ORANDO AL PADRE COMO HIJOS

"Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo". Juan 14:13

En la mayor parte de las iglesias del mundo, la oración no ha sido un movimiento

popular. Generalmente, las mujeres son quienes inician la oración y la intercesión en las
iglesias. Todo comienza con un grupito de personas, que a medida que oran, van
provocando a otros a orar.

En el libro de Lucas, si observamos la vida de Jesús en la Tierra, encontramos ocho

relatos de Él orando. ¿Por qué oraba? ¿Acerca de qué oraba? ¿Cómo oraba? ¿Qué
sucedía cuando oraba? Jesús vivió su vida como cualquier ser humano. La única
diferencia es que él no tenía la naturaleza adámica caída, y caminó en esta Tierra en
total obediencia al padre. De allí se derivaba su poder y autoridad en la Tierra. La clave
de Jesús era su vida de oración. Aprendió a orar como un hijo, y desarrolló una relación
personal poderosa con el Padre.

Cuando Jesús enseña acerca de este tema en el libro de Mateo, primero habla de cómo
no orar. Y en Lucas 11, los discípulos le piden que les enseñe a orar como Juan enseñó a
sus discípulos —que era la forma incorrecta de orar—.

Hay tres cosas que no debemos hacer en oración:

1. No orar como los hipócritas

"Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y
en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa.” Mateo 6:5

La palabra hipócrita en griego no tiene la connotación tan mala como en español o

inglés. Una persona hipócrita en ese tiempo era un actor (1) de teatro, que representaba
un personaje era un en el escenario cubriendo su cara con una máscara. Cuando se
bajaba del escenario, se quitaba la máscara, y volvía a ser quien realmente era.

La mayoría de los creyentes hacen esto. Vienen a la iglesia, cantan coritos, declaran
victoria, pero después salen de la iglesia, se quitan la máscara de creyentes y viven
derrotados por el resto de la semana. Jesús dice que no oremos como los hipócritas que

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cuando van delante de Dios le presentan una cara de victoria, pero después de terminar
de orar, vuelven a su realidad de derrota (2).

Es muy fácil aprender el lenguaje del Reino aun sin estar en él. Tenemos que ser reales y
aceptar aquellas cosas que están mal para cambiarlas y poder seguir sin hipocresías.

2. No orar para ser alabados por los hombres.

“...para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa…” Mateo 6:5

Hay gente que se jacta de orar muchas horas ante Dios, tratando de impresionar a los
demás. Desarrollan un orgullo espiritual, se creen mejores que otros porque oran más
tiempo. Lo que nos debe interesar es lo que Dios piensa de nosotros.

3. No orar usando vanas repeticiones (3).

“…orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería
serán oídos.” Mateo 6:7.

La diferencia entre hacer vanas repeticiones y perseverar en oración, como nos enseña
Lucas en el Capítulo 18, es que la primera es una repetición continua sin pensar y sin
tener el corazón en lo que se está diciendo; en cambio, en la oración, uno habla con el
Padre. (4) de lo que hay en el corazón y desarrolla una relación con Él.

Ejemplo de vana repetición: ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya!

Las religiones del mundo usan las vanas repeticiones; nosotros debemos perseverar en
oración con el sentido dirigido a la persona de Dios. Él no se persuade por nuestras
repeticiones sino por nuestra fe.

¿Cuál es el lugar secreto de Dios?

“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, Y cuyo nombre es el Santo: Yo
habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el
espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.” Isaías 57:15

La Eternidad es un estado, es Dios habita en la eternidad (5) hábitat de Dios, donde el

tiempo no existe. Allí, en ese lugar secreto, solamente se puede entrar y vivir por medio
de la fe. Allí todas las cosas son.

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“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que
le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6.

En la Eternidad, no hay ningún velo. Cuando le buscamos, Dios es todo para nosotros,
es nuestro proveedor, sanador, protector, libertador.

El velo fue removido

“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre
de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de
su carne, 21 teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con
corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala
conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” Hebreos 10:19-22.

