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OBTENCIÓN DEL PUNTO DE MARCHITEZ PERMANENTE PARA EL

CÁLCULO DE AGUA ÚTIL PARA TRIGO Y SOJA EN SUELOS MOLISOL


Y VERTISOL
Oszust J.D.1, Wilson M.G.1, 2 y Sasal M.C.2
1
FCA-UNER
2
Grupo Recursos Naturales y Factores Abióticos. INTA EEA Paraná

Introducción

El cultivo de trigo tuvo un rendimiento medio en Entre Ríos durante los últimos 10 años de
2326 kg ha-1, con un máximo de 3643 kg ha-1 y un mínimo de 1016 kg ha-1. En el departamento
Paraná, el promedio fue de 2242 kg ha-1, con máximo de 3290 kg ha-1 y mínimo de 1150 kg ha-1
(SIBER, 2010). El rendimiento en esta provincia depende de una buena recarga hídrica del perfil del
suelo durante las lluvias otoñales y bajas precipitaciones durante el período de crecimiento de la
espiga. Esta combinación resulta una buena condición para obtener altos rendimientos en trigo
(Milisich et al., 2006).

La cantidad y tasa de absorción de agua por las plantas no sólo depende de la habilidad de las
raíces para tomar la solución del suelo con la cual están en contacto, sino también de la capacidad del
suelo para suministrarla. La retención de agua característica es diferente para cada tipo de suelo. Para
caracterizarla se utilizan constantes hídricas (capacidad de campo, CC y punto de marchitez
permanente, PMP) que son contenidos de humedad definidos para conocer la disponibilidad de agua
para las plantas a una tasa adecuada como para permitir su crecimiento normal: lámina de agua útil.

La cantidad de agua retenida por el suelo depende, entre otros factores, de la distribución de
los diferentes componentes sólidos, distribución y tamaño de los poros, contenido de materia
orgánica, estabilidad de la estructura del suelo y tipo de arcillas presentes. Una característica de los
suelos de Entre Ríos es la presencia de altos contenidos de arcillas expansivas. Las mismas le confieren
características particulares durante el proceso de humedecimiento y secado, debido a la interacción
coloidal con el agua.

Experiencias de campo en Entre Ríos indican que en ciertos años con lluvias durante el otoño,
consideradas insuficientes para la recarga completa del perfil, tuvieron rendimientos de trigo mayores
a los esperados. Además, se ha observado que el cultivo de trigo no presenta síntomas de estrés
hídrico a pesar de medirse humedades que se encuentran por debajo del PMP (Caviglia, Wilson y
Barbagelata, Com. personal). En consecuencia, surge la necesidad de analizar las diferencias entre los
valores de PMP obtenidos en laboratorio y el buen estado general que presentan los cultivos con
humedades inferiores a PMP.

El objetivo de este trabajo fue obtener el PMP reeditando la experiencia originaria para su
determinación y compararla con la metodología de referencia (Richards, 1948) para un Molisol y un
Vertisol.

Materiales y Métodos

Este trabajo se realizó en diciembre de 2009 con un suelo Argiudol ácuico correspondiente a
la serie Tezanos Pinto ubicado en la EEA Paraná y un Cromuderte árgico crómico, serie Febré,
perteneciente al campo anexo de la EEA Paraná. Se determinó el valor de PMP por dos métodos:
utilizando las ollas de Richards (Richards, 1948) y por el método biológico, citado en Gavande (1991)
(Figura 1).

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a) b)

Figura 1. a) Equipo de Richards, b) Ensayo de PMP para trigo en maceta.

