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Introduccion

Hoy más que nunca los derechos fundamentales de los ciudadanos en Venezuela, no solo son más
conocidos, sino mas garantizados, se puede decir que hay una efectiva tutela de los derechos y de
las garantías constitucionales, el amparo constitucional se convierte en una figura importante, a
consecuencia de la nueva constitución aprobada en 1999. La acción de amparo constitucional
viene hacer el instrumento que nos garantiza el derecho de solicitar el restablecimiento o
reparación de la situación jurídica lesionada, (Art. 49 CRBV).

Toda persona natural o jurídica tiene el derecho a solicitar ante los tribunales competentes la
acción de ampara cuando crea que uno o más derechos fundamentales estén siendo infringidos
por algún hecho, acto u omisión de algún ente del Poder Publico Nacional, Estadal o Municipal, así
como por ciudadanos, persona jurídica, grupos u organizaciones. Para que esta acción de amparo
sea admisible se exige un número de exigencias indispensable, estos requerimientos los
estudiaremos en el presente escrito. Los requisitos de procedencia de la acción de amparo son: la
admisibilidad, la procedencia, el hecho lesivo y los requisitos exigidos por la doctrina de la Sala
Constitucional del TSJ.

La procedencia de la acción de amparo requiere, de modo esencial, de la existencia de un "acto u


omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione,
restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por
esta Constitución, un tratado o una ley" (art 43 de la CRBV): el derecho a la vida es inviolable.

Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte ni autoridad alguna aplicarla… Tal acto u omisión
no comprende las publicaciones periodísticas, así como las informaciones transmitidas por medios
masivos de comunicación, las que no tienen entidad suficiente para producir perjuicios, actuales o
inminentes, en la situación jurídica de los accionantes.

La Acción de Amparo Constitucional como un remedio para proteger los derechos fundamentales
consagrados en la Constitución y Declaraciones de Derechos Humanos, hablándose en la mayoría
de las legislaciones de un procedimiento breve, sumario, rápido y eficaz, que se da en la medida
de la inexistencia de otros medios ordinarios que puedan restablecer la lesión sufrida, ya que el
amparo es considerado como un medio de impugnación extraordinario contra actos u omisiones
que lesionen o amenacen con lesionar los derechos fundamentales.

El Amparo Constitucional

Concepto

El amparo puede definirse como aquel procedimiento de carácter jurisdiccional, extraordinario y


de gran flexibilidad formal para la protección de los derechos consagrados constitucionalmente,
tendente a lograr el restablecimiento de los mismos de una manera efectiva e inmediata.
Establece el artículo 27 de la Constitución:

Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y ejercicio de
los derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la persona que no figuren
expresamente en esta Constitución o en los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos. (…)

La acción de amparo constitucional es un mecanismo extraordinario destinado a restablecer los


derechos y garantías de rango constitucional vulnerados o amenazados, constituyendo una vía
sumaria, breve y eficaz, cuyo empleo no está permitido si el quejoso dispone de otros medios
ordinarios idóneos para proteger sus derechos.

En este orden de ideas, los autores de la obra “La acción de amparo Constitucional y sus
modalidades judiciales”, Humberto Enrique Tercero Bello Tabares y Dorgi Doralys Jiménez Ramos,
(p. 41), en cuanto a la definición de amparo, comentan: “…Resumiendo y ofreciendo una
definición del amparo constitucional, podemos decir que se trata de una acción de carácter
extraordinario, cuya procedencia se limita a la violación o amenaza de violación del solicitante, de
manera inmediata, flagrante, de derechos constitucionales, derechos subjetivos de rango
constitucional o previstos en instrumentos internacionales sobre derechos humanos, para cuyo
restablecimiento existen vías ordinarias, eficaces, idóneas y operantes”.

De esta definición se pueden destacar la siguiente característica: 1. Se trata de una acción que
tiende a tutelar derechos constitucionales vulnerados o amenazados de vulneración, lo que se
traduce en que no se trata ni de un recurso ni un derecho, estando más dentro del mundo de
garantías. …”.(Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, N° 18,de fecha
24 de enero de 2001, con ponencia del Magistrado Iván Rincón Urdaneta)

Según criterio de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia el amparo constitucional
es un mecanismo jurisdiccional “destinado a la protección exclusiva de los derechos y garantías
constitucionales, cuya finalidad es restituir al ciudadano en el disfrute de sus derechos
fundamentales o evitar o prevenir una amenaza contra los mismos, por lo que ante la existencia
de una situación jurídica infringida, los efectos del amparo constitucional no pueden ser
constitutivos,sino solamente restitutorios o restablecedores de esa situación que fue infringida en
forma idéntica o en aquella que más se asemeje”.

