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Nuestra posición en Cristo

Por Rebecca (Brown) Yoder, MD

Recientemente el Señor ha me ha traído a mi, Rebecca, a un entendimiento más profundo de


nuestra posición en Cristo. La escritura en Efesios 2 es tan a menudo citada, pero muy
poco entendida en una manera práctica para nuestras vidas diarias.

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). 6 Juntamente con él
nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales
con Cristo Jesús”. Efesios 2:4-6

He leído libros enteros acerca de esta frase importante “nos hizo sentar en los
lugares celestiales con Cristo Jesús”. Sin que el autor le diera una definición
práctica a lo que esto significa en nuestra vida diaria.

Primero, ¿DONDE están “los lugares celestiales”?. Efesios nos dice:

“Esta fuerza operó en Cristo resucitándolo de los muertos y


sentándolo a su derecha en los lugares celestiales, 21 sobre todo
principado y autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero. 22 Y
sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre
todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de
Aquel que todo lo llena en todo”. Efesios 2:20-23

“Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en


el cielo y en la tierra”. Mateo 28:18

“sobre todo principado y autoridad, poder y señorío, y


El DONDE, es:
sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino
también en el venidero”. Asombroso, ¿verdad? ¡No puede ir más arriba de allí! Esta
es, en realidad, la base de nuestra autoridad sobre Satanás y su reino en el nombre de
Jesús. Satanás mismo está incluido en “sobre todo principado y autoridad,
poder y señorío”.

La siguiente pregunta es ¿CÓMO llegamos a esta posición? Hay una escritura increíble, que
es muy poco entendida, en el evangelio de Juan, capítulo 17. La encontramos en la oración
que Jesús hizo justo antes de su crucifixión. Primero Jesús ora por sus discípulos, luego
añade:

“Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de
creer en mí por la palabra de ellos,” Juan 17:20

¿Por quién está orando Jesús aquí? ¡Usted y yo! Nosotros somos los que hemos creído en
Jesucristo a través de la palabra de los discípulos, que han sido guardadas para nosotros en
la Biblia. Por lo tanto los siguientes versículos después de esta declaración es Jesús orando
directamente por nosotros.
“. . . para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú
me enviaste. Yo les he dado la gloria que me diste….” Juan 17:21-22

Esta es una declaración asombrosa. Jesús está diciendo que la gloria que Dios el Padre le ha
dado, ¡Él nos la da a nosotros también! ¡Increíble! Así que, ¿Qué significa exactamente la
palabra gloria? Sí, significa esplendor, brillantez, majestad, etc. PERO, la palabra gloria
también significa autoridad. Jesús estaba diciendo que nos daba Su autoridad. Verá, estar
sentado en los lugares celestiales es una posición legal de autoridad. No es simplemente
una posición física. Pensamos que Jesús está físicamente sentado en el cielo a la derecha de
Dios el Padre, y lo está, pero Él también tiene una posición de autoridad. Su autoridad es
una posición legal. Así como un oficial de la policía mantiene una posición de autoridad legal
para reforzar la ley sobre usted y yo, Jesús mantiene una posición legal de autoridad sobre
todo. No hay un poder físico en esa pieza de metal que el policía tiene para identificarlo. Su
placa es su identificación y nos muestra su posición legal. Sabemos que si desobedecemos
una orden de un oficial, el tiene la autoridad de llamar todo el poder del gobierno como
respaldo para forzarnos a obedecer – equipos SWAT, etc. ¡Ellos tienen las pistolas más
grandes! Cuando Jesús ordena algo, Él tiene todo el poder, completamente ilimitado, de la
cabecera de Dios respaldándolo. Es difícil para nosotros concebir algo ilimitado, pero no hay
absolutamente ningún límite para el poder de Dios. Él tuvo suficiente poder para crear todo
este universo físico con mucho de sobra.

Nuestra posición de estar “sentados en los lugares celestiales con Cristo Jesús”
es una posición legal, no física. No estamos físicamente en el cielo con Jesús, seguro que nos
damos cuenta de ello. El problema es que no podemos “ver” una posición legal con nuestros
ojos físicos, por ello tendemos a olvidarla o no la entendemos. Déjeme intentar ilustrarlo.
Aquellos que están casados están en la posición física de estar casados así como en la
posición legal de lo mismo. Cuando usted y su esposo (a) están en el mismo lugar físico al
mismo tiempo, entonces su posición es física. Pero cuando tiene que ir en una dirección, y su
cónyuge tiene que ir en otra, los dos están separados físicamente. Cuando ya no puede ver,
sentir o escuchar a su cónyuge, ¿Significa que ya no están casados? ¡Por supuesto que no! A
causa de su posición legal usted está legalmente casado. Una distancia física no pone fin a su
posición legal de matrimonio. Así es nuestra posición legal en Cristo. No estamos físicamente
en la presencia de Jesús ahora, pero ESTAMOS es una posición legal de estar en una relación
con Jesús muy especial. Él está en una posición legal de gran autoridad, y así estamos
nosotros en la misma posición con Él – legalmente, no físicamente. Por lo tanto, Su
autoridad es nuestra autoridad. Nuestra placa de policía, para explicarlo así, es el nombre de
Jesús. Cuando usamos el nombre de Jesús, ¡todo el poder de la cabecera de Dios nos
respalda! Prefiero eso a miles de equipos de respaldo policiales.

