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INTRODUCCIÓN A LA ENSEÑANZA DE

LAS CIENCIAS

APUNTE DE CÁTEDRA
UNIDAD 1:
UNA APROXIMACION A LA IDEA ACTUAL
DE CIENCIA

María de los Ángeles Fanaro

María Rita Otero

DEPARTAMETO DE FORMACIÓN DOCENTE

NIECyT

FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS

2012

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Índice

1- Introducción: Las preguntas de la epistemología

2- Posturas Epistemológicas de la Concepción Estándar de la Ciencia

2.1- Postura Empírico Inductivista de la Ciencia

2.1.1- El positivismo lógico

2.2- La epistemología de Popper

2.2.1-El falsacionismo radical

2. 2.2- El falsacionismo sofisticado

2.2.3- Críticas y limitaciones de la postura falsacionista

3- Posturas Epistemológicas de la Concepción No-Estándar de la Ciencia

3.1- Características generales de la epistemología de Kuhn

3.2- Características generales de la epistemología de Lakatos

3.3- Las epistemologías no estándar y la Enseñanza de las Ciencias.

4- Acerca de una idea actual de Ciencia… ¿Qué ideas acerca de la ciencia sería deseable
que los profesores adopten para sus clases?

5- Referencias bibliográficas

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1- Introducción: Las preguntas de la epistemología
¿Qué es la ciencia? ¿Qué es el conocimiento científico? ¿Qué lo diferencia de otros
conocimientos? ¿Cómo se construye el conocimiento científico? Son algunas de las
preguntas qué guían el estudio de esta unidad, y acerca de ellas estudiaremos las
distintas respuestas que fueron surgiendo históricamente hasta llegar a la concepción
actual de Ciencia.

El problema del conocimiento es un problema que entre otros, es abordado por la


Filosofía, mientras que la disciplina que se ocupa específicamente del conocimiento
científico es la Epistemología. Por eso, muchas veces se hace referencia a la
Epistemología como la “Filosofía de las Ciencias”. En particular, en este apunte de
cátedra desarrollaremos algunas de las diferentes concepciones que han surgido
sobre la naturaleza del conocimiento científico. Se abordarán las posturas
epistemológicas más discutidas, tratando de desarrollar sus principales ideas,
alcances y limitaciones, incluyendo los aspectos críticos de cada una. En lo posible,
trataremos de esbozar algunas implicancias para la enseñanza y el aprendizaje de las
Ciencias de cada una de las posturas.
Las preguntas que se han abordado desde la epistemología son:
.
¿Qué es la ciencia?
¿Tiene métodos la Ciencia? ¿Cuáles son esos métodos?
¿Cuáles son los objetivos de la Ciencia?
¿Hay criterios para demarcar Ciencia y no-ciencia?
¿Cómo avanza la Ciencia?

Aquí seguiremos un desarrollo histórico de las respuestas que se fueron proponiendo


a estas cuestiones, aunque debemos aclarar que no se hará en el sentido progresivo,
como un desarrollo en el cual la Filosofía de la Ciencia ha progresado acumulativa y
continuamente. Se realizará la caracterización de las distintas posturas, siguiendo la
distinción entre concepción estándar y no estándar de la Ciencia adoptada por
Ricardo Gómez (1994). Los filósofos que tienen rasgos típicos de la concepción
estándar son los anteriores a Kuhn, y en tal sentido las dos corrientes más
importantes son la neopositivista y la Popperiana.

La línea divisoria está dada por Kuhn, especialmente con su revolucionario libro "La
estructura de las revoluciones científicas", donde demuestra y defiende la necesidad
de la historia de la ciencia y disciplinas afines para la filosofía de la ciencia. Entonces
la categoría de epistemólogos no estándar tiene como representantes a Kuhn,
Lakatos, Laudan, Fayerabend.

Esta gran separación se basa en tres cuestiones:

 Primero en las preguntas que cada concepción se plantea: la concepción


estándar de la ciencia, entre los cuales los positivistas lógicos, o neopositivistas y los
Popperianos forman parte de los más importantes, se caracterizan, en primer lugar
por sobredimensionar ciertas preguntas. Las cinco preguntas que priorizaron son:

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¿Cuál es la estructura y contenido del conocimiento científico?

En los neopositivistas ésta es "la" pregunta, sin embargo, por ejemplo para Kuhn esta
pregunta no existe.

¿Cuál es el método de la ciencia?

Si bien los positivistas y Popper dan distintas respuestas, ambos consideran que la
repuesta está dada en singular: existe un solo método, y para ambos, lo que
caracteriza a la ciencia es fundamentalmente el método que utiliza.

¿Cuál es el criterio de demarcación entre ciencia y no-ciencia?

Básicamente esta es la segunda gran pregunta para los neopositivistas, porque


querían distinguir la ciencia de la metafísica, considerada el polo opuesto de la
ciencia aunque también es muy importante en Popper, la obsesión demarcadora era
entre ciencia y lo que el llama pseudociencia: la astrología, el psicoanálisis y otros.

¿Cuál es el objetivo de la ciencia?

Esta pregunta ya no es tan importante para los positivistas, pero sí lo es para Popper

¿Cómo ocurre el desarrollo científico?

Esta pregunta es la pregunta dinámica, porque fundamentalmente es cómo se


desarrolla la ciencia en el tiempo. Esta pregunta tiene una subpregunta, y una
respuesta muy clara en todos: ¿Es este desarrollo progresivo?, Entonces ¿cuáles son
las características de este desarrollo? (Gómez, 1994)

Prácticamente no existe esta pregunta en la filosofía neopositivista, jamás se la


plantearon, no era una pregunta relevante. En cambio a Popper sí le interesan los
aspectos dinámicos del conocimiento científico. Mientras que el neopositivismo
según Popper había cometido el error de centrarse fundamentalmente en una versión
estática de la ciencia, (como el gran interés por la estructura lógica de una teoría
científica, que es un aspecto estático), para él, es una pregunta relevante.

Este esquema de preguntas para la concepción no-estándar desaparece, y para los


nuevos epistemólogos, el centro de interés cambia radicalmente, aunque sí siguen
vigentes las cuestiones acerca de la racionalidad y al progreso de la ciencia.

 Segundo, la distinción entre estándar y no estándar, es que la unidad de


análisis de los epistemólogos de concepción estándar son las teorías, mientras
que para los epistemólogos no-estándar, son las estructuras (llámense
paradigmas, programas de investigación, tradiciones de investigación),
considerando así la complejidad de las principales teorías científicas.

 Tercero: a partir de Kuhn, hay una preocupación de analizar las cuestiones


científicas desde un marco más amplio que consideraciones lógicas, tal
como las cuestiones relacionadas con la historia y la parte social de la actividad
científica.

Se comenzará esta monografía con la concepción del positivismo lógico, ya que se


considera que es muy importante porque de alguna manera construyeron lo que se

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llama la Filosofía de la Ciencia del siglo XX: plantearon las preguntas centrales y
dieron las respuestas más fuertes. Claro que hoy día se rechazan estas respuestas, y
muchas preguntas que no plantearon, son en realidad más importantes que las que
plantearon, pero lo que se llama usualmente el esquema de trabajo, está dado por
ellos, y esto especialmente en filosofía es de un valor incalculable. Ellos nos dan el
marco en el cual reflexionar, ya sea a favor o en contra (Gómez, 1994)

2. Posturas Epistemológicas de la Concepción Estándar de la


Ciencia

2.1.1 Postura Empírico Inductivista de la Ciencia

Se podría decir que la problemática epistemológica comienza a principios del siglo


XX, tomando como punto de partida la concepción filosófica del empirismo, que se
sostiene que únicamente es comprensible aquello que es verificable. Para esta
concepción, lo único digno de ser pensado y a lo cual debe consagrarse la filosofía es
el estudio científico de lo observable; sólo así, se proporciona un saber válido,
positivo. El positivismo adquirió popularidad durante, y como consecuencia de la
revolución industrial fundamentalmente, en el siglo XVII con Galileo, "el gran
experimentador" y Newton. El filósofo Francis Bacon, por ejemplo, refleja tal actitud
científica insistiendo que para entender la naturaleza, se debe consultar la naturaleza
misma, y no los escritos de Aristóteles.

El positivismo lógico o neopositivismo, enmarcado dentro del empirismo, fusiona el


apego a la experiencia con las innovaciones de la lógica matemática, y se consolida en
1920, con la formación del "Círculo de Viena". Este movimiento fue una forma de
empirismo, según el cual no sólo las teorías se justifican en la medida en que se
pueden verificar apelando a los hechos conocidos mediante la observación, sino que
además se considera que tiene significado en tanto se puedan derivar de ese modo.
Según Chalmers (1992) hay dos aspectos problemáticos en el surgimiento del
positivismo. Uno es que se produjo en una época en que, con el advenimiento de la
física cuántica y la Teoría de la relatividad de Einstein, la física estaba avanzando
espectacularmente y de un modo muy difícil de reconciliar con el positivismo. El otro
aspecto problemático es que ya en 1934, Karl Popper en Viena y Gaston Bachelard en
Francia habían publicado obras que contenían refutaciones muy contundentes contra
el positivismo, no obstante eso, esta concepción se hizo muy popular y tuvo mucha
influencia.

Los epistemólogos de la concepción neopositivista coincidirían en que:

 Las teorías científicas se justifican porque se apoyan inductivamente en la base


segura que proporciona la experiencia.

