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Teología pastoral

Las relaciones profesionales del pastor

El ministerio pastoral, aunque resultante de una vocación divina y con un componente espiritual
muy importante, tiene también una dimensión técnica y profesional evidente. El pastor no se
presenta delante de sus fieles como un “amateur” de los asuntos de la iglesia, sino como un
profesional que se ha preparado consecuentemente para ello. Esta dimensión profesional del
ministerio pastoral se ejerce en el ámbito de sus relaciones tanto interpersonales como
institucionales. La profesionalidad de un pastor se manifiesta en lo que debe hacer y en lo que no
debe hacer en cada circunstancia, cómo y cuándo debe actuar, en el liderazgo y en el
aconsejamiento, en las relaciones públicas y en las relaciones institucionales, en la
administración y en la organización de la iglesia.

Siete son los ámbitos de relación profesional de un pastor, vamos simplemente a enumerarlos
aportando algunas referencias bibliográficas complementarias:

1. El pastor y la congregación local

1.1 El pastor y los responsables locales de la iglesia: ancianos, secretario, tesorero, directores de
los departamentos (Cf. EGW, El Ministerio Pastoral, pp. 115-121; Roberto H. Pierson, Para
Usted que quiere ser dirigente, pp. 49-60; 119-124)

1.2 El pastor y los miembros de iglesia: la cura de almas, el liderazgo espiritual, el


aconsejamiento, la visitación (El Ministerio Pastoral, pp. 245-248; 255-258; 261-265).

a) Las actitudes del pastor con los miembros (Cf. Seventh-Day Adventist Minister’s Manual, p.
27; Roberto H. Pierson, op. cit. Pp.41-47)

Si un ministro no se lleva bien con la gente de su iglesia, no podrá llevarse bien con su propio
ministerio. El interés supremo de un pastor son los miembros de la iglesia (Juan 10:11). Si se
deleita en la lectura de libros o en la información recibida por Internet, si le gusta la
administración, incluso si es un buen predicador, pero sus relaciones con los miembros son
difíciles, no tendrá éxito en su ministerio. El pastor es un especialista en el trato con la gente, en
relaciones humanas.

En un estudio realizado durante seis años con miles de miembros de iglesia de cuarenta y siete
diferentes denominaciones, se constató cuáles son las expectativas de los miembros de iglesia
con respecto a sus pastores. El estudio mostró que la integridad y una actitud afectuosa eran
mucho más apreciadas que las cualidades intelectuales o profesionales. El estudio mostró
también que el segundo elemento más negativo en las expectativas de los laicos con respecto al
pastor eran sus relaciones interpersonales: distanciamiento, indiferencia, rechazo de los
miembros o actitudes críticas, insensibilidad hacia sus problemas, menosprecio, estos eran
los elementos más negativos en la valoración del ministerio pastoral.

En resumen, las actitudes más que los dones o la preparación son la clave del éxito en el
ministerio pastoral. Dice EGW: “El tacto y el buen criterio centuplican la utilidad del obrero”
(Obreros Evangélicos, p. 125)

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b) La prevención de amistades íntimas en la congregación (Seventh-Day Adventist Minister’s
Manual, pp. 28-30)

La amistad del pastor con todos sus miembros es siempre deseable y necesaria. Todos
necesitamos tener amigos, e incluso amigos íntimos pero cuando esas amistades íntimas del
pastor se crean en la congregación, tres son las complicaciones que se pueden producir:

 El pastor puede ser acusado de parcialidad. El pastor debe tratar a todos los miembros
por igual y una amistad íntima es discriminatoria e impide, a veces, ser imparcial.
 La intimidad de un ministro debe protegerse. Una amistad especial puede dar lugar a que
la vida privada del pastor sea conocida y se traicione su imagen de lider espiritual.
 Puede limitar la libertad de acción dentro de la congregación por razones de amistad o
compromisos de cualquier tipo.

