inyección de abono
Equipos para la fertirrigación y
manejo de soluciones nutritivas
Dependiendo de los distintos modos de operar, se pueden instalar unos u otros equipamientos
Para Ilevar a cabo
adecuadamente la
nutrición de los cultivos,
primero hay que realizar
una buena práctica de la
operación de riego.
Conseguido esto, se deben
establecer los modos de
operar en cuanto a la
preparación de la solución
(diluída o concentrada), ef
método de control y la
forma de inyección,
además de disponer de
elementos para inyectar en
la red y realizar el montaje
de forma adecuada.
Teodoro Moreno Iniesta.
Ingeniero Técnico Agrícola.
70/Vida RuraV15 de marzo 2004
I concepto de "fertirriga-
ción" está ligado a la téc-
nica consistente en apor-
tar los nutrientes a través
del agua de riego, en con-
centraciones y equilibrios relati-
vamente constantes en el tiempo
y adecuados a los requerimien-
tos de los cultivos. Quiere esto
decir que es condición imprescin-
dible para una correcta nutrición
realizar una buena práctica de la
operación de riego. Regar bien
supone:
- Que todas las plantas reci-
ban el mismo agua: este factor
está ligado al coeficiente de uni-
formidad de la instalación de rie-
go y a la uniformidad espacial en
la demanda hídrica del cultivo.
- Aportar el agua en la canti-
dad requerida: a este factor se le
denomina dotación y en fertirriga-
ción suele cuantificarse en tiem-
po de riego. Este valor está ligado
a las características de la inhala-
Bandeja de demanda que controla el porcentaje de
agotamiento de la reserva de agua.
ción de riego, a la
capacidad de al-
macenamiento de
agua del suelo 0
sustrato y a las pro-
puestas de manejo
en parcela (porcen-
taje de drenaje o li-
xiviación y porcen-
taje de agotamien-
to de la reserva de
agua del suelo 0
sustrato).
- Regar en el
momento adecua-
do: la frecuencia
de riego depende
de las condiciones
climáticas en las
que se desarrolla
el cultivo (ETo) y el
coeficiente de culti-
vo (Kc).
Toda propuesta Medidor de radiación global para la automatización de las
de manejo de riego frecuencias de riego.
debe tender a ma-
ximizar la
disponibilidad de agua y un buen manejo del riego asegura
oxígeno en el sistema ra- una buena nutrición.
dicular de la planta. La
dificultad en el manejo Equipamiento para la
del riego se deriva del automatización del riego
antagonismo existente
entre estos dos paráme- Establecida la dotación de rie-
tros. Los dos fluidos se go para un cultivo concreto, el
almacenan en el espacio ajuste del aporte de agua a las
poroso del suelo o sus- necesidades del cultivo ha de ha-
trato y en la medida en cerse acomodando las frecuen-
que se almacene mucha cias de riego a dicha necesidad.
agua habrá poco oxígeno Puesto que los sistemas de culti-
disponible y viceversa. vo sin suelo, por motivos econó
Lo importante es asumir micos, tienen poca capacidad de
que el correcto manejo almacenamiento de agua, es nor-
del riego es el factor más mal que tengan que darse varios
influyente en la producti- riegos en un solo día. Por razones
vidad de un cultivo y que operativas se hace imprescindi-
inyección de abono
Bandeja de demanda que automatiza el riego controlando un porcentaje de drenaje
programado.
ble la automatización de esta
operación.
La forma más econór^iica de
resolver el problema de la auto-
matización de las frecuencias de
riego es mediante la utilización
de programadores temporales, o
de calendario, que permitan fijar
los horarios de arranque del equi-
po de riego. Por su sencillez de
manejo los sistemas digitales se
han impuesto a los sistemas ana-
lógicos. Los riegos cíclicos se
programan definiendo un período
de pausa entre riegos. En cultivos
en suelo las pausas suelen ser
Bomba inyectora de pisron con controlador
de conductividad incorporado.
