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MMSE
Examen Cognoscitivo Mini-Mental
Marshal F. Folstein
Susan E. Folstein
Paul R. McHugh
Gary Fanjiang
MANUAL
MADRID 2002
Nombre original: Mini-Mental State Examination.
Copyright © 2000, 2001 by MiniMental, LLC Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita
de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas
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el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella
Traducido y adaptado con permiso de PAR, Psychological mediante alquiler o préstamo públicos.
Assessment Resources, Odessa, Florida.
I.S.B.N.: 84-7174-710-3.
Depósito legal: M-16622-2002.
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1. FICHA TÉCNICA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
8. BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Bibliografía recomendada por los autores americanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Otra bibliografía relacionada con la versión española . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
AGRADECIMIENTOS
El estudio de re-validación de la versión española del MMSE fue financiado por el Fondo de
Investigación Sanitaria (FIS) (expedientes nº 88/1408, 89/0524, 94/1562, 97/1321E) del Ministerio
de Sanidad y Consumo; Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT, expediente
nº SAF 93/0453); y los Programas de la Unión Europea BIOMED Concerted Action (expediente
nº CT92-0653) y Directorate General V (expediente nº SOC96-202098).
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1. FICHA TÉCNICA
Nombre
original: MMSE. Mini-Mental State Examination.
Adaptación
española: A. Lobo, P. Saz, G. Marcos y el Grupo de Trabajo ZARADEMP.
Aplicación: Individual.
Ámbito de
aplicación: Adultos con posible deterioro cognoscitivo.
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2. EL MINI-MENTAL STATE EXAMINATION
(MMSE O MINI MENTAL) DE FOLSTEIN Y COLS.
En 1975 se publicó el primer artículo sobre tiempo y para evaluar la respuesta al trata-
el Mini-Mental State Examination (MMSE o miento” (Folstein, M.F., Folstein, S.E., Mc
Mini-Mental; Folstein, Folstein y McHugh, Hugh, P.R. y Fanjiang, G., 2001).
1975). Nació en el New York Hospital-
Westchester-Division de la Universidad Cor- Diversos trabajos posteriores a los origina-
nell, donde de inmediato se convirtió, incluso les han confirmado que el MMSE es un ins-
antes de la publicación oficial, en el instru- trumento fiable y válido en distintas muestras
mento estándar de evaluación cognoscitiva; lo de pacientes y en población general; es rápido
mismo ocurrió en el Johns Hopkins Hospital y fácil de utilizar y bien aceptado tanto por los
de Baltimore, donde después trabajaron los evaluadores como por los evaluados (Folstein,
autores. El MMSE extendió su campo de apli- M. F. y otros, 1985; Cockrell, J. R. y otros,
cación, además de a la práctica clínica, a la 1988). Trabajos posteriores, también recomen-
docencia y a la investigación, particularmente dados por sus autores originales, se refieren a
con pacientes en edad geriátrica. Se trata, los límites de la utilización del Mini-Mental
según los autores, de una “ayuda para el exa- (Anthony J. C. y otros, 1982), incluyendo la
men clínico del estado mental cognoscitivo del influencia en su rendimiento de factores como
individuo... Puesto que se trata de una medi- la escolaridad o la clase social (Jorm, A. F. y
ción breve y cuantitativa, el MMSE puede uti- otros, 1988; O´Connor, D. W. y otros, 1989) y
lizarse para detectar déficit cognoscitivos, para revisan la bibliografía sobre el MMSE,
evaluar la gravedad del déficit cognoscitivo en (Tombaugh, T. N. y otros, 1992). También han
un determinado momento, para seguir el curso sido recogidos datos normativos en población
de los cambios cognoscitivos a lo largo del general (Crum, R. M. y otros, 1993) (Tabla 1).
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El MMSE consiste en una serie de pre- tegorías, tal y como se muestra en la ta-
guntas y tareas que se agrupan en once ca- bla 2.
• Orientación temporal
• Orientación espacial
• Fijación
• Atención y cálculo
• Memoria
• Nominación
• Repetición
• Comprensión
• Lectura
• Escritura
• Dibujo
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3. EL CONTEXTO: LA IMPORTANCIA DE LOS
TRASTORNOS COGNOSCITIVOS Y DE SU DETECCIÓN
Entre los distintos motivos para abogar por las demencias: por ejemplo, en nuestro
la necesidad de contar con instrumentos sen- país se han detectado tasas de prevalencia
cillos para la detección del deterioro de fun- ampliamente discrepantes entre varios
ciones cognoscitivas, pero a la vez fiables y estudios que utilizaron instrumentos dife-
válidos, pueden destacarse, al menos, los rentes en la fase de cribado (López-Pousa,
siguientes (Tabla 3): S. y otros, 1995) y, en algunos trabajos,
tasas muy por encima de las internacional-
a) En primer lugar, la alta prevalencia de mente aceptadas (Hofman, A. y otros,
demencias en la población general geriá- 1991); consecuentemente, el contar con
trica (Hofman, A. y otros, 1991; Lobo, A. instrumentos validados y normalizados
y otros, 2000). A pesar de ello, a veces las adquiere aquí un nuevo valor.
