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La dirección de la cura de Lacan:

La dirección de la cura: 1958

Enseñanza de Lacan oral y no escrita. Está dividido en 5 partes. Es un texto de crítica de como
se usaba el análisis 20 años después de la muerte de Freud.

Punto 1: Desvio de los posfreudianos: no centrarse en los significantes del analizante, y


centrarse en la persona del analista.

Hasta donde uno llego en su análisis es hasta donde va a poder trabajar con el analizante.
Porque sino no puede tener la medida de la asociación libre y la experiencia del inconsciente.

El analista también paga con sus palabras porque sus palabras pueden tener el efecto de una
interpretación, paga con su persona porque va a ser soporte de los efectos transferenciales. El
analista ocupa el lugar de un objeto de la pulsión y a partir de eso se despliega toda la
complejidad fantasmática. El analista está en el lugar de a, es soporte de esto.

La cura es como si fuera una escena que se puede planificar, donde la estrategia es la
transferencia, la táctica es la interpretación y la política el deseo (del sujeto y del analista). El
analista dirige la cura y es responsable de todo esto, no se da sola. Se interviene para tener
efectos “las intervenciones se miden por sus efectos” – Freud.

También el analista tiene que pagar con su falta, porque el ser del analista es lo que queda
afuera del juego, esto es el deseo del analista, no de la persona del analista. La contra
transferencia está relacionada con la persona del analista, la cura con la función del mismo.

El manejo de la transferencia el analista tiene una libertad limitada, pero no es posible creer
que en el análisis se trate de dos, no es una persona hablando con otra, el analizante está
hablándole al objeto. La persona del analista no tiene nada que hacer ahí, le habla a otro. Lo
que piensa el analista no tiene validez, no viene al caso porque no es con él.

La posición del analista es el del muerto, en términos de su ser, de lo que el es en su persona.


En el juego (estrategia, táctica, política). Tiene que haber una diferencia entre hablar con un
analista y hablar con una pared. Uno tiene que saber cuando hablar y cuando no, cuando lo
que se va a decir es desde uno mismo debe callar.

Los sentimientos del analista tienen el lugar del muerto, si se reaniman no se sabe quien lidera
el juego.

El analista es menos libre en la transferencia (lo determina el analizante) que en la


interpretación.

El analista puede quedar en el lugar de la falta, ya sea como intervención calculada o no. Es
mejor situarse en su carencia de ser que en su ser.

El analista no tiene que convencerse del lugar de supuesto saber, ya que apelaría al sentido y
se apuesta al sin sentido.

Gracias a que el sujeto pueda identificar la falta en el analista, permite que la intervención
vuelta al origen, a la palabra del analizante. El analista no sabe nada del analizante. Es un lugar
incomodo, pone todo el tiempo al analista en falta, ya que no sabe que va a decir el analizado.
Punto 2: Cuál es el lugar de una interpretación

La interpretación está en el orden del s y apunta al s, pero para pensar el efecto, no hay
manera de calcular el efecto, pero hay que ver hasta que punto el sujeto está alienado a un
significante, a tal punto que lo tiene sobornado. (categorías del significante que se aplican
sobe lo real del sujeto).

Uno de los riesgos de la interpretación es caer en la comprensión y que quede en términos de


lo imaginario. No hay que ir a la explicación que puede producir el cierre de algo, hay que
abrir, tiene que haber algo enigmático para que vuelva, tenga algo para volver.

Desde la escucha, se puede realizar una interpretación que vuelve al analizante que dijo y lo
que se busca es que pueda no alienarse en un significante. Se va a ver el efecto de la
interpretación en el ACTO. Si no hay acto, solo hay comprensión.

El orden simbólico preexiste al sujeto infantil y es a partir de ahí donde se estructura. Se debe
apelar a lo que se predicó de ese sujeto.

El ideal de la contratransferencia es la relación dual (hacer intervenciones que apunten a la


compasión si es algo propio del analista). Esto es la contra transferencia.

Relación dialéctica: =/ alma bella: ¿qué tenes que ver vos con eso de lo que sufrís?

La interpretación tiene efecto cuando no el analista no utiliza el poder que tiene en la


dirección del paciente, sino que se muestra totalmente neutral.

La interpretación es un retorno de los significantes, porque es algo que de alguna manera


tiene que volver al sujeto y este tiene que ser capaz de escuchar.

La pulsión es la que impulsa al significante: dinero=mierda=anal = mujer amada pero pobre o


mujer no amada pero rica.

Rectificación subjetiva: confrontación del sujeto con lo real (la pulsión), ver que lugar está
ocupando en la escena para poder cambiarlo.

Punto 3: ¿cuál es la situación actual de la transferencia?

Critica a Daniel Lagache, por suponer la transferencia es solamente la repetición, la sucesión


de la suma de sentimientos positivos y negativos con respecto a su analista.

Lacan: la transferencia está en relación a lo real = pulsional, ese lugar de objeto de la pulsión al
que el analista es lleva (en la transferencia es donde somos menos libres).

El manejo de la transferencia no está separado de su noción: si no se sabe lo que es la


transferencia, no voy a poder manejarla.

Confundir el objeto parcial con la posibilidad de un desarrollo genital correcto, en esto de la


evolución hasta terminar en la reproducción. Si bien está en el texto de Freud, no tienen lógica
susitoria ni tiempo predeterminado de maduración.

Oral: demanda al Otro, anal: demanda del Otro. Siempre están presente, no hay línea de
desarrollo de principio a fin. Los posts freudianos lo han planteado desde el desarrollo normal
(teoría de las defensas: Ana Freud, Klein y Winnicott).

Heterosexualidad = fin logrado.


Esto lleva a que se confunda lo de la transferencia y que se presente atención a la sexualidad
genital desarrollista. No estaba la relación a lo real de los objetos de la pulsión.

3.7: El desgaste de la técnica tiene que ver con la falta de conceptualización, a la formación y al
propio análisis. Esto lo relaciona con lo que Freud llamó el análisis salvaje

Otra forma de desviar la técnica, es no reconociendo los efectos de la transferencia. Y en el


manejo que conlleva la dirección de la cura, sería como tomar un desvío.

!!!! La transferencia es la repetición de un lugar de objeto, un lugar pulsional. Es importante el


concepto de transferencia para manejar la estrategia. Y lo anecdótico del desvío de los posts
freudianos con respecto a la sexualidad genital en relación al objeto.

Punto 4: ¿Cómo actuar con el propio ser? Relación del analista a su propia falta y a la del
paciente.

Deseo, tiene que ver con la política: Cuando hablamos de deseo hablamos del deseo del
analista y el deseo del paciente como fundamental en la cura. Esto se descubre en la
interpretación de los sueños donde Freud teoriza que en los sueños hay una realización de los
sueños.

Al hablar del propio ser estamos hablando de la falta: el psicoanálisis propone que el ser está
barrado, el inconsciente viene a demostrar la división subjetiva, porque tenemos la sensación
de que no somos notros los que estamos diciendo eso. EJ: sueños que no podemos creer que
soñamos. Hay algo que no sabemos de nosotros mismos.

Todo esto dentro del dispositivo de análisis nunca fuera, sino uno está “desubicado”.

El ser del analista es algo que aparece como una problemática en la historia del análisis.

Lo importante es la relación con la falta y la creencia del falo (imaginario: creencia), de ser o
tener, pero en realidad nadie lo tiene. El ser humano tiende a creer que alguien lo tiene y que
es completamente feliz, tiene TODO.

