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SEMINARIO MAYOR SAN JOSÉ DE ZIPAQUIRÁ

SEMINARIO DE MARCEL
PABLO HERNANDO BELTRÁN BELTRÁN
GABRIEL ALIRIO GÓMEZ ESPINEL

EL HOMBRE QUE TRATA DE ENTENDERSE EN SU PROPIA EXPERIENCIA

El hombre, desde el momento en que toma conciencia de sí, se pregunta por el sentido del
ser de su existencia, y es a partir de su propia experiencia que empieza a entenderse. Se da
cuenta que es un ser que se relaciona constantemente con lo que hay a su alrededor, y que en
la medida en la que se relaciona con el otro empieza a entenderse a sí mismo. Este otro
entendido como lo que es externo a mí, ya sea un objeto o un sujeto, el que se pone frente a
mí, con el cual me relaciono y qué a partir de mi experiencia, de lo que veo, se empieza a
formar una imagen de lo que se le presenta y juzga a partir de ello. Pero es mi cuerpo el que
me brinda ese mundo, que hace que yo sea parte de él, el cual no puedo verlo sólo como algo
ajeno a mí, sino que me incluyo dentro del mismo.

Es por esto que el hombre, al encontrarse situado en el mundo, (en un lugar específico) pude
entenderlo a partir de su experiencia y es así como lo real concuerda con la experiencia. Hay
ya, una unidad del sujeto con el objeto, porque lo que se presenta frente a mí empieza a ser
parte de mi vida, en cuanto que ya está presente en mi memoria, lo que hace que esta imagen
afecte mi realidad, aunque tan solo la afecta en el momento presente, pues no puede afectar
mi pasado. Dado que es la medida, en que la llevo a mi memoria, este recuerdo que afecta
mi realidad y aunque sea una imagen del pasado, le he traído a mi memoria en el momento
presente de mí historia.

Es aquí donde empiezo a entender, que es a partir de mi experiencia presente, en relación con
el otro, que yo me entiendo a mí mismo, no como un objeto que puedo mirar desde lejos,
sino que me entiendo siendo. El ser, hace parte de mí, es una participación mutua que se
afirma cuando digo “yo soy”, sin olvidar que las cosas del mundo también hacen parte de mí,
pero solo en la medida que se me hacen presentes a mi cuerpo es que me afectan y yo las
afecto a ellas. Por tanto, solo hay mundo mientras yo actúe sobre él, no porque el mundo deje
de estar ahí, sino porque deja de estar presente para mí, por lo tanto, ya no puedo verlo y ya
no existe.

Ya se dijo que se reconocen las cosas en la medida que afectan la presencia de un individuo,
pero ¿Cómo puedo yo decir que mi cuerpo es mío?, pues, es en la medida en que yo siento
al otro; porque este altera de algún modo mi cuerpo y experimento esa alteración, por tanto,
todo cuanto entra en relación con mi cuerpo lo siento y es ahí donde siento mi cuerpo y puedo
decir que es mío. De esta manera me doy cuenta, que es en el trascurso de la vida en que
hallo mi experiencia, me conozco y me entiendo.
Referencias:
Martín, G. (2008). “El hombre como ser encarnado y la “filosofía
concreta” de Gabriel Marcel”. Buenos Aires : Tesis de Licenciatura,
Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras.
Departamento de Filosofía.

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