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MEDICO PACIENTE
Mtro. Jorge Luis Esquivel Zubiri[1]
"...no me trates como a un boyero ni como a uno que cava la tierra, sino que después de
ilústrame primero de la causa, me tendrás así presto para obedecer..."
Aristóteles
Llamémosle acto jurídico clínico, el acuerdo de voluntades expreso, tácito o por disposición de
la ley, que sostiene una persona denominada medico y otra llamada paciente, y que tiene como
objeto, diagnosticar, atender, prevenir, curar y/o habilitar a otra persona llamada paciente.
También podemos identificar a dicho acto jurídico, como contrato de prestación médica,
asimilándolo dentro de la categoría de los contratos de prestación de servicios profesionales
que regula el Código Civil Federal.[2]
Son dos: la vida y el estado de salud física y mental del paciente. Mismos que se encuentran
comprendidos en el cuerpo del paciente.
1. La vida: Es el valor supremo de los seres humanos que acredita la existencia de los
mismos, inicia con el nacimiento y termina con la muerte.
2. La salud: Es la situación fisiológica o emocional que se encuentra cualquier ser
humano, derivado de un hecho gradual o repentino, que pone en riesgo la vida del
paciente, al grado de dañar, alterar o menoscabar sus sentidos humanos.
IV. LA RELACIÓN JURIDICA MEDICO PACIENTE
Debe entenderse como relación jurídica, el nexo que une una persona con otra, la cual implica
para cada una de las partes, una serie de derechos y obligaciones.
La relación jurídica medico paciente, puede entenderse desde dos enfoques: uno vertical y otro
de carácter horizontal.
1. Desde la perspectiva vertical, existe una subordinación del paciente hacía el médico,
donde se considera al enfermo como incapaz de tomar decisiones; por lo que el
médico decide por él, aunque fuera en deterioro del bienestar del paciente.
2. Desde la perspectiva horizontal, existe una relación de igualdad entre medico y
paciente, donde la libertad autónoma del paciente juega un papel preponderante en la
toma de decisiones en el ejercicio de su derecho de personalidad y de la información.
En la relación vertical, el medico asume una función paternal o de tutor, que considera al
enfermo desvalido física y moralmente, incapaz de tomar decisiones, así como de comprender
los tratamientos terapéuticos; en cambio desde el punto de vista horizontal, existe una igualdad
entre el médico y el paciente, que presupone el deber del medico de informar al paciente, sobre
el estado de salud, para que éste, decida de manera libre y razonada, sobre su propio cuerpo.
Los elementos de existencia del acto jurídico son dos: el consentimiento y el objeto.
1. Consentimiento
El consentimiento no es instantáneo, sino es continúo, inicia antes del acto médico y subsiste a
lo largo de todo el tratamiento.
La Comisión Nacional de Arbitraje Médico define el consentimiento (del paciente) como un acto
de decisión libre y voluntaria realizada por una persona competente, por la cual acepta las
acciones diagnósticas o terapéuticas sugeridas por sus médicos, fundado en la comprensión de
la información revelada respecto de los riesgos y beneficios que pueden ocasionar. El
consentimiento informado se sustenta en el principio de autonomía del paciente, considerando
para su existencia tres requisitos básicos necesarios para que sea válido: libertad de decisión,
explicación suficiente y competencia para decidir.[3]
1. Objeto.
El Objeto del acto jurídico clínico es el tratamiento médico-quirurgico, que el medico previo al
análisis del caso especial, hace sobre el paciente, con los riesgos que pueden ser inherentes.
El consentimiento que externe el paciente debe ser conforme a su capacidad natural de juicio y
discernimiento se lo permita. Debe estar totalmente informado sobre el diagnostico detectado
por el médico, así como también sobre las consecuencias fisiológicas de la aceptación o
rechazo de la intervención o tratamiento del médico.
1. Capacidad
El tratamiento médico-quirurgico, que el medico hace sobre el paciente, debe ser conforme a
las disposiciones éticas y jurídicas; es decir, no pueden efectuarse intervenciones o
tratamientos médicos que contravengan la ley y la ética del médico, como pueden ser el aborto
o la eutanasia.
1. Forma.
Asimismo debe contener la manifestación del paciente de estar satisfecho con la información
recibida, aclaración de las dudas planteadas y sobre la posibilidad de revocar en cualquier
momento el consentimiento informado, sin expresión de causa, así como su consentimiento
para el sometimiento al procedimiento.
1. Guardar secreto sobre los asuntos que sus pacientes le confían, así como de toda
aquella información médica que se encuentren en el expediente clínico del paciente;
salvo que alguna autoridad judicial requieran de dicha información.
Esta obligación respeta, el derecho de personalidad de la privacidad; pues el medico no tiene
que andar divulgando los padecimientos que pueden tener sus pacientes, así como también
revelar secretos íntimos que sus pacientes le confían. Esta obligación aplica especialmente,
tratándose de psiquiatras.