J
múltiplos de 24 horas. En culti-
vos sin suelo, y dada la necesi-
dad de dar varios riegos en un
mismo día. se programa un perío-
do de actividad en el día y a conti-
nuación un tiempo de pausa en-
tre dos riegos consecutivos.
Para los cultivos sin suelo la
programación por calendario no
resuelve convenientemente ia
MAYOR RESISTENCIA PAR^
automatización de las frecuen-
i inin MAVf1R TRANf^I III ItlAl
J
cias de riego. En la medida en
que cambian las condiciones cli
máticas previstas. hay que quitar
o añadir riegos para acomodar
los aportes de agua a las necesi- ^. ^ ^: _ ,
dades del cultivo. EI sistema per ,, ^
rY^ite un correcto manejo del riego
pero exige una constante aten-
ción del usuario.
Es sabido que las necesida-
des hídricas de las plantas de-
penden fundamentalmente de
las condiciones climáticas que
rodean al cultivo (ETo) y del esta-
do de desarrollo del mismo (Kc).
Midiendo uno o varios paráme
tros climáticos, y tratando
adecuadamente la infor
mación, se puede automa-
tizar la frecuencia de rie-
go.
La radiación es uno de
los parámetros climáticos
más directamente relacionado
con la tasa de transpiración de
los cultivos. Para el control de
las frecuencias de riego por ra-
®

Sistema de ajuste manual con cuatro venturis para dos soluciones nutritivas.
diación es necesario que el orde-
nador esté equipado con un inte-
gradory un acumulador. Para ope-
rar, hay que programar un valor
deseado de radiación acumula-
da. EI solarímetro mide la radia-
ción instantánea. EI ordenador in-
tegra y acumula este valor. Cuan-
do la radiación acumulada coinci-
de con la programada, se da una
orden de riego y el acumulador se
pone a cero para comenzar un
nuevo ciclo. Controlando los por-
centajes de drenaje se puede co-
rregir el valor de acumulación de
radiación hasta conseguir los va-
lores propuestos.
EI mayor enemigo de este mé-
todo es el efecto causado por el
viento sobre la transpiración. EI
método de la radiación no contro-
la este parámetro, por lo que el
viento puede ser un factor limi-
tante en la aplicación de este mé-
todo. No obstante, el efecto del
viento dentro de los invernaderos
queda muy atenuado. Los solarí-
metros pueden situarse tanto en
el exterior como en el interior del
invernadero. Es importante colo-
carlos perfectamente horizonta-
les, asegurarse de que no les
afecte ninguna sombra y mante-
nerlos limpios y libres de elemen-
tos que puedan desvirtuar las
mediciones. Generalmente se
utilizan sensores que miden la ra-
diación global.
En los cultivos sin suelo el sis-
tema más extendido para la auto-
matización de las frecuencias de
72/Vida Rural/15 de inarzo 2004
riego es el denominado "bandeja
de demanda". Este sistema
cuantifica el agua que la planta
consume y por lo tanto puede
considerarse como un método
que incluye tanto la ETo como el
Kc. EI fondo del saco, o contene-
dor de sustrato, se quita o perfo-
ra para permitir un íntimo contac-
to entre el sustrato y un fieltro
que se pone sobre una superficie
rígida y nivelada de un recipiente
con forma de bandeja y que tiene
en un lateral un depósito para
acumular una reserva de agua.
En este reservorio hay dos elec-
Autómata de fertirrigación con bombas de membrana e inyección a tanque de mezcla.
Electrobomba con cuatro cabezales de inyección de ajuste manual independiente.
trodos que pueden ser ajustados
en altura. Cuando se da un riego,
el agua de drenaje pasa a la re-
serva y el sobrante sale por el re-
bosadero de tal forma que, des-
pués de un riego, el nivel inicial
del agua es siempre el mismo. A
partir de este momento el cultivo
consume agua y el fieltro va trans
firiendo agua desde la reserva
hasta el sustrato. Cuando el elec-
trodo se queda en seco, manda
una señal al programador de rie-
go para que se inicie un nuevo rie-
go. EI ajuste de las frecuencias
de riego para obtener los porcen-
inyección de abono
tajes de drenaje propuestos se
realiza variando la profundidad
del calado de los electrodos y, por
lo tanto, actuando sobre el por-
centaje de agotamiento produci
do en la reserva de agua. La altu-
ra del rebosadero debe ser fija y
el orificio de evacuación, lo sufi
cientemente grande como para
que no se obstruya con facilidad.
