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El turismo

El turismo es una de las actividades económicas de mayor crecimiento en el mundo a la


vez que influye decisivamente en el desarrollo de un país, estimulando directamente las
economías nacionales y locales. Tiene características particulares puesto que, por un
lado, se trata típicamente de un servicio promotor de un amplio espectro de sectores
productivos, a la vez que es un generador de divisas y un factor de vital importancia para
los países en desarrollo.

Latinoamérica tiene una cuota de mercado de más del 5 % de las llegadas de turistas en
el mundo. Esta realidad se debe sin duda alguna a la formidable variedad de recursos
con los que cuenta la región, así como también a la calidad de los servicios ofrecidos.
También con seguridad influye la posibilidad de combinar, en muchas oportunidades,
diversidad de productos como el turismo cultural, con el de congresos y convenciones,
con el de naturaleza, con el turismo «sol y playa» o con el de cruceros (OMT, 2010).

Todos estos resultados, contribuyen a que el turismo haya despertado el interés de los
gobiernos de países en desarrollo por su capacidad de generar divisas, favorecer la
inversión privada, el desarrollo de empresas locales y la creación de empleo. Por lo que,
a partir de los años setenta y ochenta diversos gobiernos de la región del Gran Caribe
han promovido el turismo como sector impulsor del crecimiento económico.

Coincidiendo con la expansión del turismo de masas, en estas décadas, se construyeron


grandes centros turísticos que se beneficiaron de inversiones públicas en infraestructura
e incentivos para la inversión privada, principalmente extranjera. La mayoría han sido
exitosos desde el punto de vista comercial; pero ese modelo en el que primaban las
grandes empresas, y se concedía prioridad a los aspectos cuantitativos del desarrollo —
número de visitantes, número de habitaciones—, contribuyó a propagar la idea de que el
turismo debía dejarse en manos del sector privado y las fuerzas del mercado.

Estos hechos mostraron la oportunidad que supone el turismo para los países en
desarrollo y la necesidad de apoyo para poder competir en un mercado global porque
aunque han ido ganando cuota de mercado, también ha aumentado la competencia,
poniendo en evidencia los retos que enfrentan.
Turismo y la comunidad
Turismo comunitario es aquel que vincula miembros de comunidades locales que se
organizan para ofrecer productos y servicios autóctonos, en muchos de los casos
únicos. Los beneficios están en manos de miembros de estas comunidades. Surge
como alternativa económica de colectividades rurales, indígenas o campesinas, para
generar ingresos complementarios y revalorizar sus recursos naturales y culturales
locales.

Cada vez se incrementa más el número de viajeros interesados en hacer este tipo de
turismo, en experimentar las culturas locales y de contribuir al desarrollo sostenible.
Es una tendencia que está creciendo por todo el mundo, tanto en la oferta como en la
demanda.

República Dominicana también está creciendo en este tipo de turismo. Un país lleno
de recursos naturales y con una oferta turística muy atractiva, más allá del “todo
incluido” o turismo de resort. Cada día son más los pequeños hoteles o refugios que
dan la bienvenida a los extranjeros y dominicanos, que quieren vivir una autentica
experiencia cultural, integrando el descanso con las excursiones a nuestras bellezas
naturales alrededor de estos hoteles.

Algunos lugares
Sereno de la montaña: Este complejo ecoturístico es una iniciativa comunitaria
estimulada por dos ONG de la provincia, ubicado en la comunidad de Los Bueyes de
Villa Trina, a 35 kilómetros de Moca, provincia Espaillat. Construido en consonancia
con la arquitectura tradicional de la zona, cuenta con dos albergues tipo ‘ecolodge’ de
cinco unidades cada uno, con capacidad para alojar hasta 40 personas.

Complejo Ecoturístico Angostura: Ubicado en Manabao, Jarabacoa, es un complejo


con tres cabañas de madera al estilo rústico, pero acogedor. Temperaturas frescas y
ambiente rural. Perfecto para practicar el ecoturismo.

