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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

CARRERA DE EDUCACIÓN

NOMBRE: LEIDY TORO

FECHA: Quito, 13 de julio del 2019

TRABAJO DE FILOSOFÍA POLÍTICA.

1. La función y el rol del Estado.

El Estado para Poulantzas es una institución que sostiene el sistema capitalista y que
favorece a los intereses de las clases dominantes a través de la represión. Este autor en la
construcción de una teoría sobre el Estado, llego a la conclusión de que el Estado es una
institución que forma parte del capitalismo, y que a pesar de lograr incrementar los niveles
de participación de las masas, es una institución que únicamente legitima y defiende al
capitalismo. Es importante señalar que para Yolanda Rodríguez (2009) “con este tipo de
Estado -benefactor, pero capitalista, de democracia burguesa sin revolución desde abajo,
no se proseguía “en línea recta” hacia una sociedad emancipada del yugo del capital”
(pág. 42).

La reflexión de Poulantzas sobre el Estado, lo hace bajo una posición estructuralista,


determinando que su estructura es de carácter represivo, y la cual se extiende hacia otras
instituciones que se encuentran en la sociedad civil y que no son necesariamente
represivas como la iglesia, la escuela y los hospitales. En esta reflexión, es importante
señalar que Poulantzas asigna un lugar central al Estado en la reproducción del sistema
capitalista, ya que en tiempos de crisis, el Estado cumple una función de organización y
estructuración de las clases dominantes, para de este modo garantizar la reproducción del
sistema.

En este sentido, el carácter represivo usualmente atribuido al Estado, queda reemplazado


en la teoría de Poulantzas por una estructura funcional, porque el Estado además de
reprimir, cumple una función de equilibrio entre las tensiones de las fracciones
capitalistas y los diferentes niveles de la formación social. Por lo tanto, la función del
Estado es garantizar la supervivencia del sistema, a partir de la satisfacción parcial de las
demandas de las clases dominadas, y ganar una aceptación generalizada. En opinión de
Yolanda Rodríguez (2009) “esto se logra, por un lado, concretando un sistema de
coaliciones y, por el otro, sembrando una cierta ideología” (2009, pág. 43).

2. El papel del intelectual.

Para Gramsci, el papel del intelectual debe caracterizarse por la unión entre teoría y
práctica, y así construir una nueva hegemonía, donde debe gobernar el partido junto con
los intelectuales orgánicos. Este grupo de intelectuales, tiene por objetivo “cimentar
ideología y develar situaciones: el paso de “la consciencia en sí” a “la conciencia para sí”
(Albarez, 2016, pág. 154). Además, el papel del intelectual no se caracteriza únicamente
por la reflexión, sino por la militancia y su capacidad para organizar demandas y procesos
de lucha con las clases subalternas.

Este grupo de intelectuales prestan la orientación y la dirección ideológica del partido. Su


función consiste en reflexionar y presentar las contradicciones del capitalismo, para de
este modo tratar de derrumbar este sistema donde la gran mayoría vive en condiciones de
enajenación y pobreza.

3. Comparación entre la hegemonía de Poulantzas y Gramsci.

Hegemonía es un término griego que significa conducir, ser guía, o ser jefe. Dentro de la
obra de Gramsci, adquiere un significado político, que pone de realce el componente
ideológico y cultural de la política, en lugar de considerarla como un derivado de la
economía. Con este concepto Gramsci se propuso iniciar procesos para la fundación de
un nuevo Estado, establecer el gobierno de un nuevo príncipe, que sume los intereses y
las demandas de los grupos subalternos.

En opinión de Natalia Albarez (2016), “el concepto de hegemonía en Gramsci señala la


dirección político-ideológica que forja la base social para la conquista del poder político
y la construcción de un nuevo Estado” (pág. 155). Para comprender esta necesidad por
conquistar el poder político, es necesario indicar que Gramsci vio en la dominación
burguesa, una forma de hegemonía acorazada que tendía a la coerción de la sociedad a
partir de la ideología. De modo, que la clase dominante no solo ejerce poder a partir de la
coacción o la represión, sino a través de la imposición de una visión del mundo, que se
reproduce en aparatos como la escuela, o los medios de comunicación. Por lo tanto,
Gramsci señala que la subversión contra el poder, debe llevar una nueva forma de
dominación ideológica, cuyos autores son los intelectuales orgánicos.

El proletariado al ser una clase empobrecida y oprimida, debe asumir su condición y su


realidad, para alzarse contra el poder y conquistarlo. La hegemonía de las clases
subalternas, desempeña un rol fundamental en esta conquista del poder, pues únicamente
cuando estos grupos dejan a un lado su visión exclusivista de corporación, pueden iniciar
procesos de acción política para ser capaces de gobernar como clase.

En la construcción de esta hegemonía, Gramsci enfatizó en la necesidad de articular la


práctica con la teoría, la ciencia con la acción. Esto quiere decir, que las luchas contra las
clases oprimidas deben partir con una reflexión, donde se presenten las condiciones de
represión de estas clases, para así encontrar demandas comunes, que los lleven a
levantarse contra las clases dominantes.

Para Poulantzas en cambio, el concepto de hegemonía guarda una relación con la


estructura y la función del Estado. Es decir, el Estado capitalista al garantizar la
supervivencia del sistema, genera procesos de equilibrio y de articulación de las clases
dominadas, a partir de la coerción ideológica. La entrega de beneficios económicos y
cierta participación de las clases subalternas en la vida pública, pueden ser interpretadas
como una manera de conquista de la sociedad, siendo este, el elemento principal de la
hegemonía, ya que organiza la sociedad a nivel ideológico.

Bibliografía
Albarez, N. (2016). Hegemonía en Gramsci: Una propuesta para el análisis y la acción
política. Estudios sociales contempóraneos .

Rodriguez, Y. (2009). Lo político y la política. Un diálogo de Nicos Poulantzas con


Antonio Gramsci. Ciencia política, 38-52.

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