Poemario

A ella

( De la ingenuidad, de la inocencia y de la muerte)

E.C. Werther

1
Dedicado al proceso de mis tres vidas como ser humano. De la ingenuidad, del
descubrir qué es el amor y pasar por desapercibido las señales de la decepción
propia. De la idealización de los demás ante mis ojos poco experimentados. Y
de la alegría momentánea.

De la perdida de la inocencia, al descubrir lo que el mundo representa ante mis

creencias irracionales, del comprobar lo que muchos llaman “amor”, del oír
sótanos desquebrajándose al sonido de las palabras y del fuego, escupido por
labios, quemándote hasta los huesos sin causarte algún daño físico.

Y de la muerte, de la representación del desamor, de la decepción y de la

idealización de una felicidad refugiada en sueños, fantasías y uno que otro
escrito mental. Del superar a cada día las colillas de cigarro en mi mentón,
mojado de alcohol y de las pestañas regadas en las almohadas. Del aprender a
caminar en vidrios llenos de sangre y güisqui. Y de encontrar esperanza en otro
nombre… con la ventaja de haber vivido ya mis tres vidas.

2
“Probablemente se piense o se escriba mucho de ti, pero ninguna palabra, letra
o sonido se parecerá al mío”

- El original

3
“ Y al final entendí, la mayoría de las historias se escriben detrás de unos
vidrios con aumento, todos pañosos, húmedos y con bolsas. No comprendía el
porqué estaban así, tal vez era la luz o los recuerdos”.

- El inspirado

4
“¿Sabrá el pétalo de la flor o incluso la flor misma del cruel destino de su
vida?

El crecer en ciertas temporadas, añoradas por los miles de soles y

esmeraldas…
El brillar, desde la mañana al ocaso…
De la apertura de sus alas y piernas al penetrante aleteo de zumbadores
distantes…
Todo se trata de dar y dar…
El recibir se pierde…
Se pierde…
Muere…
Cruel destino el ser la gloria… y perecer sin ovaciones.
Sabrá la flor y el pétalo que perecerá y terminará golpeando sumamente el
asfalto…
Si, lo sabe, y, sin embargo, vive”.

- Del vivir

5
“Cada noche una sombra sobrevuela la cara de la luna. Proyecta un rostro
siniestro sobre mi ventana.

La veo sonreír. Se divierte. Cruzamos miradas. Ella sabe que estoy solo, yo
no, y eso le divierte”.

- De la soledad

6
“En una mañana, lo importante no son las puertas abriéndose ante el vapor
del rocío. Sino la sintonía de las estaciones, del flujo sanguíneo palpitando al
mismo son. Lo mismo pasa con los besos”.

- Sintonía

7
“...Entonces, la amo. Así como el sudor de su pasión, recorriendo cada poro,
así corre la sangre, sangre caliente adornado por un velo de lágrimas.

Enganchado a su mirada, el iris y la pupila; durmiendo uno sobre el otro.

Quien pudiese imaginar tanta lindura en una gota de sudor, de sangre o una
lagrima. Quien más podría hacer eso, sino su cuerpo.

Lástima del ser impuro que no vea y aproveche ese crepúsculo sumiéndose en
su cuerpo; merecido exilio si no aprovecha eso.

…mirándola otra vez, la amo, amo más la lagrima que la pestaña, amo más su
sonrisa que la mano, amo más su presencia que su cuerpo...aunque el cuerpo
me dé lo anteriormente dicho".

- Del pensar.

8
“ Mis uñas y dedos se llenaron de sangre, rascando y hurgando en el
pensamiento las palabras adecuadas para tu despedida”.

- Duele, pero es necesario.

9
“Del grafito arrumbado en la esquina, esperando ser utilizado.
De las marcas jamás impregnadas en las letras de uso común.
Del barranco nace la flor más hermosa.
De la verdad nace la decepción y de ella la valentía
Quisiera acabar con mi vida para saber cómo es el sufrimiento de la muerte…
¿Será igual o más fuerte que el enamorarse?”