Una relación más estrecha con los oficiales de iglesia, como colaboradores más directos del
pastor no será mal vista y es siempre necesaria.

c) El pastor como consejero: ocho cualidades indispensables (253 COLg 20030687, Gary
Collins, Consejería Cristiana Efectiva, pp. 23-32)

 El pastor debe ser afable, sociable y accesible. Las personas no abrirán fácilmente su
corazón a alguien que no les inspira confianza
 El pastor debe ser sensible a las necesidades de los miembros, comprender sus
problemas, sus aspiraciones, sus frustraciones. Debe saber escuchar atentamente, tratar de
ponerse en su lugar. Ver a las personas con quien está hablando no como un caso que
debe resolver sino como alguien, una persona, un individuo que reclama su atención.
 El pastor consejero debe llevar una vida ejemplar, gozar de buena reputación, ser
considerado una persona de buen juicio, discreto, optimista, con buenas relaciones
conyugales, fiel a Dios en la mayordomía, espiritual que sabe recurrir a la oración, la
Biblia, el perdón.
 El pastor consejero debe ser un buen observador de la naturaleza humana, conocer el
comportamiento de la gente, sus motivaciones.
 Debe comprenderse a sí mismo y ser consciente de sus imperfecciones, como cualquier
otro ser humano. No debe considerarse un superhombre.
 El pastor consejero debe saber controlar sus propias emociones, sus deseos, ansiedades,
resentimientos, su sexualidad y sus frustraciones. De otro modo sería un ciego tratando
de guiar a otro ciego.
 Debe estar dispuesto a dedicar el tiempo necesario a la cura de almas. No debe dar la
impresión de que tiene prisa, de que los problemas de los demás le están molestando o
haciendo perder tiempo.
 Debe saber guardar el secreto de una comunicación confidencial. Cuando un asunto
privado que le ha sido confiado pasa a ser de conocimiento general, el pastor ha perdido
la confianza de los fieles. Debe evitar los comentarios en el hogar de cosas privadas de
los miembros.

Otros siete principios éticos necesarios en la cura de almas:

 La discreción. No contar las experiencias adquiridas en la cura de almas como


ilustraciones de los sermones. Traicionar de alguna manera la confidencialidad de una
revelación personal, es siempre muy grave.

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 Evitar el contacto físico con la persona a la que se está ayudando. Tras el saludo inicial,
se debe evitar todo lo que podría convertirse en algo así como una seducción. Debe
evitarse que la persona aconsejada, particularmente si es una mujer, termine por sentirse
atraída por el pastor. Es también necesario evitar que el pastor se sienta atraído por la
persona a la que está ayudando. Los límites entre el interés por la persona y la atracción
de la persona son, a veces, muy pequeños. Hay, por otra parte, que tener en cuenta que la
persona que está pasando por un trance difícil se siente necesitada de afecto y que no
siempre se sabe distinguir entre afecto/ayuda y afecto/atracción. Una buena regla es no
aconsejar a ciertas señoras si no es en presencia de terceras personas.
 No utilizar nunca a las personas a las que se está aconsejando para satisfacer las
necesidades propias: curiosidad, deseo de dominio, incluso deseos sexuales. Esa
curiosidad morbosa, puede desviar la atención del pastor de lo que verdaderamente es su
deber ofrecer.
 No esconder las convicciones cristianas personales del pastor para conseguir la simpatía
de la persona aconsejada. Aunque debe rodearse de mucho tacto, el pastor consejero debe
indicar cuál es la verdad bíblica al respecto. No debe imponer la norma cristiana, pero si
debe exponerla. Pensemos en los casos de aborto de jovencitas embarazadas.
 El pastor no debe animar a que se prosiga una relación de ayuda o cura de almas con
personas que no quieren cambiar de actitud. Es esta una actitud de respeto de la libertad
de la persona aconsejada que no debe sentirse obligada a hacer lo que no quiere hacer.
 El pastor debe reconocer sus propios límites como consejero. Hay problemas que
requieren la consulta o la intervención de un especialista. Situaciones en las que el pastor
debe reconocer que no es competente. El caso de las enfermedades mentales, complejos
de persecución, depresiones que inducen la suicidio. La persona es un enfermo y necesita
los servicios de un facultativo. No debemos jugar a “aprendices de psiquiatras” ni caer en
el error del intrusismo.
 Esto hace que el pastor debe tener los conocimientos mínimos de psicología para saber
distinguir entre un enfermo mental y una persona trastornada por una alteración psíquica
transitoria que simplemente está necesitando ayuda espiritual. Los síntomas de una
manifestación neurótica deben ser a tiempo descubiertos por un pastor para preparar al
enfermo para el tratamiento que deberá recibir de un especialista.

