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UNIDAD DE APOYO PEDAGÓGICO (UAP) -PROYECTO INSTITUCIONAL,

PARA FORTALECER LA FORMACIÓN DOCENTE EN LA UNIVERSIDAD


PONTIFICA BOLIVARIANA, SECCIONAL MONTERÍA.

Dalis del Carmen Vergara Guerra

Lic. En Español y Comunicación, Esp. En Docencia y Magister en Educación.

Universidad Pontifica Bolivariana, Seccional Montería

Cra. 6 No. 97 A - 99 | PBX + (574) 7860146 – 7860661- Montería –Colombia.

dalis.vergara@upb.edu.co.

Currículo corto:

Bachiller Pedagoga de la Escuela Normal Nacional de Señoritas, de San Juan del Cesar
Guajira.

Lic. En Español y Comunicación de la Universidad de Pamplona

Especialista en Docencia de la Corporación Universitaria del Caribe CECAR-Sincelejo


Sucre

Magister en Educación de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla.

Con más de 25 años de experiencias en los diferentes niveles de la Educación,

Laboro desde el 2008 como decente universitaria en las Humanidades en la Corporación


Universitaria del Caribe CECAR

Desde el 2012 laboro en cargo Administrativo como Jefe de Humanidades en la


Universidad del Sinú- Elías Bechara Zainum y desde el 2015 como Jefe del Centro de
Lenguas y Coordinadora de la Unidad de Apoyo Pedagógico de la Universidad Pontificia
Bolivariana, Seccional Montería..

Eje temático 1: Didáctica de las mediaciones.


Resumen

La Vicerrectoría Académica y Dirección de Docencia son instancias académicas de la


Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Montería, tiene como misión el desarrollo de
procesos de formación pedagógica y didáctica de sus docentes. Desde el momento de su
creación hace 20 años y hasta la actualidad se han desarrollado procesos de reflexión,
acción e investigación en el ámbito de la docencia en la educación superior, con el firme
compromiso de contribuir en la cualificación docente, a través de seminarios, talleres,
conversatorios, entre otros, orientados a la fundamentación pedagógica de la docencia
universitaria.
Para la consecución de esta, desde Vicerrectoría Académica se plantearon nueve proyectos,
entre ellos la creación de la Unidad de Apoyo Pedagógico (UAP), que aportará al
fortalecimiento de la formación docente, para que estos puedan asumir su papel, desde una
resignificación de su labor, teniendo en cuenta tres aspectos fundamentales: el
aprendizaje, la didáctica y la pedagogía , como factores que permiten comprender la
dinámica educativa, generando de esta forma un equilibrio en la relación docente-discente,
docente-docente en un contexto educativo de aprendizaje mutuo, que redundará en la
formación, los procesos de investigación y la calidad educativa de la Universidad.

Palabras clave: formación; docente; aprendizaje; didáctica y pedagogía.

ABSTRACT

The Academic vice Teaching and Management are academic instances of the Universidad
Pontificia Bolivariana, sectional Monteria, which has as its mission the development of
didactic and pedagogical training processes of the teachers who work for this University.
Since the moment of its creation, 20 years ago and until now, these academic instances
have developed processes of reflection, action and research in the field of teaching in
higher education. It has well-founded commitment to contribute to the teaching
qualification, through seminars, workshops, discussions, among others, which are focused
on the pedagogical foundation of university teaching.
For the attainment of this, the Academic Vice produced nine projects, including the
creation of a Learning Support Unit (LSU), which will contribute to strengthen teacher
training, in order to enable the university teachers assume their role arose from a
redefinition of their work which takes into account three key areas: learning, teaching and
pedagogy, as factors that allow to understand the educational dynamics, thereby generating
a balance in teacher-learner, teacher-teacher in an educational context learning mutual.
This process will lead training processes of research and educational to the quality of the
University.

Key words: training; teaching; learning; didactics and pedagogy.