Amenaza de castración Lacan: lo saca de lo imaginario y lo pone en el lugar de estructura, el


falo es un significante que haría creer al ser humano que no le falta nada y a su vez es lo que
representa la falta, nunca se tuvo y si se desea es porque no se tuvo.

El deseo es imposible e insatisfecho. Si lo que gana es la insatisfacción (nada puede contentar


ni completar) = sufrimiento. Propuesta del psicoanálisis es que como nadie lo tiene, es que la
insatisfacción se convierta en movimiento (metonimia). Lo que falta no está afuera, es una
falta de significación que está asociado a la conversión de la necesidad en demanda.

Se demuestra en actos y no se puede terminar de nombrar.

Es mejor que el analista se muestre en falta (consejo de Lacan), no controlándolo todo ni sabe
todo ni puede todo.

Cuando Lacan habla del ser, hace referencia a la felicidad. Lacan plantea que el analista
debería ser una persona feliz (critica de evolución como en la genitalidad), como va a poder
decir algo de la felicidad si el no es feliz. El analista no se juega como persona, por lo que no
importa si se siente o no feliz con lo que se está analizando. No es un predicador. Riesgo del
analista de creer que es modelo de algo y caer en el dogma.
Critica la compresión (idea de que nos entendemos), rellenar con sentido los doble sentidos
(“ser superhéroe para las mujeres = ¿Qué es ser un superhéroe?). Si comprendo me equivoco,
lo que se debe hacer es callarse. Para frustrar y no ser lo que se espera que sea. No se
responde a la demanda y así sigue hablando y vuelve.

El sujeto pide porque habla, habla porque le falta. Los que animan a preguntar es porque no
temen mostrarse en falta.

La asociación libre es lo menos libre porque no hay nada más temible que decir algo de la
verdad propia, más íntima. Los neuróticos reculan con eso, porque les remite a la falta y
además deberían hacerse cargo de lo que dice.

Además, es imposible decir todo, por eso no es posible decir “todo lo que se me ocurre”

Para el analista también es difícil encontrarse con la verdad del sujeto porque puede tener que
ver con la propia falta o angustiar.

La dirección de la cura

Hay que tomar el deseo a la letra (también asociado a la falta como el punto IV)

Introduce el deseo a través de los sueños por ser una formación del inconsciente.

El analista es el que dirige la cura y por consecuencia puntúa en función de eso todas las
formaciones del inconsciente. Es el analista el que debe marcar cual es el valor significante que
tiene.

Deseo en la histeria y la obsesión: toma sueño de la bella carnicera (seminario 5) “dice que
quiere caviar, pero pide que no se lo den”. Caviar: Significante primordial.

Lo que lacan quiere ejemplificar que el deseo es insatisfecho. El deseo tiene dos cualidades:

 Ser insatisfecho (más pregnancia en la histeria). Si la insatisfacción es muy grande, es


cuando el deseo queda aplastado. Termina quedando del lado del goce
 Ser imposible (más pregnancia en la obsesión). Cuando todo es imposible, no hay
disfrute posible.

Relación con metáfora y metonimia:

El deseo es deseo del Otro, porque los significantes vienen del Otro. Cuando el deseo se pone
en palabras se pierde parte del deseo porque no es apalabrarle. Es en el acto que se real-iza el
deseo. Lo llevamos a hablar sabiendo que siempre va a quedar un resto de insatisfacción.

Para que la rectificación subjetiva suceda debe haber un acto, por eso un corte de sesión viene
a cortar el goce bla bla que es netamente metonímico e infinito y el deseo se convierte en un
anhelo.

Los posts freudianos no toman el sueño por lo que es porque los confronta con su propia falta.
Lacan sostiene que el analista debe mostrarse en falta, que opere desde su propia falta.

5.10 Anorexias: obturar el deseo con la demanda: una función materna que confunde los
cuidados (atentos a que el niño coma) con el don de amor (poner en esa escena algo de la
falta). Antes de que el niño pida, la madre ya sabe que va a tener hambre. Esa posición no
posibilita el deseo porque el otro no me deja decir nada para que surja el deseo. Se deja de
comer para poner en falta al otro, por tener que responder al ¿Qué me quiere? Por no comer y
que el Otro se pregunte que quiere. Se busca que se enfoque en otra cosa y me deje de prestar
atención.

El analista no debe caer en esa función materna. Saber la estructura, no quiere decir que
sabemos lo que le pasa al otro, no nos dice nada del sujeto.

El analista no debe cumplir con la demanda del paciente, para que el sujeto pueda seguir
hablando. No todos los pedidos son una demanda. La tarea de los analistas es poder
diferenciar entre las dos.

Para el sujeto su palabra es un mensaje para él. Cuando se va a análisis uno va a hablarse a si
mismo. El paciente no le habla a la persona del analista. Al igual que el sueño es algo que el
quiere decirse a si mismo y no puede, no es dirigido a otro.

La dirección de la cura ≠ hacer el bien (no se sabe que es el bien para el otro). Hay que tener
cuidado con el poder que tiene el analista con respecto a ese saber.

Todos los poderes del análisis residen en la palabra (de lo que se olvidaron los posts
freudianos). El analista no se pose un ideal de que el paciente llegue a una palabra plena.
Tampoco se apunta a que la asociación libre apunte a algo incoherente. El analista solo abre la
puerta y dirige el proceso.

Lo importante es la verdad, en este saber no sabido que está cifrado y que tiene las reglas de
la metáfora y la metonimia.

La mesa redonda del dinero en psicoanálisis

es una conferencia de 3 profesionales sobre el valor del dinero en psicoanálisis, basado en un


texto de Freud de iniciación del tratamiento.

El dinero es un representante del objeto pulsional anal. (serie del objeto anal= ecuación
simbólica de Freud: objeto anal: dinero – falo – regalo – hijo) Referencia: organización genital
infantil.

No podemos saber del objeto pulsional si no es a través de los representantes.

Cómo aborda el dinero cada autor:

Brodsky

Trasferencia - Amor: dinero. Lo que se demanda en el amor es un don de nada. Dar nada a
cambio de nada. Lo que es un obstáculo en el análisis es la riqueza y no la pobreza. Nada:
porque se evidencia que nada completa la falta en ser. Y quien en un supuesto tuviese todo no
demandaría amor, porque no tendría que ofrecer como falta. La riqueza es antinómica con el
amor y por ende es antinómica con el análisis.

Analista retiene la nada que no da, por eso es que eso que no da tome un valor. (incógnita del
deseo del analista). El amado es el analista y el que ama es el paciente.
Engaño, el analista debe mostrarse como el que tiene, tiene algo que el otro desea. Se desea
ser deseante para desear lo que el otro desea, hace existir.

Pago para eliminar la suposición de que lo amamos, se cobra plata (mata significación: porque
tengo no necesito).

No dando lo que no tiene, hace creer que lo tiene y puesto hace creer lo tiene y pide que se lo
paguen (sujeto supuesto saber). Lo que tiene el analista no lo sabe, se va a descubrir en
función de lo que el analizante va hipotetizando sobre lo que tiene el analista, teniendo la
forma de los objetos pivotes del sujeto analizante.

Para el rico amar significa rehusar (perder para que el otro venga en el lugar de la falta). El
analista es un rico que no rehúsa. Para lograr esa posición el analista tiene que saber que
también está en falta, en este sentido se pone esta falta como un x para el analizante.