Complejo Ecoturístico Río Blanco: Fue fundando por la Federación de Campesinos


hacia el Progreso como un medio de conservar la importante cuenca alta del Río Yuna
y mejorar la calidad de vida de los campesinos. Está ubicado en Bonao, rodeado de
una hermosa cadena montañosa.
Sonido del Yaque: Proyecto comunitario en Jarabacoa que contempla los servicios del
turismo sostenible como actividad complementaria a la agricultura. Unas 200 familias
se benefician de esta actividad turística rural.

Tubagua Ecolodge: Escondido en el distrito municipal de Yásica Arriba, Puerto Plata,


se encuentra este lugar que está atrayendo muchos visitantes extranjeros al país. Es un
proyecto de turismo sostenible que brinda unas hermosas vistas panorámicas de la
región y la oportunidad de vivir una experiencia de campo única.

Ecocampo La Sangría. Proyecto ecológico ubicado en Samaná, combina la


tranquilidad, naturaleza, aventura y playas. Se puede realizar caminatas por el cultivo
de piña, visitar las galeras, practicar ‘snorkeling’ o hacer la Ruta del Jenibre.

Villa Pajón: Ubicada en Valle Nuevo, Constanza, a 7,500 pies sobre el nivel del mar.
Está rodeada de hermosas flores, grandes pinares, arboles y hortalizas.

Los Bohíos: Estancia de ambiente rural y ecológico ubicado en las colinas de


Jarabacoa. Le ofrece vivir la experiencia campesina de los años 50 y 60, conociendo
el proceso del cacao, café y tabaco. Casitas de madera con hamacas, preparadas para
grupos y familias.

Rancho Olivier: Este lugar combina la magia de un hermoso entorno natural con una
cuidada decoración arquitectónica. Tiene el sello “Dominican Treasure”.

Don Lulú. Es una iniciativa de turismo rural comunitario de la Asociación


Ecoturística El Solenodonte, construido para apoyar económicamente a las familias
locales a través del turismo rural de San Francisco de Macorís.
OFERTA TURISTICA DOMINICANA

Conoce República Dominicana, el segundo país en extensión de los bañados por las aguas del Caribe y el
destino preferido para el turismo por su belleza y autenticidad. Descubre el primer asentamiento
europeo en América, en la isla que Colón bautizó como La Española y que llegó a ser la colonia más rica
del mundo. Disfruta de su privilegiado clima y de una diversidad paisajística que aglutina selvas
tropicales, playas de aguas cristalinas, elevadas cordilleras, fértiles valles y asombrosos manglares, que
la convierten en un destino vacacional idílico.

Su capital, Santo Domingo, es el asentamiento más antiguo del Nuevo Mundo. Animada y bulliciosa
mantiene el encanto y el sabor de siglos de historia. Pasea por su barrio colonial, declarado patrimonio
de la humanidad por la Unesco en 1990, y explora sus joyas arquitectónicas o déjate llevar por el
pintoresco Chu Chu colonial, el trenecito que realiza una visita guiada. Descubre edificios centenarios
como el Alcázar de Colón, la Catedral de Santo Domingo, declarada en 1546 la primera catedral de
América, el templo de las Mercedes o la fortaleza Ozama.

Descansa y disfruta del ambiente en el parque Colón o empápate de historia en el Museo del Hombre
Dominicano, el Museo Nacional de Historia y Geografía o la Sala de Arte Prehispánica. Visita el parque
Independencia con la Puerta del Conde y el Altar de la Patria, o la plaza de la Misericordia, lugares
emblemáticos de la Independencia dominicana. Conoce las nuevas tendencias del arte en el Museo de la
Cerámica Contemporánea, el Museo de Bellapart, el Museo de Arte Contemporáneo y el Palacio de
Bellas Artes.