1. Erogar las expensas y gastos que sean necesarios para el desempeño del diagnostico
y tratamiento indicado, sin perjuicio de que le sean reembolsadas dichas cantidades
por el paciente o que se pacte lo contrario. Esta obligación, aplica tratándose de
instituciones medicas particulares, así como también, conforme a la ética del médico,
pues no puede condicionarse en casos urgentes, la prestación del servicio médico, al
pago de una retribución.
Entiéndase por responsabilidad civil, la necesidad de reparar los daños y perjuicios causados a
otros, por un hecho ilícito o por la creación de un riesgo creado.
La responsabilidad civil contrae la obligación de indemnizar los daños y perjuicios causados por
un hecho ilícito o por un riesgo creado.
El riesgo creado, es la conducta lícita pero que por utilizar algún objeto peligroso, sin culpa
alguna de su causante, logra crear un siniestro que produce de igual forma daño. Para efectos
de responsabilidad medica, el riesgo creado es cuando por la utilización de algún instrumento
técnico o de la ingeniería biomedica, o por algún suceso derivado de las condiciones
patológicas o del estado físico del paciente, o de otras circunstancias personales o
profesionales relevantes; se produce de igual forma, daño sobre el paciente, ya sea este
económico, moral o sobre su integridad física.
Las formas que existen de indemnizar son de dos tipos, ya sea efectuar una reparación
naturalmente o hacerlo por otra equivalente. La primera tiende a borrar los efectos dañosos,
restableciendo las cosas a la situación que tenía antes de él. Coloca de nuevo a la víctima en el
pleno disfrute de los derechos o intereses que le fueron lesionados.
Es decir, para efectos doctrinales, consideramos ilicitud en la relación jurídica contractual entre
el medico y el paciente, cuando el medico no cumpla con sus obligaciones, es decir:
Preste sus servicios de manera deficiente o negligente, sin poner tampoco todo su
conocimiento científico y técnico, al servicio del paciente, durante el desempeño del
diagnostico y tratamiento.
No informe al paciente sobre el diagnostico y tratamiento de la enfermedad; o bien, aún
cuando el paciente se niegue a escuchar dicha información, el medico insista en
proporcionárselo.
Revele secretos íntimos de sus pacientes sin el consentimiento de éste, o proporcione
la información contenida en el expediente clínico a una tercera persona sin interés legitimo.
Cuando en casos urgentes, no erogue aquellos gastos necesarios para el diagnostico y
tratamiento de la enfermedad.
Del mismo modo, incurre en hecho ilícito cuando contravenga algunos de los elementos de
existencia o de validez del acto jurídico clínico expuestos con anterioridad. (Ausencia de vicios
de voluntad, capacidad, licitud del objeto, forma).
La culpa es un matiz o color particular de la conducta, es una calificación del proceder humano
que se caracteriza porque su autor incurrió deliberada o fortuitamente en un error de la
conducta, proveniente de su dolo o imprudencia.
Se actúa dolosamente cuando existe una mala intención del medico en perjudicar al paciente.
Y será imprudencialmente, cuando el medico debiendo haber prevenido algunos sucesos,
estos ocurran, sin haber tomado las medidas racionales para ello.
Por ejemplo la culpa dolosa se da cuando el medico prometa a su cliente mediante una
intervención quirúrgica de liposucción o cirugía estética, reducirle de peso o bajarle de edad; a
cambio de estafarlo económicamente. Generalmente la culpa dolosa se encuentra tipifica
penalmente y es susceptible de responsabilidad penal.
La imprudencia ocurre, cuando el medico no efectúa todos aquellos estudios y análisis clínicos
previos a una intervención quirúrgica, debiendo prevenir cualquier suceso durante la
intervención quirúrgica, la cual al ocurrir, no pudo el médico solucionar. Por ejemplo, al hacer
una operación, el médico se equivoco en suministrar la dosis de anestesia, produciéndole la
muerte al paciente y por consiguiente, tiene la responsabilidad civil de indemnizar a los
familiares del difunto.
El daño moral, es la lesión que el paciente sufre en sus sentimientos, afecciones, creencias,
honor, reputación o de la consideración que si misma tiene el paciente, pruduciendose el
mismo a causa de la culpa del médico.
El derecho civil establece como excluyentes de responsabilidad civil, cuando los contratantes
pacten cláusula de no responsabilidad, cuando el daño producido sea por culpa grave de la
víctima, o bien, el mismo haya sido ocasionado por caso fortuito o de fuerza mayor.
En materia medica, las excluyentes de responsabilidad sería la culpa grave del paciente de no
informarle totalmente al paciente en la emisión de su diagnostico y tratamiento, así como
también por sucesos de caso fortuito o de fuerza mayor ajenos a la voluntad del médico.
Si bien es cierto existe el consentimiento libre e informado del paciente para que el medico
pueda desempeñar su trabajo, también lo es, que el mismo no puede servir de causal de
exclusión en los casos de negligencia medica, por las cuales, el medico es responsable civil y
hasta penalmente.
Por otra parte el hecho de que el paciente no informe de todos sus padecimientos al médico,
hace que este último no sea responsable de los imprevistos que puedan ocurrir durante el
tratamiento o la intervención quirúrgica.
BIBLIOGRAFÍA