 La ciencia tiene un método, que la hace radicalmente distinta de la metafísica: el


método científico. Para los positivistas lógicos, era fundamental poder determinar
en forma precisa, si una actividad era científica o no lo era, porque como
pretendían analizar la ciencia, era necesario que no se considerara ningún tema o
elemento que no fuera estrictamente científico.

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 Una teoría es un sistema formal parcialmente interpretado (de las reglas de
designación, definir verdad en una interpretación a través de reglas. No se
desarrollará este aspecto en la monografía.)

 Respondiendo a su raíz positivista, a nivel ontológico no están dispuestos a


aceptar una realidad que no sea una realidad empírica.

2.1.2 El positivismo lógico

Los defensores de esta posición, argumentan que la ciencia comienza con la


observación. El científico debe observar, con una mente libre de prejuicios, y registrar
de modo fidedigno todo lo que pueda ver, oír, tocar. Los enunciados acerca del
mundo obtenidos de esta manera, es decir enunciados observacionales, se pueden
establecer o justificar directamente como verdaderos mediante los sentidos, y forman
la base de la que se derivan las leyes y teorías que constituyen el conocimiento
científico.

Se distinguen los enunciados singulares, que se refieren a un determinado


acontecimiento o estado de las cosas en un determinado lugar y momento, (por
ejemplo "un trozo de ámbar cargado se atrae con un trozo de vidrio") de los
enunciados universales, que expresan afirmaciones acerca de las propiedades o del
comportamiento de algún aspecto del universo (por ejemplo "las cargas eléctricas de
distinto signo se atraen"). A diferencia de los enunciados singulares, los universales
se refieren a todos los acontecimientos de un determinado tipo, en todos los lugares y
en todos los tiempos. Así, todas las leyes y teorías que constituyen el conocimiento
científico serían afirmaciones generales de esta clase.

Un razonamiento empírico inductivista sería el siguiente: suponiendo que las


observaciones se repitan en una amplia variedad de condiciones, sería lícito
generalizar a partir de una lista finita de enunciados observacionales singulares, una
ley universal. Claro que serán necesarias una inmensa cantidad de observaciones
antes de poder justificar cualquier afirmación, y ningún enunciado observacional
aceptado debe entrar en contradicción con la ley universal derivada. Esto es lo que
básicamente caracteriza a la inducción como método de construcción de
conocimiento científico (contexto de descubrimiento): suponer que
mediante una inducción en sentido estrecho, (de una lista finita de enunciados
singulares, a partir de la base segura que proporciona la observación y la
experimentación, se puede generalizar un enunciado universal) se puedan construir
leyes universales para explicar el mundo que nos rodea, o una porción de él.

Para los positivistas lógicos el crecimiento de la ciencia es continuo, siempre hacia


adelante y en ascenso, a medida que se aumenta el número de datos observacionales,
y el camino para generar conocimiento científico, que comienza con la observación, y
utiliza la inducción, constituye el Método Científico.

Hay principalmente tres problemas que se constituyen en críticas hacia la inducción


como método de descubrimiento de conocimiento científico, y que atacan directa y
puntualmente sus bases:

1- El principio de inducción no se puede justificar

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Esta crítica cuestiona que si la observación nos proporciona un conjunto seguro de
enunciados observacionales, como suponen los inductivistas, ¿por qué el
razonamiento inductivo conduce al conocimiento científico fiable e incluso
verdadero? Se puede intentar justificar el principio apelando a la lógica, o podría
justificarse apelando a la experiencia.

En el primer caso se sabe, que si en las argumentaciones lógicas válidas la premisa de


la argumentación es verdadera, entonces la conclusión debe ser verdadera, así, las
argumentaciones deductivas tienen ese carácter, en cambio, las argumentaciones
inductivas no son argumentaciones lógicamente válidas porque es posible que la
conclusión de una argumentación sea falsa, y que sus premisas sean verdaderas sin
que ello suponga una contradicción. Es decir, una inferencia inductiva con premisas
verdaderas, puede llevar a una conclusión falsa, como lo hizo el pavo inductivista de
B. Russell (Chalmers, 1988). Por lo tanto, el principio de inducción no se puede
justificar simplemente apelando a la lógica.

Recurriendo a la experiencia para realizar tal justificación, sería así: el principio de


inducción funcionó con éxito en la ocasión 1, en la dos, en la "n", entonces, el
principio de inducción funcionará siempre. Esto lleva a un círculo vicioso, ya que
emplea el mismo tipo de argumentación inductiva cuya validez se quiere justificar,
esto es no se puede justificar la inducción utilizando la inducción.

Además de la circularidad que conllevan los intentos de justificación, el principio de


inducción conlleva otros problemas, como por ejemplo de la exigencia de que se
realice un "gran número" de observaciones en una "amplia variedad" de
circunstancias. ¿Cuántas observaciones hacen un gran número? Y ¿qué se considera
una variación significativa de circunstancias? Cualquiera sea la respuesta, hay
muchos ejemplos que hacen dudar de la invariable necesidad de un gran número de
observaciones, y de infinita lista de variaciones que se pueden introducir en una
experiencia. Entonces, cuál es el criterio para considerar superfluas unas variaciones
y otras no. Esto se relaciona directamente con el siguiente problema: el de las
hipótesis subyacentes.

2 - La ciencia no comienza con la observación: el problema de las


hipótesis subyacentes

Esta crítica no apunta a la inducción, de la que suponen que deriva el conocimiento


científico a través de la observación, sino a los supuestos inductivistas sobre el estatus
y el papel desempeñado por la propia observación. Si se restringe el análisis de la
observación al dominio de la visión, ya que el sentido de la vista es el que más
comúnmente se utiliza en la práctica de la ciencia, la cuestión más atacada es que dos
observadores normales que vean el mismo objeto desde el mismo lugar y en las
mismas circunstancias físicas, no tienen necesariamente las mismas experiencias
visuales, aunque las imágenes que se produzcan en sus respectivas retinas sean
prácticamente iguales, es decir que aunque la naturaleza de las imágenes formadas en
las retinas de los observadores es independiente de la cultura de quienes miran, no es
necesario que dos observadores "vean" lo mismo. Hay muchas experiencias visuales
que demuestran esto, entonces es posible comprender que lo que un observador ve,
esto es su experiencia visual, depende en parte de su experiencia pasada, sus
conocimientos y sus expectativas, es decir del estado interno de nuestra mente, y por
ello pueden interpretar distintas cosas.

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Hay otra razón por la cual defender que las teorías preceden a las observaciones, y
tiene que ver con que las observaciones sólo se convierten en observaciones
relevantes para la ciencia cuando son formuladas y comunicadas como enunciados
observacionales susceptibles de ser utilizados y criticados por otros científicos. En la
concepción inductivista la exigencia de la derivación de enunciados universales a
partir de enunciados singulares, conllevan relaciones entre ambos conjuntos de
enunciados. Por su parte, los enunciados observacionales son formulados en un
lenguaje público, comunicable, que conllevan teorías con diversos grados de
generalidad y complejidad, y como éstos forman la supuesta sólida base de la ciencia,
se puede advertir que, en contra de la pretensión inductivista, una teoría de algún
tipo debe preceder a todos los enunciados observacionales y ellos son tan falibles
como las teorías que presuponen. Por todos estos motivos resulta poco creíble
afirmar que la ciencia comienza con la observación, y es más aceptable pensar que la
teoría es la que guía la observación y la experimentación.

3- La observación no proporciona una base segura sobre la que se puede


conseguir conocimiento científico

Esta tercer objeción, aunque muy relacionada con la anterior, es relativa a la


observación en sí misma, y alude a la complejidad del término "observable".
Respecto a esto se pueden tomar dos posturas: una es la que apuesta a que observable
es la sensación representada por la imagen de algo que se forma en la retina;
entonces nada es observable excepto las imágenes sensoriales, por lo tanto, nada de
la realidad objetiva puede ser observado. Aceptando tal cosa se corre el riesgo de
negarle a la ciencia cualquier otra posibilidad de conocimiento que no fuera el fruto
de los meros datos sensoriales. En dirección opuesta, se puede pensar que lo
observable no pasa exclusivamente por el acto de ver con los ojos, ya que con
aparatos sofisticados como lupas, microscopios electrónicos, o incluso con detectores
indirectos como una cámara de burbujas, se puede observar una identidad. Por lo
tanto no existe un criterio unánime para decidir cuando algo es observable o no.

Además, con relación al hecho que las teorías impregnan los enunciados
observacionales, los enunciados observacionales son tan falibles como las teorías que
presuponen, y por lo tanto no constituyen una base completamente segura sobre la
que construir las leyes y teorías científicas.

Por lo tanto, se puede concluir sobre la base de estas críticas, que la ciencia no
comienza con los enunciados observacionales, y los enunciados observacionales no
constituyen una base firme sobre la que pueda descansar el conocimiento científico,
puesto que son falibles.

El intento por justificar lógicamente la inducción

Debido a los ataques que ha recibido la concepción empírico inductivista de la


ciencia, han surgido intentos de salvar las ideas, y para que el inductivismo no resulte
refutado de un modo concluyente se han modificado algunos de los supuestos
básicos. El gran valor del trabajo de los positivistas lógicos es el intento de justificar
lógicamente el principio de la inducción como método de la ciencia.