EI agua de reserva, en su máximo
nivel, quedará justo por debajo
del fondo del sustrato para que el
sistema radicular no quede ane-
gado.
Otro método que puede ser
utilizado para la automatización
de la frecuencia de riego emplea
como punto de consigna la pro
gramación de un porcentaje de
drenaje deseado. Constructiva-
mente es muy parecido al ante-
rior sistema. EI agua de drenaje
sobrante es recogida y se cuanti
fica su volumen. Un programa in
formático, al que se le aportan
los datos de la dotación de riego,
calcula el porcentaje de drenaje y
lo compara con el valor progra
mado. EI sistema tiene que acor
tar o alargar el tiempo de riego
para ajustar dicho valor. Según el
diseño del modelo, también pue-
de actuarse sobre la frecuencia
de riego para realizar el ajuste del
porcentaje de drenaje. Para esta-
blecer el ritmo de las frecuencias
de riego se suele utilizar el méto-
do de la radiación descrito ante-
riormente.
inyección de abono
Manejo de las soluciones
nutritivas
Para abordar la problemática
de los equipamientos necesarios
para la fertirrigación, se hace ne-
cesario sistematizar los distintos
modos de operar que pueden ser
utilizados para la elaboración de
las soluciones nutritivas. Depen-
diendo de ello, pueden ser insta-
lados unos u otros componentes
o equipamientos. Los modos de
operar son los siguientes:
1) En cuanto a la preparación
de la solución nutritiva:
• Diluida. Se prepara la solu-
ción nutritiva a la concentración
final de uso en un depósito de ca
pacidad adecuada a las necesi-
dades de riego. Para esta situa-
ción sólo es preciso el equipa-
miento del riego. Se prescinde
de inyectores, electroválvulas,
caudalímetros, sondas de pH y
C.E. (conductividad eléctrica),
depósitos para fertilizantes, sis-
temas de agitación, etc.
• Concentrada:
- Concentrada n veces para
ser diluida n veces. También se
denomina a esta forma de prepa-
ración "solución nutritiva al
50%". Consiste en concentrar to
dos los fertilizantes que confor-
man la solución nutritiva de
acuerdo a un valor fijo ( entre cien
y doscientas veces) para luego
ser inyectados diluyéndolos en la
misma proporción en que se con-
centraron. Dada la baja solubili
dad de las sales que forrna el cal-
cio con los fosfatos y los sulfa-
tos, son necesarios dos depósi
tos por cada solución nu-
tritiva que se elabore.
• Fertilizantes en de-
pósitos independientes
que se concentran en fun-
ción de su solubilidad y se
inyectan en proporciones
variables y de acuerdo a
la solución nutritiva dese-
ada en el momento de la
ejecución del riego. Esta-
blecer el número de depó-
sitos necesarios depende
de varios factores, pero
generalmente oscilan en-
tre un mínimo de cuatro y
un máximo de seis o sie-
te. Teóricamente, con
esta disposición pueden
ser elaboradas numero-
sas soluciones nutritivas.
2) Por el método de
control de la solución nu-
tritiva:
Es
imprescindible
realizar bien
laoperación de
rie^ao para
una correcta
nutrición
I^I^^,i1 `]^1 /!•
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I.i^l^^r:i^ ^ :
, Ii':ui.rn,
Detalle de colector de inyección con venturis, electro
válvulas y contadores de abono.
• Control manual. Este modo
de operar consiste en ajustar
manualmente el caudal de inyec-
ción del elel^ento inyector para
conseguir la solución nutritiva
deseada. A pesar de las aparien-
cias, este método puede ser uti-
lizado con éxito por personal bien
formado y entrenado y en insta-
laciones sencillas.
