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AUTOPROGRAMACION VERBAL

TELECOMANDO SEXUAL Y OTRAS TECNICAS PARAPSICOLOGICAS

Psic. Prof. Jose Maria Herrou Aragon

Lección NO 1: AUTOPROGRAMACION VERBAL

INDICE

1. La estructura de la mente.

2. Métodos de auto programación.

3. Método verbal de auto programación.

a. Distintos elementos en los que se basa este método.

b. Como efectuar la auto programación verbal.

C. Indicaciones generales.

Ci. Para obtener resultados óptimos.

c2-Como deben ser las ordenes o programaciones.

C3-incorporacion paulatina de las programaciones.

c4-En casos de resistencias.

C5-Modificaciones de la técnica después de un tiempo.

d. Ventajas.

4. En qué casos puede utilizarse la auto programación.


1. LA ESTRUCTURA DE LA MENTE

Nuestra mente se compone de dos partes--. Por un lado una gigantesca computadora, más
perfecta que todas las hasta ahora conocidas, donde se halla almacenada la totalidad de
experiencias buenas y malas que desde nuestro principio intrauterino hemos vivido, la mayoría
de ellas va olvidadas o inadvertidas e inconscientes para nosotros. Y por otro lado nosotros
mismos, que ahora leemos este capítulo, operadores en potencia de esa computadora y
desalojados, salvo en muy contados casos, de su puesto de comando y decisión.

La computadora de nuestra mente cargada con sus datos, también llamados


programaciones o engramas, buenos malos como nuestras experiencias, actúa mecánicamente
en forma imprevisible y desconocida para nosotros y de su acción depende nuestra suerte y
nuestro destino.

Nuestros traumas prenatales o del nacimiento, las privaciones en los primeros momentos
de la vida y posteriormente en toda nuestra infancia (las peleas de nuestros padres,
accidentes, y en general todo lo malo que podamos haber experimentado, sobre todo en los
primeros años), constituyen las programaciones negativas almacenadas en nuestra
computadora. Estas programaciones estarán siempre presentes y dispuestas a hacernos
fracasar en la vida, para que padezcamos enfermedades, accidentes, mala suerte en general.

Por el contrario, todas las experiencias buenas que hemos tenido en nuestra existencia,
sobre todo las experimentadas en nuestra infancia (percepciones de amor, protección,
caricias, comprensión, etc.) constituyen nuestras programaciones positiva-, que trataran
siempre de favorecernos con el triunfo, la buena suerte y la felicidad en todas sus formas.

Todo lo bueno v lo malo que nos haya ocurrido después que la computadora de nuestra
mente fuera cargada con experiencias buenas y malas, ha sido y es debido a la preeminencia
de programaciones positivas o negativas en cada momento de nuestra vida.

Por lo general cada uno de nosotros depende, como una hoja en la tormenta, de las
reacciones mecánicas de su propia computadora mental, incomprensible para la conciencia
por nuestra falta de intervención. Por eso en la existencia todo es cíclico, periodos de éxito y
miseria en nuestros negocios, sentimientos, salud, etc., cuyo Único responsable es nuestra
mente a la deriva, reaccionando mecánicamente frente a los estímulos externos, como un
barco sin timonel.

Es difícil ingresar a la computadora para accionarla y dejar de ser una hoja en la tormenta
para ser la tormenta que arrastra las hojas. Nuestra computadora mental ya fue programada
totalmente, en forma ajena a nuestra voluntad y en una época de nuestra vida en la que no
podíamos oponemos a nada de lo que nos sucedía, siendo luego cerrada y amurallada para
funcionar por siempre como un solo bloque.

A la edad de cinco o seis años ya está casi plenamente concluida la incorporación básica de
los programas, por eso en esta edad comienza la educación escolar, para muchas religiones
comienza el "uso de razón" y para Freud principia un periodo de latencia" sexual. Los Reyes
Magos, cuentos de hadas y ensoñaciones, así como las ondas cerebrales alfa, dejan de tener
preeminencia diurna para dar lugar a las letras y cuentas matemáticas, a estados de mayor
razonamiento, vigilia y atención, donde las ondas cerebrales beta son su principal
característica.
Nuestra mente existe para aseguramos la supervivencia pero su éxito en lograrlo depende
de la cantidad e importancia de las programaciones positivas que contiene. Las
programaciones negativas serán siempre una traba y una amenaza para nuestra libre
expansión y desenvolvimiento en el medio.

Nuestra suerte y destino ya han sido accidentalmente programados. La Única manera


posible de cambiarlos, voluntaria y conscientemente, es ingresar a nuestra propia
computadora mental y reemplazar allí los programas negativos por otros positivos.

Todo esto que decimos de la computadora mental y del operador o mente consiente
encuentra en el sistema nervioso su contraparte orgánica.

Por un lado, los datos experienciales o información están almacenados en el cerebro.


Después de los descubrimientos de Penfield a partir de 1933 (publicados en 1950) es conocida
su localización exacta. Al estimular con una pequeña corriente eléctrica la superficie superior
del lóbulo temporal derecho, a un centímetro de profundidad, la persona comienza
inmediatamente a recordar experiencias olvidadas de su pasado, con imágenes y sonidos, pues
los patrones neuronales posiblemente formados ante cada experiencia pasada, se hallan aun
intactos y susceptibles de ser reproducidos mediante dicha estimulación.