- Del escribir.

10
“ Mi mesa se llena de sal y de piel curtida.
Se llena de cicatrices y de grafito jamás usado.
Se llena de huellas no marcadas.
De agua esperando evaporarse.
De alcohol siendo borrado por el calor.
De la imagen de ángel envuelta en humo de tabaco.
De las llaves tiradas en la esquina esperando ser recogidas.
Del teléfono en silencio, esperando el llamado de Atenea.
Del ciclo infinito, del sonido estático de la música a ser escuchada
Del sonido tintineando en mi oreja.
De la locura guardada en un litro.
De la irracionalidad de los actos.
Y del filo del metal.
Del refugio en los sueños, la fantasía y pensamientos.
Porqué la mentira es tan cierta que se derrumban las pirámides del centro de la
vida.
Nada las reconstruye.
Me he tomado a mí mismo como rehén.
De las injurias y de los pensamientos.
De las botellas vacías, en forma de montaña color ámbar, en la esquina de mi
dormitorio.
De la gota desembocando un desierto en la noche de junio.
De los lentes sucios y pañosos sin limpiar.
De la vista casual del día a día.
“Baje al sótano en busca de un mal consejo”, como diría Sabina
Lo que él no sabía es que el sótano estaba oscuro y lleno de navajas.

11
Es malo confundir el “cuando” y “el dónde”.
Mi felicidad momentánea reside en 750 ml y en letras.
Como agua con aceite”.

- Del beber.

12
“ No espero curarme de ti, espero olvidarme de ti.

En los recuerdos y pensamientos nace la fuente infinita de la desgracia.

Como lava destruyendo todo a su paso, como humo cubriendo el cielo

despejado.

Mis recuerdos, mi memoria, mis acciones y palabras son el origen de tal

Moebius de desgracia.

No espero curarme de ti, espero poner pausa a mis acais, espero ya no ver el
brillo de estas.

Espero simplemente verlas y no caer en la tentación de sentirlas y probarlas.

Lo que necesito es una valla, algo que me sangre, algo que me lastime al
intentar pasarlo.

¿volvería al mismo sitio del sufrimiento?¿me arriesgaría tanto?

Necesito sufrir para ya no pensarte. Maldita sea, no puedo olvidarte, dejarte de

pensar.

No sé qué hacer, no lo sé.

Déjame morir.

Písame una vez, písame otra y otra vez. Tal vez así arranques todo de mí.

Escribo sin sentido en un orbe de pensamientos y sentimientos.

Que absurdo es esto, a ti no te importo.

No espero curarme de ti, espero olvidarme de ti.

Al olvidarte me curare de ti.

13
Y así, ya no escribir más para ti”.

- Del olvidar.

14
“Caminando, bajo la estela de una luz artificial, vi tu nombre, grabado en una
calle. Sonreí, y, me retuve en aquel lugar durante dos luciérnagas. La confundí
con mi hogar.

Taciturna noche, el regocijo de la tierra y piedras amansan mis pisadas, se

hacen nubes bajo tu reino.

Esperando en la esquina, exhalo, siento que el alma se escapa entre la bruma

al pronunciar tu nombre.

Vuelvo a respirar.

Bendito malestar el de vivir pronunciándote, sabiendo que el alma se va y

regresa al sonido del coro de cisnes de tu nombre.

Las campanas anuncian bodas y muerte. El cielo, a pesar de ser un mar azul,
se esconde entre blancos y grises.

Así, tus caricias y besos se esconden tras el arbusto de la razón, del pesar, de
la justicia y lo meritorio.

Tal vez Bécquer se equivocaba al decir “que no sabría lo que daría por un
beso de la amada”, tal vez no sabía porque nunca se sabría que sería lo justo.

Así estoy yo, fumando bajo la estela artificial de la luz y tu nombre.

Esperando ver si es meritorio el hacer guardia en tu reja con candado de paja.

Se apaga el cigarro, la estela tintinea y sigo de pie.