El ser hablante por hablar demanda y lo que demanda es amor, como analistas no lo vamos a
amar al paciente. Para que eso quede representado en acto (que no quede en palabras), el
acto del pago viene a representar de que no lo amamos y por eso le vamos a cobrar.

Al hablar de la nada está hablando del deseo que es insatisfecho e imposible. El analista da
nada y pedir nada, así aparece el deseo del analista y por otro lado el deseo del analizante.
Primero es el analista el que debe ser el sujeto supuesto saber y luego tiene que el analizante
entender que es él el que tiene el saber sobre el inconsciente.

El perverso es como un rico, donde no se reconoce la falta.

Selder

¿Quién paga y quien trabaja? Palabra como pago -> Analista -> Interpretación

El pago tiene que ver con la pérdida de goce, por eso sesión tiene que ver con ceder, tanto
palabra como dinero.

El rico no puede dar lo que no tiene, sino que da lo que tiene y nunca pierde nada.

El que trabaja es el sujeto del inconsciente (el que surge en los fenómenos inconscientes). No
es de la persona que viene a análisis.

Deresensky

El dinero es tomado por el paciente como algo del orden de la sexualidad, se relaciona con
este objeto de manera mediocre e hipócrita (con el dinero); hay que ver que si hoy la relación
con el dinero sigue siendo así de mediocre e hipócrita. Hoy se ve más en lo que es privado y
público (sexualidad), siendo distintas épocas.

Hay en el dinero, por estar en relación con la transferencia, está en relación al poder.

El analista debe pagar como algo ético, al no ceder con esto del amor recibiendo el dinero,
para poder instaurar la falta. Sino hay una posición perversa donde hay cierto abuso del poder
que se tiene.
Lacan toma el dinero como un significante, lo saca de un proceso natural. Cae en la metonimia
y la metáfora, por lo que cumple las leyes de cualquier palabra.

Lacan separa al tiempo y al dinero. Freud los aborda de manera similar. Lacan rompe con eso e
introduce la sesión de tiempo variable. El corte funciona como acto que va a la pérdida de goce
y se ceda.

Proposición 9 de octubre

Formación del analista.

FREUD: ¿Puede el psicoanálisis en la universidad? Tomo XVIII

La respuesta es que si, pero sabiendo que la formación sigue fuera de la facultad. El saber
académico es distinto al saber analítico. El saber del inconsciente no se puede evaluar, solo se
puede transitar en un análisis propio.

Lacan entonces propone el dispositivo del PASE: Luego que lo expulsan de la IPA, crea la
escuela donde plantea que se pueden formar. Habla de categorías en instituciones donde se
puede formar el analista. El plantea la suficiencia, donde muchos analistas se ponen en ese
lugar, negando que están atravesados por la falta. Donde el psicoanálisis es superior a,
haciendo un bien.

Sin embargo, el construye la escuela con una cierta jerarquía.

El plantea el Pase para determinar si un analista es o no un analista: hay un grupo de personas


donde tendría que haber psicoanalistas con experiencias, con otros que no tienen tanta
experiencia. A este tribunal viene una persona que pasó por la escuela más su análisis personal
y frente a ese grupo tiene que comentar su propio análisis, para que los demás puedan ubicar
sus propias coordenadas.

El problema es que nunca un ser humano puede dejar de lado lo imaginario. Por ende entre
todos se juega la envidia, el amor, el odio.

Lacan armaba la escuela y la desarmaba cada dos años para evitar que se formaran
construcciones imaginarias.

Solo una – Lacan

1) ¿Qué posición puede asumirse ante la demanda? ¿Qué posición asumió en este
caso?
2) ¿Cuáles son las “condiciones de analizabilidad” mencionadas en el texto?
3) ¿Cómo se localiza al sujeto en las entrevistas, ante y durante un análisis?

1) Como decía Lacan, “no hay que responder a la demanda sino interpretarla”.
Al analista se lo demanda en cuanto sujeto supuesto saber, pero el saber que de él se
requiere debe estar articulado con el no saber. La posición del psicoanalista es hacerse
destinatario del síntoma, del estatuto mismo del síntoma.
El analista en el lugar de sujeto supuesto saber, recibe al analizante, en un “como sí”
de responder la demanda original hecha por el entrevistado, de tener una única sesión
en la que se responda su pregunta y este cese su malestar. Pero el analista ubicado en
esa posición no respondió a la demanda, sino que obligó a hablar, esperando el
momento adecuado para realizar la interpretación efectiva que permitiera asir el
inconsciente que el entrevistado procuraba mantener bajo control y que permitió
revelar un nuevo y desconocido sentido a lo que lo aquejaba en relación a su
novia/padre.

2) Para Lacan las entrevistas preliminares cumplen una función absolutamente precisa:
evaluar las condiciones de posibilidad de una persona de soportar la apuesta analítica.
Esto está dado por los criterios de analizabilidad que permite:

1- Evaluación clínica
2- Localización subjetiva
3- Apertura a lo inconsciente: que es consecuencia de los dos anteriores.

La evaluación clínica posibilita una cuestión diagnóstica que permita comprender la


diferencia de estructuras.
La localización subjetiva hace referencia a la posición del sujeto, al resultado obtenido
luego de la alienación y la separación por el atravesamiento de lo simbólico.
Estas dos posibilita el tercer elemento que es la apertura a lo inconsciente, lo que
provoca la división subjetiva y por consiguiente el surgimiento de la falta y su relación
con el deseo.

3) La entrada en análisis constituye un umbral que debe ser franqueado desde las
entrevistas preliminares por el entrevistado
El umbral designa el punto de atravesamiento, un objetivo por alcanzar.
La discontinuidad de la secuencia de las entrevistas preliminares y la entrada en análisis
es consecuencia de un corte realizado por el analista, al interpretar la demanda del
propuesto analizante.
Propuesto analizante significa que no se es analizante en las entrevistas preliminares
“Analizante” es una categoría que indica una función, pero para obtener esta función,
habrá que trabajar. Curiosamente, e invirtiendo las famosas leyes del mercado, acá, el
que trabaja, paga.
El corte implica la puesta en juego de una categoría: la de decisión, la que requiere de
un consentimiento (o rechazo respecto del saber).
Traspasar el umbral no es algo mecánico, hay que estar concernido por algo que hace
al saber, al producido en las entrevistas, a partir de una decisión (2quiero saber”).
La decisión es el punto más alto de implicación subjetiva, porque lleva a constituir la
categoría de sujeto en torno de la responsabilidad y de la elección. Dando lugar al
siguiente, consecuencia del anterior:
Tal decisión produce al sujeto – esa es, en rigor, la verdadera localización subjetiva –
coordinado al emplazamiento del saber, el que dará lugar a la efectuación del
inconsciente.
Lo que este plantea es casi todo el desarrollo de un análisis.
Tal decisión respecto del saber produce al sujeto, un sujeto; ergo, no hay un sujeto
anticipadamente encarnado en el entrevistado, por más que sea una persona de carne
y hueso.
Cuando nos referimos al sujeto, estamos indicando una operación de suposición que
se deberá poner en juego para que haya análisis.
Para que adquiera este nombre de sujeto, deberá perder algo.
Al dar lugar al inconsciente, el que llegue sabrá que no sólo hay mucho que no sepa de
sí, sino que además sabrá que hay un saber que opera sin que él lo sepa; y que ese
saber tiene consecuencias en el cuerpo, en sus pensamientos y en su relación con los
otros.
Este sujeto no es una operación producida por la persona sino, más bien, a expensas
de ella; y que el sujeto cuando demuestre estar coordinado al inconsciente, lo hará a
partir de los traspiés que ha de dar el que habla en un análisis.
Parafraseando: dicho popular…. La persona propone pone, el sujeto dispone.