Lo único que Dios nos pide es que entremos en el Lugar Secreto, donde Él habita (la
eternidad, sin ningún impedimento, sin velo y sin restricciones) con un corazón
sincero(6) limpio y circuncidado. Lo demás, Él lo hará.

El Padre nos invita a conocerlo

"Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; más el pueblo que conoce a su Dios se esforzará
y actuará.” Daniel 11:32.

Conoce: es el vocablo hebreo "yadá", que significa conocer íntimamente, y es el mismo

que usa la Escritura cuando relata que Adán conoció a Eva sexualmente.

Esforzará: es el hebreo "kjazazac", que significa ser valiente, fuerte, esforzarse,

conquistar.

Actuará: es el hebreo "asa", que significa actuar, obedecer, sacrificar, practicar, producir.
Si leemos todo el verso, diría así:
“...más el pueblo que tiene una relación íntima con su Dios, será esforzado, valiente, fuerte,
conquistador y estará listo para actuar, obedecer, sacrifican practicar, producir " Entonces, la
falta de acción de un creyente es el resultado de no tener una genuina comunión intima con Dios.

El pueblo que conoce a Dios, hará actos atrevidos y poderosos, pero es importante que
tenga la revelación del Padre. Todos los hombres que la han tenido, han llegado a
cruzar la línea de hijos a guerreros y han conquistado (8) ciudades y naciones enteras.

Luego de enseñarnos cómo no orar, Jesús comienza a hablar de cómo orar

correctamente. Tanto en Lucas 11 como en Mateo 6, usa el mismo principio, el cual es
orar al padre como hijos.
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“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público ". Mateo 6:6.

La traducción en griego dice: "El Padre, que ya está en lo secreto, está esperando que nos
acerquemos a Él en fe y listos para entrar en su presencia..."

El comienzo de una vida de oración es aprender a orar en forma personal, como hijos.
Usted nunca tendrá una vida de oración poderosa, si se atiene a las reuniones de
oración con otros, Pues lo que sucede allí es lo que uno trae de estar (9) con Dios.

En Lucas, Jesús nos da el mismo principio:

"Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra". Lucas 11:2.

Nuestra oración debe dirigirse al Padre celestial, que está en el Lugar Secreto
esperándonos. La palabra Padre es el vocablo hebreo "abba ", que significa papi (10), lo
cual nos da una connotación de relación íntima entre padre e hijo.

Cuando entendamos la relación entre el Padre y Jesús, nuestra manera de orar cambiará
dramáticamente, y entenderemos mejor cómo extender el reino de Dios por la fuerza.
Por la obra en la cruz, nosotros hemos sido traídos a una relación cercana con el Padre.
“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su hijo el cual clama
¡Abba, Padre!” Gálatas 4:6.

Ilustración: Una cosa es orar como hijo y otra, orar como un mendigo. La gente da
dinero a los mendigos por un gesto de compasión, pero no tiene ninguna obligación
moral de hacerlo. Los padres sí tienen obligación de dar a sus hijos. De la misma forma,
un padre no puede pedir a un mendigo obediencia, pero sí, puede pedírsela a un hijo.
Debemos dejar de orar como mendigos y comenzar a orar como hijos.

¿Quién nos revela al Padre?

“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrelleva: 13Pero cuando venga
el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino
que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” Juan 16:12, 13

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¿Cuál es la revelación del Padre?

 Él es mi Padre celestial.
 Él me ama (11) como ama a Jesús.
 Yo soy su hijo amado
“...pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús " Gálatas 3:26

Cuando Jesús se paró afuera de la tumba de Lázaro, resumió su vida de oración,

relación con el Padre.
“Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo
alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije
por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.” Juan 11:41,
42.

Jesús no habló fuerte porque el Padre estaba sordo, sino para que la gente oyera y
supiera por qué sus oraciones siempre eran contestadas.

Cuando el hijo ora al Padre, Él siempre le contesta. El padre debe contestar, de lo

contrario, no es padre. (12)

¿Cuáles son los beneficios de ser hijos?

1. Los hijos tienen herencia.
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. si hijos,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente
con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” Romanos 8:16, 17

Todo lo que el Padre tiene es mío, por lo tanto, puedo pedirlo do yo quiera. Los hijos
tienen una herencia espiritual y material, la cual está disponible por medio de Jesús.