No se cuánto resistan las rodillas, mis piernas o mi cuerpo entero.

Prendo otro cigarro, el humo vuelve y la estela es perpetua.

El dolor es insoportable, pero sigo de pie.

15
El humo se va, la luz se apaga, se acabaron los cigarros.

El dolor es insoportable.

Pero sigo aquí, siendo el guardián de la reja con candado de paja.

En espera del humo, la luz o de la llave. Desconozco, cualquier cosa será

buena.

Para seguir persistiendo”.

- Del persistir

16
“ Que es el desamor sino la suma de todos los pensamientos catastróficos de
una rosa a secar.

Que es el desamor sino la gota de sangre que sale del labio que se mezcla con
las olas del güisqui.

Que es el desamor sino la sensación de escalofríos en el cuerpo al escuchar

una canción que te hacia feliz.

Que es el desamor sino el resguardo de palabras esperando la media noche

para salir como vapor y perderse en el vacío.

Que es el desamor sino la suma de los futuros de alegrías constantes no

consumadas.

Que es el desamor sino la tinta malgastada en kilómetros de pergaminos

rogando por cargar maletas de la amada.

Que es el desamor sino la idea más irracional del ser humano, en la cual, ha
cavado su propio abismo, esperado ser tragado por el mismo hasta su olvido
total.

Mira al crepúsculo, ve como el manto de la noche cubre al día sin importar

como las hojas pierden el calor de su amada.

Mira la oscuridad como te va consumiendo, alejándote de la luz, sin esperanza

del firmamento.

Cae plenamente… no hay solución para la flor marchitada por las pisadas, no
hay salvación para evitar que el mar se desborde por la constante presión de la
playa por besarla.

17
Maldito aquel que se enamora de las estrellas, pues su tormento será verlas por
siempre y nunca tocar una.

Que es el desamor sino la desesperación de una neblina que desaparece al

tacto y a la luz.

Te maldigo, amor. Creador de tormentas en desiertos, donde aquel que camina

resbala, se atora o muere ahogado por la arena.

Te maldigo amor, por la cantidad de vidrios y dinero gastado en borradores de

pensamientos, sabiendo que no es garantía de satisfacción.

¿Tiene sentido el buscar la felicidad mediante el sufrimiento?

Ni dios se atrevería a tanto.

El amor no existe para aquel que sufre. Todos sufrimos y por ende el amor no
existe para nadie.

Eso que llamamos amor solo es el entendimiento del sufrimiento del otro,
logrando una pausa a tal desdicha preparándolo para algo peor”.

- De la decepción.

18
“Las costas del mar se agrietan por la sal, no se han visto a las olas pasar
desde hace tiempo.

Se dice que las lámparas lunares dejaron de brillar por la espera de la noche
y del firmamento.

En su consuelo, falsas luces de neón se posan delante de aquella dura, pero

suave, sabana de átomos.

Su esperanza se fue oscureciendo por luces artificiales que iluminaban todo

el sendero, ciego.

Por otra parte, las olas se cansaron de volver. Solo besaban la superficie,
solo acariciaban un duro espesor de vidrio.

Es por eso por lo que cada vez que regresaban. golpeaban con más fuerza,
querían penetrar la arena y buscar en el fondo del alma.

El mar llora por el encuentro, la playa se seca por la sal. Se vuelve dura la
costa. Se vuelve sombrío el encuentro.

¿Cuántas luces lunares, cuantas olas, cuanta sal, cuantos mensajes

embotellados, cuantos visitantes se necesitan para pasar más allá de la
primera línea de área?

El mar no lo sabe, la playa tampoco, han sido tantos los encuentros que se
olvidó de que es el mar y con ello sus besos y su verdad”.

- De la barrera

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“Seré sincero. Fue complicado tratar de reunir las diferentes palabras y
encontrar las palabras y el valor del porqué hacer esto. En primera, me
considero alguien racional, que ha tratado de mantener sus emociones a
raya sin que nada le perturbe; en segunda, porque sé qué el amor puede
llegar a representar varios significados y sinónimos, los cuales pueden
llevar a la gracia infinita o al delirium tremens por la falta de este.