Seminario IX:

Seminario 11 - Lacan

Clase 19 y 20:

Antes de la clase 18…


ICH: Yo – sujeto

LUSTICH: Yo placer

UN LUST: No yo

LUST: A

Inconsciente, repetición, transferencia y pulsión:

La prueba por el objeto a: Constitución del objeto a. Es mítico, no es situable en una


cronología. CONSTITUCIÓN SUBJETIVA.

Lust inch: Homeostasis

Unlust: Siniestro, Extimidad.

Dos círculos superpuestos: alienación

Línea de puntos: separación

Yo no divido del no yo. En el encuentro con el significante (alienación), se daría una suerte de
“elección” de aquello que es placentero y aquello que no es placentero. El yo (sujeto para
lacan, porque es anterior a la constitución del yo). Lo placentero queda del lado del yo placer y
es incorporado. Lo no placentero queda del lado del no yo, quedando desplazado en el lado
del otro (separación). El objeto a queda como resto de esta separación es vivida como una
parte externa del yo, pero era una parte que formaba parte del yo. Es vivido como algo que le
viene de afuera, sin embargo, no es así, porque primero fue incorporado para luego quedar
fuera, rechazado (separación).

Del lado del yo placer queda algo del lado de la homeostasis. El objeto a queda del lado de lo
que se puede llamar siniestro (algo familiar pero que viene de afuera, no me es
completamente extraño, pero se torna desconocido). Es familiar y extraño a la vez, si es uno de
los dos no es siniestro. El objeto a tiene la misma condición. El lugar psíquico que ocupa el
objeto a Lacan lo llama EXTIMIDAD, por lo externo e intimo a la vez.

La intervención de un análisis apunta a la extimidad, al un lust y no lo homeostático, al yo


placer que mantiene equilibro, que venga a terapia y se lleve algo.
a: Causa del deseo y a la vez goce (sufrimiento).

Presentación sintomática “me pasa, me toca” y en realidad es el mismo objeto pasándole,


tocándole. (neurótico).

En el psicótico no hay esa división, alucina que ve algo, que parece que está afuera, pero es de
él. No está el velo del fantasma (simbólico). Se debe apuntar a separación, a generar un
agujero en los tres registros, ya que está todo pegado.

19

Ironiza sobre: Idealizar, identificar, proyectar e introyectar: mecanismos de defensa de Anna


Freud. Porque la intervención en los mecanismos de defensa se queda en el lust ich. Entonces
nos encontramos del lado de la comprensión operando con el registro imaginario
(homeostasis).

Metáfora: como modalidad de intervención, en esto de dar un paso más de la compresión, ya


que ofrece algo más que permite la pregunta. “algo que no se entienda o comprenda, para
romper con la homeostasis, por más que no sea más que una pregunta”.

Interpretación: El efecto de una interpretación es el surgimiento de un significante irreductible


(que no tiene más significación, que no genera más asociaciones y que ha marcado al sujeto en
los momentos constitutivos), no es el efecto inmediato. No es un sin sentido.

Al no tener sentido, pierde su peso y no angustia más.

12/09/2018

Clase 19:

Sujeto supuesto saber: saber técnico y saber sobre “lo que le pasa”. Transcurrido el análisis
tiene que pasar al inconsciente. La suposición del saber tiene que estar puesta en el
inconsciente y no en el analista. Es desde uno mismo hacia uno mismo. Primero tiene que
estar el sujeto supuesto a saber, pero luego virar.

La transferencia entendiendo como amor (ocupar un lugar en la falta del otro) “amar es querer
ser amado” – Seminario 8, el analizante es engañado, es un señuelo, queda en una posición de
ser amado que nunca se da para que quede en el centro de la cuestión de la falta. El analista
siempre se muestra en falta. La transferencia está en una ligación entre el deseo del analista
(no deseo de la persona, sino deseo de la función) y el del paciente, eso es ocupar un lugar en
la falta del otro.

El semblante es ese lugar que uno sabe que no es. Nos ponemos en el lugar de objeto, pero
sabiendo siempre que somos sujetos.

Clase 20:

¿Qué de verdad hay en nuestra práctica?

¿Qué seguridad tenemos de no caer en la impostura?

Lo que sostiene nuestra práctica es el inconsciente, la repetición, la pulsión y la transferencia.


Se contrapone con la ciencia y la religión porque son discursos opuestos al del analista.

Hipnosis – sugestión (creen que tienen el saber acerca de lo que le pasa al otro) –

Ideal: en relación a la mirada. Ideal del yo: desde donde me ven, yo ideal: desde done me veo.
(toma psicología de las masas de Freud). Facebook, Youtube, Netflix. Todos son objetos
brillantes que captan y que ofrecen mirar y ser mirados = reconocimiento (muy frágil, cuando
se cae es terrible el golpe).

Si hay algo que no está en relación en el discurso del análisis y el deseo del analista y es el
ideal, ya que no habría falta (como la religión y la ciencia), sería estar en el lugar de Amo, hay
un saber absoluto. El psicoanálisis apunta al deseo y eso conlleva un supuesto y una falta.

ESTOS DISCURSOS DE AMO APORTAN UNA SIGNIFICACIÓN ACABADA que si se pone en ese
lugar subjetivo está significado. “VOS SOS “. Se evita la pregunta, pero se coagula en ese lugar.

Pág 281: El psicoanálisis surge de haber abandonado la hipnosis:

Hay que mantener la distancia entre I y a (Ideal y objeto a)

Operación analítica: Práctica – cirugía: muy cautelosos, mucho pulso.

El objeto va al lugar del Ideal en la hipnosis, la tarea del análisis es separar y mantener la
distancia entre el Ideal y el objeto. Llevamos al sujeto al encuentro de su propia pulsión a
través del inconsciente. Ya que no se puede saber nada de la pulsión si no es a través del
lenguaje. Lo llevamos a encontrarse con su realidad fantasmática, 1ro le permitimos que relate
sus propias identificaciones (no se le puede decir que no es algo que ES) y luego se cuestionan
a aquellas que generan sufrimiento.

El deseo del analista no apunta a la identificación (significación acabada).

Pág 284:

El deseo del analista no es un deseo puro: lo porta una persona, por lo tanto, siempre hay algo
que siempre se puede mezclar. Se apunta a ese lugar, pero puede que haya un desvío que hay
que analizar. (referencia seminario 7 = Antígona).

Deseo de obtener la diferencia absoluta: (I – a). Luego ir al S1, gracias a esto lograr un amor sin
limite fuera de la ley.

De la angustia al duelo:

De la angustia al duelo (libro) De la contratransferencia al deseo del analista (cap.):

Imaginario: Transferencia – contratrasferencia.

Simbólico: Sujeto supuesto saber.

Real: Deseo del analista ((a) en el discurso del analista, es solo una falta).

¡! Pase a diván: implicación subjetiva, acepta en su discurso que algo ha contribuido en aquello
que está padeciendo. También tiene que existir transferencia.
Del vacío a la falta: El vacío hace referencia a la Cosa, al vacío existencial que angustia, al pasar
a la falta, se da lugar a que algo venga a completar (toro).

Colette Soler “El fin y las finalidades del análisis”


“El sujeto analizado”

Según Freud en análisis terminable y análisis interminable, el encuentra lo que la llama la “roca
de la castración” que es lo que no permite seguir con la excavación. ¿Es posible terminar un
análisis?