El amparo constitucional de lo contencioso administrativo

Por otra parte, de acuerdo con la Constitución, el amparo constitucional procede contra cualquier
acto, hecho u omisión de autoridades o de particulares que viole derechos o garantías
constitucionales o amenace violarlos. Por tanto, así como no hay derechos y garantías excluidos
del amparo, tampoco hay actos, hechos u omisiones que escapen de la protección de la misma.
Ello se precisa en el artículo 2o. de la Ley Orgánica, cuando indica que:

La acción de amparo procede contra cualquier hecho, acto u omisión provenientes de los órganos
del Poder Público Nacional, Estadal o Municipal. También procede contra el hecho, acto u omisión
originados por ciudadanos, personas jurídicas, grupos u organizaciones privadas, que hayan
violado, violen o amenacen violar cualquiera de las garantías o derechos amparados por esta Ley.

Por tanto, además de proceder el amparo contra particulares, sin distinción alguna, procede
contra todas las perturbaciones provenientes de autoridades públicas, igualmente sin distinción
alguna, ya sea que se trate de actos estatales u omisiones, así como de actos materiales y vías de
hecho de las autoridades públicas (artículo 5o. de la LOA). Así, ninguna actuación u omisión
pública escapa al amparo, únicamente excluidos de la acción, conforme se estableció en el artículo
6,6 de la Ley Orgánica, "los actos de la Corte Suprema de Justicia". Por ello, la antigua Corte
Suprema de Justicia en Sala Político Administrativa, en sentencia del 31 de enero de 1991 (caso
Anselmo Natale), afirmó enfáticamente que "no puede existir ningún acto estatal que no sea
susceptible de ser revisado por vía de amparo, entendiendo ésta [...como] un medio de protección
de las libertades públicas cuyo objeto es restablecer su goce o disfrute, cuando alguna persona
natural o jurídica, o grupos u organizaciones privadas, amenace vulnerarlas o las vulneren
efectivamente".

En cuanto al amparo contra leyes y demás actos normativos, de acuerdo al artículo 3o. de la Ley
Orgánica:

También es procedente la acción de amparo cuando la violación o amenaza de violación deriven


de una norma que colida con la Constitución. En este caso, la providencia judicial que resuelva la
acción interpuesta deberá apreciar la inaplicación de la norma impugnada y el Juez informará a la
Corte Suprema de Justicia acerca de la respectiva decisión. Se previó así en la Ley Orgánica el
llamado "amparo contra normas", el cual en ciertos aspectos se puede asimilar al denominado
"amparo contra leyes", en donde la decisión del juez no tiene efectos anulatorios, sino de
inaplicación de la norma respecto de quien le solicita amparo (inter partes). Pero en relación con
el control de la constitucionalidad de las leyes, la Ley Orgánica, además de prever el amparo
contra normas, permite ejercer la pretensión de amparo, conjuntamente con la acción popular de
inconstitucionalidad de las leyes ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
previendo en el mismo artículo 3o. de la Ley Orgánica lo siguiente:

La acción de amparo también podrá ejercerse conjuntamente con la acción popular de


inconstitucionalidad de las leyes y demás actos estatales normativos, en cuyo caso, la Corte
Suprema de Justicia, si lo estima procedente para la protección constitucional, podrá suspender la
aplicación de la norma respecto de la situación jurídica concreta cuya violación se alega, mientras
dure el juicio de nulidad.

Aun cuando de la norma del artículo 3o. de la Ley Orgánica puede decirse que resultaba una vía
directa de control difuso de la constitucionalidad de las leyes,14 la jurisprudencia de la Sala
Político Administrativa de la antigua Corte Suprema impuso el criterio de que no procede la acción
de amparo directamente contra normas, siendo que lo que procede es su ejercicio contra los actos
de ejecución de la norma, que serían los actos lesivos.15 Así lo indicó en sentencia del 24 de mayo
de 1993, al afirmar que:
[...] el mencionado artículo de la Ley Orgánica de Amparo no consagra la posibilidad de interponer
esta acción de protección constitucional contra una ley u otro acto normativo sino contra el acto
de aplicación o ejecución de ésta, el cual en definitiva es el que, en el caso concreto, puede
ocasionar una lesión particular de los derechos y garantías constitucionales de una persona
determinada.