Toma contacto con el entorno natural visitando el jardín botánico, el zoológico y el maravilloso acuario.
Además, podrás disfrutar de increíbles playas como Boca Chica, Playa Caribe y Playa Guayacanes, que te
esperan a un paso de la capital. Y no olvides pasear junto al malecón, un boulevard marítimo de 14 km
bordeado de palmeras a orillas del Caribe.

Pero además de la capital, República Dominicana te ofrece una amplia variedad de opciones para
disfrutar y conocer en cada una de sus regiones.

En la región norte, popularmente conocida como El Cibao, podrás conocer la maravillosa ciudad de
Puerto Plata, bautizada así por Colón por el reflejo plateado que el sol imprime en el mar. Navega por
sus bellas costas en catamarán o en barco con fondo de cristal mientras observas la fauna marina, o
contempla la ciudad desde la cima de la montaña Isabel de Torres en un viaje en teleférico. Recréate en
las playas cercanas, Cofresí, Sosúa o Cabarete, meca de los deportes de aventura donde además podrás
conocer las lagunas subterráneas de las impresionantes cuevas de Cabarete. Visita el Museo del Ámbar
o la destilería del célebre Ron Brugal. Descubre el santuario natural Banco de Plata, donde las ballenas
pasan cada año los meses fríos y la reserva marina de manatíes. Encontrarás la naturaleza más virgen en
el parque nacional de Nalga Maco y podrás realizar una inolvidable ruta visitando las imponentes
cascadas de los 27 saltos de Damajagua.
En la región de Monte Cristi encontrarás el parque nacional submarino de Monte Cristi, al que
pertenecen las islas de Cayo Siete Hermanos, donde podrás disfrutar del buceo en un área natural
protegida de gran valor y belleza.

Si deseas alejarte de los circuitos turísticos más convencionales descubre localidades tan sugerentes
como Río San Juan, Nagua, San Ignacio de Sabaneta o Dajabón.

La zona este del país se corresponde con el turismo más tradicional, lo que se traduce en una
inmejorable infraestructura turística. En la costa de Punta Cana y Playa Bávaro encontrarás una
amplísima oferta de hoteles de todo incluido con todas las comodidades para el viajero.

En La Romana, otro de los destinos más populares del país, podrás disfrutar de hermosas playas como
Isla Saona, Catalinita o Playa Rincón, disfrutar de partidos de béisbol o torneos de golf o probar suerte
en el casino Dominicus. Desde aquí parten numerosas excursiones para disfrutar de una jornada de
compras, desde la artesanía popular de Bayahibe hasta las surtidas boutiques de la Marina Casa de
Campo. No olvides visitar Altos de Chavón, réplica de un pueblo italo-español del siglo XVI, construido
en 1976, punto de encuentro de artistas, galerías y talleres. Conoce el parque nacional del Este
recorriendo el Sendero Ecológico y Arqueológico Padre Nuestro a través del hermoso bosque tropical.
Vive la aventura en los museos submarinos que recorren la costa en una ruta ecoturística subacuática
partiendo del naufragado buque pirata del Capitán Kidd. Y no olvides que La Romana ofrece gran
variedad de eventos a lo largo de las distintas temporadas, infórmate para no perderte los torneos,
conciertos o fiestas patronales que se desarrollen durante tu estancia.

Otras localidades cercanas de gran interés son el pintoresco pueblecito de Boca Yuma, o San Pedro de
Macorís, con su animado malecón plagado de chiringuitos.

La localidad de El Seibo te resultará de especial interés si deseas practicar el ecoturismo o realizar


actividades deportivas de montaña. Completa la visita a la zona con una parada en la localidad de
Miches, y conocerás toda la autenticidad de un típico pueblo dominicano alejado de la influencia
turística.