Transformación del sujeto en análisis: $

 Asumir la castración: no todo se puede. En los tres registros, prima la simbólica.


 Destitución subjetiva: Atravesar el fantasma, es la consistencia imaginaria “tu eres
eso”. Gerardo García: Pasaje del Uno (fálico), al uno-entre-otros. Salir del trono
 Aparición de un deseo inédito de saber: Cuando el sujeto neurótico tiene el deseo de
saber sobre su modo de gozar.
 Identificación al síntoma: Habiendo obtenido ese saber sobre su inconsciente y como
lo metaforizó en su síntoma, lo acogen como propio, porque está hablando de lo
exegimo.
 Reconocimiento al poder contar su historia y de estar en su tiempo.
 Nuevo nombre del ser (no ser): Sinthomme: Sería un cuarto nudo, que viene
representado por el amor como suplencia, que hace que no se suelten los otros
registros, el amo como invención, amor menos tonto. Se va a tener que inventar e
imaginar algo ante la castración “la mujer”, “no relación sexual”. Es saber hacer con la
falta. Joyce que era psicótico con Ulises logra contar su historia y le pone un nombre.
Ejemplo del profesor “bruja – brújula” BUSCAR MÁS INFO, no es claro.
 Cambio de posición respecto al A/ y al goce (va a estar acotado, más del lado del
deseo) y cambio de posición al significante.
 Salida del capitalismo
 Una carencia en Ser que se desoculta. No obturar con lo imaginario que es para dar
completitud.
 Ceñir el plus de gozar.
 Inhibición (ojo con la honestidad vs ser oportuno).
 Más adaptado.
 El porvenir depende del sujeto analizado. Del destino al porvenir.

¿Hay un estado del sujeto que solo podría ser producido en un análisis? Lacan plantea que sí.
Lo que si un sujeto que termino un análisis no deja de tener instancias de pérdida
(castración/no relación sexual) ni dejaría de haber síntoma.

El sujeto queda sujeto a afectos, ha superado el horror al saber=cobardía del neurótico: No


querer saber demasiado del propio goce.

Temor: si mismo, actualidad: imprevisto, precario (ej: el trabajo de hoy)


Piedad: al otro
 El análisis lleva a un más allá de ambos, no son imposibilitantes.
Angustia: se lidia mejor con ella, pero no desaparece. Es brújula, es lo que no miente.
Afectos sociales: Crea sujetos dispares, los diferentes, soportar la diferencia.

Es un romper con los ideales:

 Lo UNO: el falo
 La homogeneidad
 Similitud
 Reducción de lo Otro
 Completud
 Amor eterno
 Exilio de la relación sexual

Interviene: (en cuanto al amor)

 Significantes amo – yo ideal.


 Ceñir y vislumbrar la causa del deseo: proviene del fantasma.
 Anoticiarse del destino de exilio. Ya se es consciente de que la relación completa no
existe y es un saber. Aquí surge el amor como suplencia o proliferación del bla bla para
anoticiarse de que no existe la proporción sexual.

SOBRE LA INICIACIÓN DEL TRATAMIENTO. Freud (1911)

Freud compara el análisis con una partida de ajedrez: dice que quien pretenda aprender por
los libros el ajedrez pronto advertirá que podrá conocer, por ser sistemáticas y exhaustivas,
cómo empieza y termina pero no la infinita variedad de movidas que hay en el medio de éste.

Época de propagación del psicoanálisis. Freud empieza a plantear cuestiones técnicas más
detalladas sobre la iniciación de la cura para uso del analista práctico.

Freud brinda “consejos” al analista. La gran cantidad de singularidades en el universo psíquico


se oponen a una mecanización de la técnica y hacen que un proceder ordinario legítimo no
produzca efecto algunas veces mientras que uno erróneo pueda llevar en algún caso a la meta.
Sin embargo todo esto no impide establecer para el médico una conducta en promedio acorde
al fin.

Plantea una iniciación del tratamiento con las personas que conoce poco por un periodo de
prueba de una semana o dos por las siguientes ventajas:

- Si uno interrumpe dentro de ese lapso, le ahorra al enfermo la impresión penosa de un


intento de curación infortunado.
Uno sólo ha emprendido un sondeo a fin de tomar conocimiento del caso y decidir si es
apto para el psicoanálisis
Aún así, ese ensayo previo ya es el comienzo del psicoanálisis y debe obedecer sus
reglas. La diferencia sería que en este momento uno lo hace hablar al paciente y no le
comunica más esclarecimientos que los indispensables para que prosiga su relato.
- Con este periodo de prueba, la iniciación del tratamiento tiene una motivación
diagnóstica, aunque pone en tela de juicio que resulte fácil realizar un diagnóstico en este
tiempo. Puede ocurrir que una neurosis con síntomas histéricos u obsesivos, pero no
acusado en exceso y de duración breve, puede dar cabida a la duda sobre si el caso no
corresponde a un estadio previo de la esquizofrenia.

Sin embargo, expone Freud que prolongadas entrevistas previas antes de comenzar el
tratamiento analítico, así como un conocimiento anterior entre el médico y la persona por
analizar traen claras consecuencias. Ya hay una actitud transferencial hecha, y no se podrá
tener la oportunidad de observar desde su inicio el crecer y el devenir de la transferencia. Esta
sería una ventaja que uno preferiría no concederle, admite.

Cuando han existido vínculos amistosos o de trato social entre médico y paciente, se presentan
dificultades particulares. Hay que prepararse para que pueda costar esa amistad. Y el médico
debe admitir ese sacrificio sino puede recurrir a un subrogante digno de confianza.

Que un paciente tenga plena confianza en el psicoanálisis no implica que no haya resistencias
internas en el caso de una neurosis.

Puntos importantes para el comienzo de la cura analítica son las estipulaciones sobre tiempo y
dinero.

En relación al tiempo: a cada paciente Freud le asigna una hora específica del día y permanece
destinada a él aunque no la utilice. Y esto no puede ser de otro modo. Cuando se adopta una
práctica más tolerante, las inasistencias “ocasionales” se multiplican.

Freud trabaja con sus pacientes cotidianamente, con excepción del domingo y los días festivos.
Seis veces por semana. En casos benignos o continuaciones de tratamientos muy extensos
bastan tres sesiones por semana. A algunos enfermos es preciso concederles más de una hora,
ya que pasan ese tiempo tratando de romper el hielo.

En relación a la pregunta por la duración del tratamiento, esta es de respuesta casi imposible.

El psicoanálisis requiere siempre de lapsos prolongados: medio año o uno entero. Son más
largos de lo que esperaba el enfermo, por eso esto es algo que se le tiene que comunicar al
enfermo antes de que él decida comenzar el tratamiento. También se le debe advertir sobre
las dificultades y sacrificios de la terapia analítica.

Freud desaprueba comprometer a los pacientes a que perseveren cierto lapso en el


tratamiento. Pues les consiente que interrumpan la cura cuando quieran, pero no les oculta
que una ruptura tras breve trabajo no arrojará ningún resultado positivo.

Es un deseo justificado la abreviación de la cura analítica, pero unas alteraciones anímicas


profundas sólo se consuman con lentitud; ello sin duda se debe a la “atemporalidad” de
nuestros procesos inconscientes.