En materia de amparo contra actos administrativos y conductas omisivas de la administración, el


artículo 5o. de la Ley Orgánica dispone que: "La acción de amparo procede contra todo acto
administrativo, actuaciones materiales, vías de hecho, abstenciones u omisiones que violen o
amenacen violar un derecho o garantía constitucionales, cuando no exista un medio procesal
breve, sumario y eficaz, acorde con la protección constitucional".

En consecuencia, si dicho medio procesal acorde con la protección constitucional existe, la acción
de amparo no es admisible; con la posibilidad de ser dicho medio el recurso contencioso
administrativo de anulación, siempre que exista en la localidad un tribunal con competencia
contencioso–administrativa, y se formule en el mismo conjuntamente con la pretensión de
nulidad, la pretensión de amparo.

En estos casos, agrega el artículo 5o. de la Ley Orgánica, el juez, en forma breve, sumaria y
efectiva, si lo considera procedente para la protección constitucional, suspenderá los efectos del
acto recurrido como garantía de dicho derecho constitucional violado, mientras dure el juicio. Para
garantizar que este recurso contencioso–administrativo de anulación y amparo sea un medio
procesal breve, sumario y efectivo, acorde con la protección constitucional, el parágrafo único del
artículo 5o. de la Ley Orgánica precisa que:

Cuando se ejerza la acción de amparo contra actos administrativos conjuntamente con el recurso
contencioso administrativo que se fundamente en la violación de un derecho constitucional, el
ejercicio del recurso procederá en cualquier tiempo, aun después de transcurridos los lapsos de
caducidad previstos en la Ley; y no será necesario el agotamiento previo de la vía administrativa.

Ahora bien, en el caso de ejercicio de la acción autónoma de amparo contra actos administrativos,
el tema central a precisar es que los efectos de la decisión de amparo no son de orden anulatorio
sino de mera suspensión de efectos del acto, lo que implica que el acto administrativo lesivo
queda incólume en cuanto a su validez, por lo que para que la protección constitucional sea
integral debería buscarse su anulación posterior por la vía contencioso–administrativa.

Pero la acción de amparo no sólo procede contra actos administrativos sino también contra
conductas omisivas de la administración, para lo cual debe existir mora frente a un requerimiento
del interesado. Es decir, es necesario que el presunto agraviado se haya dirigido en forma previa a
la presunta autoridad agraviante, dando inicio a un procedimiento constitutivo, de manera que no
se puede accionar por abstención cuando no habido requerimiento del administrado para que la
autoridad administrativa emita algún acto administrativo.18 Por supuesto, en todos estos casos de
procedencia de la acción de amparo contra la mora de la administración, como violatoria del
derecho a obtener oportuna respuesta garantizado en el artículo 67 de la Constitución, la
consecuencia de la violación de tal derecho, como lo ha señalado la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo, "sólo implica ordenar a la autoridad administrativa que otorgue la
respuesta correspondiente".

Por otra parte, en cuanto al amparo contra sentencias y demás actos judiciales, el artículo 4o. de la
Ley Orgánica establece que: "Igualmente procede la acción de amparo cuando un Tribunal de la
República, actuando fuera de su competencia, dicte una resolución o sentencia u ordene un acto
que lesione un derecho constitucional".

En estos casos, y con el objeto de salvaguardar las jerarquías judiciales de revisión, se establece
expresamente que "La acción de amparo debe interponerse por ante un Tribunal superior al que
emitió el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve, sumaria y efectiva"

Amparo contra Acto Administrativo, Actuaciones Materiales, Vías de Hecho, Abstenciones u


Omisiones: De acuerdo con lo establecido en el artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, en esos casos procede el amparo, fundado en la violación o
amenaza de violación de un derecho o una garantía constitucionales, cuando no exista un medio
procesal breve, sumario y eficaz acorde con la protección constitucional.

Dispone también ese artículo, que cuando la acción de amparo se ejerza contra actos
administrativos de efectos particulares o contra abstenciones o negativas de la Administración,
podrá formularse el amparo ante el Juez Contencioso-Administrativo competente, si lo hubiere en
la localidad, conjuntamente con el recurso contencioso administrativo de anulación de actos
administrativos o contra las conductas omisivas, respectivamente, que se ejerza.

Ahora bien, esta norma si bien tiene vigencia ha sido objeto de análisis por la Sala Constitucional,
en lo que se refiere a la posibilidad de protección del juez contencioso administrativo frente al juez
constitucional, por la competencia atribuida constitucionalmente al primero en el artículo 259,
referida al restablecimiento de la situación jurídica infringida.