• Control por proporcionali-
dad de volúmenes. Este modo
operativo es muy poco utilizado.
Un contador de agua con emisor
de impulsos mantiene el ritmo
de inyección de los fertilizantes
de acuerdo al caudal instantá-
neo que pasa por el cabezal de
riego. La programación de la in-
HandelsgesmlaH
e.mail office@conpexim.nt
yección de los fertilizan-
tes se hace en tanto por
mil (mililitro de solución
madre por litro de agua
de riego).
• Control por medi
ción de la conductividad
eléctrica de la solución
nutritiva. Este es, con di-
ferencia, el sistema más
utilizado para conseguir
el ajuste de la solución
nutritiva. Una sonda, es
tratégicamente coloca-
da, mide en continuo la
conductividad eléctrica
de la solución nutritiva
que se quiere conseguir.
Esta señal es enviada al
ordenador de riego. EI va-
lor es comparado con la
C.E. programada por el
usuario. Del resultado de
esta comparación el or-
denador ajusta el caudal
de los inyectores enviando órde
nes de apertura y de cierre a las
electroválvulas intercaladas en
los inyectores de los fertilizantes
hasta conseguir el valor de la
conductividad eléctrica progra-
mada. Una variante a este siste-
ma consiste en colocar dos son-
das de conductividad. Una mide
la conductividad del agua de rie-
go y la otra la conductividad de la
solución nutritiva final. EI usuario
programa un valor diferencial en-
tre estos dos valores.
3) Por la fonna de inyección:
• Inyección a tanque mezcla-
dor. En esta disposición los ferti-
lizantes son inyectados a un de-
pósito abierto de pequeñas di-

mensiones (entre 100 y 300 li-
tros de capacidad) al que tam-
bién cae el agua de riego. En el
depósito se produce una mezcla
rápida y homogénea que permi-
te medir con rapidez los paráme-
tros de la solución nutritiva (pH y
C.E.) y por lo tanto realizar un
buen ajuste de la misma. Con
esta disposición también se
consigue un control muy eficaz
del pH de la solución nutritiva.
• Inyección directa a la red
de riego. En este modo de ope-
rar los fertilizantes son inyecta-
dos directamente a la tubería de
distribución del
agua de riego. EI
tiempo entre la
inyección y la
medición se alar-
ga y el ajuste de
los parámetros
de la solución
nutritiva es un
poco más lento e
impreciso que
en el caso ante-
rior.
AI tener que
concentrar los
fertilizantes, se
hace necesario
disponer de sis-
temas de agita-
ción que faciliten
la operación de
dilución. A la
Autómata de fertirrigación con venturis y caudalímetros e inyección directa
hora de concen-
trar los abonos
hay que tener en
cuenta el producto de solubili-
dad de las sales que los compo-
nen. Si se trabaja con solución
nutritiva al 50%, la máxima con-
centración vendrá determinada
por el fertilizante menos solu-
ble. Una vez que se han prepara-
do las soluciones concentradas,
no es necesario volver a agitar
las mismas. Si se hiciera, se
tendrá cuidado de dejar un tiem-
po de reposo entre la agitación y
el inicio del riego al objeto de evi-
tar inyectar partículas insolu-
bles que estaban en el fondo de
los depósitos y que se habrán
puesto en suspensión. Ni que
decir tiene que nunca hay que
agitar mientras se están
inyectando los fertilizantes.
74/Vida Rural/15 de marzo 2004
Inyf:ctores c^e fer^tilizar^tes
Si se tienen los fertilizantes
concentrados, es necesario dis-
poner de elementos que los in-
yecten a la red de riego para di-
luirlos y obtener las soluciones
nutritivas deseadas. La capaci-
dad de inyección necesaria es
proporcional a la relación de con-
centración de los fertilizantes.
Por ejemplo, si una solución nu-
tritiva se ha concentrado 150 ve-
ces y el caudal instantáneo del
sector de riego es de 30.000 I/h
el elemento inyector debe tener,
a la red de riego.
como mínimo, un caudal de in-
yección de 200 I/h (30.000/
150).
