su número sería infinito; reside en el hecho de que,
siendo fantásticos, son símbolos de nosotros, de nuestra vida, del universo, de lo inestable y
misterioso de nuestra vida y todo esto nos lleva de la literatura a la filosofía”

Bibliografía

-​Iljimae, J. O. E. (2017, 7 agosto). ​Dragon Ball Z: La épica del manga.​ Recuperado de:
https://surblogspot.wordpress.com/2017/08/07/dragon-ball-z-la-epica-del-manga/

-Borges, J. Luis. (1967) ​Borges: la literatura fantástica. (Conferencia). ​Recuperado de:


https://librosdecibola.wordpress.com/2017/02/12/borges-la-literatura-fantastica-conferencia/

-Eco, Umberto (2012). ​De los espejos y otros ensayos.​ Traducción de Cárdenas Moyano.
DEBOLSILLO. RANDOM HOUSE MONDADORI.

1
​{Versión taquigráfica de la conferencia pronunciada por Jorge Luis Borges en la inauguración del
ciclo cultural 1967 de la Escuela Camillo y Adriano Olivetti, el viernes 7 de abril de ese año}

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