El primer intento de cubrir la retaguardia del problema de la inducción, o sea la


dificultad de concebir la ciencia como un conjunto de enunciados que se pueden

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establecer como verdaderos a partir de una evidencia dada, es con auxilio de la
probabilidad. Una versión probabilística tomada de Chalmers, (1988) del principio
de inducción sería "si en una amplia variedad de condiciones se ha observado un gran
número de A, y si todos los A observados poseen sin excepción la propiedad B,
entonces probablemente todos los A poseen la propiedad B". Este principio no
supera el problema de la inducción, porque tampoco se puede justificar, y aunque se
pudiera, existen problemas adicionales relacionados con las dificultades que se
encuentran cuando se trata de precisar exactamente la probabilidad de una ley o
teoría a la luz de unas pruebas especificadas, y que no serán tratadas en este trabajo.
Otras posibles respuestas al problema de la inducción son las siguientes:

1) Aceptar que la ciencia se basa en la inducción y que no se puede justificar la


inducción apelando a la lógica y la experiencia, es decir de un modo racional. Así
lo hizo Hume, al aceptar que nuestras creencias en leyes y teorías no son más que
hábitos psicológicos que adquirimos como resultado de las repeticiones de las
observaciones relevantes.
2) Negar que la ciencia se base en la inducción. Esto es lo que intentan hacer otras
posturas, como por ejemplo la de Popper.
En una postura modificada, contra la afirmación que la ciencia comienza con la
observación, establece una distinción entre el modo que se concibe o descubre por
primera vez una teoría, es decir un contexto de descubrimiento, y el contexto
de justificación, donde se valoran sus méritos. Así, esta postura moderada, a veces
denominada “inductivismo sofisticado” (para oponerse al inductivismo ingenuo)
admite que las teorías se conciben de diversas maneras, y por diferentes caminos, por
ejemplo pueden intervenir en este contexto la inspiración, por accidente, o llegar a un
conocimiento luego de largos momentos de observaciones y cálculos. Surge así la
idea de utilizar la inducción en forma debilitada, esto es, mediante la inducción,
obtener la forma matemática o cuantitativa de la ley, pero la ley se conjeturó
cualitativamente de manera no inductiva en forma previa. Así, coexistirían las
conjeturas del científico con la inducción en su forma debilitada.

En la actualidad, en el ámbito académico esta corriente está en crisis, por


considerarla equivocada y engañosa, ya casi nadie sostiene que la ciencia se construye
mediante caminos inductivos que comienzan en la observación, utilizando "el"
método científico, adoptado como un camino seguro que conducirá al conocimiento
científico. Aún así, en las escuelas todavía se realiza la transposición didáctica del
método científico de esta forma, constituyéndose en un error epistemológico y
didáctico, como se señala en el trabajo de Moreira y Osterman (1993). De esta forma,
se proporciona a los alumnos una visión inadecuada de ciencia, no permitiendo que
perciban los contenidos abordados en las clases de ciencias, como replanteo de temas
abiertos, que deben ser problematizados, y que en ciencias el conocimiento es
provisional y cuestionable, pero verificable.

2.2. La epistemología de Popper


Dentro de la posición filosófica del racionalismo, se enmarca la postura
epistemológica de Popper, que critica las tesis centrales del empirismo lógico,
defendiendo el falsacionismo contra el verificacionismo, el método hipotético
deductivo contra la inducción y proponiendo como problema básico el del
crecimiento de la ciencia. La postura de Popper constituye un racionalismo crítico, en

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donde los argumentos de que no es posible probar o refutar de manera concluyente
las teorías científicas se basan en consideraciones lógicas.
Al igual que ocurrió con el inductivismo, el falsacionismo se puede separar en dos
posturas: un falsacionismo más radical respecto a los supuestos de demarcación entre
supuestos científicos y no científicos y el avance de la ciencia, y un falsacionismo más
sofisticado, el que reaccionando a las críticas recibidas, modera las cuestiones del
progreso de la ciencia.
2.2.1 El falsacionismo radical
En reacción al inductivismo surge la postura de Popper, representante más fiel del
falsacionismo, que admite francamente que la observación es guiada por la teoría y la
presupone, y la metodología de trabajo que se propone rechaza la inducción en todo
sentido, adoptando para la construcción del conocimiento científico el método
hipotético deductivo, que ya fuera desarrollado en una manera débil entre los
filósofos del positivismo lógico como Carnap y Hempel. También se abandona la idea
que las teorías se pueden establecer como verdaderas o probablemente verdaderas a
la luz de la evidencia observacional.

La pregunta de cuál es la estructura y contenido del conocimiento científico, no es


una pregunta que a Popper le interese centralmente, porque para él la teoría
científica es en última instancia un sistema hipotético deductivo, o sea un conjunto de
hipótesis organizadas deductivamente. Por lo tanto, una teoría no puede ser
entendida como el resultado de la interpretación de un sistema formal, porque al
tener un sistema formal si se interpreta, ésta puede resultar verdadera o falsa. Si la
interpretación resultante es falsa, jamás puede ser una teoría científica; pero si la
interpretación es verdadera, tampoco puede ser verdadera para Popper, puesto que
como una teoría es un conjunto de hipótesis, y nunca dejan de ser lo que son,
hipótesis, jamás pueden ser verdaderas. Con esto Popper está diciendo algo muy
fuerte acerca del carácter conjetural del conocimiento científico: en una teoría todas
son hipótesis: los principios son conjeturas, las hipótesis son conjeturas y los
enunciados de base empírica también son conjeturas. (Gómez, 1994). Tanto es así,
que Popper se resiste a éstos últimos a llamarlos enunciados observacionales, entre
otras razones, porque para los positivistas los enunciados observacionales no eran
conjeturas, sino una roca, una base segura, donde se les adscribía verdad, entonces se
aceptaban o rechazaban. Por eso cuando ellos dicen que los enunciados
observacionales forman la base empírica de la teoría, lo que están diciendo no son
conjeturas, son certezas en las cuales se apoyan las hipótesis, o sea la evidencia
empírica. En Popper esto no puede ser así, porque al ser una teoría un sistema
hipotético deductivo, entonces todas las teorías son hipótesis, incluso esos
enunciados. A los enunciados que son singulares, por ser susceptibles de ser
aplicadas a un único hecho, Popper los llama hipótesis singulares o "enunciados
básicos". Ellos son los que constituyen la base empírica de una teoría, porque una
teoría está constituida por hipótesis, de grado decreciente de generalidad,
comenzando por principios, cuya generalidad es de una universalidad estricta, y
disminuyendo en grado de generalidad hasta llegar a hipótesis singulares.

A diferencia de los positivistas, que distinguían términos teóricos y observacionales y


por otra parte, enunciados teóricos y observacionales, para Popper el contenido de la
teoría científica son todos términos teóricos, en el sentido estricto que no hay
términos observacionales, esto es todos los términos están cargados de teoría, por
ejemplo amarillo, azul, rojo, etc. son todos términos teóricos, porque para llegar a un

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acuerdo que los colores sean rojo, amarillo, etc. en última instancia terminan
refiriendo en frecuencias y longitudes de onda.

Por lo tanto, el falsacionismo parte de la idea que las teorías se construyen como
conjeturas o suposiciones especulativas y provisionales, que el intelecto humano crea
libremente en un intento de solucionar los problemas con que tropezaron las teorías
anteriores, y de proporcionar una explicación adecuada del comportamiento de
algunos aspectos del universo. Una vez propuestas, las teorías especulativas, han de
ser comprobadas de forma rigurosa por la observación y la experimentación.
Aquellas teorías que no superen las pruebas observacionales y experimentales serán
eliminadas y reemplazadas por otras conjeturas especulativas. Los falsacionistas
explotan al máximo esta cuestión lógica: es posible efectuar deducciones lógicas
partiendo de enunciados observacionales singulares como premisas, y llegar a la
falsedad de teorías y leyes universales mediante una deducción lógica. Es decir, jamás
puedo concluir la verdad de una hipótesis, porque si las hipótesis son enunciados
estrictamente universales especialmente los principios, nunca se puede garantizar la
imposibilidad de que aparezca en un futuro, un contraejemplo, por eso las hipótesis
estarán corroboradas, pero no verificadas en sentido estricto. A esto se refiere su
asimetría de la verificabilidad y falsabilidad, al no poder concluir la verdad de una
hipótesis testeándola, pero sí su falsedad, por razonamientos puramente lógicos
(aplicando la regla de razonamiento deductivo del "Tollendo Tollens", o "Modus
Tollens") (Ibid)

El criterio para decidir si una hipótesis o teoría es científica, se basa en considerar


que dicha conjetura, además de tener contenido informativo acerca de algún aspecto
del universo, debe ser "falsable", es decir, debe existir un enunciado observacional o
un conjunto de ellos, lógicamente posibles, que sean incompatibles con ella, y en el
caso de ser verdaderos, refutarían la hipótesis. Luego, deben ser elegidas aquellas
teorías que sean más falsables, que ofrecen más posibilidades de poder ser refutadas,
para constituir el conocimiento científico. Esta exigencia de falsabilidad de las
hipótesis, está estrechamente relacionada con la condición de que sean establecidas y
precisadas con claridad, puesto que si se establecen de forma tan vaga que no queda
claro qué afirman, cuando se comprueban mediante observación o experimentación,
siempre se podrá interpretar que es compatible con los resultados de esas pruebas.
A la pregunta por el método, Popper sostiene que hay un método científico
distintivo, y que es el método hipotético deductivo de contrastación, o método de
conjeturas y refutaciones. Este método se utiliza para decidir acerca de la aceptación
o rechazo de las hipótesis Aquí Popper no utiliza la palabra "justificar", porque evoca
a la justificación positivista (Gómez, 1994). Para esta decisión lo que se hace es un
test de resistencia, o de contraste, tratando de ver hasta que punto la hipótesis resiste
a la comparación con el mundo empírico. Para ello se deducen de la hipótesis que
está tratando de refutar enunciados básicos y se determinan si estos enunciados
básicos son verdaderos o falsos; mientras no aparezcan enunciados básicos falsos, se
concluye que la hipótesis está siendo corroborada (y no "confirmada", como dirían los
positivistas).
Popper supone que hay un criterio de demarcación entre Ciencia y pseudociencia y es
distinto al de los positivistas. Las teorías científicas no se distinguen de las no
científicas por el hecho de que unas sean significativas y las otras no lo sean, ya que
sostiene que puede haber ámbitos fuera de la ciencia que sean empíricamente
significativos, y por eso es que lo significativo no constituye un criterio de