1.3 El pastor y el cumplimiento de la misión en la iglesia local: cada creyente un ministro, la


formación para la evangelización, la organización de campañas, las actividades de testimonio y
publicidad, los seminarios sobre estilo de vida, el puerta a puerta, etc. (Rex D. Edwards, Every
Believer a Minister, Ministry Releases; EGW, El Ministerio Pastoral, pp. 169-184; Obreros
Evangélicos, pp. 358-379; Evangelismo; Servicio Cristiano; John Rhodes, Secretos del Exito
para Pastores, Ediciones Ministeriales, pp.42-51; Seventh-Day Adventist Minister’s Manual,
111-117).

1.4 El pastor y los ex-adventistas. (Unión Adventista Española, Dossier Cómo recuperar a los
miembros perdidos; EGW, El Ministerio Pastoral, pp. 251-253).

2. El pastor y la administración de la iglesia (EGW, El Ministerio Pastoral, pp. 121-126)

2.1 El ministro no depende de la iglesia local (Manual de la Iglesia, ed. 2005, pp. 193-197)

“La Iglesia local no nombra ni elige a los Pastores o los Pastores Adjuntos. Están
vinculados con la Iglesia local en virtud del nombramiento de la Junta Directiva de la
Asociación o la Misión, y tales nombramientos pueden ser modificados en cualquier
momento por esta Junta” (p. 194)

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“El pastor designado para ocupar su cargo en la Iglesia local es un obrero de la
Asociación o la Misión, y es responsable ante la Junta Directiva de la misma” (p. 87)

“Todos los obreros de la Asociación o la Misión, incluyendo a los Pastores, los


Instructores bíblicos y los Directores de los departamentos, actúan bajo la dirección de
la Junta Directiva de la misma. Reciben sus credenciales de la Asociación o Misión y son
responsables ante ella, y no ante ninguna Iglesia local” (p. 196)

2.2 El ministro no debe apoyarse en la iglesia local en contra de la Asociación

“Un obrero puede ser nombrado para trabajar en una Iglesia. Sin embargo, cuando se
entienda que dicha persona debe ser transferida, la Junta Directiva tiene plena libertad
para hacerlo. El obrero o la Iglesia pueden apelar a la Junta Directiva de la Asociación
o Misión solicitando una entrevista para ser escuchados respecto a algún traslado. La
petición será considerada cuidadosamente, tomando en cuenta las necesidades de toda la
Asociación o Misión, y la decisión final se hará de acuerdo con lo anterior.
Si surgiera una situación en la que un obrero se niega a cooperar con la Junta Directiva
de la Asociación o Misión, y no actúa en armonía con las decisiones de la Junta, su
conducta puede ser considerada como una insubordinación y tratada como tal. El obrero
no debe en ningún caso incitar a la Iglesia en contra de una decisión de la Junta
Directiva de la Asociación o Misión. Cualquier Iglesia que apoye a un obrero en una
actitud de insubordinación o rebeldía se expone a la disciplina de Asociación o
Misió”(p. 196,197)

2.3 El Pastor preside la junta de la iglesia local y es miembro de todas las juntas u
organizaciones auxiliares de la iglesia (Mack Tensión, Making Committes Work, Ministry
Releases; John Rhodes, Secretos del Éxito para Pastores, pp. 9-40)

“El ministro que sirve regularmente a la Iglesia como pastor, actúa como presidente de
la junta directiva de la misma. Puede haber, sin embargo, circunstancias en las cuales
sea adecuado que el anciano desempeñe este cargo. La obra pastoral de la iglesia debe
ser compartida por ambos. (Manual de la Iglesia, p. 87)