Ello, por cuanto existiendo hoy en día una acción de reclamo contra las vías de hecho, la Sala
Constitucional ha sostenido que el amparo es inadmisible al existir una vía idónea para enervar la
lesión que dicha actuación material pueda causar al justiciable, tal y como veremos más adelante.
Igual, lo ha señalado la Sala en los casos de amparo contra actos administrativos, donde el fondo
debativo deviene en la ilegalidad del acto, toda vez que el juez contencioso administrativo cuenta
también con un poder cautelar, para hacer efectivo el fallo que pronuncie sobre el mérito de la
causa, de allí que se considere que el recurso contencioso administrativo de anulación sea el
medio eficaz e idóneo para enervar dicho acto.

Características del amparo constitucional.

Podemos señalar dentro de las características del amparo constitucional las siguientes:

1) Es un procedimiento sumario, breve, gratuito y no está sujeto a ninguna formalidad.


Es sumario: porque es un procedimiento simple, sencillo, despojado de incidencias y carente de
formalidades complejas.

Es breve: porque todo el tiempo será hábil y el tribunal dará preferencia al trámite del amparo
sobre cualquier otro asunto.

es gratuito: porque el Estado garantizará la gratuidad de la justicia en general, y en particular de


este procedimiento, lo que en la práctica se traduce en la exención del pago, arancel o tributo
alguna en la tramitación de dichas solicitudes.

No está sujeto a ninguna formalidad: porque se caracteriza por la simplificación de las formas
procesales y su tramitación se desarrolla sin incidencias, formalismos ni reposiciones inútiles.

2) El procedimiento de amparo es oral, el debate se lleva a cabo mediante la celebración de una


audiencia oral y pública.

3) La acción de amparo procede contra normas, contra actos administrativos de efectos generales
y particulares, contra sentencias y resoluciones emanados de los órganos jurisdiccionales, contra
actuaciones materiales, vías de hecho, abstenciones u omisiones de las autoridades o particulares
que violen o amenacen violar un derecho constitucional, cuando no exista un medio procesal
breve, sumario y eficaz acorde con la protección constitucional.

4) El amparo protege la libertad y la seguridad personales a través del habeas corpus.

5) El amparo protege al ciudadano en el goce y ejercicio de los derechos y garantías


constitucionales, en los derechos inherentes a la persona humana que no figuren expresamente
en la Constitución y derechos humanos consagrados en declaraciones de organismos
internacionales, tratados y pactos ratificados por la República.

4.- Principios que regulan la materia de amparo constitucional.

1) Principio personalísimo: La acción de amparo exige un interés procesal personal y directo en la


persona que intenta el amparo.

2) Principio excepcional y residual del amparo: El amparo solo procede cuando no existan otras
vías a través de las cuales se obtenga el restablecimiento de los derechos constitucionales
violados. Es la urgencia y el temor de la lesión irreparable el elemento que determina la vía de
acceso al procedimiento del amparo constitucional, pueden existir otras acciones y recursos pero
si de lo que se trata es justamente de impedir un daño irreparable solo la brevedad del amparo
puede garantizar este resultado. Es necesario entender que el mecanismo del amparo está
reservado exclusivamente para cuando no existan otros medios procesales que permitan el
restablecimiento de la situación jurídica que se alega infringida.

3) Principio dispositivo del procedimiento: La aplicación de este elemento lo encontramos en:


3.1. El proceso no puede ser iniciado de oficio: por lo que se requiere siempre la iniciativa del
presunto agraviado.

3.2. El juez que conoce del amparo no puede entrar a resolver situaciones de hecho no planteadas
en la solicitud.

3.3. Permite al solicitante ponerle fin al juicio mediante el desistimiento de la acción, a excepción
de que se trate de un derecho eminentemente de orden público o que pueda afectar las buenas
costumbres.

3.4. La iniciativa probatoria corresponde a las partes, pero el juez que conoce del amparo está
facultado para ordenar evacuar las pruebas que juzgue necesarias para el esclarecimiento de los
hechos que aparezcan dudosos u oscuros.

4) Principio inquisitivo: Este principio lo observamos presente de la siguiente manera:

4.1. Corrección y aclaratoria de puntos dudosos u obscuros de la solicitud o cuando no llene los
requisitos exigidos en el artículo 18 de la Ley de Amparo, para lo cual el solicitante dispondrá de
un lapso de 48 horas, contados a partir de su notificación. Si no lo hiciere, la acción será declarada
inadmisible.

4.2. La acción de amparo es de inminente orden público.

4.3. El juez está facultado para ordenar la evacuación de las pruebas que juzgue necesarias para el
esclarecimiento de los hechos que parezcan dudosos u obscuros.

