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Técnica: ESCULTURA FAMILIAR

Fundamento teórico (TERU)

Si bien la escultura familiar es una técnica psicodramática, su denominación y

aplicación específica a la terapia familiar remite a Kantor (1959) y otros autores como

Duhl del Instituto de la Familia de Boston, y su desarrollo y extensión posterior a los

autores, Papp, Silverstein y Carter (1973).

El grupo del Instituto de la Familia de Boston (Dhul, Kantor y Dhul, 1959) define la

escultura como un proceso dinámico, activo, no lineal, que retrata las interrelaciones en

el espacio y el tiempo, de forma que hechos o actitudes se pueden percibir y

experimentar simultáneamente Entonces, se trata de modelar, utilizando volúmenes –los

cuerpos–, para representar un mundo, que puede ser interior o exterior, de la persona

que realiza la escultura.

A partir de ello, se trata de utilizar los cuerpos de aquellos individuos que forman el

grupo, moldeando sus posturas, gestos, posiciones relativas, distancias y contactos, para

conformar un grupo escultórico, habitualmente estático, que muestra ya a primera vista

el esquema de las interrelaciones de aquel grupo humano; siempre desde la subjetividad

del "escultor", y sirviendo también de base para poder desarrollar una serie de técnicas

subsidiarias que completan la utilidad de la escultura.

Otra de las ventajas de la utilización de la escultura como técnica, según Papp (1973), es

que permite dar al síntoma un contexto, es decir, permite observar al síntoma como

parte de la trama de relaciones de la familia, lo cual contribuye a obtener una nueva

comprensión del mismo.

A partir de ello, cuando los integrantes de la familia se han “visto” en esculturas, se han

“sentido” actuando en situaciones y se han “oído” los temores, es imposible dar marcha
atrás. Surgen con fuerza aspectos relacionales que hablan de un sufrimiento general y

con una repercusión emocional que supera ampliamente la conseguida a nivel verbal

(Moreno, 1966).

De esta manera, el valor real del surgimiento de los afectos sucede cuando los mismos

son experimentados y evaluados en el contexto de la familia, siendo la escultura una

fuente de una intensa movilización emocional (Papp, 1973).

Minuchin (1984) afirma: "cuando una familia se presenta por primera vez a la terapia,

su modo de ubicarse puede dar indicaciones sobre alianzas y coaliciones, centralidad y

aislamiento".

Descripción adecuada ejecución (SOFI)

Es necesario que el terapeuta adquiera mediante el entrenamiento, las siguientes

competencias estudiadas por Moreno (1966)

- Ser facilitador reflexivo del proceso de escultura y desarrollar una actitud

empática respecto al sufrimiento y a las dificultades de la familia.

- Postura optimista y actitud neutral, en el proceso de exploración, contribuyendo

a construir junto con los miembros de la familia, la situación problemática.

- Capacidad de observación clínica para registrar las interacciones que se realizan,

del sujeto problema consigo mismo, con los demás y con el entorno.

- Otorgar especial atención al aspecto comportamental y emocional de la

comunicación, no tanto así al semántico.

Indicaciones (LULA)

Respecto a las potencialidades de esta técnica, su indicación está especificada tanto en

grupos terapéuticos como en terapias de pareja y familia (Población, 1991). Además, es


posible aplicarla ya sea en el sistema total familiar o en distintos subsistemas,

conservando sus riquezas, ventajas y características.

La escultura ha sido utilizada, no solo en el área clínica, sino también en procesos de

formación y de supervisión y siempre es posible asombrarse del inmenso poder de

condensación de esta técnica.

Es recomendable su uso en sistemas familiares y pacientes que presentan situaciones de

inestabilidad emocional, estados de angustia intensos, sentimientos de desilusión,

pérdida, agresividad y descontrol donde el sistema es incapaz de introducir alternativas

y soluciones de la situación (Onnis, 1990).

También así, está demostrada su efectividad en pacientes adolescentes con trastornos de

comportamientos y patologías psicosomáticas graves como anorexia (Onnis, 1990).

Además, está indicada en pacientes alcohólicos, personalidades fóbico-depresivas y

neurosis postraumáticas ya que permite reorganizar y restructurar dinamismos internos.

Contraindicaciones (KARI)

Por último, su contraindicación esta especificada en sujetos con tendencia al acting-out,

sobre todo si se trata de personalidades agresivas. La agresión real está prohibida,

aunque pueden tratarse estos sujetos si se está atento a la aparición de la agresión para

neutralizarla (Población, 1991)

Procedimientos (MAJO)

Básicamente la escultura consiste en solicitar a un miembro del sistema que represente

espacialmente, por medio del uso de sus manos, las relaciones familiares actuando como

un escultor que modela actitudinalmente y sitúa en el espacio a los diferentes miembros,

creando un grupo escultórico y mostrando cómo el mismo percibe las relaciones entre
ellos. No olvidar que la escultura es la expresión de la subjetividad del escultor

(Población, 1991)

Según Población (1991), es necesario sugerir inicialmente que la escultura sea estática,

ya que permite tomar un tiempo para vivenciar la propia situación y postura en el aquí-

ahora de la escultura. Diferenciándose así el proceso de esculpir de la impresión que

produce una vez construida.

Posteriormente, se estimula una discusión y debate sobre sentimientos que se han

experimentado en cada posición adoptada.

Las preguntas realizadas por el terapeuta tienen como objetivo: condensar la experiencia

de los miembros esculpidos en sus aspectos cognitivos, afectivos y comportamentales,

con lo cual la persona puede tomar consciencia y comprender emocionalmente

situaciones significativas del ciclo evolutivo familiar, generando una posterior

reconstrucción y reestructuración del sistema (Población, 1991). Esta toma de

consciencia significará la puesta en tela de juicio de las creencias y vivencias hasta

entonces experimentadas.

Formas de ejecución y posibles complicaciones (MAJO)

Forma clásica o escultura real

1- Se pide a un miembro de la familia, generalmente al portador de síntoma o paciente

identificado (escultor), que haga una escultura de su familia respondiendo a la consigna:

“Haga una escultura estática que muestre lo que está ocurriendo en la actualidad con su

familia. Tenga en cuenta que usted también debe incluirse en el conjunto”.


2- Una vez construida la escultura, es decir, cuando todos los miembros de la familia

están en posición, se pide que se “tomen un tiempo para captar la vivencia

proporcionada por esa experiencia”.

3- Más tarde, se solicita a cada uno de los participantes de la escultura, que exprese en

voz alta sin dirigirse a nadie, la vivencia del aquí y ahora: “Exprese en voz alta todo lo

que le provoca esta escultura, sus sentimientos, sensaciones físicas, lo que imagina, lo

que piensa”

4- Una vez que se tomó contacto con la estructura general de la familia, el terapeuta

abre el debate sobre las divergencias y convergencias en modos perceptuales,

proximidades y distancias entre los miembros de la familia, así como también se

permite la discusión sobre la jerarquía familiar y los modelos de comunicación no

verbal.

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