“El presidente de la Junta Directiva es el pastor designado por la Asociación o la


Misión para pastorear la iglesia. Si el pastor considera preferible no desempeñar esta
función, o si por alguna razón no puede estar presente, puede pedirle al primer anciano
de la Iglesia que actúe como presidente en forma transitoria”. (Ibid, p. 130)

2.4 El pastor y la Asociación/Misión/Campo (Seventh-Day Adventist Minister’s Manual, pp. 63-


66)

2.5 Las credenciales de un pastor (Seventh-Day Adventist Working Policy, edición 2003-2004, E
05 Credentials and Licenses, pp. 173-179, Seventh-Day Adventist Minister’s Manual,pp. 69-73)

2.6 El pastor y los departamentos de la Asociación/Misión/Campo (EGW, El Ministerio


Pastoral, pp. 291-293)

2.7 El pastor y los planes nacionales o mundiales. El calendario de fechas especiales (Modelo
año 2005)

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2.8 El informe mensual del pastor (Modelos de la Unión española y del Campus Adventista de
Sagunto)

2.9 La ficha de servicio del obrero (Service Record, modelo oficial; Seventh-Day Adventist
Working Policy, edición 2003-2004, E 70 Recording and Preserving Employees’ Service
Records, pp. 196-201)

2.10 El pastor y las instituciones de la iglesia: promoción de las escuelas de iglesia, de la escuela
secundaria y del Seminario. El fondo de becas “100 veces tanto” de la Fundación Raúl Posse.
Recomendación de colportores al Departamento de Publicaciones y la Casa editora.
Suscripciones a las revistas. Las librerías de iglesia. Residentes para la Casa de Ancianos. La
distribución de productos dietéticos Granovita.

2.11 El pastor y las organizaciones superiores, Unión, División, Conferencia General.


Invitaciones, cesión del púlpito, colaboración con proyectos nacionales o mundiales.

3. El pastor y los otros obreros de la Iglesia ( EGW, El Ministerio Pastoral, pp. 126, 128-130;
Obreros Evangélicos, pp. 496-500, Guía de Procedimientos para Ministros, pp. 68-70))

3.1 La relación con los otros pastores: Etica pastoral


La ética pastoral se manifiesta en los traslados, cuando se trata de recibir de un colega los
resultados de su trabajo. Suele ser una ocasión para evaluar negativamente al colega y, a veces,
delante de otras personas.
La ética pastoral con los colegas se manifiesta también en el espíritu colegial de equipo,
evitando que alguien haga leña de un pastor con dificultades
La ética pastoral se manifiesta en el trato que damos a la familia de los colegas, a sus hijos, a la
esposa, a los otros familiares.

3.2 La relación del pastor con sus colegas en el ejercicio del ministerio
EGW dice:

“Los que trabajan juntos deben tratar de estar en perfecta armonía. Y sin embargo nadie
debe pensar que no puede trabajar con aquellos que no ven las cosas exactamente como
él, y que no siguen exactamente sus planes en sus labores. Si todos manifiestan un
espíritu humilde, susceptible de enseñanza, no habrá dificultades. Dios puso en la iglesia
diferentes dones. Estos son preciosos en sus debidos lugares, y todos pueden desempeñar
una parte en la obra de preparar un pueblo para la pronta venida de Cristo” (Obreros
Evangélicos, p. 496)

“Con amante simpatía y confianza, han de unirse los obreros de Dios… Las luchas y
disensiones en la iglesia, el estimular las sospechas y la incredulidad, son cosas que
deshonran a Cristo. Dios desea que sus siervos cultiven el afecto cristiano mutuo. La
religión verdadera une los corazones, no sólo con Cristo, sino unos con otros, en una
unión muy tierna. Cuando sepamos lo que significa estar así unidos con Cristo y con
nuestros hermanos, una fragante. influencia acompañará nuestra obra dondequiera que
vayamos” (Ibid. p. 499)

“Nos aguarda una obra muy grande. El peligro que amenaza nuestra utilidad, y que
resultará ser nuestra ruina si no se lo descubre y se lo vence, es el egoísmo: adjudicar
una estima más alta a nuestros planes, a nuestras opiniones y a nuestros trabajos, y
actuar independientemente de nuestros hermanos. ‘Consultad juntos’, han sido las