4.4. El juez está facultado para interrogar a las partes y a los comparecientes durante la audiencia
pública.

Competencia. Para la determinación de la competencia para conocer y decidir la acción de amparo


constitucional no puede confundirse la competencia específica que tiene atribuida cada uno de los
juzgados especiales creados por Ley, de la competencia constitucional que, conforme al artículo 27
de la Constitución tienen todos los Tribunales de la República para amparar a las personas en el
goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la
persona que no figuren expresamente en la Constitución o en los instrumentos internacionales
sobre derechos humanos.

Requisitos de Procedencia

La Acción de Amparo la gobiernan varios requisitos a saber:

a) De Admisibilidad

b) De Procedencia

c) Requeridos Por La Jurisprudencia


Los requisitos de Admisibilidad, son aquellos que debe observar el juzgador ab initio, para
determinar si la acción de Amparo debe tramitarse o no para la definitiva declarar si procede o no.
Asimismo, los requisitos de procedencia, son aquellos que debe revisar el juzgador en el mérito de
la causa, es decir, luego de haber establecido los requisitos que hacen admisible la acción de
Amparo.

A. El hecho lesivo

a. Actualidad de la lesión constitucional

b. La lesión constitucional debe ser reparable

B. La lesión de un derecho o garantía constitucional

Modalidades Del Amparo

Existen en la Ley Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías constitucionales 5 tipos o


modalidades del amparo:

Amparo contra normas (art. 3)

Amparo contra decisiones judiciales o amparo judicial ( art.4)

Amparo cautelar ( primer aparte del art. 5)

Habeas corpus (art. 38)

Amparo sobrevenido (art. 6 ordinal 5)

1.- Amparo Contra Normas (art. 3 Ley Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías
constitucionales). Está previsto en el artículo 3 de la mencionada ley orgánica de amparo sobre
derechos y garantías constitucionales en los términos siguientes: "También es procedente la
acción de amparo, cuando la violación o amenaza de violación deriven de una norma que colida
con la Constitución. En este caso, la providencia judicial que resuelva la acción interpuesta deberá
apreciar la inaplicación de la norma impugnada y el Juez informará a la Corte Suprema de Justicia
acerca de la respectiva decisión". Si bien el artículo establece que la acción procede cuando la
violación derive de una norma que colida con la constitución, el máximo tribunal de la república ha
establecido en sala constitucional que "realmente procede contra el acto de aplicación de la
norma y no contra esta directamente, puesto que las normas por si solas no son capaces de incidir
en la esfera jurídica de los sujetos de derecho por su carácter abstracto, sino que requieren un
acto de aplicación que produzca el vinculo entre la norma y la situación jurídica lesionada de un
particular" (Sala constitucional, 4/marzo/2004 sentencia nro. 282)

Asimismo la sentencia de esa sala constitucional asienta que la incapacidad del acto normativo de
lesionar directamente al sujeto de derechos deviene que no sería, en principio una amenaza
inminente y no sería realizable por el imputado (el legislador) puesto que este no tiene a su cargo
la ejecución de las normas que dicta. Por ello, se ha concluido que en los casos de amparo contra
actos normativos, la norma no es objeto del amparo, sino la causa del acto de aplicación que
resulta lesivo de derechos o garantías constitucionales.

Así pues, la jurisprudencia de este Máximo Tribunal ha entendido que el amparo ejercido en forma
autónoma contra actos normativos no puede estar dirigido contra el propio texto legal, sino
contra los actos que deriven o apliquen el mismo; toda vez que, las normas no son capaces de
incidir por sí solas en la esfera jurídica concreta de un sujeto determinado y, en consecuencia,
lesionar directamente sus derechos y garantías constitucionales, incluso como simple amenaza,
por cuanto no sería, en principio, una amenaza inminente, en los términos del artículo 2 de la
referida Ley Orgánica, esto es, inmediata, posible y realizable. Siendo ello así, las normas, por su
carácter general, abstracto y de aplicación indefinida, requieren de un acto de ejecución que las
relacione con la situación jurídica concreta del accionante, pues, en definitiva, será éste y no la
propia norma, el que puede ocasionar una lesión particular de los derechos y garantías
constitucionales de una persona determinada. Por ello, se ha concluido que en los casos de
amparo contra actos normativos, la norma no es objeto del amparo, sino la causa o motivo en
razón de la cual los actos que la apliquen o ejecuten resultan lesivos de derechos o garantías
constitucionales.