En relación a los honorarios del médico. No se pone en entredicho que el dinero es un medio
de sustento y obtención de poder, pero asegura que en la estima del dinero coparticipan
poderosos factores sexuales. El hombre de cultura trata los asuntos de dinero de idéntica
manera que las cosas sexuales, con igual duplicidad, mojigatería e hipocresía. Con esto
pretende educarlo para los asuntos de la vida sexual.

Sugiere cobrar en plazos regulares breves, de un mes, por ej. para no dejar que se acumulen
grandes sumas.

Es notorio que no se eleva en el enfermo la estima por el tratamiento brindándoselo


demasiado barato.
Muchas de las resistencias del neurótico se acrecientan enormemente por el tratamiento
gratuito.

Por estas razones tendrá derecho el médico a negar asistencia gratuita, sin exceptuar a colegas
o parientes de ellos.

Esto hace que la terapia psicoanalítica sea casi inasequible para los pobres. Poco es lo que se
puede hacer para remediarlo. Quizás acierte la muy difundida tesis de que es más difícil que
caiga víctima de la neurosis aquel a quien el apremio de la vida compele a trabajar duro. Pero
otra incuestionable experiencia nos dice que es muy difícil sacar al pobre de la neurosis una
vez que se ha producido.

El diván. Sostiene Freud el uso del diván para que el paciente no lo vea. No tolera permanecer
bajo la mirada fija de otro ocho horas o más cada día. Y además, mientras escucho, yo mismo
me abandono a mis pensamientos inconscientes, no quiero que mis gestos ofrezcan al
paciente material para sus interpretaciones o lo influyan en sus comunicaciones.

En qué punto y con qué material se debe comenzar el tratamiento. No interesa nada el
material con el que se empiece la biografía con tal de que se deje al paciente mismo hacer su
relato y escoger el punto de partida. Uno le dice, pues: “Antes que yo pueda decirle algo, es
preciso que haya averiguado mucho sobre usted; cuénteme, por favor, lo que sepa de usted
mismo”.

Regla fundamental de técnica psicoanalítica: ASOCIACIÓN LIBRE de decir todo cuanto se le
venga a la mente sin omitir nada, por más que resulte desagradable comunicarlo.

En ningún caso debe esperarse un relato sistemático ni se debe hacer nada para propiciarlo.

Por otra parte, debe decirse al paciente que su cura analítica debe tratarla como un asunto
entre su médico y él mismo. De esta manera, se lo protege de las múltiples influencias hostiles
que intentarán apartarlo del análisis.

Transferencia: ¿Cuándo es oportuno revelarle el significado secreto de sus ocurrencias? No


antes de que se haya establecido en el paciente una transferencia operativa, un rapport en
regla. Esta es la primera meta del tratamiento. Para ello no hace falta más que darle tiempo.

Si se le testimonia un cierto interés el paciente por sí sólo produce ese allegamiento y enhebra
al médico en una de las imagos de aquellas personas de quienes estuvo acostumbrado a recibir
amor.

Habrá que proceder con cautela para no comunicar una solución de síntoma y traducción de
un deseo antes de que el paciente esté próximo a ello. La comunicación prematura de una
solución ponía fin a la cura prematuramente, tanto por las resistencias que así se despertaban
de repente como por el alivio que iba de consuno con la solución.

Por otra parte, la resistencia será mayor mientras mejor acertó.

Se objetará ¿no es un deber hacer al paciente sapiente lo más pronto posible ya que este
padece a causa de su no saber y no comprender?

Para responder esto hablará sobre el sdo del saber y el mecanismo de la curación el
psicoanálisis. Antes era importante comunicar rápidamente al enfermo la noticia para llega a
un rápido final, pero el éxito esperado no se producía. De hecho el enfermo, conociendo ahora
su vivencia traumática se comportara como si no supiera más que antes o como en el caso
citado, la chica reaccionaba con un ataque histérico y luego se olvidaba de lo que le había
comunicado Freud. El saber consciente era sin duda impotente contra esas resistencias.

La comunicación consciente de lo reprimido no deja de producir efectos en el enfermo. No


exteriorizará los efectos deseados (poner término a los síntomas) sino que tendrá otras
consecuencias. Primero incitará resistencias, pero luego vencidas estas, a través de un proceso
de pensamiento terminará por producirse el esperado recuerdo inconsciente.

Ya es tiempo de obtener un panorama sobre el juego de fuerzas que ponemos en marcha


mediante el tratamiento. El motor más directo de la terapia es el padecer del paciente y el
deseo, que ahí se engendra, de sanar. Según se lo descubre sólo en el curso del análisis, es
mucho lo que se debita de la magnitud de esta fuerza pulsional, sobre todo la ganancia
secundaria de la enfermedad. Pero esta fuerza pulsional misma, de la cual cada mejoría trae
aparejada su disminución, tiene que conservarse hasta el final. Ahora bien, por sí sola es
incapaz de eliminar la enfermedad; para ello le faltan dos cosas: no conoce los caminos que se
deben recorrer hasta ese término, y no suministra los montos de energía necesarios contra las
resistencias. El tratamiento analítico remedia ambos déficit. En cuanto a las magnitudes de
afecto requeridas para vencer las resistencias, las suple movilizando las energías aprontadas
para la trasferencia; y mediante las comunicaciones oportunas muestra al enfermo los caminos
por los cuales debe guiar esas energías. La trasferencia a menudo basta por sí sola para
eliminar los síntomas del padecer, pero ello de manera sólo provisional, mientras ella misma
subsista. Así sería sólo un tratamiento sugestivo, no un psicoanálisis.

Merecerá este último nombre únicamente si la trasferencia ha empleado su intensidad para


vencer las resistencias. Es que sólo en ese caso se vuelve imposible la condición de enfermo,
por más que la trasferencia, como lo exige su destinación, haya vuelto a disolverse.

Además, en el curso del tratamiento es despertado otro factor propiciador: el interés


intelectual y la inteligencia del enfermo. Sólo que apenas cuenta frente a las otras fuerzas que
se combaten entre sí; lo amenaza de continuo una desvalorización debida al enturbiamiento
del juicio por obra de las resistencias. Restan, pues, trasferencia e instrucción (en virtud de la
comunicación) como las nuevas fuentes de fuerza que el enfermo debe al analista. Empero, de
la instrucción se vale sólo en la medida en que es movido a ello por la trasferencia, y por eso la
primera comunicación debe aguardar hasta que se haya establecido una fuerte trasferencia; y
agreguemos: las posteriores deben hacerlo hasta que se elimine, en cada caso, la perturbación
producida por la aparición, siguiendo una serie, de las resistencias trasferenciales.

SOBRE PSICOTERAPIA, Freud 1905

Freud habla de que muchos médicos confunden la técnica sugestiva con la analítica. Pero
sostiene que existe entre ellas una máxima oposición, aquella misma oposición que respecto a
las artes encerró Leonardo de Vinci en las fórmulas per via di porre y per via di levare.

- Sugestión: La pintura, dice Leonardo, opera per via di porre, esto es, va poniendo
colores donde antes no los había, sobre el blanco lienzo. La sugestión no se preocupa
del origen, la fuerza y el sentido de los síntomas patológicos, sino que les sobrepone
algo – la sugestión – que supone ha de ser lo bastante fuerte para impedir la
exteriorización de la idea patógena.
- La terapia analítica: En cambio la escultura procede per via di levare, quitando de la
piedra la masa que encubre la superficie de la estatua en ella contenida. La terapia
analítica no quiere agregar nada, no quiere introducir nada nuevo, sin no por el contrario
quitar y extraer algo, y con este fin se preocupa de la génesis de los síntomas patológicos
y de las conexiones de la idea patógena que se propone hacer desaparecer.
Esta investigación nos ha procurado importantes conocimientos. Por mi parte renuncié
tempranamente a la técnica sugestiva, y con ella a la hipnosis, porque dudaba mucho que la
sugestión tuviera fuerza y persistencia suficientes para garantizar una curación duradera.

