La teoría de la competencia comunicativa

Habermas habla de la comunicación como una constante relación, confrontación y asociación

con la realidad. Es decir, al hablar se tiene relación con el exterior, con el mundo, los objetos, las
intenciones, deseos y sentimientos tanto del emisor cómo del receptor. Entonces nos
encontramos con variantes que se desarrollan al hablar resultando en pretensiones tales como
la pretensión de la legitimidad, y la pretensión de veracidad expresiva. Dentro de la interacción
comunicativa encontraremos varios desacuerdos y malentendidos que pondrán obstáculo hacia
un mejor entendimiento, sin embargo, Habermas propone como solución una exposición de
argumentos. Es decir, en lugar de encontrar y expresar una verdad absoluta ejerciendo el poner,
se utiliza la exposición de argumentos y pruebas que den fundamento al contexto en que estemos
comunicando las ideas. Entonces la comunicación se convierte en aliado del entendimiento.

B. Razón comunicativa y teoría social:

Habermas encuentra, a partir de la teoría de la interacción y lenguaje de Hegel, el desarrollo de
su teoría de la Razón comunicativa. Elaborando primero los fundamentos de su teoría para
después sacar consecuencias a las distintas regiones del ser.

La acción social como acción comunicativa

Habermas analiza la acción social como medio para controlar las presuposiciones e
implicaciones que tiene la acción comunicativa. Aclarando que sólo el lenguaje posee el carácter
de medio para llegar al entendimiento. Cuatro son las teorías sociales que analiza, todas
estrechamente relacionadas, ya que suponen una acción y reacción de una y más partes de la
comunicación, logrando una construcción comunicativa que logra tener fundamento para un
correcto desempeño al hablar. El dato relevante de cada una de estas teorías es la relación
estrecha que supone una influencia entre las personas de un mismo contexto social.

Sobre teoría del mundo social: mundo de la vida y sistema

Habermas construye la base de su teoría del orden social a partir de la creación de ideas y la
relación que entre las mismas logran crear un sistema de orden social. Estas ideas son la relación
de la acción comunicativa con el “mundo de la vida” que puede interpretarse como la realidad
cotidiana que antes se hablaba.

Habermas quiere demostrar que el “mundo de la vida” no sólo se crea a partir de la cultura, sino
también de los órdenes institucionales, de los individuos, así como de sus distintas
personalidades que se van desarrollando con el paso del tiempo y con las vivencias o
experiencias que se vayan teniendo en un determinado tiempo. Esta interacción cultural, al
depender de experiencias se encuentra en un estado de movimiento perpetuo. Es decir, no es
estática, no es permanente, sino evoluciona y cambia en conjunto con sus componentes y hasta
como consecuencia de los mismos.
Hasta este punto Habermas logra relacionar estrechamente la teoría social y la teoría de la acción
comunicativa. Encontrando que el “mundo de la vida” se compone de constante
socialización, desarrollo cultural y de personalidad. Así se entiende que el “mundo de la vida” y
por consiguiente la sociedad, se contempla como un sólo sistema que se desarrolla, crea y regula
a sí mismo.