Introducción

En una sociedad que se transforma continuamente, la Educación Superior se enfrenta a una


serie de desafíos, por ello se hace necesario revisar y fortalecer su misión, redefiniendo
muchas de sus principales acciones, en especial aquellas que se relacionan con los procesos
de enseñanza, aprendizaje y mejoramiento continuo. Por ello, un aspecto relevante a tener
en cuenta en esta misión es destacar la tarea de las universidades frente a la formación
pedagógica de sus docentes. En el contexto actual, dadas las exigencias de los organismos
estatales de control y evaluación educativa, se requiere llevar a cabo esfuerzos para elevar
esta formación, reconociendo el papel decisivo del docente como facilitador en el
desarrollo de los procesos de enseñanza- aprendizaje en todos los niveles.

Desde esta perspectiva, la Universidad Pontificia Bolivariana es consciente de que para que
sus docentes puedan cumplir sus tareas académicas e investigativas, se requiere de una
formación en el campo pedagógico, puesto que es importante que no sólo manejen sus
saberes disciplinarios, sino que sepan enseñar lo que necesitan los jóvenes aprender, de
aquí la necesidad de que en la universidad forme continuamente a sus docentes, para que
los estudiantes aprendan a aprender. En la Conferencia mundial sobre la Educación
Superior de la UNESCO, se insiste en la necesidad de la educación permanente del
profesorado universitario y su formación pedagógica. En uno de sus documentos se
especifica: "Un elemento esencial para las instituciones de enseñanza superior es una
enérgica política de formación del personal. Se deberían establecer directrices claras sobre
los docentes de la educación superior, que deberían ocuparse sobre todo, hoy en día, de
enseñar a sus alumnos a aprender y a tomar iniciativas, y no a ser, únicamente, pozos de
ciencia. Deberían tomarse medidas adecuadas en materia de investigación, así como de
actualización y mejora de sus competencias pedagógicas mediante programas adecuados de
formación del personal, que estimulen la innovación permanente de los planes de estudio y
los métodos de enseñanza aprendizaje, y que aseguren condiciones profesionales y
financieras apropiadas a los docentes a fin de garantizar la excelencia de la investigación y
la enseñanza" (UNESCO, 1998). En este contexto nace desde la seccional Montería la
iniciativa de consolidar una comunidad académica, cuyos miembros, con formación en
educación se han trazado como objetivo compartir, atendiendo al principio de emulación
pedagógica, sus saberes y experiencias en este campo, creando espacios y diseñando las
estrategias que permitan prestar asesoría y acompañamiento a los docentes de la
Universidad en sus sitios de trabajo y en el diseño, ejecución y evaluación de sus
proyectos educativos concretos, estimulándolos a la concreción de nuevas modalidades y
estrategias de desarrollo didáctico, promoviendo comunidades de prácticas u otras formas
de experimentación y profundización, focalizadas en el desarrollo de las didácticas
específicas de cada una de las disciplinas. La Unidad de Apoyo Pedagógico busca hacer
efectiva y real la aplicación del modelo pedagógico y de las políticas educativas
institucionales y nacionales, respondiendo a la misión de la UPB Nacional, en cuanto a
ofrecer una formación integral en la universidad y al desafío de construir comunidades
equitativas y respetuosas desde la diversidad.
Objetivos o tema central

Objetivo General

Propiciar espacios de diálogo, discusión y aprendizaje para los procesos de


acompañamiento y desarrollo de la docencia universitaria en la UPB Montería.

Objetivos Específicos:

• Implementar mecanismo de comunicación y divulgación que le permitan a los


docentes intercambiar y dar a conocer experiencias pedagógicas y didácticas que
fortalezcan el quehacer docente.

• Proponer Iniciativas de formación docente en articulación con el Programa de


Cualificación del Talento Humano de la Universidad.

• Aplicar estrategias para incentivar el proceso de enseñanza aprendizaje que


fortalezcan el desarrollo de la docencia universitaria.

• Construir espacios pedagógicos que permitan la reflexión y puesta en práctica del


Modelo Pedagógico

• Direccionar las acciones de las comunidades académicas que propenden por el


fortalecimiento de la calidad educativa en UPB Montería.