2. Los hijos tienen derechos. (13)

Los hijos tienen derecho a ser oídos, derecho a que se les conteste, por la relación que
tienen con el Padre. Como hijos, hay muchas cosas a las cuales tenemos derecho. Por
ejemplo: salud, liberación, paz, justicia, gozo y prosperidad. Todo Dios nos lo ha dado
por medio de Jesucristo.

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 3. Los hijos tienen una relación con el Padre.

Cuando usted llega a conocer al Padre, conoce su amor, y una vez que lo entiende,
responde en obediencia (14) a Él.

La única forma de probar nuestro amor a Dios

es por medio de la obediencia.

En esa relación cercana, el Padre nos va a enseñar a ser hijos, así como Jesús. De modo
que usted cesará de orar como mendigo o peticionario y lo hará como hijo.

“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al
Padre en mi nombre, os lo dará 24Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y
recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.” Juan 16:23, 24.

Jesús nos está mostrando que el propósito por el cual oramos como hijos es tener cien
por ciento de resultados positivos.

4. Los hijos tienen privilegios. (15)

Los hijos también tienen responsabilidad de obediencia y honra.

Hoy en día, muchos hijos se quejan de sus padres, pero ellos tampoco cumplen sus
responsabilidades. Lo mismo es con el Padre celestial, no se pueden tener privilegios sin
cumplir con la obediencia y la honra.

Usted no puede tener derechos, relación, sin primero

aceptar las responsabilidades de la obediencia y la honra.

“les dijo: Cuando oréis. decid: Padre nuestro que estás en los cielos. santificado sea tu nombre.
Tenga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Lucas 11:2.

Donde la voluntad de Dios es hecha, el Cielo se aparece automáticamente. Es una

relación de obediencia al Padre que produce un ambiente llamado Cielo. La
desobediencia produce un ambiente llamado infierno. (16)

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Conteste estas preguntas:

• ¿Conoce usted al Padre como Jesús lo conocía?

• ¿Sabe que el Padre le ama como ama a Jesús?

Cuando usted entra en esa relación cercana con el Padre, su seguridad está en su
relación con Él, no en la posición o trabajo que usted pueda hacer para Él. En la Iglesia,
hay mucha inseguridad, competencia, celo y envidia, porque la gente no tiene un
conocimiento y revelación de la paternidad de Dios. El reino de Dios funciona bajo la
paternidad. Sin esta revelación, no puede haber un entendimiento del Reino. Si usted
nunca ha tenido esta revelación, vamos a pedirle al Padre para que el Espíritu Santo se
la dé.

En Gálatas y Romanos, uno de los nombres del Espíritu Santo es “Espíritu de

adopción(17)” por el cual clamamos “papi”, “abba”. El espíritu de Espíritu Santo clama:
"tú eres mi hijo amado", entonces, usted responde por el mismo Espíritu “daddy”,
“papi”, “abba”.

Jesús fue la primera persona en orar como hijo, lo cual enojó tanto a los religiosos de ese
tiempo que lo llamaron blasfemo. Eso mismo sucede hoy día en la Iglesia. No es
suficiente con venir a las reuniones de oración, unidos con otros. No es suficiente con
hacer oraciones en público. Éstas no tendrán ningún poder si, primero, no tenemos una
vida de oración personal con el Padre.

El poder para lograr todo lo que usted hará, viene de su tiempo privado (18) con Dios
todos los días. Usted necesita Secreto donde vaya, cierre la puerta y tenga un tiempo a
Dios y lo conozca como su padre. Éste es el fundamento del poder y vida del Reino.

Orar y tener una relación personal con Dios es como respirar en lo físico. Si no lo hace se
muere. Si esta enseñanza ha tocado su vida vamos a obedecer inmediatamente.

• ¿Está dispuesto a buscar un lugar secreto para estar a solas con

• ¿Sabe cuáles son sus derechos, privilegios y responsabilidades como hijo?
• ¿Está dispuesto a comenzar una vida de oración personal y orar como hijo?

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