Para la estimación mediante las ollas de Richards se utilizaron muestras de suelo disturbadas
tamizadas entre 1 y 2 mm de los horizontes A y Bt hasta los 60 cm de profundidad. Se realizaron tres
repeticiones por horizonte. Se humedeció una placa porosa de 1500 Kpa, luego se tomó una alícuota
de aproximadamente 20 g y se colocó sobre la placa porosa. Posteriormente se saturó con agua al
conjunto de placa y muestra. Por último se introdujo la placa porosa dentro de la olla de Richards y se
aplicó presión lentamente hasta 1500 Kpa. Esta presión se mantuvo hasta que no se observara salida
de agua por el tubo de descarga. Luego se sacó la muestra, se pesó y se llevó a estufa a 105 °C
durante 48 horas. Se volvió a pesar y se determinó la humedad de la muestra.

Para la obtención del PMP por el método biológico se utilizó suelo tamizado entre 2 y 4 mm.
A estos agregados se los colocó en macetas de 3 dm3 de volumen, se las humedeció lentamente y se
las mantuvo a CC por 30 días. Luego se sembró trigo (Triticum aestivum) y soja (Glycine max)
realizándose 8 repeticiones por cada horizonte del perfil y por cultivo. Se mantuvieron las macetas en
valores de humedad cercanos a CC hasta que el trigo se encontraba en pleno macollaje y la soja tenía
3 hojas totalmente expandidas (V3). Se dejó de regar y se esperó hasta que las plantas presentaron
síntomas de marchitez. Luego, se llevaron a cámara húmeda por 12 horas. Si la planta, luego de ese
tiempo, no presentaba síntomas de recuperación se consideraba que el suelo estaba en PMP y se
determinó el valor de humedad.

Se analizó la diferencia entre resultados obtenidos con ambas metodologías y entre cultivos
para el mismo horizonte y el mismo cultivo en diferentes horizontes, utilizando la Prueba T a un nivel
de significancia de 5%.

Resultados y Discusión

En la Tabla 1 se presentan los resultados obtenidos para las dos series de suelo y los dos
métodos utilizados para la determinación del PMP. En ella se observa que los valores obtenidos en los
dos suelos y en los cultivos analizados mediante el método biológico fueron significativamente
menores a los determinados con la olla de Richards a -1500 Kpa. También se estimó la diferencia de
contenido hídrico que surge entre los dos métodos expresado en porcentaje y en milímetros. Como los
valores a PMP obtenidos por el método biológico fueron menores que los obtenidos a partir del
método de Richards, se podría asumir que esta diferencia de contenido hídrico contribuirá a aumentar
el agua útil para los perfiles analizados. Estos valores se estimaron en 95 y 98 mm de agua adicional
hasta los 60 cm de profundidad para el Molisol y Vertisol, respectivamente.

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Tabla 1. Valores de PMP para dos series de suelo

Prof. Richards Biológico Diferencia


Serie Horizonte Cultivo
(cm) PMP(%) PMP (%) (%) (mm)

Te za nos Pin to
Trigo 10.7 7 17
Ap 00-17 17.9
Soja 12.2 6 13
Trigo 10.8 12 79
Bt 17-60 23.0
Soja 12.7 10 66
Trigo 17.3 7 11
Ap 00-12 24.0
F e b ré

Soja 19.4 5 8
Trigo 14.1 14 87
Bt 12-60 28.5
Soja 19.6 9 54

Esto podría explicar, en parte, el desarrollo del cultivo de trigo en situaciones en que la
humedad del suelo se encuentra por debajo de los valores de PMP obtenidos mediante la utilización
de la olla de Richards. Esta diferencia se puede atribuir a que la metodología empleada por Richards
toma a -1500 Kpa como valor a partir del cual el cultivo no puede extraer más agua de la matriz del
suelo. Sin embargo, autores que se han ocupado de la relación entre la planta, el suelo y el agua,
indican que la estimación del PMP debe vincularse estrechamente con la textura de los suelos,
poniendo énfasis en la cantidad de arcilla (Pilatti, 1989).