En todos los casos graves vi desvanecerse pronto la sugestión sobrepuesta y reaparecer la


enfermedad o una sustitución equivalente.

Además, esta técnica tiene el inconveniente de ocultarnos el funcionamiento de las fuerzas


psíquicas, no dejándonos reconocer, por ejemplo, la resistencia, con la cual se aferran los
enfermos a su enfermedad y se rebelan contra la curación, factor que es precisamente el único
que puede facilitarnos la comprensión de su conducta en la vida.

Resumen texto

Freud habla del éxito que ha tenido su teoría sobre la histeria, y comienza a desarrollar el
tema de la psicoterapia y su defensa ante los que no estaban de acuerdo con esta. Sus
argumentos son:

1ro La psicoterapia no es un procedimiento terapéutico moderno. Al contrario, es la terapia


más antigua de que se ha servido la medicina.

2do Los médicos cultivan permanentemente la psicoterapia, por más que no lo sepan ni se lo
propongan; sólo que constituye una desventaja dejar librado tan totalmente a los enfermos el
factor psíquico de la influencia que ustedes ejercen sobre ellos. Es lícito que el médico se
empeñe en apropiarse de ese factor, servirse deliberadamente de él, guiarlo y reforzarlo. A
esto alienta la psicoterapia científica.

3ro Ciertos trastornos, en particular las psiconeurosis, son mucho más accesibles a influencias
anímicas que a cualquier otra medicación. A estas enfermedades no las cura el medicamento,
sino el médico; la personalidad del médico, ejerce una influencia psíquica.

Luego va a decir Freud que: hay muchas variedades de psicoterapia, y muchos caminos para
aplicarla. Todos son buenos si llevan a la meta de la curación. Pero va a defender el método
analítico o catártico porque es el de más penetrantes efectos, permite avanzar más lejos, se
consigue la modificación más amplia del enfermo. Es el único que nos enseña acerca de la
génesis y de la trama de los fenómenos patológicos.

Luego va a corregir algunos errores y esclarecimientos acerca de este método catártico o


analítico de la psicoterapia:

a. Se lo confunde con el tratamiento sugestivo hipnótico, (da ejemplo de las esculturas).


La sugestión introducida volvía a desmoronarse, y entonces reaparecían la enfermedad
misma o un sustituto de ella. Además, reprocho a esta técnica que nos impide penetrar
en el juego de las fuerzas psíquicas.
b. Otro error: creer que la técnica para buscar las ocasiones de la enfermedad y para
eliminar sus manifestaciones mediante esa exploración sería fácil y obvia.
c. El tratamiento psicoanalítico plantea elevadas exigencias tanto al enfermo cuanto al
médico; a aquel le exige como sacrificio una sinceridad total, le insume mucho tiempo y
por ende es costoso; al médico le insume tiempo le es bastante trabajoso. Por eso
mismo es lícito aplicar métodos terapéuticos más cómodos siempre que haya la
perspectiva de lograr algo con ellos. Este punto es el único decisivo; si con el
procedimiento más trabajoso y prolongado puede conseguirse mucho más que con el
breve y fácil, el primero estará justificado.
d. Señala las indicaciones y contraindicaciones de este tratamiento. No obstante, trataré
de elucidar con ustedes algunos puntos:
 Requisitos para pacientes, Persona de educación, que proceda por sí mismo, no
es un procedimiento para tratar la degeneración neuropática.
 limitar la elección a personas que posean un estado normal. Las psicosis, los
estados de confusión y de desazón profunda (diría: tóxica), son, pues,
inapropiados para el psicoanálisis. No descarta totalmente que una
modificación apropiada del procedimiento permita superar esa
contraindicación y abordar así una psicoterapia de las psicosis.
 Edad: las personas que se acercan a la cincuentena suelen carecer de la
plasticidad de los procesos anímicos de la que depende la terapia -los ancianos
ya no son educables- y, por otra parte, porque el material que debería
reelaborarse prolongaría indefinidamente el tratamiento. El límite inferior de
edad sólo se determina según los individuos; los jóvenes que no han llegado
todavía a la pubertad a menudo constituyen un terreno óptimo para la
influencia terapéutica.
 No se recurrirá al psicoanálisis cuando sea preciso eliminar con rapidez
fenómenos peligrosos, por ejemplo, en el caso de una anorexia histérica.
e. Una cura analítica realizada con discernimiento no puede hacer temer daño alguno para
el enfermo.
Para concluir: Esta terapia se basa entonces en la intelección de que unas representaciones
inconcientes -mejor: el carácter inconciente de ciertos procesos anímicos- son la causa
inmediata de los síntomas patológicos.
CONFERENCIA DE GINEBRA SOBRE EL SÍNTOMA, Lacan

Si el hombre - decirlo parece una banalidad- no tuviese lo que se llama un cuerpo, no voy a
decir que no pensaría, pues esto es obvio, sino que no estaría profundamente capturado por la
imagen de ese cuerpo.

El hombre está capturado por la imagen de su cuerpo. Este punto explica muchas cosas y, en
primer término, el privilegio que tiene dicha imagen para él. Su mundo, si es que esta palabra
tuviese algún sentido, su Umwelt, lo que lo rodea, él lo corpo-reifica , lo hace cosa a imagen de
su cuerpo. No tiene la menor idea, ciertamente, de qué sucede en ese cuerpo. ¿Cómo
sobrevive un cuerpo? No sé si esto les llama la atención aunque más no sea un poco - si
ustedes se hacen un rasguño, pues bien, eso se arregla . Es tan sorprendente, ni más ni menos,
que el hecho de que la lagartija que pierde su cola la reconstituya, Es exactamente del mismo
orden.

Ese cuerpo adquiere su peso por la vía de la mirada, La mayoría - pero no todo- de lo que
piensa el hombre se arraiga allí.

Lo que quería decir era que en el análisis, la que trabaja es la persona que llega
verdaderamente a dar forma a una demanda de análisis. A condición de que ustedes no la
hayan colocado de inmediato en el diván, caso en el cual la cosa está ya arruinada. Es
indispensable que esa demanda verdaderamente haya adquirido forma antes de que la
acuesten. Cuando le dicen que comience - y esto no debe suceder ni la primera ni la segunda
vez, al menos si quieren comportarse dignamente- , la persona que hizo esa demanda de
análisis, cuando comienza el trabajo, es ella quien trabaja. Para nada deben considerarla como
alguien a quien ustedes deben moldear. Todo lo contrario. ¿Qué hacen ustedes allí?

Cuando alguien se asume como analista, sólo él mismo puede hacerlo. es libre en esa especie
de inauguración, que hice entonces y que llamé Proposición.

Lo exigible es haber pasado por la experiencia del análisis. ¿cómo transmitirla si uno mismo no
se sometió a ella?

Lacan sostiene que Freud nombró mal su hipótesis de inconsciente, en 1914.

El inconsciente no es simplemente por ser no sabido. Freud mismo ya lo formula diciendo


Bewusst. Aprovecho aquí la lengua alemana en la que puede establecerse una relación entre
Bewusst y Wissen. En la lengua alemana lo consciente de la conciencia se formula como lo que
verdaderamente es, a saber, el goce de un saber. Lo que Freud aportó es lo siguiente: no hay
necesidad de saber que se sabe para gozar de un saber.