Desarrollo

Marco Teórico

Los sistemas de Educación Superior, especialmente en América Latina y el Caribe, generan


expectativas alrededor del desarrollo formal de la producción científica e investigativa en
los estudiantes, investigadores y docentes de las instituciones de educación. El caso
Colombiano, ha orientado su proyección hacia la enseñanza, la investigación y la
proyección social, de acuerdo a las políticas establecidas por el Ministerio de Educación
Nacional. El modelo se centra en la formación profesional y la constitución de agentes de
cambio social, garantizados por el mejoramiento de la calidad, dependiendo en gran
medida del sentido y orientación de cambio, lo cual condiciona la práctica pedagógica y la
formación de los profesores.

La práctica profesional en la que está inmerso el docente universitario, es un contexto


caracterizado por la multiplicidad de roles, entre estos se encuentran: la práctica profesional
para la cual fue formado, la práctica de enseñar en la que debería ser idóneo, y que debe
evidenciar cotidianamente y, finalmente la práctica de investigar en su propio campo
disciplinar profesional, la cual tiene mayor reconocimiento en términos de ingreso y
ascenso en la docencia.

En este contexto, la asesoría pedagógica universitaria, se hace presente como uno de los
recursos posibles a los que la institución puede acudir, para emprender procesos de
transformación en el campo de la enseñanza. Resulta oportuno entonces, indagar a nivel
internacional, nacional y regional, universidades que han incursionado en la creación de
Unidades o Centros de Asesorías Pedagógicas para sus docentes. A manera de ejemplo, la
Universidad Católica del Maule, (Talca, Chile) a través del Centro de Apoyo para el
Desarrollo de la Docencia y el Aprendizaje (CADA) tiene entre sus objetivos implementar,
gestionar y evaluar la innovación pedagógica, orientada por el modelo educativo, que se
centra en el aprendizaje, construcción y comunicación del saber pedagógico, mediante la
reflexión, investigación y publicación de experiencias de innovación curricular y
pedagógica apoyando el proceso que realiza la Universidad, focalizando su acción en el
mejoramiento de las prácticas pedagógicas.

Así mismo, en la Universidad Pública de la República del Uruguay Udelar, Collazo, M. al


et (2013), referencian el trabajo de las Unidades de Apoyo a la Enseñanza que realizan una
labor permanente de asesoramiento pedagógico en el conjunto de las facultades, institutos,
escuelas y centros universitarios. En el marco del Proyecto Conjunto de Investigación del
Mercosur “Estrategias institucionales para el mejoramiento de la calidad de la Educación
Superior y el desarrollo profesional docente”, radicado en UNISINOS, La Universidad de
Valle del Río dos Sinos (Brasil) y la UBA, Universidad de Buenos Aires (Argentina), se
desarrolla una línea de investigación orientada a indagar por las asesorías pedagógicas y el
papel cumplido por ellas, en la profesionalización de la carrera docente.

Finalmente en el ámbito regional, el CEDU (Centro para la Excelencia Docente) de la


Universidad del Norte (Barranquilla, Colombia), es un “lugar de apoyo al profesor para
trabajar las distintas dimensiones del quehacer pedagógico, teniendo en cuenta sus
intereses, necesidades, especificidad disciplinar y la diversidad de sus estilos de
aprendizajes". Los docentes cuentan con asesoría permanente a través del servicio de
consultoría personalizada, evaluación formativa de la práctica docente, encuentros y
seminarios sobre experiencias de aula y coloquios para hablar de docencia. Además, para
usar tecnología, cuentan con el apoyo de profesionales y de estudiantes que han sido
formados para trabajar como Monitores Tecnológicos y quienes cuentan con las
competencias para orientar a los docentes en el uso de ciertas herramientas TIC durante una
clase. El CEDU además les ofrece recursos pedagógicos en línea para planear, desarrollar
y evaluar asignaturas, servicio de observación de clase, y la orientación para diseñar
materiales educativos
Tal como se observa, se hace necesaria la creación de una Unidad de Apoyo Pedagógico
en la Universidad Pontificia Bolivariana seccional Montería, desde los principios de la
didáctica y la pedagogía, puesto que considera que sólo a través de un mayor desarrollo de
producción científica y de intervención en los procesos educativos de la vida institucional,
se puede ir consolidando y logrando identidad en la institución universitaria.

La Didáctica.

La didáctica es parte de la pedagogía que se interesa por el saber, se dedica a la formación


dentro de un contexto determinado por medio de la adquisición de conocimientos teóricos y
prácticos, contribuye al proceso de enseñanza aprendizaje, a través del desarrollo de
instrumentos teóricos-prácticos, que sirven para la investigación, formación y desarrollo
integral del estudiante.