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palabras repetidas por los ángeles una y otra vez” (Testimonios para los Ministros, p.
255)

3.3 La relación de los pastores con los colportores ( EGW, El Ministerio Pastoral, pp. 128-130)
La obra de los colportores puede llegar a ser de gran valor para el pastor de una congregación.
Ellos son los especialistas en el contacto personal, conocen nuestros libros y su mensaje, tratan
con cientos de personas y tienen muchas oportunidades de hablar de la Palabra de Dios y del
Evangelio.

Si sabemos trabajar con los colportores, no nos faltarán estudios bíblicos, hogares que visitar,
familias necesitadas de una labor pastoral. Se ha demostrado que en las campañas de
evangelización en las que se asocian colportores, los resultados son mejores.

No debemos menospreciar el trabajo de los colportores y considerarlo como un medio difícil de


vida mientras no se encuentra otra cosa mejor. Del ministerio de la página impresa, dice la
Señora White: “El colportor que teme a Dios y ama la verdad ocupa un puesto igual al del
pastor evangélico” (El Ministerio Pastoral, p. 129)

Todo pastor debiera tener el espíritu aventurero, pragmático y tenaz de un colportor. Por esta
razón, la hermana White dice que el Colportaje de nuestros estudiantes de Teología es una
escuela inigualable.

3.4 La relación del pastor con la “tribu de Leví”

Ser pastor de una iglesia a donde asisten un buen número de obreros de instituciones y oficinas
de la obra, requiere también tener claros algunos conceptos de las relaciones que deben
mantenerse con ellos.

Evidentemente lo primero es respetar el ministerio que cumplimos cada uno. La obra de Dios no
podría funcionar sin esos obreros que trabajan en las oficinas, los maestros, administradores etc.
Su ministerio es también resultado de una vocación de servicio y merecen consideración, aprecio
y respeto.

Debemos tratar de asociarlos a las responsabilidades en la iglesia y contar con sus habilidades
para las campañas de evangelización, la Escuela Sabática, los Estudios bíblicos, ancianos, etc.

Si “fallan” no debemos hacer de ellos objeto especial de nuestras quejas y críticas, sino más bien
visitarles y tratar de ganar su adhesión despertando en ellos simpatía por lo que se está haciendo
en la iglesia y un cuidadoso sentido de la responsabilidad personal como obreros de la iglesia.

Finalmente, tratemos de hacerles ver que los consideramos como “servidores de la iglesia” y
que, como tales, tienen el mismo objetivo último que nosotros: la salvación de las almas. La
iglesia es una máquina perfectamente diseñada para la ganancia de almas, ellos son una rueda
importante.

4. El pastor y los ministros de otras denominaciones (EGW, El Ministerio Pastoral, p.106;


Evangelismo pp. 117-121; Obreros Evangélicos, pp. 339,340)

Nuestra interpretación profética con respecto a los católicos y protestantes, las agresiones
recibidas de ellos en libros y púlpitos, nos han distanciado en gran manera de los ministros de
otras denominaciones cristianas. Algunas veces no nos damos cuenta que esas profecías relativas

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a la ley dominical, son profecías que están todavía en el futuro, pertenecen a un tiempo que
todavía no ha llegado y que, entre tanto, nuestro debeer es evangelizar a todos, sin excepción.

Las relaciones interconfesionales tienen, por consiguiente, una triple finalidad:

a. Tratar de dar a conocer el mensaje a quienes tienen, con frecuencia, una visión
distorsionada del mismo.
b. Darles oportunidad de conocer directamente el mensaje adventista, y la posibilidad de
que algún día lo acepten
c. Mostar a todos, a la sociedad, a ellos y sus iglesias y a nuestros fieles, que el Cristianismo
es amor fraternal y no hostilidad por razones de convicciones. Jesús dio una gran lección
de tolerancia cuando respondió a sus discípulos: “El que no es contra nosotros, con
nosotros es” (Marc. 9:40)

