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Sabemos lo que es sentir amor y, también, lo que es sentir que odiamos a alguien. Pero, ¿qué
ocurre cuando estos dos sentimientos se sienten al mismo tiempo? ¿Por qué podemos sentir amor
y odio por alguien a la vez? Estas emociones totalmente opuestas se encuentran en todo ser
humano.
Seguramente, tú alguna vez hayas padecido este tipo de sentimientos encontrados con respecto a
alguien. No podemos explicarlo y nos confunde bastante, porque son emociones que se
encuentran en dos extremos diferentes.
Pero, aunque nos pueda resultar extraño, realmente sentimos emociones opuestas en más de una
ocasión ¿Te has sentido alguna vez feliz, pero triste, al mismo tiempo? Quizás sí…
«El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro»
-Nietzsche-
Por ejemplo, cuando debemos dejar nuestro hogar por una nueva oportunidad laboral; o cuando
un ser querido se va, pero sabemos que ha sido lo mejor porque estaba sufriendo. Es entonces
cuando el amor y el odio entran a formar parte de un mismo sentimiento.
Pero, la situación más habitual es la que se produce esta ambivalencia es cuando sufrimos celos.
En estos, amamos a la persona que está a nuestro lado, pero al mismo tiempo la odiamos por
relacionarse con otras personas o ser atractiva para los demás.
Los celos son una de las causas naturales que provocan que el amor y odio sean un único
sentimiento
La ambivalencia emocional es normal, pero puede causarnos varios problemas cuando nos
relacionamos, pues ni nosotros mismos sabríamos definir lo que sentimos. Y qué decir si estamos
en una relación de pareja. La ambivalencia puede confundirnos y provocar que la relación no vaya
todo lo bien que quisiéramos.
El ambivalente ama a una persona, pero odia ciertas actitudes que tiene.
Todos estos sentimientos contradictorios que sufre la persona ambivalente provocan algo que,
muchos, odiamos: cuando nos quedamos paralizados sin saber cuál es el camino que debemos
escoger.
Consecuencias de ser ambivalentes emocionales
Cuando el ambivalente se encuentra entre dos polos opuestos que confluyen en uno solo, las
emociones lo paralizan causándole confusión
La ambigüedad es una de las características de las personas ambivalentes, que ven su autoestima
lastimada a causa de su incapacidad para decidir entre dos sentimientos que se oponen. La propia
persona se siente extraña a sus propias emociones. No sabe cómo actuar y cómo dejar de sentir
dos emociones que nunca deberían confluir en una sola.
Esta situación de desconcierto provoca que su autoestima sea muy baja, pues no logran mantener
un equilibrio emocional saludable. El ambivalente empieza a desconfiar de sí mismo, realmente ya
no sabe lo que siente o deja de sentir. Esto da lugar, en ocasiones, a la ansiedad y la soledad que
puede desembocar en una profunda depresión.
-León Tolstói-