Por otra parte el operador o conciencia, nosotros mismos que deseamos auto
programarnos, estamos representados por una pequeña zona situada en la base del cerebro y
por delante del cerebelo, llamada sistema de activación reticular. Esta pequeña zona no ocupa
más del uno por ciento del total v fue descubierta por los famosos neurofisiologos Magaun y
Nloruzzi, quienes le dieron ese nombre. El sistema de activación reticular es la única parte del
cerebro que está conectada con cada parte del mismo y con el cuerpo todo y es también la
única parte del cerebro que cesa toda actividad ante una pérdida de conciencia.

Ante estas evidencias todo el proceso de auto programación tendrá lugar en un nivel
psicofísico. Nuestra computadora no es solo mental, es una psicobiocomputadora que, aunque
sus dos aspectos puedan separarse para un mejor estudio, en su accionar constituye un todo
indivisible.
2. METODOS DE AUTOPROGRAMACION

En todas las épocas los hombres trataron de modificar los programas almacenados en sus
mentes.

El método más antiguo fue el de enfrentar directamente al automatismo de la computadora


e imponerle por la fuerza nuevos programas. Consiste en realizar todas las actividades
contrarias a las que, refleja e involuntariamente, estamos habituados a ejercer. Por ejemplo,
madrugar si acostumbramos a levantarnos tarde, modificar nuestro régimen preferido de
comidas por otro opuesto y, en fin, hacer todas las cosas "debidas" que nos incomodan
habitualmente. Este es el método tradicional para desarrollar la voluntad, como así fuera
llamado a falta de la terminología de esta era de computadoras. Exige una autobservación
permanente, gran esfuerzo, tensión, sacrificio, y no conduce a nada. Los resultados obtenidos
en los primeros días sucumben tarde o temprano al arrollador embate de las programaciones
y, cuando ello sucede, por lo general perdemos indefinidamente las fuerzas para intentar
nuevos asaltos, tales son el aplastamiento y desanimo resultantes. Si intentáramos este
camino nos pareceríamos a un ave tratando de derribar los muros de una gran ciudad. El
resultado es un abandono total de la empresa, cansados de tanto golpear en vano la cabeza
contra las paredes.

Otro método para dominar las programaciones de la mente fue el del psicoanálisis. Este
método, con una terminología distinta, pretendía ir conociendo lentamente las
programaciones negativas y positivas para después supuestamente controlarlas. Se trata de un
método muy largo, de cierta efectividad en algunos casos pero que nunca consiguió
fundamentarse científicamente.

Otros métodos tradicionales de reprogramación son el de las órdenes escritas y el de las


visualizaciones. En el primer caso, se trata de escribir las programaciones u órdenes positivas
que deseamos inculcar en nuestra mente, una cantidad bastante prolongada de veces. Los
maestros partidarios de la idea de hacer escribir a los malos alumnos frases como "soy un
inútil", "tengo mala conducta", etc., en forma de penitencia están absolutamente equivocados.
Lo que logran es acentuar dichas tendencias. Más acertados están quienes hacen escribir a sus
malos alumnos frases positivas como "debo hacer los deberes", "debo portarme bien", etc. En
realidad, los partidarios de este método podrían hacer escribir a la totalidad del alumnado y no
como castigo, sino en forma diaria o periódica, pero planificada, frases como estas: "cada día
estudio mejor”, “me voy superando en todo día por día", etc.

En el segundo caso, se insiste no ya en escribir sino en visualizar imágenes apropiadas. No


hemos de vemos a nosotros mismos como en una película o espejo (imaginación objetiva) sino
que deberemos sentirnos (imaginación subjetiva) como si estuviéramos realmente allí, en
medio de una situación visualizada, ejecutando las acciones que deseamos imprimir en nuestra
personalidad. Los métodos que proponen visualizarnos como en una película son de
efectividad menor, de cinco, diez o quince minutos cada vez. Debemos visualizarnos tal como
queremos ser y no como somos, para que esas imágenes vayan integrándose a nuestra mente
determinando después nuestras nuevas conductas.
Estos dos Últimos métodos ya producen algunos buenos y palpables resultados. Los
inconvenientes estriban en que la computadora se encuentra por lo habitual atenta v vigilante
cuando la acechamos con repeticiones, sean estas escritas o visuales. Además, estos métodos
pueden resultar largos y cansadores, Y producir aburrimiento y tedio. Si este fuera el caso
abandonaríamos nuestra empresa aunque hayamos obtenido inicialmente buenos resultados,
pues todo lo que se hace con desgano o hastío produce rechazo y resistencias.

3. MI METODO VERBAL DE AUTOPROGRAMACION

a. Distintos elementos en los que se basa este método.

Los descubrimientos de la psicología conductista (una de las pocas teorías psicológicas con
base científica y nada menos que de acuerdo a las exigencias metodológicas del positivismo
clásico, exigencias que ni la física, ni la biología actuales pueden cumplir) avalan
científicamente la posibilidad de producir cambios duraderos en nuestra personalidad a partir
de estímulos hábilmente presentados. Para esta teoría solo existe la conducta observable y, si
pudiéramos incorporar nuevas conductas, más deseables, por ejemplo, a nuestra personalidad
o repertorio total de conductas, las conductas indeseables anteriores se extinguirían. En otros
términos, es posible extinguir las programaciones negativas para siempre si pudiéramos
reemplazarlas por otras positivas. A partir de aquí hay una esperanza concreta de poder
asumir el mando de la computadora mental y de reprogramarla a gusto. Existe la posibilidad
de hacer que las defensas de la computadora cedan y poder acceder a su puesto de comando
para siempre.