4.1 La relación con los católicos


Dice EGW:

“Al entrar en un lugar, no debemos erigir barreras innecesarias entre nosotros y las
otras denominaciones, especialmente los católicos, de manera que piensen que somos sus
enemigos declarados. No debemos crear prejuicio en sus mentes en forma innecesaria,
llevando a cabo una campaña contra ellos… Por lo que el Señor me ha mostrado, sé que
se salvará un gran número de entre los católicos” (Evangelismo, pp. 365,366)

“Hay muchas almas en la Iglesia católica romana que están mirando con interés a este
pueblo…”
“Entre los católicos hay muchos que son cristianos muy concienzudos, y que andan en
toda luz que brilla sobre ellos, y Dios obrará en su favor”
“Al presentar el mensaje, no hagáis ataques personales a otras iglesias, ni aún a la
Iglesia Católica Romana. Los ángeles de Dios ven en las diferentes denominaciones que
pueden ser alcanzadas únicamente merced al mayor cuidado”
(Ibid. pp. 366-370 passim)

4.2 La relación con ministros de otras denominaciones


Dice EGW:

“Nuestros ministros deben procurar acercarse a los ministros de otras denominaciones.


Oren por estos hombres y con ellos, pues Cristo intercede por ellos. Tienen una solemne
responsabilidad. Como mensajeros de Cristo, debemos manifestar profundo y ferviente
interés por estos pastores del rebaño” (Joyas de los Testimonios, II, p. 286)

4.3 La edición bimestral del Ministry para que la reciban pastores de otras denominaciones

La revista Ministry publicada por la Asociación pastoral de la Conferencia General, publica, cada
dos meses un número dedicado no solamente a los pastores adventistas sino también como un
medio de entrar en contacto con los ministros de otras denominaciones. Muchos de ellos la
reciben y aprecian la ayuda que les reporta en su ministerio.

4.4 Celebraciones de la semana de la unidad

A veces nos vemos en la necesidad de responder a la invitación de los católicos durante las
celebraciones de la semana de la unidad. Mientras se trate de dar testimonio de nuestra esperanza

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y no se nos comprometa a participar en ritos eucarísticos o litúrgicos católicos, debemos
participar y hacer amigos entre ellos.

5. El pastor y las autoridades (EGW, El Ministerio Pastoral, p. 134; Testimonios para los
Ministros, p. 203, 204, Evangelismo, pp. 356-361)

La palabra de Dios nos dice que debemos “estar sujetos, no solamente por la ira, más aún por la
conciencia” a los magistrados y autoridades (Rom. 13:1-7, 1 Pedro 2:13,14) y en otro lugar que
debemos “hacer rogativas, oraciones, peticiones, hacimientos de gracias” por los reyes y por
todos los que están en eminencia (1 Tim. 2:1,2).

No hay ninguna razón bíblica por la cual se deba impedir a los pastores entrar en contacto con
las clases elevadas y los gobernantes, allí donde ejercen su ministerio. Los métodos de contacto,
los materiales usados, serán tal vez diferentes, pero detrás de esas personalidades hay hombres y
mujeres, personas tan necesitadas o más del Evangelio que cualquier ser humano.

Los testimonios de EGW son contundentes:

“El llamamiento que ha de ser dado ‘por los caminos’, ha de proclamarse a todos los
que tienen una parte activa en la obra de este mundo, a los maestros y dirigentes del
pueblo. Los que llevan pesadas responsabilidades en la vida pública, los médicos y
profesores, abogados y jueces, funcionarios públicos y hombres de negocios, deben
recibir un mensaje claro y distinto” (Evangelismo, p. 356)

“Los gobernantes de las naciones necesitan asentar sus pies sobre la plataforma de la
verdad eterna. No se les debe permitir, a causa de la ignorancia, edificar sus casas sobre
la arena. Estos hombres no han de ser adorados como dioses. Son responsables ante
Dios de su conducta. Han de responder ante él si llegan a ser un sabor de muerte para
muerte, de los que se hallan bajo su jurisdicción” (Ibid. p. 362)