Al realizar este proceso de reconocimiento y comparación del concepto de didáctica, se


inicia el proceso de reflexión, orientado a que los docentes aprendan a "dudar" de sus
propios procesos y estrategias de enseñanza y a descubrir otras posibilidades para sus
metodologías, para que de esta manera puedan desarrollar competencias didácticas en la
labor docente y en la práctica del modelo educativo vigente. Los cambios en la forma de
ejercer la docencia no son fáciles, pero se pueden lograr, reconociendo lo más importante
qué es identificar lo que requiere nuestra realidad o entorno.

Se podría decir después de este análisis que es deber del docente reflexionar su práctica,
cambiar o fortalecer procesos de enseñanza, teniendo en cuenta que deben estar enfocados
y adaptados al modelo pedagógico institucional, para que contribuyan al proceso enseñanza
aprendizaje, aportando estrategias educativas que permitan facilitar dicho proceso.

En este sentido se puede considerar la pedagogía como el saber teórico-práctico generado


por los pedagogos a través de la reflexión personal y dialogal sobre su propia práctica
pedagógica, a partir de su propia experiencia y de los aportes de las otras prácticas y
disciplinas transversales a su quehacer.

Pedagogía.

Se puede decir que la pedagogía es una ciencia que tiene como objeto la educación y se
encarga de guiar intencionadamente las acciones de formación en cuanto al
perfeccionamiento del ser humano, la inclusión y la adquisición de conocimiento.

La pedagogía describe una conducta específica, socialmente construida, y las acciones


combinadas de enseñar y aprender. El objeto de la pedagogía, no es ni la enseñanza, ni el
saber, ni el alumno, sino la actividad que los reúne. Este conjunto fundador crea una
coherencia entre la identidad de la persona, los saberes, la cultura, la sociedad y la actividad
que los produce. Los modelos pedagógicos son los principios conductores de esta actividad,
mientras que los métodos son su modo de realización. (Gómez, 2001).

La pedagogía constituye por extensión, el sistema organizado de la actividad, la


modelización de sus prácticas, de sus métodos. Ella describe las competencias, los saberes
sobre la actividad, el saber-hacer ligados a su práctica, el trabajo pedagógico (del discente y
del docente). La pedagogía, a la vez modelo y método, es una organización formadora.

En este contexto, cobra gran importancia la asesoría pedagógica, que se ubicará en el


ámbito universitario y que es reconocida como una profesión de ayuda a las distintas
instancias institucionales, desde los docentes a la gestión, a través de prácticas de
formación, intervención e investigación orientadas a favorecer cambios que afecten a la
institución educativa como un todo y al aula en particular. Desde este escenario, el asesor
pedagógico universitario se proyecta como un animador de las innovaciones, en la función
de acompañamiento al desarrollo de las prácticas de otros, y a la vez como sujeto
protagónico en la construcción del campo de la Didáctica Universitaria, a través de la
reflexión sobre esas prácticas y del desarrollo de indagaciones sistemáticas sobre la
enseñanza.

A su vez estas prácticas son reveladoras de una determinada concepción pedagógica y


didáctica, desde donde se definen rumbos y decisiones. Su trabajo cotidiano da cuenta de la
existencia de ese marco teórico valorativo, que al mismo tiempo que ordena, clarifica y
fundamenta las acciones, permite definir qué decisiones se toman y por qué se eligió ese
camino de acción y no otro para intervenir en los procesos que se dan en el aula.

En un trabajo sobre la actividad de asesoramiento en las instituciones educativas,


Fernández (1982), sostiene que el pedagogo en esos establecimientos puede contribuir a un
aumento de la eficiencia institucional a través de un mejoramiento de aspectos que hacen a
la organización y formación docente, a la vez que mediante su participación en la atención
a un conjunto de variables relativo al campo didáctico pedagógico, tales como: la
especificación de fines y su traducción en un modelo didáctico, el análisis de las
condiciones de los alumnos para desarrollar el proceso de aprendizaje, la programación de
un currículum que permita alcanzar esos objetivos con esos alumnos, la creación de
sistemas de evaluación que permitan la supervisión y el control, la preparación de docentes
y directivos para asumir sus roles y la ayuda a los estudiantes, a través de los docentes, para
ajustar los suyos propios (p. 63).