2.- Amparo contra decisiones judiciales o amparo judicial (art.4 Ley Orgánica de Amparo sobre
derechos y garantías constitucionales). También conocido como amparo contra sentencias, es una
acción de carácter extraordinario, que permite fortalecer el control constitucional de las
decisiones de los tribunales de la república, para mitigar la angustia y desesperación causada por
algún fallo judicial lesivo de normas fundamentales. Está previsto en el artículo 4 de la ley Orgánica
de Amparo sobre derechos y garantías constitucionales establece:

Articulo 4.Igualmente procede la acción de amparo cuando un Tribunal de la República, actuando


fuera de su competencia, dicte una resolución o sentencia u ordene un acto que lesione un
derecho constitucional."

En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un tribunal superior al que emitió
el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve, sumaria y efectiva. Vale la pena acotar lo que
la jurisprudencia de la sala constitucional del TSJ, configura dentro del supuesto de la norma:

Respecto a esta modalidad del amparo constitucional, la doctrina y la jurisprudencia han sostenido
que la misma permite anular o suspender el acto judicial impugnado, y debe intentarse ante el
Tribunal Superior al que dictó la sentencia que causa el presunto agravio. Su procedencia está
sometida a la concurrencia de dos requisitos, a saber, que el juez haya actuado fuera de su
competencia, es decir, con abuso de autoridad o extralimitación de funciones, y que al hacerlo
haya lesionado un derecho constitucional.

3.- Amparo cautelar (Primer aparte del art. 5 Ley Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías
constitucionales).Es el resultado de la interposición conjunta de amparo constitucional con los
recursos contenciosos administrativos, en cuyo caso el amparo funge como una medida cautelar
de suspensión de efectos. Esta modalidad se encuentra consagrada en el primer aparte del
artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías constitucionales cuando nos
dice:

Articulo 5. "…Cuando la acción de amparo se ejerza contra actos administrativos de efectos


particulares o contra abstenciones o negativas de la Administración, podrá formularse ante el Juez
Contencioso-Administrativo competente, si lo hubiere en la localidad conjuntamente con el
recurso contencioso administrativo de anulación de actos administrativos o contra las conductas
omisivas, respectivamente, que se ejerza. En estos casos, el Juez, en forma breve, sumaria,
efectiva y conforme a lo establecido en el artículo 22, si lo considera procedente para la
protección constitucional, suspenderá los efectos del acto recurrido como garantía de dicho
derecho constitucional violado, mientras dure el juicio"

En cuanto a la procedencia del amparo cautelar en el contencioso administrativo en general y el


contencioso funcionarial en particular, la misma es dictada cuando exista presunción grave de la
violación o amenaza de violación de un derecho como cumplimiento del requisito del fumus boni
iuris, así como el periculum in mora. Sin embargo, a diferencia del derecho común, el periculum in
mora no se limita a la posibilidad de ejecución del fallo en la definitiva, sino que implica una
protección más amplia a los derechos subjetivos de la parte actora siempre verificando y
ponderando los intereses del colectivo.

Fumus boni iuris: "Humo de Buen Derecho" Constituye la presunción grave de la existencia del
riesgo manifiesto de quedar ilusoria la ejecución del fallo, así como del derecho que se reclama,
por tal razón es imperativo examinar los requisitos exigidos en el artículo 585 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, la presunción grave del derecho que se reclama (fumus boni iuris)

El periculum in mora: Es el peligro grave de que resulte ilusoria la ejecución de la decisión


definitiva y el fundado temor de que una de las partes pueda causar lesiones graves o de difícil
reparación a la otra (periculum in damni).

4.- Amparo de la libertad y seguridad personal o Habeas Corpus (art. 38 Ley Orgánica de Amparo
sobre derechos y garantías constitucionales).Está previsto en el último título de la ley orgánica de
amparo sobre derechos y garantías constitucionales, en los artículos 38 y 39. El penalista
venezolano Fernando Fernández lo define como un procedimiento constitucional breve, directo y
efectivo mediante el cual el juez penal competente y del lugar, revisa si una detención es ilegal o
no. Se trata de un proceso especialísimo que protege la libertad personal frente a los abusos de los
funcionarios y del Estado mismo en perjuicio de los ciudadanos.