La psicología conductista demostró también que aunque al principio las nuevas conductas
sean rechazadas como un cuerpo extraño, terminan por instalarse definitivamente si se insiste
en su ejecución. Las recaídas en este caso son mínimas y si las hubiera son fácil y rápidamente
solucionables.

De la psicología de Jung podemos extraer la hipótesis de que durante el sueño la mente


realiza una tarea de armonización y equilibrio de sus contenidos. Algo así como si en una gran
biblioteca, una vez cerradas sus puertas al finalizar el día, los empleados se ocuparan de
reacomodar nuevamente los libros que han sido consultados y que desprolijamente yacen
sobre las mesas de lectura, a la vez que nuevos libros recién adquiridos esperan ocupar un
lugar definitivo desalojar uno a uno a en los estantes. Si así fuera cabría la posibilidad de que
estos pudieran ser modificados.

Por otra parte, se ha descubierto a través del estudio de la actividad eléctrica del cerebro
(observable a través del electroencefalógrafo por sus característicos trazos ondulatorios
impresos sobre el papel, de allí el término "ondas cerebrales") y de los diferentes estados de
conciencia que de ella resultan, que hay ciertos estados en los que la persona parece volverse
más permeable ante la presentación de ciertos estímulos. En otras palabras, a veces la mente
descuidaría un poco sus naturales defensas, lo que facilitaría el ingreso de un nuevo programa
u orden.
Todos poseemos cuatro estados de actividad eléctrica cerebral que se corresponden en el
plano psíquico con cuatro estados de conciencia. Sus nombres han sido tomados del alfabeto
griego.

Primero, y siguiendo un orden progresivo desde el estado normal de vigilia hacia el sueño
total, tenemos el estado beta. Este es el estado habitual de alerta y atención, el estado en el
que es necesario estar para leer esto o hablar con alguien. En este estado la auto
programación se ve enormemente dificultada y la mente carece de facultades
parapsicológicas.

Segundo, el estado alfa (alpha). En este estado hay paz, tranquilidad v relajación. En el
estado alfa las defensas o murallas de la computadora mental se debilitan y podemos tener
acceso a ella con nuestras programaciones. Estando en alfa hemos pasado la mayor parte de
nuestra vida prenatal e infancia, lapso en que tuvo lugar la programación de la mayor parte de
nuestra computadora, cerrada luego al aparecer cada vez con m s frecuencia el estado beta. En
estado alfa el espacio y el tiempo se alteran, dando lugar a capacidades y fenómenos
parapsicológicos.

Tercero, el estado zeta (theta). Estamos en este estado en el instante que precede al sueño
o en el momento de despertar. Zeta es el paso obligado para dormir o para despertar. Cuando
dormimos podemos estar más tiempo en el estado zeta y es cuando soñamos. En este estado
siempre aparecen voces o imágenes oníricas, el espacio y el tiempo sufren una gran alteración,
hasta llegar a anularse, y estamos en posesión de grandes facultades parapsicológicas.

El cuarto estado es delta. Este estado constituye el dormir ordinario y en el no poseemos


conciencia ni poderes parapsicológicos.

Se sabe también que la mente no distingue entre lo real v lo irreal. Para ella todo lo que
pueda ser imaginado o concebido posee realidad psíquica (fuera de si tiene existencia física o
coherencia lógica por ejemplo) y eso es para ella lo real. Por eso sucede que sentimos el
mismo malestar al ver un accidente o intervención quirúrgica que cuando simplemente
pensamos en ello. De igual modo podemos aterrorizarnos durante una pesadilla o mirando
una película, aunque sean ficciones.

Además, si echamos una ojeada a la historia de la humanidad y de los grandes hombres,


comprendemos que todo lo concebible puede ser materializado. No hay límites entonces para
la auto programación. Como bien decía John Lilly, "en la región de la mente lo que uno cree
que es verdad, es verdad o se hace verdad".

En cuanto a las palabras o verbalizaciones, ellas son estímulos invalorables para movilizar
conductas)- en este caso vamos a utilizarlas sobre nosotros mismos.

Tampoco es necesario un método complicado. Debe tratarse de un método simple y claro


(aunque estemos programados para pensar que las cosas simples no son efectivas, en parte
porque sabemos que entrar frontalmente en nuestra computadora mental es imposible, en
parte porque las programaciones negativas intervienen alarmadas ante la amenaza de
extinción produciéndonos desconfianza, y en parte porque nadie nos ha enseñado a hacerlo)
porque la computadora de la mente, a pesar de ser una mole gigantesca llena de energías y
trillones de datos, es también como un niño y bajo ciertas condiciones puede obedecer.
I-Como efectuar la auto programación verbal:

Ya dijimos que enfrentar directamente a nuestra propia computadora mental en estado


beta o de vigilia es inútil y no conduce a ningún logro. Es necesario echar mano a un ardid que
facilite nuestra victoria. Ese ardid es este método de auto programación verbal. En distintas
leyendas aparece plasmada esta batalla del hombre consigo mismo y del método simple y
astuto que es menester para alcanzar el triunfo, ante la inmensa desproporción de los
antagonistas.