En el caso específico del asesor pedagógico en las universidades, el rol adquiere los rasgos
que definen el campo académico, (y por tanto se ve afectado por el juego de tensiones y
luchas que determinan su estructuración), ya que debe operar en una comunidad disciplinar
profesional que no es la propia. Del reconocimiento de esta situación, se derivan principios
que deberían caracterizar su tarea en las distintas unidades académicas (Garramuño 2000).
Uno de esos principios es el de aceptación de la diversidad, (esto es la posibilidad de
entender al hombre como sujeto inmerso en un mundo también diverso); este
reconocimiento le permitiría al asesor pedagógico, estar atento a las necesidades de uno y
de los otros, aportar desde las demandas, trabajar desde espacios no formales, elementos
que sostienen el trabajo para la diversidad.

Por otro lado, el análisis de la profesión "docencia" según Garramuño (2000) cumple con
los criterios antes expresados, pero a condición de que los profesionales de diferentes
perfiles, convertidos en profesores universitarios, continúen su formación en aquellos
contenidos relacionados con la preparación pedagógica que les posibilite:

• Dirigir el proceso de enseñanza aprendizaje de la disciplina que desarrollan.

• Investigar el propio proceso para su perfeccionamiento.

• Incrementar su autonomía y control del propio trabajo.

• Poseer un cuerpo de contenidos científicos consistentes y a su vez una ética


compartida.

Según el Diccionario de la Real Academia la profesionalidad está definida como "la


actividad de una persona que hace una cosa como profesión". Por otra parte Añorga (1983)
expresa que es "la cualidad de una persona que realiza su trabajo específico con relevante
capacidad, sus objetivos, lo que se manifiesta en ejecutar las tareas con gran atención,
exactitud y rapidez (...) sobre la base de una elevada preparación, incluyendo la
experiencia."

La profesionalización de la docencia tiene como objetivo hacer de la docencia una


actividad profesional, una profesión, una carrera; de tal forma que el ingeniero, el médico,
el contador, el agrónomo, el arquitecto, independientemente de su formación inicial,
puedan hacer de la docencia una actividad profesional. Benedito (1991) reconoce en la
profesionalización docente tres variables fundamentales:

La formación docente puede ser examinada a través de sus dos categorías de análisis más
importantes: la práctica pedagógica y el saber pedagógico, las cuáles se caracterizan por su
complejidad. El docente desde el deber ser de su actuación profesional, como mediador y
formador, debe reflexionar sobre su práctica pedagógica para mejorarla y/o fortalecerla y
así elaborar nuevos conocimientos, pues, en su ejercicio profesional continuará enseñando
y construyendo saberes en los diversos espacios de mediación donde convergen símbolos y
significados en torno a un currículo oficial y uno oculto (Benedito 1991).

El saber pedagógico son los conocimientos, construidos de manera formal e informal por
los docentes; valores, ideologías, actitudes, prácticas; es decir, creaciones del docente, en
un contexto histórico cultural, que son producto de las interacciones personales e
institucionales, que evolucionan, se reestructuran, se reconocen y permanecen en la vida del
docente (Díaz 2001).

Esta definición propuesta contiene tres entidades básicas: (a) cognitiva, expresada en dos
direcciones: formal e informal, (b) afectiva, y (c) procesual.

La entidad cognitiva está referida a las formas y/o instancias desde las cuales se origina el
saber y pueden ser, las formales; en este caso los estudios escolarizados o informales que
corresponden a otros escenarios distintos a los escolares: laborales, religiosos, artísticos o
en otros espacios de las sociedades intermedias. Esta entidad cognitiva está asociada a los
contextos desde donde se origina ese saber. La entidad afectiva está referida a sentimientos,
afectos y valores, en este sentido se debe reconocer que el docente se forma con su
comunidad pedagógica, constituida por otros docentes, directivos, estudiantes, padres y
representantes; y demás personas vinculadas al proceso educativo.