En Hato Mayor disfrutarás de la belleza del parque nacional de los Haitises, las cuevas de La Arena, el
ferrocarril y San Gabriel. Si viajas en febrero o marzo en la zona de Sabana del Mar, en la bahía de
Samaná, te asombrará el espectáculo de la llegada de las ballenas jorobadas. En la isla de Cayo
Levantado podrás saborear la gastronomía de la zona en un entorno idílico y las excursiones a pie o a
caballo al salto El Limón. Descubrirás una cascada de 40 metros sobre a una piscina natural en la que
podrás refrescarte.

Visita Costa Sur, destino de belleza única, que va más allá de sus paradisíacas playas de aguas cálidas y
cristalinas, y disfruta de monumentos naturales y culturales que harán de tu visita un momento
inolvidable.
Palmar de Ocoa, Playa Punta Salinas o Playa Larga, bañadas por el mar Caribe, son algunas de las
inigualables playas que podrás visitar en Costa Sur y que se conectan de modo perfecto con ciudades
como San Cristóbal, donde podrás apreciar la belleza de los restos históricos de Fuerte de Resoli y los
Ingenios de Boca de Nigua y Diego Caballero, sin olvidar hitos culturales como la iglesia Nuestra Señora
de La Consolación, el Palacio Municipal o el Museo Histórico y Arqueológico Estrada Torres, perfecta
muestra del legado cultural de la ciudad.

Además, podrás visitar la impresionante región deAzua, y descubrir las ruinas de Pablo Viejo, la región
de José de Ocoa, donde la visión de las dunas de Baní no te dejará indiferente, junto con el Museo
Archivo Histórico de Baní, lugar perfecto para ser consciente de la importancia cultural de la zona.

Pero no debes pasar por Costa Sur sin ser partícipe de sus tradiciones, por lo que podrás disfrutar de las
fiestas patronales, que junto con el gran Carnaval, conforman un conjunto de festejos que harán de tu
visita a República Dominicana una experiencia única.

El suroeste de República Dominicana te permitirá descubrir la cara más deportiva del país, ya que
podrás disfrutar de la práctica de deportes acuáticos en sus maravillosas playas que, junto con las
impactantes montañas, confieren al territorio una belleza única, capaces de regalar grandes riquezas
naturales que podrás disfrutar.

El suroeste, por tanto, es perfecto para el ecoturismo, ya que serás capaz de recorrer lugares únicos en
el mundo como Barahona, una región con tal belleza natural que alberga tres parques nacionales y el
lago Enriquillo, el más grande de todo el Caribe.

Del mismo modo, encontrarás muestras de la gran importancia cultural que tienen regiones como
Bahoruco, donde viven gran cantidad de artistas de diversas materias, y podrás vivir la cultura
tradicional en su famoso Carnaval de las Cachúas de Cabral; además, serás testigo de un acontecimiento
único en el mundo, ya que podrás visitar el Polo Magnético, un lugar donde la ley de la gravedad,
misteriosamente, se invierte.

Todo ello, acompañado por una gastronomía inigualable, llena de aromas y sabores caribeños, y donde
el famoso plátano de Barahona se funde en un perfecto maridaje con los frutos que el mar y el río
regalan cada día.

Más allá de sus increíbles playas, el interior del país también tiene mucho que ofrecernos. En los valles
de Cibao y de la Vega, podrás disfrutar de todo tipo de actividades de aventura incluyendo rafting,
tubing y barranquismo e incluso atreverte con el parapente o una excursión al pico Duarte, el más alto
del país. Si buscas tranquilidad, es también un marco excepcional para practicar senderismo y las rutas a
caballo.