demencias no son detectadas, sobre todo
entre los más ancianos y en la población c) La prevalencia de demencias, como se
general, llegando incluso la proporción al puede suponer, es considerablemente ma-
80% de casos no detectados en el Estudio yor en entornos especiales de población
Zaragoza (Lobo, A. y otros, 1997). Siem- geriátrica, como las residencias de ancia-
pre ha sido cuestionable el considerar que nos o los entornos de Geriatría, Neurología
el problema era poco relevante “porque no o Psiquiatría (Mann, A., 1997).
existía tratamiento” para las demencias d) Asimismo, la prevalencia de déficit cog-
más frecuentes, sobre todo las de tipo noscitivos en entornos médico-quirúrgicos
degenerativo (enfermedad de Alzheimer, es también muy considerable, y su detec-
etc.); actualmente se le da más importan- ción por el personal médico o de enferme-
cia, puesto que existen tratamientos farma- ría (Wise, M. G. y Rundell, J. R., 1988) es
cológicos específicos y además existen insuficiente. Aunque no disponemos de
datos, precisamente, de la efectividad de datos recientes, pudimos documentar am-
un tratamiento temprano de la enfermedad bos extremos en una serie de estudios rea-
(Martín Carrasco, M. y otros, 2000). Por lizados con el Prof. Folstein en un hospital
ejemplo, el médico de familia puede estar docente americano de máximo nivel, el
en excelente situación para realizar un Johns Hopkins Hospital, incluso en plantas
diagnóstico precoz de estos problemas. neurológicas (Knights, E. y Folstein, M. F.,
1977; De Paulo, J. R. y Folstein, M. F.,
b) El tema de la detección precoz adquiere
1978; Lobo, A. y otros, 1979) .
además relevancia especial al conocerse la
importante cifra de incidencia (casos nue- e) Los déficit cognoscitivos se deben, en un
vos por año) de enfermedades demencian- grupo de estos pacientes médico-quirúrgi-
tes (véase tabla 3), y al haberse demostra- cos, a cuadros demenciantes, sobre todo
do que es posible, incluso a nivel transna- entre enfermos neurológicos o en edad
cional, detectar de modo temprano los geriátrica, pero también es muy frecuente el
“casos incidentes” (Fratiglioni, L. y otros, delirium (Lipowski, J. Z., 1967). El signifi-
2000). Por otra parte, en relación con la cado de estos trastornos depende de la etio-
documentación de tasas y frecuencias, logía en cada caso, pero nosotros mantene-
existen problemas en la investigación de mos desde hace años que debe hacerse una
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exploración sistemática de la función cog- datos de investigación: por ejemplo, entre
noscitiva, y así lo enseñamos, vigorosamen- enfermos oncológicos, ya en 1977, docu-
te, en la Facultad de Medicina; nos basamos mentamos en uno de los estudios citados
en el conocimiento teórico y también en la que, confirmando la hipótesis de partida, la
experiencia clínica de la Psiquiatría “de en- mortalidad era más alta, en las semanas y
lace” con médicos no psiquiatras, al consi- meses siguientes a la evaluación, entre
derar que los déficit cognoscitivos en este aquellos que tenían déficit cognoscitivos
entorno indican, las más de las veces, una (con los criterios del MMSE), si se compa-
patología cerebral secundaria a la enferme- raban con enfermos deprimidos o sin psico-
dad médica de turno, y por tanto, potencial- patología detectable (Lobo, A. y otros,
mente reversible, pero que debe diagnosti- 1979; Lobo, A. y otros, 1988), (véase
carse y tratarse. También nos basamos en Figura 1).
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Figura 1. Relevancia de los trastornos cognoscitivos. Alta mortalidad entre pacientes oncológicos
Trastornos cognoscitivos
Depresión
Sin trast. psiquiátrico
Tiempo (meses)
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incluyendo los entornos de Urgencias. colos de ensayos clínicos (sobre todo en
También para propósitos legales, y en dis- Psiquiatría, Neurología y Geriatría) y en
tintos entornos de selección de personal, investigación clínica en general: en unos
ha sido propuesto y utilizado como méto- casos, para pre-seleccionar a los candi-
do de detección rápida. datos a incluir en el estudio; en otras
investigaciones, precisamente para descar-
i) Finalmente, el cribado de trastornos de tar a los individuos con problemas cog-
funciones “superiores” es básico en proto- noscitivos.
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