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demarcación, y el criterio que Popper propone es la refutabilidad o falsabilidad. Esto,
es transformar a los científicos en una suerte de investigadores cuyo propósito central
es obsesivamente tratar de encontrar posibles contraejemplos a su teoría. (Ibid)

El progreso de la ciencia, concepto fundamental para los falsacionistas, se da por


conjeturas y refutaciones, y sólo sobreviven las teorías más aptas, las que han
superado todos los intentos realizados para falsarlas. Es decir, sería lícito afirmar que
desde esta postura, la ciencia progresa por ensayo y error, en el sentido que, se
empieza con problemas asociados con la explicación de algún suceso, se proponen
hipótesis falsables, conjeturas para solucionar el problema, y estas hipótesis deben
pasar el examen de la experimentación. Debido a que la lógica hace imposible que se
deriven leyes y teorías universales a partir de enunciados observacionales, pero sí es
posible la deducción de la falsedad, las falsaciones vienen a ser importantes hitos en
el desarrollo de la ciencia. Cuando se falsa una hipótesis que no ha superado con éxito
una gran variedad de pruebas rigurosas, surge entonces un nuevo problema que exige
la invención de nuevas hipótesis, seguida de nuevas críticas y pruebas, y así este
proceso continúa indefinidamente. Aunque no se puede decir que una teoría es
decididamente verdadera, por más que haya pasado con éxito pruebas rigurosas, se
puede decir con optimismo que es la mejor disponible, mejor que cualquiera de las
que se hayan propuesto antes.

Para Popper la necesidad el progreso científico es un aspecto muy importante de la


ciencia, no en cuanto a la importancia práctica y social de tal necesidad, sino la
importancia intelectual, sosteniendo que " el desarrollo continuo es esencial para el
carácter racional y empírico del conocimiento científico; esto es la forma que el
científico discrimina entre teorías disponibles y elige la mejor, o (en ausencia de una
teoría satisfactoria) la manera en que ofrece razones para rechazar todas las
teorías disponibles" (Popper, 1991:264). Cuando Popper habla del desarrollo de
conocimiento científico, lo que significa, no es la acumulación de observaciones,
como lo sería para los inductivistas, sino que se refiere al repetido derrocamiento de
teorías científicas y su reemplazo por otras más satisfactorias.

Esta postura respecto del desarrollo de la ciencia, es blanco de una de las críticas
recibidas, porque de esta forma, se concibe la ciencia de una forma estática, ya que, se
excluye que se efectúen modificaciones en teorías destinadas simplemente a proteger
una teoría de una falsación amenazadora. De esta manera, resulta que el progreso
que podría efectuar la ciencia sería extremadamente lento, puesto que habría que
derribar toda una teoría construida ante el primer síntoma de su fracaso, y comenzar
nuevamente la construcción. La historia de la ciencia muestra numerosos ejemplos
en los que se realizan modificaciones, que en un primer momento pueden parecer ad
hoc, (esto es la adición de un postulado que no tiene más consecuencias
comprobables que no fueran las de la teoría sin modificar), pero que finalmente no lo
son, porque llevan a nuevas corroboraciones. Por ejemplo los supuestos para salvar
la teoría de Newton de la falsación postulando la órbita de Urano condujeron a un
nuevo tipo de comprobación de esa teoría, y llevaron al descubrimiento de Neptuno.

Respecto de la pregunta del objetivo del conocimiento científico, mientras que para
el positivismo, el objetivo fundamental era alcanzar las predicciones exitosas, la
respuesta que Popper da, es que la ciencia debe dar explicaciones satisfactorias de
todo aquello susceptible de ser explicado, en una posición muy opuesta al
instrumentalismo positivista. Para él, lo susceptible de ser explicado son

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principalmente los hechos en primer lugar, las leyes en segundo lugar, y las teorías en
tercer lugar. En este sentido, el progreso científico consiste en pasar explicaciones
satisfactorias a explicaciones más satisfactorias aún, o de teorías a otras teorías que
abarquen a las anteriores corrigiendo los errores de las anteriores y permitiendo
predecir nuevos hechos

Como Popper también sostiene que las teorías científicas pretenden alcanzar la
verdad, y se van sucediendo unas tras otra en el desarrollo histórico acercándose a la
verdad, (pero convergen asintóticamente, porque en tanto y en cuanto no hay
explicaciones últimas, no podemos afirmar que haya finalmente una teoría que de la
verdad). Un posible criterio para el desarrollo científico es que una teoría es más
científica, y entonces constituye un progreso respecto de otra, cuando se acerca más a
la verdad, es decir tiene un mayor grado de verosimilitud.

Una comparación de las distintas respuestas a las cinco preguntas básicas de la


concepción estándar de la ciencia que dieron los positivistas lógicos y los
falsacionistas, se muestra resumidamente en el siguiente cuadro:

Preguntas Positivistas lógicos Falsacionistas


centrales
¿Cuál es la Una teoría científica es un sistema Una teoría científica es un
estructura y formal, parcialmente sistema hipotético
contenido del interpretado, por lo tanto tiene la deductivo, o sea un
conocimiento estructura de un sistema formal. conjunto de hipótesis
científico? organizadas
deductivamente.
¿Cuál es el método El método inductivo permite Método de conjeturas y
de la ciencia? justificar la aceptación o rechazo refutaciones.
de las hipótesis científicas a partir
exclusivamente de la evidencia
empírica.
¿Cuál es el criterio Criterio del significado: se Para que un enunciado sea
de demarcación? aceptan aquellas que sean científico debe ser falsable.
empíricamente significativas (si es
empíricamente verificable), y son
consideradas científicas, y se
rechazan aquellas que carecen de
significado empírico
¿Cómo es el No es una pregunta que les Continuo: sin rupturas ni
progreso de la preocupe, sin embargo debido al grandes hiatos: pasar de
Ciencia? carácter positivista, se puede ver explicaciones a
el desarrollo como continuo, y explicaciones más
acumulativo, y el progreso como satisfactorias, por medio
lineal, va siempre en una misma de conjeturas y
dirección: hacia adelante y en refutaciones.
ascenso: explicar y predecir cada  Gradual, y no
vez con más éxito los hechos estrictamente
empíricos. acumulativo, no es por
acumulación de teorías; se
corrigen las teorías

13
anteriores, las teorías no
quedan tal cual
 Unidireccional,
siempre va en una
dirección: hacia la
búsqueda de la verdad,
hacia teorías con mayor
grado de verosimilitud.
¿Cuál es el objetivo El objetivo fundamental de la El objetivo de la ciencia es
del conocimiento ciencia es la predicción exitosa, la permanente búsqueda
científico? porque en última instancia las de la verdad. (concepción
teorías son instrumentos de realista de la ciencia)
predicción. (concepción
instrumentalista de la ciencia)

Cuadro 1: diferencias respecto a las cinco preguntas básicas entre la


corriente neopositivista y falsacionista

2.2.2 El falsacionismo sofisticado


Popper no es un falsacionista ingenuo que cree que una hipótesis científica por sí sola
sea refutada porque se le encuentra un ejemplo refutativo, y en una nueva faceta,
sostiene que las teorías las trato de proteger, pero no con hipótesis ad hoc (no las
puede aceptar porque de hacerlo, se aceptaría que en última instancia, no hay
hipótesis que no pueda ser falsada y eso es desastroso para su método), sino que
sostiene la idea de test severos (Gómez, 1994). Entonces, sostiene que no cualquier
ejemplo refutativo en cualquier tipo de test, sino aquellos que se dan a través de test
severos. Este test constituye un intento riguroso y bien diseñado par refutar la
hipótesis, y es un intento muy pautado, por ejemplo un caso representativo de test
severo es un experimento crucial, como el caso de Michelson y Morley que llevó a la
refutación de la hipótesis del éter. Esta postura en parte se constituye en blanco de
crítica, especialmente desde Lakatos, puesto que Popper la concibe como una
falsación instantánea, mientras que Lakatos va a defender la idea de temporalidad del
proceso de falsación.

Popper sostendrá más tarde, que en general una teoría será considerada digna de
atención si es más falsable que su rival y, principalmente, si predice un nuevo tipo de
fenómeno que su rival no mencionaba. Con esta modificación, se resuelve el
problema de especificar hasta que punto es falsable una teoría, ya que es imposible
definir la medición absoluta la falsabilidad simplemente porque el número de
falsadores potenciales de una teoría será infinito.
Es interesante detenerse a describir cuál es la forma en que se concibe a la
confirmación, porque hay una marcada asimetría entre la confirmación de conjeturas
audaces y aventuradas, y conjeturas prudentes, es decir conjeturas que no parecen
implicar riesgos significativos. Esta asimetría se da porque si bien en una prueba, si
cualquiera de las dos fracasa, ambas resultan falsadas, y en el caso de pasar tal
prueba, resultarían confirmadas, los adelantos importantes vendrán marcados por la
confirmación de conjeturas audaces, y la falsación de las prudentes. Estos se
debe a que, si se llega a confirmar una conjetura audaz, se realiza un aporte al
conocimiento científico porque señalan el descubrimiento de algo hasta entonces
inaudito o considerado improbable. Por su parte, las falsaciones de conjeturas

14
prudentes, establecen que lo que se considera sin más problema verdadero, es en
realidad falso.
Por otro lado, si se confirma una conjetura prudente o se falsa una conjetura
audaz, se aprende poco: en primer caso no nos informa nada nuevo, y en el segundo
caso, todo lo que se aprende es que una idea "loca" ha resultado errónea, como tal vez
era de esperarse.