Formación Docente

La formación docente se refiere primero que todo, a la formación académica recibida en


las universidades e instituciones de educación superior que concluye provisionalmente con
el grado académico de pregrado y/o postgrado.

El segundo plano, está dado por la formación que se da en el ejercicio de la profesión


docente y en la decisión que se toma de desarrollar un plan personal de cualificación. El
cual atiende a las múltiples relaciones contextuales que se dan en la sociedad y en los
últimos años por la influencia de las nuevas tecnologías de la información y comunicación
que se han convertido en una “escuela paralela” en el proceso formativo.

La formación del docente, en la mayoría de los casos, concluye en la licenciatura o en un


programa de postgrado de bajo nivel, esto debido a que no dispone de un plan de
formación permanente. Lo que sucede generalmente es que una vez concluidos los estudios
universitarios, el docente ingresa al ejercicio profesional o continúa con su ejercicio
docente con un conjunto de saberes dispersos, difusos, superficiales que lo acompañan
durante su desempeño; a los cuales se suman la rutina, el conformismo, las condiciones
adversas del medio, ausencia de programas de formación y un abandono intelectual que se
apodera del docente ayudado por la fragilidad de un compromiso que no ha podido
desarrollar.

En este sentido se hace un llamado a hacer un balance, sobre cómo se considera la


formación docente en relación con los siguientes criterios: (a) formación personal, (b)
formación teórica, (c) formación disciplinar y (d) formación como investigador y lo que es
más importante la promoción de los valores como la libertad, el respeto a la dignidad de la
persona, la solidaridad, el pluralismo y la justicia social.
Estas consideraciones, según Tejada (2000) nos llevan a examinar los modelos de
formación docente y detenernos a pensar en cómo ha sido nuestro proceso formativo.
Somos docentes formados desde una orientación academicista, donde se ve al profesor
como un especialista en una o varias disciplinas, cuyo objetivo fundamental es la
transmisión de conocimientos científicos y culturales, para dotar a los estudiantes de las
bases en el dominio de la materia; o por el contrario será de orientación técnica, donde el
profesor es considerado como un técnico que domina las aplicaciones del conocimiento
científico producido y convertido en reglas de actuación. Realmente el centro de interés de
la formación docente está en el conocimiento del contenido y en poseer las destrezas
necesarias para su enseñanza. (Díaz 2010).

Para finalizar, existen dos conceptos que permean la vida académica de la Universidad
Pontificia Bolivariana, desde la formación del docente bolivariano son los Conceptos de:
capacidades y competencias.

La UPB forma humana y científicamente para el pleno desarrollo de la personalidad,


formación integral con sentido ético, fundamentado en el Humanismo Cristiano que busca
la autorrealización de los sujetos para la solución de los problemas en contextos diversos.

La Institución opta por la formación en Capacidades Humanas, visión antropológica


tendiente a favorecer la enseñanza humanista y científica. Este enfoque busca educar en y
para los derechos básicos y sociales mínimos y el respeto a la dignidad humana articulado a
las intencionalidades formativas de la Institución referidas a la formación humana,
cristiana, académica y social.

El concepto de Capacidad Humana se sintetiza en: “aquello que las personas son
efectivamente capaces de hacer y ser, según una idea intuitiva de lo que es una vida acorde
con la dignidad humana” Nussbaum (2006).

La UPB asume las Competencias como una dimensión de las Capacidades Humanas y
entiende que se refieren a una manera responsable de actuación del sujeto en diferentes
situaciones y contextos de la vida personal y social, actuación que implica un vínculo
complejo de conocimientos, habilidades, actitudes, destrezas y valores a partir de la
evaluación y elección de alternativas que se fundamentan en el saber, el hacer, el actuar, el
elegir estrategias adecuadas, el asumir las consecuencias de las decisiones tomadas y
disfrutar. En otras palabras, Tobón (2011) define las competencias como actuaciones
integrales para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas del contexto
integrando conceptos y teorías; actitudes y valores; y habilidades procedimentales y técnica
FASES

1. Fases para el desarrollo de la UAP. Las fases de la Unidad de Apoyo Pedagógica, se han
definido en tres instancias genéricas así:

1.1. Fase Inicial. Donde se define la estructura de la UAP y se dan a conocer sus objetivos
ante la comunidad UPB. La constitución de la UAP está adscrita directamente a Dirección
de Docencia, como una jefatura, apoyando el proceso de cualificación docente y todo lo
concerniente a la parte pedagógica, tanto de profesores, como de estudiantes, en el caso de
los Monitores y estudiantes de semilleros.