Existen dos grandes grupos
de inyectores, los que funcionan
con energía de la propia red de
riego y los autónomos. En el pri-
mer grupo se encuentran los ven
turis y las bombas hidráulicas, y
en el segundo las electrobom-
bas. Estas pueden ser centrífu-
gas, de membrana o pistón y de
arrastre o desplazamiento elec-
tromagnético.
EI venturi es, con diferencia,
el elemento inyector más utiliza-
do debido a su sencillez, econo-
mía y robustez. Aunque no es ex-
cesivamente preciso, bien utiliza-
do pueden sacársele óptimos
rendimientos. Se utiliza especial-
mente para la forma de inyección
directa a la red de riego y puede
ser utilizado tanto para el método
de control manual como para el
método de control por medición
de la conductividad eléctrica. Es
aconsejable utilizarlo exclusiva-
mente para el modo de prepara-
ción de la solución nutritiva al
50%.
Para que el venturi pueda fun-
cionar correctamente, tiene que
consumir de la red de riego pre-
sión o caudal. Tanto en un caso
como en el otro, la bomba gene-
ral de riego debe
ser diseñada
para este fin.
Cuando se
instala un ventu-
ri, generalmente
se pone en la as-
piración un cau-
dalímetro o rotá-
metro para con-
trolar el caudal
del fertilizante in-
yectado. Los ro-
támetros son ins-
trumentos que
miden el caudal
instantáneo que
pasa por la tube-
ría en la que es-
tán instalados.
Deben colocarse
perfectamente
verticales y hay
que elegir su ca-
pacidad de acuer-
do al rango de los caudales que
se van a inyectar.
f^isposicíán y montaje de
los elementos r^ecesarios
para (a fertirriz,ación
Es posible manejar cultivos
en sistemas de hidroponía con
equipos de fertilización sencillos,
basados en la incorporación di-
recta de los abonos con inyecto-
res de ajuste manual. EI sistema
funciona bien cuando el cabezal
de riego está diseñado para un
único sector de riego. Con este
modo de actuación es imprescin-
dible trabajar con la solución nu-
tritiva al 50% e inyectarla directa-
mente a la red de riego. La misma
inyección de abono
señal que pone en marcha la
bomba de riego sirve también
para poner en funcionamiento los
inyectores de fertilizantes. Para
hacer ajustes finales de la solu
ción nutritiva se mide la conducti
vidad eléctrica de rnuestras obte
nidas en un gotero. De esta for
ma se corrobora el buen funcio-
namiento del sistema. Para el
método de ajuste manual los in-
yectores tipo venturi resultan ser
menos precisos que las electro
bombas y las bombas hidráulicas
proporcionales.
Habrá situaciones en las que
concurran factores que no permi
tan operar con el grado de senci-
Ilez propuesto anteriormente.
Cuando desde un mismo cabezal
sea preciso atender varios secto
res de riego y cultivos con distin
tas necesidades nutritivas, se
hace necesario instalar autóma
tas que permitan elaborar y con
trolar la operación de fertirriga-
ción. Las instalaciones de fertirri-
gación muy sofisticadas no ase-
guran necesariamente su bon
dad. En primer lugar deben estar
convenientemente diseñadas,
tanto en el aspecto hidráulico
como en el electro-mecánico,
pero, además, las personas que
vayan a operar con los autómatas
de fertirrigación tienen que estar
convenientemente cualificadas.