La interpretación del falsacionismo sofisticado en referencia a las confirmaciones,


sigue sosteniendo que las teorías se pueden falsar y rechazar, aunque se niegue que se
pueden establecer como verdaderas o probablemente verdaderas. El propósito de la
ciencia entonces, consiste en falsar las teorías, y proponer otras mejores, que
demuestren una mayor capacidad para resistir pruebas. La confirmación de una
nueva teoría es muy importante en el sentido que constituye la demostración de que
esa nueva teoría es una mejora de la teoría a la que reemplaza, que fue falsada por la
evidencia descubierta con la ayuda de ésta nueva, y que la confirma. Toda vez que
una audaz teoría recién propuesta logra destronar a su rival, se convierte en blanco de
nuevas pruebas, que surgirán de otras teorías audazmente conjeturadas.

Resulta muy importante en este momento comparar la concepción inductivista y


falsacionista acerca de la confirmación, ya que es significativamente diferente, porque
para el inductivismo los casos confirmadores de una teoría lo son si proporcionan
apoyo inductivo, y cuanto mayor sea el número de casos, mayor será el apoyo a la
teoría, y más probable será que sea verdadera, independiente del contexto histórico
en el que se obtienen. En cambio, para los falsacionistas, la importancia de las
confirmaciones depende muchísimo del momento histórico en el que se producen, ya
que una confirmación conferirá un alto grado de valor a una teoría si esa
confirmación fue el resultado de la comprobación de una predicción nueva, o sea, una
confirmación es relevante en la medida que es imposible que suceda a la luz del
conocimiento de la época. Por ejemplo, si hoy día un experimento confirma la ley de
Newton, no contribuye en nada al conocimiento científico de la Mecánica que se tiene
hasta el momento, pero si en cambio hoy día surge un experimento, una teoría
especulativa que falsa la mecánica newtoniana, se realiza una importante aportación
a la ciencia, porque implicaría la búsqueda de explicaciones alternativas a la
mecánica de Newton. Así, el contexto histórico establece la diferencia entre ambas
posturas respecto a la importancia de la confirmación.

Además de la consideración histórica de la confirmación de hipótesis, la diferencia


entre el "temple" que van mostrando las teorías de Popper, cuando soportan cada vez
más corroboraciones, y la confirmación inductiva de Hempel, se puede ejemplificar
imaginando que la teoría es como un escudo que se defiende de los golpes de las
contrastaciones, y que a medida que los soporta, va mostrando su temple. "Esto no
significa que en cualquier momento un golpe certeramente dado, en el talón de
Aquiles del escudo, no haga que éste se rompa en mil pedazos. En cambio,
aceptando la inducción para confirmar las hipótesis conjeturadas, dirán que a
medida que el escudo va resistiendo los golpes, sin romperse, aumenta la
probabilidad de que sobreviva a futuros golpes." (Boido et.al,1988).

2.2.3 Críticas y limitaciones de la postura falsacionista

Básicamente son tres las críticas que recibe la postura falsacionista, estrechamente
relacionadas:

15
1) La observación como vía de falsación de una teoría.
2) La complejidad de las situaciones de falsación.
3) Los argumentos históricos sobre la insuficiencia del falsacionismo.
Desde una visión extrema del falsacionismo, se afirma que las teorías se pueden
refutar de manera concluyente a la luz de las observaciones y experimentaciones, y
que las teorías nunca pueden establecerse como definitivamente verdaderas, son
siempre provisionales. Estas afirmaciones se ven seriamente afectadas por los
problemas que encierra la observación, ya que adoptando la propia postura del
falsacionista respecto de ella, la observación siempre está precedida de teoría, no es
infalible, ni absolutamente segura, por lo tanto las teorías que se apoyan en ellas
tampoco se podrían falsar de modo concluyente por medio de un solo caso de
predicción fallida.

Como todos los enunciados observacionales son falibles, si un enunciado universal de


una teoría, choca con algún enunciado observacional, puede ser que sea el enunciado
observacional el que esté equivocado. No hay nada que exija que siempre haya de ser
la teoría la rechazada en caso de un choque con la observación. Se podría rechazar un
enunciado observacional falible y conservar la teoría falible con la que choca. La
ciencia está llena de ejemplos en los que se rechazan enunciados observacionales, y se
conservan las teorías con las que difieren, por ejemplo cuando se observó, a simple
vista que Venus no variaba apreciablemente de tamaño a simple vista, no se rechazó
la teoría copernicana porque la observación no era compatible con la teoría. Lo que
sucedió fue que el conocimiento disponible en la época de Copérnico no permitía
hacer una crítica válida de la observación del tamaño aparente de Venus era el
mismo, de modo que la teoría, tomada en un modo literal, podría considerarse
falsada por esa observación, y cien años después, la falsación podía ser revocada por
los progresos de la óptica. Por lo tanto, las falsaciones concluyentes quedan excluidas
por la carencia de una base observacional perfectamente segura, de la que dependen.

Cabe destacar que Popper era consciente del problema de la observación, e intenta
dar una explicación de esta forma: un enunciado observacional, "básico", es
aceptable, provisionalmente, en una determinada etapa del desarrollo de una ciencia,
si es capaz de sobrevivir a las pruebas (Chalmers, 1988). Popper manifiesta que los
enunciados observacionales que sirven de base para valorar el mérito de una teoría
científica son en sí mismos falibles, en el siguiente párrafo, en el final del capítulo 5,
de su libro "La lógica de la investigación científica": La base empírica de la ciencia no
tiene nada de `absoluta'; la ciencia no está cimentada sobre roca, por el contrario
podríamos decir que la atrevida estructura de sus teorías, se eleva sobre un terreno
pantanoso, es como un edificio levantado sobre pilotes. (Popper, 1994). También, en
una versión modificada, admite que ciertos enunciados básicos, se aceptan como
resultado de una decisión o acuerdo entre los miembros de una determinada
comunidad científica.

La segunda crítica que se le hace a la postura falsacionista, se refiere a la complejidad


de las situaciones reales de prueba de una teoría, puesto que una teoría científica no
consta de un solo enunciado sino de un conjunto de ellos, y en general posee hipótesis
auxiliares, como por ejemplo leyes y teorías que rigen el uso de los instrumentos
utilizados. Además, en la mayoría de las comprobaciones experimentales de una
teoría, se hacen necesario agregar condiciones iniciales que describen las situaciones.
Así, no se puede falsar de manera concluyente una teoría porque no se puede afirmar
que la responsable del fallo sea la teoría, ya que existe la probabilidad de que los

16
instrumentos utilizados sean imprecisos, o que sea errónea la formulación de las
hipótesis auxiliares. Por ejemplo, es conocido el caso de que la órbita de Urano no
coincidía con la predicción de la mecánica newtoniana, pero no era ésta la que
fallaba, sino la descripción de las condiciones iniciales, que no incluían la presencia
de Neptuno, porque aún no se había descubierto.

Por último, llevando al extremo la posición falsacionista, una vez que una teoría
científica en vigencia fuera falsada, los científicos, por razones de coherencia y
objetividad, deberían renunciar a ella. Si esto en realidad se hiciera así, la actividad
científica habría períodos en los cuales se frenaría y no tendría progreso ante el
rechazo de grandes teorías. Afortunadamente, vemos a través de la historia de la
ciencia, que esto no ha sucedido así, ya que las teorías, al menos en un comienzo, se
sostienen pese a las refutaciones, puesto que los científicos, en realidad tratan de
proteger a las hipótesis.

También es blanco de crítica la otra vía de escape que Popper intenta, a la pregunta
de cuántos casos había que encontrar para falsar la hipótesis, si es que uno sólo no
bastaba. Popper sostiene que no basta un solo caso, sino que lo se necesitan son
varios casos: se necesita repetir el testeo de la hipótesis, en idénticas condiciones, y
entonces si en todas reaparece el enunciado básico refutativo, se puede concluir que
ese es un caso en que la hipótesis queda refutada. Con esto, parece que se le cuela la
inducción (lo que contradice enormemente su rotunda negación del principio de
inducción. (Ibid)

A pesar de los intentos de Popper por defender su posición, loas objeciones realizadas
a esta corriente epistemológica fueron cada vez más, y desde fines de la década del
cincuenta y hasta los setenta del siglo pasado, se produce una revolución en el campo
epistemológico, en el cual surgen ideas novedosas que se enfrentan al empirismo
lógico y al falsacionismo.

3- Posturas Epistemológicas de la Concepción No-


Estándar de la Ciencia: Kuhn y Lakatos

3.1 Características generales de la epistemología de Kuhn


La concepción no- estándar de la ciencia, podría decirse que comienza con Kuhn,
para quien ni el hincapié del inductivista en la necesidad de derivar inductivamente
las teorías de la observación, ni el esquema de conjeturas y falsaciones que defienden
los falsacionistas son capaces de describir adecuadamente la génesis y el desarrollo
de las teorías científicas. En general, los epistemólogos de esta concepción se
caracterizan por:
 Tomar como unidad de análisis y estudio algo mucho más amplio que las teorías:
las estructuras científicas, tomando en cuenta la complejidad de las principales
teorías científicas. Por motivos históricos, se considera las teorías como totalidades
estructuradas de algún tipo. También consideran que los conceptos solamente
adquieren significados precisos mediante una teoría coherentemente estructurada.
Una tercera razón es que es evidente que la ciencia avanzará de una manera más
eficaz si las teorías están estructuradas de manera que contengan en ellas
descripciones e indicaciones muy claras respecto a cómo se deben desarrollar y
ampliar.