Es la honda que permitió a David derribar a Goliat. Es el vino con que emborrachaba Odiseo al
gigantesco Ciclope (el alcohol produce relajación y altera la conciencia, notar esto) para luego
cegarlo y escapar de la caverna (tal vez se refiera aquí el poeta a la huida de un destino de
encierro, establecido). Es también la trompeta bíblica cuyos sones hábilmente ejecutados
derrumbaron las murallas de la ciudad de Jericó.

Entonces, para poder ingresar en nuestra propia computadora mental debemos alcanzar el
estado alfa, en que ella se vuelve permeable a nuestra influencia para poder así depositar
nuevos programas positivos que desplacen y extingan a los indeseables ya instalados.

Para ello debemos proceder así:

1. De noche, cuando va estamos acostados y listos para dormir, con las luces apagadas y
el menor ruido posible, con los ojos cerrados, debemos procurar una relajación suave, una
sensación física de tranquilidad y reposo, de estar "suelto". Cualquier posición que adoptemos
es buena. Esta relajación suave no debe llevarnos más de un instante y unas pocas
respiraciones profundas pueden ayudar. Con una relajación profunda podríamos quedar
dormidos antes de hacer el ejercicio y además es innecesario. Los ojos cerrados producen a su
vez el aislamiento requerido para compenetramos mejor dentro de nosotros mismos v
preparar a la mente para la auto programación.

2. En este estado debemos comenzar a contar números en forma ascendente,


comenzando desde el número uno, mentalmente v sin mover siquiera los labios, Si haciendo
esto sufrimos distracciones debemos también visualizarlos, de lo contrario es suficiente con
pronunciarlos mentalmente. La cuenta numérica ascendente propende a acentuar nuestro
aislamiento del mundo externo Y alterar nuestra conciencia de tal manera que las resistencias
ante nuevos programas, hasta que sean cada vez menores. Continuamos elevándonos en
nuestra cuenta numérica ascendente, y nos detenemos en un número cualquiera,
comprendido entre los números dieciocho y treinta v tres, Por ejemplo: dieciocho, veintiuno,
veintiséis, veintinueve, treinta y dos, etc. Puede ser todas las noches el mismo número o uno
distinto. Ese ser nuestro nivel numérico en el que prepararemos nuestra mente aún más para
recibir nuestra programación, daremos nuestra orden Y a continuación la fijaremos. La cuenta
numérica ascendente es como una escalera que vamos subiendo, alejándonos de nuestro
estado habitual de vigilia, para detenemos en un escalón y realizar allí la tarea de
reprogramación. El ascenso a través de treinta y tres escalones o grados tiene un profundo
sentido simbólico arquetípicamente impreso en la mente y la cultura humanas. Desde remotos
tiempos las hermandades esotéricas constan de treinta y tres grados o estadios por los que el
discípulo deber transitar, siendo los más importantes aquellos comprendidos entre el
dieciocho y el treinta v tres. Se refieren profundamente a las treinta y tres vertebras del
hombre, por las que debe ascender la energía vital, en el proceso sublime Y final de
autorrealización.

3. Cuando ya nos hemos detenido en el nivel numérico arbitrariamente elegido,


pronunciaremos las siguientes palabras de auto programación: "Que mi mente guarde en la
memoria todo el tiempo v permanentemente esta orden y que haga todo lo que sea necesario
para que se cumpla" (Aquí pronunciamos tres veces nuestro deseo a grabar). Y a continuación:
"Que se cumpla esta orden" (esto también lo decimos tres veces).

Estas palabras de auto programación pueden ser ligeramente modificadas pero debemos
tratar que resulten siempre claras, casi infantiles, como si le estuviéramos dando órdenes a un
niño, para lograr ser comprendidos con toda exactitud y sin malas interpretaciones. Las
palabras que anteceden a la emisión de la orden tienen la finalidad de continuar preparando a
la mente para aceptar de buen grado lo que grabemos. Decimos "todo el tiempo y
permanentemente" aunque sabemos que en caso de ser aceptada esta orden no durarían al
principio más de un día o día y medio sus efectos, pero así debemos hacerlo porque nuestra
meta es en la instalación definitiva de nuestras nuevas programaciones. Decimos "que haga
todo lo que sea necesario para que se cumpla" porque sabemos que la mente, ciega y
mecánicamente, obedecer echando mano a la inmensa riqueza de datos que posee y que en
su mayoría desconocemos, actuando como una computadora, de la forma más rápida y directa
posible. Por lo tanto, cuando estamos bajo programación, suceda lo que suceda ser para bien
y para el buen cumplimiento del objetivo grabado. Repetimos tres veces la orden para que se
imprima con mayor fuerza y seguridad. En todos los rituales de iniciación de las sociedades
secretas que aspiran a procurar la autorrealización del hombre, el discípulo debe dar tres
golpes en la puerta del templo para que esta le sea franqueada. De igual manera esta orden es
fijada con las palabras "que se cumpla esta orden", pronunciadas también tres veces.

40. Una vez que hemos pronunciado, siempre mentalmente, estas palabras comenzamos
a descender en nuestra cuenta numérica, desde el número en que nos habíamos ubicado,
nuestro nivel numérico de auto programación, hasta el cero. Si olvidamos el número en que
nos habíamos detenido comenzamos nuestro descenso numérico desde el número treinta y
tres. Esta cuenta numérica descendente tiene como finalidad conducirnos hacia el sueño,
pudiendo dormimos antes de concluirla, mientras las vamos efectuando, o inclusive apenas
pronunciada la orden.