Los potenciales matriciales más cercanos a cero dependen de la macroporosidad, establecidos


por la estructura del suelo, mientras que los potenciales más negativos (cercanos a PMP) dependen de
la porosidad textural intraagregados (Porta et al., 2008). A mayor contenido de arcilla existe mayor
cantidad de agua retenida y el cultivo necesitará más energía para su extracción. Otro aspecto a tener
en cuenta es que las especies vegetales muestran diferente capacidad para utilizar el agua del suelo.
En poros pequeños (20-1000 øm de diámetro) crecen y se desarrollan raíces seminales y laterales de
cereales, mientras que las dicotiledóneas necesitan poros mayores, de 300-10000 øm de diámetro
(Hamblin, 1985). En los trabajos originales se utilizó el girasol para la determinación del valor de PMP
(Gavande, 1991). En este trabajo los cultivos analizados fueron trigo y soja, por ser actualmente los
cultivos más utilizados en Entre Ríos.

Se observaron diferencias significativas entre los contenidos hídricos a PMP entre trigo y soja.
La soja presentó contenidos hídricos más altos a PMP que el trigo en ambos suelos. Esto puede
atribuirse a las diferencias de tipos y forma de distribución radical en el horizonte de ambas especies.
Si bien no se determinó cuantitativamente, existe una distribución más uniforme en el suelo de las
raíces en el trigo, además presenta raíces más finas que permiten explorar poros más pequeños.

Para el trigo no existieron diferencias significativas del contenido hídrico a PMP entre los
horizontes analizados para el Molisol, sin embargo, hubo diferencias significativas entre horizontes en
el Vertisol. La diferencia entre el PMP de los horizontes se atribuye a una menor tasa de crecimiento
del trigo en el horizonte B del Vertisol observado en este ensayo, especialmente en los primeros
estadios. En el caso de la soja no existieron diferencias significativas entre los horizontes analizados
para ambas series.

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Consideraciones finales

Se obtuvieron diferentes contenidos hídricos a PMP según la metodología utilizada para la


determinación del PMP. Las causas se pueden atribuir a la simplificación de la obtención del PMP por
la metodología de Richards. Esta simplificación se presenta al no considerar las diferencias texturales
de los suelos y a la capacidad diferencial que poseen los cultivos para extraer agua de la matriz del
suelo.

Agradecimientos

Este trabajo se realizó en el marco de los Proyectos INTA PE Ecorregiones 093012 „Indicadores
agroambientales (suelo y agua) para la evaluación de la sustentabilidad de sistemas productivos en
áreas sujetas a cambios en el uso de la tierra‰ y el Proyecto Regional Agrícola ‰Producción agrícola
sustentable‰ del Centro Regional Entre Ríos de INTA (ERIOS02).

Bibliografía

GAVANDE S.A. 1991. Física de suelos principios y aplicaciones. 8… edición. Ed. Limusa S..A. México (DF). 351 p.
HAMBLIN A.P. 1985. The influence of soil structure on water movement, crop root growth and water uptake.
Advances in Agronomy 38:95-158.
MILISICH H., CAVIGLIA O.P. y J.H. SALUSO 2006. Relaciones entre el rendimiento de trigo y variables sanitarias y
meteorológicas. Actualización Técnica trigo y lino. INTA EEA Paraná. Serie Extensión nÀ 39:13-15.
PILATTI M.A. 1989. Estimación del punto de marchitez permanente en molisoles de Santa Fe. Ciencia del Suelo,
vol. 7: 8 p
PORTA J., LOPEZ-ACEVEDO M. y R.M. POCH 2008. Introducción a la edafología: uso y protección del suelo.
Ediciones Mundi-prensa, Madrid. 451 p.
RICHARDS L.A. 1948. Porous plate apparatus for measuring moisture retention and transmission by soil. Soil
Science 66(2):105-110
SIBER, 2010 Proyecto SIBER. Bolsa de Cereales de Entre Ríos. ˘rea sembrada, rendimiento y producción de trigo.
http://www.bolsacer.org.ar/Fuentes/siberd.php?Id=94

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