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CICLO DE LACTANCIA DE LA YEGUA

La leche de yegua es producida por la yegua (la hembra del caballo). Las yeguas, como todas
las hembras de los mamíferos, disponen de glándulas mamarias que secretan lo que tiene que
ser el único alimento para sus hijos durante los primeros estadios de vida. Esta es una
sustancia acuosa de color blanquecino que contiene agua, proteínas, grasas y azúcares
además de vitaminas, minerales y de otras sustancias nitrogenadas. Una de sus funciones es
aportar todos los elementos necesarios para un desarrollo adecuado y rápido de la cría en
cuestión. La leche de yegua, en composición química y particularmente en el contenido
proteico, es de las más parecidas a la leche humana. La producción de leche de las yeguas es
baja en comparación con la de otras especies como la de vaca, oveja, cabra, etc. Posiblemente
por este motivo se abandonó su producción y la realización de estudios.

Comparada con la leche humana y con la leche de vaca, la leche de yegua es la menos grasa
de les tres. Tiene un contenido en proteínas que se encuentra entre el de la leche humana y la
de vaca, que es la que más tiene. Tiene un contenido de lactosa parecido al de la leche
humana. De los tres tipos de leche comparadas, la leche de yegua es la menos energética,
pero hay que tener en cuenta que una gran parte de la energía aportada por esta leche proviene
de los azúcares y no de las grasas. Es por esto que la energía que nos aporta la leche de yegua
es, en gran parte, energía rápida que gastamos durante el mismo día y no energía de
metabolización lenta como la que proviene de las grasas saturadas de la leche de vaca.

LACTANCIA:

Luego del parto de la yegua El recién nacido será colocado cerca de la madre quien
lamiéndolo, le quitará las mucosidades de que está cubierto; pudiendo igualmente
eliminárselas con fricciones secas. Será acercado a la madre durante la fase de somnolencia
de ésta, quien le acepta generalmente bien al despertar; este será, sin embargo, vigilado en
caso de que no haya sido obtenido el efecto buscado. Uno de los primeros cuidados es
igualmente asegurar la toma del calostro; que suministrará los anticuerpos que no pueden
traspasar la barrera placentaria, proporcionando un adecuado nivel de defensas al recién
nacido, lo que garantizará un índice mayor de sobre vivencia del nuevo ser.
En las primeras tomas de leche, el potro recibe de la madre el calostro y posteriormente
continúa con la lactancia. Para que las yeguas produzcan la gran cantidad de leche que
necesita un potro en crecimiento, sus requisitos calóricos deben aumentar de manera
significativa.

La fase de lactancia es la fase de más alto requerimiento nutricional (especialmente


energético) en la vida productiva de la yegua, excluyendo los períodos de crecimiento y de
trabajo intenso. Es por muchos también la fase de producción más descuidada.

Después del parto, los requerimientos nutricionales de la yegua aumentan hasta en un 75%
por arriba de los requerimientos de mantenimiento. Este aumento es resultado de las
necesidades de producción láctea y de la ineficiencia intrínseca del proceso de conversión de
nutrientes digestible a leche. Los requerimientos de energía, proteína, minerales y vitaminas
son satisfechos cuando se tiene a las yeguas y los potrillos en pastos de muy alta calidad y se
les suplementa con raciones de alta densidad energética.

La suplementación de la yegua debe también estar enfocada a mejorar la calidad de la leche


que ésta produce, aspecto que se puede hacer a través del uso de ingredientes y nutrientes
específicos. Con esto se puede lograr que el consumo energético y nutricional del potro sea
mayor y por lo tanto su desarrollo mejore.

El pico de lactación ocurre en las fases iniciales y posteriormente disminuye la producción


de leche gradualmente hasta llegar al destete. Durante esta fase es que la condición corporal
de la yegua juega un papel muy importante. Yeguas que se encuentran en condición corporal
correcta, han almacenado reservas de grasa en el cuerpo.

Esta grasa puede ser utilizada por la yegua para ayudarle a complementar los requisitos
energéticos que ella tiene para producir leche. Estos requisitos son bastante elevados, por lo
que sí cuenta con buenas reservas corporales, la demanda de suplementación alimenticia
puede disminuir y las pérdidas de peso y condición corporal también son menos drásticas.

Es importante que no se le permita a la yegua que pierda mucha condición corporal, pues
esto le afectará su rendimiento reproductivo. Yeguas que llegan al parto con baja condición
corporal o que pierden mucho peso durante los meses iniciales de la lactancia ven su
comportamiento reproductivo seriamente afectado.
Yeguas que son mal alimentadas o con raciones mal equilibradas suelen presentar síntomas
típicos a los que muestras animales bajo condiciones de limitación de alimento – hambre.
Los síntomas pueden ser: mareos, espasmos musculares, diarreas, retención abdominal de
líquidos y posiblemente muerte.

Otro síntoma que debe ser controlado en las yeguas es la defecación, para identificar
oportunamente a animales con estreñimiento. Por lo general, el ejercicio es el mejor
preventivo, aunque en casos específicos ingredientes de tipo laxante pueden ser utilizados
como es el caso del aceite de linaza.

Producción de leche de la yegua

Hay que tener en cuenta que la producción de leche va a ser del 2,5-4% del peso vivo en el
período de máxima producción durante los primeros dos meses de lactancia. Por ejemplo,
una yegua de 500 Kg. producirá una cantidad de leche de entre 15-20 litros diarios.

La leche de la yegua es bastante pobre tiene menos materia seca proteína y grasa que la de
vaca, aunque paradójicamente contiene ácidos grasos insaturados omega 3, que se les
relaciona con el desarrollo del cerebro del potro (La leche de la yegua es utilizada en países
como Rusia para la cosmética humana).

La composición química de las leches de yegua y burra son:


REFERENCIAS BIBLIGRAFICAS

Leche de yegua. (2019). Recuperado de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e2/Leche_de_yegua_castellano.pdf

Bolger, C. (2015). Todo depende de las Yeguas. Recuperado de


https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6001508.pdf

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