Resumen:

1) Relajación suave y ojos cerrados

2) Cuenta numérica ascendente

3) Palabras de auto programación

4) Cuenta numérica descendente


E. Indicaciones Generales.

Claves Para obtener resultados óptimos

Para obtener buenos resultados con esta técnica es necesario estar tranquilos v alejados de
ruidos o conversaciones. Si fuéramos interrumpidos durante la auto programación es
conveniente comenzar todo desde el principio.

También podemos auto programarnos durante el día, en momentos de tranquilidad y


quietud, pero ello no es necesario. El poder de esta técnica reside en efectuarla de noche,
donde es seguida de varias horas de sueño y, si nos dormimos inmediatamente después de
efectuada, mucho mejor. Esa será la garantía de que las nuevas programaciones comiencen a
ingresar.

Si no nos dormimos inmediatamente corremos peligro de quedar auto programados con los
pensamientos y cuestiones que aparecen después del ejercicio.

En los comienzos lo más conveniente es grabar una sola y la misma orden cada noche. Si
necesitáramos grabar más de una; por ejemplo dejar de fumar, curamos de una dolencia y
perder la timidez, debemos grabar cada una de ellas varios días seguidos, una semana o más,
por ej. antes de pasar a la otra.

Después de grabar varias órdenes en lapsos más o menos iguales de tiempo, comenzaremos
de nuevo con la primera, y así sucesivamente. De esta manera iremos grabando varias
programaciones juntas, aunque m s lentamente. En estos casos podemos también recurrir a
una programación general que englobe varias necesidades, por ej para obtener éxito en todo
lo que hacemos o ser felices, poderosos, etc. Las programaciones más generales tienen la
ventaja de otorgar una mayor libertad a la computadora mental para que ella nos acerque a
los objetivos de manera menos restringida y por caminos a veces insospechados.

* Como deben ser las órdenes o programaciones:

Toda orden debe empezar con "quiero" o "voy a". "Quiero dejar de fumar", "quiero ganar
una fortuna", "quiero que se me vaya el dolor de cabeza", "quiero ser feliz", "voy a vencer
todos los obstáculos", "voy a triunfar en el amor", "voy a tener un auto nuevo", etc. Es
conveniente no grabar ordenes negativas como "no quiero ser tímido", "no voy a fumar más",
etc. Siempre debemos grabar afirmativamente, por ej. "voy a dejar de ser tímido", "quiero
dejar de fumar", etc.

Podría experimentarse también con órdenes que comiencen con "ya" como "ya tengo una
gran fortuna", "ya tengo una pareja ideal", etc., en la cual lo que deseamos grabar es incluido
como un hecho ya consumado.
Incorporación paulatina de las programaciones:

Al comienzo, y cuando las ordenes comienzan a ingresar en la computadora, sus efectos


duran, como ya dijimos, solo un día o día y medio. Es necesario continuar insistiendo
diariamente, todas las noches, hasta lograr la instalación definitiva de lo que programamos.
Cuando la mente comienza a aceptar las nuevas órdenes, de allí en adelante se acostumbra
cada vez mas todo el proceso se va paulatinamente facilitando, tomándose cada vez más
apasionante. En este caso la instalación definitiva de la programación es solo cuestión de
tiempo.

Cuando comiencen a entrar las programaciones y a hacer sentir su efecto en nuestra


conducta nos sentiremos súbitamente mas dinámicos (si el obstáculo era la apatía) o
tranquilos (si el obstáculo eran los nervios) durante el día o al despertar, comenzando a
mejorar nuestras cosas, Podremos sentirnos distintos, como si hubiera algo nuevo dentro de
nuestra mente y otras veces serán los demás quienes noten nuestros cambios. Pueden
aparecer también pesadillas o sueños extraños o por el contrario un estado general de
tranquilidad. También puede suceder que se recuerden más los sueños, lo que da la sensación
de soñar m s. Pueden sobrevenir pequeños mareos, que son consecuencia del súbito cambio
de gobierno (como si en una gran empresa cambiaran sus autoridades, llegando nuevos
empleados y alejándose otros, habrá cambios en todos los órdenes tendientes a mejorar la
productividad y en los primeros días todo el ambiente se mostrara alterado) y que no duraran
mucho, o una mayor placidez que se extender luego a lo largo del día.

Cuando acaece la instalación final de la programación grabada, la programación anterior y


de signo contrario se extingue definitivamente. Solo volveremos a grabar esa orden con fines
de refuerzo o ante alguna recaída, siendo estas Últimas muy poco frecuentes, bastando un
reducido número de programaciones para retornar al equilibrio.

No debemos preocuparnos por la instalación final de cada programación, esta tiene lugar en
lapsos variables de tiempo para cada persona, por lo general varios meses, pero
inevitablemente llegar si persistimos noche a noche en nuestra tarea.

Nos daremos cuenta de que una programación ya forma parte de nosotros y que no
necesitamos continuar con ella cuando ante un olvido u omisión prolongada vemos que no
decaen sus efectos. También puede sobrevenir aburrimiento o una intuición profunda de que
ya no es necesario seguir insistiendo con ella.