Acudamos, finalmente, a esa experiencia que hacemos todos los días.

Freud debió percatarse que el enunciado de un acto fallido sólo adquiere valor por las
explicaciones de un sujeto. ¿Cómo interpretar un acto fallido? Andaríamos a tientas, en la
oscuridad más total, si el sujeto no dijese al respecto una o dos cositas

El simbolismo de la Traumdeutung es exactamente del mismo tipo. ¿Qué son los sueños sino
sueños relatados? Sólo en el proceso de su relato se lee lo que Freud llama su sentido. Cómo
sostener una hipótesis como la del inconsciente - si no se ve que es la manera que tuvo el
sujeto, si es que hay algún otro sujeto que aquél que está dividido, de estar impregnado,
podría decirse, por el lenguaje.
Sabemos muy bien en el análisis la importancia que tuvo para un sujeto, vale decir, aquello
que en ese entonces no era absolutamente nada, la manera en que fue deseado.

Los padres modelan al sujeto en esa función que titulé como simbolismo. Lo que quiere decir,
estrictamente, no que el niño sea el principio de un símbolo, sino que la manera en que le ha
sido instilado un modo de hablar, n puede sino llevar la marca del modo bajo el cual lo
aceptaron los padres.

El hombre piensa con ayuda de las palabras. Y es en el encuentro entre esas palabras y su
cuerpo dónde algo se esboza. Por otra parte, osaré decir al respecto el término de innato - ¿si
no hubiese palabras de qué podría testimoniar el hombre? Allí se ubica el sentido.

En esa época la filosofía era un modo de vivir - un modo de vivir en relación al cual uno podía
percatarse, mucho antes de Freud, que el lenguaje, ese lenguaje que no tiene absolutamente
ninguna existencia teórica, interviene siempre bajo la forma de una palabra que quise fuese lo
más cercana posible a la palabra francesa lallation - laleo en castellano- lalengua.

(Los antiguos, desde la época de Esopo. se habían percatado perfectamente de que era
absolutamente capital. Hay al respecto una fábula muy conocida, pero nadie se da cuenta de
ello. Para nada es un azar que en lalengua, cualquiera sea ella, en la que alguien recibió una
primera impronta, una palabra es equívoca. Ciertamente, no por azar en francés la palabra ne
[no] se pronuncia de manera equívoca con la palabra noeud [nudo] . Para nada es un azar que
la palabra pas [no] en francés, contrariamente a muchas otras lenguas, redoble la negación y
designe también un paso. Si me intereso tanto en el pas esto no se debe a ningún azar. Esto no
quiere decir que lalengua constituya en modo alguno un patrimonio. Es totalmente cierto que
algo volverá a surgir luego en los sueños, en toda suerte de tropiezos, en toda suerte de
maneras de decir, en función de la manera en que lalengua fue hablada y también escuchada
por tal o cual en su particularidad. Es, si me permiten emplearlo por vez primera, en ese
materialismo *b (materialismo de la palabra) dónde reside el asidero del inconsciente - quiero
decir que es lo que hace que cada cual no haya encontrado otras maneras de sustentar lo que
recién llamé el síntoma.) ¿?

Si Freud aportó algo es eso. Que los síntomas tienen un sentido y que sólo se interpretan
correctamente - correctamente quiere decir que el sujeto deje caer alguno de sus cabos- en
función de sus primeras experiencias, a saber, en la medida en que encuentre lo que hoy
llamaré, por no poder decir al respecto nada más ni nada mejor, la realidad sexual.

Freud insistió mucho al respecto. Creyó poder enfatizar especialmente el término de


autoerotismo, en la medida en que el niño descubre primero esa realidad sexual en su propio
cuerpo. Me permito - esto no me ocurre todos los días- no estar de acuerdo y no estarlo en
nombre de la obra de Freud mismo.

a- Lacan afirma que el encuentro de Juanito con su propia erección no es autoerótico


¿por qué?
El encuentro de Juanito con su propia erección no es autoerótico en lo más mínimo. Plantea
Lacan que es de lo más hétero que hay. Le es ajeno. Lo rechaza, por eso no merece en lo más
mínimo ser etiquetado como tal con el solo pretexto de que después de todo ese Wiwimacher
lo tenga enganchado en algún lugar de su bajo vientre.

b- ¿Qué es lo que Juanito encarna en los objetos externos?


Lo que encarna en los objetos externos es el encuentro con su propia erección. Aquello que
tiene que enfrentar y sobre lo cual no entiende nada.

c- ¿Qué tipo de madre y padre tiene Juanito?


Lo que Juanito no entiende es gracias al hecho de que tiene cierto tipo de madre y cierto tipo
de padre. Y su síntoma, es pues, la expresión, la significación de ese rechazo (su parte).

d- ¿Cuál es según Lacan la experiencia que obtiene Juanito de su wiiwiimacher?


Lo que obtiene es el goce que resulta de ese Wiwimacher, que le es ajeno hasta el punto de
estar en el principio de su fobia. Fobia quiere decir que está amedrentado por él.

e- ¿Qué es lo que Juanito pone del lado de su hermana vía la intervención freudiana?
A través de su hermanita, Juanito, logrará que esta soporte ese pequeño pene. La intervención
de Freud, mediatizada por el padre, no es más que una artimaña, cuyo único mérito es el de
haber sido exitosa.

¿No les pasa por la mente que esa "realidad sexual" como me expresaba recién, se especifica
en el hombre por lo siguiente: que no hay, entre el hombre macho y hembra, ninguna relación
instintiva? ¿Que nada haga que todo hombre - para designar al hombre mediante lo que le va
bastante bien, dado que se imagina naturalmente la idea del todo- que todo hombre no es
apto para satisfacer a toda mujer? Lo que efectivamente parece ser la regla en lo que atañe a
otros animales. Evidentemente, ellos no satisfacen a todas las hembras, sino que tan solo se
trata de aptitudes. El hombre - pues se puede hablar de el hombre, precedido por el- es
necesario que se contente con soñar con ello. Tiene que contentarse con soñar con ello
porque es totalmente seguro que, no sólo no satisface a toda mujer, sino que La mujer - pido
perdón por lo que sigue a los miembros quizá presentes aquí del MLF- , La mujer no existe. Hay
mujeres, pero La mujer es un sueño del hombre.

No en balde sólo se satisface con una o, incluso, con varias mujeres. Esto se debe a que no
siente ganas por las otras. ¿Por qué no tiene ganas de ellas? Porque ellas no consuenan, si me
permiten la expresión, con su inconsciente.

No sólo no hay La mujer; La mujer se define por ser lo que etiqueté hace mucho tiempo y que
les repito a ustedes: por el no toda. Esto llega más lejos aún y no surge de el hombre,
contrariamente a lo que creen los miembros del MLF, sino de ellas mismas. Ellas mismas son
no todas. A saber, que ellas no se prestan a la generalización. Incluso, lo digo ahora entre
paréntesis, a la generalización falocéntrica.

No dije que la mujer es un objeto para el hombre. Muy por el contrario, dije que era algo con
lo que nunca sabe arreglárselas. Jamás deja de meter la pata al abordar a cualquiera de ellas -
o bien porque se engañó o bien porque era justamente esa la que le hacía falta. Pero jamás se
percata de ello sino après-coup, retroactivamente.

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