Unidad de Apoyo
Dirección de Docencia

Pedagógico (Jefe)

Profesional de Apoyo II

Profesional de Apoyo II

La persona encargada debe ser un docente con cargo administrativo, cuya formación en
posgrado sea en Pedagogía, Educación o ciencias afines.

Así mismo, contará con el apoyo de un grupo de docentes con formación en pedagogía, los
cuales serán descargados, para los procesos de acompañamiento y desarrollo de la docencia
universitaria en la UPB Montería.

1.2. Fase de Crecimiento Docente. Donde el profesor con orientaciones de la UAP, a


manera de reflexión, define sus propias capacidades y competencias en torno a su quehacer
docente. Esa etapa incluye un inventario de sus prácticas educativas, metodologías y uso
de recursos didácticos más significativos dentro de su labor.

Resultados/Productos Responsables
- Diagnóstico por Escuelas del estado del -Unidad de Apoyo
quehacer docente. Pedagógico

- Identificación y análisis de las didácticas Dirección de docencia.


relevantes por Escuelas (Memorias).
Programa de
-Programación para cualificación docente. Cualificación

1.3. Fase de Diálogo entre iguales. Donde el docente, con el apoyo de la UAP, intercambia
conocimientos y prácticas con otros docentes, acerca del enseñar y aprender en el marco de
su propia disciplina.

Resultados/Productos Responsables
- Relatorías y/o memorias de los encuentros por -Unidad de Apoyo
Escuelas. Pedagógico.

-Creación de Comunidades Académicas. Decanaturas y


Direcciones de
-Asesorías e intervención desde la pedagogía Programa.
con consultores y asesores externos.

1.4. Fase de Crecimiento Académico. Donde el docente, con rigor académico (ponencias y
escritos) expone ante la comunidad académica interna y externa, los saberes más
significativos que le aportan tanto a su disciplina como a la educación superior.

Resultados/Productos Responsables
- Ponencias. -Unidad de Apoyo
Pedagógico
-Artículos académicos y científicos
-Decanaturas y
-Nuevas metodologías de enseñanza.
Direcciones de
-Seminario para socializar las experiencias de la Programa.
UAP -Docentes.

-Publicación de las experiencias en un


documento institucional.
-Dirección de Docencia.
-Propuesta para el repositorio de la seccional.

1.5. Fase de Evaluación. Es transversal a todo el proceso, con evaluaciones cada 6 meses,
de los resultados a la luz de los aciertos, debilidades y oportunidades de mejora; con
instrumentos objetivos que den cuenta del desarrollo cualitativo y cuantitativo de la UAP.

Resultados

Como resultado de todo este ejercicio se realizó el Plan de Cualificación Docente,


organizado de la siguiente manera:

1. Propuesta para la formación pedagógica de los docentes universitarios.

Se concibe la formación pedagógica de los profesores universitarios como un proceso


continuo que, atendiendo a diferentes etapas organizadas en su práctica docente, facilitan
iniciar, adiestrar, formar y perfeccionar a dichos profesores en el dominio de los contenidos
de la didáctica de la educación superior con el propósito de incidir en la calidad de la
formación de los estudiantes, lo que influye en la calidad de la educación superior.

El plan de cualificación propuesto por la UAP, presenta las siguientes fases:

1.1. Formación en la Iniciación docente

El profesor que ingresa a realizar las funciones docentes en UPB, por lo general solo
posee formación científica sobre la disciplina que maneja, pero no dispone de los
fundamentos pedagógicos, para dirigir el proceso de enseñanza aprendizaje. Durante esta
etapa, se familiariza con el estudio de los documentos normativos y políticas de la
institución, como el Modelo Pedagógico, la Cátedra Bolivariana, usos de las TIC (manejo
de cursos E_Learning, B Learnign, E Training), entre otros.