En tal sentido el juez que conoce del habeas corpus no determina culpabilidad o no del detenido.
Solo verifica si fue hecho preso según lo permiten la Constitución y las leyes. De constatar que la
detención fuere ilegal, debe ordenar la inmediata libertad del detenido mientras se instaura el
juicio que conocerá del fondo de la causa, en caso de que procediere. Mientras, podrá imponer
medidas cautelares. A partir de la vigencia del COPP y la Constitución de 1.999 el habeas corpus
previsto en la legislación de amparo es modificado parcialmente: ya no tiene vigencia la detención
policial prevista en el artículo 44 de la ley especial de amparo, en la ley se prevé el período de 8
días máximo bajo control de la policía. En todo caso, menos por flagrancia, ningún policía puede
detener a alguien sin orden judicial, de acuerdo con el artículo 44 constitucional.

el artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece la acción de


amparo a la libertad o seguridad de la persona, y la Institución del Habeas corpus constituye un
sistema lo suficientemente idóneo para resguardar la libertad y seguridad personal frente a la
eventual arbitrariedad de los agentes del Poder Público y siendo que la consecuencia necesaria de
la expedición de un mandamiento de Hábeas Corpus, es la inmediata libertad de un ciudadano que
se encuentre privado ilegítimamente de su libertad o amenazado en su seguridad personal, el cual
se encuentra reconocido en tratados, pactos, convenios internacionales suscritos por Venezuela,
en donde se ha asumido el compromiso de establecer una vía judicial expedita para proteger la
libertad personal

5.- Amparo Sobrevenido (art. 6 ordinal 5 Ley Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías
constitucionales). La Ley Orgánica de Amparo en el ordinal 5to del artículo 6, se refiere a las
causales de inadmisibilidad de la acción de amparo constitucional, sin embargo, de manera muy
particular, además de señalar uno de los principios básicos de esta institución (su carácter
extraordinario), establece la figura del amparo sobrevenido, destinada a proteger algún derecho o
garantía constitucionales, vulnerado con posterioridad a la interposición de una vía ordinaria
distinta a la del amparo.

El amparo sobrevenido surge en el curso de un juicio pendiente, cuando con posterioridad al inicio
del mismo surgen actos, que violan, o amenazan violar derechos y garantías fundamentales de las
partes, y que por lo tanto la aludida acción debe cumplir con los requisitos de admisibilidad
establecidos en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales. Así pues, la acción de amparo sobrevenido es una vía muy especial creada por el
legislador para permitir que se ventile en el mismo juicio una denuncia de lesión constitucional
acaecida durante su curso, y que busca evitar la materialización o continuidad de los efectos
lesivos de un acto, surgido en el transcurso del proceso principal, por lo que la misma
necesariamente debe interponerse dentro de dicho proceso y pierde su finalidad una vez que este
ha culminado..."

Es del tipo denominado por la doctrina y la jurisprudencia patria, como sobrevenido por cuanto el
hecho generador de la lesión constitucional acaece durante la sustanciación del procedimiento,
después de su inicio o de la interposición de un recurso ordinario, el cual no es susceptible de
restablecer a través de otros medios procesales. También ha sido conteste la jurisprudencia
vinculante de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que cuando la lesión
proviene del Juez de la causa, la competencia para el conocimiento del asunto le corresponde al
Tribunal de apelaciones o superior respectivo; pero cuando el presunto agraviante es cualquier
otro sujeto procesal, dicho conocimiento le corresponde al Juez que conoce la causa, quien deberá
tramitarla en cuaderno separado a la causa sobre la cual guarda relación. Para citar un ejemplo, se
reproduce un extracto de la sentencia vinculante, de fecha 20 de enero de 2.000, emanada de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que resuelve la situación de la siguiente
manera:

Consecuencia de la doctrina expuesta es que el llamado amparo sobrevenido que se intente ante
el mismo juez que dicte un fallo o un acto procesal, considera esta Sala que es inconveniente,
porque no hay razón alguna para que el juez que dictó un fallo, donde ha debido ser cuidadoso en
la aplicación de la Constitución, revoque su decisión, y en consecuencia trate de reparar un error,
creando la mayor inseguridad jurídica y rompiendo así el principio, garante de tal seguridad
jurídica, que establece que dictada una sentencia sujeta a apelación, ella no puede ser reformada
o revocada por el Juez que la dictó, excepto para hacer las aclaraciones dentro del plazo legal y a
petición de parte. Tal principio recogido en el artículo 252 del Código de Procedimiento Civil está
ligado a la seguridad jurídica que debe imperar en un estado de derecho, donde es de suponer que
las sentencias emanan de jueces idóneos en el manejo de la Constitución, y que por tanto no
puedan estar modificándolas bajo la petición de que subsane sus errores. Las violaciones a la
Constitución que cometan los jueces serán conocidas por los jueces de la apelación, a menos que
sea necesario restablecer inmediatamente la situación jurídica infringida, caso en que el amparo lo
conocerá otro juez competente superior a quien cometió la falta, diferente a quien sentenció u
ordenó el acto que contiene la violación o infracción constitucional, en estos casos, los que
apliquen los artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales.