17
 Eliminar la distinción de contextos de descubrimiento y justificación.

 Abandonar la distinción tajante entre teoría y hechos como si los hechos que una
teoría estudia fueran totalmente independientes de esa teoría o del marco que se
utilizara.

 Asignar al sujeto cognoscente un rol fundamental para entender la actividad


científica.

 Dar relevancia a presupuestos que la concepción estándar consideraba como


extracientíficos, para elucidar la actividad científica. (recordar que en el caso del
positivismo lógico éstos estaban deslindados porque carecían de significado
empírico)

 No reducir la racionalidad a meros aspectos lógicos (como sucede en Popper que


la reduce al uso del falsacionismo)

Si bien comparten las características anteriores, los epistemólogos de esta


concepción, tienen marcadas diferencias, que se irán desarrollando en las ideas de
cada autor.
La teoría de la ciencia de Kuhn se desarrolló como un intento de proporcionar una
concepción de la ciencia que estuviera más de acuerdo con el desarrollo histórico,
desempeñando un papel muy importante las características sociológicas de las
comunidades científicas. El rasgo característico de su teoría es la importancia que le
atribuye al carácter revolucionario, y por ello discontinuo, del progreso científico.
En esta monografía se trabajará básicamente con el Kuhn de la primera edición de
"La estructura de las revoluciones científicas", que es el Kuhn más audaz, y es el Kuhn
más claramente no estándar, más fuerte. Luego, el mismo Kuhn adopta una versión
más debilitada, asumiendo las críticas recibidas a sus primeras ideas.
Este primer Kuhn, al que nos referiremos en lo que sigue, concibe el desarrollo de la
ciencia, como una secuencia de etapas que denomina:

preciencia - ciencia normal -anomalías- crisis- revolución científica- nueva ciencia


normal.

La etapa precientífica es la actividad relativamente desorganizada e inmadura que se


caracteriza por el desacuerdo y el continuo debate sobre los pilares fundamentales
que constituyen un campo científico. Esta situación imposibilita el trabajo profundo
y detallado que se requiere para alcanzar la normalidad de una ciencia, porque la
actividad científica habitual o ciencia normal, según Kuhn, es la investigación que
realizan los científicos en un intento por resolver los problemas que surgen de las
teorías. La ciencia normal es la actividad científica que desarrollan los que trabajan
dentro de un paradigma. Aunque escapa a una definición precisa, es posible
describir un paradigma a través de sus componentes:
 Leyes y supuestos teóricos
 Hipótesis metafísicas. Por ejemplo, la teoría de Newton presupone que el mundo
físico está constituido en última instancia por partículas rígidas indivisibles cuya
realidad fundamental es el movimiento local que explica a través de fuerzas que
actúan en dichas partículas. Este supuesto acerca del mundo como totalidad, es

18
hacer uso de la hipótesis metafísica acerca de la constitución por medio de partículas,
gobernadas por fuerzas, ninguno de estos entes es empírico.
 Valores fundamentalmente metodológicos, acerca de cómo es correcto proceder
para formular hipótesis, para chequearlas, etc.
 El cuarto ingrediente son lo que Kuhn llama "ejemplares", que son pares
constituidos por problemas arquetípicos y respuestas arquetípicos. Son los
ejemplares los que definen el modo de percibir el mundo.

En pocas palabras, se puede identificar al paradigma con "lentes" por los cuales mirar
el mundo.

La ciencia normal, definida por Kuhn (1995: 33) como "investigación basada
firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que
alguna comunidad científica popular reconoce, durante cierto tiempo, como
fundamento para su práctica posterior" es entonces la actividad regida por un
paradigma, y lleva a la consideración de una ciencia madura, regida por un solo
paradigma, en la que los científicos no critican el paradigma en el que trabajan, sino
se ocupan de compaginar el paradigma con la naturaleza, resolviendo problemas
guiados por las leyes y reglas del paradigma; éste guía la investigación e interpreta los
fenómenos observados. En esta etapa los científicos no aspiran a producir novedades
importantes que vayan más allá del paradigma, y el científico que logra resolver
problemas de naturaleza práctica o teórica, será un experto dentro de ese paradigma;
en cambio si fracasa, se dirá que ha fracasado el científico, y nunca el paradigma.

En oposición a la idea de Popper, los científicos no abandonan las teorías al primer


problema, sino más bien intentan a toda costa resolver los problemas dentro del
paradigma hasta que sea posible sostenerlo. Cuando se presentan problemas graves,
por ejemplo cuando las predicciones que pueden formularse a parir del paradigma
vigente no coinciden con las observaciones, y esos desajustes no logran ser
compaginados con el paradigma y afectan sus fundamentos, Kuhn los denomina
anomalías. Pero cuando estas anomalías son muchas, y permanecen mucho tiempo
sin ser eliminadas, comienza un período de crisis, y los científicos realizan un
esfuerzo para superar los problemas, pero al mismo tiempo se van debilitando las
posibilidades del paradigma para resolverlos. Esto produce desconfianza de los
científicos hacia el paradigma y comienzan entonces, discusiones filosóficas y
metafísicas, porque los científicos se sienten intranquilos y descontentos,
agravándose ésta situación si surge un paradigma rival que logra resolver las
anomalías del paradigma anterior.

Cuando la crisis del paradigma provocada por las anomalías se hace insostenible, y se
comienza a gestar un nuevo paradigma, se produce el cambio de paradigma, este
cambio discontinuo constituye una revolución científica, y se produce una
reestructuración de los modos de pensamiento. Kuhn explica el cambio de
paradigma como una "conversión religiosa", porque no existe ningún argumento
puramente lógico que demuestre la superioridad de un paradigma sobre otro que
impulse a cambiar el paradigma vigente por un nuevo paradigma lleno de promesas.
Hay dos razones que argumentan esto: la primera es que en el juicio de un científico
sobre los méritos de una teoría intervienen muchos factores, y la decisión dependerá
de la prioridad que se le dé a esos factores. Los factores incluirán argumentos
lógicos, como la capacidad de resolver la mayor parte de las anomalías no resueltas
por el paradigma anterior o bien disolverlas, y factores extralógicos, por ejemplo la

19
simplicidad del nuevo paradigma, la conexión a con alguna necesidad social urgente,
la coincidencia o no con determinado tipo de principios religiosos, políticos, sociales
o morales. La segunda razón surge del hecho que los partidarios de paradigmas
rivales no aceptarán las premisas del otro paradigma, como consecuencia de
presentar diferentes concepciones del mundo, y por lo tanto no se dejarán convencer
necesariamente por los argumentos de los demás.

El proceso de transición de un paradigma a otro alternativo, implica una


reconstrucción de los hechos, de los métodos y aplicaciones del paradigma, y no tiene
sentido pensarlo como una nueva ampliación o corrección del antiguo paradigma,
puesto que el nuevo paradigma será muy distinto al anterior, ya que constituirá el
mundo con distintos objetos, tendrá distintas cuestiones fundamentales, y los
significados de los términos cambiarán, es decir, se tendrá otra visión del mundo.
Este proceso es análogo a lo que en psicología se llama desplazamiento de Gestalt,
porque el cambio de paradigma es un cambio que globalmente hace pasar de ver el
mundo de una manera, a verlo de otra, y no tengo modo de verlo simultáneamente de
las dos maneras. En términos de Kuhn, en este sentido, los paradigmas son
inconmensurables, remarcando que los cambios serán tan radicales y profundos que
las diferencias hacen que sea imposible traducir los términos de un paradigma a los
términos de otro (hay que destacar que esta postura tan radical de la imposibilidad de
"traducir" se ve moderada más adelante por el propio Kuhn, cuando escribe su libro
¿Qué son las revoluciones científicas?, estudio que excede a esta monografía).

La alternativa de Kuhn al progreso continuo, característica de los inductivistas y


falsacionistas, es el progreso a través de las revoluciones. El conocimiento científico
no aumenta continuamente porque aparecen rupturas, ni acumulativamente porque
estas rupturas llevan a paradigmas que entre sí son inconmensurables: los
paradigmas tienen una influencia persuasiva sobre la ciencia que en ellos se practica,
por lo que su reemplazo por otro debe ser revolucionario. Entonces, para Kuhn no
hay progreso hacia la verdad, y no debe haberlo, porque al pasar de un paradigma a
otro hay tanto ganancias como pérdidas, y aún más importante: como cada uno de
ellos hablan acerca de distintos mundos no se puede postular una suerte de mundo al
cual estos mundos se acerquen (Gómez, 1994).