“El Señor todavía actúa en corazones de reyes y gobernantes para que favorezcan a su
pueblo, y conviene que los que están tan profundamente en el asunto de la libertad
religiosa no rechacen ningún favor, o dejen de aceptar la ayuda que Dios ha inducido a
los hombres a dar, para el progreso de su causa” (Testimonios para los Ministros,
p.203)

5.1 Instrumentos de contacto

Excepcionalmente tuvimos ocasión de abrir la palabra de Dios directamente en un seminario


sobre Adventismo, a la Reina de España, aquella oportunidad y su visita al templo de Alenza,
hace ya 30 años, todavía conserva una relación de amistad con nuestra iglesia que hoy va más
allá de la mera relación personal

En la última reunión en el Instituto de España, la Reina se dirigió a mí con gran entusiasmo para
comentarme como la ONG adventista ADRA estaba colaborando con una Fundación de la que
ella es la presidenta en un proyecto de desarrollo en Indonesia.

Hoy, la obra humanitaria de ADRA es un instrumento de acercamiento entre las autoridades y la


Iglesia Adventista, lo hemos visto aquí mismo y en otros muchos lugares.

También ha sido un instrumento de contacto con las autoridades la revista Conciencia y


Libertad, órgano de la Asociación Internacional para la defensa de la Libertad Religiosa a la que

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pertenecen como presidentes y miembros del Comité de honor grandes personalidades del
mundo. En España una antigua subdirectora de la Dirección general de Asuntos religiosos, del
gobierno anterior, es miembro del Consejo de redacción.

La distribución de esta revista entre las autoridades locales, colegios profesionales, jueces y
magistrados, políticos, etc. no solamente nos abriría las puertas de esos despachos y permitiría
contactos, de otro modo, difíciles de conseguir, es posible que además ganásemos amigos.

6. El pastor y los medios de comunicación (EGW, El Ministerio Pastoral, p. 135)

Se llama a los medios de comunicación “el cuarto poder” y todos sabemos la fuerza que, en
determinados momentos, pueden llegar a tener los medios de comunicación para generar estados
de opinión, hacer campañas de promoción o de desprestigio. Lo importante es que se nos
conozca y que cuando llegan noticias tendenciosas a las redacciones, los responsables de
publicarlas sepan quiénes somos y lo que se puede y no se puede decir de nosotros.

Las relaciones con los medios de comunicación se pueden articular a través:

a. De un Boletín de prensa del Departamento de Comunicaciones de la Unión o División


b. De los programas de actos y planes de la Iglesia
c. De ruedas de prensa y entrevistas aprovechando la visita de alguno de los líderes de la
Iglesia
d. Mediante la colaboración en programas de radio o TV viva
e. Invitaciones a periodistas a eventos y ocasiones especiales
f. El anuncio de los horarios de cultos
g. Participación en campañas de prensa sobre temas debatidos de actualidad: eutanasia,
homosexualidad, drogas, violencia de género, etc.

7. El pastor y los centros de enseñanza superior

Ni la fe religiosa ni el Evangelio son un producto para ignorantes o iletrados. Los hombres de


ciencia, los profesores, los intelectuales en general, deben tener conocimiento y contactos con la
Iglesia. Estos contactos se pueden articular a través de las iniciativas siguientes:

a. Aportándoles regularmente la revista Conciencia y Libertad y pidiéndoles alguna


colaboración especial sobre esa materia (Marcelino Oreja Aguirre, Joaquín Ruiz Jiménez)
b. Regalándoles algunas de nuestras publicaciones sobre temas de su interés
c. Invitándoles a dar alguna charla en el círculo de la Iglesia para familias, universitarios,
profesionales
d. Ofreciéndoles programas que puedan ser presentados en sus centros universitarios:
 Biblia y Arqueología
 Conciertos
 Conferencias sobre temas de educación, familia, salud, etc. dadas por nuestros
especialistas
 Expo-Biblia
 Expo-Familia
 Expo-Salud
e. Invitándoles a eventos significativos: actos públicos, celebraciones, conmemoraciones
etc.

Carlos Puyol
Sagunto, 15.03.2007

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