Sin embargo, algo incierto y con olor a “desconocido” me hizo desvanecer,

ceder, sucumbir. Por citar algunos: las redes de tu cabello, negro, tratando
de alcanzar las nubes y dar cobijo a las flores de primavera.

¿Dime cómo demonios se puede alcanzar lo espiritual y lo corpóreo con

tan solo un mechón de cabellos? Me encontré en el limbo, en esa duda de
dejarme ceder entre lo ingrato y lo grato de la vida. Me encontraba en
pleno invierno y cual sakuras, llegaron en primavera más artefactos tuyos.

Esos ojos tal ocasos en otoño, cubiertas de sabanas negras y largas, como
olas cubriendo la arena, dejando a su paso el sudor de lo incierto. Esas dos
comisuras abriéndose al aliento de las palabras que endulzan cualquier café
amargo…. benditas las tazas besadas por tus montañas de color rojo
ladrillo.

Maldigo a los espejos, ellos pueden tener tu imagen, tu figura y copian

cada movimiento que recorre tu cuerpo. Los envidio, también, pues no
sienten celos.

¿ Qué sentirán aquellos riachuelos que se desembocan en ese mar llamado

sonrisa? Si el ir y venir de cada gesto por más triste o feliz que sea alimenta
a tal grado que siguen ahí sin moverse, tal cual maldición bendita.

20
No me importaría descansar en aquellos mares y montañas donde se reúne
la vida. No me vendría mal caer de vez en cuando en ese ciclo infinito,
pero corto, de paz y tranquilidad. Izar las velas y recorrer el punto medio
de tu ser con partida a cualquier destino.

No me importaría tomar la esencia de las estrellas para generar tinta y luz

para cada noche que te escribo en pensamiento, pero me temo que faltaría
una eternidad para esperar de nuevo su nacimiento y, cariño, mi amor
espera.

No hay palabras que hagan estremecer más a un cuerpo celeste que las de:
me enamore de ti.

Y te pienso, pero no lo digo. Y si llego a decirlo me da miedo, tal cual

estrella esperando brillar en un cielo nublado.

“…Tú prestas nueva vida y esperanza

A un corazón para el amor ya muerto,
Tú creces de mi vida en el desierto
Como crece en un páramo la flor.”

Poema núm. LXXX , “Á CASTA. “

Bécquer

- De lo personal y lo auténtico.

21
“ Cada día que duermo sueño con mil palabras dedicadas para ti. Cuando
despierto solo recuerdo dos”

- Te quiero

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“Unos ojos cansados se cerrarán y se sentirán seguros, cuando otros cuiden de
ellos al caer la noche”

- De la compañía

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“Soy esclavo de las malas compañías. Causa gracia, siempre están conmigo
cuando te recuerdo. Es una mezcla de calor y evaporación.

Lo curioso es que se van cuando duermo y ya no tengo dinero”.

- De los borradores de memoria

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“ La vanidad fue la única arma que te vi utilizar con todos. Al menos no me
sentí especial en esos momentos”.

- No soy el único

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“Cuando se trataba de verte cada día, me convertí un gran conocedor de
excusas”.

- El tímido

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“ Para hacerte sonreír se requería de presentes, para hacerte feliz… no sé,
nunca llegue hasta ahí”.

- ¿Acaso falto algo más?

27
“ Intenté estar a tu altura, más tarde me di cuenta que ni siquiera sabía cuánto
medía yo”.

- Mal amor propio.

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“Hay algo preocupante en mi día a día, te estoy empezando a olvidar. ¿Por qué
es preocupante? Porque ya no tendré palabras para escribir”.

- De la sanación

29
“ Al momento del rechazo se crea una situación alterna dónde nos damos un
beso y consumamos el amor. ¿En que universo soy feliz, en el rechazo o en la
aceptación?

- Superposición cuántica de amor

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