Habeas data

Recurso por el cual una persona puede tener acceso o pedir la corrección, modificación y
eliminación de los datos que se tengan de ella en cualquier banco de datos, así como conocer el
destino y las políticas de protección de información que le puedan afectar. es una acción
jurisdiccional propia del derecho, normalmente constitucional, que confirma el derecho de
cualquier persona física o jurídica para solicitar y obtener la información existente sobre su
persona, y de solicitar su eliminación o corrección si fuera falsa o estuviera desactualizada. Este
derecho aplica a información almacenada en registros o banco de datos de todo tipo, ya sea en
instituciones públicas o privadas, y en registros informáticos o no. El derecho habeas data puede
cobijar también el concepto de derecho al olvido, esto es, el derecho a eliminar información que
se considera obsoleta por el transcurso del tiempo y ha perdido su utilidad. En términos más
específicos el habeas data es una acción que puede realizar cualquier ciudadano cuando sus datos
no son válidos, alguna deuda que no sea real, etc.

Artículo 28 de la Constitución:

“Toda persona tiene derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre
sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así
como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y a solicitar ante el tribunal
competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o
afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier
naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o
grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información periodística y de otras
profesiones que determine la ley”.

Habeas corpus

Es el derecho que tiene cualquier persona de solicitar que se le ponga en libertad cuando han sido
capturados en violación a la ley o a la constitución, o cuando su detención se prolonga
ilegalmente. Esta solicitud se hace ante un juez.

El habeas corpus sólo protege, pues, la libertad y la seguridad personales contra arrestos o
detenciones arbitrarias, decretados por autoridades políticas y administrativas, incluso para
obligar a estas autoridades a dar efectivo cumplimiento a sentencia de los tribunales. Frecuentes
fueron los casos y aún es posible que ocurran de que absuelta una persona, sobreseída la causa,
destruidos, en suma, los motivos que dieron lugar a la detención, las autoridades administrativas o
ejecutivas no cumplían de inmediato las decisiones judiciales. Si el supuesto llegare a ocurrir, es
claro que procede el recurso de habeas corpus contra detenciones o arrestos arbitrariamente
prolongados por autoridades del poder ejecutivo, ya que de acuerdo con otra disposición
claramente conectada al habeas corpus, nadie puede permanecer en detención, si mediante
decisión judicial firme han quedado destruidos los fundamentos que la motivaron.

En Venezuela el amparo a la libertad personal como garantía judicial, se establece por primera vez
en la Constitución de 1947, (Art. 32). Sin embargo, el desconocimiento de este texto constitucional
“a partir del 24 de noviembre de 1948, conllevó a la derogatoria indirecta del derecho de habeas
corpus en nuestro ordenamiento jurídico general, hasta la promulgación de la Constitución de
1961, que estableció en su Disposición Transitoria Quinta la regulación del amparo de la libertad
personal en forma inmediata, mediante un procedimiento breve y sumario, vigente hasta el 26 de
septiembre de 1988, cuando se aprobó la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, que dedicó un Título a la regulación del amparo de la libertad y seguridad
personales.

La Constitución vigente también consagra dos acciones o recursos para asegurar la efectividad de
los derechos y garantías constitucionales. El primero está destinado a proteger por los tribunales
el goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, y además de aquellos inherentes a
la persona que no figuren expresamente en la Constitución o en los instrumentos internacionales
sobre derechos humanos.

En cuanto a la libertad o seguridad, la acción de amparo puede ser interpuesta por cualquier
persona, y el detenido será puesto bajo la custodia del tribunal en forma inmediata, sin dilación de
ninguna clase. El ejercicio de esta acción no será afectada en modo alguno por la declaratoria del
estado de excepción o de la restricción de las garantías constitucionales. (Art. 27).

Conclusión
El amparo es una acción que garantiza la restitución de un derecho fundamental vulnerado a
través de un acto u omisión de entes públicos o particulares, para que se ejecute una acción de
amparo se requiere un serie de condiciones los cuales están consagrados en la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, llamados requisitos de procedencias los
cuales son: Requisitos de Admisibilidad, Requisitos de Procedencia y los requeridos por la
Jurisprudencia.

Como se deja ver los requisitos de procedencias son aquellos de debe revisar el juez, una vez
establecido los requisitos que hagan admisible la acción. Los requisitos de admisibilidad son
aquellos que son contrarios a los establecidos en el Artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales.

Los requisitos exigidos por la Jurisprudencia son aquellos que emanados por la doctrina del
Tribunal Supremo de Justicia hacen admisible la Acción de Amparo.

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