*. En casos de resistencias:

La computadora humana, desacostumbrada a las nuevas órdenes, podría en algunos casos


ofrecer resistencias. Esto es señal de que nuestros engramas internos negativos están
preocupados ante la amenaza de cambio y anulación, y oponen resistencias para que no nos
programemos.

Ellas pueden tratarse de aburrimiento o desgano llegado el momento del ejercicio, u olvido de
efectuarlo. También puede sobrevenir sueño prematuro que nos impida realizarlo o insomnio
después de efectuado.
Si bien el desgano u olvido una o dos noches a la semana no es perjudicial para nuestra
empresa, si fueran más frecuentes deberemos auto programarnos durante el día en
momentos de relajación y tranquilidad con la siguiente orden: "quiero (o "voy a") auto
programarme cada vez mejor por la noche", y a la noche insistir con la programación deseada.

En caso de distracciones debemos acompañar con imágenes a las palabras mentalmente


pronunciadas (ver los números o una escalera, sentimos en diferentes situaciones de acuerdo
a nuestra orden, etc.).

En caso de insomnio después de realizado el ejercicio, procederemos a repetir varias veces


el ejercicio completo o solo las palabras de auto programación, para favorecer la llegada del
sueño.

Otra variante es la de realizar el ejercicio normalmente pero en lugar de pronunciar la orden


tres veces. La repetimos todas las veces que sea necesario, hasta dormirnos.

En caso de sueño prematuro que nos impida llegar a la pronunciación de la orden; podemos
experimentar con la reducción o eliminación de la cuenta numérica ascendente e incluso
acortar las palabras de auto programación. En casos extremos nos limitaremos a repetir la
orden exclusivamente.

Otra modalidad para estos casos es la de pronunciar tres veces la orden antes de iniciar el
ejercicio completo. De esta manera si sobreviene el sueño abruptamente, quedaremos auto
programados con la orden dada al comienzo,

*.Modificaciones de la técnica después de un tiempo:

Con la práctica la mente se acostumbra a recibir nuestras órdenes y todo el ejercicio


comienza a ser ejecutado perfectamente. A veces es suficiente con apoyar la cabeza en la
almohada para que la mente se coloque en el estado apropiado para recibir nuestras órdenes.
En este caso decimos que nos hemos condicionado a la autoprogramaci6n. Llegado este
momento es que podemos omitir las cuentas numéricas y reducir o hasta eliminar las palabras
de auto programación, quedando solo la orden. También podremos grabar más de un deseo
por noche, recordando que

En estos casos no deberemos cambiarlos durante un lapso más prolongado de tiempo. Por una
razón que veremos en la lección NO 5, una estructura de cuatro deseos es en ciertos casos tan
fuerte como si se tratara de uno solo.

Sobre la grabación de más de un deseo por noche, recuerdo el caso de un alumno que auto
programo casi desde el principio y con todo éxito "quiero tener una gran potencia sexual y
económica", posiblemente porque en la computadora mental ambas cosas están casi juntas,
pero en general dar más de una orden es aconsejable solo cuando a través del tiempo nos
hemos convertido en expertos de la auto programación.
d. Ventajas

La superioridad de estas técnicas de auto programación, ya sean visuales o verbales, reside


en que no requieren esfuerzos de voluntad posteriores a su aplicación, es suficiente con
realizar los ejercicios y aguardar con tranquilidad los inevitables cambios. Igualmente, estas
técnicas rinden el mayor provecho sin la ayuda de terapeutas o profesionales de la conducta,
pues aquí es uno mismo su propio psicólogo y se auto perfecciona paso o paso por propia
cuenta.

Por su parte, el método verbal de auto programación es en mucho superior al de


visualizaci6n, pues reduce considerablemente los lapsos de tiempo a solo unos pocos minutos
por noche. Además, la pronunciación mental de palabras demanda mucho menos esfuerzo
que la visualización de imágenes.

Cada uno de estos dos métodos está neurológicamente representado en solo un hemisferio
cerebral (en las verbalizaciones interviene el hemisferio izquierdo y en la visualización de
imágenes el derecho) por lo que pueden combinarse entre sí.

En la Lección NO 2 diremos algo más sobre las disimiles actividades de ambos hemisferios
cerebrales, izquierdo y derecho, y la responsabilidad de cada uno en la producción unilateral
de palabras e imágenes, respectivamente.

4. EN QUE CASOS PUEDE UTILIZARSE LA AUTOPROGRAMACION

La auto programación nos sirve solo para influirnos a nosotros mismos, no es apropiada
para influir a los demás o cambiar las programaciones de otros. Lo que si ocurre es que cuando
nos vamos reprogramando paulatinamente, vamos exhibiendo nuevas conductas, movilizadas
por las ordenes impresas, y7 esas conductas influyen en el ambiente que nos rodea. (Del
mismo modo que los cambios en el ambiente que nos circunda también causan modificaciones
en nosotros) e influencia sobre los demás a partir de esta técnica es por lo tanto
eminentemente psicológica. Por supuesto que siempre hay una influencia parapsicológica
natural sobre los demás, por pequeña que sea, a partir de ideas o convicciones intensamente
alojadas en nuestra computadora psicofísica. Esas convicciones, si fueran negativas, podrán
reemplazarse con este método variando así nuestra permanente, aunque no muy fuerte,
influencia parapsicológica sobre el mundo exterior.