Los sistemas de control ba
sados en la proporcionalidad de
volúmenes son muy poco utiliza-
dos. Téngase en cuenta que el
parámetro que mejor define una
solución nutritiva es el valor de su
conductividad eléctrica, así que,
dada la sencillez y fiabilidad en la
medición de este dato, es normal
que la gran mayoría de los autó-
matas de fertirrigación estén ba-
sados en la medición de la con
ductividad eléctrica. Una sonda
estratégicamente situada rnide
la conductividad eléctrica de la
solución nutritiva. Del resultado
de esta medición se derivan ór
denes para que los caudales de
los fertilizantes inyectados se
modifiquen hasta ajustar la con
ductividad eléctrica al valor pro-
gramado. Para variar los cauda
les de los inyectores, podrían em-
plearse servomotores o variado-
inyección de abono

i
^^^^^^^^^^
- EI sistema de solución nutritiva diluida debe priorizarse y ser utili-
zado siempre que sea posible. Su facilidad de manejo y su sencillez
aseguran una perfecta operación de fertirrigación.
- Si hay que concentrar la solución nutritiva, siempre se hará para
luego diluirla en la misma proporción a la que se concentró según el
método que se ha denominado aquí "solución nutritiva al 50%".
• . •
- En sistemas de producción comercial la inyección directa con ven-
turis se muestra como un sistema sencillo, económico y de sufi-
^ ^ ^ / ^ ^
ciente precisión.
- No se recomienda, en ningún caso, trabajar con fertilizantes en de-
pósitos independientes para programar luego partes proporciona-
les variables según la solución nutritiva requerida. ■

res de frecuencia. pero estas so- mientos exigibles en la produc-

luciones son costosas y sólo se
utilizan en sistemas de control in-
dustriales. Para los equipos de
fertirrigación lo que se hace co-
múnmente es intercalar en el
conducto de inyección una elec-
troválvula de acción directa que
interrumpe el paso del fertilizan-
te. Esta electroválvula obedece a
las señales del autómata y, me-
diante pulsos, ajusta la inyección
hasta conseguir la conductividad
eléctrica programada.
Para un buen control de la
conductividad y del pH de la solu-
ción nutritiva es muy importante
acortar al máximo los tiempos
de respuesta del autómata. Ello
dependerá en gran medida del
recorrido del circuito hidráulico,
de la calidad de las sondas y del
lugar en que éstas se sitúen. Por
un lado, no se puede medir de-
masiado pronto porque enton-
ces la mezcla podría no estar per-
fectamente homogeneizada y el
valor medido no sería el correcto.
Por otro lado, si se mide dema-
siado tarde, la respuesta será
lenta y con grandes oscilaciones
en los bucles de control.
Con el sistema de inyección a
tanque de mezcla se consiguen
soluciones nutritivas más ajusta-
das y el pH se controla mejor que
en los sistemas de inyección di-
recta. No obstante, la inyección a
tanque de mezcla es poco utiliza-
da porque requiere una mayor
precisión en el diseño hidráulico.
La exactitud obtenida con el sis-
tema de inyección directa resulta
ser suficiente para los requeri-
ción comercial hortícola. En esta
disposición el elemento inyector
más recomendado es el venturi.
Es económico y de fácil manteni-
miento. Los mejores resultados
se obtendrán siempre que se tra-
baje con soluciones nutritivas al
50%.
Cuando se trabaja con fertili-
zantes concentrados a valores fi-
jos y en depósitos independien-
tes, se pueden elaborar múlti-
ples soluciones nutritivas progra-
mando para cada caso distintas
proporciones de inyección para
cada uno de los fertilizantes.
Cuando se programan proporcio-
nes de inyección variables, los ni-
veles de los fertilizantes en los
depósitos no descienden por pa-
rejo, y por lo tanto los caudales
inyectados son variables en el
tiempo. EI control visual y directo
que se tiene sobre el buen fun-
cionamiento de los inyectores,
en el caso de trabajar con solu-
ción nutritiva al 50%, se pierde ^ - •
en esta otra disposición. Por otro
lado, la mayoría de las situacio- rr -• - ^• ^-
nes reales pueden ser resueltas
_ . ^ •
con dos, a lo máximo tres, solu-
ciones nutritivas distintas que
necesitarían, en el peor de los
casos, seis tanques en el caso
de trabajar por el método de so-
lución nutritiva al 50%. Con ferti-
lizantes independientes también
suele ser necesaria esta canti-
dad de depósitos. ■