Respecto al método científico, mientras que Popper afirma contundentemente la


existencia de un método científico único y racional, que debe ser desentrañado por el
filósofo de la ciencia y dado al filósofo para orientar y esclarecer su acción, Kuhn por
su parte, concibe que el método no es externo al quehacer científico, sino que el
investigador lo va creando en su quehacer cotidiano.
En cuanto a las cuestiones de valoración y elección de teorías rivales, y en cómo
demarcar las fronteras entre la ciencia y la no-ciencia Kuhn niega que haya un
criterio único para proceder a la elección entre teorías rivales, afirmando que no hay
ninguna norma superior a la aprobación de la comunidad científica correspondiente.
Las normas, y el criterio de cientificidad surgen del propio marco cultural e histórico
de dicha comunidad, y como para comprender el conocimiento científico hay que
conocer las características especiales del grupo que lo crea y lo usa, el criterio de
cientificidad cambia. Esto es radicalmente diferente de Popper, que se considera un
racionalista crítico al asegurar que hay un criterio único, universal, que es el método
científico y ahistórico, tanto para distinguir los valores de dos teorías rivales como
para distinguir el ámbito científico del no científico, y la lógica es el instrumento
imprescindible para evaluar las afirmaciones científicas.

20
3.1.1 - Críticas hacia la concepción kuhniana

 Kuhn es acusado, entre otros por Popper y Lakatos, principalmente por sugerir
una imagen irracional de la ciencia, sustentada en la idea que la crisis en un
paradigma es condición necesaria pero no suficiente para que ocurra la
conversión al nuevo paradigma, y que es necesaria la existencia de fe en el candidato
al paradigma escogido, y la conversión no precisa ser ni racional, ni correcta.

 Otra crítica es dirigida hacia el concepto de crisis, ya que se lo considera un


concepto psicológico, como un pánico contagioso, y si la revolución kuhniana es
irracional, es una cuestión de psicología de las multitudes. Entonces se puede
considerar este modelo, una reducción de la filosofía de la ciencia a la psicología o
sociología de los científicos. (Chalmers, (1988)).

 También queda fuera de la explicación de Kuhn, cómo si el paradigma define todo


lo que hay y el modo de ver el mundo, cómo es posible que de ese mundo salga algo
que tome oposición al paradigma mismo?

 Pareciera una exageración histórica considerar el carácter monopólico del


paradigma como definitorio del desarrollo de una ciencia madura, puesto que desde
esta óptica puede resultar la idea que para Kuhn, la mayoría de las ciencias no han
alcanzado el carácter de tal. La historia de la ciencia ofrece ejemplos en los que no es
evidente que en la ciencia madura todo el mundo hace una sola cosa, resuelve
enigmas fuertemente definidos y delimitados por el paradigma.

Respondiendo a las críticas, Kuhn adopta una posición más moderada, en la que
acepta que existen buenas razones compartidas por la comunidad científica, que son
aplicadas en los debates científicos, por ejemplo, para elegir una teoría de otra rival,
ésta debe cumplir con ciertas características como precisión, consistencia,
simplicidad, amplitud de aplicación, y fecundidad

3.1.2- Algunas implicancias de las ideas de Kuhn para la Enseñanza de las


Ciencias.

Las ideas de Kuhn pueden representar una referencia para la visión de ciencia
transmitida en clase y en libros escolares. Un ejemplo de las implicancias de sus
ideas, por ejemplo es considerar que los alumnos de disciplinas científicas sean
considerados como científicos kuhnianos, entonces se deberá concientizar a los
alumnos de sus concepciones alternativas, luego introducir anomalías para provocar
una sensación de insatisfacción con las concepciones existentes y el pensamiento
científico, seguido de la presentación de una nueva teoría, (el profesor hace el papel
de un científico intentando convertir a sus alumnos a un nuevo paradigma). Por
último, lograr una articulación conceptual, es decir dirigir los esfuerzos a la
interpretación de situaciones y a la resolución de problemas, con la nueva concepción
incorporada. Este modelo, en el que se supone que los cambios conceptuales van
acompañados de cambios simultáneos en los campos epistemológicos, axiológicos y
ontológicos, ha sido el modelo de "cambio conceptual", muy difundido en los años 80
dentro de las visiones constructivistas del aprendizaje de las ciencias.

Algunas implicaciones del modelo propuesto por Kuhn podrían ser:

21
- La problematización del conocimiento y en consecuencia, el cuestionamiento
sobre la visión de ciencia tan difundida en los libros y en las aulas, por ejemplo la
transposición didáctica del método científico.
- La búsqueda del paralelismo entre la historia de la ciencia y las concepciones de
los niños acerca de los fenómenos físicos.
- La búsqueda de correspondencia entre epistemología y aprendizaje, en el sentido
de utilizar su teoría para entender algunas cuestiones sobre la dinámica del
cambio conceptual e inspirar posibles metodologías de enseñanza.

3.2 Características generales de la epistemología de Lakatos


Lakatos desarrolló su idea de la ciencia en un intento por mejorar el falsacionismo
popperiano y por superar las críticas al falsacionismo hechas por Kuhn, procurando
mediar la oposición entra las posiciones tan firmes y contrapuestas sostenidas por
esos dos epistemólogos. Comparte con Kuhn la exigencia de que su concepción
filosófica resista a las críticas basadas en la historia de la ciencia, pero siguiendo a
Popper, Lakatos conserva la posición racionalista y objetivista coincidiendo con
Popper en la forma de concebir el conocimiento científico como independiente del
sujeto que conoce. Característico de los epistemólogos no estándar, toma como
unidad de análisis una estructura que ordena y guía la actividad científica,
proponiendo los "programas lakatosianos" o programas de investigación científica.

La característica definitoria de un programa de investigación científica es su núcleo


duro, porque toma la forma de hipótesis teóricas muy generales que constituyen la
base a partir de la cual se desarrolla el programa, y que por decisión de la propia
comunidad científica, son consideradas irrefutables. Por ejemplo, el núcleo central en
el electromagnetismo clásico, son las leyes de Maxwell, y el núcleo duro de la
astronomía copernicana son los supuestos de que la tierra y los planetas giran
alrededor del sol, que está inmóvil. Además, este conjunto de supuestos básicos de
un programa, se vuelve infalsable por la decisión metodológica de sus protagonistas,
porque cualquier confrontación discordante entre el programa de investigación y los
datos observacionales, se atribuirán a otra parte de la estructura teórica, que es lo que
Lakatos llama el "cinturón protector del núcleo duro" y no a los supuestos del propio
núcleo. Este "cinturón protector", que actúa a manera de escudo, contiene hipótesis
auxiliares que completan el núcleo, supuestos subyacentes a la descripción de las
condiciones iniciales, y enunciados observacionales. La concepción lakatosiana de
que la ciencia está lo suficientemente estructurada, enfrenta con éxito a quienes
habían criticado a Popper por no poder distinguir al responsable de una falsación de
una teoría, donde cualquier parte del complejo laberinto teórico podía ser el
responsable de una falsación, en cambio aquí se mantiene el orden gracias a la
inviolabilidad del núcleo duro y a la heurística positiva que lo acompaña.

El hincapié de Lakatos en la necesidad que tienen los científicos de decidir aceptar el


núcleo duro dentro del programa de investigación, tiene mucho en común con
Popper cuando éste último acepta que los enunciados básicos se aceptan como
resultados de una decisión o acuerdo y en esa medida son convenciones, decisiones
tomadas por la comunidad científica. (Esta postura surge en Popper, como un intento
de solucionar el problema de que si la falsación de una ley es concluyente al quedar
contradecidas por enunciados observacionales entonces, se acepta la verdad de tales
enunciados, sin embargo, éstos dependen de la teoría y por lo tanto son falibles). Sin
embargo la principal diferencia en este sentido, es que mientras que en Popper las
decisiones sólo conciernen a la aceptación de los enunciados singulares, en Lakatos,

22
el mecanismo se extiende hasta ser aplicable a los enunciados universales que
constituyen el núcleo.

La heurística negativa de un programa, es la que conlleva el supuesto que no se


puedan rechazar ni modificar los supuestos básicos subyacentes al programa, es
decir, que quede intacto el núcleo duro. Cualquier científico que modifique el núcleo,
se apartará de ese programa, como lo hizo Tycho Brahe, cuando propuso que todos
los planetas excepto la tierra giran alrededor del sol, esto hizo que el se apartara del
programa copernicano.

La heurística positiva, por su parte, contiene indicaciones de cómo se puede


desarrollar el programa de investigación, y proporciona sugerencias o indicadores de
cómo se ha de completar el núcleo central para que sea capaz de explicar y predecir
los fenómenos reales. El desarrollo de un programa de investigación no sólo
supondrá la adición de las oportunas hipótesis auxiliares, sino también del desarrollo
de nuevas técnicas matemáticas y experimentales. Así, se dice que un programa que
conduce al descubrimiento de fenómenos nuevos, será progresista, mientras que
aquel que no logre explicar, ni predecir los hechos, se dice que está degenerando.
Para Lakatos la supervivencia simultánea de dos programas de investigación es un
hecho, él no defiende la tesis monopólica de los programas de investigación, como
Kuhn suponía para sus paradigmas.

Ahora bien, cuando se ha desarrollado un programa hasta un punto en que es


conveniente someterlo a pruebas observacionales, y según Lakatos son las
confirmaciones y no las falsaciones las primordiales, ya que se exige que un programa
tenga éxito en el momento de realizar predicciones nuevas que se confirmen. Hay
dos maneras de valorar el mérito de los programas de investigación: debe poseer un
grado de coherencia que conlleve y guíe la futura investigación, y conducir al
descubrimiento de nuevos fenómenos, al menos de vez en cuando.

Entonces, la metodología de investigación dentro de un mismo programa de


investigación supone la expansión y modificación de su cinturón protector añadiendo
y articulando distintas hipótesis, mientras que éstas no sean ad hoc, en el sentido que
esas modificaciones o adiciones al cinturón deben ser comprobables en forma
independiente, y permitan hacer nuevas comprobaciones, y por lo tanto, posibiliten
realizar nuevos descubrimientos.