Con la ayuda de la auto programación podemos inducir en nosotros cambios físicos,


psicológicos y parapsicológicos, pues como ya dijimos, nada hay de limitado o inalcanzable
fuera del ser humano. No hay diferencia entre lo real y lo irreal para la mente humana y
además, todo contenido psíquico puede ser materializado, por absurdo e inaccesible que
parezca. Cuando comenzamos a grabar nuestras órdenes la mente de inmediato comienza a
adaptarse a esa nueva realidad impuesta por nosotros mismos, movilizando su enorme caudal
de datos y energías hasta alcanzar el objetivo.
Con la ayuda de la auto programación y aunque nos lleve m s tiempo, podemos inducir
cambios en nuestra anatomía, la cual es resultado de programaciones biológicas hereditarias
provenientes de la computadora biológica (hay programas completos encerrados en los
genes).Nos convencemos de esto observando la regeneración de los tejidos dañados. Ella no
se realiza desordenadamente, sino conforme a un patrón o programación siempre presente. El
cáncer y los tumores son el resultado de la rotura del programa correcto, por eso el
desordenado crecimiento de las células.

Albert Camus decía que a los cuarenta años cada uno es responsable de su cara, y es que a
esa edad realmente nuestra psiquis programada desde la infancia ha producido ya una
influencia notoria sobre los programas biológicos que rigen nuestras facciones, dotándolas de
una connotación especial.

En este sentido, famosos son los experimentos de Staib y Logan sobre la influencia de la
estimulación hipnótica (las personas fueron, a través de la hipnosis, reprogramadas por los
investigadores) en el desarrollo de los senos en un grupo de mujeres, con notables resultados.

Podemos utilizar la auto programación para prevenir enfermedades

("quiero tener una salud perfecta", "voy a ser cada vez más sano", etc.), o para curarlas
("quiero curarme de tal enfermedad"). También podemos usarla para aliviar el dolor.

Por menor que sea la injerencia psicológica en el origen de determinada enfermedad


orgánica, esta será siempre modificada en mayor o menor medida ante la insistencia
permanente de salud, inducida psíquicamente.

En Estados Unidos, actualmente muchos investigadores están probando distintas técnicas


de reprogramación para alargar la vida humana, mirando hacia la inmortalidad.

Podemos usar con todo éxito la auto programación en casos de úlceras, alergias, alta o baja
presión sanguínea, asma, en algunos estados gripales originados por un descenso de origen
psíquico en las defensas orgánicas naturales, anginas, bronquitis, etc. Actualmente ciertas
teorías colocan la diabetes y el cáncer en este grupo de enfermedades llamadas
psicosomáticas. Las mejores ordenes son: "quiero curarme de tal enfermedad" o "voy a
curarme de tal enfermedad”, “estoy totalmente curado", "quiero que se me vaya tal
enfermedad", etc.

La impotencia y la frigidez, de origen psíquico en la gran mayoría de los casos, también


pueden ser tratadas con la auto programación ("quiero tener una gran potencia sexual", "voy a
andar sexualmente cada vez mejor", "quiero ser el mejor amante del mundo con fulana o
fulano", "quiero perder el miedo al sexo", etc.).

Lo mismo en casos de obesidad o excesiva delgadez, se puede controlar perfectamente el


peso ("quiero pesar tantos kilos", "quiero adelgazar", "quiero que se me vaya el hambre", "voy
a engordar", etc.).

Hábitos indeseables pueden ser también eliminados si la persona realmente lo desea Y


aplica la auto programación. Puede usarse para desterrar el alcoholismo o la drogadicción,
("voy a dejar de beber". "quiero dejar tal droga", etc.), igualmente, es bueno para dejar de
fumar ("quiero dejar de fumar"), sobreviniendo a veces olvido de fumar, asco por el cigarrillo,
etc.
Podemos también recurrir a la auto programación para mejorar económicamente ("quiero
ganar una gran fortuna", "voy, a vender cada vez más", "quiero tener un éxito enorme en mi
trabajo". "quiero ser el mejor vendedor del mundo", etc.). Así propiciaremos en nuestra
conciencia una cantidad de ideas lucidas, estaremos más dinámicos o tranquilos, tal vez
cambiemos nuestras amistades actuales u otras cosas sucederán para que consigamos el
dinero que programamos.

Podemos aplicarla en el amor en la pareja ("quiero triunfar en el amor", "quiero llevarme


bien con fulana o fulano", etc.). Si al auto programarnos de esta forma mejoran notoriamente
nuestros problemas de pareja, es porque nos cabía una responsabilidad importante en ellos.
Por otra parte, si al auto programarnos para triunfar en el amor comenzamos a tener
problemas con nuestra pareja es porque la presente relación indudablemente no nos conduce
a aquello. Podemos también auto programarnos para conocer a nuestra pareja ideal, y ella sin
duda aparecer.

Podemos pedir éxito en los estudios ("quiero aprobar tal materia", "quiero ser el mejor
alumno", "quiero recibirme lo antes posible", etc.). Este tipo de programaciones trae consigo
involucrado un incremento de la memoria, intuición, oratoria, seducción, entusiasmo,
inteligencia, atención, etc., si fueran necesarios para el cumplimiento de nuestro objetivo. La
ventaja de las programaciones generales es que le otorgan mayor libertad a la computadora
humana para que eche mano a los elementos secundarios, si fueran necesarios para el
cumplimiento de los objetivos planificados.