Y, por último, visita la localidad de Santiago de los Caballeros, la segunda en extensión tras la capital,
donde es obligatoria la visita a la fábrica de puros La Aurora Cigar Factory. En Concepción de la Vega no
puedes perderte el Carnaval más vistoso de toda República Dominicana. Pero aún te queda mucho por
descubrir, también te esperanJarabacoa, “la ciudad de la eterna primavera”, el fértil valle de Constanza,
el próspero San Francisco de Macorís, el paraje tropical de Monte Plata o la bulliciosa población de
Bonao.
Cultura turística
Las posibilidades culturales en cualquier país que se visite, suelen depender
directamente de su historia y, por suerte, el nuestro cuenta con una muy rica
e intensa. El acervo cultural también depende de las políticas de
conservación de sus autoridades y, también por fortuna, alguna de las
nuestras han demostrado, en diferentes administraciones, interés por el
rescate y mantenimiento de su patrimonio.
Y si por historia es, recordemos que en esta isla se ubicó el primer
asentamiento europeo en América. Nos referimos a La Isabela, fundada por
Colón en su segundo viaje, o aquellas incursiones piratas, como el saqueo de
Sir Francis Drake en 1586; o las subastas de esclavos frente a Las
Atarazanas.
La primera catedral de América también fue la nuestra, situada en la Plaza
Colón de la ciudad capital, así como la primera universidad del continente,
Santo Tomás de Aquino, actual Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD).
Conservamos, en un estado muy parecido al original, toda una Zona Colonial,
que después de diversas restauraciones y remodelaciones ofrece al visitante
la posibilidad de “ trasladarse” a principios del siglo XVI, para pasear por los
lugares que lo hizo doña María de Toledo, Hernán Cortés, Francisco de
Pizarro, Núñez de Balboa, el mítico capitán Alonso de Ojeda o el propio
“ almirante genovés” .
A todo lo largo y ancho de la República Dominicana existen múltiples ofertas
culturales. Iniciemos pues un recorrido por las provincias indicando
posibilidades de este interesante tipo de turismo empezando por Santo
Domingo, capital de la República que ofrece una amplia gama de
posibilidades culturales a sus visitantes: Museo Nacional de Historia y
Geografía, Museo del Hombre Dominicano, Museo de Arte Moderno, Museo
de las Casas Reales, Museo de las Atarazanas Reales, Museo Casa de
Tostado, el Alcázar de Colón.
De hecho, el Ministerio de Cultura ofrece la actividad “La noche larga de los
museos” donde se da a conocer la vida en el ambiente cultural de la ciudad,
se presentan bailes típicos, música, visitas guiadas, dramatización de
personajes de la época caminando por las calles de la Zona Colonial.
Veamos algunas opciones más:
El Faro a Colón ,un museo olvidado dentro de las estadísticas del Estado.
Esta imponente obra arquitectónica fue diseñada por el arquitecto J. L.
Gleave. Alberga los restos del almirante Cristóbal Colón y mantiene en su
interior una exhibición permanente de Las Américas con pabellones
informativos de la historia y culturas de nuestro país y otras regiones remotas.
Aunque hay que resaltar que al parecer las autoridades han enterrado este
museo que cada día más se pierde entre las hierbas y la humedad.
En otro punto de la Capital, con sus impresionantes manantiales
subterráneos, el Parque Nacional Los Tres Ojos, tal cual señalamos en el
reportaje “Secretos citadinos” de esta serie, está formado por un conjunto de
cavernas con lagos de origen cárstico y de aguas cristalinas. Los lagos se
originan por el paso de un río subterráneo llamado Brujuelas, cuyas aguas
desembocan en el balneario de Boca Chica.
El Acuario Nacional de la República Dominicana con modernas
instalaciones de diseño abierto al aire libre en un hermoso paisaje frente a las
aguas del Mar Caribe. En los tiempos de Trujillo era la Embajada de Israel,
que luego pasó a ser la casa de verano de los presidentes.
Si nos trasladamos a la parte Este del país, en la provincia La Altagracia, está
ubicada la Basílica de Higüeyque comprende uno de los monumentos
religiosos más respetados del país y uno de los más visitados por los devotos