El Salmista se maravilló con este concepto cuando escribió:

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,


la luna y las estrellas que tú formaste,

digo: «¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria,


y el hijo del hombre para que lo visites?»

5 Lo has hecho poco menor que los ángeles


y lo coronaste de gloria y de honra.

6 Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos;


todo lo pusiste debajo de sus pies:
7 ovejas y bueyes, todo ello,
y asimismo las bestias del campo,

8 las aves del cielo y los peces del mar;


¡todo cuanto pasa por los senderos del mar!
9 ¡Jehová, Señor nuestro,
cuán grande es tu nombre en toda la tierra!” Salmos 8:3-9

Una vez más, la “Gloria” que Dios le ha dado a la humanidad es una posición de autoridad.
¡Dios ha puesto a la creación en una posición de subordinación legal nuestra!

La segunda pregunta es ¿COMO entramos por completo en esta posición? Bien, en realidad
no hay nada que podamos hacer al respecto; Jesús y Dios el Padre ya lo hicieron por
nosotros. Jesús nos dijo que podemos acceder a esta autoridad a través del uso de Su
nombre. Así como el policía necesita usar su placa o mostrarla antes de usar su autoridad
legal para arrestar a alguien, así tenemos que usar nuestra “placa” usando el nombre de
Jesús. Esto requiere dos cosas:

1. Posición

2. Fe

Primero, TENEMOS que estar en una posición de ser un verdadero siervo de


Jesucristo. Eso significa que tenemos que tomar una decisión libre de hacer a Jesucristo
nuestro Dios y nuestro Salvador. Una vez oramos y le decimos esto a Jesús, entonces
somos puestos inmediatamente bajo la cobertura de Su sangre y nuestra
posición cambia. Antes de hacer esto, estábamos en una posición de ser pecadores
separados de Dios, inmediatamente después, nos convertimos en hijos de Dios por
adopción. Todos los hijos de Dios, es decir los Cristianos, son inmediatamente puestos
en una posición legal de ser sentados en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Sin
embargo, creo que su habilidad para usar esa autoridad crece según usted crece en el
Señor. Justo como alguien nuevo en la policía no tiene la misma autoridad que el Jefe de
la Policía. Pero, aún ese oficial nuevo tiene una cantidad básica de autoridad legal. Así es
con cada nuevo Cristiano el segundo en que acepta a Jesús.

En segundo lugar, ¿CÓMO usa esta autoridad en realidad? ¡Por fe! Fe es el elemento clave
de todo. Bien, entonces ¿Qué es fe y como la obtenemos? Simple. ¡La fe es una decisión!
Depende de usted, es su decisión. La fe es decidir aceptar como un hecho que Dios siempre
cumple Su palabra.

Déjeme ilustrarlo de esta manera. Usted vive su vida entera basada en fe en la gravedad.
¡Por eso es que no salta del borde de un edificio de diez pisos! En algún punto en su vida
decide aceptar que la gravedad existe. No puede ver la gravedad, no la puede sentir, pero
decide aceptar el hecho de que HAY gravedad. Esta es una decisión de su libre albedrío que
usted ha hecho. Tenemos que proteger a los niños pequeños porque ellos no han tomado
esta decisión aún. No tienen fe en la gravedad.

¿Necesita más fe? Lo que en verdad necesita es una voluntad más fuerte. La voluntad para
decidir lo que es un hecho y lo que no es. Mientras más tiempo pase leyendo y estudiando
la palabra de Dios y escuchándola, más fuertes serán sus decisiones en el reino de
Dios. (Romanos 10:17) Mientras más pone al pecado fuera de su vida, más libremente
puede fluir el Espíritu Santo en su vida, y más fe tendrá. En resumen, tiene que aceptar
como un hecho, que está ahora en la posición legal de estar sentado en lugares
celestiales con Cristo Jesús.