Un caso análogo es el de los deportes ("quiero jugar cada vez mejor", "voy a ser el mejor
jugador del mundo", etc.). También pueden usarse programaciones más específicas aunque ya
están contempladas en estos ejemplos de programaciones generales.

La auto programación para tener buena suerte ("quiero -o 'voy a' - tener muy buena suerte
en todo") produce movilizaciones y cambios que nos demuestran hasta qué punto manejamos
inconscientemente nuestros ciclos o golpes de buena o mala suerte. Alumnos que
experimentaron con esta programación se vieron súbitamente envueltos en sucesos de buena
fortuna, demasiados para tratarse de casualidades, tales como encontrar dinero en la calle,
atraso en la salida de un colectivo que permitió a la persona demorada poder abordarlo, etc.

De igual modo, para tener éxito en nuestras actividades y proyectos podemos auto
programarnos ("quiero tener mucho éxito en todo lo que hago"). Todos tememos al éxito en
mayor o menor grado. Casi universalmente el triunfo se halla asociado con desgracias y, hasta
con la muerte v es uno de les responsables de posibles resistencias frente a la auto
programación. Cuando obtenemos algún logro es común que esperemos alguna desgracia o
problema e inclusive a veces las provocamos inconscientemente. Ante estos casos la mejor
orden es "quiero perder el miedo al éxito”.

Podemos auto programarnos para que nadie nos domine psicológicamente. Cuando una
persona nos domina con sus palabras o su presencia decimos que esa persona nos somete o
que nos hemos sometido a ella ("quiero que nadie me someta", "voy a dejar de someterme
con fulano", etc., son las mejores órdenes para eliminar este hábito). Personas cuyos padres
han sido muy tiránicos presentan por lo general estos rasgos de sometimiento, miedo, timidez
y bloqueos. Para ellas son convenientes también las siguientes ordenes: "quiero perder la
timidez", "voy a ser valiente y osado en todo", "quiero que mis padres no me dominen más",
"quiero ser libre", etc., y hasta podría utilizarse "quiero despertar".
En otro ámbito, esta técnica de auto programación verbal puede constituirse en el mejor
sistema de autodefensa contra accidentes, ataques y daños en general, ya sean estos físicos,
psicológicos o parapsicológicos. Para evitar accidentes (automovilísticos, caídas, etc.) podemos
darnos ordenes como estas "quiero realizar tal viaje sin ningún problema", "quiero que jamás
me suceda ningún accidente", etc. De igual modo podemos auto programarnos para que se
alejen o desaparezcan nuestros enemigos, como así también personas que nos agreden
verbalmente o intentan someternos con su carácter fuerte. Si después de auto programarnos
se alejaran, éramos nosotros mismos, con nuestros miedos y enemigos internos, quienes los
provocábamos y atraíamos inconscientemente para sufrir o ser destruidos. Contra los daños o
ataques parapsicológicos, consciente o inconscientemente emitidos por otras personas,
podemos auto programarnos así:

Quiero que no me llegue ningún daño parapsicológico", "quiero que le vuelva a quien me
ataca, todo el daño que quiere hacerme", etc. Si utilizamos esta Última orden nuestra mente
se encargara inconscientemente de neutralizar a nuestro agresor. También podemos grabar
una autodefensa general ("quiero que no me llegue ningún mal, ni físico, ni psicológico, ni
parapsicológico").

Si después de programamos para que no nos llegue ningún daño ni ataque parapsicológico
comenzamos a sentimos tranquilos Y saludables, es porque alguien nos estaba atacando
mentalmente.

Con la auto programación podemos obtener mayor poder mental, más fuerza de voluntad
(esto último no es muy necesario, pues cada acto al que seamos impulsados por la
programación lleva implícita la fuerza de voluntad), para despertarnos por la mañana con
nuevas ideas o soluciones, etc.

Una programación que produce grandes cambios es "quiero ser feliz" (o "voy a ser feliz"), lo
cual prueba que generalmente el ser humano no está programado para serlo. Es muy distinto
programar "voy a Ganar mucho dinero" que grabar "voy a ganar mucho dinero y ser feliz". Los
resultados por lo general son diferentes. Recuerdo el caso de una alumna que desde el día en
que se auto programó para ser feliz comenzó a pelear con su novio, hasta que rompió la
relación, para conocer tiempo después al hombre con quien realmente sería feliz,

Además de utilizar la auto programación en los casos citados en cada una de las técnicas
parapsicológicas que componen este curso, podemos usarla en todo lo que pueda
ocurrírsenos, pues si la imaginación humana es -limitada, así son de ilimitadas las posibilidades
de la auto programación.

Para comunicarse con el autor enviar la correspondencia a:

Casilla de Correo Central 227, 2000 Rosario República Argentina


BIBLIOGRAFIA:

1. Paul G.IThomas: "Psychofeedback". Prentice-Hall, Inc., New jersey, 1982.

2. John Lilly: "Programming and programming in the Human Biocomputer". Julian

Press, New York, 1972.

3. L. Ron Hubbard: "Dianetics. The Modern Science of Alentar Health". Church of Scientology,

Los Ángeles, California, 1977.

4. Robert B. Stone y Sídney Petrie: "Hipnocibernètica". Diana, M4exico, 1982.

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