1.2. Formación pedagógica

Esta etapa, fundamentalmente, busca que el profesor participe de forma activa en


seminarios de formación pedagógica, en donde se desarrollan diferentes actividades
metodológicas, concebidas con el propósito de mejorar la calidad de sus clases, a partir de
un diagnóstico de necesidades de aprendizaje que permita ofrecerles diferentes opciones de
mejoramiento continuo y profesionalización, para ello se toma en consideración las
necesidades personales, sociales e institucionales. Estos profesores, participan en
diplomados de Didáctica y cursos sobre Lectura Crítica, Matemática Básica, investigación,
entre otros.

1.3. Formación académica investigativa.

Está dirigida al perfeccionamiento continuo del profesor universitario, dicha formación se


da a lo largo de su vida profesional. Incluye actividades de auto superación, las cuales
realiza el profesor para sistematizar y profundizar los conocimientos obtenidos, a través del
sistema de cualificación docente acreditado por la Universidad. Asimismo, se incorpora a
todas aquellas actividades que sean concebidas para continuar elevando su desarrollo
profesional y personal. Por otro lado, se ofrece la oportunidad de diálogos y Encuentros
Pedagógicos, para mostrar experiencias significativas y prácticas de aula exitosas
desarrolladas por los profesores, esto con el fin de fortalecer el componente investigativo
descrito en el Proyecto Educativo Institucional, en donde se reconoce que uno de los
elementos más importantes que orienta el modelo pedagógico es la investigación en los
docentes, puesto que por medio de ella detecta y resuelve problemas y, en este contexto,
pueden crecer como individuo.

Las actividades y las diferentes cualificaciones dadas en relación a la investigación se


desarrollarán en conjunto con el Centro de Investigación para el Desarrollo y la Innovación
– CIDI.

Conclusiones

La iniciativa de la Unidad de Apoyo Pedagógico se construyó con la participación de


académicos, encargados de fortalecer la formación docentes, para que estos puedan asumir
su papel, desde una resignificación de su labor, teniendo en cuenta tres aspectos
fundamentales: el aprendizaje, la didáctica y la pedagogía, como factores que permiten
comprender la dinámica educativa, generando de esta forma un equilibrio en la relación
docente-discente, docente-docente en un contexto educativo de aprendizaje mutuo, que
redundará en la formación, los procesos de investigación y la calidad educativa de la
Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Montería con el objetivo de Propiciar
espacios de diálogo, discusión y aprendizaje para los procesos de acompañamiento y
desarrollo de la docencia universitaria.

Teniendo en cuenta que la seccional no tiene escuela de Educación, se hace necesaria la


creación de una jefatura, que apoyará el proceso de cualificación docente y todo lo
concerniente a la parte pedagógica, tanto de profesores, como de estudiantes, en el caso de
los Monitores y estudiantes de semilleros.

La persona encargada debe ser un docente con cargo administrativo, cuya formación en
posgrado sea en Pedagogía, Educación o ciencias afines.

Así mismo, contará con el apoyo de un grupo de docentes con formación en pedagogía, los
cuales serán descargados, para los procesos de acompañamiento y desarrollo de la docencia
universitaria en la UPB Montería.
Bibliografía en la última versión de normas APA

Gómez, M. (2001) "Pedagogía: Definición, métodos y modelos". Revista Ciencias


Humanas. 26.

Díaz, V. (2006). Formación docente, práctica pedagógica y saber pedagógico. Revista de


Educación, 98, 88.

Cáceres, M. Lara, L. Iglesias, M. García M. Gisela, B. Cañedo, C. y Valdés, O. (2003). La


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Educación. 3.

Díaz, V. (2001). Construcción del saber pedagógico. Revista Venezolana de Investigación.,


1(2), 13-40.

Gimeno J. y Pérez A. (2000). Comprender y transformar la enseñanza.

Padrón, J. (2002). Como formar un docente investigador. Ponencia, presentada en foro


electrónico en III Jornada de Investigación Educativa UPEL-Táchira.

Collazo, M. (2013). El cambio curricular, una oportunidad para repensar (nos). En:
InterCambios, N°1, marzo.

Aguerrondo, I. y Pogré, P. (2002). Las Instituciones de Formación Docente como Centros de


Innovación Pedagógica. Buenos Aires: Troquel-IIPE-UNESCO.
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