Una vez venga a este entendimiento, su vida y especialmente sus oraciones, ¡cambiarán
dramáticamente! Pídale al Espíritu Santo que le enseñe todo lo que este hecho
significa en su vida diaria. Aquí está un ejemplo de lo que El Señor usó en mi propia vida
para hacerme entender este concepto.

Por años he conocido y practicado la autoridad que tengo en el nombre de Jesús sobre el
reino de Satanás. Pero no he sido tan diligente al usar esta autoridad en otras áreas de mi
vida, simplemente creo que fue porque no lo entendía. Daniel y yo tenemos un pequeño gato
Russian Blue llamado Joseph. Tiene un año y medio ¡y energía abundante! Dejamos que
nuestros gatos corran fuera todo el día, aquí en el rancho. No hay calles alrededor así que no
tenemos que preocuparnos por que los atropelle un carro. Sin embargo, siempre los
metemos antes de que anochezca porque los coyotes bajan de las montañas al valle en la
noche. ¡Desafortunadamente a los coyotes les gusta comer gatos! Así que es por su propio
bien que los traemos dentro. Sin embargo, Joseph no quiere entrar en la noche. Quiere
andar afuera todo el día Y toda la noche. Sería muy fácil para el andar por 24 horas ¡sin ni
siquiera detenerse a comer!

Joseph es uno de los gatos especiales de Daniel. Así que cuando Joseph se queda afuera
toda la noche, Daniel está levantado preocupado, dando vueltas y afuera buscándolo, ¡y por
lo tanto yo también me desvelo! Es imposible tener a Joseph confinado en la casa mientras
dejamos que los otros gatos anden fuera. Hace unas pocas semanas, ya se hacía muy tarde
y enfrentamos otra vez el problema de que Joseph no llegó cuando se suponía que lo hiciera.
Se estaba oscureciendo rápidamente, y estábamos preocupados. Salí a orar al respecto. Dije,
“Por favor Padre, ¡en el nombre de Jesús te pido desesperadamente que envíes ángeles a
que traigan a Joseph a casa!” Inmediatamente el Señor me contestó claramente y dijo,
“Hice a ese gato con un libre albedrío. El no quiere venir a casa.” Pensé
al respecto por un momento, y repentinamente el Espíritu Santo empezó a mostrarme esas
escrituras de las que estuve hablando anteriormente. Bajo la inspiración del Espíritu Santo
oré, “Si Señor, así lo hiciste, pero yo estoy sentada en lugares celestiales con Cristo
Jesús. Estoy en una posición de dominio sobre tu creación, y eso incluye a Joseph.
Por tanto, en el nombre de Jesús, ¡te pido que vayas en contra de su libre albedrío
y lo traigas a casa ya sea que quiera venir o no!” Luego me senté en el porche para
esperar y ver lo que sucedería. Dentro de diez minutos, Joseph llegó al frente de la casa, con
su pelaje agitado, siseando y mirando hacia atrás. Yo no miraba a nadie, ¡pero no tengo
duda de que lo que miraba era el ángel que lo trajo a casa! No estaba contento, pero pude
dormir tranquila esa noche, ¡Alabado sea Dios! Desde entonces he orado de la misma forma
por Joseph, y cada vez el Señor lo trae a casa. Finalmente está aprendiendo a venir por su
cuenta la mayoría de las veces.

¡En verdad piense al respecto! ¡Este concepto cambiará si vida de oración! ¿Cuántas de
nuestras oraciones no son contestadas porque no usamos nuestra autoridad dada por Dios?
Es obvio que Dios quiere trabajar aquí en la tierra a través de Su iglesia. Pero
nuestra falta de oración y además nuestra falta de uso de la autoridad dada a
nosotros nos impide que esta obra sea realizada. Es el Espíritu Santo que obra en
nosotros para mostrarnos como orar. Le sugiero que le pida al Espíritu Santo que le enseñe a
usar este concepto en sus oraciones diarias. Pero SI recuerde esto. Jesús nos dio el ejemplo
cuando dijo “Solo hago aquello que veo que mi Padre en el cielo hace:” En otras
palabras, usaremos nuestra autoridad dada por Dios SOLO cuando y como el Señor nos guíe
a hacerlo. Dios no nos honrará si intentamos usarla solo para nuestros propios deseos. Por
eso Santiago escribió:
“.. pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, pero no
recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites...”
Santiago 4:2-3

¿Qué es aquello que no tiene porque no lo ha pedido, y no lo ha pedido de la manera


correcta, usando la autoridad que Dios le dio? ¿Cuánto trabajo en el reino de Dios no se ha
logrado porque no preparamos el camino orando al respecto? Oro con devoción que el
Espíritu Santo nos muestre a todos las respuestas a estas preguntas.

Continuará. . . .

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