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Ensayo
C.I: 26988816
Noviembre, 2018
El presidente Hugo Chávez, intento crear una especia de modalidad política
para así sustituir los logros alcanzados en el periodo de 1958-1999. Esta especie de
modalidad fue una especie de conversión del gasto social que fue en instrumento para
fidelizar a la población al proyecto político socialista, todo esto tuvo un altísimo
costo. También es causante de la paradoja entre la mayor erogación de recursos
registrado en los presupuestos del país y la destrucción sin precedentes históricos del
patrimonio social de los venezolanos. Esta compleja operación política fue
acompañada de una audaz campaña de propaganda política mediante la cual se logró
convencer a una parte de la opinión pública nacional e internacional de que la real
intención del Socialismo Siglo XXI era redimir a la población más vulnerable, hacer
justicia a los más pobres, objetivo que requería alinear los recursos fiscales del Estado
con ese fin. Quince años después las cuentas pueden sacarse y los resultados
evaluarse de forma imparcial. Con este propósito se crearon parasistemas de
educación y salud, y una red alimenticia que servía para invertir y concentra la en
sistemas distintos por los recursos humanos para zona educativas totalmente
ideologizada.
Todo esto que ofreció el grupo militar llenó al pueblo de una esperanza para
así salir de la crisis que se había presentado a principios de los noventa y así acabar
con la pobreza. Esta propuesta logró un amplio consenso nacional e internacional. Si
el gran objetivo reconocido por este grupo que en 1999 arribaría al poder era
implantar el Socialismo en Venezuela y acabar con cualquier tipo de capitalismo,
todos los recursos fiscales provenientes del petróleo se orientarían hacia esos fines,
para ello era necesario fortalecer el apoyo político proveniente de los sectores
populares mayoritarios de Venezuela.
Con todo esto y pasado el tiempo, el presidente Hugo Chávez pone en marcha
el plan de la creación de las Misiones Sociales con el fin superar y poner fin a la
pobreza que afectaba en ese entonces a la mayoría del país, pero con la intención
implícita de asegurar el apoyo mayoritario de los sectores populares para su
permanencia en el poder y con ello lograr su gran objetivo, eliminar los vestigios del
capitalismo y convertirnos en un país socialista. Para alcanzar sus objetivos, el
gobierno empeñó gran parte de los recursos fiscales, reorientó el gasto social al logro
de estos fines, dejando en completo estado de orfandad las redes institucionales que el
país había construido durante más de 4 décadas, abandonó el mantenimiento de sus
infraestructuras, intentó ideologizar la formación de recursos humanos, disminuyó la
inversión en innovaciones tecnológicas y en todo el patrimonio de servicios sociales
en general, incluyendo los servicios básicos como las redes nacionales de electricidad
y de dotación de agua potable.
Todo este proceso tanto de las misiones que eran orientadas a los sectores más
pobres del país, funcionaron de manera paralela e independiente a la infraestructura y
al personal de servicios sociales ya existentes en el país, ejecutándose para resolver
problemas prioritarios de la población. El gran fracaso en estas políticas públicas y de
la orientación del gasto social ha convertido a Venezuela en un país con crecientes y
graves problemas de malnutrición, desnutrición, atraso y perdidas en la formación de
recursos humanos, con brotes de problemas sanitarios ya superados y destrucción
patrimonial derivada del abandono de la infraestructura de hospitales, ambulatorios,
universidades, sistemas de acueductos y electricidad. Conjunto de factores negativos
que han convertido a Venezuela en un país con una desmejora ostensible de la calidad
de vida de toda la población, grandes alteraciones de la paz y altísimos niveles de
conflictividad.
Finalmente, todo esto mencionado ha llevado a Venezuela a caer a unas de las
crisis mas problemática y fuerte que se haya podido presente que en cualquier otro
gobierno, hoy en día la calidad de vida de un venezolano carece de falta de empleo,
estabilidad económica, inflación, falta de recursos y medicamentos y entre otras cosa
que afectan el desarrollo social del país. La promesa de redención de los pobres
nunca existió, lo que sobrevive hoy es la relación vinculante entre la reorientación del
gasto social hacia la creación de parasistemas de servicios sociales ideologizados y el
abandono de la red de servicios construida y en funcionamiento hasta 1998 como
causante de la perdida de gran parte del patrimonio de servicio sociales de los
venezolanos, con fuertes daños colaterales en su bienestar físico y moral.