de la virgen de La Altagracia. Bendecida por el papa Juan Pablo II, esta
importante iglesia posee una estructura de dimensiones monumentales
diseñada en forma de cruz latina. Su entrada está hecha de bronce con un
baño de oro de 24 quilates.
En San Pedro de Macorís nos encontramos la Cueva de las Maravillas, una
magnífica caverna donde se pueden apreciar diversos pasadizos
estratégicamente iluminados para disfrutar una buena cantidad de estalactitas
y estalagmitas, así como alrededor de 500 pinturas en las paredes y
grabados hechos por los tainos.
En Puerto Plata se encuentra la Fortaleza de San Felipe, localizada en la
punta del malecón. Lugar estratégico desde donde se controlaba el acceso
de embarcaciones a la bahía de Puerto Plata a una distancia propicia para
cañonear navíos intrusos.
Actualmente es un museo donde se exhiben armas de guerra de la época
colonial; otra posibilidad cultural en esta provincia es el Museo del Ámbar.
Punto de partida para el argumento de Jurasic Park, famosa película que
dirigiera Steven Spilberg; y por último, Las Ruinas y Museo de La
Isabela lugar donde Colón fundara en 1493 el primer asentamiento del Nuevo
Mundo.
En Santiago de los Caballeros, encontramos el Centro Cultural Eduardo
León Jiménez uno de los museos más modernos del Caribe. También
resulta de sumo interés el monumento a los Héroes de la Restauración,
lugar emblemático con vistas panorámicas a toda la ciudad corazón, en cuyo
interior se puede “ revivir” la gesta de la Restauración observando escenas
que representan diferentes momentos de la guerra.
En Moca, provincia Espaillat se encuentra la Casa Museo de Ramón
Cáceres.
En La Vega se halla la iglesia del Santo Cerro, lugar donde se conmemora
la batalla entre tainos y españoles, donde según la leyenda, la virgen de Las
Mercedes apareció en auxilio de los cristianos provocando la derrota de los
indígenas.
En Salcedo, podemos visitar la Casa Museo Hermanas Mirabal, que rescata
la memoria de estas tres mujeres, sus vidas, sus pensamientos, los principios
e ideales que enarbolaron, así como las actividades de resistencia durante su
lucha por la libertad y la justicia.
En Montecristi se puede visitar la prisión-fortaleza del Morro, plaza en la
que se basó el gran Alejandro Dumas para crear su famosa novela “El Conde
de Montecristo”.
Para los amantes del turismo cultural, aparecen a lo largo de todo el país,
multitud de ofertas, siendo las que más arriba exponemos tan solo una
muestra.
Según el informe de Intermón Oxfam (ob.cit.), el desarrollo turístico en República
Dominicana puede definirse como explosivo, en el que no se ha contado con la
participación de las comunidades locales, provocando así su exclusión económica y
social. Además no ha contado con un plan nacional de ordenamiento territorial, ni
tampoco, con el apoyo de los servicios públicos. La estrategia institucional del gobierno,
ajena al desarrollo sostenible, y el deseo de expansión de los inversionistas han
provocado un número importante de impactos y consecuencias negativas que permiten
calificar la actividad hotelera como lesiva y excluyente.

Las normas medioambientales no han sido respetadas en la construcción ni


funcionamiento de muchas de las instalaciones turísticas, lo que ha conducido a
violaciones como: construir hoteles encima de humedales y manglares, destrozo de las
barreras naturales de corales, manejo inadecuado de aguas residuales y residuos sólidos
hoteleros, salinización del agua potable, privatización de las playas, algunas
instalaciones comienzan la gestión hotelera careciendo del Permiso de Evaluación de
Impacto Ambiental (vigente desde el 2000) y/o de las plantas de tratamiento de residuos,
etc. (López, 2007)

El gobierno dominicano ha sido el máximo impulsor del crecimiento turístico a través de


una serie de disposiciones legales que han incentivado y promovido la inversión privada,
mediante un marco de beneficios fiscales que se inician con la Ley 153 de 1971 sobre
Promoción e Incentivo al Desarrollo Turístico y continúa con la adopción del nuevo
Código Tributario en el año 1992.

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