Para Lakatos la falsación es la que permite el progreso científico del programa de


investigación, ya que llevará a modificar o expandir el cinturón protector,
defendiendo así al núcleo duro infalsable. Pero para él la falsación toma una forma
más debilitada, y no considera la falsación instantánea de Popper, porque apoyado en
evidencias históricas, para considerar que un programa de investigación quede
falsado, hay que darle tiempo. Lakatos defiende la idea antipopperiana de que no hay
tales experimentos cruciales, en el sentido de los test severos de Popper.

Así, Lakatos supera las dos críticas efectuadas a Popper: la primera, referida a las
hipótesis auxiliares que acompañan a las teorías y que muchas veces son las
responsables de la falsación, y la segunda, referida a la historia de la ciencia, que
revela que, a pesar de las falsaciones, las teorías no se abandonan sino que se intenta
de alguna manera explicar las irregularidades.

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Por otra parte, obedeciendo a su carácter racionalista, Lakatos propone que la
comparación de los méritos de distintos programas de investigación, se deben juzgar
por la medida en que dichos programas progresan o degeneran. Un programa que
degenera dará paso a un rival más progresista, de igual forma que la astronomía
ptolemaica dio paso a la copernicana. Aunque un programa haya degenerado, nunca
lo hará en forma absoluta y definitiva, porque siempre es posible que alguna
ingeniosa modificación de su cinturón protector conduzca a algún descubrimiento
particular que haga que el programa revive y entre en vigencia.

Desde una óptica Kuhniana, al no cumplirse las predicciones realizadas por un


paradigma, los científicos intentan y logran resolver el problema desde el mismo
paradigma, dentro de un período de ciencia normal; en cambio desde el punto de
vista lakatosiano, las irregularidades observadas implican una falsación: los
científicos intentan resolver el problema defendiendo la infalsabilidad del núcleo
duro del programa de investigación, para ello modifican parte del cinturón protector,
ya que van al variar la hipótesis auxiliares. La superación de un programa por otro
no se da simultáneamente sino que se constituye en un proceso temporalmente
extenso.

Lakatos (al igual que Popper) propone que los cambios de paradigma llevan a los
científicos a una proximidad siempre mayor a la verdad, entonces, cada estadio del
desarrollo científico sería un ejemplar más perfeccionado. Esto se opone a las ideas
de Kuhn que asegura que podemos explicar tanto la existencia de la ciencia como su
éxito, sin la necesidad de recurrir a un objetivo preestablecido; la revolución puede
haber ocurrido, sin el beneficio de una verdad científica permanentemente fijada, no
se progresa hacia una meta determinada de antemano.

Dentro de la explicación racional de Lakatos, sin embargo, no se puede decir nunca


de modo absoluto que un programa de investigación es mejor que otro rival, sino sólo
se pueden decidir los méritos relativos de dos programas retrospectivamente. Es
decir, no da reglas fijas que permitan a un científico, desde su contemporaneidad,
tomar tal decisión; sólo después de un determinado tiempo puede decidirse entre uno
y otro programa.

Mientras que para Popper la función de los epistemólogos es orientar a los científicos
en su actividad, ofreciéndoles un criterio único, universal y racional para decidir
entre teorías rivales, para Lakatos, al igual que para Kuhn, es interpretar lo que la
historia de las ciencias revela. Existe un criterio único, racional y universal para
decidir entre programas de investigación rivales, pero no determina cómo, ni cuando
debe llevarse a cabo dicha elección porque no deben darlo los epistemólogos.

3.3 Las epistemologías de Popper y Lakatos y la Enseñanza de las


Ciencias.
En cualquier situación de enseñanza siempre subyace alguna concepción
epistemológica, y aunque muchas veces no está explicitada por los docentes, y en los
libros de texto que ellos y sus alumnos utilizan, en general todavía es dominante el
empirismo - inductivismo.

De la epistemología racionalista crítica de Popper y Lakatos se pueden derivar


algunos principios que servirán de guía para la enseñanza de las ciencias:

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1- La observación y la experimentación por sí solas, no producen conocimientos, y el
método inductivo es un mito.
2- Toda observación o experimentación, está impregnada de supuestos, teorías, la
observación e interpretación están ligadas.
3- El conocimiento previo determina cómo vemos la realidad, influenciando la
observación.
4- El conocimiento científico es una construcción humana que busca describir,
comprender y actuar sobre la realidad. Como no puede ser dado como
indudablemente verdadero, es provisorio y sujeto a reformulaciones.
5- La obtención de un nuevo conocimiento es un acto de construcción que incluye la
imaginación, la intuición y la razón, y está sujeto a todo tipo de influencias (por
ejemplo la inspiración en cuestiones metafísicas puede producir un nuevo
conocimiento)
6- La adquisición de un nuevo conocimiento se da a partir de los conocimientos
anteriores, siendo usualmente difícil y problemática; el abandono de una teoría
implica reconocer a otra mucho mejor.
7- Reconocer que los alumnos son constructores activos de ideas. Este es hoy casi un
consenso y el racionalismo crítico de Popper y Lakatos soporta tal
posicionamiento.

4- Acerca de una idea actual de Ciencia… ¿Qué ideas acerca de la ciencia


sería deseable que los profesores adopten para sus clases?

Aunque es evidente que de la literatura directa no emerge una visión simple y


universalmente aceptada de la ciencia, hay un cierto acuerdo sobre un número de
puntos importantes a tener en cuenta para intentar presentar una imagen de la
ciencia que tuviese más que ver con la evidencia histórica y con las actividades de los
que actualmente la practican. Algunas de ellas serían:
 Considerar errada la imagen muy común, basada en que el conocimiento
científico es conocimiento fiable porque es objetivamente probado, y que las teorías
se derivan, de modo riguroso, de los hechos de la experiencia, adquiridos mediante la
observación y la experimentación (ver, oír, tocar), donde la componente personal de
quien hace ciencia no tiene cabida.

 La observación depende de nuestras percepciones sensoriales, las cuales son a


veces inadecuadas, por ello pueden ser falibles y carentes de fiabilidad, y también
depende de la teoría (que a menudo la precede). Por lo tanto la observación no
proporciona acceso automático a un conocimiento factual seguro, y se ha de
interpretar a la luz de creencias teóricas actuales.

 La ciencia frecuentemente utiliza la observación indirecta, y ésta a su vez, depende


de la instrumentación.

 Las teorías son estructuras complejas producidas por las actividades creadoras de
la mente humana y no por una generalización inductiva a partir de datos
observacionales. Se justifican pos hoc por la evidencia experimental, pero para que se
acepte una teoría debe haber una concebible evidencia que la apoye; las teorías
rivales pueden dar lugar a observaciones diferentes cuando se confronta el mismo
fenómeno.

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 El conocimiento científico sólo tiene un estatus temporal. Los conceptos y las
teorías cambian y se desarrollan; algunas se rechazan. Cuando la observación y la
teoría están en conflicto los supuestos fundamentales de la teoría deben ser
protegidos desviando el aparente falseamiento hacia algunas de las teorías
subsidiarias, hacia una teoría de la observación o instrumentación sobre la que se
apoya la recogida de datos.

 No hay acuerdo general sobre qué constituye el método científico, es decir, no es


posible identificar un solo método sencillo aplicable a todas las situaciones; esto no
significa que el mundo del científico sea anárquico, puesto que esto sería tan errado
como creer que la ciencia está impulsada por un solo método todopoderoso. La
ciencia tiene métodos, pero la naturaleza exacta de esos métodos depende de
circunstancias particulares. Por lo tanto, el método científico cambia y se desarrolla,
como el conocimiento que él mismo produce, y cuando la situación cambia, cambian
los métodos.

 Una de las funciones del profesor de ciencias consiste en comunicar, sin


imposiciones dogmáticas la dinámica del racionalismo, superando los obstáculos
epistemológicos surgidos del conocimiento común. Además de enseñar los conceptos
científicos, el profesor debe intentar conciliar los conceptos previos de sus alumnos
con los conceptos científicos, promoviendo la duda, la crítica, siendo consciente que
el saber surge de un consenso entre un grupo de personas llamados "científicos", y
entonces lo que el profesor busca es que los conocimientos se acerquen lo más posible
al saber "sabio" o consensuado, por medio de una adecuada transposición didáctica.

 El conocimiento científico es una manera "superior" de conocimiento, y esto da


sentido a la enseñanza de la Ciencias, porque el conocimiento científico es obtenido
en forma sistemática, lo que lo hace fiable, pero a su vez no le da carácter infalible, y
debido al carácter perfectible, es que debe mantener una postura humilde, dubitativa
porque se sabe que el conocimiento científico nunca es definitivo.

5- Referencias bibliográficas

CHALMERS, A. 1988 (primer edición argentina)¿Qué es esa cosa llamada ciencia?. S. XXI
Argentina,

CUDMANI, L; PESA, M y SALINAS, J. (2000) Hacia un modelo integrador para el


aprendizaje de las ciencias. Enseñanza de las Ciencias, Vol 18 pp 3-13

GOMEZ, R (1994) Apuntes de trabajo "Filosofía de las Ciencias, Introducción Crítica",.


Maestría en epistemología y metodología de la ciencia, Universidad de Mar del Plata.

KUHN, T. (1995). “La estructura de las Revoluciones científicas”. México: Fondo de


Cultura Económica. (Undécima impresión).

MOREIRA M, OSTERMANN, F (1993) Sobre la enseñanza del método científico. Memoria


REF VIII, Rosario.

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